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Ensayo

Sociología y Etnociencia

Presentado por:
Grupo C del NRC 799

Yury Katalina Burbano Coral ID: 199743


Lorena Ramírez Martínez ID: 645485
Sergio Varón Sepulveda ID: 645232
Laura Johana Velandia Sarmiento ID 583235

PROFESOR
Samir Andrés Guio

Corporación Universitaria Minuto de Dios


Sociología
Psicología
Facultad de ciencias humanas
Bogotá, marzo de 2018
De lo Técnico a lo Empírico

La sociología como ciencia ha tenido que superar escollos que le permitan encontrar un
lugar solido al interior del conocimiento científico. Sus características epistemológicas hicieron
que hubiera cierta resistencia por parte de las ciencias naturales a la hora de convalidar las
conclusiones a las que los primeros sociólogos llegaron hace más de un siglo. Sin embargo, hoy
en día es un debate que se ha superado y que ha evolucionado en una dirección más específica.
Ya que al interior de esta ciencia se presenta una peculiaridad basada en el hecho de que el
objeto de estudio puede acercarse, opinar y actuar con base en ese mismo estudio, ha tomado
especial relevancia el concepto de etnociencia, es decir, el saber mayoritario y orientado al
sentido común que termina complementando y, algunas veces, superando el conocimiento
surgido mediante metodologías científicas ortodoxas. Nuestra idea es la de ahondar en la
relación de estos dos elementos con el fin de determinar su importancia al interior de la
sociología y la manera en la que estos han obligado a replantear ciertos paradigmas enraizados al
interior de los conceptos más puristas.

Harold Garfinkel (1917) procuró marcar una diferencia entre el carácter minoritario de la
ciencia tradicional frente a las posibilidades abiertas de la etnociencia, orientando los resultados
del saber científico a un contexto técnico y elitista, mientras que el etnocientifico terminará
siendo accesible y disponible para cualquier persona. Sin embargo, llevó aún más allá los
alcances de la etnociencia atribuyéndole una influencia directa al interior de cualquier desarrollo
social, en la medida que la experiencia de cada individuo conforma el constructo conceptual que
termina haciendo parte de un desarrollo teórico en particular, es decir, lo que el individuo conoce
de su praxis social influye en la manera que se va a comportar al interior de esa misma sociedad.

Lo anterior nos resulta altamente interesante en la medida que siempre ha existido la


concepción rigurosa por parte de la ciencia para no influir con su objeto de estudio a fin de no
ejercer ningún tipo de influencia en el, sin embargo, vemos como con la inclusión del aspecto
social del conocimiento etnocientifico esta relación cambia drásticamente y nos pone frente a
una dinámica fluctuante en la que surgen retroalimentaciones e injerencias destinadas a nutrir la
interacción entre investigador y objeto investigado. Consideramos que esta estructura
definitivamente ayuda a consolidar un conocimiento social más acorde a las realidades de cada
objeto de estudio, ya que desconocer esa relación puede aislar los resultados hacia un camino que
no necesariamente esté conectado con el nervio central del comportamiento social que se esté
manejando.

Para entender mejor esta dinámica podemos mencionar los bucles reflexivos que se hacen
notorios en el interés de Marx por predecir el comportamiento socio económico a través de sus
postulados orientados a los distintos modos de producción. Sus teorías causaron tanto impacto
en la clase obrera de la época que según Walter Benjamin (1892) influyeron negativamente en la
clase trabajadora alemana, de forma tal que estas personas, según Benjamin, se sentaron a
esperar que sucediera lo planteado por Marx en lugar de participar activamente de los cambios
sociales que, en teoría, estarían a punto de suceder. Aquí vemos claramente como el carácter
performativo de los enunciados de Marx influyeron directa e inmediatamente en el objeto de
estudio y este a su vez dio pie a un desarrollo social adyacente que no podía ser previsto de
ninguna manera, ya que las predicciones de desarrollo socio económico fueron justamente las
que sustentaron esta vía tangencial.

En este orden de ideas, consideramos que enlazar las características performativas de la


sociología, esas que le permiten verse reflejada inmediatamente en el desarrollo de las
situaciones analizadas, con el valor pragmático de las etnociencias y su importancia en el seno
más íntimo del comportamiento de cada individuo o grupo, termina siendo indispensable a la
hora de propiciar espacios destinados a la generación de conocimiento social pues, como lo
hemos tratado de demostrar en este escrito, termina siendo inconveniente asumir una realidad
sociológica sin encausar todas las vertientes involucradas en el objeto de estudio. Es por eso que
una relación complementaria entre estos dos elementos termina marcando la diferencia entre una
serie de postulados técnicos o una formulación aterrizada, observable y aplicable. De esta forma
creemos que el valor etnocientifico en su área social adquiere una importancia similar a la de las
ciencias más ortodoxas y pasa a ser pieza clave en el engranaje investigativo de cualquier
proyecto orientado a la generación de conocimiento dentro de las ciencias sociales en general.
Referencias

 de Espinosa, E. L. (2005). ¿Para qué la ciencia social? ¿Para quién escribimos? Nómadas. Revista
Crítica de Ciencias Sociales Y Jurídicas, 11(1), 3 - 14. Recuperado
de http://revistas.ucm.es/index.php/NOMA/article/view/NOMA0505120003A/26763
 Audiovisual.Zemelman, H. (TV CEICH). (1986). El futuro como ciencia y utopía [conferencia].
Recuperado de http://www.medios.ceiich.unam.mx/video/153/

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