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Biometría hemática completa (hemograma)

También llamada hemograma o conteo sanguíneo completo (CSC), esta prueba común ofrece información detallada sobre tres
tipos de células presentes en sangre: glóbulos rojos (transportan oxígeno y eliminan productos de desecho), glóbulos blancos
(combaten infecciones) y plaquetas (detienen hemorragias mediante la formación de coágulos).

Análisis de sangre, espejo de la salud


Anemia

Otros indicadores típicamente evaluados en una biometría hemática son los valores de hematocrito, que es el porcentaje de
glóbulos rojos en relación con el volumen sanguíneo total, y el de hemoglobina, proteína que da su color característico a dichos
glóbulos y permite el traslado de oxígeno a los tejidos, así como de dióxido de carbono hacia los pulmones para su posterior
expulsión.

Así, la información obtenida al estudiar los componentes de la sangre proporciona al profesional de salud idea confiable del
estado general de salud del paciente.

¿Para qué sirve el conteo sanguíneo completo?

La biometría hemática completa se puede llevar a cabo bajo muchas condiciones y para evaluar diversas enfermedades y
síntomas. Por ejemplo, los resultados reflejan inconsistencias en el volumen de líquidos (como deshidratación) o pérdida de
sangre, además de afecciones relacionadas con la producción y destrucción de glóbulos rojos, infecciones, alergias y problemas
de coagulación.

Los conteos o mediciones básicas que contempla un hemograma son:

Número de glóbulos rojos (eritrocitos). Se miden en células por microlitro (células/mcl) de sangre, y la cifra normal oscila
entre 4.2 a 5.4 millones de células/mcl en mujeres, y 4.7 a 6.1 millones de células/mcL en hombres.
Número de glóbulos blancos (leucocitos). Su unidad también son las células/mcl, siendo habitual el índice entre 4,500 y
10,000 células/mcl.
Conteo de plaquetas. Se registra en unidades por microlitro de sangre (u/mcl), resultando ideales 150,000 a 400,000 u/mcl.
Valor de hemoglobina (Hb). Se valora en gramos por decilitro (g/dl), considerándose normales las cifras 12.1 a 15.1 gm/dl
para mujeres, y 13.8 a 17.2 gm/dl para hombres.
Valor de hematocrito (Ht). Su conteo es en porcentajes (%), tomándose como ideales 36.1 a 44.3% en mujeres, y 40.7 a
50.3% en hombres.

Es relativamente común que al analizar los componentes de la sangre se contemplen también los llamados índices
eritrocíticos:

Volumen corpuscular medio (VCM). Indica el tamaño promedio de los glóbulos rojos, expresado en femtolitros (fl).
Hemoglobina corpuscular media (HCM). Es la cantidad de hemoglobina por glóbulo rojo, y se da en picogramos por célula
(pg/cel).
Concentración de hemoglobina corpuscular media (CHCM). Revela la cantidad de hemoglobina relativa al tamaño de la
célula (concentración de hemoglobina), en gramos por decilitro (g/dl).

Por otra parte, hay ocasiones en que durante una biometría hemática se realiza conteo de glóbulos blancos desglosado en sus
cinco grupos principales, todos ellos valorados en células por microlitro (células/mcl):
Basófilos.
Eosinófilos.
Linfocitos (células T y células B).
Monocitos.
Neutrófilos.

¿En qué consiste un conteo sanguíneo completo?

La realización de este examen requiere muestra de sangre tomada a través de una vena, por lo general, de la región interior
del codo o dorso de la mano.

El sitio se limpia con desinfectante y se coloca banda elástica alrededor de la parte superior del brazo para localizar la vena
a puncionar. Se introduce la aguja y la sangre se recolecta en frasco hermético o tubo especial. Se cubre la herida con
algodón para prevenir hemorragia y la muestra de sangre se envía al laboratorio; los resultados se obtienen en máximo 24
horas.

Preparación del paciente para un hemograma

La realización de una biometría hemática no requiere preparación especial; no obstante, dicho estudio se suele practicar
junto con una medición de glucosa, examen que por sus características debe hacerse en ayunas.

También se aconseja que antes de llevar a cabo el análisis se aclare al especialista si se ha tomado algún medicamento.

¿Existen riesgos al realizar un conteo sanguíneo completo?

El procedimiento es muy seguro; sin embargo, es posible que en algunos pacientes surjan inconvenientes por la punción,
como desmayo, mareo y hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel que provoca moretón).

Para ayudar al cuerpo a reemplazar la sangre extraída, después del examen se recomienda consumir alimentos.

Es importante recordar que la aguja a utilizar en la recolección debe ser estéril y desechable, a fin de evitar la propagación
de infecciones como los causados por los virus de inmunodeficiencia humana (VIH, que ocasiona el sida) o de la
hepatitis B o C (generan daño en el hígado y condicionan la formación de cáncer).

