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Friedman Identidad Cultura y Proceso Global PDF
Friedman Identidad Cultura y Proceso Global PDF
roceso glob
Biblioteca de sociología
Cultural Identity & Global Process, Jonathan Friedman
O Jonathan Friedman, 1994 (publicado simultáneamente
por Sage Publications de Londres, Thousand Oaks y Nueva
Delhi, colección «Theory, Culture & Societp)
Traducción, Eduardo Sinnott
por los editores, viola derechos reservados. Cualquier utili- 48 110 4. La emergencia del concepto de cultura en
antropología
zación debe ser previamente solicitada.
a5 127 5. Cultura, identidad y proceso mundial
Industria argentina. Made in Argentina 146 6. Lógica cultural del sistema global
ISBN 950-518-185-X 1 162 7. Globalización y localización
ISBN 0-8039-8638-6,Londres, edición original 44 184 8. Historia y política de la identidad
- 227 9. La economía política de la elegancia
? 256 10. Narcisismo, raíces y posmodernidad
4
f 297 11.Sistema global, globalización y parámetros de la
4 modernidad
1
i1
352 12. Orden y desorden en los sistemas globales
4
4
'J
381 Referencias bibliográficas
Estructuras dependientes
Estructuras regionales de sistemas globales Estructuras dependientes son las que dependen, para su
reproducción, del sistema más amplio, pero no son ni cen-
En el siguiente esbozo presento lo que antes intenté mo- tros que dominen sus propias periferias ni periferias que de-
delizar como un sistema global generalizado, cuyas propie- pendan de un centro:
dades podrían considerarse aplicables en teoría a todos los
sistemas globales basados en el comercio, a lo largo de los a. Las economías semiperiféricas podrían ser clasificadas
cinco mil años de historia del Viejo Mundo a que se refieren así en el capitalismo moderno.
Frank y otros autores (Frank, 1990; Frank y Gills, 1993). b. Productores especialistas: grupos enteramente dedica-
No se puede encarar la cuestión de la continuidad en térmi- dos a tipos específicos de manufacturas, materias pri-
nos de un modelo estático, pero cabría notar que en un mo- mas y productos agrícolas especializados para una re-
delo de ese tipo no se da a entender ningún cierre temporal gión vasta que contiene varios centros. No se vinculan a
ni espacial, aun cuando la estructura de las subunidades un centro específico, sino a rutas comerciales entre cen-
pueda variar sustancialmente a lo largo del tiempo y del tros o, en términos modernos, al mercado mundial en ge-
espacio (Ekholm y Friedman, 1980). neral.
c. Estados comerciales: grupos cuya existencia depende de
su posición como intermediarios. Los estados comercia-
Estructuras de centro y periferia les suelen ser también productores especializados. Am-
bas categorías no se excluyen entre sí.
En estas estructuras, los centros de acumulación y de
producción crean productos terminados para el sistema Ni en lo social ni en lo económico las estructuras dependien-
más amplio, donde hay una demanda elevada de materias tes son autosuñcientes, aunque a menudo pueden ser polí-
primas y de fuerza de trabajo. Existe un alto grado de dife- ticamente autónomas y extraordinariamente ricas. Suelen
renciación y de especialización social, y los procesos de re- depender de la importación de bienes de subsistencia,y con
frecuencia sus estructuras sociales se apoyan íntegramente posible. Suelen crecer hasta convertirse en estados y en los
en una participación mínima necesaria en el flujo total de llamados «imperios bárbaros», sobre todo en períodos de
riquezas en el sistema más amplio. Estas estructuras tie- declinación de las economías centrales. Este proceso consis-
nen la posibilidad de u n crecimiento rápido y pueden con- te por lo común en la transformación de los conquistadores
vertirse en centros cuando las condiciones de rentabilidad e en clases altas dentro del antiguo sistema, esto es, un caso
inversión local son las apropiadas. de movilidad sistémica más que de cambio estructural. Es-
tos últimos desarrollos pasan a depender cada vez más de
su capacidad de explotar al resto del sistema.
Estructuras independientes
Estructuras <<primitivas».Estas estructuras están bloquea-
La operación de las estructuras independientes se carac- das por su posición dentro del sistema más general. Suelen
teriza por ciclos internos de reproducción que no están co- ser presa de centros, periferias y sociedades tribales pre-
nectados con los ciclos globales. Con todo, es claro que tales datorias. Tienden a perder, por la violencia, el control de su
estructuras no son independientes respecto de sus condicio- base de recursos y de su trabajo. Como resultado de ello,
nes de reproducción, que dependen de su ubicación en el sis- pueden existir sólo como grupos de refugiados, que huyen a
tema más amplio. áreas remotas, o como estructuras políticamente acéfhlas
que, cuando no son víctimas del sistema, están de todos mo-
Estructuras tribales expansionistas - estructuras predato- dos tan bloqueados en su propia expansión que sufren de-
rias. Son estructuras que contienen ciclos internos de acu- sintegraciones, guerras internas y la declinación de los re-
mulación y de reproducción, y que se expanden en detri- cursos.
mento tanto de las estructuras de centro y periferia cuanto
de las estructuras dependientes, explotando el flujo de ri-
aueza en el sistema. mediante la extorsión cuando ello es
Propiedades culturales de los sistemas globales
La razón fundamental de la división de la historia mun-
dial en sistemas mundiales separados reside en el concepto
mismo de civilización. Este término contiene un núcleo de
especificidad cultural que puede desalentar un intento más
coherente de análisis estructural. Entre los historiadores
generales y los historiadores de la economía, la noción de di-
ferencia cultural arraiga en gran medida en la relación en-
tre la escritura de la historia y el establecimiento de la iden-
tidad cultural. La singularidad de Occidente se opuso y se
\ .IL\~eAt.ro Semiperiferia, estados comerciales, prgd&tores es#ecialistas
opone a la de Oriente, lo primitivo, lo tradicional. La histo-
ría económica sustantivísta de Polanyi, en sí misma here-
dera de los «primitivistas»del cambio de siglo, se basa en la
división histórica mundial entre el mercado y las llamadas
economías incorporadas de las edades anteriores. Aun es-
pecialistas como 1. M. FinIey (1973)parecen haber estado
por completo ciegos a las continuidades esenciales a causa
Figura 2.1. Estructum regional del sistema global. de esta imagen marcadamente ideológica del mundo. Por
ejemplo, la tesis de Finley de que la economía de la Grecia lismo, posmodernismo (cinismo); (ii) etnicidad y nacio-
clásica no pertenecía a la familia de las estructuras capita- nalismo.
listas se basa en la desacumulaciónelaborada en grandes li-
turgia~de la riqueza acumulada y, de manera más general, El uso de la palabra «cultura»remite aquí meramente a
en la conversión de la riqueza en status y posición política. las especificidades sociales de los sistemas que hemos exa-
Hemos sostenido que, si bien es indudable que aquí hay di- minado, especificidades concernientes a la persona, a la ex-
ferencias en la manera en que se emplea la riqueza, en tér- periencia y a la manera como se conectan con la producción
minos más generales la existencia de gastos públicos y la de representaciones del mundo y con la formación de estra-
conversión de la riqueza en status están en realidad muy tegias de práctica. Este enfoque de la cultura pone más én-
difundidas en el capitalismo industrial. Parte del problema fasis en la construcción y la práctica de modelos culturales
es la absurda concepción de la sociedad moderna como un que en su naturaleza determinante aparente. Las propieda-
mercado capitalista puro en el que sólo hay trabajadores, des de los procesos de construcción y práctica culturales no
capitalistas y una cerrada lógica de «leyde Say>>* de la pro- pueden entenderse como ideológicas en el sentido de secun-
ducción y el consumo. Los procesos reproductivos totales de darias o determinadas. Son aspectos constitutivos de una
los centros modernos son mucho más complejos. realidad total de la cual las propiedades materiales, de ma-
En el siguiente esbozo presentaré una línea de argumen- nera similar, sólo son aspectos. Intentaré explorar aquí al-
tación que pasa de las similitudes (o, quizá, continuidades) gunas de las lógicas de tales sistemas.
de estructura a la generación de una forma cultural; en la
discusión sugiero el modo en que las diferenciasy las simili-
tudes pueden entenderse también en términos culturales. La modernidad como estructura emergente
En los sistemas globales el proceso cultural no puede ser
entendido si no se consideran los fenómenos de la hegemo- Uno de los efectos más poderosos de los procesos de co-
nía, las identidades contrapuestas y los discursos dorninan- mercialización es la disolución del parentesco y de otras re-
tes y subalternos. Nuestro punto de partida, en términos des adscriptivas de obligación personal. Ello se produce a
globales, debe ser el centro mismo, puesto que sus propieda- través de la reasignación o, más bien, la descentralización
des culturales surgen en la expansión geograca del siste- del acceso a la riqueza y al capital, que potencialmente libe-
ma. El complejo cultural que se muestra más estrechamen- ran a los individuos de otras formas de obligación y acre-
te vinculado a la emergencia de centros basados en el co- cientan su independencia, esto es, su capacidad de reprodu-
mercio podría caracterizarse en términos de modernidad: cirse en lo económico. Las consecuencias de esos fenóme-
nos han sido estudiadas sobre todo en el contexto europeo
a. Modernidad-modernismo: individualismo, desarrollis- (Sennett, 1977; Campbell, 1987). La declinación del orden
mo, la sociedad como colección de unidades atómicas, de- aristocrático condujo a una situación de liberación de los ro-
mocracia, alienación, vacío existencial. les respecto de las marcas sociales. Esto se expresa en la in-
b . Transformación integradora de periferias e identidades seguridad creativa de la cultura de café del siglo XVIII, don-
de dependencia. de se mezclaban clases diferentes y solía disfrazarse la iden-
c. Fluctuaciones de formas de identidad y movimientos so- tidad social. La aparición del teatro de clase media, y de la
ciales: (i) modernismo (incluyendo la clase), tradiciona- novela, que permitían al individuo fantasear privadamente
identidades alternativas, son aspectos importantes de esa
transformación social. El derecho a leer en silencio y en
* Alusión a la ley formulada por el economista francés Jean Baptiste privado fue en el siglo XVIII una cuestión muy debatida. La
Say, según la cual en una economía competitiva la oferta tiende a crear su
propia demanda, susceptible de satisfacerse mientras existan trabajo hu- revolución del consumo enlaza directamente la separación
mano y recursos naturales aplicables a la producción. (N.del T.) emergente del yo respecto de la posición social con el cre-
cimiento de un mercado interno. A fines del siglo XVII la crisis que se inicia en el siglo TV hacen su aparición el pri-
abundan las ilustraciones de los problemas que esto plan- mitivismo, la filosofia cínica (posmodernismo temprano),
teaba para la identidad de las clases altas. El dilema de las religiones mistéricas y el resurgimiento de autores como
Chesterñeld sobre la separación de la esfera privada res- Hesíodo. Una reacción modernista a todo ello se encarna fi-
pecto de la esfera pública señala claramente la aparición de nalmente en la ideología del helenismo; la acumulación ca-
una experiencia de la individualidad en la que el sujeto se pitalista controlada por el estado, la ciencia y la tecnología
distinguía de su rol social y su proyecto personal consistía pasan a ser dominantes a lo largo de todo este período y du-
en establecer identidades temporarias que a la larga no rante la decadencia del Imperio Romano: en cierto modo, la
eran satisfactorias ni podían serlo nunca. Este breve esbozo última oleada de la empresa helenística.
de los parámetros de la individualidad moderna es un as- La especificidad de los sistemas capitalistas comerciales
pecto fundamental de la cultura de la modernidad. Existe en expansión es la combinación de un poder colonial violen-
además una lógica que conecta la experiencia del yo y la to y un proceso social desintegrador-reintegradormotoriza-
construcción desarrollista y evolucionista del mundo. Cuan- do por las propiedades mismas del capital, una tendencia de
do la adscripción social declina, la posición es producto del extensión variable a arrancar a las personas de su inserción
logro, de la acumulación de status, conocimiento, riqueza, o en relaciones «tradicionales»y a reintegrarlas como suje-
sea, del desarrollo de sí mismo. Este tipo de espacio de iden- tos individuales en un conjunto más abstracto de relaciones
tidad moldea profundamente los desarrollos de una ciencia contractuales y monetarias en las que las relaciones perso-
y una filosofia naturales emergentes. Halla u n buen ejem- nales y de parentesco quedan cada vez más marginadas y
plo en la imagen de Fausto, cuyo proyecto se funda en la atrofiadas y se convierten a menudo en mecanismo de su-
necesidad de trascender el presente. En el siglo XVII la ab- pervivencia en el mundo.3 Esta tendencia es, desde ya, par-
solutista «gran cadena del ser» se temporaliza y a fines del cial, y más fuerte en los propios centros comerciales, donde
siglo XVIII la naturaleza emerge como un proceso evolutivo la relación salarial puede llegar a ser dominante. Otras va-
trasladado al dominio de lo social. riaciones de este proceso conectan a poblaciones con el im-
Desde el principio hay, por supuesto, opositores, primiti- perio en expansión, a través de l o que se nos presenta como
vistas, relativistas y tradicionalistas. Las protestas contra sincretismos religiosos y otras prácticas que asumen una
la modernidad emergente provienen de todos los sectores de naturaleza semejante a la de los cultos cargo, para absorber
la sociedad, pero sólo pueden tener su día cuando las crisis lo .moderno* en estrategias tradicionales de acumulación.
sistémicas ponen en peligro el desarrollo real. Esas protes- La formación de identidades periféricas consiste en el esta-
tas se extienden en los aspectos negativos de lo moderno, el blecimiento de identidades activamente subordinadas que
individuo alienado y despojado de una identidad cosmoló- son parte integrante de la cultura de las jerarquías clien-
gica más amplia, la falta de raíces ñrmes, la destrucción del telistas. Esto puede parecerse a la difusión de las religiones
tejido social y el desastre de la pobreza. centrales, pero la situación es más complicada, porque no es
Ahora bien, nada de ello es sencillamente el producto de una mera cuestión de cambio de creencias.
una cultura occidental específica. Hemos sugerido que se
trata de un fenómeno estructural y que, como tal, debió de
existir en formas conexas en similares circunstancias an-
teriores (Friedman, 1983).La Atenas clásica es, quizás, el
ejemplo más claro: individualismo, evolucionismo progre-
sivo, filosoña atomística, declinación del ritual y desarrollo
del teatro, un discurso de roles y de la diferencia entre el yo El progresismo de fines del siglo XM es en gran medida un producto de
la fusión de la comercialización con la evolución en general, el movimiento
privado y los roles sociales: todo eso está presente en el pe- del status al contrato, del animismo a la racionalidad científica, de la Ge-
ríodo clásico de la primacía ateniense. Del mismo modo, en minschaft a la Gesellschaft, etcétera.
Identidad y procesos culturales en los sistemas teractúan, puesto que, como he sostenido, estas, como tales,
globales no interactúan. Se trata, antes bien, de la manera como se
constituye la identidad. Por ejemplo, aun cuando las igle-
En esta sección analizaré fenómenos que no pueden en- sias africanas tengan un profundo conocimiento de la Bi-
tenderse en términos globales. La construcción de la iden- blia, la forma en que la emplean es muy congruente con sus
tidad en relación con la creatividad cultural implica me- propias cosmologías. Así, si bien desde el punto de vista de
canismos sociales e individuales locales que es necesario los objetos -la Biblia, los edificios eclesiásticos y todo el
entender a fin de captar plenamente la importancia de la conjunto de símbolos- podría parecer que han sido asimi-
articulación de lo global y lo local en la producción de cultu- lados a la cristiandad, en otro sentido asimilaron la cristian-
ra. Como material ilustrativo, me referiré al período hele- dad a su propio mundo. Su propio dios supremo se identifica
nístico, con el propósito de destacar la naturaleza estructu- con el Dios cristiano; a menudo se emplea la misma palabra
ral - e n oposición a la naturaleza específicamente históri- o se la combina con palabras europeas. Ese dios preside el
ca- de las modernidades. cosmos genealógicamente organizado, con todos sus espíri-
En otro contexto (Friedman, 1991b) sostuve la necesidad tus ancestrales y las fuerzas de la naturaleza, y la relación
de repensar la noción de cultura y su recaracterización co- entre el individuo y lo sobrenatural sigue siendo en esencia
mo un fenómeno por explicar, antes que como un fenómeno la misma, aunque transformada en sus detalles.
explicativo. Nos vimos en la obligación de considerar el pro- Podemos continuar empleando el período helenístico co-
ceso activo de constitución cultural, un proceso en el que la mo punto de referencia de nuestro análisis de lo que supon-
identidad posicional desempeña un papel crucial. Si este dré un fenómeno más general.
análisis tiene pertinencia para la comprensión de fenóme- El helenismo no se refiere simplemente a la difusión de
nos tales como el helenismo - e s t o es, las culturas de la ex- las formas culturales griegas en Asia. Se refiere a la con-
pansión imperial-, la tiene por la vía del cuestionamiento quista, el establecimiento y la transformación de estructu-
más básico de las relaciones entre cultura e identidad en ras políticas y económicas en una vasta región. Se refiere,
sistemas plurisocietales. Si pasamos de la discusión de la en medida no menor, al establecimientocolonial de los grie-
cultura al problema de la atribución de significado, pode- gos en Asia y a las consecuencias de ese fenómeno para el
mos empezar a plantear varias preguntas concretas acerca cambio cultural. Las nociones de aculturación y de asimi-
del modo en que, por así decirlo, una cultura se difunde en el lación son comunes en la antigua literatura antropológica,
proceso de expansión imperial y en que las culturas -las fiindamentalmente dedicada a las relaciones coloniales in-
identidades- locales se reafirman en períodos de declina- ternas y externas y a los inmigrantes. Ahora bien: esos tér-
ción. Aquí, las relaciones entre poder, identidad y la cons- minos designan aspectos significativos de la realidad, pero
trucción de cultura forman una matriz mediante la cual se tienden a reducir una realidad social compleja a una cues-
pueden comenzar a atacar los problemas en cuestión. Hay tión relativamente neutra de aprendizaje. Desde luego, este
pruebas de la formación de una vasta red de colonias grie- último es en sí mismo un problema de relaciones asimétri-
gas en Asia durante el período helenístico, resultado inme- cas de poder en las cuales los fenómenos de decisión, control
diato de la emergencia del imperio. La conservación de la y sumisión desempeñan papeles de importancia. Pero aun
identidad griega y el ejercicio de su superioridad tomaron la si admitimos tal cosa, el problema principal consiste en que
forma de la gran construcción arquitectónicay la implanta- la aculturación es primariamente un proceso de cambio en
ción de la lengua, la religión y los códigos legales griegos. la identidad, y no sólo una cuestión de aprendizaje de códi-
Hay aquí muchas variaciones que pueden documentarse en gos. Dicho de otra manera, el contexto social del cambio cul-
la literatura etnográfica e histórica, y que van de la asimila- tural contribuye a la comprensión de la naturaleza de ese
ción forzada a las tácticas más liberales. Pero tales variacio- cambio. El período helenístico abarca la formación del im-
nes no son ejemplos de la manera en que las culturas in- perio alejandrino, la rápida colonización de Medio Oriente,
el consiguiente aumento de la demanda de productos grie- Formas de identidad cultural
gos entre los expatriados del imperio, la casi inmediata des-
centralización de este y la declinación de la patria griega, Las condiciones del establecimiento y la conservación de
desplazada por la aparición de producción industrial en las la identidad cultural o la etnicidad están estrechamente li-
nuevas zonas. El fenómeno colonial es suficiente de por sí gadas a la manera como se constituye la identidad personal.
para dar cuenta de la temprana importación de mercancías Algunos tipos de identidad están marcados en el cuerpo o se
griegas, la construcción de templos griegos y la arquitectu- los lleva en él. Se definen como internos a la persona. Otros
r a griega de las capitales coloniales. El registro arqueológi- son externos a ella y se señalan en las formas de práctica so-
co puede dar testimonio de la colonización tanto como de la cial o en los símbolos empleados por una población. Hay,
aculturación. Pero el surgimiento de una organización colo- desde luego, cierto grado de superposición, sobre todo en el
nial es un fenómeno cultural y social complejo que puede dominio de los símbolos externos, pero es más importante la
asumir variadas formas. Sin pretender ser completamente diferencia. Para ser preciso, hay que emplear las palabras
sistemáticos, podríamos comenzar por sugerir los tipos de con cuidado. Si cidentidad cultural»es el concepto genérico,
relación que deben tomarse en cuenta al comprender los referido a la atribución de un conjunto de cualidades a una
procesos culturales en sistemas globales. población dada, podemos decir que la identidad cultural que
He sugerido al comienzo de esta exposición que una com- el individuo siente como si la llevara en sí mismo, en la san-
prensión de los caprichos del concepto de cultura podría
gre, por así decirlo, es lo que se conoce comúnmente como et-
echar mucha luz sobre el fenómeno del helenismo. Si toma-
nicidad. No se la ejerce, es inherente; y no se la adquiere, es
mos como punto de partida el carácter construido de la cul-
atribuida. En su sentido más fuerte, esto se expresa en el
tura, podemos comenzar a plantear también varias pregun-
tas en relación con la naturaleza del helenismo. En los tér- concepto de raza o de descendencia biológica. En un sentido
minos más generales, el helenismo es el fenómeno cultural más débil se expresa como herencia o como descendencia
que acompañó la expansión y la conquista de Asia y Egipto y cultural, aprendida por todos y cada uno de los individuos y
la aparición resultante de una organización más descentra- distintiva justamente en el nivel de la conducta individual.
lizada de estados rivales. El elemento griego de la situación La segunda es la noción occidental más general de etnici-
colonial debe de haber desempeñado un papel crucial, en la dad. La referencia a la forma más débil de esa atribución se
medida en que la identidad griega tenía que mantenerse en hace en términos de «estilo de vida* o modo de vida, que
suelo extranjero y en forma masiva. Sabemos que la len- puede tener o no tener una base en la tradición.
gua, la escritura, la escultura, la arquitectura y la educa-
Identidad cultural
ción griegas fueron exportadas por lo menos a los enclaves
griegos de Asia. Pero jcuál era la relación entre la población
griega y su %cultura»?Los colonos tendieron a desarrollar
una fuerte identidad cultural, ante todo como medio de dis-
tinción: soy griego porque vivo así, tengo estos símbolos,
practico tal religión, etc. Pero ese tipo de identidad expresa I I I I
una separación de la persona respecto de aquello con lo cual Raza Etnicidad occidental Etnicidad tradicional Estilo
se identifica. E l contenido de su yo social puede distanciarse (moderna) de vida
de su subjetividad inmediata: soy griego porque hago esto, Figura 2.2. Variacionesde la identidad cultural.
eso y aquello, no implica la inversa, o sea, que hago esto, eso
y aquello porque soy griego. La etnicidad tradicional es un tipo muy distinto de iden-
tidad cultural. Se basa en la condición de miembro, definida
por la practica de determinadas actividades que incluyen
las relacionadas con la descendencia. La afiliación étnica particularidad concreta y no tiene ningún papel institucio-
puede modificarse o complementarse fácilmente con la mo- nal en la sociedad moderna.
vilidad geográfica o con el cambio de referencia. Cuando un El contraste entre las dos formas de etnicidad a que nos
miembro de un gmpo cambia de residencia, adopta a los an- hemos referido aquí halla su ilustración en la excelente
cestros y dioses locales o es adoptado por ellos y se convier- comparación de Kapferer entre el nacionalismo en Sri Lan-
te en miembro practicante de la nueva comunidad. Aquí el ka y en Australia. En el primer caso, la identidad nacional
grupo social se parece más a una congregación que a una está inmersa en la estructura jerárquica del estado budista.
unidad biológica. Esto no quiere decir que la identidad sea La identidad cingalesa no puede existir independienternen-
una mera cuestión de roles O de pertenencia social tal como te del estado en el cual todos los grupos, como castas, se de-
nosotros la entendemos, esto es, como una exterioridad que finen por su posición en el orden jerárquico general. De tal
no toca nuestro yo interno. Por el contrario, en esas socieda- modo, la violenta reacción al movimiento de liberación ta-
des la identidad personal no es independiente del contexto mil se vincula con un desesperado intento por impedir la
social, sino que se define casi enteramente por él. La perso- fragmentación de la totalidad jerárquica. Los tamiles deben
na se divide en varios componentes (por ejemplo, almas) estar subordinados y comprendidos dentro del orden cinga-
directamente ligados a fuerzas de orden superior que se ha- lés si este ha de mantener su integridad. Son parte de la de-
finición misma de una identidad nacional: «En sus distur-
llan más allá del control del individuo. En las sociedades ba-
sadas en el parentesco, la red de conexiones de parentesco bios, matanzas y tumultos civiles, los cingaleses que inter-
vienen tal vez insistan activamente en la restauración de
es al mismo tiempo una red de fuerzas espirituales distin-
un poder jerarquizador cósmico y estatal en el que su perso-
tivas, la cual, en combinacionesespecíficas, forman a la per-
na misma puede liberarse del sufrimiento y ser devuelta a
sona, que es, en este sentido, u n lugar de actividad cosmoló-
la integridad» (Kapferer, 1988, pág. 186). En cambio, el na-
gica antes que u n centro de autodefinición. En los estados cionalismo australiano se basa en la separación absoluta
arcaicos puede haber complejos espirituales más abstractos entre la identidad cultural y el estado. La nación se deñne
que otorguen al individuo u n mayor grado de libertad, pero por los lazos de sangre entre las personas, los lazos de sus-
aun así engloban su existencia en un sistema de reglas cos- tancia común, esto es, lo que queda cuando se quitan todas
mológicas cuya transgresión se expresa en la enfermedad y las estructuras institucionales. Mientras en los sistemas
la catástrofe natural, todo lo cual demuestra que la persona tradicionales la identidad se distribuye en la red social más
está ligada orgánicamente (en el sentido físico del término) general, en los sistemas modernos se concentra en el cuer-
aI cosmos en general. En esos sistemas, diferentes grupos po. Es inevitable que esas diferencias produzcan diferen-
culturales se integran en una totalidad más amplia que tie- cias en la manera como se desenvuelve la identificación cul-
ne la forma de u n mosaico (por lo común jerárquico). En los tural.
sistemas sociales modernos, muchos grupos definidos cul- La expansión de regímenes tradicionales y de paren-
turalmente existen en un vacío definido por el espacio de la tesco tendió a producir versiones del original en mayor es-
nación, constituida a su vez por la suma total de individuos cala. La expansión del reino Kongo en el período del primer
definidos de idéntica manera. La nación no está compuesta contacto, en el siglo XV, parece haber producido más kon-
por las relaciones entre los grupos élmicos. La identidad cul- gos, y no u n sistema colonial multiétnico. La expansión de
tural es algo que los individuos tienen y constituye la base los sistemas políticos segmentarios a las áreas vecinas ori-
de cierto tipo de identidad social, pero esta nunca es el con- gina formas homólogas mfis amplias en las cuales los meca-
tenido de las instituciones sociales de la sociedad. Estas ú1- nismos comunes de matrimonio y de parentesco desempe-
timas son tan abstractas y neutras como el individuo abs- ñan u n papel crucial. La expansión de los reinos hindúes
tracto. Están constituidas por los roles asumidos por el indi- hacia el sudeste asiático, lo mismo que la expansión del sis-
viduo abstracto. La identidad cultural, por el contrario, es la tema de castas a nuevas áreas del subcontinente, parece
haberse desarrollado mediante la formación de alianzas y segmentos del imperio más grande en una estructura en la
el establecimiento de redes de vasallaje a menudo basadas que la etnicidad es idéntica a la posición social. Hay varian-
en las posibilidades de comerciar bienes de prestigio. La tes más fuertes y más débiles de dichos sistemas. En las ver-
formación de reinos en el oeste africano durante l a Edad siones más fuertes, la etnicidad se reduce a algo semejante
Media, y acaso mucho antes, depende de su posición en el al orden de la casta; esto es, la especificidad cultural se tra-
tráfico de oro y de esclavos a través del Sahara. En esta rela- duce en pureza relativa o simplemente en un rango respecto
ción, las elites locales se identificaban como árabes con raí- de otras poblaciones. Esto tiende a suceder cuando las po-
ces en La Meca, y asumían en grado variable una identidad blaciones locales están estrechamente integradas en una
extranjera, importando los símbolos, la vestimenta y la re- red económica y política más amplia en la cual pierden su
ligión de una posición más elevada dentro del universo so- identidad como sociedades. En las variantes más débiles,
cial general. La islamización de Africa no fue resultado de la los grupos locales constituyentes mantienen su identidad
imposición de una cultura por una elite colonial, sino la aso- como sociedades, de manera que el conjunto general se pa-
ciación deliberada de una elite local con una cultura extran- rece más a una federación jerárquica de sociedades separa-
jera. das que a una entidad política más homogénea.*
Al menos en la superficie, en todos los procesos expan- La expansión de sistemas segmentarios hacia otros sis-
sionistas o imperiales se producen fenómenos del mismo temas segmentarios se produce en la forma de una réplica
tipo. La expansión europea originó idealizados estilos de de estructuras similares: una especie de expansión estereo-
vida modernos en todo el mundo. Pero la occidentalización, típica. La expansión de sistemas segmentarios hacia siste-
fuera cual fuese su atractivo, no fue la misma en civilizacio- mas comerciales parecería implicar la inclusión de la esfera
nes que ya habían desarrollado el comercio y en sociedades comercial por la segmentaria, de manera que esta vive pa-
más tradicionales. La diferencia se resume en la existente rasitariamente de aquella. Las sociedades organizadas co-
entre la imitación de estilos de vida y valores occidentales mercialmente llegan a formar enclaves dentro de «imperios
como metas que deben alcanzarse a íin de ser modernos, y burocráticos>> más amplios. En este sentido, cabe conside-
los cultos cargo y otras expresiones religiosas de dependen- rarlos como u n grupo étnico social más dentro del conjunto
cia respecto de «fuerzas vitales. externas en las cuales los más amplio. Pero tanto la dinámica de la acumulación co-
objetos occidentales quedan sumidos en estrategias indí- mercial cuanto los tipos de identidad cultural que surgen en
genas. En este último caso, el interés en Occidente no es esas sociedades pueden llevar a un conflicto con la estruc-
tanto una cuestión de cambio de identidad cuanto de forta- tura imperial.
lecimiento de un aspecto determinado del modelo local de En segundo lugar, en los sistemas comerciales la expan-
existencia. El ejemplo de los reinos africanos occidentales sión imperial muestra una tendencia a integrar de manera
del medioevo y el comercio árabe exhibe una lógica en la que más completa a las poblaciones subordinadas en un sector
la identificación con La Meca define la posesión de una fuer- de mercado en crecimiento, como individuos o como unida-
za vital superior, un estado espiritual más elevado del ser, des familiares. Cuando la acumulación y la posesión de ri-
que es la definición misma del poder político. queza abstracta desempeñan un papel central en la defini-
La cuestión de la helenización, la cuestión de la ~ d i f u - ción de la posición social, las categorías étnicas atribuidas
sión. de cultura desde el centro hacia los márgenes de un no son directamente constitutivas del orden social, como lo
sistema imperial, debe ser entendida en términos de la for-
ma como diferentes estrategias culturales se articulan en- No debe entenderse que suponemos que todas las sociedades son pací-
tre sí en estructuras jerárquicas. Hasta ahora hemos suge- ficamente absorbidas en sistemas coloniales más amplios. La reacción red
a la conquista es mucho más variada y a menudo incluye la resistencia vio-
rido las siguientes categorías para entender esos procesos: lenta, así como el virtual genocidio. Sólo subrayamos aquí el carácter je-
Primero, en sistemas organizados por parentesco y seg- rárquico común en la relación en que el poder superior parece ocupar una
mentarios, las poblaciones subordinadas se convierten en posición cosmológica definida en el universo local.
son en los sistemas segmentarios.Las categorías étnicas no t a d o r e ~Un
. ~ miembro de la elite local puede esforzarse por
pueden funcionar como categorías de la estructura social en definirse como miembro del grupo conquistador. La litera-
un sistema en el cual la posición social no se asigna en tér- tura etnográfica e histórica acerca del colonialismo euro-
minos étnicos, sino que se conquista económica y política- peo ofrece muchos ejemplos de tales estrategias de movili-
mente. En esas circunstancias, la etnicidad o identidad cul- dad cosmológica. Lo que aparece como religión para noso-
tural cobra preponderancia, pues está claramente separada tros -y acaso también para las poblaciones secularizadas
de la posición social. De ahí en adelante se puede recurrir de antiguos centros comerciales-, en los sistemas tradicio-
a ella para explicar por qué algunas personas tienen más nales es al mismo tiempo política y medicina. E n esas pobla-
éxito que otras en el sistema. Se la puede usar para definir ciones subordinadas aparece cierta centralidad, de modo
la otredad de una población y, con ello, para definir la espe- que la vida social pasa a organizarse en torno del ingreso de
cificidad propia y utilizarla como forma de rebelión política. una «fuerza»externa a la sociedad local.
Sin embargo, son muchas las relaciones que pueden dar-
se en todo momento entre los centros en expansión y sus su-
bordinados. La formación de sistemas coloniales en ámbitos
antaño comerciales puede llevar a una combinación de re- La relación entre el individuo y la identidad
belión nacionalista y asimilación, lo cual depende, como se social
verá más adelante, de coyunturas sistémicamente determi-
nadas. En tales relaciones, a ambos lados de la barrera colo- La relación entre el sujeto individual y la identidad so-
nial predominan los mismos tipos de formación de identi- cial ha sido en general muy escasamente investigada, sobre
dad cultural. Tradicionalmente fue dificil que esos imperios todo con respecto a cuestiones de similitudes y diferencias
comerciales-comerciales se mantuvieran durante períodos de largo plazo en el tiempo y en el espacio. He sugerido,aun-
prolongados, y ello sencillamente porque es arduo desman- que sólo fuese por implicación, que la manera como se cons-
telar la dinámica económica del grupo subordinado. Los im- tituyen las identidades culturales depende de la manera co-
perios europeos continentales no condujeron a una difusión mo se construye la individualidad singular. Las diferencias
cultural sustentable. Otra razón, tan importante como la entre los sistemas más tradicionales y basados en el paren-
precedente, es la forma más vigorosa de identidad cultural tesco y los sistemas cada vez más comercializados guardan
que tiende a desarrollarse en los sistemas comerciales, en- una relación muy estrecha con las diferencias en la situa-
carnada en principio en el individuo y, por tanto, indepen- ción existencial del sujeto: la relación entre la identidad so-
diente del cambio económico y político. La difusión cultural cial y el cuerpo, entre el individuoy la categoría social. En la
se produce más fácilmente cuando el orden social subordi- figura 2.3 esbozo los tipos de relaciones que hemos mencio-
nado se disuelve y resulta de ello un proceso de integración nado.
social en la «cultura»de mercado dominante. La expansión
colonial en regiones tradicionales o donde la base es el pa-
rentesco tiene una naturaleza diferente. Podría decirse que
en este caso la respuesta es de carácter segmentario o cóni-
co. Se asocia al colonizador con poderosas fuerzas externas
y, si bien puede haber resistencia, esta cobra además las
proporciones cosmológicas de una lucha contra poderosos
seres mágicos. En cualquier caso, se coloca al conquistador Cabe observar que muchas sociedadesjerárquicas definen el liderazgo
justamente en términos de un conquistador extranjero: los fenómenos del
. en una posición más elevada dentro del cosmos: el poder que *rey extranjero» del pensamiento hindú e indoeuropeo, de los soberanos
una vez estuvo únicamente en manos de los ancestros y las polinesios que llegan desde tierras lejanas y de los mismos conquistadores
deidades, ahora también incluye la categoría de los conquis- foráneos en las filas de los reyes africanos.
Identidad social Identidad individual mercialización ha desempeñado un papel decisivo en la for-
mación de ese sujeto. Dentro de ese universo señalé dos ti-
Ltura Hornopequalis + Cultura Horno pos amplios de identidad cultural. La primera y más rnoder-
e s t a es la del .estilo de vida*, que es la menos adscriptiva
en cuanto remite a la práctica de un esquema cultural espe-
I
Ciudadanía ~stiío
de vida 1denGdad ~denbdad cífico que no pretende legitimidad histórica y puede ser ele-
I 1 sustantiva segmentaria gido libremente por el sujeto individual. Es modernista, en-
I I I I tonces, en cuanto mantiene la autonomía del sujeto respec-
Estado Individualista Nacionalista
nación abierto étnico to de la cultura en la que este participa. Por tanto, también
I
I
I I ,O1i,, es necesariamente relativista, puesto que no hay criterios
Grupos de ~1ur;lismo ~lurhismo ~lurilismo culturales de orden superior mediante los cuales puedan
interés cultural étnico social
de clase (excluyente) (incluyente) compararse diferentes estilos de vida. Se trata, por ende, de
Capitalista comercial Civilización de un tipo de identidad cultural minimalista que permite un
parentesco y amplio pluralismo cultural dentro del dominio más amplio
~holísticm
de la ciudadanía no cultural del estado nación.
Figura 2.3. Identidad social e individual.
El segundo tipo de identidad se designa habitualmente
Estas categorías son, desde ya, tipos ideales. Su propósi- como étnica. Es por fuerza sustantiva en cuanto debe crear
to es representar posiciones en un continuum antes que rea- una subdivisión dentro de la población general de ciuda-
lidades concretas. Expresan tendencias y no absolutos. Se danos culturalmente idénticos, que sólo puede realizarse a
señalan los dos polos de la identidad social en términos de través de la redefinición del individuo, al hacerlo cultural-
presencia o ausencia de criterios culturales de clasificación. mente especíñco. En el mundo del Homo aequalis,la etnici-
No pretendo sugerir que la «ciudadanía»no sea en modo al- dad se logra mediante la diferenciación de un segmento de
guno un fenómeno cultural, puesto que es manifiestamente la población de acuerdo con las propiedades atribuidas a ca-
un tipo específico de organización con un contenido semán- da uno de sus miembros. Podría decirse, con más exactitud,
tico definido. En este sentido, la cultura es sencillamente el que la especificidad cultural se inscribe en el individuo. A
contenido específico de la forma social. Lo que busco desta- eso se alude con «identidad sustantiva», esto es, una identi-
car aquí es el contraste entre categorías definidas de acuer- dad que está «enla sangre».Esto puede interpretarse de dos
do con criterios universalistas abstractos en tanto opuestos maneras: como tradición, historia y ascendencia comunes o
a los criterios particularistas concretos. La ciudadanía es como raza. Ambas se superponen, desde luego, en la medida
vacía respecto de la etniciaad, la religión y la tradición en en que la endogamia cultural tiende a producir cierto grado
general. Corresponde sólo al hecho de ser miembro de una de endogamia real así wmo una imagen endogámica de sí
unidad política más amplia. Como tipo puro, esta organiza- mismo, expresada en la idea de una sustancia compartida.
ción estatal nacional comprende sólo miembros individua- La identidad de este tipo contrasta con el estilo de vida por
les, que no necesitan de otra identidad social que su ciuda- su carácter adscriptivo y su pretensión de historicidad, pero
danía. Ello correspondería lógicamente al individuo moder- sobre todo por su definición de la identidad como una pro-
no como tipo estructural, un sujeto vacío que desempeña piedad sustantiva del cuerpo. La etnicidad es aquí del mis-
roles, una persona siempre distinta y distanciada de su yo mo orden que la nación, no como estado formal abstracto,
social. sino como una comunidad de sustancia compartida. En el
Utilicé la categoría Homo aequalis, de Louis Dumont, dominio del estado nación, la etnicidad múltiple toma la for-
para denominar al tipo de sujeto implicado en el mundo de ma del pluralismo étnico, que se define por una pertenencia
la modernidad, y di a entender que tanto en las civilizacio- excluyente o/o. Hay intentos extremistas de hacer de ese
nes antiguas como en los tiempos modernos el proceso de co- pluralismo la organización misma de la sociedad, como en
los casos de Sudáfricay la Alemania nazi. Para que ello ocu- dual y no puede elegirla libremente, ya que es primaria-
rra, el grupo identificado con el estado debe ante todo etni- mente posicional. La identidad está determinada por la po-
sición que se ocupa en una red más amplia de relaciones. La
cizarse, de manera que la nación sea equivalente al estado.
