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1. ¿Qué son los mapas conceptuales?

Los mapas conceptuales, son una técnica que cada día se utiliza más en los
diferentes niveles educativos, desde preescolar hasta la Universidad, en
informes hasta en tesis de investigación, utilizados como técnica de estudio
hasta herramienta para el aprendizaje, ya que permite al docente ir
construyendo con sus alumnos y explorar en estos los conocimientos previos y
al alumno organizar, interrelacionar y fijar el conocimiento del contenido
estudiado. El ejercicio de elaboración de mapas conceptuales fomenta la
reflexión, el análisis y la creatividad.

Como se realiza:
Paso 1: Define el tema de tu Mapa Conceptual

Debes saber que los mapas conceptuales son muy versátiles, así que
cuando tengas que elaborar tu primer mapa debes plantearte esta pregunta;
¿qué quiero reflejar en mi mapa conceptual?

Esto significa hallar la pregunta de enfoque sobre la cual se basará tu


trabajo, que se refiere a lo que el lector va a aprender efectivamente una vez
que lea tu mapa conceptual.

Debido a que existen muchos caminos para desarrollar tu tema, enfócate en


aquél que te permita sentirte satisfecho con la información que vas a transmitir
y aprender.

• Por ejemplo: si quieres hacer un mapa conceptual sobre la música, hay


muchas maneras de abordarlo; hablar de géneros musicales, épocas
musicales, su história, tendencias, artistas, instrumentos, etc. Observa que
en el siguiente ejemplo, el autor escogió como pregunta de enfoque “El
Lenguaje Musical” lo cual de inmediato traslada al lector a un contexto
específico, evitando así confusiones o ambigüedades.

Paso 2: Recopila toda la información necesaria

Dependiendo de qué tan complejo sea el tema deberás buscar suficiente


información sobre el mismo, si sueles utilizar internet como medio de
investigación, te recomendamos visitar y comparar al menos 3 páginas web,
para asegurarte de obtener información veraz, además que uno de los
beneficios de los mapas conceptuales es que, mientras realizas la recopilación
de información, tu cerebro ya está asimilando el contenido antes de plasmarlo.

Si se trata de un proyecto personal, o uno donde las ideas provienen de tu


mente, asegúrate de recopilar también toda la información necesaria. Léelo
varias veces y trata de hacer un resumen de una página que refleje lo más
importante. ¡Tómate tu tiempo para este paso y no olvides ningún detalle!.

Paso 3: Sintetiza y prioriza la información

Una vez que hayas hecho un resumen de toda la información que


recopilaste, deberás ejercitar tu habilidad de síntesis para seleccionar
únicamente los conceptos que consideres más importantes para explicar tu
tema. Una vez identificados, debes ordenarlos de acuerdo a su importancia.

• Por ejemplo: Si tu mapa conceptual se trata sobre: ¿Cómo llevar una vida
saludable?, debes comenzar con una idea general relacionada a la
importancia del cuidado de nuestro cuerpo y espíritu, para luego enfocarte
en qué tipo de hábitos mejoran la salud y a partir de allí comenzar a
mencionar prácticas como el ejercicio, la adecuada alimentación,
meditación, etc, es decir, debes comenzar de lo más general a lo más
específico.

Una vez hecho esto, tendrás que afinar más tu capacidad cerebral de
síntesis para resumir cada concepto de tu lista en una sola oración e incluso
palabras claves que representen claramente la idea principal. La idea es que
con este resumen que estás elaborando, sintetices lo más que puedas la
información, destacando únicamente lo esencial, que es lo que
efectivamente el cerebro procesa y retiene por más tiempo.

El objetivo es que cualquier persona que lea tu mapa conceptual por


primera vez, pueda entender lo que quieres transmitir con él, así que para
asegurarte de haber hecho este paso correctamente, puedes pedir ayuda a un
familiar o compañero para que lea tu lista de ideas ordenadas y te comente si
entendió todo perfectamente.
Observa en este ejemplo los dos aspectos importantes que mencionamos
sobre el orden de las ideas y su amplitud. Principalmente, al hablar del Sistema
Solar, el autor comenzó refiriéndose a lo más general para ambientar a
cualquier lector, conocedor o no conocedor del tema, antes de nombrar o
enumerar los planetas.

