Está en la página 1de 2

LA CALIFICACIÓN

Lic. Aurelio Herrera Martínez

Durante años nos hemos inyectado en nuestra mente que el termino APRENDER es sinónimo de
buenos números. Mi aprendizaje lo aprendí a medir por números equivalentes al resultado
obtenido en la semana evaluatoria.

Mi mente tiene tan presente esta indicación que forza mi cuerpo a desvelarse para aprender,
forza mis manos para crear una ayuda externa (acordeón), forza a mi mente para memorizar
cosas. Y entonces empiezo a estudiar cerrando mis ojos, abro mi boca comenzando a repetir una
y otra vez el mismo contenido, hasta quedar bien memorizado.

He condicionado mi aprendizaje tanto a un número, que al ver la calificación gozo cuando veo un
10 y sufro al observar un 5, es ahí, cuando me acerco al profesor con voz quebrada, ojos
melancólicos, y miraba carisbaja, con la intensión de subir mi calificación a través de un trabajo
extra.

He condicionado tanto mi aprendizaje, que al saber que pertenezco al grupo del 5 ya no hago
mayor esfuerzo para aprender, ir a escuela para mí es algo inútil que no tiene interés, pues ya
alguien me dijo que la máxima estimativa en mi aprendizaje es ese número. “YO no nací para
estudiar, mi promedio es 5 ” frases como esas suenan en más de una boca de mis alumnos.

Sus ganas de ya no estudiar por haber sacado 5 ofusca su mente de tal manera que ellos mismos
bloquean todo su ser para aprender. Y como ya no puede aprender busca otros medios para salir
de su realidad educativa, de ahí las ganas por no entrar a las clases, de ahí la rebeldía en el aula, de
ahí el sueño inmediato en la butaca, signos que representan el bloqueo de mi mente por una nota
calificativa.

De manera semejante se ve en aquellos alumnos de 10, que al sacar una nota más baja a ese
número, sufren, lloran, se enojan por no haberlo obtenido. Se ha creado entonces en nuestra
cabeza esta indicación “el 10 es para los mejores alumnos”, es el numero perfecto que se debe
obtener para ser el ALUMNO PERFECTO. Me ha tocado casos donde el alumno al no sacar esta
nota pierde el interés en mi clase. ¡Qué triste es ver esto! El alumno es un número y así se siente.

Como alumnos nos preocupa más el número de calificación, que todo lo aprendido. Esta es una
segunda razón por la cual sufrimos en una semana evaluatoria. Nunca nos hemos sentido
orgullosos por lo que sabemos y cuanto hemos crecido a lo largo de esos años de aprendizaje,
pues todo ha quedado supeditado en la calificación (en el numero). Inconscientemente nuestro
modo de actuar dice: “Qué más da lo que sé, lo importante es ir avanzando de grado obteniendo
notas aprobatorias”. Por ello es muy común tener alumnos avanzados que sigan sin saber escribir,
sin saber resolver problemas, porque no les ha interesado saber sino obtener la nota.

Querido alumno, que tu educación no sea reflejo de una nota, sino reflejo de lo que TÚ has
aprendido. Cuando tú caminas, yo no veo el 5, te veo a ti con todas sus potencialidades para ser
mejor. Con esto NO te quiero decir que las calificaciones NO SIRVAN, sino que tú no condiciones a
tu celebro a obtener un numero antes que aprender.

También podría gustarte