Sobre esa base, necesariamente de carácter racial, pueden movilidad no modifica ese hecho. Pasar de A a B, geográfica
clasificarseen la debida forma otros grupos. Como identida- o socialmente, es pasar de una posición definida de antema-
des culturales, la etnicidad y el pluralismo étnico se inclu- no a otra. El hombre que es adoptado por otro grupo debe
yen por lo común como identidades alternativas dentro del iniciarse en él, y se transforma en virtud de ese procedi-
estado nación, y las categorías culturales sólo parecen fusio- miento en una «nuevapersona* con nuevos ancestros y dio-
narse con las categorías sociales en las circunstancias que ses. En la literatura antropológica hay ejemplos famosos de
permiten la imposición de categorías étnicas a la población ello. Los kachin de la alta Birmania, bien conocidos a partir
en general. Además, en esas circunstancias la identidad ét- de los estudios de Edmund Leach (19541,cambian de iden-
nica siempre se representa como la realidad primordial de tidad <<étnica» cuando pasan de sus regiones montañosas a
Blut und Boden que el estado moderno habitualmente su- los valles vecinos y se dedican al cultivo del arroz en terre-
prime. De este modo, la estrategia que eleva la identidad nos pantanosos. Se convierten en shan, se integran a los es-
cultural al nivel del estado, es una estrategia que define tados budistas shan y practican formas shan de vida social.
una sociedad culturalmente organizada en oposición al or- Esto no sucede porque para ellos la etnicidad sea sólo u n es-
den civil de la modernidad. Pero una situación así es sin du- tilo de vida; la razón es que la identidad no se define en tér-
da dificil de mantener en un sistema social empapado por minos de sustancia sino de un conjunto de relaciones socia-
una dinámica comercial indi~idualizadora.~ les y cosmológicas que superan el cuerpo. El término «holís-
La categoría de Horno hierarchicus remite a las socieda- ticov se refiere a este aspecto abarcador de la identidad. La
des en las cuales la identidad, sea individual o social, es je- práctica holística también hace posible una organización
rárquica en el sentido de que todas las identidades se defi- segmentaria que permite a los grupos locales insertarse en
nen por su inclusión en categorías de rango superior. Lo que unidades de orden sucesivamente más elevado. De esa ma-
a lo sumo puede convertirse en una jerarquía de grupos de- nera, los dioses locales se convierten en aspectos o subcon-
finidos de manera excluyente en el mundo del Horno aequa- juntos de dioses superiores, los dioses de los grupos domi-
lis, resulta aquí, desde el principio, una estructura holística nantes, así como la organización segmentaria local se ajus-
incluyente donde las diferentes categorías socioculturales ta limpiamente al ámbito más amplio. Hemos caracterizado
sólo pueden definirse recíprocamentey en términos de rela- esa organización más amplia como pluralismo social porque
ciones de complementariedad. La identidad segmentaria es las categorías culturales son directamente sociales y la aet-
una identidad íntegramente posicional y relativa. Se la de- nicidadn es el contenido mismo del orden social. Y este tipo
fine en términos de la relación entre la persona, los ances- de pluralismo es más incluyente que excluyente, en tanto
tros y los dioses que presiden determinadoterritorio o entre las identidades sociales se insertan en segmentos incluyen-
subcastas o jati definidos por una división complementaria tes más amplios. Las relaciones étnicas no son relaciones
de funciones. El sujeto no es portador de la identidad indivi- externas entre grupos definidos de modo excluyente, sino
relaciones internas entre grupos cuyas identidades se defi-
nen posicionalmente entre sí.
En el caso de Sudáfrica ha podido mantenerse cierta estabilidad gra-
El propósito de esta clasificación es esbozar los contornos
cias a que un amplio sector de la población quedó excluido en gran medida de un continuurn antes que de= una serie de tipos. Cual-
del proceso de comercialización predominante en los centros urbanos y quier situación social particular puede exhibir una varie-
agroindustriales. El sistema de «naciones»produce una orgariización que dad de tendencias. Es indudable que el modelo puro del es-
se parece más a una federaciónjerárquica en la cual por lo menos algunos tado nación nunca vio la luz del día y siempre hay confiictos
de los grupos étnicos son a la vez sociedades y unidades políticas. En esas
circunstancias,la etnicidad tiene un carácter diferente.
entre las identidades étnicas y las no étnicas.
Si bien podría ser realmente dificil evaluar la naturaleza nales que sin duda han revertido lo que parecía ser una cre-
de las identidades culturales en el mundo helenístico, por ciente homogeneización cultural en escala mundial. En sis-
ejemplo, hay algunas pruebas muy interesantes del grado temas civilizatorios anteriores pueden encontrarse procesos
en que la cultura había asumido una existencia objetiva- similares.
da, externalizada. Por cierto, podría sostenerse que para los Hay pruebas de una tendencia similar a la recién des-
propios griegos todo el «proyecto. helenístico, por así decir- cripta entre las poblaciones integradas a los imperios hele-
lo, expresaba una relación con la cultura como un conjunto n í s t i ~ En
~ ~su
. examen del culto sirio de Atargatis, Bilde
de reglas de comportamiento, una literatura y una lengua (1991) defiende la tesis de que, tras haber sido originaria-
que se debían aprender a fin de mantener la identidad grie- mente un culto de fertilidad que tal vez se organizó en el
ga. Podría considerarse esto como el mero resultado de un marco de la estructura política, se transformó en una reli-
proceso de colonización en el cual los griegos se hallaban en gión individual de salvación y trascendencia del mundo
enclaves rodeados por una vasta mayoría de extranjeros, secular. Sugiere también que el establecimiento de un mer-
aun cuando esa objetivación era parte integrante del ante- cado «mundial»de bienes e ideas y la transformación social
rior proceso de comercialización que formó la sociedad grie- que conllevó la nueva economía política erosionaron el anti-
ga ateniense. La etnicidad se funda, desde ya, en la oposi- guo orden tradicional y causaron la crisis que adoptó la for-
ción, pero no asume necesariamente la forma de un cuerpo ma de la helenización:
objetivado de conocimientos y tradiciones que puede trans-
mitirse en una academia institucionalizada. La noción mis- <<Esa nueva civilización dinámica representaba una amena-
ma depaideia, de un corpus de sidentidad»,aparentemente za de destrucción para todos los tipos de estructuras, actitu-
hizo que la cultura griega urbana fuese accesible a muchísi- des e ideas tradicionales, locales y estáticas. Y a través de
mos asiáticos. Pero es más dífícil aseverar si fue cuestión de esa "destrucción" la civilización helenística suscitó una cri-
estilo de vida, de etnicidad o meramente de un cuerpo de sis, sobre todo en el individuo urbano, porque erosionó la
textos de alta cultura. Hemos sostenido que una relación se- base tradicional de su identidad y de su universo simbólico.
mejante con la identidad cultural está ligada a la aparición Fue ante todo esa crisis la que puso al alcance de todos los
de un tipo particular de individualidad, un sujeto individua- nuevos y radicales desarrollos "helenísticos" en la cultura,
lizado que siente que sus proyectos de vida se originan en su la filosofía, la literatura, el arte y la religión, que se produje-
interior. Sally Humphreys ha hecho un análisis interesante ron especialmente en las ciudades durante ese período>>
del individualismo griego en varios artículos en los cuales (Bilde, 1991, pág. 21).
-
correlaciona la a~aricióndel teatro, la filosofia secular y la I
noción de roles sociales con la transformación de la sociedad El análisis evoca con mucha intensidad los argumentos con-
ateniense en una potencia comercial (Humphreys, 1978). cernientes a la modernización de Europa. Yo sugeriría una
Ese proceso que, como muchos han sostenido, continuó y i
1
vez más que esa transformación fue un cataclismo general
hasta se amplió en el período helenístico, estaba ya bien es- motorizado por el crecimiento económico comercial. En una
tablecido en la era clásica.
línea parecida, Cohen (1991) afírma que en ese período la
identidad judía se volvió culturalmente étnica; que en el pe-
ríodo macabeo la noción de cultura judía, como código de le-
Ciclos civilizacionales e identidad cult'ural yes y modelo de vida, se convirtió en un comus abstracto
A --
que permitía distinguir entre judíos practicantes y judíos
Una de las características llamativas de la actual decli- por nacimiento y, por tanto, entre judíos por adquisición
nación de la hegemonía occidental y la descentralización del (conversos)y adscriptos. Lo decisivo aquí es que en los dos
sistema mundial es el surgimiento concomitante de movi- casos la identidad en cierto modo puede ser elegida: la iden-
mientos culturales, nuevas identidades y entidades nacio-
tidad del individuo preexiste y es exterior a su condición de Identidad
miembro de un grupo social o, mejor, cultural.
Otro aspecto llamativo del examen del helenismo es lo Hegemonía
que parece ser un explosivo incremento de la identificación
étnica y el misticismo religioso en la última parte del perío- Centralización Descentralización
Resistenci
do. Esta fase se caracterizó por las guerras, las refkiegas y la
inestabilidad, y por la fragmentación de las unidades políti-
cas más amplias antes de su reconstitución bajo el dominio
de Roma. Bilde sugiere que la autocastración del culto de
Atargatis es un fenómeno tardío, un acto vehemente y vio- ccHomogenicv)
lento de sacrificio y una interesante negación de la fertili- Ciclo
dad: el deseo de una ultramundanidad ascética capaz de civilizacional
trascender el mundo impuro. Las propias elites coloniales
griegas estaban implicadas en ese proceso: Figura 2.4. Ciclos culturales y ciuilizacionales.
<<La época de mediados del siglo 11, a la que acabamos de re- pueden encontrarse en las tradiciones culturales reprimi-
ferirnos, es importante también en otro aspecto: parecería das o sustituidas por la modernidad dominante. Las fuerzas
que la disolución de las estructuras políticas del período he- que disuelven y reintegran las identidades culturales ac-
lenístico y la desaparición de la vida política en las ciuda- túan con independencia de la naturaleza de esa identidad.
des empujó al helenismo, más que nunca antes, a la conser- Dentro de la esfera de la modernidad cultural, u Horno ae-
vación y el mantenimiento de su herencia cultural» (Will, qualis, la expansión de la hegemonía modernista se corre-
1975, pág. 581). laciona con el paso de una identidad culturalmente fuerte
-etnicidad- a formas más débiles: los estilos de vida y la
Si el fenómeno al cual aludimos aquí es afin a la moder- misma identidad modernista. Esto último se resume en la
nidad occidental, creo que puede sostenerse entonces que idea del individuo que se desarrolla por sí mismo, sin raíces,
es muy comprensible en esos términos: de la pérdida de la pero que evoluciona constantemente a nuevas alturas. El
identidad tradicional como resultado de un proceso ~capita- mismo modelo puede aplicarse a la sociedad en general. Las
lista» de desarrollo, a una reaparición de la identidad cultu- identidades culturales se acentúan cada vez más en los pe-
ral, sea religiosa o étnica, en el período de declinación. He ríodos de una hegemonía declinante. Dentro de la esfera del
sostenido en otro lugar que hay una relación inversa entre holismo, las sociedades atraídas como periferias hacia siste-
la formación de sistemas imperialistas centralizados y la mas comerciales más amplios pueden tender a desarrollar
constitución y el mantenimiento de identidades culturales. una variedad de relaciones similares a los cultos cargo con
Este modelo puede representarse como en la figura 2.4. el poder impuesto desde &era. En casos extremos, un seg-
El diagrama expresa la relación explícita entre una he- mento importante de la población puede integrarse con ca-
gemonía que se expande y se contrae, y la disolución e inte- rácter individual en el sector dominante, y la comercializa-
gración culturales. Sugiere que, al desarrollarse, los impe- ción siempre muestra una tendencia a desintegrar la orga-
rios tienden a conducir a una creciente homogeneidad cul- nización segmentaria y de parentesco del orden social holís-
tural a través de la relación entre la identidad de la elite y tico. Las más de las veces es de este último sector de la po-
su efecto sobre las poblaciones subordinadas. En períodos blación que cabe esperar movimientos de restablecimiento
de declinación se inicia el proceso inverso. Una identidad ci- de la tradición y un renacimiento de la identidad cultural en
vilizada o moderna dominante ya no satisface sus propias períodos de crisis local. En períodos de inestabilidad relacio-
exigencias y la gente busca identidades alternativas que nados con la declinación de la hegemonía, el sector holístico
y esclavos. Es indudable que esta afirmación po-
tenderá a experimentar la devoción a un culto y acaso a la dría ampliarse a una región más grande, y las implicaciones
brujería en grandes o en epidémicas proporciones. en cuestión podrían ser todavía más complejas. El arqueólo-
Puede ser dificultoso, si no imposible, situar esos distin- go Makham Lal sugirió una vez que la expansión lapita, por
tos tipos de procesos o prácticas en la historia del helenismo, 10 común considerada como característica del proceso de
aunque el renacimiento de la cultura, lo mismo que la cre- asentamiento melanesio y polinesio, podría relacionarse
ciente actividad de las religiones mistéricas y los resurgi- con una ruptura más amplia en el sistema del Viejo Mundo,
mientos étnicos en la declinación previa a la expansión ro- en la cual se combinaron la declinación del sur de la Meso-
mana, parecen suministrar pruebas interesantes. potamia y el movimiento hacia las rutas comerciales del
norte (Assur,Asiria), la declinación concomitante de la civi-
lización harapa y la lenta aparición de u n nuevo sistema co-
Conclusión mercial que enlazaba la costa oriental de la India con el su-
deste asiático, Indonesia y la China meridional, diferente de
He intentado presentar aquí en forma esquemática una la red comercial que unía el Mediterráneo y Medio Oriente
argumentación en favor de un enfoque específico de los sis- con el norte de China. Todo ello ocurrió entre el 2000 y el
temas globales. Como se ha manifestado, dado nuestro pun- 1500 a. C.y corresponde a los inicios de la expansión hacia
to de partida en la antropología, la prehistoria y la histo- el Pacífico de los llamados pueblos lapitas, que al parecer te-
ria antigua, nunca nos enfrentamos a la cuestión de cómo nían una organización muy jerárquica y una economía ba-
extender el sistema mundial unos cinco mil años o más en sada en el comercio con regiones distantes.
el pasado. Con todo, la naturaleza de la continuidad sigue He sostenido que la diversidad de estructuras socia-
siendo un problema. Al sugerir modelos estructurales de les documentadas en la literatura antropológica puede en-
sistemas globales, tal vez sea posible comprender mejor las tenderse como transformación de uno o dos tipos básicos de
similitudes y diferencias temporales y espaciales significa- organización en condiciones cambiantes de marginalidad
tivas. Se podría sostener, por ejemplo, que en algunos pro- dentro de sistemas más amplios, y que el predominio de es-
cesos gigantescos de reproducción material o, al menos, de tructuras de bienes de prestigio (cuya forma también varía)
y de estructuras patrimoniales en general puede entender-
interdependencia, todas las formas históricamente espe-
se en términos sistémicos globales, no como funciones de po-
cíficas de organización económica, política y cultural que
sición sino como productos históricos. En todo momento
hayan existido pueden entenderse como transformaciones
subrayé, desde luego, que los sistemas globales son articu-
producidas en un campo unitario. Para ello es necesario laciones jerárquicas de diferentes estructuras y diferentes
prestar a las interconexiones sistémicas a lo largo del tiem- estrategias de reproducción.
po mucha más atención que la que se deduce de la mera Por último, consideré cómo podría comprenderse la iden-
constatación de la existencia de intercambios. Mi hipótesis tidad cultural con referencia a la dinámica de las relacio-
de trabajo fue la siguiente: hay un número notablemente re- nes globales y sostuve que hay ciclos culturales inversos que
ducido de familias de estructuras surgidas con una articula- acompañan a los ciclos de hegemonía global. Hemos inten-
ción recíproca en los sistemas globales; en lo fundamental, tado documentar, y estamos en proceso de hacerlo, ese tipo
las propiedades esenciales de la expansión y la retracción de ciclos en la crisis actual. Hay pruebas, además, de un
siguieron siendo las mismas, y bien puede sostenerse que proceso semejante en la aparición de nuevas unidades na-
un único proceso dinámico caraderiza la acumulación cam- cionales en anteriores períodos de deshegemonización. Hoy
biante, primero del Viejo Mundo y después de la mayor par- existe una literatura en aumento sobre el aparente proceso
te del mundo. Lombard añrmó que podían seguirse las hue- de criollización del sistema mundial, cosa que ha sido expli-
llas del cambio de hegemonía en el Viejo Mundo entre Me- cada en términos de la globalización de la propia cultura,
dio Oriente y el Mediterráneo en el movimiento de metales
entendida como fenómeno enteramente moderno y hasta 3. Los ciclos civilizacionales y la historia del
posmoderno. Mi concepción destacaría la deshomogenei- primitivismo
zación que acompaña a la deshegemonización y encierra
marcadas tendencias no a la criollización sino a la balcani-
zación.
La importancia de entender la continuidad y la invaria-
bilidad del sistema global tiene más significación académi-
ca, ya que apunta a una cuestión más seria y peligrosa que
cualquier modo particular de producción, de civilización o
de sistema social. La capacidad de concebir siquiera la mo- Este capítulo se escribió poco tiempo antes de la consa-
dificación consciente del mundo para mejorar las relaciones gración de la hoy común crítica de la autoridad etnográñca
tal vez consista en cambiar el sistema en su conjunto, un y del distanciamiento antropológico respecto del otro (Fa-
sistema cuyas propiedades más generales han eludido las bian, 1983). Se lo concibió como una sugerencia a propósito
tormentas de innumerables revoluciones y cataclismos. de los tipos de procesos que habría que investigar a fin de
establecer una antropología autorreflexiva. En él se intenta
expresamente determinar hasta qué punto ciertos concep-
tos y categorías antropológicos fundamentales de la otredad
son constantes de un tipo determinado de civilización y có-
mo cambian sistémicamente a través del tiempo. Este capí-
tulo nos convoca a considerar las formas de nuestro pensa-
miento y su derivación como parte de un proceso de posicio-
namiento social en el mundo.
En años recientes (comienzos de la década de 1980)hubo
un renacimiento del interés por el primitivismo y el cultura-
lismo que, según propondré, no es un desarrollomeramente
casual o la simple constatación de la importancia de esas
cuestiones. No es inusual hallar a los evolucionistas de ayer
convertidos en los primitivistas de hoy. La transición de
Marshall Sahljns desde el evolucionismo y el materialismo
hasta el culturalismo y el primitivismo es paradigmática en
ese sentido. Hasta los materialistas culturales contumaces
se han visto obligados a adoptar una visión escéptica de la
evolución. Marvin Harris, que alguna vez proclamó que las
sociedades estratificadas evolucionaban «porque eran más
<-
Pro civilización Evolucionism~
3. La finitud y el cierre del universo.
I
«la gran cadena
del sen)
Evolucionismo
Pro primitivismo
progresivo
Primitivismo
Modelo de
los señoríos africanos y la Europa feudal, y ofrecen el puen- «la edad de oro))
te que necesitamos para volver al tema de la historia de la
antropología. Figura 3.2. Desarrollo lógico de las <.estructurasdel mundo».
Hay dos tipos de fenómenos cuyos lineamientos genera-
les quisiera trazar aquí: ciclos de civilización y tendencias a Ese desarrollorepresenta uncontinuum lógico de comer-
la alienación. Combinados, pueden decirnos muchas cosas cialización creciente, pero no corresponde a ningún movi-
sobre la aparición, la desaparición y la reaparición del pen- miento o evolución macrohistórica real en el sentido habi-
samiento antsopológico. Los ciclos de civilización remiten a tual. Es decir, no hay aquí un progreso necesario de una fase
la aparición, el crecimiento y la declinación de centros de ci- a otra. El proceso de la civilización comercial es inestable y
vilización según los definimos al comienzo de este análisis. reversible. Aunque en el siguiente análisis consideraremos
Las tendencias a la alienación remiten al grado en que los las categorías individuales, puede decirse en forma prelirni-
vínculos y las dependencias interpersonales directas se de- nar que hay una correspondencia entre las tres cosmologías
sintegran y son sustituidos por otras mediaciones. Hay un y los modos de organización de las relaciones personales y
largo trecho desde el mercantilismo basado en la compañía de parentesco de la clase estatal y de la *burguesía».
familiar de las civilizaciones más tempranas hasta la indi- La transformación esencial del espacio ideológico supra-
vidualización total del capitalismo corporativo moderno. Si local que se produce con la aparición de las pautas civiliza-
bien el grado de alienación es función directa del ciclo, indi- cionales consiste en un reemplazo de figuras míticas o so-
brenaturales por poblaciones reales periféricas, <cperiferiza-
rectamente depende del nivel general de acumulación y de
das»o marginales, y por la traducción del modelo de círculos
circulación de la riqueza, que depende a su vez del nivel ge-
concPntricos en un modelo temporaljerárquico o lineal. Si el
neral de productividad del sistema en su conjunto. Así, aun-
hombre precivilizado da razón de su identidad especílica en
que en las civilizaciones anteriores el grado de penetración términos de recibir los dones de la «cultura»de los dioses de
comercial y contractual de las redes personales y familia- la naturaleza, el hombre civilizado explica su identidad por
res podía variar cíclicamente, esas redes nunca se transfor- medio de su diferenciación, ascenso o evolución a partir de
maron en meros puntos de consumo. un estado más primitivo o natural de existencia.
Puede sugerirse aquí tentativamente que el ciclo de cre-
cimiento y declinación de los centros civilizados produce si-
tuaciones sociales en las que tienden a darse fenómenos
ideológicos similares. El marco antr~~ológico'de referencia, El desarrollo occidental
la objetivación de las márgenes de la civilización, hizo su
aparición varias veces en la historia. El concepto de un es- En la construcción medieval, el mundo externo es un as-
tudio sistemático de la sociedad no está limitado n i en el pecto intrínseco de la estructura del universo tal como Dios
tiempo ni en el espacio. lo creó. Es una organización espacial en la que el pasado se
resitúa en algún lugar distante. Es un espacio finito y cerra- cientemente marcada por el espaciojerárquico de la Iglesia.
do. Hay muchísimos ejemplos de viajes de ida y vuelta al Si bien este modelo se situó a menudo en la jerarquización
mundo de los muertos, y en la época de Dante es posible des- general de la sociedad que caracteriza la aparición de los es-
cribir el más allá como un paisaje fantástico a través del tados feudales, también se ha sugerido que la ideología de la
cual el alma puede viajar tanto antes como después de la jerarquía feudal es una extensión de la propia estructura
muerte. Las características de la geografía del mundo se eclesiástica: «El orden de la Iglesia. El único orden. En su
funden con el mapa concéntico y sobrenatural del univer- manifestación terrenal, es el modelo de toda organización
so: de ahí la visión de los húngaros como «horribles ogros social» (Duby, 1978, pág. 78).
con colmillos de jabalí devoradores de niños» (Hodgen, A fínes de la Edad Media aparece la visión de Dante, la
1964, pág. 362) o la de la India como una tierra casi mítica del purgatorio (Le Goff, 1981)y, cada vez más, la de la <<gran
de monstruos y seres sobrenaturales (Le Goff, 1980). La cadena del ser»(Lovejoy, 19361,en la que todas las criaturas
topología del espacio medieval es tal que en él se fusionan vivientes se sitúan en una jerarquía que se extiende desde
las cualidades de lugares reales y distantes con las del otro los seres más insignificantes hasta Dios, y en la que sus po-
mundo o más allá. Si bien hay, por cierto, ejemplos de primi- siciones respectivas están en función de la proximidad espi-
tivismo, se expresan en términos de una «edad de oro» ori- ritual con la divinidad.
ginaria o un Jardín del Edén en el que la inocencia primige- Es esta estructura la que llega a ser dominante a fines de
nia del hombre subsiste en algún lejano rincón del mundo; la Edad Media y durante el Renacimiento. Es un modelo de
aquí, una vez más, el tiempo se traduce en el espacio. La una jerarquía absolutamente fija, en la que el .hombre»
apariencia común de motivos procedentes de la antigüedad ocupa un escalón intermedio entre el ángel y la bestia. En
clásica y de elementos específicos de la visión bíblica se debe oposición a la construcción espacial del período anterior, se
a l a particular complejidad hist6rica de l a situación euro- da ahora una tendencia a clasificar el mundo externo en
pea, la existencia de una Iglesia no localizada que expresa términos de su correcta posición dentro de la gran cadena
una continuidad ideológica con el pasado clásico, una Igle-
del ser.
sia que es al mismo tiempo repositorio de conocimientos y el
El Renacimiento representa la culminación de la prirne-
principal vínculo con los centros civilizados de Oriente. La
r a comercialización de Europa, la formación de una socie-
posición de la Iglesia y la doctrina eclesiástica en la sociedad
dad mercantil urbana: una civilización tal como la hemos
medieval es una poderosa fuerza que contrarresta el pleno
establecimiento del tipo de modelo precivilizado antes deli- definido, pero dominada por una clase estatal absolutista.
neado. El resultado es una especie de compromiso. Así, el Esta es también la época de la expansión europea en la que
primitivismo descripto no es el primitivismo habitual que se el espacio externo del continente adquiere una nueva reali-
halla en la sociedad «civilizada»: dad: «El hombre del Nuevo Mundo o el salvaje desnudo y
amenazante ocuparon en el pensamiento el lugar que en la
«Seobservará que el hombre medieval no tenía el mismo in- Edad Media se había reservado a los monstruos humanos»
terés que los antiguos en los salvajes, probablemente por- (Hodgen, 1964, pág. 363). La construcción emergente de la
que era el salvaje a quien aquellos habían considerado dig- civilización renacentista es una construcción que transfor-
no de elogio (. . .) Pero se observará también que si bien los ma el anterior modelo concéntrico en una forma jerárquica
salvajes no eran en general causa de asombro por su ad- de centro civilizado contra periferia salvaje: un modelo em-
mirable moralidad, sus países eran con mucha frecuencia papado del modo de clasificación propio de la «gran cadena
tierras de maravillas naturales- (Boas, 1948, pág. 153). del ser».El poder de este esquema es manifiesto en su gene-
ralización al espacio interno. Así, en un panfleto inglés de
Aunque en su mayor parte parezca dominada por u n mo- 1652 se proclama: «Tenemos indios aquí, indios en Corn-
delo concéntrico del mundo externo, la Edad Media está cre- wall, indios en Irlanda» (citado en Parker, 1979).
La especificidad de l a clasificación civílizacional en tanto los recién descubiertos indios sudamericanos. Para los «ci-
opuesta al esquema primitivo consiste en: vilizacionistas~(como Palacios Rubio o Sepúlveda) los in-
dios eran, a lo sumo, humanos sólo en parte. Se sostenía
1. La jerarquía. que eran más (naturalmente) aptos para la esclavitud, con
2. La equiparación de la naturaleza en el país y la natura- lo que se les asignaba una posición fija en la gran cadena
leza en el extranjero: socialización = integración nacio- del ser:
nal = integración imperial.
«Los indios que, según lo pone de manifiesto su conducta,
El modelo civilizacional es un producto de la transforma- parecerían pertenecer al escalón más bajo de la jerarquía
ción fundamental que la sociedad experimentó en el centro: social, son "tan ineptos y necios que no saben gobernarse a
una rápida desorganización y reorganización que desinte- sí mismos". Por tanto, "hablando en general, se los puede
gró los antiguos vínculos personales, familiares y comunita- llamar esclavos, ya que prácticamente han nacido para ser-
rios y los reemplazó por las relaciones contractuales, mone- 10". (Palacios Rubio, citado en Padgen, 1982, pág. 54).
tarias y burocráticas, y una violenta expansión e integra-
ción de una futura periferia. Esta situación se expresa en Para los ~primitivistasnlos indios eran tan humanos co-
una oposiciónjerárquica: civilizado /no civilizado = cultura/ mo los europeos y les correspondían, por tanto, los mismos
naturaleza, donde el poder de la naturaleza se niega o tal derechos. Por otra parte, no estaban viciados por los estra-
vez, más precisamente, se reprime, así como en el proceso gos del pecado civilizado y vivían en un estado de pureza
de socializacióncivilizada se reprime la naturaleza humana inocente (Las Casas). El más ilustre primitivista de la época
en bruto. Vale la pena señalar que, si bien la oposición natu- es sin duda Montaigne, que no vio al salvaje como un orden
raleza/cultura podría parecer similar al modelo primiti- inferior de la jeraquía del ser sino como un absoluto contras-
vo, l a relación entre los términos es de un tipo diferente. En te con las maneras hipócritas de la civilización. Asumir una
el mundo primitivo, los términos de la oposición están en un actitud en contra de la civilización no implica, desde ya, un
equilibrio precario. El «otro mundo» está constituido por marco evolucionista, sino sólo un enfoque que clasifica a las
fuerzas que son parte de l a construcción misma de este diferentes sociedades en un espacio absolutamente ordena-
mundo y que desempeñan u n papel intrínseco en la forma- do. Con todo, vale la pena señalar que a mediados del siglo
ción del individuo, no por represión sino por integración e XVI había aparecido una actitud preculturalista que consti-
incorporación (Augé, 1975,1982; Héritier, 1977).Por exten- tuye la base última para el ulterior desarrollo del evolucio-
sión, la socialización, de manera similar, no niega las fases nismo. En la Relectio de I d i s de Vitoria (1557) se añrmaba
sucesivas de la experiencia infantil como algo que hay que que algunos indios eran en verdad capaces de las proezas de
superar. Antes bien, se apropia de ellas en la estructuración la civilización, como lo ponían de manifiesto los aztecas, y
misma de la historia personal del sujeto, una historia que es que podían aprender con facilidad los modales europeos. De
en sí u n fenómeno público constitutivo de la identidad de la acuerdo con la lógica de la unidad del género humano, Vito-
sociedad. ria sugería que los bárbaros simplemente estaban menos
La definición que se asigna la sociedad civilizada se con- educados que los europeos en las formas de la civilización,lo
vierte de inmediato en u n campo de batalla que expresa las mismo que los niños europeos. Podía afirmarse entonces,
contradicciones reales inherentes a la transformación del mediante la invocación explícita de la tradición aristotélica,
nuevo centro. Esto se traduce en una evaluación dicotómica que el hombre natural era sencillamente el hombre en esta-
de la relación jerárquica entre civilizado y primitivo. Así, a do de naturaleza y que la civilización era el resultado de un
lo largo de los siglos XVI y XVII se desarrolla u n debate desarrollo del conocimientoy la técnica al alcance de todos.
constante entre los partidos que están en favor y en contra Sin embargo, las implicaciones evolucionistasde esa formu-
de la humanidad y, por tanto, de los .derechos humanos de lación no fueron aprovechadas hasta la Ilustración.
La gran cadena del ser es más que una jerarquía de órde- La transformación final que da origen al enfoque evolu-
nes. Corresponde también a un modelo concéntrico, finito y cionista de la civilización capitalista moderna supone una
cerrado del universo. Este modelo de las esferas, perfeccio- traducción completa del espacio al tiempo. La conversión de
nado desde la alta Edad Media, fue atacado con éxito por la distancia espacial en temporal se resume en la afamada
Copérnico y Kepler. Había nacido la mueva cosmogrda~. exclamación de Locke de que «enel comienzo, todo el mundo
Lovejoy (1936) señala cinco innovaciones fiindamentales era América» (1952). La jerarquía del ser se transforma así
que se encuentran en contradicción directa con la doctrina en una escala de progreso. La Ilustración, lo mismo que el
de la Iglesia: Renacimiento, presenta evaluaciones tanto positivas cuan-
to negativas del esquema del mundo: la oposición entre pri-
1. Otros planetas del sistema solar están habitados por mitivismo y evolucionismo progresivo. La oscilación entre
criaturas vivientes racionales. esos dos polos fue uno de los temas h d a m e n t a l e s del pen-
samiento de los siglos XM y XX.La transformación de los
2. El «derrumbe» de las murallas externas del universo
órdenes mundiales desde el Renacimiento hasta el siglo
medieval. La esfera externa se concebía antes como una
XVIII puede enunciarse en la siguiente forma:
sustancia cristalina en l a que estaban firmemente en-
castradas las estrellas.
espacio + tiempo
3. El concepto de «estrellas fijas» como soles similares al no local + periférico
nuestro, rodeadas por sistemas planetarios como el periférico + anterior
nuestro. universo finito + universo infinito
4. Los planetas de esos otros mundos también tienen habi-
tantes con conciencia.
con centro + sin centro
5. La afirmación de la inñnitud real del universo fisico. La evolución no es una doctrina opuesta al primitivismo,
sino una ideología entre muchas. La evolución es el espacio
Esas innovaciones no conllevaron el paso de u n univer- teórico de la civilización industrial moderna. El primitivis-
so antropocéntrico a un universo meramente heliocéntrico, mo no es otra cosa que una valoración negativa de la evolu-
sino a u n universo sin centro que contenía muchos equiva- ción, no su rechazo. De manera similar, el hcionalismo y el
lentes de la Tierra. La separación del universo material de relativismo son enunciados axiológicos o metodológicos so-
sus fundamentos teológicos entrañó la ruptura del modelo bre el carácter comparable de las sociedades, pero no un re-
concéntrico, que señaló a su vez la declinación de la gran ca- chazo del «dato»de la evolución social.
dena del ser como orden general de las cosas. Anterionnen- La aparición de un marco evolucionista parecería corres-
te, esto había ocurrido sólo una vez en el mundo occidental: ponder a la transición a una civilización comercial sin una
«Era muy sabido, en efecto, que la "infhitud de los mundos" clase estatal dominante. Pero aquí hay, desde luego, una se-
había sido un tema de Demócrito y los epicúreos~(Lovejoy, rie de procesos entrelazados. La aparición de la filosofía
1936, pág. 117). secular y de la ciencia también forma parte de una única
Por último, a fines del Renacimiento se inició una ten- tendencia que subsiste a lo largo de los siglos XM y XX.
dencia que sólo hallaría plena expresión en el siglo XVIII. El primitivismo es muy fuerte en el período de aparición
E s lo que Lovejoy llamó la «temporalizaciónde la gran cade- del nuevo marco (en oposición al evolucionismo de Turgot,
n a del ser»:«Elsalvaje que en el contexto de la esquematiza- Montesquieu y otros). El «noble salvaje», la filosofia rous-
ción medieval del universo había tenido una precedencia seauniana, la teoría de la «edadde oro»y el utopismo forjan
meramente lógica y espacial respecto del hombre europeo, una tradición que perdura hasta bien entrado el siglo XM y
recibía ahora la prioridad temporal o histórica» (Hodgen, sólo es eclipsada por el evolucionismo progresivo cuando la
1964, pág. 451). Revolución Industrial alcanza s u primer clímax. Por otra
parte, no es extraño que este desarrollo se produzca e n el co- de clasificación común a más de una sociedad llamada civi-
razón industrial del norte de Inglaterra, donde Hurne, Mi- lizada.
llar, Ferguson y Adam Smith son figuras dominantes.
El primer evolucionismo es materialista en la medida en
que sitúa el origen del desarrollo e n el crecimiento económi-
co y tecnológico. Ese primer materialismo llega a s u madu- La aparición de la antropología académica
rez e n el siglo XM cuando, motorizado por el ideal de pro-
greso, reemplaza al primitivismo por una visión optimista
Por lo común se piensa que la antropología tiene su ori-
de la sociedad occidental como el estadio más elevado de l a
gen en los evolucionistas de fines del siglo XM que combi-
civilización mundial. Sólo unos pocos utopistas como Proud-
naron elementos de los esquemas tecnológico y racionalista
hon y Sismondi siguen añorando al «hombre natural» de la
del desarrollo. E n s u mayor parte, el evolucionismo clásico
filosofia del siglo XVIII.
suponía un ejercicio de clasificación de l a mezcla de datos
El desarrollo de una teoría económica en el siglo XVIII
históricos y etnográficos disponibles e n la época. Sólo e n
y comienzos del siglo XM es un aspecto decisivo del nuevo
unos pocos casos, como los de Morgan y Spencer, se intentó
evolucionismo. Los fisiócratas ya habían descubierto la na-
dar cuenta de los mecanismos de desarrollo. Recién en l a
turaleza sistémica de l a reproducción social de la existencia
reformulación que Engels hace de Morgan, l a <<lógica de las
material, y Smith y Ricardo desarrollaron l a teoría clásica fuerzas productivas» se asoció deñnitivamente con la histo-
de la riqueza económica fundada en l a producción. Todo ello ria mundial para producir, por primera vez, una explicación
culminó e n l a obra de Marx, cuyo modelo de reproducción mecánica y materialista de l a evolución, que se constituiría
nacional autónoma redujo la cuestión del desarrollo econó-
en l a base del materialismo histórico y en fuente de inspi-
mico y, por tanto, social, a una dinámica autoalimentadora ración del desarrollo tanto del neoevolucionismo como del
de acumulación de capital. Si bien es indudable que se debe materialismo cultural en los Estados Unidos.
acreditar a Marx el descubrimiento de la determinación so- E l primer evolucionismo nunca fue elevado a l a jerar-
cial de la historia en contra de s u determinación natural, y quía de disciplina académica. El establecimiento de esta,
aunque es evidente que estaba interesado en l a alienación por producirse en medio de la primera crisis sostenida de la
originada por el desarrollo histórico, la abstracción de la civilización capitalista, reflejó e n cambio u n a profunda
dinámica productiva y s u universalización son e n buena reacción a todas las formas de pensamiento evolucionista.
medida u n a reiñcación alienada de la estructura capitalista E n los Estados Unidos, donde Boas fundó la antropología
que él procuraba relativizar históricamente. Marx fue el cultural, hubo una violenta reacción contra los esquemas
fundador de una teoría del progreso social que reduce l a his- evolucionistas decimonónicos, sólo considerados, en buena
toria a u n a emanación de la lógica del desarrollo de las fuer- medida con razón, como otras tantas especulaciones aloca-
zas productivas. das. La propuesta alternativa fue el estudio meticuloso de
La otra forma de evolucionismo que acompaña al modelo culturas primitivas particulares y sus historias específicas.
de la producción se basa en l a noción del progreso de la ra- Unida a ello estaba l a concepción de un relativismo cultu-
cionalidad humana, una noción que domina l a filosofia ilu- ral, e n l a que se eliminaba la idea de un progreso evolutivo
minista y que se sistematiza en la obra de Comte y los evo- general, sobre todo a causa de su implícita evaluación mo-
lucionistas posteriores del siglo XM. Aunque uno y otro en- ral, e incluso racista, de las sociedades no europeas. Como el
foque hacen hincapié e n factores en apariencia opuestos, el Horno sapiens era una única especie con una única base ge-
intelectual versus el material, el modelo del crecimiento tec- nética, las culturas no podían clasificarse en superiores e in-
nológico puede reducirse en última instancia a la raciona- feriores; sólo eran diferentes. E l relativismo cultural fue en
lidad de l a eficiencia creciente. No es necesario insistir en gran parte una reafirmación del viejo humanismo de los si-
que el concepto de racionalidad proporciona u n instrumento
glos XVII y XVIII; no es insólito que muchos de los dis-
cípulos de Boas afirmaran la superioridad de las culturas ciedad no estaba tan bien integrada, su funcionalismo no
primitivas respecto de nuestra alienada sociedad industrial fue en modo alguno tan extremo como el que se desarrolló
(por ejemplo, Sapir, 1924). En algunos aspectos el desarrollo en Inglaterra en conjunción con el estudio de las sociedades
estadounidense era paralelo al de Alemania y Austria, y en del imperio, integradas con un mayor uso de la fuerza.
parte había sido importado de esos países. Boas, Lowie, La abstracción que Durkheim hacía de la vida social co-
Kroeber y Kluckholn eran inmigrantes o descendían direc- mo fenómeno autónomo permitía estudiarla en términos
tamente de inmigrantes, y existen indicios claros de la in- más puramente estructurales. Su obra sobre la religión y la
fluencia de la tradición científica alemana en un país donde, deldnnée Sociologique establecieron las bases del posterior
salvo individualidades aisladas como Morgan, no había una desarrollo del estructuralismo. Pero este no fue un mero lo-
escuela de antropología establecida. Si bien las escuelas gro intelectual.
alemanas exhibían elementos del evolucionismo biológico y De hecho, el desarrollo más significativo tanto en Euro-
racial que Boas rechazaba firmemente y daban muy pocas pa como en los Estados Unidos en ese período fue el estable-
muestras del humanismo de este, su difusionismo estricta- cimiento de un objeto científico social como nivel adecuado
mente histórico y sus métodos de reconstrucción cultural del análisis y de la teoría. La noción de «hecho social,, de
son claramente añnes a los de Boas. Cabe señalar también Durkheim y el concepto de lo asupraorgánico»de Kroeber
que la escuela histórico-cultural de Alemania y Austria definieron categorialmente la autonomía del nivel social
adoptó muchas de las características del evolucionismo respecto tanto de la biología cuanto de la psicología indi-
(Schmidt),puesto que los llamados Kulturkreise llegaron, vidual. Si bien la existencia de lo social como nivel indepen-
en gran medida, a ordenarse cronológicamente de acuerdo diente se encontraba presente en Marx, no sucedía de igual
con el tipo de tecnología. Este desarrollo resulta llamativa- manera en los autores de fines del siglo XM, que tendían a
mente similar al de la experiencia estadounidense (véase confundir psicología individual, biología racial y estructura
más adelante). social. De tal modo, el establecimiento formal del nivel orga-
En el centro imperial de Europa se produjo un desarrollo nizacional social como objeto independiente fue un punto de
antievolucionista parecido en la emergente disciplina britá- partida necesario para el desarrollo de las ciencias sociales.
nica. La escuela británica recibió una fuerte influencia de Ahora bien, podría sostenerse que la aparición de lo social
desarrollos anteriores producidos en Francia. Durkheim, como campo autónomo es parte de la desnaturalización ge-
uno de los fundadores tanto de la sociología como de la an- neral de la sociedad que es característica del capitalismo en
tropología, sostenía un funcionalismo que veía la sociedad avance. Lo cual se expresa de manera similar en la abstrac-
como una totalidad orgánica en la cual la explicación de los ción que, en la misma época, hace Saussure del signo lin-
fenómenos o las instituciones podía buscarse en el papel güístico como entidad autónoma respecto de un significado
que desempeñaban en el conjunto social más amplio. Ese particular, esto es, como arbitrario. Un rasgo fundamental
funcionalismo se ligó a una ideología política (le parti radi- de la «capitalización»de las relaciones sociales es la sepa-
cal) que pretendía curar a una Francia envuelta en crisis co- ración de los sujetos de los status y de los signos de los signi-
mo se curaría a una persona enferma, y cuya meta última ficados. La sociedad tiende a convertirse en una estructura
era la construcción de un organismo social perfectamente de roles gobernada por relaciones abstractas entre posicio-
integrado y exento de conflictos. Si bien podría parecer que nes, así como el significado,incluido aquí el significado de la
en su primera obra (La división del trabajo social) Durk- vida, se separa de su expresión simbólica. De modo que no
heim era un evolucionista común y corriente, en ella su es una mera casualidad que los fundamentos de la ciencia
principal propósito era establecer un continuum abstracto social aparezcan al mismo tiempo que la literatura de la
desde la solidaridad mecánica hasta la orgánica, una expre- alienación y de la falta de sentido (Proust, Kafka, Mallar-
sión de la tesis funcionalista, y no describir la evolución real mé, etc.) y que el arte y la música abstractos (véanse las
de la sociedad. Como Durkheim era consciente de que la so- págs. 110-13).