Asimismo, nota como las frases son cortas y concisas, permitiendo definir
perfectamente cada concepto con la información más importante.

Paso 4: Crea una lista de conceptos

Selecciona los conceptos más relevantes del tema, es decir, aquellos que
son necesarios para poder comprender el significado del texto, y colócalos en
una lista.

Luego ordena tu lista sepáralos por área y por niveles de inclusividad


(mayor, igual o menor inclusividad), colocando el más inclusivo y general al
principio.

Para determinar mejor el orden de los conceptos puedes analizar tu


pregunta de enfoque, quizás puedas terminar modificando el tema central o
escribir uno diferente. Revisa tu lista y agrega más conceptos si son
necesarios.

Ya tienes toda la información para comenzar tu mapa conceptual, ahora


puedes decidir entre hacerlo de forma manual, o visitar aquí y conocer algunos
programas para elaborar mapas conceptuales que recomendamos para ti.
Todo depende de cómo te sientas más cómodo y de cuánto tiempo tengas para
realizarlo. Recomendamos que apliques los dos métodos para detectar cuál es
el que más te favorece y te genera mejores resultados.

Primero que nada debes ubicar el título de tu mapa conceptual dentro de


un recuadro en la parte superior central de la hoja, como te mostramos en las
imágenes anteriores. El título se refiere al tema central de tu mapa conceptual
o el concepto más importante a partir del cual desarrollarás el resto de las
ideas.

Paso 5: Conecta las ideas

Ahora comienza trazando una línea recta a partir del recuadro del título, que
conecte con el recuadro que contendrá la idea principal de tu mapa conceptual.
Esta puede ser la definición más importante.

A partir del título coloca los conceptos más importantes arriba, normalmente
suelen haber hasta tres conceptos generales en la parte superior del mapa, y
debajo de ellos coloca los subconceptos correspondientes y de ésta forma ve
desarrollando jerárquicamente tu lista de conceptos.

Une los conceptos mediante líneas conectora y palabras de enlace que


deben explicar la relación entre esos conceptos que se unen.

Por ejemplo, si tu mapa conceptual se trata de “Estrategias para elevar el


autoestima”, deberías definir “Autoestima” en primera instancia. Sobre la línea
conectora debes escribir una palabra o verbo de enlace que permita al lector
reconocer la relación entre el contenido de los recuadros; como por ejemplo:
“es”, “consiste en”, “se clasifica en”, “permite”, esto se llama proposición o
conectores. Realiza esto con todas las ideas que previamente anotaste en tu
resumen, en orden de importancia, hasta la parte inferior de la hoja.

En este ejemplo puedes observar mejor las proposiciones que


mencionamos anteriormente; “lo hacemos”, “para”, “determinada por”,
“modifican” etc. Éstas se encuentran ubicadas entre las líneas azules que
conectan los distintos conceptos y es importante escribirlas fuera de los
recuadros, para indicar claramente la interrelación entre las ideas.

Toma en cuenta que puedes relacionar la idea de un recuadro con otra en


diferentes segmentos del mapa, solo debes cuidar que cada relación se
identifique correctamente, separando los recuadros de manera adecuada e
identificando correctamente las proposiciones para que no se genere ninguna
confusión.

Nota cómo puedes realizar relaciones entre distintos segmentos de un


mapa conceptual con este ejemplo sobre el “Aparato Digestivo”. El concepto
“Jugos digestivos” está relacionado con las “Glándulas anejas” y el “Tubo
digestivo” al mismo tiempo, por lo cual, en vez de repetir palabras, puedes
incorporar una nueva línea conectora que denote esta relación a través de una
proposición. De esta forma es mucho más fácil recordar la información y
puedes aprender cómo estan vinculadas varias partes de un todo.