¿Cómo se interpretan los resultados de un hemograma?

En términos generales, el conteo alto de glóbulos rojos puede ser indicio de:

Baja concentración de oxígeno en la sangre, ocasionada por fumar, sufrir trastorno cardiaco o vivir a grandes alturas.
Enfermedad cardiaca congénita.
Cor pulmonale o incapacidad (insuficiencia) del lado derecho del corazón para bombear sangre, provocada por hipertensión
arterial.
Fibrosis pulmonar (formación de cicatrices en los pulmones).
Policitemia vera. Trastorno de la médula ósea, que es donde se generan las células sanguíneas.
Deshidratación, como la producida por diarrea intensa.
Enfermedad del riñón.

Por su parte, el conteo bajo de glóbulos rojos puede manifestar:

Pérdida de sangre o hemorragia.


Anemia de varios tipos.
Insuficiencia de médula ósea, causada por toxinas, tumores, medicamentos y afecciones.
Enfermedad renal.
Hemólisis o destrucción de glóbulos rojos.
Algún tipo de cáncer, como leucemia o mieloma múltiple.
Desnutrición o deficiencia de hierro, ácido fólico y vitaminas B12 o B6.

A su vez, el conteo elevado de glóbulos blancos o leucocitosis puede ser síntoma de:
Enfermedades infecciosas.
Enfermedades inflamatorias (artritis reumatoide o alergia).
Leucemia.
Alto nivel de estrés físico o emocional.
Daño tisular o lesión de tejidos, como el ocasionado por quemaduras.

La obtención de cifras de glóbulos blancos menores a las esperadas (leucopenia) puede ser indicador de:

Insuficiencia de la médula ósea (incapacidad para cumplir sus funciones) debido a padecimientos como infección, tumor o
fibrosis.
Presencia de sustancias tóxicas.
Enfermedades autoinmunes, como lupus eritematoso, en el que las células de defensa atacan a los tejidos del organismo.
Enfermedad del hígado o el bazo.
Exposición a radiación.

En tanto, el conteo reducido de plaquetas o trombocitopenia puede deberse a:

Anemia aplásica, ocasionada por el desarrollo incompleto o defectuoso de las células producidas en la médula ósea.
Cáncer o infección en la médula ósea.
Cirrosis, que es el deterioro del funcionamiento del hígado por la formación de tejido similar a cicatrices en dicho órgano.
Deficiencia de algunos nutrientes, como ácido fólico y vitamina B12.
Mielodisplasia, afección que altera el funcionamiento de la médula ósea.

Un número de plaquetas más alto de lo normal (trombocitosis), puede ser consecuencia de:

Anemia.
Leucemia mieloide crónica, cáncer que afecta a la médula ósea.
Policitemia vera.
Extirpación reciente del bazo.

El conteo elevado de hematocrito puede ser indicio de:

Deshidratación.
Quemaduras.
Diarrea.
Policitemia vera.
Baja concentración de oxígeno en la sangre.

En contraparte, bajo porcentaje de hematocrito puede ser indicio de:

Anemia de varios tipos.


Hemorragia o pérdida sanguínea.
Insuficiencia de la médula ósea.
Hemólisis o destrucción de glóbulos rojos.
Cánceres como mieloma múltiple y leucemia.
Desnutrición.
Artritis reumatoide, trastorno que causa inflamación articular y afectación de órganos internos.

Las cifras más altas de lo normal de hemoglobina pueden tener su origen en:

Anemia hemolítica, debida a destrucción prematura de glóbulos rojos.


Infecciones.
Reacción hemolítica a una transfusión, que ocurre cuando el sistema inmunitario destruye los glóbulos rojos que reciben por
donación, al ser de diferente tipo de sangre
Enfermedades que ocasionan alta producción de glóbulos rojos.
Padecimientos congénitos del corazón.
Cor pulmonale o insuficiencia del lado derecho del corazón para bombear sangre, provocada por hipertensión arterial.
Formación de cicatrices en el tejido de los pulmones.

Finalmente, los valores bajos de hemoglobina suelen ser indicio de:


Anemia de distintos tipos.
Pérdida sanguínea o hemorragia.

La interpretación de los resultados corresponderá exclusivamente al médico tratante, quien realizará el diagnóstico tomando
en cuenta la historia clínica, signos y síntomas del paciente, así como resultados de otros análisis.

Fuentes:

Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH).Centro Clínico. ¿En qué consiste una prueba de sangre o
hemograma completo? [Consultado: febrero 12, 2015]. Disponible en:
http://www.academia.edu/6005734/En_que_consiste_una_prueba_de_sangre_o_hemograma_completo.
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos / Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH). Conteo
sanguíneo completo (CSC). Portal MedlinePlus. [Consultado: febrero 12, 2015]. Disponible en:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003642.htm

SyM
Última actualización: 11-2017

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