El evolucionismo regresó a la antropología entre fines de esencialmente estético, abstracto y antihumanista, el pri-
la década de 1930 y la de 1940. Pero ello sólo en los Estados mitivismo estructuralista revela una insatisfacción con la
Unidos, que estaban alcanzando un poder hegemónico en la civilización moderna que es típica de la decadencia.
economía mundial a lo largo de este período de crisis. La 1í- La década de 1960es en Europa un período de rápida ex-
nea genealógica que va de Boas a Kroeber y a Steward es un pansión económica (debidaprincipalmente a las exportacio-
paso de la microhistoria a la macrohistoria y al neoevolucio- nes de capital estadounidense). E n ese período, el marxis-
nismo. El evolucionismo general de Leslie White, que apa- mo, en la forma del marxismo estructuralista, hace un im-
rece en forma paralela al de Steward, precipita el estableci- portante avance en Francia y más tarde en Gran Bretaña,
miento de un nuevo paradigma. La sistematización de una donde el funcionalismo ya está en decadencia antes de la
nueva teoría de estadios se produce a comienzos de l a dé- embestida del estructuralismo. El materialismo y el evo-
cada de 1950 (Service, Sahlins, Fried), y hacia fines de esa lucionismo reaparecen y adquieren creciente importancia
misma década el neoevolucionismo y el materialismo cultu- hasta mediados de la década de 1970, cuando una declina-
ral son enfoques dominantes tanto en antropología como en ción económica más seria baja los humos del progresismo.
arqueología. La expresión más extrema y más clara de esta En la actualidad, Europa está cada vez más dominada por
corriente es la obra de Marvin Harris. el ascenso del primitivismo (Clastres, Deleuze y Guattari) y
Podría sugerirse que la declinación del evolucionismo en el simbolismo culturalista (Augé, Ardener, Needham, etc.).
Europa y s u ascenso en los Estados Unidos son aspec- Aun quienes fueron materialistas hasta hace algunos años
tos complementarios del mismo fenómeno, cuya explicación trasladaron su interés a las cuestiones relacionadas con el
última es el cambio de hegemonía dentro del sistema mun- significado, la identidad y la creencia (Bloch, Godelier).
dial dominado por Occidente. Ese alejamiento del materialismo y del evolucionismo y
La aparición del estructuralismo en Francia es un desa- el regreso al primitivismo y el culturalismo se habían inicia-
rrollo más bien tardío que no puede entenderse correcta- do ya un poco antes en los Estados Unidos, cuyos ciclos de
mente como un simple paralelo a los desarrollos en Gran expansión son el contrapunto de los de Europa. El espacio
Bretaña y los Estados Unidos. Hay que tener en cuenta que curvo del pensamiento antropológico se refleja con más cla-
Francia nunca alcanzó la hegemonía en el sistema mundial, ridad en la obra de Marshall Sahlins, que comenzó como
porque fue a la zaga de Gran Bretaña, y luego de Alemania materialista y evolucionista (1958,1963) y después rechazó
y los Estados Unidos. También resulta significativo que la de manera creciente y sucesivamente la detenninación ma-
cultura francesa, forjada por una estructura de clase estatal terialista (1965,19721, más tarde el evolucionismo y por úl-
centralizada, se inclinara tanto a «civilizar»y a integrar los timo el determinismo social (1976), de modo que hoy es me-
pueblos de su imperio reservando un papel menor para el jor caracterizar10 como primitivista y culturalista. La ten-
observador antropológico. El estructuralismo, lo mismo que dencia general de la antropología estadounidense muestra
sus predecesores etnológicos del Année Sociologique, se ins- con evidencia de sobra que no se trata de un desarrollo inte-
cribe en una tradición filosófica interesada en el hombre y la lectual puramente interno. También Rappaport, aunque de
sociedad en general, y no se organiza en torno de la confron- manera menos marcada, pasó de una postura materialista
tación directa con la realidad etnográñca. Como marco teó- y evolucionista a una posición decididamente primitivista y
rico, continúa la tendencia de abstracción de lo social inicia- cada vez más culturalista: ve la evolución como un fenóme-
da en el cambio de siglo, lo mismo que el creciente refina- no esencialmente negativo, si no malo, y en sus obras más
miento científico que la acompaña de manera ineludible. recientes (1979; s. f.) explora la estructura interna del ritual
Ese es el poder del estructuralismo y la razón de su rápida en lugar de concentrarse en sus funciones externas. Aun
difusión. Con todo, en la obra de Lévi-Strauss hay signos materialistas más firmes, como Marvin Harris, han comen-
inequívocos de primitivismo, desde fiistes tropiques hasta zado a adoptar una actitud más negativa respecto de la evo-
el evolucionismo pesimista de L'homme nu. Aun cuando sea lución (véanse págs. 75-6).
Ese movimiento se h a acompañado de la creciente popu- del espacio ideológico más extenso de la civilización occiden-
laridad del ecologismo batesoniano y de un renacimiento de tal. El conjunto de ejes tiene el objetivo de describir el espa-
distintas formas de culturalismo, desde la cultura como tex- cio ideológico de autodefinición de la civilización comercial.
to de Geertz hasta las antropologías de la acción simbólica La oscilación representada aparece como un movimiento
(Turner) y otros simbolismos (Schneider). dominante, aunque se producen otras variaciones. Así, co-
Los desarrollos más recientes en Europa y los Estados mo hemos indicado, el eje individualista-colectivista no de-
Unidos muestan un amplio cambio de posición que puede pende tan estrechamente de los otros dos. Por cierto, este
esquematizarse de la siguiente forma: eje no remite al individualismo economicista habitual, que
es también una abstracción colectivista, sino a la importan-
evolucionismo + primitivismo cia relativa atribuida al sujeto. Sahlins y Lévi-Strauss son
materialismo + culturalismo tanto primitivistas cuanto culturalistas, pero han manteni-
colectivismo + individualismo do una posición colectivista. Ello puede ser efecto de la ten-
dencia secular de la alienación que permite a lo social abs-
Este último cambio es, en el mejor de los casos, sólo par- traerse cada vez más de la definición y de la actividad del
cial. Expresa una renovada atención a la situación del su- sujeto, para convertirse en una cosa en sí.
jeto, que en el período colectivista era sistemáticamente ig-
norada y hasta declarada irrelevante. Autores como Augé,
Bourdieu y Diamond han roto, cada uno a su manera, con la
tradición colectivista. Con todo, habría que señalar que la Sumario
tendencia colectivista general se ve reforzada por l a inclina-
ción alienante y reificante presente en los fundamentos de El objeto antropológico no es el producto autónomo del
la ciencia social desde Durkheim y Boas. Su opuesto sólo pensamiento antropológico. Es un dato ideológico: el resul-
aparece con energía en períodos de verdadera declinación tado de un prolongado proceso transformacional que, en ú1-
de la civilización, cuando el retorno a una comunidad basa- tima instancia, nos remonta a los maravillosos seres sobre-
da en las relaciones personales directas parece una alterna- naturales de la sociedad primitiva. En el caso de la civiliza-
tiva necesaria. ción europea, he esbozado un proceso que lleva de un mode-
El cambio esbozado en la figura 3.3 es en realidad un lo concéntrico del universo a un modelo espacial jerárquico
movimiento reversible, una oscilación entre dos regiones (concéntrico)--es decir, cónic- y a un modelo evolucionis-
Materialismo
ta. La aparición de la civilización comercial en Europa occi-
dental se acompaña del desarrollo y el perfeccionamientosi-
I0 Colectivismo
multáneos de un modelo cónico. Corresponde a los comien-
zos de la expansión occidental y de la transformación inter-
na de la propia Europa, su comercialización primaria bajo
la égida del estado absolutista. Poblaciones reales penetran
en los espacios antes colmados por las fantásticas criaturas
de la Edad Media. Y surge por primera vez la dicotomiza-
ción entre los proponentes y los oponentes de la disyuntiva
Individualismo w salvajismo/civilización. No h a de confundirse esta oposi-
(concentración Porción
específica ción con la verdadera distinción primitivista/evolucionista,
en el sujeto) Culturalismo de un espacio que sólo puede surgir una vez temporalizada la jerarquía
universal. Tras los pasos de esta última transformación, la
Figura 3.3. Oscilación e n el espacio ideológico de la civilización comercial. ideología civilizada se caracteriza por una oscilación entre
94
primitivismo y evolucionismo que corre paralela a la perio- mero reflejo del desarrollo capitalista moderno ni repre-
dicidad del crecimiento y la declinación de los centros he- sentan un auténtico desarrollo intelectual. Nuestro análisis
gemónico~.Esa variación cíclica es desplazada a su vez a lo da a entender que todos los sistemas sociales civilizaciona-
largo del vector de alienación, que toma la forma de una se- les generan una organización jerárquica del mundo espa-
rie de separaciones y reificaciones. Hay una separación de cial más vasto, diferenciando un primitivo estado de natu-
la sociedad de su lugar en un esquema sobrenatural y uni- raleza de un estado civilizado más elevado, representado
versal más amplio. Hay además una separación de la na- por el centro ejemplar de la cultura. Un marco evolucionista
turaleza respecto de Dios. Combinadas, ambas ofrecen las procura surgir entonces en las condiciones en que la clase
condiciones para la aparición de la noción de leyes natura- estatal burocrática resigna su predominio a manos de una
les y/o sociales y para un análisis de la sociedad y su histo- oligarquía mercantil. El Mediterráneo antiguo exhibe un
ria independientementede las fuerzas cósmicas. Más tarde, patrón que es llamativamente similar al de la Europa mo-
la separación de la sociedad respecto de los individuos que derna y confirma, según creo, la naturaleza estructural de
la componen crea la posibilidad de una ciencia social autó- nuestro modelo, en oposición a la naturaleza culturalmente
noma, al mismo tiempo que surge en la historia el puro suje- específica.
to individual. Esos dos grupos de separaciones señalan dos
umbrales críticos del pensamiento occidental: la aparición
de la teoría evolucionista y del pensamiento evolucionista
social, y el surgimiento de la sociedad como entidad abstrac- El Mediterráneo antiguo
ta, esto es, el «hechosocial»,lo supraorgánico.
El proceso de desarrollo intelectual occidental es al mis- El desarrollo de la cosmovisión griega clásica revela no-
mo tiempo un proceso real de desintegración de una totali- tables paralelos con la cosmovisión moderna. No es fácil re-
dad significativa más amplia, un proceso que lleva en últi- construir la estructura del mundo de la Edad Oscura grie-
ma instancia a la alienación/liberación total del individuo ga, pero si es posible atenerse a las obras homéricas, hay in-
moderno. dicios claros de una organización concéntrica. En la época
El contenido del ciclo parecería ser el siguiente: el primi- de Hesíodo nos enfrentamos con una articulación entre
tivismo aparece al principio y al final del ciclo y el evolucio- aquel mundo y la penetración comercial que hacia el siglo
nismo es dominante en el medio, sobre todo en el tramo de VI a. C. iba a transformarlo por completo.
ascenso. El primitivismo 1 es una protesta contra la ruptura El modelo hesiódico del universo (véase la figura 3.4) es
de los lazos personales de la sociedad tradicional y contra la imagen de una serie de creaciones dispuestas en orden de
las nuevas condiciones, frías e inseguras, de la sociedad ci- jerarquía descendente: las edades de oro, plata, bronce y
vilizada. El primitivismo 11 es una visión de la Utopía primi- hierro. Los órdenes más elevados están poblados por dioses,
tiva, un retorno a la naturaleza, a la igualdad, a la comuni- ylos más bajos, por humanos. La edad de oro es unverdade-
dad. Las concepciones cíclicas de la historia parecerían re- ro paraíso en el que no existe el trabajo, en contraste con la
presentar la comprensión de la naturaleza limitada del de- edad de hierro, una era de trabajo y su&imiento. La cons-
sarrollo social y de la restringida capacidad evolutiva de la trucción de Hesíodo combina una visión pesimista de la caí-
sociedad y el hombre. Hay una elaboración pesimista del da del paraíso con una organización espacial en la que los
tema evolucionista que también se produce en períodos de dioses y los héroes de las diferentes edades no existen en un
declinación, pero que encarna una posición más contempla- pasado abstracto, sino que siguen presentes <<ahí afuera».
tiva y distanciada respecto de la historia; en pocas palabras, La estructura del mundo es entoncesjerárquica y concéntri-
. una postura más «civilizada»que el primitivismo. ca, vale decir, cónica.
La sucesión y el movimiento cíclico de las construcciones Este autor del siglo VI11 a. C. es también el primer primi-
imaginarias recién esbozadas no son, según lo he sugerido, tivista documentado del mundo griego. Hesíodo condena el
aumento de las desigualdades de la edad .moderna. en la ciedad, es claramente comparable al posterior desarrollo
cual prevalecen el trabajo y el sufrimiento, el rico oprime al europeo occidental. Vernant (1974) demuestra que en la
pobre, los hijos desobedecen a sus padres, etc. Esta actitud Grecia del siglo VI a. C. la naturaleza se separa de los dio-
respecto del presente no se traduce en una añoranza del pa- ses, y la sociedad, de la naturaleza. El mismo autor mues-
sado sino en un deseo de dejar este mundo y buscar la mora- tra la relación de ese hecho con la comercialización de la
da de los dioses. sociedad griega.
En el siglo V a. C . emerge un desarrollismo plenamente
Edades
Oro
t Aparecen tratados de historia y de prehistoria grie-
gas, y hasta teorías generales sobre temas tales como el ori-
gen de la creencia religiosa. Empédocles puede exclamar:
«iDichosoel que ha logrado el conocimiento de la ciencia!,,
Plata
(citado en Edelstein, 1969, pág. 491, y las principales obras
Bronce de Demócrito y de Hipócrates resumen el desarrollo de un
(Héroes) evolucionismo progresivo antiprimitivista basado en la cau-
Hierro salidad materialista. En oposición a la imagen de la edad de
oro, Demócrito describe al hombre primitivo como indisci-
espacial plinado y de conducta cuasi animal, carente de vestimenta,
refugio y fuego, ignorante de la agricultura y del alrnacena-
miento de alimentos. La organización social como tal se de-
sarrolló a partir de la necesidad de protección (funcionalis-
Figura 3.4. Esquema hesiódico de la nestructura del mundo*. mo materialista) y representa la primera fase del desarrollo
humano. El lenguaje, definido como una construcción ente-
En el siglo V I a. C. ese mundo comenzó a cambiar. Es ver- ramente convencional (jantes de Saussure!), es una varia-
dad que la «épica homérica y hesiódica representada en las ble decisiva en la diferenciación temprana de las culturas.
principales tradiciones de Jonia y de la patria todavía era Una vez satisfechas finalmente las necesidades básicas, el
muy poderosa,, (Edelstein, 1969, pág. 17), y la idealización hombre pudo empezar a desarrollar las artes y la «cultura».
de lo primitivo está presente en autores como Aristeas La fuerza motriz del desarrollo se concibe en lo esencial co-
(ibid.). Pero en la segunda mitad del siglo encontramos a Je- mo una combinación de pericia tecnológica y de la facultad
nófanes, quien sostiene que «los dioses no revelan al hom- de la razón, entendida en términos más instrwnentalistas
bre todas las cosas desde el principio, sino que los hombres, que intelectualistas.
a través de su propia búsqueda, hallan en el curso del tiem- El evolucionismo progresivo de la Grecia clásica es
po lo que es mejor» (citado en Edelstein, 1969, pág. 3, de asombrosamente similar a los desarrollos europeos poste-
Diels y Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker, Berlín, riores. Lovejoy y Boas resumen la visión dominante de la
1951-1952). Los filósofos presocráticos en general empeza- siguiente manera: «Elbien del hombre no está en la inge-
ron a centrar su atención en la invención humana, y la re- nuidad de una edad primigenia ni en la vida simple del sal-
lación entre el pasado mítico y el presente «setransformó en vaje o del rústico, sino en la mejora de las técnicas, la inven-
un proceso en el que los dioses ya no desempeñaban ningún ción de nuevos dispositivos y el consiguiente incremento de
papel,, (ibid., pág. 6). la complejidad de la civilización»(Lovejoyy Boas, 1935,pág.
Debe señalarse que la aparición de una mentalidad cien- 195). La sitúan, además, en una coyuntura histórica espe-
tífica, de una filosofia secular, la abstracción de la natura- cífica: *La orientación antiprimitivista no sólo fue notoria
leza en general (physis), un discurso que se refiere a la vez tempranamente, sino cada vez más conspicua. Se puso de
a la naturaleza de la naturaleza y a la naturaleza de la so- manifiesto de manera plena y agresiva en la Atenas de la
miten entre ellos a amas de leche o maestros de escuela de
Ilustración de fines del siglo V y comienzos del siglo IV»
mala índole?» (citado en ibid., pág. 289). Esos sentimien-
(ibid.).
tos son los mismos que reverberan en obras como el Emilio
El mundo del materialismo y del evolucionismo progre-
de Rousseau, en las cuales se defiende al hombre natural
sivo es también la edad del imperialismo ateniense clásico,
frente al «hombre»civilizado. Ese núcleo de primitivismo
de la total comercialización de la sociedad griega, cuando
también es esencial en versiones más recientes.
esta importaba más de la mitad de sus alimentos y cuando
los aristócratas y capitalistas ricos que la dominaban lo ha- El primitivismo avanza a lo largo de todo el siglo 111a. C .
cían de una forma que se parecía a un gobierno democrático. en la zona de influencia de Atenas, junto con un constante
florecimiento de cultos místicos que se había iniciado en el
El siglo IV a. C., señalado por la declinación de la hege-
monía imperial ateniense, también está marcado por el re- IV: «Nos enfrentamos con un despertar de formas ar-
nacimiento del primitivismo. Con todo, el proceso social en &cas de misticismo que nunca habían desaparecido del to-
juego aquí es complicado. Pues si bien la hegemonía de la do tras la fachada de la religión civil. Al mismo tiempo, la
ciudad estado puede estar declinando, la tendencia hacia filosofia abandona sus reflexiones acerca de la naturaleza
una creciente comercialización continúa. Pero este desarro- y se centra cada vez más en la cuestión del destino humano,,
llo de doble filo es u n mero preludio a la verdadera derrota (trad. de Will, 1975, pág. 222). La decadencia de la consti-
de la constitución griega. tución ateniense en la transición al período helenístico se
Aunque Platón y Aristóteles todavía sostengan una posi- caracteriza además por el conflicto entre una vieja ideolo-
gía democrática y una nueva ideología estatal centralista
ción evolucionista,la discusión se traslada entonces del pro-
greso tecnológico y la creatividad humana a la cuestión más
(Fuks,1974). El período helenístico, que combina el poder
orgánica de la integración de la sociedad. La evolución es de la clase estatal con un nuevo auge de la acumulación y el
ahora la evolución de la complejidad social. El contraste en- crecimiento del capital, efimero pero rápido, es testigo una
tre las ideologías de los siglos V y IV parece paralelo al que vez más de un paso a una ideología acientííican, aunque no
completamente progresiva: «En la era helenística, el cientí-
se produce entre el materialismo de la Ilustración europea y
el fwicionalismo de fines del siglo XM (Spencer,Durkheim). fico se convirtió en el experto que debía ser consultado hasta
Lo cierto es que, después de todo, Platón y Aristóteles, lo por el filósofo» (Edelstein, 1969, pág. 155). En esa época de
mismo que Durkheim, trataron a la sociedad como un orga- creciente especialización, la inestabilidad económica y polí-
nismo exterior a sí mismos, un organismo susceptible de tica es ubicua y la filosoña del momento es todavía el primi-
cambio y hasta de perfección. tivismo de los estoicos. Sólo con la primera expansión de la
república romana y la conquista del mundo helenístico revi-
Con todo, en el mismo siglo asistimos al surgimiento de
la filosofia cínica, «la primera y más vigorosa rebelión del ven nuevamente el evolucionismo y el materialismo, esta
civilizado contra la civilización en casi todos sus elementos vez en Roma. En el período que va del siglo 1a. C. hasta el
siglo 1d. C., autores como Lucrecio, Ovidio, Vlrgilio, Estra-
esenciales»(Lovejoyy Boas, 1935, pág. 118). Con argumen-
tos muy parecidos a los de Sahlins en «The original affluent bón y mtrubio expresan, en grados variables, una nueva vi-
sión progresista de la historia, aunque también esta vez
societp (19721, estos filósofos afirman que «Puesto que los
deseos "naturales" son pocos y dado que uno de los rasgos efímera.
distintivos es que pueden aplacarse con escaso esfuerzo, la La historia del mundo mediterráneo clásico muestra
teoría moral cínica tendía por un lado a una glorificación de una sucesión de mentalidades notablemente parecidas a las
la pereza» (ibid., pág. 122). En sus argumentaciones, este de Europa occidental en su etapa de expansión. Una vez
nuevo primitivismo recurría a los pueblos periféricos del más encontramos aquí un movimiento que va de un modelo
mundo conocido, tradición que se remonta al menos a Aris- espacial del mundo a un modelo jerárquico dominado por
una perspectiva primitivista. Hacia fines del siglo VI a. C.
tófanes: .¿No son muy sabios los escitas cuando dan de be-
esa perspectiva es reemplazada por el evolucionismo y el
ber a los recién nacidos leche de yegua y de vaca, pero no ad-
materialismo, que vuelven a desvanecerse ante la reapari- que organiza la ciudad, el estado y el universo en una única
ción del primitivismo a mediados del siglo IV a. C. En un totalidad (Wheatley, 1971; Müller, 1980).En ese modelo, el
primer momento el espacio concéntrico del universo se je- rango social está absolutamente determinado por la posi-
rarquiza, para luego temporalizarse. En las dos segundas ción geográfica respecto del centro. De manera similar, l a
fases, el valor atribuido a las diferentes posiciones relativas visión árabe medieval del mundo, tal como se representa en
puede ser positivo o negativo: la obra de los geógrafos de la corte, es una construcción con-
céntrica, aunque menos nítida en su clasificación: el modelo
Modelojerárquico Modelo evolucionista árabe reconoce también otros centros de civilización que
pro-civilizado (cultura) evolucionismo progresivo considera como más o menos iguales aunque diferentes, al-
pro-primitivo (naturaleza) primitivismo go que es inadmisible en el modelo chino.
La primera cosmología árabe, que debe mucho a la meta-
ñsica de Ptolomeo, divide el mundo en siete zonas, seis de
las cuales se ubican alrededor del centro árabe. Cada zona
tiene un monopolio de atributos específicos:
Discusión
La aparición de un marco evolucionista, con las varia- &os chinos son el pueblo de la tecnología y el artesanado; la
India es la tierra de la ciencia teórica (. . .) A Irán se le asig-
ciones que lo acompañan, se limita, según hemos sugerido,
naban l a ética y la política; y el arte de la guerra, finalmen-
a condiciones sociales específicas: las de las civilizaciones
comerciales descentralizadas del Mediterráneo y Europa te, correspondía a los turcos. ¿Y los árabes? Ellos se arroga-
ban el auténtico don de la poesía, que nadie niega, y, pre-
occidental. En otras áreas del mundo ha prevalecido el mo-
delojerárquico. Pero en esas áreas la historia de las civiliza- sagiada por Sem, que recibió la profecía en exclusividad, la
ciones es esencialmente el relato de imperios burocráticos verdadera religión. En ese aspecto sitúan la conciencia de
su superioridad» (trad. de Miquel, 1975,II, pág. 66).
centralizados, en los cuales los procesos comerciales y las
clases que los acompañan se enmarcan en el rígido aparato
de clase estatal. Esta construcción comprende una clasificación explícita
De la lógica de nuestra presentación, si no de una demos- de otras civilizaciones aceptadas. El tratamiento de áreas
tración empírica, resulta que la especificidad del modelo je- menos *desarrolladas» del mundo es por cierto diferente.
rárquico se relaciona con la presencia de un núcleo de clase «LosNegros son más en número que los Blancos, y ese es sin
estatal que debe definir simultáneamente su identidad co- duda su único titulo de glorian (trad. de Ibn al-Faqih, citado
mo clase separada y la identidad de la sociedad imperial en ibid., pág. 1411, o «la imperfecta organización de su cere-
que representa. El estado, como símbolo de la civilización, bro, que acarrea una inteligencia inferior»(trad. de Mas'u-
es el centro del mundo, la culminación última del desarrollo di, citado en ibid., pág. 64, n. 3 y 4). Y sólo hace falta leer el
cultural. Está rodeado por un continuum de pueblos cada diario del recorrido de Ibn Fadlan por Europa oriental y sep-
vez más cercanos a la naturaleza, cuyo rango depende de su tentrional en el siglo X para tener una clara imagen del via-
relación con el centro. La estructura del mundo de la clase jero ilustrado y civilizado que se enfrenta a las costumbres
estatal centralizada combina la organización espacial de la de los bárbaros.
oposición naturaleza /cultura de los modelos primitivos con Sin embargo, en ninguno de esos escritos hay rastros de
una clasificaciónjerárquica absoluta en que la transición de evolucionismo.Antes bien, la civilización se concibe, de ma-
la primera a la segunda es una escala de superioridad cre- nera acaso más precisa de lo que cabría esperar, como un
conjunto de artes, costumbres y técnicas que en realidad
ciente.
La construcción china del universo de los pueblos del pueden ser adquiridas por cualquier grupo que disponga de
mundo es una aplicación simple de la visión cuatripartita capacidades mentales y emocionales suficientes. El factor
limitativo importante de este enfoque es el racismo, que de- Las civilizaciones declinan porque se debilitan interna-
termina que un pueblo específico deba necesariamente ocu- mente y decaen. Al final, ceden ante la aparición de nuevas
par el lugar asignado. Ese racismo es, desde luego, de la va- potencias en ascenso. Esta visión pesimista de la historia de
riedad no evolucionista. la civilización surgejustamente, claro está, en el período de
Ahora bien: esa imagen estática es sólo una parte de un la declinación árabe. Eso es de esperar, lo mismo que la ten-
campo discursivo más amplio, probablemente restringido a dencia de Ibn Jaldún al primitivismo, y la nostalgia por la
intelectuales cortesanos que cumplen funciones ideológicas vida dura, honesta y comunitariamente sólida del desierto.
bien definidas. Puesto que, si bien no hay nada comparable Las cosmovisiones árabes medievales no son quizá tan
al evolucionismo griego o europeoper se, tenemos, al menos extrañas a nuestras construcciones occidentales. La estruc-
en fbentes árabes tardías, la colosal macrohistoria de Ibn tura tradicional es el modelo concéntricojerárquico que nos
Jaldún, el Muqaddimah. No me resulta claro hasta qué es tan conocido desde el Renacimiento y la aparición ulte-
punto Ibn Jaldún, que escribe en el siglo XIV, representa rior de la teoría macrohistórica de los ciclos y la postura pri-
una tradición erudita más extensa, pero en su obrsl se com- mitivista, todo lo cual puede encontrarse en circunstancias
bina un tipo de abstracción y objetivación de la sociedad que parecidas de nuestra propia historia. En el mundo árabe
es, por cierto, muy moderno. Si no más, su visión cíclica de medieval hay una refinada tradición histórica e historiográ-
la historia civilizacional es por lo menos tan científica como fica que, si bien no divide el mundo en categorías evolutivas,
las obras de Spengler o Kroeber, que se basan en una vaga contiene sin duda las bases para comprender la aparición
noción de fatiga cultural. Para Ibn Jaldún, el desarrollo de de la civilización como un proceso temporal. Ello implica,
la civilización es un proceso de crecimientoy de integración sin embargo, que las clases estatales tenían que admitir sus
de los individuos en unidades cada vez más grandes. Sus ni- propios límites históricos o aceptar al menos que otros gru-
veles de integración, que vale la pena comparar con los de pos de la sociedad los concibieran. Eso restringía presunta-
Steward, son los siguientes: mente su capacidad de representarse como el centro univer-
sal de un orden eterno, como en el ejemplo de los grandes
familia y parentesco local imperios chinos. En el caso de estos, nos vemos ante u n apa-
comunidad religiosa rato de estado que es objeto de un control mucho más es-
reino tricto y en el cual las elites no estatales tienen menor impor-
civilización tancia.
El modelo chino, vigente muy probablemente desde el
El último de estos niveles se define como una situación período de los Estados Guerreros (Chou oriental), divide el
donde los cargos existen como categorías abstractas, esto es, mundo en un centro constituido por nueve provincias y ro-
donde una estructura de roles se ha separado de las perso- deado por dos cuadrángulos concéntricos que contienen,
nas que ocupan sus posiciones. Si bien la civilización, con respectivamente, a los bárbaros del interior y del exterior,
todas sus riquezas y oportunidades, es indudablemente de- los bárbaros domesticados y los bárbaros salvajes. Los bár-
seable, en ella se contienen además las semillas de su pro- baros del interior se subdividen a su vez en civilizados e in-
pia destrucción. En la abstracción misma de su naturaleza civilizado~, con lo cual se completa un continuum que va de
elimina la asabiyya o fuerza cohesiva tribal originaria: .A la cultura a la naturaleza.
medida que adoptan nuevos lujos y reñnamientos, y se hun- La civilización se identifica con el centro chino. No es al-
den de manera creciente en la comodidad, la molicie y la go que se desarrolle en la forma de un proceso, sino que es el
paz, los hombres se alejan cada vez más de la vida y la dure- don del «héroecivilizador».«Elbárbaro se concibe ante todo
za del desierto. Por último, terminan por confiar su protec- como una parte integrante del medio ambiente natural que
ción a alguna fuerza armada distinta de la propia»(Ibn Jal- el héroe cultural chino puso en su lugar correspondiente al
dún, 1958,111, págs. 341-2). crear el orden y estructurar el mundo (todo lo que está bajo
que niega la permanencia de una jerarquía política deter-
los cielos),, (trad. de Müller, 1980, pág. 63). Los bárbaros y minada. El evolucionismo es compatible con una clase eli-
los chinos no son dos especies diferentes, aunque se diga
tista que se reproduce mediante una dinámica insegura co-
que los primeros están más cerca de la naturaleza. Los une
mo la representada por el capital mercantil o industrial. La
en realidad un parentesco lejano,y sólo la presencia del «hé-
penn&encia de grupos particulares y una jerarquía fija no
roe civilizador,, hizo posible que el núcleo territorial de Chi-
forma parte de la definición del poder capitalista. La única
na se convirtiese en lo que es. Desde luego, este modelo es
constante de la identidad capitalista es la acumulación mis-
muy parecido al del héroe cultural, común a gran parte de la
ma, que puede traducirse fácilmente en «desarrollo,,o «evo-
mitología primitiva. No obstante, los bárbaros también se
lución*.En sociedades de clases estatales en las que la clase
equiparan a los niños, es decir, son pueblos que aún no han
mercantil ha llegado a ocupar una posición de importancia,
aprendido las costumbres de la civilización. La socialización
como es el caso de la civilización árabe de la Edad Media,
y la aculturación son procesos equivalentes. Los individuos
debería haber tendencias favorables a la aparición de algún
y hasta sociedades enteras pueden, según parece, ascender
tipo de conciencia histórica o evolucionista. En las socieda-
dentro de este espacio jerárquico, pero las posiciones mis-
des en que la clase estatal domina por completo la acumu-
mas son absolutamente fijas.
lación de la riqueza comercial, su poder político, que se iden-
Pel Ti tiñca con su poder económico, vale decir, con su capacidad
de sobrevivir, se ve directamente amenazado por cualquier
Nei forma de conciencia histórica. Por el contrario, sus exigen-
cias son de naturaleza más mitológica: una conciencia que
haga atemporal su posición en el cosmos. Cuanto más teo-
crático es un estado, más depende su poder de su función
«religiosa»y más mitológica es su identidad.
Nuestro muy elemental continuum de civilización pasa
ahora de los sistemas burocráticos de clase estatal a los sis-
temas de clase estatal dominados por la burguesía y a los
'..
,/ x.
sistemas también dominados por esta que no son de clase
estatal y donde el estado se reduce a una mera función de
gobierno. Las respectivas estructuras del mundo parece-
Nan Man rían corresponderse con el continuum que se extiende de la
Chiu chou: las nueve provincias China cosmovisión china antigua a la árabe medieval y la occiden-
Shu = bárbaros civilizados, cocidos tal mediterránea.
Sheng = bárbaros incivilizados, crudos Pero nuestro modelo del conflicto entre primitivismo y
Nei = bárbaros del interior
Wai = bárbaros del exterior
civilizacionalismo ni siquiera desaparece en la relativa ri-
gidez de la cosmología china. El primitivismohizo su apari-
Figura 3.5.Esquema chino de la «estructura del mundo>>
(período tardío de ción en el crítico período de los Estados Guerreros, cuando
los Estados Guerreros). en el mundo chino se produjeron cambios drásticos que
arrancarían al parentesco de la estructura de poder y lo
La ausencia de un marco histórico o evolutivo en la anti- reemplazarían por el Leviatán puramente burocrático que
gua China puede entenderse, a mi modo de ver, en términos en definitiva tomó la forma del imperio Han. El debate en-
de la naturaleza de su clase estatal en relación con otras cla- tre el confucianismo y el taoísmo que surge en ese momento
. ses dominantes de la sociedad. El marco evolucionista, que recuerda sin duda debates similares de la Grecia clásica y la
está tendencialmentepresente aun en la «edadde oro»ára- «querelle des anciens et des modernesn del renacimiento
be, parece depender de una conciencia histórica del cambio
y corren al agua a pescar bremas y truchas.
francés. No hace falta tener una perspectiva evolucionista
Sus placeres son los mismos de las bestias y los %fiaros:
para desaprobar la civilización. no refrenan ni el cuerpo ni la mente.
Nuestro propósito ha sido establecer la existencia de Mucho erré por las Nueve Tierras;
ciertos patrones similares en la historia de las ideologías ci- y dondequiera que fiiera, esas costumbres ya no estaban.
vilizadas, patrones que parecerían ser cíclicos en el orden de Me detengo y, perplejo, me pregunto
su aparición y desaparición, de acuerdo con la dinámica de si los Santos y los Sabios realmente nos han favorecido.
expansión y contracción de los sistemas civilizados. Hemos
sugerido, pues, que las ideas examinadas no se desarrolla- («Civilización»,poema Tang [taoísta],citado en Levenson y
ron internamente, sino que son, en lo esencial, parte de los Schurmann, 1969, pág. 114.)
cambios de la estructura identitaria de la sociedad civili-
zada. Así, nuestra posición se opone diametralmente a la
orientación evolucionista común en la historia de las ideas
antropológicas tal como se expresa en las siguientes líneas:
-
de comunión (no de comunidad) en el sentido de la elimi-
nación de los límites individuales. La estructura posmoder-
nista de la identidad puede representarse en forma análoga
a la estructura tradicionalista, según se ve en la figura 5.2.
Espacio 1
Cultura (civilizada)
Cultura
Espacio 7
Figura 5.1. Estructura tradicionalista de la identidad.
Hay otra versión puramente tecnológica del modelo mo- + Cultura + Naturaleza
dernista, que considera lo tradicional y primitivo como tan Tradicionalismo Posmodernismo
racional y, en cierto sentido, tan moderno como lo civilizado. Figura 5.3. D-espolaridades de la modernidad como estructura.
En este modelo, la diferencia entre los dos estados de la
existencia es sencillamenteuna cuestión de grado de desa- La estructura que muestra la figura representa, desde
rrollo técnico y económico. Existe, pues, un continuum evo- luego, un conjunto de extremos. En realidad, hay muchas
lutivo que liga lo primitivo con lo moderno por medio de una áreas de superposición entre los tres polos. La naturaleza
dinámica modernista de adaptación y desarrollo racionales trifurcada de la estructura se torna saliente en los períodos
de las condiciones tecnoambientales. Este modelo, que nie- de crisis.Así, si entendemos que la combinación estructura-
ga la diferencia fundamental entre nosotros y ellos, que con- da de los tres polos demarca un espacio identitario, la emer-
tiene un humanismo universalista compatible con el libera- gencia del tradicionalismo y del posmodernismo puede com-
lismo de posguerra y que proporciona el terreno común a di- prenderse como expresión de la disolución de la identidad
civilizada, en tanto el modernismo se fortalece cada vez más terminal. Como ya hemos investigado en otro lugar los pro-
y hasta se ritualiza por obra de quienes procuran mantener cesos de expansión y contracción cíclicas de los sistemasglo-
una identidad anterior. En lugar de hablar de identidad, bales, es innecesario que entremos en más detalles aquí
quizá sería mejor referirse aquí a orientación identitaria. (Ekholm Friedman, 1975, 1976, 1977, 1984; Friedman,
Lo esencial en este punto es que la identidad civilizada 1976,1978,1982; E k h o h y Friedman, 1978,1980).No ha-
tiene una construcción específica, que se basa en una oposi- ce falta decir que el concepto de sociedad posindustrial es
ción entre un yo situado en el centro y una periferia definida esencial para la ideología del posmodernismo, sea cual
como naturaleza, cultura tradicional, lo salvaje, la libido: fuere la explicación del fenómeno (Bell, 1973, 1976; Lyo-
una periferia que está «ahíafuera»y10 una periferia que es- tard, 1979).
tá en nosotros. La crisis de identidad consiste en la salida Los procesos de fragmentacióntomaron la forma de mo-
a la superficie de lo que está periferizado en nosotros, un vimientos por la autonomía cultural, movimientos naciona-
encierro de lo que está periferizado fuera de nosotros, una listas, movimientos étnicos, pero también la de una orien-
búsqueda del significado y las «raíces. en el sentido más tación general hacia todas las formas de autonomía local y
amplio. autogobierno comunitario. En el nivel más alto de segmen-
tación, por debajo de la que corresponde a la del estado na-
cional, están los movimientos nacionalistas étnicos, étnicos
y de autonomía cultural.