Te recomendamos leer nuestro artículo: 7 Ejemplos de Mapas


Conceptuales Efectivos, observando estos ejemplos podrás aprender cómo
relacionar mejor las ideas.

Paso 6: Revisa tu mapa

Una vez que termines tu mapa conceptual, es recomendable repasar todo


el contenido, leyéndolo varias veces para asegurarte que las relaciones entre
las ideas se hicieron correctamente, y que todo el contenido tiene sentido y
orden lógico.

No importa si tu primer intento no resultó como esperabas, siempre puedes


reorganizar todo y afinar detalles, agregar o suprimir ideas hasta que quede
perfecto y, lo más importante es que al leerlo, toda la información importante se
vea reflejada y se entienda, por lo cual puedes pedir la opinión de un tercero
para asegurarte que está todo en orden.
¡Tal como este ejemplo! No seremos todos unos expertos en teoría musical,
pero seguro que aprendimos un poco más sobre las notas musicales al leer
este mapa conceptual. El autor explicó lo más importante y enfocó su mapa en
la información que deseaba transmitir. También puedes observar cómo en el
apartado “¿De dónde viene el nombre de las notas? “ coloca la palabra
“Origen” seguido de material multimedia adjunto que puede ser un video o
imágenes, lo cual es una gran ventaja si deseas elaborar tu mapa conceptual
en forma digital.

Finalmente, independientemente del uso que le des a los mapas


conceptuales, evalúa los resultados que obtuviste, si comprendiste
efectivamente el contenido para un examen, o si el público comprendió el
mensaje transmitido en caso de haberlo empleado en alguna exposición.

Es importante que hagas un seguimiento de los resultados para identificar


qué puedes mejorar de cada mapa conceptual y hacerlos cada vez más
concisos.

¡Te sorprenderá la habilidad de análisis y concentración que vas a adquirir a


medida que los incorpores en tus actividades académicas y profesionales!
Que son las lluvias de ideas

Definición de Lluvia de Ideas

El proceso conocido
como lluvia de ideas (o también popular en inglés como brainstorming) es
un proceso didáctico y práctico mediante el cual se intenta generar
creatividad mental respecto de un tema. Tal como lo dice su nombre, la
lluvia de ideas supone el pensar rápida y de manera espontánea en ideas,
conceptos o palabras que se puedan relacionar con un tema previamente
definido y que, entonces, puedan servir a diferentes fines. El proceso de
lluvia de ideas es hoy en día muy utilizado en espacios tales como
reuniones laborales, en clases, en debates, etc.
La noción de lluvia de ideas parte del hecho de ampliar la participación,
democratizarla, a todos los presentes en el espacio en el cual la reunión o el
evento se lleva a cabo. Esto es así porque se considera que muchas mentes,
con sus particularidades, contribuyen mejor a la generación de ideas y de
posibles proyectos, que una sola. La lluvia de ideas entonces comienza con la
definición de un tema o quizás también con el establecimiento de un problema
o conflicto a resolver. Luego se invita a que los miembros o los presenten
propongan ideas, conceptos, posibles soluciones, formas de actuar, respecto
de ese tema o conflicto planteado. Es por esto mucho menos estructurado y
rígido que otras técnicas de planeamiento conocidas.
Es importante para que la lluvia de ideas funcione correctamente dar un tiempo
más o menos determinado al momento de participación abierta a todos y luego
pasar a una segunda etapa en la cual esos conceptos deben ser pulidos,
ordenados, clasificados y, de ser necesarios, eliminados de la lista. El proceso
de depuración puede ser realizado por un profesional o conocido sobre el
tema a trabajar (por ejemplo, el profesor en clase) pero en algunos casos
puede ser completado por la misma cantidad de personas que participó antes.

¿Para qué sirven las ideas?

En mi opinión sirven para dos cosas:

– Para relacionarse con otras ideas.

– Para conseguir un resultado.

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