Está en la página 1de 2

Triple cuenta de resultados

Triple cuenta de resultados (o Triple Bottom Line)

El triple resultado es un término de negocios sustentables que hace referencia al desempeño de una empresa
expresado en tres dimensiones: económica, ambiental y social. Su origen en inglés (triple bottom line) hace alusión
al resultado neto expresado en el último renglón del estado de resultados contables. La expresión fue utilizada por
primera vez por John Elkington en 1994, quien posteriormente expandió y articuló a fondo en su libro Cannibals
with Forks: The Triple Bottom Line of 21st Century Business. El término sustentabilidad fue definido por el Informe
Brundtland:"Our Common Future" ("Nuestro Futuro Común") de las Naciones Unidas en 1987. Además del estado
de resultados, las evidencias de desempeño en relación con el triple resultado se manifiestan en los reportes de
sustentabilidad o responsabilidad social corporativa. Hasta 2009 la elaboración y publicación de los mismos
seguían siendo de carácter voluntario y evolutivo en todo el mundo. Idealmente, una organización con buen
desempeño en términos contables de triple resultado tendría como consecuencia la maximización de su beneficio
económico y ambiental, así como la minimización o eliminación de sus externalidades negativas, haciendo énfasis
en la responsabilidad de la organización ante los grupos de interés, y no sólo ante los accionistas. En este caso,
los grupos de interés se refiere a cualquiera que reciba la influencia, directa o indirecta, de los actos de la empresa.
En virtud de lo anterior, una contabilidad de triple resultado facilita el desempeño de una entidad de negocio como
vehículo de coordinación de intereses.

La empresa sostenible es la que, además de ganar dinero, cuida la forma en que lo hace. Tiene una visión a largo
plazo en la que tiene presente no sólo a sus accionistas y empleados, sino también el entorno en el que ejerce su
actividad. Esta realidad se traduce en una triple cuenta de resultados, en la que deben incluirse no sólo magnitudes
económicas, sino también medioambientales y sociales.
Dichos resultados se presentan en los balances corporativos de las empresas comprometidas con el desarrollo
sostenible (balances de sostenibilidad) y son de carácter voluntario. Surgieron inicialmente en Europa y luego se
adoptaron en Estados Unidos. Actualmente en Europa Occidental el 68% de las multinacionales considera la
elaboración de esta clase de reportes y en Estados Unidos, si bien el porcentaje es menor (41%), el crecimiento
es vertiginoso. Además, existe una iniciativa mundial (la Guía de Global Reporting Initiative), que desde 1998 emite
guías sobre cómo deben informar las empresas sobre

sus compromisos medioambientales y sociales. Unas 150 empresas de todo el mundo se sumaron a este proyecto
en el periodo 1998-2000 y elaboraron balances de sostenibilidad en función de esta guía.
En todos los casos, las empresas que presentan esta triple cuenta de resultados se han dado cuenta antes que
otras que en el futuro inmediato el consumidor se volverá cada vez más responsable y exigirá saber cuál es el
impacto económico, ambiental y social que generan los productos que premia con su compra

Este concepto -que supera al de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y que fue definido por primera vez en
1987, mediante el informe Brundtland de la Comisión Mundial de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el
Desarrollo- maneja una visión más profunda de la relación que las empresas tienen con la sociedad. La verdad es
que, además de ganar dinero, a las compañías les interesa cuidar la forma como lo hacen. Así mismo, tienen una
visión a largo plazo en la que involucran, no sólo a sus accionistas y empleados, sino también al entorno en el que
ejercen sus actividades. También comienzan a entender que para ser socialmente responsables, no necesitan
mostrar una buena cara o 'pavonear' sus imágenes en un fashion show, con donaciones de todo tipo para sus
públicos de interés, sino en ser honestas consigo mismas y con los demás; que tengan una perfecta relación entre
su imagen, o lo que profesan, y su real reputación. ¿Qué significa? De esta forma, una empresa sostenible es la
que cuenta con una estrategia explícita de sostenibilidad; que continúa maximizando utilidades y valor para sus
accionistas pero, al mismo tiempo, protege o rehabilita el medio ambiente y contribuye a formar una mejor sociedad.
A esto es lo que se le llama el resultado de triple fondo o triple bottom line, que incluye “ las tres Ps: planeta,
utilidades y la gente (planet, profit and people)” , afirma Felipe Pérez, catedrático de Incae Business School, la
escuela de negocios más importante de Latinoamérica. Para la Andi, el concepto también abarca el hecho de que
la empresa ofrezca productos o servicios que respondan a las necesidades de los usuarios, contribuyendo a su
bienestar; que haga las cosas de una forma correcta, excediendo los requerimientos y el espíritu de la ley; que
ponga la ética en cada una de las decisiones de sus directivos y que forme parte indispensable de la cultura de la
empresa; que tome las relaciones con sus colaboradores como prioritarias, asegurando unas condiciones de
trabajo seguras, saludables y que aseguren su bienestar. “ Esto, sin dejar atrás que deben integrarse a la sociedad
de la que hacen parte, identificando sus condiciones y la problemática que afronta para trabajar en pro del
desarrollo y el entorno en el cual se desenvuelven” , agrega la agremiación. Para Pérez, es importante introducir
la sostenibilidad en el sector empresarial porque, además de constituir el nuevo paradigma, una buena estrategia
en este tema crea valor sostenible para los accionistas, ahora y hacia el futuro; hacia lo interno y externo de la
empresa. “ Pese a que en Colombia existen varias empresas que practican la RSC en forma exitosa, todavía falta
mucho camino importante que debe ser recorrido. Falta la visión de sostenibilidad desarrollada como parte del
corazón de la estrategia del negocio. Además, se carece de indicadores de desempeño en las tres dimensiones y
de más reporte social” , culmina Felipe Pérez. helgon

También podría gustarte