Fragmentación del sistema mundial y formación La política nacionalista o, mejor, subnacionalista, se ha
de la identidad cultural vuelto cada vez más perturbadora en el mismísirno centro
del sistema. En 1957 Karl Deutch, con un talante de opti-
Como hemos dicho, la crisis de identidad en el centro ex- mismo progresista, b a b a que <<en lo que concierne a los
presa una crisis m8s general. Esta consiste en el debilita- grupos minoritarios dentro de los estados, no parecen ser en
miento de identidades nacionales anteriores y la aparición modo alguno peligrosos»(Deutch, 1957,pág. 159).La creen-
de nuevas identidades; en especial, la disolución de un tipo cia en una sociedad paneuropea está hoy casi desvanecida a
de pertenencia conocida como <<ciudadanía>,, en el sentido raíz de los confiictosnacionales de intereses y los movimien-
abstracto de pertenencia a una sociedad definida por un te- tos internos de escoceses, bretones, flamencos, etc., a los que
rritorio y gobernada por un estado, y su reemplazo por una un destacado investigador se refiere, asombrado, en los si-
identidad basada en <<lealtades primordiales,,, la etnicidad, guientes términos: «La reciente reaparición e intensiíica-
la .raza>>,la comunidad local, la lengua y otras formas cul- ción del conflictoétnico subnacional en Europa occidental y
turalmente concretas. Norteamérica ha sido sorpresiva para la mayoría de los ob-
Según esta concepción, la tendencia a la fragmentación servadores académicos»(Lijphart, 1977, pág. 46). Así pues,
cultural no es parte de un proceso de desarrollo, de surgi- un desarrollo que hace algunos años fue caracterizadocomo
miento de un orden posindustrial o de una sociedad de in- la «revoluciónintegradora»(Geertz, 1973) con referencia al
formación en escala global. Se trata, antes bien, de una llamado proceso de <<modernización» de los nuevos estados
cuestión de fragmentación económica real, una descentrali- poscoloniales del <<tercer mundo»,podría describirsehoy con
zación de la acumulación de capital, un incremento conco- igual propiedad como la .revolución desintegradora»en re-
mitante de la competencia, una tendencia a que nuevos cen- lación con el sistema en su conjunto.
tros de acumulación concentren en sus manos poder político Tanto en el centro como en la periferia del sistema mun-
y económico; vale decir, el inicio de un cambio fundamental dial se produjo un rápido incremento de los movimientos de
en la hegemonía del sistema mundial. La posindustrializa- base étnica por la autonomía nacional. La situación puede
ción de Occidente es más una desindustrialización que una resumirse como sigue.
reindustrialización: el comienzo de una decadencia acaso
En primer lugar, allí donde la población en cuestión sólo procesos de la vida, incluida la reproducción material, que
está débilmente integrada a un estado nacional más amplio se convierte a su vez en un aspecto central del movimiento.
y al sistema mundial, un movimiento nacional puede im- Esto puede ocurrir en situaciones de continuidad o discon-
plicar sencillamente la autonomía política y económica, en tinuidad cultural, esto es, allí donde una identidad cultural
una situación en que la cultura local forme parte, con todas se preservó en la transformación o se reprimió en beneficio
las de la ley, de una organización total de las actividades de de una identidad alternativa «importada»desde el centro.
la vida. Esta consideración es válida para los shans y los &í, no hay un modelo vasco de una forma total de vida ni
kachin de Birmania, los kurdos iraníes, los naga de la India un modelo bretón de existencia material, pero sí un modelo
y algunos grupos indígenas de las tierras bajas de América hawaiano de una sociedad total y una variedad de modelos
del Sur, etc. Lo más probable es que en su mayoría esos gru- indígenas norteamericanos de modos de vida totales. Un
pos estén en la periferia del sistema mundial, donde algu- movimiento organizado en torno de uno de esos modelos
nas áreas más marginales conservan una suerte de organi- sólo puede darse donde el modelo mismo puede recuperarse
zación tribal moderna, mientras que otras pueden tener ni- o reconstruirse. Una situación semejante es de esperar en
chos más tradicionales dentro de sistemas regionales más áreas periféricas donde suele persistir un pasado precolo-
amplios, que se remontan a una época preoccidental o al nial o precivilizado en la forma de tradiciones locales y de
primer período colonial. En esos movimientos, la cultura y una historia y una antropología de construcción europea,
la identidad locales se dan en gran medida por supuestas, a todo lo cual se puede recurrir en el momento oportuno. Es
sencillamente porque no hay una discontinuidad histórica posible que nacionalismos como los surgidos aquí no sean
entre el presente y el pasado «cultural». comparables a la idea de estado nación, dado que su modelo
En segundo lugar, donde el grupo en cuestión está ple- cultural específico implica una organización política de una
namente integrado en el sistema más amplio, su identidad naturaleza completamente distinta.
depende en esencia de un conjunto de símbolos grupales ge- Los movimientos nacionalistas son muy letales para la
néricamente definidos como étnicos: elementos tan varia- integridad de las actuales organizaciones estatales del sis-
dos como el color, la lengua, un origen común o una serie de tema mayor, porque su existencia misma implica la desin-
prácticas, objetos o creencias culturales compartidos. En tegración de las unidades políticas de las que son parte. Re-
ese caso, el nacionalismo implica el establecimiento de una presentan, pues, la forma más fuerte que puede asumir la
sociedad estatal nacional culturalmente distinta que, en lo crisis cultural, y expresan, como mínimo, la reforma de la
esencial, es idéntica a otras sociedades estatales salvo por identidad sociopolítica de acuerdo con lealtades primordia-
su singularidad étnica. La cultura desempeña aquí un pa- les y, como máximo, la tendencia a apartarse del sistema
pel decisivo en muchas actividades,pero no interviene en el mayor (la tercera de las variantes antes señaladas).
proceso de reproducción material del grupo. Este tipo de na-
cionalismo étnico, al que suele llamarse «subnacional»,es
característico de la situación europea, centro del sistema
mundial donde la totalidad de la población está integrada La cultura, dentro y fiiera del sistema
en un proceso económico más o menos homogéneo de acu-
mulación de capital. Pero puede producirse, por supuesto, A fin de entender el papel que la cultura desempeña en
en cualquier lugar del sistema en que la esfera cultural esté
el proceso de construcción y deconstrucción de la identidad
separada del proceso de reproducción.
que hemos examinado, es necesario, de manera preliminar,
En tercer lugar, donde el grupo en cuestión está plena o
diferenciar las tres formas en que la cultura está implica-
parcialmente integrado al sistema mayor y su identidad
depende de un conjunto de símbolos comunes, puede poseer da en el sistema mayor. Por ahora nos referiremos a ellas
al mismo tiempo un modelo cultural de la totalidad de los simplemente como cultura 1, 11y 111.
La cultura 1 corresponde al más vago de todos los con- como de contracción. En los primeros, es decisiva para la
ceptos de cultura, aquel que han discutido y por el que han formación de bloques étnicos o de minorías más amplios que
batallado los antropólogos desde los inicios de la disciplina. puedan defender o promover sus intereses dentro del siste-
El hecho de que se refiera a todo, desde la agricultura has- ma mayor, pero el éxito económico tiende sin duda a debili-
t a la ñlosoña o las orientaciones simbólicas o mentales de la tar marcadamente la identidad étnica cuando los indivi-
sociedad, no es en este contexto tan importante como la re- duos encuentran nuevas y gratificantes identidades en la
lación fundamental entre el antropólogo como represen- expansión de las posibilidades profesionales en una socie-
tante del centro y su objeto, una relación que define la «ob- dad nacional en crecimiento. En períodos de contracción, la
jetividad,, de la descripción antropológica. Formulada en identidad étnica o de minoría es algo a lo que se puede ape-
muchos aspectos como la posición privilegiada del observa- lar, una vez más, tanto en la búsqueda de protección y ven-
dor científico exterior, la cultura 1 remite a la descripción ob- tajas económicas como de seguridad cultural y psicológica.
jetiva (en el sentido de objetivada)del contenido de las vidas La característica definitoria de la cultura 11 es que se limita
de la población que está «ahíafuera., definida por la distan- a la función de la identidad, y la convierte en fundamental-
cia que la separa de «nosotros».Ahora bien, esta noción de mente adaptable a los procesos reproductivos nacionales o
cultura es sin duda un producto del propio sistema mayor, mundiales.
en la medida en que puede entendérsela como la observa- La cultura 111 es la cultura como organizadora de la tota-
ción que el centro hace de la periferia. La objetividad es, lidad de los procesos de la vida, incluida la reproducción
pues, el producto potencial de una relación política. El grado material. Se define en oposición fundamental al sistema
en que la relación entre el centro y la periferia da forma al mayor. Así, aunque contiene los elementos esenciales de la
contenido de nuestra comprensión de otras culturas es sin identidad cultural de la cultura 11, también incluye el mode-
duda relevante, sobre todo en la crisis actual. Sin embargo, lo de una sociedad diferente, «anterior»,que sólo puede exis-
lo que aquí nos proponemos es sencillamente deslindar la tir fuera del sistema presente. Como tales, los movimientos
noción de cultura 1 como cultura .objetiva», la cultura del organizados según los lineamientos de la cultura 111 no su-
análisis social. Como tal, se refiere a las propiedades especí- brayan la necesidad de empleos, seguridad social, igualdad
ficas del sistema de repertorios significativamente organi- de derechos. En lugar de ello, piden una base territorial
zados de la acción social de otra sociedad. Lo cual puede in- donde restablecer y practicar su cultura. La cultura 111 no
cluir desde el dialecto, los gestos y los estilos de producción se organiza para lograr ventajas dentro del sistema, sino
y de consumo hasta la conducta religiosa, los símbolos de para salir de él. Como ideología política, combina la identi-
identidad y los valores sociales. dad cultural con una resistencia culturalmente definida a
La cultura 11 corresponde al conjunto de elementos em- la «civilización».Prospera en períodos de contracción. Puede
pleados por una población para su autoidentificación. Más encenderse en fases de expansión, que para las poblaciones
que a nuestra identificación de ellos, se refiere a su identifi- en cuestión son etapas de marginación, «etnocidio»y de-
cación de sí mismos. La especificidad de la cultura 11 consis- rrumbe cultural, pero sólo en períodos de decadencia civili-
te en que se trata de una estructura de identidad en circuns- zacional puede presentarse como una ideología superior a la
tancias en que las condiciones como la población se repro- del propio centro y reunir apoyo masivo para sus propósitos.
duce a sí misma son esencialmente iguales a las del resto de Como la ideología de esos movimientos encarna ideas cerca-
una población soberana más amplia. La cultura 11 corres- nas a las ideas de los culturalistas (tradicionalistas)-una
ponde, pues, a lo conocido por lo común se conoce como acul- visión de la comunidad local próxima a la naturaleza, fun-
tura de identidad étnica,,. Se basa exclusivamente en ideas dada en el control de sus condiciones de existencia y en las
de comunidad de lengua, sangre y origen, al margen de la relaciones personales directas, de la familia extensa y/o las
naturaleza de las condiciones sociales en que se la halle. La redes de parentesco, con ausencia del capital y hasta del di-
cultura 11 se destaca tanto en períodos de expansión global nero, del estado y de formas abstractas de contratos y sala-
n o s , ejerce un gran atractivo entre los posmodernistas y Pero esos análisis no aparecieron en el comienzo del proceso
los tradicionalistas del centro, muchos de los cuales toman sino en el momento de su agotamiento.
parte activa en las luchas de esos grupos. La declinación cultural característica de la periferia se
produce al mismo tiempo que el fortalecimientode la identi-
dad modernista en el centro. Este proceso se invierte en pe-
ríodos de contracción. Cuando el modernismo se derrumba
La cultura y el sistema global en el centro, hay un incremento exponencial de las identi-
dades culturales tanto domésticamente como en el exterior.
En el plano doméstico existe una búsqueda de lo que se ha
En las páginas anteriores hemos analizado implícita- perdido, y en la periferia, una búsqueda de una autonomía
mente los procesos de desintegración de la civilización. Esos cultural e incluso nacional antes reprimida por el centro. La
procesos no dejan tras de sí un vacío sino que, por el contra- identidad cultural, desde la etnicidad hasta el «modode vi-
rio, parecerían acarrear un florecimiento de la cultura, de da*, florece a expensas del sistema.
nuevas identidades y de la búsqueda de un conjunto más El análisis del complejo de fenómenos en el centro y la
concreto de signiñcados para la existencia. En síntesis, en- periferia, la interacción de las tres culturas en el proceso de
tonces, la identidad de base cultural parece variar en rela- construcción de la identidad cultural y la relación entre to-
ción inversa con la «modernidad»,esto es, con la expansión dos esos procesos y los procesos materiales de un sistema
civilizacional (véase la figura 2.4). global en crisis son, creo, una aproximación fecunda y nece-
En períodos de expansión que en el nivel más elevado saria a la comprensión de una realidad que - hasta ahora ha
pueden caracterizar al centro en su totalidad pero que in- sido bastante elusiva.
cluyen muchos procesos de expansión específicamente lo-
cales, incluso en momentos en que los centros se contraen
-especialmente en áreas caracterizadas de diversas mane-
ras como semiperiferias-, los sistemas autorreproductivos
locales tienden a desintegrarse y a incorporarse a los siste-
mas coloniales e internacionales más amplios. Ello conduce
inevitablemente al derrumbe de la cultura en el sentido de
la cultura 111,y a menudo a su transformación en una cultu-
ra 11.En última instancia hay una fuerte tendencia a la asi-
milación, una creciente identificación de los individuos de
poblaciones aborígenes con el modelo del centro, un moder-
nismo que aparece asociado con el éxito y que es en sí mismo
exitoso. Sin embargo, la naturaleza catastrófica del ~ d e s a -
rrollo~mundial garantiza que una gran parte de la pobla-
ción del sistema quede ~lumpenizadan,en condiciones de
pobreza extrema en un estado en que la cultura 11mantiene
su predominio, si no por elección, como estigma. Esos proce-
sos parciales de integración en el marco del estado nacional
de la civilización capitalista moderna fueron analizados en
forma optimista durante mucho tiempo bajo la rúbrica de
«modernización»,la «defunción de la sociedad tradicional»
(Lerner, 1958)o la «revoluciónintegradoran (Geertz, 1973).
tario capitalista. Digo «capitalista»con cautela, por las si-
6. Lógica cultural del sistema global guientes razones. El espacio identitario representado aquí
está tendencialmente presente en todas las civilizaciones
comerciales considerando que en ellas el mundo social está
atomizado en individuos que no pueden concebirse ni expe-
rimentarse como partes de un marco cosmológico más gran-
de sin el auxilio de drogas o de movimientos opositores de
carácter religioso.
A finde captar la lógica de esa estructura, podemos resu-
mir brevemente el contenido de esos tres términos en su re-
El propósito de la siguiente discusión es trasladar la ac- lación recíproca. Antes es necesario admitir que definimos
tual visión desde dentro de la cultura capitalista sobre la esos términos reduciendo en gran medida su contenido,
cuestión de la modernidad y la posmodernidad, a una pers- puesto que se los usa en relación con un espectro muy am-
pectiva externa acerca de las transformaciones de la estruc- plio de fenómenos.
tura identitaria de nuestra civilización y sus efectos en la Es posible definir el modernismo en términos goethea-
producción de cultura. Presentaré mi argumentación en la nos como un proceso continuo de acumulación del yo en la
forma de una serie de proposiciones, comenzando con el tipo forma de riqueza, conocimiento, experiencia. Es un estado
de observacionesjustificatorias que hacen posible el discur- peligroso en el que la persona, a fin de sobrevivir, debe estar
so que sigue. en movimiento constante. Se trata de una identidad sin otro
En capítulos anteriores describimos el modernismo, el contenido fijo que la capacidad de desarrollarse: el movi-
posmodernismo y el tradicionalismo como los polos del es- miento y el crecimiento como un principio de la individua-
pacio cultural de la identidad capitalista, un sistema de opo- lidad. Esta individualidad se resume en la deñnición del yo
siciones -xaminado en la pág. 137- dominado por el mo- en términos freudianos y sobre todo marcusianos: una su-
dernismo (Friedman, 1987d),como se ve en la figura 6.1. blimación de la libido, la transferencia del deseo primitivo a
la construcción de la civilización (cultura), la fuerza impul-
Modernismo sora de la evolución social. Así, los ámbitos del control y la
- Cultura - Naturaleza formación del yo se fusionan en la esfera del autocontrol. Y
más allá del yo no hay un universo de significado en el que
podamos sumergirnos. Sólo hay descubrimiento,crecimien-
to, control cada vez mayor de la naturaleza, esto es, desarro-
1
lio. Pero entonces el prerrequisito cosmológico de la acumu-
+ Cultura + Naturaleza lación idbita es un campo infinito de acumulación, un uni-
Tradicionalismo Posmodernismo verso infinito tanto temporal como espacialmente. El uni-
verso es, pues, el ruedo de la expansión que permite al yo
Figura 6.1.D e s polaridades de la modernidad como estructura. autocontroladorealizarsejustamente como capital. El espa-
cio de crecimiento es el espacio de control. Ese espacio se
Esta estructura de oposiciones pretende ,representar, a opone al reino de lo primitivo, el reino del deseo infantil.
la manera estructuralista, los tres polos del espacio identi- Este alberga todo lo que carece de control: la confusión del
comer, la sexualidad, la agresión y el placer, resumida en la
fantasía canibalística, pero también la impulsiva y compul-
Este capitulo reproduce, con cambios menores, u n artículo aparecido e n siva relación supersticiosa con la realidad; el fetichismo re-
Friedman (1988)Theory, Culture & Society, 5 (2-3),págs. 447-60.El volu- ligioso, la creencia fanática, la regla compulsiva de conduc-
m e n estaba dedicado a discusiones sobre la posmodernidad.
ta, la necesidad de construir sistemas de significado totali- Una versión más completa de la posic dernista
zantes, etc. Esos aspectos de lo reprimido corresponden a la es la que se opone de manera más simétrica al modernismo,
especificidad del modernismo en cuanto niega tanto la tra- una posición que es tanto +cultura como +naturaleza, dedi-
dición como la naturaleza, tanto el deseo inmundo como la cada tanto a la libido como a la <Gagesse»,al perverso poli-
superstición neurótica: tanto la naturaleza como la cultura. modo lo mismo que a la sabiduría más pr
Esa versión de la cultura no es la cultura antropológica sino tivo. Pone enfáticamente en tela de jui
la civilización, es decir, la modernidad. de la modernidad en la cultura a la vez
El tradicionalismo,el neotradicionalismoy el neoconser- relativismo absoluto, elogia el valor de
vadurismo expresan una reacción específica al polo moder- naturaleza. Desde esta posición, el mod
nista dentro del mismo universo de significado. La tradición tiempo desnaturalizado y desculturado
es un aspecto de la existencia moderna que debe ser repri- representa un retorno a ambas, un retorno a lo concreto.
mido y hasta disuelto a fin de que el proceso civilizatorio Ello nos proporciona una serie más c
avance. Ese es el aspecto que representa la cultura, definida como se observa en la figura 6.2.
como un sistema de reglas y etiqueta fijado a una cosmolo-
gía totalizadora que proporciona el significado último a la
existencia, al defínir el puesto del hombre en el universo así
como la significación de todas sus actividades. La tradición
encarna una estructura de autoridad legítima o de creencia,
un sistema de valores concretos que pertenecen a un mundo
de relaciones personales. Se opone a la modernidad, que se
define, desde esa perspectiva, como un universo vaciado de Tradicionalismo
significado, poblado por individuos alienados y dominados
por la estructura de la Gesellschaft, un sistema de roles y
funciones abstractos. Este punto devista se opone al posmo-
dernismo como resultado último del asalto modernista a la
cultura, la disipación completa del valor y del significado. + Cultura + Natural
El polo posmodernista es sólo una de dos posibilidades, Posmodernismo
que acentúa aquí la oposición de la naturaleza, la fuerza na- Figura 6.2. La es Zar del espacio identit
tural, la libido, la creatividad humana desencadenada,a las
trabas de la modernidad, vista como una estructura de po- El posmodernismo no debe confund
der y de control, el yo en gran escala. Define lo primitivo co- m,''
una actitud nacida de la disolución de cualquier forma de
mo todo lo que ha de resultar de la liberación del control ci- identidad. Aunque suele asociárselo al desencanto posmo-
vilizado: la confusión de los sexos, la liberación del deseo in- derno ante la modernidad, y expresarse en una especie de
fantil y su capacidad de fundirse con el otro, la expresión del blasé-faire combinatorio, es un producto de la naturaleza
sentimiento inmediato, una existencia social basada en la autocontradictoria del posmodernismo como forma de iden-
comunión y no en la distancia social. La concepción de lo tidad social. Como el posmodernismo suprime la oposición
moderno es aquí la de la cultura como un conjunto de coac- naturaleza/cultura, no por negar a ambas sino al fusionar-
ciones que aprisionan, la cultura opuesta a la naturaleza y las, elimina cualquier forma de identificación determinada,
represora de esta. Como tal, esta posición se opone también
al tradicionalismo, que se concibe como la expresión de un
mayor control, una reacción a la fal enerada por
la modernidad. ello; la cultura, a la naturaleza.
mo total, la .edificación mutua»,milita contra toda forma de luego, donde se mantiene el modernismo tiende a volverse
compromiso con una identidad particular y encierra por eso más extremo y hasta histérico ante la embestida de lo «inci-
un profundo cinismo potencial. vilizado~.Hay, pues, un encadenamiento entre ciclos de he-
Lo que aquí sostengo es que esas polaridades señalan los gemonía, ciclos de cambio de los centros de acumulación en
extremos de un campo de estrategias culturales en la civili- el sistema mundial y ciclos de identidad cultural.
zación capitalista. No corresponden a estrategias particu- En los capítulos 2 y 3 hemos analizado la oscilación en-
lares como tales sino a las tendencias que muestran. Los in- tre los polos del espacio identitario capitalista (Friedman,
dividuos, desde luego, pueden combinar hasta cierto punto 1983,1987d).Hubo declinaciones anteriores de la identidad
diversos aspectos de los diferentes polos; uno puede ser modernista, como se expresa en los debates de fines del siglo
modernista en educación y tradicionalista en relación con XM, la disolución del evolucionismo progresista y la apari-
su hija adolescente. El problema es sólo de coherencia. Y el ción del culturalismo, del relativismo y hasta del primitivis-
esfuerzo por alcanzarla es función de la existencia de situa- mo. Esto es manifiesto en gran parte del debate intelectual
ciones de crisis que afectan la identidad. Es importante su- académico: desde el nacimiento de la antropología cultural
brayar que los cuatro polos delimitan un espacio único defi- hasta el paso del evolucionismo al funcionalismo y el relati-
nido por la identidad modernista, de modo que el tradicio- vismo, y las discusiones en torno de Gemeinschaft y Gesell-
nalismo, el primitivismo y el posmodernismo se incluyen co- schaft. La declinación actual del modernismo es quizá más
mo marcadores lógicos del modernismo, que es la identidad definitiva que las crisis anteriores, pero su perfil es en gran
dominante o anormaln de la civilización capitalista. medida el mismo.
La coherencia lógica es suscitada por la crisis de identi- Si bien podría parecer estar sosteniendo que la disolu-
dad, y conduce a la polarización. La identidad modernista ción de la identidad modernista se trifurca en tradicionalis-
depende de la expansión de los horizontes, de la posibilidad mo, primitivismo y verdadero posmodernismo, hay en la
de desarrollo individual y social, movilidad y liberación de constitución de las identidades sociales cierta proporción de
las estructuras fijas y concretas de las formas no capitalis- «chasquidos. que tuercen el espacio que hemos esbozado en
tas sobrevivientes: la familia, la comunidad, la religión. Es- forma tal que este adquiere las cualidades de una cinta de
to depende a su vez de que en el sistema global haya un sec- Moebius. Así, algunas versiones de la profecía marxista co-
tor moderno en expansión, es decir, un centro hegemónico nectarían el modernismo con el tradicionalismo, en tanto el
expansivo. Cuando esa expansión cesa o se convierte en de- comunismo se entiende como un retorno dialéctico a la co-
clinación, la identidad moderna se hace cada vez más difícil munidad primitiva en un nivel superior. En ciertas formas
de mantener. En esas circunstancias esperamos una bifur- de la ideología socialista hay una gran concentración de Ge-
cación y trifurcación del espacio, polarizado por los sectores meinschaft. El ejemplo más sorprendente de la torsión del
no modernistas en lo que, a falta de mejor denominación, espacio identitario moderno se produce en el llamado «mo-
podríamos llamar espacio identitario capitalistaa2Y, desde dernismo reaccionario. (Herf, 1984) de Weimar y la Alema-
nia nazi, pero ya estaba manifiestamente presente en la
mayor parte de Europa septentrional durante las décadas
tural se torna imposible. No pueden constituirse un modo específico de ser de 1920 y 1930. En 61, los polos modernista y posmodernis-
opuesto a los otros modos de ser, un estilo de vida, una etiqueta, una mora-
lidad específicos. Lo no cultural, no culturizado o incivilizado deja de exis- ta se conectan en una «singularidad»en la cual el proyecto
tir como categoría identificable. moderno se subsume en una Gemeinschaft racializada, don-
Si bien empleo muy a menudo la palabra «capitalista,,para a1udir.aun de lo que impulsa el desarrollo tecnológico es la propia cul-
universo particular de identidades, estaría de acuerdo con Simmel(1978)
en que gran parte de la modernidad, como organización de la experiencia,
depende del proceso de monetizacióny mercantilización, esto es. de la pe- están estrechamente ligados entre sí, sobre todo si se tiene en cuenta que
netración de la riqueza abstracta en la red de relaciones personales. Este sólo la economía canitalista brinda las nosibilidades de la mercantiliza-
es un fenómeno más general que la reproducción capitalista, pero ambos ción total de la vida social.
tura alemana, que encarna una voluntad primitiva de po- mo esas regiones están integradas en el sistema mundial,
der (Spengler, 1931),y que en última instancia podía hacer es preciso comprender cómo toman parte en él.
del automóvil una expresión del carácter nacional: el Volks- Esbocemos rápidamente los flujos de capital esenciales
wagen y 1aAutobahn como opu las expresiones de la en un sistema mundial que sufre una crisis de hegemonía.
alienación tecnológica. El aprieto estructural de Occidente y, en medida creciente,
E n otras palabras, los cuat e de acio de Japón, expresa la descentralizaciónde la acumulaciónde
identitario no definen las identidades particulares que pue- capitales en el mundo. Pues, si bien una porción cada vez
dan tender a aparecer en él. más grande de esa acumulación total está en manos de mul-
He sostenido que si bien el espacio es una constante que tinacionales, el ciclo de producción y de reinversión del capi-
define las características de la civilización capitalista, el tal se fragmenta más y más. Podemos verlo en el incremen-
movimiento dentro de él depende en gran medida de proce- to de la proporción de la exportación de capitales respecto de
sos políticos y económicos específicos del sistema mundial. la exportación de bienes manufacturados en todas las nacio-
Sostuve en particular que la identidad modernista domina nes centrales. Esta es una situación que lleva a una desin-
en períodos de expansión hegemónica y se trifurca en perío- dustrialización del centro combinada con una compleja con-
dos de contracción o crisis. También podría sugerirse que la figuración de la acumulación en el resto del mundo, donde
trifurcación gravita mucho en favor del tradicionalismo,da- hay muchos lugares de importación intensiva de capitales y
do que este aporta las raíces y los valores que son indispen- crecimiento económico,como la India, Brasil, gran parte del
sables para mantener la identidad en ausencia del moder- sudeste asiático y el sudeste de China, con la aparición con-
nismo sin exigir u n rechazo liso y llano del mundo. comitante de nuevos patrones de periferización en niveles
específicos y regionales. Al mismo tiempo hay áreas cuya
condición periférica se consolida cada vez más, como gran
parte deAfrica. Ello implica que si bien los ciclos largos de la
Configuraciones de la identidad moderna en el economía mundial afectan a todos, lo hacen de manera dife-
sistema mundial rente. Mientras determinados sectores y regiones declinan,
otros ascienden.Y si bien las bolsas de valores están ligadas
entre sí y se derrumban juntas, sus economías locales están
Para que se establezca una identidad modernista, deben
modificando sus posiciones recíprocas.
satisfacerse ciertos prerrequisitos críticos. La sociedad tie-
Esta conñguración de cambio propone la lógica material
ne que individualizarse en forma tal que los sujetos puedan
en la cual la lógica cultural mundial halla sus expresiones
imaginar sus vidas en términos de un esquema de desarro-
variables. Mientras que el modernismo declina en Occiden-
llo. Debe haber, entonces, un individuo moderno, no sólo se-
te y da lugar a innumerables expresiones de distintas etni-
gún la descripción de Dumont (19831, sino una persona que
cidades, cultos religiosos y variados tradicionalismos, en el
experimenta su yo como una totalidad autónoma y delimi-
sudeste de Asia se produce al parecer el surgimiento de una
tada. Se trata de una persona que no está atada o integrada
variante oriental del modernismo, una de cuyas formas es
a una red más amplia que le confiera una identidad perso-
el neoconfucianismo. La muy reciente declinación de la eco-
nal. Esperamos encontrar ese tipo de individuos en regiones
nomía austríaca, la crisis fiscal del estado, el incremento del
del sistema mundial en las que la penetración del sector ca-
desempleo, etc., están disolviendo la modernidad socialde-
pitalista ha disuelto en gran parte las redes comunitarias
mócrata de esa sociedad, donde el regreso a las raíces ha
de parentesco y de familia.
reavivado un tradicionalismo teñido de racismo. Austria,
La misma naturaleza heterogénea e incompleta del pro-
como tal, se incorpora al patrón que ha aparecido ya con
ceso de capitalización, mercantilización y/o comercializa-
tanto vigor en Francia y Alemania. Si hay en Europa un
ción del mundo da lugar a más de una situación en que el
renacimiento de la etnicidad como fenómeno subnacional,
espacio identitario antes señalado no es aplicable. Pero co-
también hay, de acuerdo con la misma lógica, una creciente unidades políticas más grandes, conservan estructuras
etnificación de las identidades nacionales. de reproducción distintivamente locales que el sistema
El lugar que uno ocupa en el espacio identitario capita- más vasto subsume pero no elimina.
lista no es una función de la riqueza y ni siquiera de la posi- 3. Esto implica, por último, la existencia de distintos mode-
ción en el sistema mundial, sino más bien de la dirección del los de identidad y estrategias culturales específicas que
cambio de posición. Brasil, pese a sus extremos de empobre- están fuera y difieren del espacio capitalista antes des-
cimiento, tiene una perspectiva marcadamente modernista, cripto.
en tanto que el próspero Japón, en medio de una gran crisis
de acumulación, ya está lleno de movimientos culturales Estos criterios definen un continuum abierto más que una
antimodernos. serie cerrada. Pero un continuum forma un eje de variación,
Todas esas observaciones atañen a los sectores moder- algunas de cuyas propiedades exploraremos aquí.
nos del sistema mundial. Esos sectores no son idénticos co- Para simplificar, pueden sugerirse varias poblaciones tí-
mo espacios sociales y ni siquiera como espacios identita- picas ideales o varias posiciones críticas en el continuum
rios, aun cuando podría sostenerse que están constituidos mencionado:
por polaridades de la misma especie. Si bien el individuo
atómico y autónomo es específico de Occidente, a diferencia 1. Grupos que están integrados como regiones políticas y
de la orientación más familiar y grupal de Asia, también es- cuyos recursos o territorios pueden ser ambicionados por
ta tiene una esfera pública de roles abstractos y una estra- la entidad política mayor, pero cuyos procesos de repro-
tegia competitiva de acumulación de riqueza y poder, así co- ducción local no están articulados directamente con una
mo una perspectiva orientada en gran medida hacia el futu- red social más grande. Entre ellos se cuentan unas esca-
ro y el desarrollo que organiza el mundo en una jerarquía de sas sociedades indígenas amazónicas y algunas de las
rangos (Nakane, 1970; Smith, 1983;Chu, 1985;De Vos, llamadas minorías tribales de Assam b d i a ] , Birmania
1985;Wei-Ming, 1985). y otros estados del sudeste asiático, e incluso China.
2. Grupos cuyos procesos de reproducción local se subsu-
men en el proceso político y económico mayor a través de
los cultivos comerciales o la especialización, el comercio
sistemático de bienes esenciales socialmen1;e valiosos, la
Los sectores no modernos y la crisis de la mano de obra, etc., pero en los que la reproducción o las
modernidad estrategias sociales locales siguen estando bastante in-
tactas. Esa es la situación en grandes regiones de e c a ,
Podemos definir tentativamente los sectores no moder- Melanesia, Polinesia occidental y Asia.
nos de los sistemas mundiales de acuerdo con los siguientes 3. Grupos cuya reproducción social interna se disolvió debi-
criterios: do a una integración más intensa de la región en el siste-
ma mayor. Esas poblaciones viven en el sector modernoy
1. Las poblaciones que no están plena y en algunos casos ni se reproducen enteramente por medio de su conjunto de
siquiera parcialmente integradas a los procesos repro- relaciones. Pero en la medida en que su capitalización o
ductivos sistémicos mundiales. Por integración plena se su integración son incompletas, conservan muchos ele-
entiende una integración tal que las anteriores formas mentos de una cultura no moderna, si bien profunda-
de reproducción comunitarias y de parentesco han desa- mente transformados. La socialización,la guetificacióny
parecido. Integración implica, pues, desintegración. el estigma se combinan para fortalecer una estructura
2. Como elemento concomitante con el anterior podemos reticular de relaciones interpersonales creadoras de su-
sugerir que esas poblaciones, aunque se reproduzcan a jetos que se diferencian del ego modernista por su depen-
través de la economía mundial y estén integradas en
dencia respecto del grupo local, pero sin una estrategia Detrás de la casa hay un garaje atestado de refrigeradoras y
viable o siquiera concebible de repr repuestos, motores de avión, equipamientos eléctricos, tele-
visores, radios, etc., todo lo cual define su poder, su capaci-
Los tipos de estrategias culturales c dad de alimentar la red de parentesco y alianza, su fecundi-
poblaciones periféricas están estrechamente relacionados dad social y, desde luego, la fuente de su autoridad y control
con sus posiciones o la naturaleza y el alcance de su integra- sobre los «clientes».
ción en el sistema global. En el primero de los ejemplos an- de prestigio y dote.
tes señalados,nos vemos frente a una situación en la que no El tercer tipo de
hay una integración social real, sino una relación de control, formadora, del modelo del «cuartomundo». La practican
conquista e integración potencial. En términos de sistemas personas que están en los márgenes de su propia cultura,
mundiales, muchas de esas poblaciones se encuentran en quienes han perdido su identidad cultural a tal punto que
áreas que han recibido y acumulado capitales y que en la ac- pueden representársela a sí mismos. Los habitantes de
tualidad se expanden con rapidez: Brasil, India. Son pobla- áreas que se han integrado en la economía política mundial,
ciones en peligro de ser absorbidas. Su identidad cultural es donde los esquemas locales de reproducción social quedaron
el resultado de la identificación por parte de poderes más destruidos y las poblaciones han sido marginadas y estig-
grandes. Ello se logra a través de la internalización de la matizadas, como los indios norteamericanos o los hawaia-
identificación hecha por otros. Es posible que sus líderes se nos, constituyen pueblos que pueden conservar elementos
hayan asimilado en parte al sector moderno o bien estas de una cultura anterior en la forma de conocimiento o en los
poblaciones pueden, simplemente, ser representadas por valores impartidos en la socialización. Pero sus miembros
organizaciones occidentales. Por lo general, sus luchas se están muy integrados, como individuos, en el sistema ma-
caracterizan como «cuartomundo»,en la medida en que sus yor. No obstante, su status marginal, que es en sí el resul-
intereses estén representados por dichas organizaciones. tado de un proceso de capitalización incompleto, los coloca
Su estrategia respecto del sistema más amplio consiste en una posición en que los valores de la lealtad familiar y co-
esencialmente en mantener su base de recursos y seguir munitaria, «elprincipio del cangrejo*, parecen impedir la
practicando sus modos de vida de manera independiente. movilidad individual en una situación en la cual justamente
La estrategia implicada en el segundo ejemplo es la que esas cualidades de la «cultura»local se destacan por su bajo
clásicamente podría llamarse de <<tercer mundo» en el sen- rango.
tido más ((negativo». Algunos la han llamado, con desdén, la L,a cuarta estrategia mundial alternativa consiste en
«economía del afecto,, (Hyden, 1983).Se centra en el sector restablecer un modo de vida culturalmente unificado, para
moderno pero está dominada por metas «tradicionales».Lo lo cual hay que concertar los esfuerzos de quienes lo perdie-
ejemplifica una estrategia en que los objetos de la moderni- ron: la reconstrucción de una totalidad sociocultural y la re-
dad son símbolos de poder, un poder definido en términos constitución de un pueblo (tales grupos «étnicos»suelen
tradicionales como una cosa siempre procedente de una exhibir un dramático crecimiento numérico). Pero cuando
fuente externa, mana del otro mundo, «cargamento»,signo esa cultura existe en forma de texto y de representación ob-
de la fertilidad del poseedor de las mercancías «exóticas., la jetivada para ese pueblo, podríamos decir que la estrategia
definición misma del bienestar social. Aquí la modernidad consiste en apropiarse de la «tradición»de acuerdo con pre-
se subsume en la propia estrategia tradicional que expre- misas modernas. Como tipo ideal, una estrategia semejante
sa una red clánica o de parentesco. La lógica cultural es una sería equivalente al tradicionalismo. Pero hay entre ambas
lógica que se apropia de la modernidad conforme a premisas cosas una gran diferencia. Como esas poblaciones no están
«tradicionales».El «hombrefuerte»se para frente a.su mo- plenamente integradas al sistema mundial, sus identidades
derna casa de estilo occidental. Sin embargo, los enseres y y estrategias culturales no son por entero «modernas».Yo
los muebles están afuera, porque es allí donde vive la gente. diría que, a causa de su integración parcial, hay en su socia-
lización y en sus formas comunitarias locales suficientes He sostenido que la crisis de la modernidad es un fenó-
elementos para situarlos en un punto intermedio, capaces meno específico de los centros declinantes del sistema mun-
de participar como individuos en el sector capitalista u obli- dial, sea o no reversible esa declinación. Dicha crisis se de-
gados a ello, pero psicológicamente limitados por la estrate- sató como un efecto liminal de la descentralización de la
gia del afecto de .parentescon, cuya meta es la conservación acumulación global de capitales. Este último proceso origi-
de la «igualdad. y la solidaridad en el grupo local. na condiciones contradictorias en distintas partes del mun-
Esa cuarta estrategia mundial encaja con la anterior en do. En las áreas de nueva concentración de capitales espe-
la siguiente forma. La primera estrategia es una defensa ramos encontrar centros de modernismo, nuevas expansio-
contra la intrusión del sistema más amplio por parte de po- nes hacia hinterlands anteriores que suscitan la resistencia
blaciones que mantienen modos distintivos de vida y de re- o la adaptación de pueblos «tribales~ y su integración final,
producción social. La segunda estrategia es un intento de como periferias, en nuevas esferas hegemónicas. En las zo-
nas en que la periferización continuó siendo el curso fijo de
recrear ese modo distintivo de vida por parte de poblaciones
las cosas, lo que entraña la ausencia de acumulación de ca-
que lo han perdido. En términos formales, la primera estra-
~ i t a l eys la existencia constante de una matriz de relaciones
tegia se plantea en las fases expansivas de crecimiento he- no capitalistas (modernas), siguieron prevaleciendo las es-
gemónico, en tanto que la segunda aparece en períodos de trategias tercermundistas antes consideradas, aun mando
contracción. Pero como la declinación de la hegemonía de un se hayan vuelto extremadamente complicadas, como en los
poder central conlleva lógicamente la expansión de nuevos casos de Uganda o la República Centroafricana.No es S e -
centros más pequeños, las dos formas de la cuarta estrate- mente que en esas sociedades las crisis todavía adopten la
gia mundial están destinadas a coexistir en el tiempo, si no forma de epidemias de brujería y reacciones milenaristas.
en el espacio. Y como la arena sistémica mundial incluye los En las zonas que han sido más completamente capitaliza-
dos procesos, ambas estrategias pueden unirse en una sola das, la declinación de la identidad moderna suscitó la elabo-
identidad política, por problemática que sea, tal como el ración y el restablecimiento de identidades culturales an-
Concejo Mundial de Pueblos Indígenas. teriores. Cuando esas identidades contienen modelos de la
totalidad de la existencia social, incluida la reproducción
material, se las puede identificar como estrategias cuarto-
mundistas dirigidas a mantener o a establecer una existen-
Discusión cia separada. Cuando esos modelos sociales no existen, las
estrategias en cuestión son ~étnicas* y establecen identida-
Durante unos cuantos años se ha debatido en torno de des culturales con el carácter de límites sociales, y derechos
las cuestiones de la modernidad y la posmodernidad, y so- de acceso a los bienes y servicios del sistema mayor.
bre la transformación o acaso la desintegración de la identi- Desde cierta perspectiva es verdad, por supuesto, que so-
dad moderna. En general, la discusión se expresó en tér- mos testigos de una pluralización cultural del mundo, y
minos morales y políticos, a menudo polarizada en el eje también de lo que algunos han caracterizado como la globa-
izquierda-derecha. He abogado aquí por una comprensión lización de la cultura: la formación de una única cultura
más objetivista de la crisis de la modernidad, que pone las mundial. Es verdad que la Coca-Cola, las remeras para tu-
transformaciones actuales de las culturas e identidades del ristas y los transistores se han vuelto universales, esto es,
mundo en el contexto de las transformaciones del siste- que las cosas y los símbolos de la cultura occidental han pe-
ma mundial, no entendido como una totalidad evolutiva en netrado en la vida diaria de muchos de los pueblos del mun-
marcha hacia un mundo socialista o posindustrial, sino co- do, aunque se los fabrique en Hong Kong. Pero así y todo su
mo una historia más cíclicamente siniestra de los sistemas manera de apropiarse de esas cosas es muy diferente de la
civilizacionales. nuestra. Y este tipo de mezcla cultural no es un producto del
actual estado del sistema mundial. En realidad, ies mucho pende de la comprensión de la cambiante constitución de los
más antiguo que los spaghetti, identitarios y las estrategias que los acompañan.y
mezcolanza dialectal y criolla que la construcción de la identidad, según hemos intentado
El uso anterior de las nociones de mostrar, forma parte en gran medida de la dinámica históri-
lacionaba con situaciones de d ca del sistema global.
por el colonialismo, mantenidas por una política de exclu-
sión, a ñn de que las identidades impuestas por Europa se
convirtieran en realidades sociales locales. Aunque virtual-
mente todas las culturas son plurales y criollas según. los
orígenes de sus componentes, no se mu
perimenta como tales, a menos que ellas
fiquen de ese modo. De hecho, bien podría d
concepción pluralista del mundo es un modo característi-
camente occidental de aprehender la actual fragmentación
del sistema, una confusión de nuestro propio espacio identi-
tario. Cuando la hegemonía es vigorosa o creciente, también
el espacio cultural se hegemoniza; los spaghetti se vuelven
italianos; una pluralidad de dialectos se convierten en una
lengua nacional que traduce las diferencias culturales en
un continuum que va de lo correcto a lo incorrecto, de lo au-
torizado a lo desautorizado. Ese es el contenido cultural del
poder emergente que, en escala mundial, hace que las telas
baratas y las cuentas de vidrio occidentales, y después las
latas y los transistores, pasen a ser puntos centrales de po-
der en la periferia. Ese poder ha alcanzado extremos tales
que determinados símbolos clave de la identidad local de la
periferia se produjeron en el centro. Las telas africanas se
fabricaban, casi en su totalidad, en ciertos países europeos
como Holanda, un corte distinto para cada grupo y ninguno
de ellos en venta en Europa: suficiente,por cierto, para em-
baucar a cualquier turista desprevenido. Desde luego, hoy
todo eso ha cambiado. En gran parte, la ropa occidental se
importa de las nuevas zonas industrializadas de la perife-
ria, y ni hablar de nuestros transistores. El pluralismo cul-
tural es la experiencia occidental de la verdadera posmoder-
nización del mundo, la etnización y la pluralización cultural
de un mundo deshegemonizante y deshomogeneizante, in-
capaz de implementar una política antes impuesta de asi-
milación o jerarquía cultural.
En oposición a una visión puramente culturalista de los
objetos mundiales, hemos sugerido que la manera de com-
prender la producción y la reproducción de la cultura de-
occidental) hasta representaciones tradicionalistas más
7. Globalización y localización siniestras de la decadencia de la civilización occidental, que
hablan de un narcisismo abyecto, de ruina moral, etc. Du-
rante años los intelectuales libraron una furiosa batalla con
respecto a los pros y los contras de la posmodernidad, mien-
tras los teóricos del imperialismo se convertían en fervien-
tes admiradores de toda suerte de movimientos sociales y
las elites desarrollistas trasladaban su interés de las cues-
tiones del desarrollo a aquellas de los derechos humanos y
iSalman Rushdie pasó a la clandestinidad! Entre 1970 y la democracia. Y si bien el Centro Fernand Braudel sigue
1980 la población indígena norteamericana creció de sete- analizando las ondas largas, se ha acrecentado el interés
cientas mil a un millón cuatrocientas mil personas, y se han por las civilizaciones anteriores, su ascenso y su caída, y por
creado varias tribus nuevas. La red mundial de mercados la cultura y la identidad. La práctica intensiva de la identi-
de valores está capitalizada en exceso y en el fluctuante bor- dad es el sello distintivo del presente período. El enfrenta-
de de la amenazadora bancarrota de 1990. Y ahí están los miento de Rushdie con el fundamentalismo destaca la natu-
gobiernos para hacer frente al desastre mediante el crédito raleza volátil de esa desesperada negociación de la indivi-
masivo, sea cual fuere el problema por resolver. En el bloque dualidad; el consumo mismo de literatura modernista es,
oriental, la movilización étnica en gran escala amenaza el de improviso, un acto peligroso. La descentralización global
monolítico rostro del imperio y plantea a la vez nuevos pro- es equivalente al renacimiento cultural. La liberación y la
blemas, aún menos manejables. Los mismos diseños para autodeterminación, el fanatismo histérico y los crecientes
las remeras de Acapulco, Mallorca o Hawai; los mismos clo- conflictos fronterizos, van de la mano con una multinacio-
nes de relojes y computadoras con diferentes nombres, in- nalización siempre en aumento de los productos del merca-
cluso clones Gucci; el cariz nostálgico del tráfico turístico, do mundial. La interacción entre el mercado mundial y la
que alimenta una búsqueda de las raíces, aun cuando en identidad cultural, entre los procesos locales y globales, en-
gran medida sean simulacros, y la búsqueda occidental de tre las estrategias de consumo y las estrategias culturales,
la experiencia de la otredad. La fragmentación étnica y cul- es parte de un intento de descubrir la lógica en juego en este
tural y la homogeneización modernista no son dos tesis, dos caos aparente.
visiones opuestas de lo que ocurre hoy en el mundo, sino dos
tendencias constitutivas de la realidad global. El mundo
dualista centralizado de la doble hegemonía del este y el
oeste se está fragmentando política y culturalmente, pero La negociación de la individualidad y el consumo
l a homogeneidad del capitalismo sigue tan intacta y sis- de deseos
temática como siempre. La fragmentación cultural y, por
consiguiente,intelectual del mundo ha socavado todo inten- El propósito de este análisis es explorar el consumo como
to de interpretación única de la situación actual. Nos propu- un aspecto de estrategias culturales más generales de auto-
sieron de todo, desde el posindustrialismo, el capitalismo definición y autosostén. Mi uso de la palabra «cultural»
tardío y el posmodernismo (como fenómeno puramente cul- equivale a «especificidad»,como una estructura de deseo es-
tural que expresa una evolución de la sociedad capitalista pecífica expresada en una estrategia específica de consumo
que define los contornos de un espacio identitario específico:
Este capítulo se publicó originalmente con el título de «Being in the world: tales y cuales Z (a,.. . n),una suma de productos dispuestos
localization and globalization~,en M. Featherstone, ed. (1990)Global C d - en un ordenamiento que expresa lo que soy. Se debe tener
ture, Londres: Sage. presente que el uso hoy convencional del concepto de cultu-
r a para referirse a mapas, par Pero un modelo de este tipo no puede explicar los aspec-
arrojaría resultados que S tos más espectaculares del consumo capitalista en gene-
propósitos que he expuesto, ral, basado en el deseo de nuevas identidades y estrategias
una realidad cuasi textual, concomitantes que vuelven obsoleto cualquier conjunto par-
la organización de la vida ticular de distinciones basadas en el consumo tras períodos
contrario, desde esta perspectiv relativamente breves de estabi1idad.l El penetrante análi-
mas y los códigos semiótico sis que hace Campbell de la relación entre individualismo
sociales, ya se trate de las modas en el vestir o de las formas moderno, romanticismoy consumismo proporciona un mar-
de discurso. Como tales, tan sólo reflejan los productos de co más amplio, necesario para comprender las estrategias
los que han sido abstraídos, pero no pueden originarlos. Só- de consumo que exhiben una inestabilidad que no puede en-
lo es posible captar verdaderamente las estrategias de con- tenderse en los términos expuestos por Bourdieu: «La dia-
sumo cuando se comprende la forma específica en que está léctica de la convencionalización y la romantización es la ex-
presión personalmente concreta de la dialéctica de clase y
constituido el deseo. Y por el momento supondremos que el
de la reproducción capitalista en general, una contradicción
deseo es un aspecto dinámico de la formación de la persona
dinámica entre distinción y revolución, entre imágenes diñ-
o individualidad.
gidas por otros e imágenes dirigidas por uno mi
Esta tesis corre pareja con l a modelización que hace dandy y bohemio» (Friedrnan, 19893, pág. 129).
Bourdieu de la relación entre el habitus y la práctica, entre El terreno común a estos enfoques del consumo es la co-
el «principio generativo de improvisación regulada estable- nexión explícita entre autoidentificación y consumo. La
cido en forma duradera» (1977, pág. 78) y las estrategias es- primera puede ser un acto consciente, una afirmación sobre
pecíficas de consumo. Pero mientras que Bourdieu parece la relación entre el yo y el mundo, o bien un aspecto sobren-
sostener un punto de vista racionalista acerca de la prácti- tendido de la vida cotidiana, esto es, de una identidad pre-
ca, según el cual esta puede reducirse en última instancia a deñnida. Con este punto de partida es posible considerar el
la acumulación de capital cultural, esto es, de poder, noso- consumo como un aspecto de una estrategia o conjunto de
tros hemos sugerido que esta postura equivale a un econo- estrategias más generales para el establecimiento y10 la
rnicismo y omite tomar en cuenta la constitución no racioaal conservación de la individualidad. Otras prácticas de auto-
del deseo. Así, el modelo (no tan) explícitamente vebleniano constitución cultural -étnicas, de clase, de género y religio-
de La distinction puede decirnos mucho sobre el papel de la sas; pintar y vestir cuerpos- consumen objetos específicos
diferenciación cultural en la definición de la posición social, y construyen espacios de vida. Estos son modos de orden su-
un proceso a través del cual un habitus particular, deter- perior de orientar el consumo hacia fines específicos. El con-
minado por la .clase», se distingue en el mercado cultural sumo es un medio de identificación.
a l identificarse con un conjunto claramente definido de
productos y actividades, un estilo de vida:
233
Esa región de Africa tiene una larga historia de tráfico de La violenta historia del reino Kongo, la trata de esclavos,
telas y ropa, y la vestimenta parece haber desempeñado desintegracion de la sociedad congoleña y la colonización
siempre un papel importante: la región por los belgas y los franceses condujeron a san-
grientas rebeliones y a transformaciones
«Enépocas antiguas, el rey y sus cortesanos (. . .) vestían ro- bargo, durante todo ese infierno, deter
pas hechas de palma, que colgaban de la faja y se sujetaban fvndamentalesjamás se disolvieron. Si bien
con correas del mismo material, de bella hechura. Por de- política poco menos que se derrumbó, el orden basado en el
lante vestían también un ornamento y hacían, a manera de parentesco se mantuvo intacto aunque muy transformado,
delantal, delicados cueros de gatos de algalia, martas y ce- ya que pasó de un sistema de linajes ligadosjerárquicamen-
bellinas, y también lucían una capa sobre los hombros. Jun- te y basado en un intercambio generalizado, a una organi-
to a la piel desnuda usaban una prenda circular parecida a
un roquete, que llegaba hasta las rodillas y estaba tejida co- ' zación clánica dominada por concejos de ancianos. A través
de los siglos se conservó incólume un patrón básico de socia-
mo una red, con las hebras de finas telas de palma, y borlas lización fundado en el fortalecimiento de la dependencia del
que pendían de la trama. Echaban hacia atrás, sobre el individuo respecto del grupo. Ese patrón combinaba el des-
hombro derecho, esos roquetes, llamados incutto, para dejar tete abrupto con las angustias que lo acompañaban, y la ul-
la mano libre, y sobre el mismo hombro llevaban una cola de terior educación bajo el poder de parientes más viejos y de
cebra atada a un mango, de acuerdo con una antigua usan- los espíritus de los muertos, en la que el sujeto aprendía a
za de aquellos lugares» (Pigafetta, 1970,pág. 108). sentirse compuesto por elementos o «almas»originariamen-
te conectadas con la red política y de parentesco por la cual
Los primeros visitantes de la región informan de la mar- se encauzaba la fuerza vital de la que dependía su existen-
cada estratificaciónallí existente, que permitía practicar tal
cia. Ese tipo de socialización estaba destinada a producir un
elegancia sólo a los rangos superiores:
sujeto dependiente de su entorno social, a fin de mantener
un estado de bienestar. Si hay una lógica interna en este
«Lamayoría de la gente andaba descalza, pero el rey y algu-
nos de sus nobles calzaban sandalias, a la manera antigua, campo de estrategias, podríamos describirla de la siguiente
como las que se ven en las estatuas romanas, y también he- manera:
chas con hojas de palma. La clase más pobre y la gente co-
mún usaban el mismo tipo de atuendo de la cintura para l. Toda fuerza vital ímakindangolo, en kikongo) viene de
abajo, pero de una tela más ordinaria, y llevaban desnudo el afuera y se canaliza hacia la persona a través de la jerar-
resto del cuerpo* (Pigafetta, 1970, pág. 109). quía política y de parentesco cuya existencia misma no
es sino una manifestación de grados de proximidad a su
Y la introducción de bienes europeos produjo enseguida ma- fuente.
yores distinciones: 2. Esa fuerza vital se expresa en un nivel de bienestar aso-
ciado al rango de la persona en la jerarquía cosmológica
«Pero desde que este reino recibió la fe cristiana, los nobles más general. Bienestar es tanto riqueza como salud.
de la corte comenzaron a vestir a la usanza portuguesa, lle- 3. Las estrategias de vida consisten en asegurar la afiuen-
vando mantos, esclavinas, cotas escarlatas y túnicas de se- cia de fuerza vital. Tradicionalmente, esta era garanti-
da, cada uno según sus recursos. También usaban caperu- zada por el propio sistema social, un sistema de bienes
zas y capas, aletas de terciopelo y cuero, borceguíes y espa- de prestigio en que los bienes monopolizados en la cúspi-
dines en los flancos. Quienes no eran lo bastante ricos para de se canalizaban hacia los rangos inferiores como dotes
imitar a los portugueses, seguían usando su antigua vesti- matrimoniales. Cuando ese sistema se derrumbó, se
menta* (ibid., pág. 109). suscitó una crisis no s61o política sino también personal,
por la interrupción del flujo de fuerza.Las f mativos es el ofrecimiento espontáneo del vasallo a su prín-
sicas para la escasez de fuerza vital son 1
acanibalismo)~, es decir, la apropiación de la
de otros y la formación de grupos culturales cuyo propó- (Esun hecho notable de la historia de este pueblo que cual-
sito es establecer un vínculo directo con la fuente, Nzabi, que esté cansado de vivir o desee mostrarse animoso
el dios supremo, que puede canalizar esa fuerza hacia el nte, considere un gran honor exponerse a la muerte
individuo, especialmente a fin de protegerlo contra la on un acto que revelará su desprecio por la vida. Se ofrece
brujería y la hechicería. El cristianismo es uno de 10s entonces al sacrificio como fiel vasallo de los príncipes, de-
cultos más importantes en tanto promete dar al indivi- seoso de servirlos; y no sólo se entrega a él para que lo co-
man; también sus esclavos, una vez engordados, son muer-
duo acceso a la fuerza vital sin la mediación de la jerar-
tos y devorados»(Pigafetta, 1970, pág. 28).
quía política. Hay aquí una ambigüedad no explorada,
dado que los cultos religiosos parecen estar dedicados al
Lo más significativo de esa representación es el acto de
mantenimiento del bienestar y la protección contra el
abnegación del vasallo, el honor de convertirse, literalmen-
mal, mientras que el éxito político o económico se asocia te, en parte de su superior. Con independencia de que este
cada vez más, justamente, con esos poderes ilegítimos: canibalismohaya existido realmente o no en ese período -y
la brujería, la hechicería y el uso de la magia en general. su mención, por cierto, es rara, salvo a propósito de la con-
4. Al restablecerse la jerarquía política en la forma de un ducta de enemigos vecinos-, la lógica de la imagen es do-
régimen colonial, la fuerza vital puede volver a obtener- ble: príncipes poderosos que regulan el flujo de fuerza vital
se mediante la estrategia del clientelismo.Y la verdade- hacia sus subordinados, a los que sin embargo pueden con-
ra jerarquía, lo mismo que la verdadera riqueza, es la sumir de vez en cuando. La fuerza de esa lógica sólo se ma-
manifestación de la propia fuerza vital, pero, como he- nifestó en su plenitud inmediatamente después de la diso-
mos sugerido, una fuerza vital que la mayoría de las ve- lución de la organización política de los kongos (Ekholm
ces se asocia con la magia inusual y hasta ilegítima. Friedman, 1991).
Con la desintegración de los vínculos cosmológicos que
aseguraban aquel flujo, con la descentralización de la acu-
Apropiado para un rey: comida por pensamiento mulación de riqueza y con las guerras y la anarquía política
que sucedieron a la caída del reino Kongo, y la trata de es-
Un elemento central de la distribución de la fuerza vital clavos y la inte~encióncolonial resultantes, el poder - e n
es la ambigüedad tácita de la riqueza, el poder y la autori- el sentido de cualquier forma de superioridad social- pasó
dad efectivos. Hemos sugerido que el rango manifiesto es, a asociarse cada vez más con la apropiación de fuerza vital
potencialmente, el resultado de una actividad mágica ilegí- por medios violentos, más demostrativos del mundo de inse-
tima. Esto es válido para todas las relaciones, ya se trate del guridad y desastre que se convirtió en el destino de esa re-
poder de un tío materno o del poder de un ministro de esta- gión. La pérdida de legitimidad de la autoridad sólo podía
do. Es posible vincular este aspecto a la catastrófica historia asumir una cualidad ambivalente, puesto que la fuerza se-
de la jerarquía política en la región del Congo. La autoridad guía siendo fuerza, al margen de cómo se la obtuviera. El
legítima de la jerarquía de jefes y reyes se basaba original- hecho de que una persona fuera un brujo no desmerecía su
mente en la idea de que la fertilidad y el bienestar general poder, esto es, la capacidad de destruir a sus enemigos. La
fluían a través del orden de rangos. Con todo, aun en ese circunstancia de que se diga que el actual presidente del
primer período la representación del poder político contiene país come corazones de niños y se baña en sangre humana
la metáfora del consumo. En los documentos más antiguos es una caracterización de la fuente de su poder, e implica un
hay informes de canibalismo real, uno de cuyos rasgos lla- saludable respeto por la habilidad sobrenatural. Los brujos
no se avergonzaban de su poder. ¡MUYpor el contrario! Y en tes que expresan, empera, una estructura unitaria de deseo.
las regiones norteñas de la cuenca del Congo, unos famosos En este punto podemos hablar de una continuidad con el
caníbales bangala confundían la sensibilidad de sus hués- pasado; no una continuidad de significados o categorías cul-
pedes europeos: «Cuandole preguntaron si había comido turales, sino de las condiciones de constitución de la expe-
carne humana, el hijo del gran jefe bangala, Mata Buíke, riencia personal. Si en lo que sigue nos centramos en la ves-
respondió: "jAh, ojalá pudiera comerme a todos los hombres timenta, es porque constituye la forma generalizada que
de la tierra!". (Johnston, 1908, pág. 399, citado en Ekhoh asumen las estrategias analizadas y porque, a causa de su
Friedman, 1991, pág. 221). naturaleza potencialmente simbólica, esto es, su capacidad
Ekholm F'riedman (1991) ha sostenido que los violentos de representar otra cosa que sí misma, ha llegado a desem-
desórdenes de mediados y fines del siglo XM, en los que peñar un inesperado papel político y acaso transformador
tuvieron un papel destacado tanto una brujería desatada en en la sociedad congoleña.
el sur del Congo como el canibalismo en el norte, pueden
explicarse por las variaciones de una estrategia unitaria cu-
ya meta es la apropiación de fuerza vital en una situación
en que los canales acostumbrados están destruidos. Y el ca- La r o p a como culto «cargo.
nibalismo parece ser un medio convincente, si no tal vez sa-
tisfactorio, de resolver el problema: «Nunca vi nativos que El régimen colonial francés, lo mismo que la dominación
manifestasen una ternura y un afecto recíprocos tan gran- política y económica que se prolongó en la mancomunidad
des como los que se veían entre estos antiguos cani%ales»
francesa poscolonial, reforzó las estructuras que acabamos
(Weeks, 1913, pág. 78). En este marco, comer no es el consu-
de considerar. Mientras que el canibalismo, en sí un mero
mo, tal como lo conocemos, de carne o de proteínas anima-
episodio histórico, ha desaparecido -aunque no en teo-
les, y ni siquiera de un plato sabroso, sino la ingestión del
ría-, el sistema de la fuerza vital se desarrolló a lo largo de
poder que anima el universo viviente, esto es, la fuente de la
todo el período. París como centro ejemplar y Brazzaville, su
salud y el bienestar que está constantemente en peligro de extensión en el Congo, son dos niveles de un modelo concén-
desaparecer.
trico y jerárquico del mundo. La capital congoleña es un tí-
Incluso en otro aspecto podríamos sostener, de igual mo- pico espacio colonial de poder, con un antiguo centro colo-
do, que los movimientos milenaristas que se opusieron al ré-
nial, Ea ville des blancs, provista de toda la parafernalia de
gimen colonial entre comienzos y mediados del siglo XX no
la modernidad, rodeada por bidonviEEes negras, gigantes-
sólo estaban interesados en la expulsión de los blancos, sino cas aldeas atestadas. La organización del espacio es alavez
también en la apropiación de su fuerza vital. La naturaleza
producto y expresión de la jerarquía social y su distribución
de esos movimientos, similar a la de los cultos «cargo»,es
de fuerza vital. Los franceses, por su parte, hicieron mucho
meramente un desplazamiento de la estrategia general ha-
por cultivar un modelo de continuum cultural del negro al
cia un nuevo ámbito. Tales movimientos se transformaron
blanco, llamando évolués a los más integrados en el sector
hoy en un vasto conjunto de cultos terapéuticos cuya meta
moderno.
es justamente la transferencia de la force vivante de Dios
Los bakongo son la principal población que se desenvol-
a quienes la necesiten. Esto es consumo en el sentido más
vió en el marco del desarrollo comercial y administrativo de
profundo de la palabra.
la colonia; y como «desenvuelto»implica evolucionado, este
Nos hemos movido, en síntesis, entre la vestimenta y los grupo étnico emergente dominó el orden de rangos del pro-
cultos religiosos, entre el ritual «cargos y el canibalismo,
ceso de civilización: «Mientraslos grupos que pertenecen a
sosteniendo que entre esas diferentes formas de consumo
los teke conservaron su estilo ancestral de vestimenta de ra-
existe una conexión o, quizá, más que una simple conexión:
fia, basado en retazos cuadrados cosidos entre sí y usado co-
una identidad de demanda distribuida en campos diferen-
mo una "toga" por los hombres y como un "pagne" por las
mujeres, los kongo abandonaron muy pronto el pob-pato, cuyos habitantes eran fundamentalmente del
rte y no pertenecían a los bakongo, era sólo un tercio de la
stente entre la elite cultural de Bacongo.
plementa con toda una gama de bienes europeos importa- podríamos experimentar la tentación de interpretar ese
dos: «En el país bakongo hay una fachada de modernismo onsumo de modernidad como una CzqX'eSión del com~lejo
que en la mayoría de las otras regiones de Congoy Gabón no olonial analizado por Fanon, Manoni y otros (Gandoulou7
es en modo alguno tan notoria» (traducido de 1989, págs. 27-8), pero, al menos en el caso del Congo7 se
1955, pág. 43). trata más bien de una ~om~lementariedad en la que un 1-6-
No hace falta decir que esa transformación de 10sb e o n - *en colofial caka una praxis jerárquica ya existente. Así7
go creó también una &visión étnica entre el sur y el norte de la forma específica de la estrategia de consumo se organiza
la región. En esta Última zona, más conservadora y cultu- de acuerdo con la jerarquía racial, esto es, una apropiación
ralmente a la defensiva, llaman a los bakongo, no sin cierta de todo lo que se asocia al status del blanco, Pero no puede
admiración, k6g0 mindele, congoleños blancos. El arte de la reducírsela a alguna forma de cultura colonial o del com~le-
vestimenta, como hemos señalado, fue y es el instrumento jo de inferioridad del colonizado.
último de la autodefinición, y las estrategias de vestir el
cuerpo tienen un efecto generalizado en los congoleños, ya
documentado con toda claridad en la década de 1950: Existentialisme 5 la mode
«El habitante de la ciudad aparece como un nuevo tipo de En la década de 1950 aparecieron muchos clubes juve-
personaje, representado y claramente señalado por su vesti- niles cuya identidad estaba ligada a las instituciones fran-
menta muy europea; ese es el signo reconocido por los blan- cesas introducidas en Brazzaville, la capital colonial. Ya
cos y convalidado, en términos no demasiado peyorativos, tenían cine, y a él concurrían habitualmente les évolués; a
por la denominación de evolucionado (évolué) o destriba- través de los nuevos medios de comunicación, también aso-
lizado. Aún dependiente de la exclusividad de su aparien- ciados al nuevo estilo de vida, se difimdían imágenes de la
cia, el centi-oafricanoinvierte una parte significativa de su vida moderna a la manera parisina. Los nuevos grupos, for-
ingreso en ella: en promedio, el 20%, según estimaciones mados sobre todo, pero no exclusivamente, en el quartier
hechas por M. Soret en 1951.El lugar destacado de las telas de Bacongo, llegaron a ser conocidos como existentialistes o
importadas de algodón (el segundo, detrás de "máquinas y «existas.. Ello no se debía a ninguna adhesión explícita a la
repuestos", en 1950, y el primero por amplio margen en filosofía de Sartre, sino al hecho de que esta se asociaba
1938)y la gran cantidad de sastres establecidos en centros al talante y l a moda dominantes en París después de la
urbanos (uno cada trescientos habitantes en Poto-Poto y guerra:
uno cada noventa y cinco en Bacongo) son una clara indica-
ción del interés por las telas y la ropa» (traducido de Balan- «Los clubes congoleños adoptaron, entre otros, el negro y el
dier, 1955, pág. 22). rojo, que ellos suponían los colores de sus pares parisinos.
De hecho, no se trataba sino de la construcción de una ima-
gen a distancia de lo que se consideraba el existencialista
La importancia de las telas importadas, que en la década de parisino, puesto que no había una correlación entre este y la
1950 eran convertidas en vestimenta por sastres que repre- ropa negra y roja» (traducido de Gandoulou, 1989, pág. 33).
sentaban una proporción significativa de la población de la
ciudad, tuvo una poderosa incidencia en las estadísticas co- Esos clubes juveniles, con una edad promedio de diecio-
merciales de la colonia. También la densidad de sastres te- cho años, también eran asociaciones de ayuda mutua por-
nía un carácter distintivo,puesto que su cantidadper capita que los miembros contribuían a solventar los gastos de los
demás y a promover las metas del grupo. La identificación
con un estilo de vida parisino era parte de una estrategia de
distinciones jerárquicas en la que diferentes clubes compe- Si bien eran muy añcionados a la ropa, los «exis
tían entre sí por el status, íntegramente expresado en el también hombres de familia que tenían su trabajo
ámbito del vestir: ~Bacongoera al mismo tiempo temido y ban bien integrados a la cultura urbana en desarrollo del
admirado por su ropa. Había una especie de reverencia por país. La de 1950 fue una década de expansión económica en
ese barrio. (traducción de información citada en Gandou- la que los salarios aumentaban más rápido que los precios.
lou, 1989, pág. 34). Los clubes tenían sus propios diseñado- Esa década llevó también al movimiento independentista
res, que eran figuras fundamentales en la conformación del y al establecimiento de un estado nacional, todo ello en el
status. A pesar de la falta de interés en los problemas exis- marco de una creciente ideología socialista. Durante la dé-
tenciales, toda lavida de los «existas» se basaba en ellos, y la cada de 1960 los clubes declinaron, lo mismo que la activi-
moda como proyecto era una solución evidente por sí misma dad de los cultos religiosos. Muchos voceros de los movi-
para la supervivencia personal en una población colonizada mientos socialistas atacaron los cultos de la ropa por consi-
en la cual la individualidad se identificaba con la apropia- derar que ofendían la identidad &cana y la nueva revolu-
ción de la otredad. ción social. En su lugar, comenzaron a prevalecer el compro-
La estrategia de la vestimenta en la década de 1950 tam- miso político con el futuro y el simultáneo renacimiento de
bién podría contextualizarse en términos de la transforma- la cultura tradicional como espectáculo nacionalista. Los
ción general de la sociedad congoleña: rápida urbanización, antiguos «existas» desaparecieron, y desde 1964hasta 1968
crecimiento del sector asalariado y monetarización de la sólo hubo una diseminación de organizaciones juveniles,
economía, creación y difusión de nuevas formas de sociabili- llamadas clubs desjeunes premkrs, que continuaron la tra-
dad: muchas asociaciones de ayuda mutua, proyectos comu- dición de la vestimenta que se había convertido en símbolo
nes y mantenimiento de la identidad étnica emergente. Con de la identidad kongo en una nueva luch tiétnica por el
todo, esas transformaciones no lograron disolver las redes poder político.
de parentesco que vinculaban las áreas urbanas y rurales y El nuevo estado congoleño, así como otros estados afi-ica-
absorbían gran parte de los nuevos ingresos urbanos, ni ali- nos, había surgido como una estructura de clase en la que,
mentar a los habitantes de la ciudad faltos de recursos. La en lugar de los blancos coloniales, quienes ocupaban la mis-
oposición entre el sur desarrollado, dominado por los kongo, ma jerarquía eran políticos locales, imbuidos de iguales va-
y el norte subdesarrollado, representado principalmente lores. En un sistema en el que el consumo define la identi-
por los mbochi, ocupó cada vez más el primer plano. Tal co- dad y la parafernalia de la modernidad no sólo representa
mo la imaginan los kongo, la jerarquía concéntrica puede sino que constituye la esencia misma del poder social, la es-
representarse así: París > Kongo > Mbochi > Pigmeos > Na- tructura de la sociedad tiende a adoptar los atributos de un
turaleza. Otro grupo, el de los teke, los tramposos del siste- escalograma perfecto de consumo ostentoso:
ma, tiene un pie en el norte y otro en el sur, y establece «Mientrasque en Occidente el signzcado del adjetivo "rico"
alianzas con los dos. Los teke suelen ser considerados trai- califica a los individuos en términos de su posesión de gran-
dores, pues ellos hicieron el tratado original con De Brazza, des propiedades, medios de producción, puestos muy bien
que entregó la región a los franceses.A s í , la estrategia de la remunerados, en el Congo (. . .) la idea de riqueza se mide
vestimenta participa en una serie de distinciones «tribales» según el poder de consumo, cuyo único valor deriva del gra-
o étnicas que animan la historia política del Congo, y hasta do en que se identifica con el consumo occidental))(traduci-
las deslinda. do de Gandoulou, 1984, pág. 41).
1 En 1968, como resultado de un golpe militar, los kongo
l fueron desplazados por los mbochi. Desde el punto de vista
de la ideología kongo, la situación equivalía a una invasión La práctica de la elegancia y la producción de
bárbara. A l mismo tiempo, la economía comenzó a est
carse en forma tal que, pese al auge del petróleo a fines de
estructura
década de 1970 y comienzos de la década de 1980, las pers-
pectivas de un crecimiento hturo quedaron marcadas por La supe es un programa ritu ara la transformación
una debilidad permanente. En ese período apareció una se- del joven común y sin rango en un gran hombre. Comienza y
gunda y más intensa ola de consumo elegante, principal- termina en Bacongo, con una fase «liminal»en París. Con-
mente situada, una vez más, en los grupos sueños de Ba- siste en la acumulación continua de un vestuario y su exhi-
congo que por entonces habían sido despojados de manera bición ritual en fiestas organizadas y bares danzantes. En
sucesiva de sus posiciones políticas y burocráticas, así como Brazzaville se puede comenzar acumulando ropa de nivel
de su papel ideológico rector en el país. inferior, «nogriffés», copias y prendas comunes de confec-
La supe, derivado del verbo se super, que significa «ves- ción. El traslado a Par's, E'aventure, es el inicio de la verda-
tirse con elegancia»y que connota al flaneur de nuestra so- dera transformación del sapeur ordinario en una persona de
ciedad, cobra un significado particularmente vigoroso al status superior, unparisien. Como en la fase liminal de mu-
aparecer en los clubes juveniles de Bacongo. Como institu- chos rituales, París es un tiempo y un espacio de ordalías,
ción, la SAPE alude a la Société des Ambianceurs et Person- donde la vida consiste en tirar de la manga para obtener,
nes Elégantes. Mientras que los anteriores aexistos~eran por las buenas o por las malas, el dinero contante y sonante
jefes de familia empleados que tenían sus propios sastres y y el crédito necesarios para acumular un verdadero guarda-
competían como grupos o equipos, los sapeurs son, en bue- rropa de haute couture, llamado lagamrne, esto es, la escala
na parte, jóvenes desocupados y solteros que colocan a los de los grandes nombres del vestir. En cierto sentido, París,
diseñadores locales en el nivel inferior de una escala que como centro de la sape, es una especie de cielo, pero en tér-
asciende desde la ropa importada de confección hasta los es- minos de privaciones se acerca al infierno. Esa contradic-
calones de la haute couture, y que compiten individualmen- ción se entiende como resultado del rango inferior de los
te en sus esfuerzos por alcanzar la posición de un grund. La negros en la sagrada morada del poder blanco. El orden je-
sape es una red de individuos que forman escalas jerárqui- rárquico de la vestimenta prolonga en gran medida la ante-
cas al ganarse una reputación y una clientela en el marco rior escala local de los «existas»; desde la ropa de menor
más general de los lugares nocturnos de la ciudad. Pero las nivel hasta la de mayor nivel, se organiza como lo indica la
escalas jerárquicas que son los propios clubes constituyen figura 9.1.
un espejo perfecto de la organización clánica: «No es infre- El mismo tipo de jerarquía se da en todos los dominios
cuente que los sapeurs usen la palabra "familia" cuando se del adorno corporal. Las etiquetas desempeñan un papel
refieren al club; tienden a ver a los demás miembros como decisivo. Los zapatos Weston, por ejemplo, se clasifican en-
verdaderos parientes» (traducido de Gandoulou, 1989, pág. tre los de mayor nivel. Hay otras marcas inglesas o france-
90). E n general, cada club tiene un nombre, un territorio, sas menos conocidas y hasta copias, etc., en una escala des-
un conjunto de subgrupos jerárquicos, denominaciones es- cendente que llega a las sandalias locales. El rango es esen-
pecializadas y una división del trabajo. Existen reglas y re- cial, y por tanto no hay sustitución posible. Ese es el prin-
glamentos especiales que establecen cómo deben dirigirse cipio fundamental de la sape.
los miembros unos a otros, usos lingüísticos especiales y ri- Encontramos un excelente ejemplo del rigor de esa coac-
tuales que simbolizan la identidad del grupo.
ción en el caso de una fábrica que manufacturaba irnitacio-
nes de zapatos de cocodrilo Capo Bianco, cuyos originales
costaban en 1984 cinco mil doscientos francos franceses.
Las copias, que eran muy buenas, costaban solamente no-
vecientos francos, lo que incitó a algunos parkiens a com-
prarlos. Cuando se corrió la voz, se produjo una reacción difundidas prácticas, pero también signi
verdaderamente terrible: poderoso, o sea, volverse más blanco.
las actividades menos onerosas del a
Paris
tos usados son variables también
escala de elegancia de acuerdo con su eficacia. El término
lari (un dialecto kongo) kilongo, que tiene una fuerte conno-
tación de «medicinan,es el vocablo general para ese «maqui-
llaje~.Aunque no disponemos aquí de espacio para anali-
zar este ámbito muy elaborado, cabe notar que su lógica es
idéntica a la encontrada en otros dominios, o sea, el uso de
No griff6s:
ropa de confección la «medicinan en la acumulación
Congo tanto en la verdadera belleza de
Confeccionada por un elegancia en el vestir.
sastre de Brazzaville
, ( con tela importada / l
El parisien mantiene un contado cons
peurs de su país, a quienes pone al corriente de sus aventu-
Confeccionada por u n / Los existos
sastre de Brazzaville ~ ~ t ~ ~ ras y, lo más
~ importante, l de sus adquisi
~ ~ determi-~
con tela local nado momento de ese proceso hace una descente, un regreso
a Brazzaville para exhibir su nivel de status. Por lo general,
la descente se hace varias veces y con conjuntos siempre re-
Figura 9.1. Jerarquía de «la supe>>. novados, hasta el regreso snal y el intento de reintegración
a la sociedad congoleña. Ese es el proceso de formación de
'<Ah non, za fua zé (. . .) tienes que comprar zapatos auténti- u n gran hombre o ungrand, un verdaderoparisien, la cate-
cos. Aunque el artículo sea de mucha calidad, ni bien se sabe goría más elevada en el orden jerárquico. Culmina con una
que es una imitación está todo perdido, affaires zi fuidi. El gala ritual, u n asunto costoso al que todo el club hace s u
par de zapatos de coco(dri10)más barato cuesta dos mil fian- aporte para alquilar un restaurante bailable y una banda, y
cos. Za fue zé, alisto, se terminó»,affaires zi fuidi (. . .) qa ne comprar comida y bebida. Se hacen invitaciones y la noche
va pas, affaires zi fuidi. La paire croco la moins chkre cofite de la prueba es un verdaderopotlatch de elegancia en el que
2.000 francsn (traducido de Gandoulou, 1984, pág. 75). los candidatos deben, como se dice, se super ti mort. U n
panegirista oficial presenta a cada astro o héroe, enume-
La acumulación de la gamme no es simplemente cuestión rando escrupulosamente sus cualidades y la totalidad de
de apariencia, tal como nosotros la entendemos. No basta su atuendo: ropa, zapatos y maquillaje. Su novia, también
con tener cierto aspecto, porque este debe ser auténtico y el vestida de punta en blanco, lo abraza públicamente y le en-
único signo seguro de autenticidad es la etiqueta. Las copias trega un regalo, tras lo cual se presentan otros con obse-
no son inaceptables, pero les corresponde un rango inferior quios parecidos. Sigue a ello una señal del panegirista a la
en el sistema. La elegancia, entonces, no tiene que ver me- orquesta que ejecuta varios compases intensamente rítmi-
ramente con lucir elegante, mostrarse con ropa que parece cos, durante los cuales el sapeur se exhibe ante el público.
de haute couture. Tkne que ver con usar logenuino y, en este Se presenta al siguiente sapeur, y el procedimiento se repite
sentido, ser lo genuino. hasta terminar con todas las presentaciones. La función de
Otro ámbito relacionado con la transformación del cuer- esta fase es la fiime o afectación inicial, aquí en el sentido de
. po es la práctica del rnaquillage a outrance, el uso de una ostentación. Tras la presentación comienza el baile propia-
mezcla de fuertes sustancias químicas, incluida la lavandi- mente dicho y se abren formalmente los festejos. Lo que se
na, para aclarar la piel. La expresión sejaunir alude a esas denomina la danse des griffes consiste en una meticulosa
exhibición de todo el conj re la propia de la aventura parisina. Y su punto final revela el precario
persona durante el baile. E e realizarse destino de los sapeurs cuando vuelven definitivamente a
con el mayor refinamiento. Como en toda celebración están Brazzaville, puesto que la paradoja última de todo el pro-
presentes varios grandes sapeurs, es inevitable que haya yecto es que se inicia y termina en consumo, pero no gene-
.
conflictos de status. Estos se expresan en el intercambio de ra ingresos fijos. La cuestión es más complicada de lo que
elaborados gestos de desdén, superioridad y estudiada indi- podría parecer desde un simple punto de vista económico.
ferencia. Gandoulou (1989, pág. 115) ha descripto un acto Pues en la medida en que la acumulación de etiquetas origi-
específico de humillación, en el que un hombre pisa la punta na redes de patrones y clientes, a menudo existen medios de
de los zapatos Weston de su adversario y dice: «Ngé za fua convertir esas redes en operaciones generadoras de ingre-
zén, que significa: qMira, así no va!»,con el sentido de «Aquí sos en el intrincado sector informal, caracterizado por lar-
no hay lugar para ti».Un sapeur tiene que estar muy seguro gas cadenas que combinan la venta y el alquiler de práctica-
de su superioridad antes de participar en algo semejante. mente todo. Mientras que muchos antiguos sapeurs caen en
Además, no deja de ser común que su adversario se escabu- el olvido, otros se las arreglan para transformar su elegan-
lla, se cambie de ropa y/o de zapatos y regrese a desafiar a cia en verdaderos beneficios económicos. Pueden señalarse
su oponente (ibid.). Esas celebraciones de la belleza susci- incluso ejemplos extremos de reconocimiento internacional
tan toda una mitología de los grandes hombres, y son la con- del refinamiento de la sape, lo que posibilitó que algunos as-
dición intergrupal de la jerarquía intragrupal de los clubes. cendieran a las sagradas alturas del Olimpo francés de la
En la estructura de relaciones producidas por esas acti- moda, donde se convirtieron en verdaderos dioses del movi-
vidades, un conjunto de líderes o grandes hombres fiincio- miento. En marzo de 1990un sacerdote recientemente con-
na como equivalente de jefes de linaje en una vasta red de sagrado descendió a Brazzaville, donde montó un verdadero
clientelismo e intercambio. Un gran hombre atrae depen- bal des sapeurs en el Hotel hlbamou Palace, frecuentado
dientes ansiosos por trabajar como sus esclavos a fin de te- sólo por la elite verdaderamente acaudalada de la clase es-
ner acceso, aunque sea temporario, a sus bienes de presti- tatal y por sus huéspedes europeos. Ese acontecimiento,
gio, cuyos rangos inferiores bastan para formar jerarquías pues, señaló en términos bien claros la capacidad de trans-
menores. La organización de los clubes se convierte en una formar la imagen en realidad. Si bien sólo la «verdadera»
jerarquía de grandes hombres, miembros mayores y miem- elite podía permitirse el lujo de estar presente, el acto mis-
bros menores. Un sapeur suele tener lo que se llama un ma- mo legitima todo el proyecto de acumulación de prestigio en
zarin, nombre tomado del famoso ministro de Luis XIV, que su contexto moderno.
actúa como sirviente y mensajero personal. Del prestigio
acumulado mediante la aventura de la sape surge una red
de clientes. Estos, novicios con grandes aspiraciones, pue-
den llegar a tener acceso a relaciones sociales y a recibir en La individualidad y el yo social: la elegancia como
préstamo las ropas del gran hombre para usarlas en sus política
propias hazañas. También hay intercambio y préstamo de
ropa entre los grandes hombres: una verdadera circulación Hasta aquí hemos sostenido la existencia de cierta uni-
de bienes de prestigio que evoca las organizaciones políticas dad en las estrategias congoleñas de la individualidad. La
congoleñas tradicionales. ropa es más que una propiedad, la expresión de un yo pre-
Esta estructura sólo puede mantenerse mediante la existente o la realización de un yo imaginado. Es la consti-
circulación constante de personas entre París y Brazzaville, tución del yo, de un yo que es enteramente social. No hay un
con la acumulación continua de haute couture que define el «verdadero yo» debajo de la superfície, y no se desempeña
orden de rangos de la elegancia. Los límites objetivos de ese ningún rol que pueda contrastar con un sujeto subyacente
proceso están determinados por las condiciones económicas verdadero. Uno de los elementos de continuidad en la natu-
raleza del consumo congoleño -sea este de personas, del naza al orden una amenaza a la
poder de Dios o de ropa- es el efecto de realización que pro- poder y la ap e comenzar a caer
duce en el individuo. Los sapeurs suelen describir su estado de la diferencia que hay entre él como sujeto y su imagen
como el que producen las drogas o un encantamiento. To- elegante.Ala inversa, el flaneur cínico puede llegar a absor-
man parte en un proyecto omnicomprensivoque los absorbe berse tanto en su propia imagen, que pierde todo contacto
por entero: «Soyel hombre más feliz del mundo. Me impulsa con su realidad como sujeto. La unión
un complejo de superioridad. Aunque usted pase frente a una caracterizada por el individuo mod
mí, yo no lo veo. Lo ignoro, sin importar cuál sea la expecta- yo holístico, se produce en el ámbito de una condición narci-
tiva de su rango social si usted es mi pariente, por supuesto» sista más fun estro análisis de la individua-
(traducido de Gandoulou, 1989, pág. 162). lidad congole do que un tipo específico de so-
La experiencia del sapeur no equivale a la del flaneur, se- cialización, en el cual la iniciativa individual es contrariada
gún lo sugerí al comienzo de este examen, por la sencilla ra- por doquier y el niño se empapa de una cosmología en la que
zón de que es completamente auténtica. No se le hacen él aparece representado como un conjunto de elementos co-
trampas a la realidad. La estrategia no consiste en embau- nectados con una estructura familiar de fuerza vital más
car al público, en emplear la apariencia como instrumento amplia, tiende a generar una experiencia del yo como total-
para alcanzar un status por medios ilegítimos. En un mun- mente dependiente del grupo de pertenencia. Esta es una
do donde la apariencia tiende a fundirse con la esencia, en situación social que refuerza el estado narcisista de la in-
lugar de simplemente representarla, vestirse con elegancia fancia con una identidad cosmológica segura que funciona
no es un medio sino un fin en sí. Con todo, en la experiencia en lugar de lo que en la sociedad capitalista moderna se de-
misma hay cierta superposición. Por una parte, sabemos signan como fiinciones del yo. El individuo moderno, sociali-
por experiencia propia que el consumo puede usarse para zado para sentirse como organismo autodirigido, controlado
superar la depresión, y que quien concurre a un solárium por los proyectos de su yo, sólo puede regresar a un estado
quizás explique que lo hace por la sensación de bienestar narcisista cuando esos proyectos fracasan por completo. Pe-
que le procura. Si el blanco es hermoso para ellos, el bron- ro ese no es el narcisismo confiado de un universo interpre-
ceado puede ser hermoso para nosotros, y en el caso de algu- tado. Es un estado de completa inseguridad, la angustia de
nos lo es en una forma que parece similar en la superficie. no existir, que sólo puede resolverse si captamos la mirada
Varios estudios acerca de la cultura juvenil de clase obrera del otro, que pueda afirmar nuestro ser. En cambio, podría
en Inglaterra también han subrayado lo que parecería ser decirse que el sujeto holístico siempre tiene sobre sí la «mi-
la sensación más fuerte de identificación con los productos rada del otro.; Dios nunca deja de vigilar.
consumidos: ((Elchico mod veía las mercancías como exten- El narcisista occidental que se viste a fin de conñrmar
siones de sí mismo, y no como cosas totalmente indepen- desesperadamente su ser y su valor a través de los otros es,
dientes de su fabricante o su usuario y envueltas en un con- desde este punto de vista, el extremo anormal del flaneur,
junto de reglas para su uso» (Herman, 1971, pág. 51). Lo normalmente más inhibido, que ha perdido su yo y depende
cierto es que el consumidor occidental, sea cual fuere la cla- del otro. Por su parte, la conducta del sapeur es una varie-
se social a la que pertenece, parece estar embarcado ante to- dad extrema del adorno normal orientado por otros del con-
do en la construcción de un espacio identitario que en gene- goleño, una conducta que puede suscitar inadvertidamente
ral es su producto, su proyecto. Pero podría sostenerse que la sensación de una individualidad autónoma, aun cuando
hay una correlación entre el debilitamiento del yo, el au- se inicie como un intento de acumular la fuerza vital encar-
mento del narcisismo y la mayor depen nada en la elegancia. Aunque parcial, esa tendencia está
consumo dirigido por otros. presente en la autocomprensión,y hasta en el cinismo de los
El sapeur, al enfrentarse a la realida sapeurs, como se expresa en los textos de sus invitaciones a
estatal que considera que su actividad misma es una ame- las fiestas (véase el texto en el recuadro).
«Desdeel momento en que, dentro del terreno de la aparien-
cia fisica, de su estética, en otras palabras, en el ámbito de
la "máscara social", se alcanza un ajuste perfecto, casi de- La parodia de la elegancia convierte al sapeur en un de-
masiado perfecto, una conjunción absoluta, con el grand lincuente, un sociópata intolerable, un peligro para los fun-
monsieur, se produce una ruptura: la exageración, el exceso, damentos mismos de la sociedad. La cantidad de propagan-
el ~?iiperconformismo",terminan por subvertir la norma da dirigida a destruir un grupo de jóvenes que no hacen más
misma que pretenden alcanzar* (traducido de Gandoulou, que vestirse de manera elegante es indicativa de la verdade-
1989, pág. 170). ra amenaza que plantean a la clase estatal. El peligroso éxi-
to de su proyecto consiste en la demostración de que se pue-
de alcanzar la «cima»sin pasar por los canales aceptados de
la educación y el «trabajo».Ese es el gran delito contra la
Invitaciones a fiestas
identidad de prestigio y poder. Pero para las autoridades no
El siguiente texto indica el grado de autoconocimiento es en modo alguno fácil hacerle frente. Simplemente, no
cínico expresado en la sape: pueden ignorar esa elegancia ilegítima más de lo que ellas
mismas pueden renunciar a ella, con la idea implícita de
«La Galia fue una provincia romana durante más de cuatro- que, después de todo, el hábito no hace al monje. En esa sub-
cientos años. Los galos imitaban a los romanos: se vestían y versión de la jerarquía simbólica actúa, pues, una lógica
vivían como ellos, aprendieron su lengua, el latín; poco a po- aún más terrible.
co ya no se pudo distinguir a unos de otros y todos los habi- Uno de los cantantes más populares entre los jóvenes
tantes de la Galia fueron conocidos como galorromanos». congoleños es Boundzéki Rapha, conocido por dos cancio-
LES AZURIENS
[«Pueblode la Riviera, Rivieranos>>]
En Extasis
257
le, o hablar por él, en Última instancia lo forzamos a hablar meno de mayor escala, la autorreflexión antropológica de-
por medio de nuestras categorías. Esto funciona bien en la bería conducirnos a una perspectiva más amplia.
situación de un imperio o una hegemonía estable y una
jerarquía clara de identidades. Pero cuando esa situación
comienza a desintegrarse, sus discursos correlativos pier-
den autoridad, no sólo porque nosotros mismos nos damos Las vicisitudes del sistema global
cuenta de que ya no podemos sencillamenterepresentarlos,
sino también porque ellos no nos dejarán hacerlo. Su auto- Postularé que en el tipo de sistema en que vivimos -un
identificación perturba la que nosotros les asignamos. sistema basado en la reproducción de riqueza abstracta a
El problema de los antropólogos es trivial en compara- través de la generación de medios de producción y de consu-
ción con la cuestión más amplia de la que no es más que un mo, que en su forma más pura es el capitalismoindustrial-
indicio. Los académicos argumentan y contraargumentan existe una marcada relación funcional entre los cambios
sobre la forma de resolver el problema, y hay una fuerte que se dan en los flujos y la acumulación de capital en la
tendencia a intentar restaurar la autoridad etnográfica, arena mundial, y los que se advierten en la construcción
ya sea subsumiendo el diálogo en el monólogo occidental o identitaria y la producción cultural. Esas relaciones pueden
recurriendo a otras tácticas, como la poesía y las autopro- subsumirse en la que existe entre los procesos materiales y
clamadas formas posmodernas de representación (Tyler, el espacio cultural de la modernidad, y en las dinámicas y
1991).l Pero al no concebirse a sí mismos como objetos an- cambiantes relaciones entre las modernidades de distinta
tropológicos en el mundo, pierden toda perspectiva y corren constitución que componen la arena global.
el peligro de sumirse en la contemplación autista de su pro- Las fases hegemónicas estables de los sistemas globales
pia experiencia. se caracterizan por la existencia de relaciones fuertemente
Y el problema parecería ser el siguiente: el espacio etno- jerárquicas entre los centros dominantes y sus periferias.
gráfico de la antropología ha sufrido una implosión. Su rea- Se distinguen por una acumulación centralizada del capital
lidad de centro y periferia se desmorona,y erosiona con ello y la división del trabajo resultante, que tiende a tomar la
el fundamento de la capacidad de Occidente de representar forma de zonas de oferta de materias primas y mano de obra
al resto.2 La metáfora del autismo, de la retirada narcisista en la periferia y de manufactura industrial de bienes ter-
desde el objetivismo y la teoría hacia la exclusiva contem- minados en el centro, esto es, el síndrome del «taller del
plación de la experiencia de campo, el encuentro con la mundo».
otredad y la tenaz identificación con la etnografía, son parte En contrapunto con esas fases hay períodos de descen-
de una transformación concreta del mundo que resulta evi- tralización de la acumulación de capital, cuando los centros
dente en vastos dominios de nuestra existencia social. Si la que se han enriquecido y encarecido, desde el punto de vista
situación de la antropología es un mero síntoma de un fenó- de la producción, exportan grandes cantidades de capital a
áreas específicas del sistema. Aparecen entonces nuevos y
Desde luego, ello supone una correspondencia más bien -anticuada» pequeños centros que se expanden rápidamente, comienzan
entre nuestra modalidad poética moderna y una presunta <<mentalidad a competir con la producción central y llevan por último a
primitiva».
En un reciente congreso académico sobre el Medio Oriente celebrado
una situación en que el centro pasa a ser poco a poco el con-
en Copenhague, la exposición hecha por un eminente especialista acerca sumidor de los productos de su propio capital exportado. La
de la tradición y la identidad en Irán fue refutada por un miembro de la declinación del centro es un proceso complejo y desparejo.
Cofradía Musulmana que, vestido con el atuendo tradicional, participaba Mientras que las áreas industriales tienden a declinar, las
en el seminario sentado en las últimas filas del salón. Esta persona habló grandes sumas de capitales que se liberan de la producción
un buen rato y era claro que estaba muy informado sobre su cultura, pero
desde un punto de vista interpretativo muy diferente. Es muy interesante y se repatrian de la exportación se invierten en proyectos de
que su discurso provocara un completo silencio. carácter más mercantil: bienes raíces, acciones, objetos de
arte, artículos suntuarios, etc. Esa fase cobra una paradóji- flación y su problema de liquidez inherente.3 Esto ocurrió
ca apariencia en la que se combinan la desindustrialización en otras épocas: antes de la década de 1920, antes del capi-
y la renovación edilicia, el crecimiento de la riqueza y el talismo industrial, antes de la declinación del Mediterrá-
crecimiento de l a pobreza, la formación de barrios bajos y el neo, quizás antes de la decadencia de Roma e incluso antes
auge de los yuppies, en tanto que la estratificacióncreciente de la desintegración de la a ateniense.
de los centros «realmente declinantesn constituye un único
proceso sistémico. Lo que se presenta como el surgimiento Y
de una sociedad «posindustrial»,caracterizada por el predo- Tendencias del sistema: 1 F
minio de la producción y el control de la información, es en
gran medida, o acaso en su totalidad, el producto de la des-
industrialización y de los cambios que la acompañan en la
estructura de clases. En ese período existen en el centro
nuevos grupos en ascenso y una apariencia de progreso, a
causa del crecimiento de la mercantilización y de una esca-
lada del lujo en los bienes y los espacios de consumo:
F: capital ficticio
C: capital real
«Desdelas viviendas para artistas que "viven pobremente" y: capital total
al margen de la corriente principal de la sociedad hasta las t.tiempo
residencias lujosas para una burguesía urbana "artística",
la vida en los lofts refleja una interesante expansión de la Figura 10.1. Capital ficticio y posmodernidad. Esta ecuacidn indica que el
capital ficticio crece más rápidamente que el real, esto es, el capitalproduc-
cultura de clase media. En este momento del siglo XX, el es- tivo, y en una proporción creciente. Esto ocurre en períodos de descentrali-
tilo cultural que se asocia a los lofts - e l estilo de vida del zación de la acumulación de capital en el sistema, acompañada en el cen-
loft- pone de manifiesto una preferencia de clase media tro por la inversión en sectores no productivos. El espacio posmoderno de la
por el espacio abierto y las formas artísticas de producción, inversión se sitúa en el intervalo entre las curvas de crecimiento real y fic-
así como una nostalgia más general por el "pasado más ticio.
pequeño" de la gran era industrial (. . .) La integración de
una estética industrial al nuevo culto de la domesticidad re-
fleja también la comercialización del cambio cultural, ade- La descentralización de la acumulación hegemónica im-
más de cambios sociales obvios, como el fin de la "edad me- plica una creciente competencia de capitales y un potencial
cánica" de la sociedad industrial, la profesionalización de desplazamiento de la hegemonía. En el antiguo centro en-
las actividades de tiempo libre y el apartamiento de muchas traña un movimiento de la riqueza hacia el consumo y la
mujeres de clase media de las tareas domésticas* (Zukin, acumulación especulativa, con los cambios concomitantes
1982, pág. 81). en l a estructura social y, como veremos, en la cultura.
Hay una relación entre los procesos económicos y los pro-
cesos culturales, al menos en un sistema basado en la acu-
Si los principales mercados para la inversión de capital mulación de riqueza abstracta, que en última instancia de-
son la tierra, la vivienda, el arte y las acciones, hay un claro pende del proceso de producción material. La organización
paso de la acumulación real a la acumulación ficticia - e n misma del consumo y, por tanto, de la demanda, depende de
términos de Marx-, es decir, a la acumulación de valores
en papel cuyo único efecto es el incremento de la estratifica- El crecimiento de la acumulacidn ficticia respecto de la real implica el
ción a través de la diferenciación de la riqueza y la mayor crecimiento de la deuda en comparación con los medios de pago, esto es,
presión sobre la acumulación en general por medio de la in- una declinación de la liquidez.
la distribución de la acumulación de capital en el tiempo y el Es la fuente del deseo y, por tanto, de las motivaciones espe-
espacio. La demanda no está determinada por un código de cíficas que generan esquemas representacionales.
consumo claramente definido, sino que la impulsa el espíri- No es indispensable ser un defensor de Freud para apro-
tu goetheano de la modernidad. Por consiguiente, es varia- piarse de un concepto tan básico como el de narcisismo. Di-
ble y, en principio, está sujeta a una variación infinita. Para cho de otro modo, no es necesario suponer que hay una es-
captar esa relación es indispensable comprender la natura- tructura universal de la psique humana que comprende el
leza del yo moderno sobre una base comparativa, tema al ello, el yo y el superyó. Puede aceptarse la existencia de los
que volveremos. Si pretendemos mantenernos dentro de la tipos de actividad a los que se refieren esos tópoi, sin dar por
rúbrica definida anteriormente, debemos limitarnos a las sentado que deban tener necesariamente una relación fija
tendencias de la acumulación de capital, caracterizadaspor entre sí dentro del individuo humano. La expresión «narci-
los siguientes procesos, en apariencia contradictorios: sismo primarion alude a un estado en el cual los actos de
autodefinición dependen del otro durante la primera in-
1. La descentralización de la acumulación de capital en el fancia. Este punto de partida básico del hombre ha sido ob-
espacio y la aparición concomitante de nuevos centros jeto de muchos debates y examinado de manera más siste-
de acumulación, así como de cambios en las relaciones mática por el psicoanalista estructuralista Jacques Lacan
entre centro y periferia. cuando se refirió a lo que él llama estadio del espejo. Existen
la. Rápido «desarrollo>> selectivo en algunas áreas y apari- desde luego claros paralelos con la obra de G. H. Mead, de
ción de «modernidades>> y centros de consurno del mer- sesgo más cognitivo, así como con gran parte de la primera
cado mundial. psicología fenomenológica de Sartre, que es sin duda una
2. Intensificación de la mercantilización en el centro: eca- fuente -aun cuando sea a través de una crítica del sujeto
pitalización,, de las relaciones sociales y creciente trans- existencialista- de un sector considerable de la obra de
formación de los aspectos del mundo social en mercan- Lacan.
cías, que produce así lo que se considera una evolución Desde un punto de vista freudiano, el estado narcisista
posindustrial o posmoderna. se caracteriza por la ausencia de experiencia interna o, me-
3. En el centro, desplazamiento general del capital desde jor dicho, del tipo de experiencia que deñne al yo como ser
la producción industrial hacia la acumulación ficticia, autónomo. El sujeto está aquí totalmente integrado a una
los bienes raíces y las industrias de la «cultura.. unidad mayor,primariamente en relación con la madre, y la
constitución del yo es la internalización paulatina del refle-
jo narcisista con el objeto de producir un yo autónomo. En
otras palabras, consiste en la formación de una identidad
Narcisismo y constitución del yo capaz de realizarse a sí misma, es decir, que tiene su propio
proyecto. Este desarrollo, natural en apariencia, se encuen-
No hay en este proceso material nada que pueda asus- tra, de acuerdo con nuestros términos, muy ligado a la cul-
tarnos si, como posmodernos, somos fieles a la práctica del tura. Es la descripción de un tipo particular de socialización
~desdibujamientode los géneros. (Geertz, 1980). La eco- característica de la formación del individuo moderno. Esa
nomía de los sistemas globales es meramente un aspecto especificidad cultural es la que suscita la posibilidad de un
material de un proceso que tiene asimismouna constitución «narcisismosecundarion definido como el fracaso de la indi-
cultural, esto es, que está compuesto de cultura, pero nopor viduación, «elduelo incompleto a raíz de la individuación, la
la cultura. Nuestro propósito es descubrir las coriexiones separación y el abandono inevitables* (Levin, 1987, pág.
entre los aspectos, no disolver el uno en el otro. 502). En muchas formas sociales <momodernas. y no capita-
La construcción de un espacio identitario es el operador listas, la combinación de dependencia y reciprocidad se ex-
dinámico que vincula los procesos culturales y económicos. plica como núcleo cultural. En Oedipe Africain (1966), los
Ortigues muestran la manera como lo que se internaliza tras que en esas periferias las jerarquías locales tienden a
normalmente en el proceso de individuación occidental es quedar englobadas en el orden superior de lo moderno.
allí un marco de referencia constantemente externo para el E n la situación cultural estable de hegemonía, las áreas
sujeto, que sigue siendo dependiente de la autoridad y el incorporadas al sistema conservan una jerarquía de valores
proyecto de vida de los ancestros, esto es, de los muertos. En comúnmente descripta en términos de la desvalorización de.
la modernidad prevalece la situación inversa: al eliminarse la cultura local y la necesidad de identificación, allí donde
la organización ancestral, el establecimiento y la conserva- posible, con el modelo occidental dominante que se de
ción de los proyectos personales sólo pueden tener una fuen- como moderno. La mentalidad colonial y la concienci
te interna, y s u carencia de una fijación socialmente esta- colonizado se forman en ese contexto.
blecida descentra el proyecto y lo desliga de sus fundamen-
tos cosmológicos. El resultado es la transformación constan-
te de los proyectos y la competencia entre ellos, de manera
que al final el proyecto mismo se convierte en el plan princi- La posmodernización de Hawai
pal, la abstracción del movimiento en y por sí mismo.
Mientras que el moderno tiene en su yo o ego el lugar de l 1
la autoridad de su proyecto de vida, en las sociedades tradi- Los nuevos rancheros
cionales la tendencia es que el proyecto y su autoridad sean
externos al sujeto humano, situados en la red social más ge- Un informe reciente acerca de la subdivisión del ran-
neral y en sus principios cosmológicos. Pero en ambos casos cho más grande de Hawai (el rancho privado más
esas instancias abarcadoras pueden desintegrarse y poner grande de los Estados Unidos) dice así:
al desnudo u n común fundamento humano narcisista. La
desintegración depende de condiciones externas que se pro- «NuevosJinetes de la Pradera del Arco Iris: lospanwlos [va-
ducen en diferentes momentos y sectores del sistema ma- queros] urbanos de Hawai dejan las ciudades para vagar
yor. Así, la expansión de un centro hegemónico puede oca- libremente entre el ganado y las casas de cuatro dormito-
sionar la crisis de una estructura &adicional» del yo en el rios. Nueva York y Filadelfia jamás fueron así. Tampoco
centro, con reacciones concomitantes de carácter religioso, Waikiki, y ni siquiera Maui. Para David Kahn, neoyorquino
como también una crisis similar puede darse más tarde en nativo, que tuvo que abrirse camino en Filadelfia, Waikiki y
las áreas que se incorporan sucesivamente a una estructura Kaanapali antes de llegar a la casa de sus sueños e n la isla
formativa de centro y periferia. La desintegración de las re- de Hawai, los vaqueros, los caballos y el ganado eran cosas
des comunitarias y de parentesco puede suscitar reaccio- que uno sólo veía en las películas de John Wayne.
>AhoraKahn es parte de todo eso: vive la vida de los am-
nes milenaristas en el centro, si bien en el caso de Europa se plios espacios abiertos, con ganado cariblanco que pasta en
trata del contexto de una sociedad campesina plenamente s u corral o e n el del vecino; saluda con la mano desde su ca-
desarrollada donde los órdenes «políticos»superiores de pa- ballo mientras vaqueros auténticos aguijonean al ganado
rentesco desaparecieron por completo, reemplazados por la (. . .>
Iglesia y el Estado. E n muchos lugares de la periferia donde *Lo mejor es que Kahn puede gozar de todas esas cosas
hay una organización política basada en el parentesco, exis- sin tener que hacerse cargo de ninguna.
te la tendencia a orientarse hacia lo moderno .en forma tal »Estos son los nuevos reseros de l a pradera hawaiana,
que la fortaleza o el vigor, el mana, que reproduce la socie- jinetes ejecutivos en el cielo que salen e n tropel de las ciuda-
dad parece proceder en última instancia de los conquistado- des para establecerse en la pradera, donde jamás se escu-
res, de los «reyes extranjeros» y foráneos que vienen de la cha una palabra desalentadora, salvo que caiga el Dow Jo-
.
fuente misma de poder. A medida que la individualización nes o se descomponga el teléfono del Jeep Cherokeem Woha
Islandair, rero de 1989).
avanza en el centro, genera una cosmología moderna, mien-
Hawai es un lugar especial del mundo y del sistema que un gobierno y un aparato educativo controlados por los
integra el mundo. Hoy está dominado por una economía de norteamericano-japoneses se combinaron para marginar a
turismo muy saturada de capitales. Además, a causa de la los hawaianos aún más que en épocas de la antigua econo-
inversión japonesa, sus ciclos son inversos a los del conti- mía azucarera, que sólo les había dejado un pequeño espa-
nente. La historia de las islas refleja un ciclo de creciente cio. Durante el siglo XX, ese proceso de integración condujo
hegemonía hoy convertida en una deshegemonización, com- a una pérdida de la identidad hawaiana: &al, cásate con un
pensada en parte por la inversión japonesa. Cabe seña- haole (blanco); no hables hawaiano. Nuestra antigua reli-
lar que esta última no es una mera perturbación de una gión está llena de magia mala. El único camino correcto es
tendencia más general, sino un aspecto central del proceso ser un buen cristiano. No, la religión hawaiana es peligrosa
mismo de deshegemonización. Para que no se suponga que (. . .) por eso no la practico».Desde luego, dada la situación
el actual desequilibrio es de alguna manera el resultado de económica y política, salir no era tarea fácil. Pero quienes lo
una estrategia económica particular informada por la cultu- hicieron se encuentran hoy en una situación curiosa: «Esa
ra, y no un proceso sistémico verdaderamente mundial, ha- gente, los cocos, usted sabe (. . .) marrones por fuera pero
bría que recordar que el 40% del excedente comercial del Ja- blancos por dentro». Esas personas, buenos dirigentes co-
pón con los Estados Unidos se debe a las empresas de pro- munitarios, podrían haberlo imaginado, pero son traidores
piedad estadounidense que compran o fabrican artículos en al renacimiento de la identidad hawaiana que se inició a
el Japón y después los exportan a los Estados Unidos. Del mediados de la década de 1970.
mismo modo, hasta el 60% de las importaciones norteame- En la actualidad, Hawai es en muchos sentidos una en-
ricanas de Singapur y Malasia proceden de firmas con casas crucijada. Aquí los turistas estadounidenses y japoneses tu-
matrices en los Estados Unidos. Además, en 1985 las com- vieron hoteles separados, aun cuando los capitales japone-
pañías estadounidenses que producen en el Japón vendie- ses sean hoy dueños del 80%. Durante la década de 1960,
ron en este país por un monto superior al total del déficit co- Waikiki se convirtió en el centro del turismo masivo del
mercial de los Estados Unidos. En otras palabras, el ascen- Pacífico. Hoy, tras la crisis de la década de 1970, cuando
so del Japón y el sudeste asiático es una expresión orgánica el turismo declinó, se elevó el desempleo y los hawaianos
de la descentralización de la acumulación del capital nor- empezaron a organizarse, los viejos hoteles se renuevan
teamericano. para convertirlos en lujosas réplicas de la arquitectura ñni-
Con la creciente integración de Hawai a la economía de secular o de una mezcla de épocas más posmoderna, teñido
los Estados Unidos durante los siglos XM y XX, la men- todo con la nostalgia por un pasado más aristocrático. Ran-
guante población nativa se halló en una situación en la que chos de rentistas coexisten con versiones Disney del Viejo
su lengua estaba prohibida, y su danza y gran parte de su Hawai, vendidas a quienes pueden darse el lujo, y con la
cultura se consideraban una expresión de barbarie entera- afluencia masiva de japoneses, principalmente los miem-
mente incompatible con la civilización.Una combinación de bros de la Y b a , la mafia japonesa, que figuran entre los
estigmatización y desintegración social llevó a la formación grandes compradores de edificios y terrenos hawaianos.
de las comunidades hawaianas modernas, escasas en nú- Hawai es el mayor productor de marihuana de los Estados
mero, rodeadas por comunidades multiétnicas más grandes Unidos, con toda la actividad corporativa que ello supone, y
generadas por la economía azucarera y, desde fines de la dé- las islas todavía están salpicadas de pequeñas comunidades
cada de 1950, una industria turística en rápida expansión locales hawaianas, esto es, semihawaianas, que luchan por
que en el espacio de dos décadas transformó el estilo Gran subsistir mientras se dedican a todas las actividades recién
Gatsby de Hawai en el de División Miami. Con el ingreso de señaladas. Tampoco puede pasarse por alto que Hawai es el
las islas en la Unión como un estado dominado por el grupo gran arsenal de armas atómicas del Pacíñco y centro de ope-
étnico más numeroso, los japoneses, los hawaianos que- raciones de todo un hemisferio. Y en medio de todo ello exis-
daron reducidos a la insignificancia. El turismo masivo y ten uno o varios movimientos hawaianos cada vez más con-
solidados en torno de la cuestión de la soberanía, la recu- habían opuesto a la destrucción invasora producida por un
peración de las tierras perdidas en el golpe de estado anti- desarrollo de estilo estadounidense. A pesar de esas claras
constitucionalde 1893- c u y a superficie equivale a la mitad raíces hawaianas, lo que mejor caracteriza al movimiento
de las islas- y el restablecimiento de la cultura hawaiana en sus primeros años es su incorporación a la izquierda polí-
en el archipiélago. Para el occidental cínico, un fabuloso tica, hegemonizada por los estudiantes. Su ideología ligó los
pastiche de posmodernidad; para los hawaianos locales, derechos hawaianos a la cuestión de la paz, la ecología y la
una cuestión de vida o muerte social. oposición a la destrucción de las islas por el capital turístico.
Hubo muchas acciones, desde la oposición a la construcción
de centros vacacionales hasta la ocupación de tierras que
Historia hawaiana formalmente pertenecían al estado pero que los hawaianos
reclamaban como legítima h e r e n ~ i aCuando
.~ la izquierda
Hawai se integró rápidamente a la economía mundial declinó, se produjo una separación. Los hawaianos alcanza-
tras la memorable llegada y muerte del capitán Cook a ma- ron merecido renombre. Su identidad se estableció con soli-
nos de un jefe local. Puerto de aprovisionamiento primero, dez y su actividad se concentró en cuestiones exclusivamen-
se convirtió en un gran proveedor de madera de sándalo en te hawaianas, el control de la tierra, el restablecimiento de
el comercio con China. Después de expandirse hasta abar- la cultura hawaiana. Afines de la década de 1970 comenza-
car todo el archipiélago, para lo que contó con ayuda inglesa, ron a consolidarse una serie de tendencias nacionalistas,
el sistema político tradicional se desintegró, como respues-
que cobraron más fuerza en la década siguiente. Uno de los
t a interna a la rápida transformación económica: el trasla-
do de la aristocracia a Honolulú, la desarticulación en gran
grupos reclamó la independencia respecto de los Estados
escala de los ordenamientos sociales, las epidemias, el de- Unidos, emitió documentos de identidad hawaianos para
rrumbe demográfico y la virtual bancarrota de los jefes go- sus miembros e intentó restaurar la antigua organización
bernantes tras la que sufrió el comercio del sándalo. El sis- monárquica del territorio. Estaba encabezado por una mu-
tema kapu, fundamento religioso del poder de los jefes, se jer que decía estar estrechamente emparentada con el li-
derrumbó al ligarse estos cada vez más a los comerciantes naje real. Pero como sus miembros eran sólo unos centena-
europeos y estadounidenses y su fiierza militar de apoyo. La res, fue poco lo que lograron.
llegada de los misioneros congregacionalistas, el tráfico ba- Si bien las acciones locales y las ocupaciones de tierras
llenero, el desarrollo de las plantaciones de azúcar,la impor- continuaron a lo largo de la década de 1980, las dirigencias
tación de mano de obra china, japonesa, filipina y de otros de los diversos grupos coincidieron en la cuestión de la sobe-
lugares, la introducción por la fuerza de la propiedad priva-
ranía, con la tierra como base para la solución de los proble-
da, y la expulsión final de la monarquía hawaiana y la incor-
poración al imperio norteamericano sentaron las bases del
mas hawaianos. Los dos grandes sectores que participan en
Hawai multiétnico de hoy, donde los hawaianos, cuyo núme- esta estrategia emergente son la Oficina de Asuntos Ha-
ro mermó enormemente durante los primeros cien años de waianos, que en la actualidad es un ministerio estadual que
contacto (de seiscientos mil a cuarenta mil), se convirtieron se ocupa de las cuestiones hawaianas y cuyos miembros son
en una minoría de rango inferior en su propio país. elegidos directamente por hawaianos y semihawaianos, y el
I ~ráti~o/ballenero
LlegaSfa de misioneros
Comercio de madera de sándalo
r/"da de Cook
los capitales japoneses
\ hawaiano
Movimiento
\
ciedad estadounidense moderna y a menudo en contra del
cristianismo. Luchan por tener tierras que les permitan
subsistir y por abrir escuelas en lengua hawaiana para ellos
y para sus hijos. Han comenzado a restablecer los antiguos
Tiempo templos hawaianos, los heiaus. Se quejan del cristianismo
Figura 10.2. La historia de Hawai en e2 sistema global.
La globalizacwn en los sistemas globales: proceso El primero de estos requisitos se refiere a la globalización
débil. Alude meramente a la existencia de u n campo global
cultural de referencia, para acceder, más allá de las comunidades
locales, los territorios, los estados y las regiones, a una are-
No es correcto, desde luego, distinguir de manera cate- n a más vasta. El segundo corresponde a la forma más fuer-
górica entre procesos institucionales y procesos culturales, te. Implica que los mecanismos de apropiación de lo global
puesto que son aspectos simultáneos de lo global, que se en- se han globalizado a su vez y que todos entendemos de l a
trelazan e interpenetran exhaustivamente. La representa- misma manera los objetos y las representaciones que circu-
ción de otros mundos, otras escenas, las fantasías primige- lan en la arena más amplia. La base de la primera forma
nias del viaje por el mundo, están inmersas en la organiza- consiste en todos los medios que comunican y concilian re-
ción institucional de la industria turística y motivan gran presentaciones en el sistema global y garantizan la recep-
parte de su actividad. Las representaciones mercantilistas ción de lo que se produce y transporta. La base de la segun-
saturan 1;anto la práctica como la autointerpretación de las da reside en la creación, en escala global, de sujetos que in-
grandes compañías comerciales. Creo, sin embargo, que es terpreten el mundo de manera similar, Hay aquí un conti-
necesario establecer aquí una distinción analítica, más en- nuum de posibilidades, algunos de cuyos puntos pueden
tre aspectos que entre niveles de la realidad. El objetivo es ilustrarse de manera concreta recurriendo, como ejemplo, a
la existencia de aparatos como las radios y los televisores, l a práctica local de la identidad y el status, que los te-
capaces de recoger ondas procedentes de diversos puntos de mas de la historia se vuelven irrelevantes.
transmisión:
El requisito previo para la globalización fuerte es la ho-
1. No es necesario emplear esos aparatos como medios de mogeneización de los contextos locales, de modo que sujetos
comunicación del contenido de la señal que vehiculizan, que ocupan posiciones diferentes en el sistema se inclinen a
sino que pueden ser simplemente artículos de prestigio atribuir el mismo significado a los mismos objetos, imáge-
para intercambiar en casamientos y funerales o regalar nes, representaciones y otros elementos globalizados. La
a los clientes. globalización débil implica que lo local asimile lo global a su
2. Esos aparatos pueden usarse en el contexto de la comu- propio ámbito de significados puestos en práctica. La globa-
nicación, pero de manera restringida, como se indica a lización fuerte requiere la producción de tipos similares de
continuación: sujetos en escala global. A fin de entender las diferencias
a. El lenguaje de la comunicación puede no entenderse. entre las clases de globalización, es necesario volver a l a na-
b. Las imágenes podrían entenderse, pero interpretarse turaleza del proceso global mismo, esto es, como proceso so-
en términos del contexto local. cial que transforma las condiciones sociales de la produc-
c. Las imágenes podrían entenderse en términos de ga- ción de atribución de significado.
mas más conocidas de atribución de significado, esto
es, tipos identificables de ropa, vehículos, casas, etc.;
y también las actividades de las personas representa- Globalización y cosmopolitismo desilusionado
das podrían interpretarse sobre la base de estas imá-
genes significativas de acceso más general; pero en la
¿Puede haber casos transculturales o transnacionales
medida en que no se entiende el lenguaje, una gama
de identidad, de cultura o de atribución de significado? De
muy grande de interpretaciones sobre la base de re-
acuerdo con este enfoque, ello sólo es posible cuando el pro-
sonancias locales puede tener poco o nada que ver con
ceso de identificación es explícitamente transcultural, esto
el significado original atribuido al conjunto de imá-
es, mixto o supranacional, no en el medio sino por encima.
genes.
E n términos globales, yo diría que ese tipo de identificación
3. Esos aparatos pueden utilizarse en el contexto de la co-
es posicional, y típico de la misma posición cosmopolita. En
municación, pero de manera restringida, como se indica
términos identitarios, lo cosmopolita no es ni una cosa ni la
a continuación:
otra, sin ser liminal. Es cambiante, participa en muchos
a. El lenguaje de la comunicación puede entenderse, pe-
mundos sin llegar a ser parte de ellos. Es la posición y la
ro el contexto de atribución de significados podría ser
identidad de un yo intelectual situado al margen de las are-
diferente: el síndrome de <<Shakespeare entre la male-
nas locales entre las que se desplaza. La práctica del cosmo-
za» [«Shakespearein the bush», artículo de Laura Bo-
politismo, común al autodenominado etnógrafo global de la
hannan en N a t u r d History, 19661.
cultura, se basa en la distancia, y a menudo en una superio-
b. Las imágenes podrían entenderse en relación con el
ridad, respecto de lo local. Por definirse así, el cosmopolita
lenguaje empleado y la gama local de significado atri-
es inauténtico y esencialmente «moderno», como se verá
buible, pero esa gama también podría ser significati-
más adelante. Al establecer constantemente una otredad en
va sólo en términos de contextos locales. X puede en-
relación con las demás identidades, el cosmopolita sólo pue-
tender que el tema de DaZZas son los millonarios y sus
de representar roles, tomar parte de manera superficial en
problemas con las relaciones familiares y las ambi-
ciones personales, y ver analogías con su propia situa- las realidades de los otros, pero no puede tener otra realidad
ción, pero el lujo podría llegar a ser tan decisivo para propia que la misma otredad. Así, la oposición entre lo cos-
mopolita y lo local es una mera deducción del significado del
primero, una noción que presupone la existencia de por lo de carácter transestatal. Esas organizaciones suelen ser
menos dos culturas locales. El antropólogo de la globaliza- de naturaleza política. Entre ellas se cu
ción se identifica a sí mismo al identificar a su objeto. Pero ciones de alianzas -sean políticas o milit
hubo un tiempo en que el cosmopolita, como el antropólogo, ciones culturales, los medios de comuni
podía hacerse pasar por maestro de la otredad. Esto sucedía nes diplomáticas y asistenciales, etc. En el nivel de base
en un mundo de culturas separadas, el clásico mosaico del están las organizaciones económicas multinacionales,
relativismo. Desde el punto de vista del sistema global, se maquinarias de inversión y especulación global. Hemos su-
trataba de una ilusión, el producto del orden imperial de la gerido que esas estructuras no son nuevas y que tampoco
hegemonía de Occidente. Como ese orden se derrumbó, la producen necesariamente un proceso de globalización cul-
distintividad de las fronteras culturales se disolvió. Para el turaI. Este exige el desarrollo de una conciencia global, es-
exoticista cansado, el mundo se convirtió en «un espectro pecialmente entre el personal que actúa en instituciones
gradual de diferencias revueltas» (Geertz, 1988, pág. 147). globalizadas o globalizadoras, desde los economistas del
Como ya lo señalé, esta situación es un síntoma de desorden Banco Mundial y los diplomáticos hasta los antropólogos.
en las relaciones de poder y no la emergencia de una nueva Se trata de una conciencia que se produce bastante general-
verdad. El antropólogo puede sobrevivir en su antigua iden- mente en algunas zonas del sistema mundial donde la de-
tidad si redefine su «objeto».Mediante la identificación de clinación de la hegemonía y el desorden, unida a la creciente
productos globalizados, se transforma en el gran lugar de la intensidad de las comunicaciones, introdujo lo global a la
identificación global, un experto en cultura global. Los an- fuerza en la conciencia cotidiana. Pero también podría suge-
tropólogos culturales globales se unen a las filas de los cura- rirse que ha surgido una estructura de clase global, una
dores de arte global y los críticos artísticos y literarios, anta- elite internacional compuesta por diplomáticos de primera
ño monopolistas de la otredad, que hoy recuperan ese mono- línea, jefes de estado, funcionarios auxiliares y represen-
polio mediante la redefinición del objeto como otredad crio- tantes de organizacionesinternacionales como las Naciones
llizada y revuelta, otredad en casa y hogar entre los otros. El Unidas, que juegan al golf, comen y toman cocteles juntos
carácter autorreflexivo del antropólogo podría ser ya la ex- y constituyen una especie de cohorte cultural. Esos grupos
presión de un cosmopolitismo que allana el camino a una se superponen a una elite cultural internacional de mar-
comprensión de las condiciones de la globalización, puesto chands, representantes de editoriales y medios de comu-
que el lugar de lo transcultural son las estructuras y organi- nicación, los VIPs de la industria cultural que intervienen
zaciones transnacionales mismas. Con todo, la cuestión es directamente en las representaciones y los acontecimien-
por qué y cuándo aparece esa autorreflexividad, ya que es tos mediáticos, y producen imágenes del mundo y para el
evidente que la conciencia no es una mera respuesta a la mundo. Las noticias son producidas por ellos, se refieren en
existencia de instituciones globales, y menos aún a la exis- gran medida a ellos y comunican sus visiones de la realidad.
tencia de procesos globales que siempre estuvieron presen- Esto no implica una homogeneidad hegemónica. Y tampoco
tes. Por el contrario, como lo sugeriré más adelante, tiene que sus identidades sean por entero el producto del lugar
todo que ver con las condiciones de la autoidentificación de que ocupan en el sistema.Al contrario, las visiones son pro-
quienes ocupan esas instituciones. ductos del estado más general de los procesos globales de
identificación y autoidentificación, que no deben confundir-
se con la existencia de instituciones y redes globales. La
fragmentación global implica, entonces, una proliferación
Sistema global, institución global, globalización de interpretaciones del mundo, proliferación que es el con-
tenido históricamente específico de los discursos globales.
Mi argumento ha sido que existe una relación de inclu- El Banco Mundial puede pasar de un desarrollismo absolu-
sión entre los sistemas globales y los procesos de globaliza- to al apoyo serio a alternativas tribales y la conservación de
ción. Los sistemas globales crean organizaciones internas
ecosistemas. No es el Banco mismo la fuente de ninguna de Reformulación de la cultura: regreso al verbo
esas dos posiciones, que deben rastrearse, a mi entender,
hasta el espacio identitario específico de la «modernidad»y Si la globalización cultural es, según he afirmado, u n
sus vacilaciones históricas (véase inpa).Pero también exis- producto del sistema global, también se podría sugerir que
ten en este caso ciertas propiedades compartidas que son el concepto de cultura se origina a su vez en la transforma-
atribuibles a las posiciones comunes de esas elites. De esos ción de los centros de esos sistemas. Desde el punto de vista
sectores surgió gran parte de la discusión en torno de la glo- global, la cultura es un producto típico de la modernidad oc-
balización, desde el «alcanceglobal. económico hasta la «al- cidental, consistente en transformar la diferencia en esen-
dea global* cultural. cia (Friedman, 19873,1988,1991~). Su punto de partida es
Los procesos globales refrenan y transforman sus lími- la conciencia de la especificidad, o sea, de la diferencia, de
tes internos y se articulan dialécticamente con las estructu- las diferentes formas de hacer cosas similares. Cuando la
ras locales que al mismo tiempo los constituyen. Desde este diferencia se puede atribuir a poblaciones delimitadas, te-
punto de vista, es poco viable la sugerencia de que esos pro- nemos cultura o culturas. A partir de ahí es bastante fácil
cesos son en cierto modo organizados por los estados, los convertir la diferencia en esencia, raza, texto, paradigma,
mercados, los movimientos y la vida cotidiana (Hannerz), código, estructura, sin que jamás sea necesario examinar el
en la medida en que estos últimos se generan, y de muy va- proceso real a través del cual se genera la especificidad y se
riadas maneras, dentro del proceso global más general. Los reproduce. La cultura, una herramienta moderna, aplicada
estados aficanos no «manejan el significado* como los es- al contexto global en el cual emergió, origina una esenciali-
tados del sudeste asiático o los europeos. Los cultos cargo zación del mundo, la formación de una configuración de di-
organizan sus mundos de muy diferente manera que el mo- ferentes culturas, grupos étnicos o razas, de acuerdo con el
vimiento verde en Occidente. Podría sugerirse, por el con- período histórico y las identidades profesionales de los iden-
trario, que el análisis de los fenómenos globales debe con- tificadores.
centrarse justamente en el modo como esas formas institu- Las personas hacen cosas específicas y atribuyen signi-
cionales y culturales, los estados, los mercados, los movi- ficados específicos, también una práctica de una índole es-
mientos y la vida cotidiana, se producen y se reproducen en pecífica. Ahora bien: si en una población pueden hallarse
las articulaciones locales globales del sistema m ~ n d i a l . ~ esas especificidades, hay que preguntarse cómo son posi-
* Es cierto que los estados realizan numerosas actividades que po- bles. ¿Cómo se vuelven más o menos homogéneos la prácti-
drían parecer bastante comunes, sin duda en lo que se refiere al uso de
la violencia y a la retórica del poder y la democracia. Incluso se puede mos-
ca o el significado específicos en una población, y hasta qué
trar que ciertos aspectos del proyecto nacional de crear una historia co- punto? Aquí desempeñan un papel decisivo las funciones de
mún son bastante globales. Pero no creo que esos elementos comunes sean la socialización, la autoridad y la identidad.
el resultado de una receta común que haya circulado por el mundo. Antes Desde este punto de vista, la cultura es siempre proble-
bien, me parece que sería más provechoso considerar las relaciones de mática. Siempre se trata de su constitución y reproducción,
fuerza que están en juego, las condicionesde legitimación y las similitudes
históricas que suelen ser el resultado de estructuras globalizadas previas,
o su reconstitución. Estamos dispuestos a admitir, desde
como los regímenes coloniales. Para ejemplificar esto de manera más con- luego, que gran parte de la especificidadde la práctica es re-
creta: el estado nación de Papúa Nueva Guinea tiene toda la parafernalia lativamente automática y/o habitual, pero también aquí se
de un estado moderno y lleva adelante muchas actividades semejantes a nos plantea la cuestión de cómo se organiza lo habitual en el
las que se observan en otras partes del mundo, incluido un proyecto de ho- contexto social más amplio, y cómo se neutraliza. Debemos
mogeneización nacional llamado spanmelanesianismo~.Pero la relación
real entre las categorías gubernamentales y las estrategias para alcanzar
dar razón de su papel. Todo ello pone de relieve el hecho de
y conservar el poder, la comprensión inmediata de la función del estado y que la especificidad cultural nunca puede explicarse en sus
de la democracia, difieren ampliamente de todo lo que podría autorizarnos propios términos. Nunca se la puede entender como un
a clasificar este estado junto con otros por la nueva razón de que se hace dominio autónomo que explique la organización de la con-
referencia a él como estado nación. ducta.
Si la práctica del significado y la práctica de la interac- do y lo ordenan de acuerdo con un esquema central de cosas.
ción se elaboran a partir de condiciones históricamente es- La siguiente nota sobre la «criollización»es justamente un
pecíficas (objetivas) de la existencia subjetiva, como podría ejemplo de esa textualización, en el contexto antes señala-
entenderlo Bourdieu, disponemos entonces de un modelo do del cosmopolitismo desilusionado. La criollización era
para la producción de especificidad que no necesita descan- antaño algo que afecta otros coloniales del mun-
sar en una noción previa de la cultura como organización do, mientras que hoy, poca de fragmentación de
del significado. las jerarquías, cuand un centro paradigmático
Dicho de otro modo, la cultura se ejerce y se constituye desde el cual mirar al mos asumir literalmente
a partir de la práctica. No es un código o un paradigma, sal- una perspectiva a vis situarnos por encima del
vo que se lo emplee socialmente como tal, para socializar o mundo o, quizás, en el espacio del avión de reacción. Pero
transmitir de algún otro modo u n conjunto de reglas abs- lógicamente el concepto sigue basándose en la noción de
traídas del contexto de su producción. La fuerza de la cul- cultura como texto, como sustancia, esto es, tiene propieda-
tura es la fuerza de las relaciones sociales que transfieren des que pueden mezclarse o combinarse con otras culturas.
proposiciones acerca del mundo de una persona o posición
a otra.
La cualidad de la noción de cultura que puede llevar a La criollización como esencialismo confuso
equívocos más peligrosos radica en que literalmente aplana
las muy variadas formas en que la producción de significado La criollización es una consecuencia ineludible del yo de
se da en el disputado campo de la existencia social. Lo más la noción de cultura que hemos criticado en lo que precede.
terrible es que fusiona la identificación de la especificidad Alude al encuentro y la mezcla de significados de fuentes
por parte del antropólogo con la creación e institucionali- dispares en un mismo lugar, situación que al parecer sólo
zación de esquemas semánticos por parte de quienes son ob- surgió en escala global bastante recientemente:
jeto de estudio. Confunde nuestra identificación con la de
ellos y trivializa la experiencia de otras personas al reducir- «La noción de criollización (. . .) resume con bastante clari-
la a nuestras categorías cognitivas. Geertz es explícito a dad un proceso cultural de un tipo difundido en el mundo
este respecto al insistir en que los rituales, las formaciones actual. El concepto alude a u n proceso en el que significados
sociales y las estructuras de poder son del mismo orden, o y'formas significativas procedentes de fuentes históricas
sea, textos culturales, especificidades para nuestros catálo- diversas, originalmente separados entre sí en el espacio, lle-
gos culturales. gan a entremezclarse en amplias proporciones. Las cultu-
Para decirlo de otra manera, la cultura como textualiza- ras criollas en su forma pura [sic] son, para expresarlo de
ción antropológica de la otredad no representa correcta- manera paradójica, intrínsecamente impuras; lo señalo co-
mente la forma en que se genera y mantiene la especificidad mo una cuestión etnográfica de hecho, sin intención peyora-
de esta. Consiste meramente en la traducción de la iden- tiva, por cierto. El contexto típico de la criollización es una
tificación de la especificidad en la especificación de la iden- estructura social en la cual los portadores de alguna de esas
tidad y, en última instancia, en su especiación. Su utilidad tradiciones importan en cierto modo más que los otros, lo
reside por entero en sus propiedades clasificatorias, que son mismo que, por consiguiente, sus respectivas tradiciones»
sospechosas en extremo. Su debilidad radica en el hecho de (Hannerz, 1992, pág. 96).
que no dice virtualmente nada acerca de lo que se clasifica,
y es una suerte de metacomunicación de la diferencia mis- Esa mezcla de culturas, la fusión que conduce a produc-
. ma. En términos globales, la culturización del mundo'se re- tos supuestamente nuevos, es una metáfora que sólo puede
fiere al modo como determinado grupo de profesionales, si- resultar eficaz en términos de una metáfora previa, la de la
tuados en posiciones centrales, identifican al resto del mun- cultura como una materia; en este caso, según parece, un
india pura. Pero en realidad esa clasificación de los otros es
fluido. En términos estrictamente formales, esta sustancia-
un producto de contextos coloniales de trabajo en las planta-
lización de la cultura también lleva a entenderla más como
ciones, basado en diversas combinaciones de mano de obra
productos que como producción. Así, mientras se alude a la
«organización social del significadon, la organización social importada e «indígena».Por otra parte, esas clasificaciones
como tal poco menos que desaparece en las referencias a los fueron emprendidas por las elites dominantes y, sólo en
flujos de significado desde el centro hasta la periferia, y vi- condiciones especiales de socialización, el créole se convirtió
ceversa. Pero la metáfora de la sustancia se agrava aún más en una forma de autocaracterización.
por las connotaciones políticas implícitas en la noción de Mi tesis aquí es que el créole es una forma de identifica-
criollización, connotaciones que el lenguaje objetivista del ción de los otros, una forma estabilizada por ordenarnientos
culturalismo ignora. El empleo del concepto de créole en lin- hegemónicos que surgieron en el sistema global. Sólo es po-
güística es, en cambio, bastante claro aunque muy debati- sible hacer real la naturaleza mixta de las culturas de otros
do. Por lo común se considera que se refiere a una situación pueblos por medio del establecimiento y hasta la institucio-
o, a veces, a una fase, en la que una lengua secundaria y a nalización de identidades sociales.Así, no sería sencillo con-
menudo rudimentaria, usada por grupos diferentes para co- vencer a los ingleses y franceses de que también ellos fueron
municarse entre sí, sea en el comercio o en circunstancias hablantes de créoles o de que tuvieron culturas criollizadas.
coloniales, es asimilada con el status de primera lengua por No hace falta decir que los italianos discutieron los orígenes
una nueva generación de hablantes. La lengua secundaria de las pastas, y algunos han sostenido que son anteriores a
más rudimentaria suele denominarsepidgin. Esta incorpo- los viajes de Marco Polo. Pero para la mayoría la conexión
con China es completamente irrelevante respecto de la defi-
r a elementos de por lo menos otras dos, y es en este punto
donde podría introducirse el concepto de mezcla. La criolli- nición cultural de los spaghetti. El establecimientoy la con-
servación de la identidad criolla son actos sociales más que
zación es, pues, el proceso por el que los pidgins conquis-
datos culturales. Esto es, la definición de criollo implica el
tan hablantes nativos, con una complejización implícita de
reconocimiento de orígenes dispares, un reconocimiento
los componentes gramaticales y léxicos. Recientemente, las
categorías depidgin y créole sufrieron fuertes ataques y al- que debe conservarse como parte de la identidad de los por-
gunos han sugerido que son términos sin utilidad teórica. tadores de esa cultura «objetivamente»mixta a fin de que la
categoría de criollo tenga alguna validez a lo largo del tiem-
Se h a argumentado convincentemente que muchas de las
El uso del concepto de criollo en contextos coloniales fue
grandes lenguas «naturales»del mundo son a su vez pro-
ducto de procesos similares, lo que reduce mucho la especifi- un mecanismo estable de identificación basado en una con-
cepción esencializada de la cultura. Si hoy se entiende que
cidad de aquellas categorías. Mientras que hay nítidas dife-
el mundo está ampliamente criollizado, ello expresa la iden-
rencias estructurales entre las llamadas lenguas naturales
tidad del clasificador, que experimenta la transgresión de
y los pidgins, al menos allí donde estos se definen más o me-
las fronteras culturales, esto es, étnicas y nacionales, como
nos formalmente como modalidades secundarias de comu-
un fenómeno global. El problema no es que de pronto nos
nicación, no existen criterios lingüísticos apropiados para
distinguir entre créoles y lenguas «naturales».Al contrario,
lo que queda de la categoría créole es su status puramente Para empeorar aún más las cosas, el trabajo de lingúistas como Labov
cultural en comparación con las lenguas más «primarias»o h a demostrado que las variaciones dialectales extremas pueden ser el
resultado d e una diferenciación social inmediata sin la introducción de
naturales. E n el sentido de la mezcla, podría sostenerse
otras lenguas, esto es, sin mezcla, lo que produce de tal modo, por ejemplo,
además que todas las lenguas son créoles, lo que implica que una divergencia lingüística (Labov y Harris, 1986)que más tarde puede
el concepto carece de valor linmístico distintivo. Cuando el ser l a fuente de nuevas recombinaciones que, e n términos formales, pue-
término créole se transfiere a la noción esencialista de cul- den aparecer como créoles. Muchos lingüistas han sostenido que la crio-
tura, sólo puede expresar la idea de mezcla, la mezcla de dos llización e s un aspecto general de todo cambio lingüístico, y no u n fenóme-
o más culturas «puras»,esto es, negra pura + blanca pura + no histórico más específico.
hayamos visto ante flujos culturales en escala mundial demás: la India exporta especialist
comparables a los producidos de manera más limitada en Estados Unidos y camareros a Dubai. En el fl
los sectores de plantaciones del Caribe o el sudeste asiático. las diásporas étnicas a lo largo del
El problema es que las condiciones de identificación de sí y fuente de los nuevos fund
del otro han cambiado. Las culturas no confluyen y se mez- torialización es también la fuente de
clan entre sí. Antes bien, determinados actores, con frecuen- consumidores de la India y de tem
cia en una posición estratégica,identifican el mundo en esos japonesa de empresas en Los
términos como parte de su propia identificación. La mezcla del análisis de Appadurai es que la globalización co
cultural es el efecto de la práctica de los orígenes mixto^.^ una dialéctica canííal entre tendencias a la homogeneidad
y tendencias a la heterogeneidad, c
cusiones sobre las oposiciones partic
La globalización como dislocamiento lización y localización/globalización.
mucho de lo que dice el autor, pero no logro ver los disloca-
El enfoque de lo global sostenido por Appadurai es más mientos que él señala. En ténninos de sistema global, hay
parecido al que he propuesto, en la medida en que procura una conexión lógica entre la descentralización de la acumu-
mántener una visión del sistema global dentro del cual se lación mundial y la fragmentación de las identidades, el
dan los procesos culturales. Pero se introduce en él una surgimiento de nuevas condiciones de acumulación local
visión sustancializada de la cultura y hasta de un sistema y de supervivencia en la arena mundial. El hecho de que la
cultural global, que produce una imagen de confusión e in- India pueda producir ingenieros de alta tecnología y de que
cluso de caos cultural (Appadurai, 1990, pág. 20) que afecta durante la década de 1980 gran parte del sur de California
posibilidades mucho más fecundas presentes en su obra. haya sido comprado por inversores japoneses, no son tanto
Appadurai divide el mundo, de manera un tanto arbitraria, cuestiones de dislocamiento como de un proceso muy siste-
en paisajes étnicos, mediáticos, técnicos, financieros e ideo- mático de descentralización en la arena mundial. La globa-
lógicos. Aquí estamos libres de los enredos del concepto de lización de los fundamentalismos y de fuertes nacionalis-
cultura. En lugar de ello, tenemos una serie de flujos o topii mos forma parte del mismo proceso: la violenta eclosión de
en que las personas, el dinero, la tecnología, las representa- identidades culturales en la estela de la declinación de la
ciones y las identidades políticas giran alrededor del mun- identidad modernista. El concepto de dislocamiento parece
do, congelándose en determinados puntos en configuracio- destacar cierto tumulto atribuido a un mundo antes más
nes específicas de estructuras regionales, nacionales y loca- sistemático. Pero lo que se presenta como desorganización y
les. Lo característico del presente es la creciente dislocación a menudo como verdadero desorden no es menos sistémico y
de esos flujos, que produce el revoltijo de diferencias que sistemático. Me aventuraría a sugerir que el desorden no se
otros describirían como criollización. En este caso, el revolti- refiere a la introducción del azar o el caos en la arena global,
jo no afecta sólo a la cultura, sino a prácticamente todo lo sino a la combinación de dos procesos: primero, una frag-
mentación del sistema global y la consiguiente multiplica-
Ahora bien, la práctica de la identidad mixta no es, desde luego, privi-
ción de proyectos locales y estrategias localizadoras; segun-
legio de los antropólogos o de otros clasificadores culturales. A veces llega do, una globalización simultánea de instituciones políticas,
a ser central para las representaciones locales de la identidad transétnica asociaciones de clase y medios comunes de representación.
de los barrios lumpenizados de <<ciudades mundiales*, a menudo expresa- Si bailarines polinesios nacidos en Brooklyn representan el
da en el arte, la música y la literatura mundiales, donde también se trans- hula hawaiano para turistas mediante la puesta de una
forma en representaciones globales de los medios de comunicación del
planeta. Pero la identidad transétnica suele ser una identidad débil, sos-
danza tahitiana del fuego en un escenario de Waikiki (aun-
tenida por clasificadores culturales, en un contexto más serio de conflicto que esto ya no suceda en el actual mundo de autenticidad
entre etnicidades individuales más fuertes. controlada), no hay por qué entenderlo como un ejemplo del
caos posmoderno. Por el contrario, es sin duda una de las des limitadas bien definidas, todas de igual valor o tal vez
constantes de la historia cultural global. Unicamente es hasta inconmensurables. La visión globalizada del univer-
caótico para el especialista en cultura cuya identificación de so etnográfico, que constituye el mapa de los «pueblos»del
los orígenes se ve perturbada por los procesos globales de mundo, es conocedora de las mezclas existentes en cual-
cambio de identidades, perturbación que se traduce de ma- quier punto del globo y sabe que ninguna cultura es pura,
nera consecuente en una desautentificación de las culturas que todas contienen elementos de otros lugares del sistema
arealmente existentes* de otros pueblos. El problema sólo más general (si «sistema»es la palabra correcta). En otras
puede surgir si se parte de la noción de cultura como esencia palabras, es la visión de un mosaico agrietado, en el que las
o sustancia. culturas pasan por encima de sus límites y fluyen unas ha-
cia otras, encauzadas, hasta cierto punto, por las jerarquías
políticas y económicas que subsisten en el sistema mundial.
232 mosaico agrietado La popularidad de esta forma de entender el mundo se rela-
ciona justamente, según creo, con la continuidad que expre-
sa respecto de un relativismo cultural más antiguo. Pero si
La idea de que la cultura es en cierto modo el primer ac-
tor en la arena global es común a la visión antropológica y el mosaico jamás existió, como lo he sostenido, y si la cultu-
r a es verdaderamente la organización social del significado,
al esencialismo occidental en general. Como lo he señalado,
lo que se presenta como globalización no puede explicarse
se trata de un reflejo de la propia modernidad occidental.
Aun entre quienes más se dedican a criticar la idea de que el entonces en términos de desbordamientos culturales en un
mundo se compone de culturas separadas, aun allí donde la mapa etnocultural del mundo antes bien constituido.
cultura se define como la organización social del significado,
se considera no obstante que fluye de un área geográfica a
otra en la forma de migración étnica, transmisiones de los
medios de comunicación o movimiento global de productos y Los parámetros de la modernidad
servicios. Para esos antropólogos de la globalización, este es
un proceso bastante reciente, relacionado, al parecer, con la Hasta ahora, los debates en torno de la modernidad se
globalización general del capital producida en las últimas refirieron sólo escasamente a cuestiones vinculadas con lo
dos décadas y con el notorio conocimiento que tiene la gente global, si bien algunos autores, como Jameson y más recien-
de que puede acceder a los sucesos del resto del mundo. En temente Giddens, han sugerido que existe una conexión.
términos de la anterior visión antropológica, el resultado de Por cierto, el término no forma parte del equipo habitual de
esta situación puede expresarse mediante una categoriza- la antropología, que por lo comiín insistió en un tipo más es-
ción clásica de los enfoques de la realidad etnográfica. Por lo pecífico de caracterización de las sociedades y las culturas.
kmún, se han distinguido en esos enfoques dos grupos, el Hasta hace muy poco, los antropólogos tendieron a apreciar
de la «escalera»y el del «mosaico».El primero alude a la idea más nociones tales como las de cultura nacional, regional y
de que las culturas (en este caso, los tipos sociales) pueden étnica. Donde la antropología tradicional más se acercó a la
ordenarse en el tiempo evolutivo, un tiempo en que la distri- modernidad fue en el estudio de la ciudad, punto en el cual
bución de las sociedades en el espacio se traduce en una pro- coincide con la sociología urbana, en la que aquella es el lu-
gresión temporal. Esta es la antropología de la hegemonía: gar de la complejidad moderna, de la disolución de la tradi-
en un primer momento, el evolucionismo clásico de la hege- ción, y el individuo es libre de ir y venir en un mar de anoni-
monía británica, y después, el neoevolucionismo de la he- mato y hasta se ve obligado a ello, y donde la mayoría de las
. gemonía estadounidense. El mosaico es la versión relativis- interacc3pnes son individuales, insignificantes en sí mismas
ta de la idea anterior: vuelve a transponer lo temporal en lo pero importantes para el establecimiento de la identidad
espacial y sostiene la visión de un mundo dividido en unida- del sujeto como habitante de la ciudad. No hay allí una «cul-
urbana como tal. Por el contrario, la ciudad se ve como el principio de la otredad, en virtud del cual todas las for-
una especie de disolvente universal de tradiciones cultu- mas y prácticas específicas son necesariamente arbi'trarias
rales anteriores. Lo urbano se define como una falta, en es- y transitorias. Por lo demás, la otredad, lo mismo que las
pecial una falta de lo que podría llamarse Gemeinschaft en restantes formas que examinaremos, son claramente dis-
un mar de Gesellschaft, donde el primero de estos dos térmi- tintivas y, según sosten temáticas en la forma como
nos es el que por lo común se asocia con la cultura. Ahora organizan el mundo.
bien, esa complejidad implica, por así decirlo, la otredad del La base esencial para arición de la modernidad co-
sujeto, que tiene que andar a tientas en medio de aparien- mo forma de producción cultural reside en el cruce de de-
cias más o menos superficiales, a fin de mantenerse econó- terminado umbral en el que el sujeto individual tiende, en
mica, política y socialmente. Pero esa relegación de la mo- algunas situaciones (o clases) sociales, a aparecer como un
dernidad a la ciudad es empíricamente incorrecta. La ima- sujeto autónomo que representa su yo como un ser auto-
gen de la muchedumbre solitaria no es inherente a la situa- organizador y automotivado. Esto exige cierta disolución de
ción urbana como tal. El mundo ha estado y está todavía lle- estructuras previas a las que cabría caracterizar como je-
no de centros urbanos organizados en términos de redes de rárquicas y holísticas, adscriptas y totalizadoras en relación
parentesco y de otras asociaciones que son muy poco xmo- con el sujeto individual. Esa disolución es un proceso com-
dernas~.Con todo, podemos adherir a la descripción general plejo que puede asumir toda una variedad de formas, pero
de la condición moderna expresada en los trabajos clásicos su representación histórica más clara es el proceso de co-
sobre la ciudad sin suponer la fuerza causal de lo urbano en mercialización como penetración, históricamente variable y
sí mismo. Sostendremos que la modernidad es un producto por lo común incompleta, de la red de obligaciones y expec-
local de los sistemas globales comerciales, es decir, una for- tativas que es típica de las sociedades cuyo orden se basa en
ma de identiñcación, o quizás un habitus, que nace en deter- el parentesco, la casta o los «estados».7La versión europea
minadas transformaciones locales de las condiciones de la de ese proceso histórico h a sido objeto de un elegante aná-
existencia. Pero es también un componente decisivo de la lisis en la obra de Sennett y Campbell. La individualización
organización de lo global porque proporciona el modelo de estuvo ligada a la creciente descentralización del acceso a la
clasiñcación en el sistema más amplio, y las imágenes y las riqueza, a la capacidad de las personas de representarse a sí
cosas que corporiza informan procesos de formación identi- mismas para los otros en formas que podían elegirse libre-
taria a lo largo de todo el mundo. mente, y al consiguiente derrumbe de las jerarquías de sta-
E n el enfoque sugerido aquí, la modernidad es el espacio tus adscriptas. A su turno, esto fomentó una lógica de la in-
identitario emergente de los centros de los sistemas globa- dividualidad en la que el yo y su representación se convirtie-
les que produce una serie de construcciones que desde el ron en dos cosas muy diferentes, lo que a su vez originó la
siglo XVIII han sido consideradas paradigmáticas de la so- distinción entre lo privado y lo público, el teatro, una revolu-
ciedad occidental, pero que, a mi modo de ver, son una cues- ción o una serie de revoluciones explosivas del consumo y la
tión de estructura antes que una «cultura»específica. Me
referiré a la modernidad como un tipo de situación, un mar-
La penetración es, desde luego, variable, según la naturaleza de las
co de la existencia personal dentro del cual se genera un condiciones de la propia comercialización.En grandes regiones de Asia y
conjunto de familias representacionales específicas que del Mediterráneo, la comercialización se basó en la .empresa familiar*,
suelen caracterizarse como las formas culturales de la mo- donde la unidad de parentesco conservó su carácter corporativo. Por otra
dernidad. Esta no es, por cierto, una cultura en sentido sus- parte, el ingreso de las transacciones monetarias en las relaciones inter-
tantivo. No puede fluir ni reducirse a la idea de un conjunto personales no implica la impersonalización de estas. Es posible que susci-
te, en rigor, lo que cabe llamar «individuación»,esto es, una situación en la
o colección de diferencias, mediante la cual a menudo se que el sujeto es un cuerpo autoidentificadocon gran autonomía, perola in-
describieron las tradiciones. Ello es así sobre todo porque dividualización en el sentido en que la entiende Dumont exigiría una
uno de sus rasgos centrales es precisamente, como veremos, transformación más radical de los procesos de socialización.
formación de un mundo privado y de fantasía de la otredad: pecíficos de la era moderna. A continuación enumeramos en
otras identidades, otras formas de vida, otros status y cla- forma no sistemática algunos de los más importantes:
ses, que abundan en las nuevas novelas de fines del siglo
XVIII y del siglo XIX. Esa modernidad produjo también la 1. Individualismo.
«temporalizaciónde la "gran cadena del ser'», creando el do- 2. La transformación de la esfera pública y de la distinción
minio de representaciones del yo y de la sociedad, al que se entre lo público y lo privado.
alude en términos de desarrollismo y evolución, movilidad 3. Democracia.
de marca mayor. 4. Etnicidad y nacionalismo; surgimiento del «pueblo».
En el siguiente análisis intentaré esbozar las caracterís- 5. Capitalismo industrial y/o industrialismo.
ticas .esenciales de la modernidad como estructura, para 6. Transformación del estado; surgimiento de institucio-
volver después a su relación con lo global y la cuestión de la nes gubernamentales abstractas.
cultura, esto es, a cuestiones de sistema global versus globa- 7. Alienación y movimientos sociales suscitados por ella.
lización. 8. Secularizacióny desencanto.
Habría que señalar, en primer lugar, que «modernidad» 9. La abstracción como forma de poder y control institucio-
es un término autorreferencial, empleado para caracterizar nales del sujeto.
algo esencial de nuestra sociedad en un período histórico 10. Desarrollismo o evolucionismo, del que es producto el
particular. Se lo opone a «tradición»,entendida como lo que concepto mismo de modernidad.
precedió al actual estado de cosas. «Modernidad*es, pues, 11.El modernismo como identidad y estrategia especííicas
un ténnino de identidad, la identidad de los intelectuales, al de autodesarrollo y rebelión contra la inmovilidad.
menos, que experimentan en su presente algo específico y
sienten la necesidad de definirlo, es decir, de oponerlo a otro Dada la fragmentación de la actividad intelectual en el am-
tipo de existencia. Como se lo ha utilizado, el concepto de biente académico, la mayoría de las veces esos aspectos han
modernidad es esencialmente histórico, una afirmación de sido tratados como dominios de investigación por entero au-
la posición temporal del presente como forma cultural o for- tónomos. En lo que sigue señalaré, brevemente, por medio
ma de vida. Por eso podría parecer que no es comparable a de aproximaciones sucesivas, cómo se entrelazan de mane-
la etnicidad; no es una identidad culturalmente definida ra más sistemática.
con un contenido fijo. Es más bien una condición, un estado
de cosas, la definición de un período, pero que siempre se
asoció a alguna autodefinición especíñcapiente occidental.
Algunos de sus contenidos son el capitalismo, el industria-
lismo, la democracia, el individualismo y la ciencia, que se El surgimiento del individuo moderno ha sido tema de
identifican consecuentemente como parte integrante de la más de una obra teórica. Tal surgimiento desempeña un pa-
civilización occidental. De modo que, en cierto sentido, es pel central en las obras de Weber y Simmel. Para el prime-
parte de una identificación más amplia de esa civilización. ro, la aparición del individuo moderno autocontrolado, con
Habría que subrayar también que la definición misma de la una orientación hacia metas o, quizás, una «motivaciónvo-
modernidad es un terreno polémico que es parte esencial de cacional~internamente motorizadas, es una piedra angular
las identidades rivales de aquellos intelectuales para quie- del .espíritu del capitalismo»,en el que la Reforma protes-
nes la naturaleza cultural de la existencia contemporánea tante desempeñó un papel decisivo. Para Simmel, el indivi-
h a sido un problema fundamental. duo está implicado en la fragmentación global de un univer-
Existe una amplia literatura que se ocupa de los diver- so holístico anterior provocada por la generalización del di-
sos aspectos del fenómeno o fenómenos clasiñcados como es- nero y la mercantilización.
Toda la cuestión de una identidad específicamente mo- sión inmediata del cuerpo, son y Lakoff y los traba-
derna h a sido examinada en numerosas obras. La idea de jos de antropólogos psicoló O Levy analizan en ~ r -
un sujeto atomizado en un mundo de relaciones posibles minos de la elaboración de esquemas y metáforas icónicas.
que pueden iniciarse y concluirse a voluntad y que en prin- Pero no es forzoso que ese potencial se realice si se hace una
cipio no afectan la constitución del individuo es un tipo ideal fuerte interpretación holística de la experiencia subjetiva
en el cual la persona se convierte en una sociedad en mi- del yo. Se da aquí toda la gama de cuestiones relacionadas
niatura. La desincorporación del individuo de las relaciones con las diferencias, o quizás el continuum, entre lo que po-
sociales fue descripta por Simmel en términos precisos: dría llamarse individuación, la institucionalización de una
personalidad independiente, e individualización,el estable-
«Puesto que el interés del individuo que participa en una cimiento de una persona completa autónoma.
asociación es expresable, directa o indirectamente, en el di- Es obvio, pues, que el dinero no es simplemente un disol-
nero, este se ha deslizado como una capa aislante entre la vente universal que desintegra esas totalidades sociales.
totalidad objetiva de la asociación y la totalidad subjetiva Por otra parte, todos sabemos de las variaciones que existen
de la personalidad, así como se situó entre el propietario y a lo largo del cuasi continuum que se extiende entre la expe-
la propiedad. Esto generó tanto una nueva posibilidad de riencia holística y la experiencia individualista. Todos cono-
desarro110 como una nueva independencia recíproca» (Sim- cemos la presión del grupo, la vergüenza, la experiencia de
mel, 1991, pág. 19). ser vigilados y juzgados. Pero lo característico de la moder-
nidad es que todas esas experiencias holísticas estén some-
En cambio, el sujeto de un universo ordenado por el paren- tidas a la crítica, a la revisión y, en última instancia, a la ne-
tesco no sólo está coaccionado por un orden cosmológico. Su gación. En el orden basado en el parentesco, están más fir-
propia constitución está estrechamente unida a fuerzas que memente afianzadas en las estructuras institucionales de
se extienden más allá de los límites de su cuerpo. Esa situa- la sociedad.
ción indujo a algunos antropólogos a proclamar la inexis-
tencia del individuo en las sociedades primitivas (Léen- Algunos aspectos fundamentales del surgimiento de la
hardt, 1937). Este aspecto se expresa con vigor en la obra de modernidad han sido estudiados desde el punto de vista de
Ortígues y Ortígues (1966) basada en estudios clínicos he- las transformaciones de la sociabilidad durante el siglo
chos en Dañrar; en ella se llega a la conclusión de que nunca XVIII: la importancia de la caída de una estructura de sta-
se da el equivalente de una transición edípica. La mirada tus aristocrática en que la apariencia era idéntica a la posi-
del otro, del padre, de la autoridad, está siempre presente e ción, y con ello permitía al sujeto aparecer como algo distin-
institucionalizada en el calco del parentesco sobre la jerar- to de lo que era, llevó a una situación de incertidumbre en
quía de la autoridad ancestral. El sujeto nunca internaliza cuanto a la presentación del yo. De ahí, como se señaló en el
una autoridad personal que pueda servir como fuerza im- capítulo 2, el surgimiento y la popularidad del teatro, del cai
pulsara de su proyecto individual, y permanece por tanto fé, de las muchas situaciones en las cuales podían tener tra-
comprometido en el proyecto del grupo al que pertenece y to personas de diferentes condiciones. Las cartas de Lord
cuya identidad comparte. Esto no significa sugerir que en el Chester6eld reflejan las consecuencias de esta situación en
orden que opone al primitivo y el moderno hay una simple la necesidad de ocultarse, esto es, de ocultar de la mirada
distinción categorial. La diferencia puesta de relieve es una pública el yo real o privado. Las distinciones entre el yo real
diferencia en la situación de la persona, el contexto de la ex- y el yo aparente, entre lo privado y lo público, entre el yo y
periencia de la individualidad que se estabiliza socialmente el rol, se desarrollan en ese período. El surgimiento de la
en torno de una configuración diferente de las identificacio- novela fue parte esencial del conflicto entre lo público y lo
nes y las inversiones de energía psíquica. El potencial de la privado. Al comienzo era socialmente inaceptable leer en
experiencia del yo parecería estar arraigado en la aprehen- privado, para sí mismo, por así decirlo. Los libros sólo esta-
ban destinados a la lectura pública. Los fantaseos sobre vi- concurre a espectáculos de representaciones públicas. El
das alternativas no eran admisibles. Y el contenido mismo teatro, la ópera y la sala de conciertos se convierten en cen-
de la novela se orienta en el sentido que halla su mejor ex- tros de atracción que gozan del mayor prestigio, en contras-
presión en Jane Austen, en quien hay una constante refle- te con la baja condición servil que tenían en el siglo anterior.
xión consciente del sujeto sobre la situación; una reflexión La mirada pública se desvanecía, de modo que podía bus-
que explora todas las posibilidades de la elección personal, carse privacidad tanto en el bar cuanto en casa. Alo largo de
la incertidumbre psicológica y los mundos alternativos. los siglos XM y XX los límites perdieron su función oposicio-
Así pues, lo que tenemos aquí es una íntima conexión en- nal en términos de actuación social. Pero la imagen ideal de
tre la individualización, las oposiciones esfera pública/es- lo público como arena de la discusión y la argumentación
fera privada y roles sociales/yo privado, y la fantasía de la objetivas, preservada en teoría en los tribunales y el gobier-
otredad. Lo cual tiene su continuación lógica en los proble- no, así como en las comunidades científicas, se ha manteni-
mas de la alienación, la búsqueda de la identidad, la expe- do en buena medida intacta hasta hace muy poco. La tesis
rienciá del movimiento histórico, esto es, el cambio continuo de Habermas acerca de la relación entre evolución y desa-
-aunque discontinu- de identidad. rrollo cognitivo, que depende de una ontogenia piagetiana
de arenas cada vez más abstractasy liberadas del contexto,
constituye en esencia una propuesta normativa en favor de
La transformación de la distinción entre lo la instauración de un órgano de gobierno ligado a la esfera
público y lo privado pública, mediante el cual la sociedad pueda reorganizarse
en forma reflexiva y continua. En este caso se dota a lo pú-
Una serie de estudios acerca de la esfera pública (Sen- blico de racionalidad, en oposición a las inclinaciones emo-
nett, Habermas) han puesto de relieve la conexión entre la cionales inferiores que es mejor dejar «en casan. Si Semett
modernidad en general y la metamorfosis de aquella. Estos deplora la Caída, Habermas lucha por la resurrección.
trabajos demostraron hasta qué punto esa transformación Nuestra tesis es que la distinción está profundamente
dependió del contexto más amplio en el que se produjo la de- arraigada en la constitución de la experiencia moderna y
clinación del orden aristocrático, lo que llevó a una serie de que la idea misma de la caída de la esfera pública forma par-
separaciones por las que lo público se asoció cada vez más te de su definición. La experiencia de la diferencia entre el
con el escenario y lo irreal, esto es, con lo presentacional o lo rol en su carácter impersonal y un yo más real es una cons-
representacional en cuanto opuestos a la esfera directa- tante de la modernidad.
mente experimentada de la existencia cotidiana. La trans-
formación de la esfera pública gira en torno de la privati-
zación de la vida personal. Esta se asocia con el atuendo Democracia
négligé? lo informal, lo que está oculto a la vista pública,
una esfera de libertad personal. Se asociaba también con la Del mismo modo, la democracia puede deducirse de las
intimidad en el sentido de los seres queridos o los amigos ín- características del sujeto moderno antes señaladas. La
timos, que hacen a un lado las formalidades en la manera declinación del orden aristocráticoimplica la separación del
de presentarse. La tesis de Semett sobre la «caídadel hom- yo de la apariencia. El orden anterior se fundaba en la adhe-
bre público»se refiere a la declinación de una esfera pública sión de derechos y deberes a posiciones que eran atribuidas
ordenada, reemplazada por una audiencia apaciguada que socialmente, lo que definía una situación social de una
asimetría fundamental. En este sentido, la democracia es
*En el siglo XVIII, el concepto de négligé aludía al relajamiento de las un producto de la disolución de la relación de esencia y apa-
reglas sociales cuando uno se retiraba a la esfera privada, y carecía de las riencia entre la posición y la persona. Las posiciones se re-
connotaciones m& específicamente femeninas que tiene en la actualidad. definen como alcanzables, porque quienes las ocupan no
r
tienen atributos que les sean inherentes. El fundamento de etnicidad se transformó en la base de los nuevos naciona-
la revolución democrática no está en el igualitarismo sino lismos, en cuanto estos se oponían a la definición formal de
en la negación de la atribución, una atribución basada en la ciudadanía. En última instancia, la única atribución que
cualidades supuestamente inherentes a los ocupantes de se reconoce en el régimen de la modernidad es biológica, co-
posiciones dadas. Como los roles sociales se reducen a ac- mo lo sostuvo brillantemente Dumont (1983).No se trata de
tuaciones impersonales separables basadas en un libreto, la realidad de los orígenes, desde luego, sino de su modo de
las personas que los desempeñan se convierten en iguales construcción social. La creación de «comunidadesimagina-
potenciales. La igualdad es, pues, el producto de este proce- das» nacionales da testimonio de la arbitrariedad de las
so más intrincado. La separación de la persona respedo del identidades más vigorosamente sentidas.Así, los prerrequi-
rol social implica que ya no hay ningún derecho intrínseco a sitos estructurales de la etnicidad y el nacionalismo en sus
gobernar. La posición debe entonces conquistarse, y de ello formas modernas son muy generales y parecidos en la ma-
se sigue lógicamente la democracia. yoría de los países con potencial amodernizador~,y es esta
muy moderna modernidad abstracta la que busca sistemá-
ticamente arroparse con la especificidad de la identidad ét-
Etnicidud y nacionalismo nica o nacional. En su forma más extrema, todo el proyecto
de la modernidad puede reducirse a una empresa étnica, co-
Un tipo específico de etnicidad es una extensión lógica mo en el «modernismo reaccionarion (Herf) del nacionalso-
del proceso de individualización de la modernidad. Cuando cialismo, donde 1aAutobahny el Volkswagen no son ya pro-
el yo privado experimentado inmediatamente se convierte ductos de la tecnología moderna sino la expresión del genio
en la única realidad y la esfera pública se representa como «racial».
una especie de falso juego de roles, el único tipo de atribu-
ción posible corresponde a lo que puede asignarse directa-
mente al cuerpo. La diferencia se inscribe como fenotipo, y Alienación y movimientos sociales
la cultura se reduce a la naturaleza o, más bien, a las natu-
ralezas. Mlentras en el proceso de industrialización preva- La alienación pertenece al núcleo lógico de la moderni-
leció la tendencia a representar las diferentes clases de la dad. La separación del sujeto de cualquier identidad fija es
sociedad como especies diferentes, una suerte de capitaliza- en sí misma la definición del problema. La búsqueda de
ción (modernización)continua de la sociedad destruyó toda identidad, de una construcción significativa de la indivi-
continuidad en la estructura de clases, poniendo de relieve dualidad en una existencia significativa, se basa en la ar-
de ese modo la naturaleza fundamentalmente conquistada bitrariedad última de la identidad moderna. A su vez, los
e inestable de la posición social. La identidad cultural, la movimientos sociales son resultados previsibles del dilema
lengua, la religión, la historia y los orígenes comunes, esto de la alienación. En ese concepto de alienación está impli-
es, las raíces, podían convertirse fácilmente en una podero- cada la pérdida general de control sobre las propias condi-
sa fuerza, puesto que era posible reducir esa identidad a la ciones de existencia, la alienación del productor respecto de
sangre, a la raza, a la diferencia absoluta, sin tener en cuen- su producto material o cultural. Los movimientos proporcio-
ta los caprichos de la movilidad social. Esa nueva etnicidad nan una solución sintética tanto al desencanto como a la
es un fenómeno específicamente moderno, en cuanto a que alienación del sujeto moderno. La identidad del miembro
el grupo étnico se define como la suma de los individuos que del movimiento consiste en el reemplazo voluntario de su
llevan las marcas de identidad. No sucedía así, por cierto, proyecto personal por el del grupo, la fusión activa del yo
en el antiguo régimen, en el cual la etnicidad tenía que ver con la empresa social más general y la reconstitución de la
básicamente con la posición regional y era una resultante realidad social que conlleva. En un sentido estructural, la
de la división del trabajo y las formas de vida. Esa forma de alienación es entonces típicamente moderna, puesto que en
la modernidad la constitución misma de la individualidad mo representacionales. De esa manera acentúa la separa-
se h d a en la separación del yo de cualquier esquema supe- ción entre esencia y apariencia, entre la cosa y su forma so-
rior de significado atribuido a la posición social o a la forma cial, entre el valor de uso y el valor de cambio, etc. El dinero
de vida. Los movimientos sociales expresan asimismo la re- también es, desde luego, el fundamento de las relaciones
lación de otredad con el mundo existente.Este es una exten- abstractas de intercambio, de la relación contractual y10 sa-
sión de la experiencia personal y, desde luego, no sería con- larial, en la que cualquier vínculo entre las partes más allá
cebible sin ella. Son los individuos quienes hacen los movi- de la transacción real es puramente gratuito.
mientos, quienes alimentan visiones de realidades alter-
nativas. Y es en el campo social de la modernidad donde esa
otredad es posible, puesto que no hay una relación unívoca El modernismo como una estrategia central y sus
entre persona e identidad. De manera similar, toda la lite- implicaciones evolutivas
ratura sobre el desencanto y la secularización puede verse
en términos análogos, aun cuando este sea un problema Por último, el aspecto particular de la modernidad cono-
más complejo que se relaciona con la desintegración de una cido como modernismo -una identidad basada en el impul-
cosmología holística. El orden basado en lo que se ha llama- so constante a la destrucción creativa del presente, una sus-
do ala gran cadena del ser»comenzó a vacilar en parte como titución generalizada que es la base de las ideologías de la
resultado de la arremetida de nuevas ideologías, pero tam- evolución y el desarrollismcl- se liga también muy estre-
bién porque el proceso mismo de individualización hacía di- chamente a la lógica que hemos examinado. Si la gran cade-
ficilmantener cualquier noción de inmovilidad cosmológica na del ser fue un enorme esquema espacial en el que to-
y determinismo divino. Ello se expresa con claridad en el das las especies y formas de vida tenían su lugar dentro de
protestantismo, en el que el sujeto es cada vez más un cen- una jerarquía universal única, la modernidad consiste en la
tro moral con una libertad existencial que vuelve completa- temporalización de esa cadena en una evolución mundial.
mente absurdo cualquier diagrama cosmológico fijo. Lo que anteriormente estaba <<ahí afuera» se resitúa en el
pasado. La traducción del espacio en tiempo no es una in-
vención, sino una transformación de las relaciones espacio-
La abstracción como forma cultural temporales. No se la puede reducir al estrechamiento de
tiempo y espacio provocado por la(s) Revolución(es)Indus-
La separación de la persona respecto del rol implica que trial(es) (Harvey, 1990), sino que es una temporalización
las instituciones se convierten en redes de roles indepen- más general de las relaciones espaciales acontecida en los
dientes de quienes los desempeñan: Por tanto, la genera- universos pluralistas de los sistemas globales. Uno de sus
ción de redes sociales de categorías posicionadas es una en- aspectos es puramente negativo. La declinación del holismo
tre una serie de separaciones equivalentes que son típicas supone la quiebra de la relación entre el sujeto y cualquier
de la modernidad. El propio capital suele caracterizarse co- localización trascendental fija en el universo. Esto se expre-
mo una «abstracción real»en tanto encarna en forma con- sa tarito en fenómenos temporales como la acumulación y
creta el valor o la equivalencia abstracta de todas las mer- desacumulación de riqueza y en los cambios de fortuna polí-
cancías. Es concreto como forma de poder y de acumulación, tica y económica en el mundo real, como en la secularización
un derecho fluido a los productos de la sociedad, a la vez que del conocimiento que pone de relieve la capacidad de los se-
una medida del valor de estos. La comercialización es una res humanos de reorganizar sus entornos naturales y cons-
poderosa herramienta de abstracción que, como mercantili- truidos. En términos de personalidad, el desarrollismo en-
zación, reconñgura el mundo en términos de uno de sus as- cuentra una firme base empírica en la experiencia misma
pectos, esto es, su precio. Este puede transformar el paisaje de la otredad, es decir, la experiencia de que esto no es todo
en una imagen comercializabletanto en términos fisicos co- lo que existe. El desarrollismo es simplementela temporali-
zación del cambio personal expresado en un movimiento
hacia algo mejor que el presente. El poder del evolucionismo
reside en su repercusión en el nivel de la experiencia per- No es inhabitual que todos estos fenómenos se asocien al
sonal. Para el sujeto individualizado y alienado, despojado capitalismo, el industrialismo o una combinación de ambos.
de raíces y de un dios trascendente, la salvación última está Pero las verdaderas con
en el futuro, en su propio devenir. Ese desarrollo, ligado a la la finalidad expresa de capt
creciente racionalidad, a las crecientes facultades intelec- fenómenos interrelacionad
tuales o al desarrollo tecnológico, también arraiga clara- nos estructurales, es decir, a un lugar en par-
mente en la naturaleza del yo moderno. La capacidad cogni- ticular, Europa occidental, mento determinado,
tiva se asocia al autocontrol, a la sublimación de la energía la época del capitalismo industrial. Ello nos permite inves-
primitiva en bruto y a su canalización hacia la construcción tigar similitudes transhistóricas e interculturales de una
de la civilización. Puede decirse que el modelo mismo de la manera que supuestamente promete perfeccionar nuestra
persona que surge en la obra de Freud encarna las estructu- comprensión del fenómeno de la modernidad. De acuerdo
ras de la modernidad. A su vez, esto da lugar a la categoriza- con la interpretación que he formulado, los aspectos de la
ción del primitivo interno en términos del primitivo de &e- modernidad antes señalados deben entenderse como fenó-
ra y el primitivo de entonces,todo ello en contraste con la in- menos tendenciales más o menos desarrollados con el carác-
teligencia central del yo, la influencia civilizadora de la ra- ter de partes de un proceso de capitalización definido en tér-
cionalidad. El «procesocivilizador»es el mito modernista de minos más cercanos a Weber que a muchos intérpretes de
la modernidad. La elaboración de ese núcleo de experiencia Marx que suelen entender el capital como un representan-
se funda en los diversos modelos evolutivos que dominaron te del trabajo o el valor incorporados. Por el contrario, noso-
el pensamiento occidental desde el siglo XM. Y la elabora- tros interpretaremos el capital esencialmente como capital
ción es verdaderamente una ampliación metafórica del mo- «ficticio»,riqueza abstracta, pero una «abstracciónreal» en
dernismo, el movimiento continuo de estadios inferiores a la medida en que es un derecho a todas las demás formas de
estadios superiores, revoluciones en las fuerzas producti- riqueza, incluyendo las que incorporan un valor real, esto
vas, la racionalidad y la inteligencia, de la superstición a la es, que tienen un costo real de producción. En ese sentido, el
ciencia, de lo primitivo a lo civilizado, esto es, de la naturale- capital es una propiedad definitoria de todas las civiliza-
za a la cultura, del salvajismoal autocontrol, del atrasado al ciones comerciales. Y cuando la riqueza abstracta penetró y
desarrollado. Todas estas imágenes son tropos en torno de desintegró, en medidas variables, formas holísticas de orga-
una única experiencia básica de la vida misma. La psicolo- nización, más de una vez generó condiciones conducentes al
gía y el psicoanálisis no son diferentes a este respecto y em- surgimiento de la modernidad: individualización, aparición
plean igual artillería de conceptos para describir el desarro- de una distinción entre lo público y lo privado, ideologías de-
llo normativo del individuo. Y corrientes filosóficas ente- mocráticas, desarrollismo/evolucionismo, secularización/
ras, como el existencialismo, son en gran medida reflejos del desencanto, formas estatales funcionales y abstractas, y
impulso hacia una mayor libertad del yo, la huida del <<sin hasta una forma moderna de etnicidad basada en la cor-
salida» y del peso muerto de la existencia cotidiana. El mo- poreidad. El capitalismo industrial es sólo una forma ~ A u
dernismo puro, como se expresa en parte de la obra de Ha- pura y desarrollada de tendencias que han estado presen-
bermas, identificaría todas las instituciones sociales como tes desde el surgimiento de las ciudades estados mesopo-
formas neuróticas que obstaculizan el avance hacia la uto- támicas.
pía de la racionalidad comunicativa, liberada del contexto. ¿Por qué existen esas tendencias? Como lo señalé, a cau-
sa de la generación de ciertos tipos de experiencias funda-
cionales condensadas en torno de algunos parárnetros que
asociamos a lo moderno. En ese sentido, la individualiza-
ción es instrumental para todos los demás fenómenos. Se El punto de partida del análisis de Giddens es lo carac-
trata de un proceso social complejo en el que se producen al terizado por muchos como posmodernidad y descripto aquí
mismo tiempo la disolución social y cosmológica, y la inte- como modernidad tras la declinación de los grandes para-
gración del yo. El individuo moderno, un estado en el cuer- digma~.La modernidad se define, literalmente, como la
po, es el portador de nuevos discursos y potenciales repre- combinación de tres fenómenos:
sentaciones que llenan el espacio del pensamiento moderno.
Sin el individuo moderno no serían posibles la etnicidad y el 1. La separación del tiempo y el espacio.
racismo, la alienación, la naturaleza abstracta de las insti- 2. La desincorporación del sistema social.
tuciones sociales, l a secularización y el desencanto, y el de- 3. El proceso de ordenamiento y reordenamiento refle-
sarrollismo modernista. xivos.
1.Etnico.
2. Nacionalista.
Niveles de estructura en los sistemas globales
3. Religioso 1fundamentalista.
4. Indígena. Las entidades de las que habitualmente se habla como
constituyentes de la realidad social global -estados nacio-
Con la desintegración del imperio soviético, el proceso de nes, regiones, grupos étnicos, etc.- se entienden por regla
fragmentación étnica se convirtió en un proceso de balcani- general como aspectos socialmente construidos de los pro-
zación, en el que predomina el conflicto armado naciona- cesos sociales totales. Se ejercen, y es preciso hacerlo cons-
lista. Considerado superficialmente, este es un fenómeno tantemente para que tengan existencia. La institucionali-
independiente de los recién enumerados, en la medida en zación y la culturización (la creación de reglas, códigos, umo-
que estos parecen ser reacciones a una identidad modernis- delos de.) son las prácticas fundamentales que intervienen
ta fracasada.Yo diría, sin embargo, que los regímenes sovié- en la estabilización del proceso social, en cuanto suponen
ticos representaron otra versión, aún más pura, del moder- necesariamente una reproducción consciente de la estruc-
nismo, puesto que se basaban en una ideología desarrolista tura. Desde esta perspectiva, los sistemas globales deben
totalizadora. Bauman ha llegado a ver en la ideología comu- concebirse en términos referenciales que dan razón de los
nista el destilado más puro del modernismo (o de la moder- sujetos en su práctica de las diversas organizaciones que
componen el proceso global. En los sistemas globales, el or-
nidad, como él la llama): <Alo largo de toda su historia, el
den liga al sujeto individual a los mamoprocesos dominan- pueden distinguirse con claridad de las del estado en Papúa
tes del mundo en general, de manera que el desorden en el Nueva Guinea. La idea en sí de que el estado nación es un
nivel global causa desorden en niveles inferiores, sin que, fenómeno global que se difundió desde el centro europeo ha-
no obstante, suceda lo inverso. Por el contrario, el estableci- cia la periferia pasa por alto las enormes diferencias estruc-
miento de un orden global o regional puede generar mucho turales cualitativas que hay entre los «estadosnaciones» en
desorden local. El tráfico europeo de esclavos creó una rela- distintas partes del sistema global, a tal punto que el uso de
ción de orden que enlazaba al Africa, las Américas y Euro- la misma palabra sólo puede tener sentido en términos de la
pa, que a su vez creó un desorden considerable y hasta ca- participación en organizaciones internacionales como las
tastrófico en las regiones locales afectadas. En Africa Cen- Naciones Unidas. Esto debería acentuar el hecho de que lo
tral los reinos se derrumbaron, y tras ello hubo guerras y global está constituido por la articulación de muchos proce-
despoblamientos masivos. En América del Sur se organizó sos locales y regionales. No es, como a menudo se repre-
una economía de plantaciones, un nuevo orden que, a su senta, una capa que desciende desde lo alto para extenderse
turno, hizo estragos en las poblaciones indígenas. En Euro- sobre la suma total de las localidades del mundo.
pa, el proceso llevó a una expansión económica que, al mis-
mo tiempo que creaba un orden industrial, provocó un des-
plazamiento y desorganización masivos del anterior sector
rural. La integración a un sector del sistema global h a im- La modernidad como el espacio identitario del
plicado por lo común desplazamientos, la desarticulación de hegemónico
las estructuras locales y el crecimiento de los niveles de con-
ficto. Pero como esos procesos son temporales, nuevas esta-
E n las siguientes consideraciones intentaré detallar la
bilidades se impusieron & donde una vez reinó la catástro- formación, la expansión y la declinación del espacio identi-
fe. En general, la integración global en la forma de la impo- tario de la modernidad. Mi propósito es analizar la conexión
sición de una hegemonía tiene al principio un efecto desin-
entre el crecimiento del desorden y la deshomogeneización
tegrador en los niveles inferiores, pero después el efecto es de una forma «cultural»dominante, en cuanto se relaciona
integrador. Cuando los sistemas locales o regionales se de-
con la deshegemonización de la arena global. El empleo del
rrumban, el desorden se incrementa, y sigue a ello una fase
término «homogenia»como correlato de «hegemonía»pre-
de reintegración al sistema mayor como subunidad de una
tende indicar una tendencia a la asimilación a una identi-
jerarquía global. La reintegración es al mismo tiempo una
dad dominante. La homogeneización real siempre es limita-
transformación de la estmctura local en una forma cuyo or-
da, sin embargo, y el producto de ese proceso es una clasifi-
den interno depende del orden del sistema más general. El
cación de identidades en relación con la dominante. La des-
desorden en el nivel global transforma las condiciones de
homogeneización es, en este sentido, la disolución de esa
existencia a lo largo de todo el sistema. Pero, como hemos
jerarquía.
señalado, el desorden global muy bien puede significar or-
den nacional, orden étnico y orden religioso.
Niveles como los del estado, la provincia, la ciudad, el
pueblo, la aldea y la casa -o el reino, la provincia, el clan
regional, el linaje máximo, el linaje mínimo y 1a.familia li- El pérfido presente: la modernidad en declinación
neal- son variables de los procesos constitutivos del campo (1992)
social. No se los puede declarar externos a esos procesos,
porque los procesos mismos son muy diferentes. En Euro- En buena medida, la celebración del descubrimiento del
pa occidental, el estado contemporáneo, a pesar de sus va- Nuevo Mundo por Colón en 1492 se convirtió muy rápida-
riaciones, tiene ciertas características fundamentales que mente en una celebración de la fragmentación local y étnica
no occidental del sistema cuyo surgimiento se simboliza en Esta eclosión mundial de movimientos indígenas recibió
los viajes de descubrimiento. El siguiente esbozo se concen- un reconocimiento oficialglobal cuando la ONU declaró que
tra en el aspecto cultural e identitario de la centralización y 1993 es el año de los pueblos indígenas.
la descentralización en el sistema global moderno. Al mismo tiempo, como ya señalé, y en forma paralela al
Mil novecientos noventa y tres se convierte rápidamente proceso antes mencionado, hubo un enorme incremento en
en el año y quizás en el comienzo de la década del indio nor- el número de movimientos religiosos fundamentalistas y de
teamericano, centroamericano y sudamericano, el hawaia- formas de nacionalismo étnico y guerra local en los intersti-
no, el aborigen australiano, el micronesio, etc. En Hawai, cios de un debilitado orden mundial. Ese proceso ha sido
donde he realizado trabajo de campo, hay en la actualidad instrumental en la etnificación de grandes poblaciones de
un fuerte movimiento en favor del restablecimiento de la inmigrantes en los principales centros del sistema global.
nación hawaiana como entidad políticamente autónoma Para comprender lo que está sucediendo, es necesario
dentro de un estado saturado de turistas, en el que los ha- considerar la situación desde la perspectiva de un fenómeno
waianos prácticamente han desaparecido bajo el peso de la global. Los subnacionalismos, las etnicidades y el surgi-
norteamericanización económica,política y «cultural)). En el miento de movimientos indígenas forman parte de un pro-
ceso que abarca la fi-agmentacióntanto del imperio soviéti-
continente (los Estados Unidos), hay en las universidades
co como de la hegemonía occidental en asociaciones de ca-
un vigoroso movimiento en favor de la eliminación de los
rácter local que tienen fuertes identidades culturales y bus-
cursos corrientes de civilización occidental. En muchos es-
can autonomizarse de los ámbitos más generales de los que
tados, esos cursos fueron eliminados de los planes de estu-
antes fueron parte. Es importante notar que, mientras las
dio, mientras se los complementa o sencillamente se los su-
antiguas estructuras imperiales se hacen trizas, otras, en
planta por cursos sobre la cultura y la sociedad no occiden- Asia, están en proceso de formación y expansión.Ese trasla-
tales. do de la acumulación hacia el este asiático provocó el surgi-
En Canadá, enormes aun cuando áridas extensiones de miento de nuevos modernismos en formas como el neocon-
tierras se devuelven a los concejos tribales indios. En Nueva fucianismo. Esta gran transformación del orden mundial
Zelanda se discute hoy si los maoríes deben recuperar una incluye el surgimiento de clases financieras y políticas glo-
gran porción de ese estado isleño. bales, así como un generalizado desplazamientoy empobre-
Este es el año de Danza con lobos. Kevin Costner agrade- cimiento de grandes poblaciones.
ció públicamente a todos sus hermanos indios en la entrega La identidad cultural es un aspecto nuclear de la multi-
de premios de la Academia, ante los aplausos de la concu- tud de fenómenos que tenemos frente a nosotros. La expre-
rrencia. Los indios hablantes de lakota, algunos de los cua- sión alude a una identidad social basada en una conñgura-
les intervinieron en el filme, intentan hoy acrecentar sus ción cultural específica de carácter consciente. La historia,
manadas de búfalos para llegar a ser económicamente auto- la lengua y la raza son fimdamentos posibles de la identidad
suficientes y, de ese modo, independientes de los Estados cultural y realidades construidas socialmente. Ese hecho no
Unidos. las hace falsas o ideológicas si advertimos hasta qué punto
Y en un país que es la quintaesencia del modernismo, toda identidad es construida. La identidad sólo es falsa para
Suecia, los pueblos indígenas irrumpieron en la pantalla quienes no tienen ninguna o se sienten tan alienados de
televisiva con un fuerte relato histórico de la situación de los cualquier identidad particular, que nunca podrían soñar
sami, una «nación)> potencial dentro del estado nación más con participar en esa mistificación cuasi religiosa. Pero mu-
grande. Esa aparición, completamente improbable en una chísimas personas han abandonado el modernismo extre-
nación que se identiñca como «homogénea»,ha sido acom- mo y la actitud cínica respecto de la etnicidad para volver
pañada por un torrente de nuevos regionaiismos y una po- con toda su alma a las raíces étnicas. Negar la autentici-
lítica oficial de multiculturalismo. dad de la identidad cultural como un poderoso fenómeno
existencial es tan absurdo como peligroso. En la situación cocktail-party de las nuevas clases políticas y económicas
actual están en juego tres procesos relacionados de identifi- internacionales gracias a las grandes cantidades de capital
cación cultural: líquido que circulan de manera tan exclusiva en medio de
océanos de miseria abyecta.
1. En Occidente, la identidad de los inmigrantes gana en Hay otro aspecto de este problema que ha sido analizado
fortaleza al propio tiempo que sus anfitriones se vuelven bajo el título de <<globalización».Algunos equipararon esta
más étnicos, lo que provoca confrontaciones directas co- última con la homogeneización cultural por medio de algu-
nocidas como racismo. na forma de imperialismo tecnológico occidental. Todo el
2. Los pueblos indígenas que viven en los márgenes de los mundo mira Dallas (salvo, quizá, los Estados Unidos), toma
estados nacionales, como los sami, los indios norteameri- Coca-Cola y Pepsi, y usa remeras con los mismos diseños y
canos, los maoríes y las minorías tribales del sur y el su- fabricadas en los mismos talleres negreros, que represen-
deste asiático, comprueban que sus derechos a la tierra y tan a Acapulco, Río, Waikiki o Mauricio; todo el mundo lleva
a la autonomía tanto política como cultural se incluyen clones Gucci, así como usa clones IBM y Mac, etc. Esta si-
en la agenda de las Naciones Unidas. tuación, desde luego, no ha producido homogeneidad, sino
3. Las antiguas subdivisiones étnicas de Europa, tanto oc- que proporcionó materias primas para nuevas variaciones
cidental como oriental, han renacido. Un fenómeno que locales. Hay también mezclas deliberadas, como en la mú-
en Europa occidental -Bretaña, Occitania, Lombardía, sica mundial, pero estas formas nunca se experimentan en
Cornwall, Irlanda, Escocia, Gales, Cataluña, el País términos de su significación global. El fenómeno mismo de
Vasco, Córcega- se desarrolla desde hace casi una déca- la globalización es a veces exagerado por las elites intelec-
da ha sido relegado a las sombras en los medios de comu- tuales de Occidente, que por finhan caído en la cuenta de
nicación por la explosión étnica producida a causa del que esos procesos globales existen, en parte, porque ellas
desmembramiento del imperio en el este. también se globalizaron.Es verdad que la descentralización
de la acumulación de capital y el proceso de multinacionali-
La etnificación es L& proceso global y no una mera coin- zación fomentaron una globalización de los productos, los
cidencia. No se refiere a la red de comunicación televisiva, servicios y hasta de las clases que probablemente no tenga
por más que esta cumpla algún papel. Tampoco a las meras precedentes en términos cuantitativos. Pero suele no adver-
políticas oficiales multiculturales, aunque estas hayan sido tirse que los procesos globales, incluyendo transferencias
instrumentales en la reificación y, a veces, en la creación de culturales como los spaghetti, los sistemas médicos, la cien-
etnicidades entre los inmigrantes. Es mucho más general y cia, la matemática y la vestimenta, han estado presentes
más poderosa, porque informa y hasta forma las ideologías durante mucho tiempo y fueron elementos esenciales de la
multiculturales que han cobrado tanto poder en Occidente, historia mundial desde las primeras civilizaciones comer-
y actúa desde abajo inflamando y politizando las identida- ciales del Viejo Mundo. Del mismo modo, y con una mayor
des culturales en las minorías de inmigrantes, y las regio- importancia, los fenómenos en los que hoy estamos tan en-
nes subnacionales y los pueblos indígenas. Tiene que ver vueltos se produjeron incontables veces en el pasado, susci-
con la declinación de la hegemonía, con la desintegración tados por procesos similares. Tanto la integración de gran-
del modelo de identidad y modernismo del centro, y con la des sectores de la población mundial a sistemas imperiales
proliferación global de identidades arraigadas en un lugar y sus culturas hegemónicas como la desintegración ulterior
y aparentemente impermeables a las condiciones de movi- de esos sistemas y la fragmentación cultural, experimen-
lidad en la arena social más general. Digo aparentemente tada como un renacimiento local, en los imperios declinan-
porque la consolidación étnica también entraña la forma: t e ~son
, fenómenos antiguos y a menudo violentos. La glo-
ción de nuevas elites: líderes y representantes de los nuevos balización no se refiere tanto a los cambios en el movimiento
grupos, que pueden integrarse con facilidad al síndrome del de cosas y personas como a la manera en que esos fenóme-
nos relativamente constantes son identificados por los par- El surgimiento y la declinación de la modernidad
ticipantes en el sistema mundial en períodos específicos. como espacio identitario
Muchos experimentan la actual descentralización del
sistema global como terriblemente peligrosa, una amenaza La estructura de la modernidad como espacio identitario
a la continuidad de la existencia, mientras que otros la vi- constituye el fundamento para cualquier comprensión del
ven como una bocanada de aire fresco, una oportunidad pa- presente estado de cosas. La estructura dominante de este
ra la expresión cultural antes reprimida: posiciones diferen- espacio es el modernismo, fundado en la desintegración de
tes, perspectivas diferentes. La delgada línea que separa la anteriores estructuras holísticas de identidad en las cuales
balcanización del renacimiento cultural es característica de el sujeto estaba integrado a un campo más amplio de fuer-
la situación contemporánea, una situación inmersa en un zas estructuradas que eran constitutivas de la individuali-
mundo en crisis económica y política. dad. El yo se separa en la modernidad de esas estructuras
Podría apuntarse con rapidez que la imagen que aquí se cosmológicas más generales. Se trata de una modernidad
ofiece de la declinación de la hegemonía occidental resulta que sin duda se ha dado en civilizaciones comerciales ante-
exagerada en algunos aspectos, puesto que es indudable riores, pero que en nuestra era aparece en el sigloXVIII, con
que su poderío militar en el mundo de hoy no ha disminui- el desmoronamiento de las antiguas jerarquías adscriptivas
do. En realidad, algunos estarían dispuestos a afirmar que, de la Europa aristocrática, y se expresa en una serie de pro-
con el derrumbe de la Unión Soviética, los Estados Unidos, cesos paralelos:
o acaso Occidente en su conjunto, han alcanzado la hegemo-
nía total. Esto se ve claramente expresado en la Guerra del 1. La primera revolución comercial se basó en gran medida
Golfo, el ingente y creciente poder de algunas corporaciones en la emancipación de la apariencia del status fijo, de
multinacionales estadounidenses y europeas, y la manipu- manera que, en teoría, cualquiera podía mostrarse como
lación aparentemente exitosa de lo local por parte de corpo- una baronesa, un rey o un carnicero. Y en las quejas del
raciones de alcance global, en relación con el consumo de siglo abundan las referencias a semejante anarquía en
bienes e imágenes. Es verdad que en los últimos años los la identificación. Lord Chesterñeld le escribe a su hijo
Estados Unidos se mostraron más activos en ciertas opera- advirtiéndole que no debe mostrar toda su personalidad
ciones militares internacionales, sin que el vacilante bloque en público sino conservar una esfera privada, una cre-
oriental se les opusiera. Pero este aspecto debe ser conside- ciente necesidad cuando nadie sabe realmente de dónde
rado desde la perspectiva de una situación hegemónica que venimos.
se desintegra. No se han establecido nuevas o expansivas 2. El café se convierte en el ámbito donde pueden interac-
jerarquías internacionales. Por el contrario, y a pesar del tuar personas cuyos antecedentes y posición social no
ejercicio del poderío militar combinado de los Estados Uni- están marcados con claridad. Se trata de un lugar donde
dos y las Naciones Unidas, la fragmentación continúa en pueden ponerse en práctica identidades alternativas y la
Medio Oriente, el sur de Europa, el este de Africa. La des- adscripción es reemplazada por el logro. Crea el escena-
centralización del tráfíco de armas es un excelente indica- rio donde ya no hay una relación unívoca entre yo e iden-
dor de ese proceso. En el modelo que propusimos, la declina- tidad social.
ción de la hegemonía adopta la forma de un crecimiento del 3. El teatro se libera de su anterior función circense y se
multinacionalismo, sobre todo económico. Así, el poder de transforma en una verdadera escena para la representa-
los medios de comunicación multinacionales y de otras acti- ción de piezas, dominada por un cuerpo de actores cada
vidades económicas no es un contraargumento,sino una ex- vez más profesionalizados. El teatro es el lugar adonde
presión del fenómeno que estamos analizando. Con todo, pueden ir nuevas multitudes, socialmente no muy defi-
ese poder no es del tipo político clásico, y tal vez sólo perdure nidas, y vivir experiencias distintas de las propias. Expe-
mientras esté vigente esta fase particular del ciclo. rimentan así la otredad. Las crónicas de ese período se-
ñalan el extremo compromiso emocional del público en bien, si la tomáramos por un extremo para convertirla en
esos espectáculos. una cadena horizontal llamada «flecha del tiempo»,trans-
4. Aparece la novela como forma popular de cultura. La lec- formaríamos la gran cadena del ser en un esquema evoluti-
tura se limitaba en un principio a la arena pública. Las vo. La evolución es en esencia el resultado de la temporali-
novelas se leían en voz alta y se consideraba incorrecto zación de la «grancadena del sers. Se produce cuando la po-
leer en forma privada. Finalmente, la novela se convirtió sición biológica y social en el mundo ya no es definible de
en la salida de la fantasía privada. Con ella era posible acuerdo con la cercanía relativa a Dios. Esa transformación
introducirse por completo en otra vida. También esto es es también una temporalización del espacio. Lo que está allí
un experimento con la otredad, pero, en cuanto a las po- afuera, desde los reptiles hasta los simios (Rousseau estaba
sibilidades que brinda al sujeto, la novela es más extre- convencido de que los monos descubiertos poco antes eran
ma que el teatro. en realidad hombres que habían sido degradados por un ac-
to de racismo), desde los bosquimanos hasta los incas, eran
La modernidad es fundamentalmente el surgimiento de precursores del estado moderno y civilizado del mundo.
la «otredad»como situación permanente, en la cual el yo Como ya señalé, la separación del sujeto respecto de su
nunca se defíne y siempre hay otras posibilidades de identi- expresión social, el surgimiento de una esfera privada, el
dad y existencia. Este es un mundo donde lo privado se con- «verdaderoyo»es fundamental para la posición modernista.
vierte en lo real, y lo público, en lo artificial o construido, Esta se asocia a la bohemia, a la revolución del estilo, la au-
y donde la noción de civilización equivale a artificio. La pa- tosuficiencia y la orientación introspectiva que niegan el or-
labra «néglig&», como lo señalé en el capítulo 11,se utilizó den existente a fin de ir más allá. La ruptura constante con
en un principio para aludir a cualquier atuendo usado en la convención, la abstracción de la forma respecto del conte-
la privacidad doméstica, ~négligénporque era natural, no nido en el arte, la música y la poesía, son parte de un mismo
construido. La oposición entre lo privado y lo público asume movimiento. Y es sorprendente su paralelismo con la sepa-
su forma específica en ese período. ración de la persona respecto del rol en la formación de la
A su vez, la otredad implica que el yo social no es ni natu- sociología de Durkheim, o sea, el «hecho social»;con la abs-
ral, ni necesario, ni adscripto. Es, antes bien, un yo alcan- tracción del signo lingüístico arbitrario en la obra de Saus-
zado, desarrollado, construido. La otredad abriga, entonces, sure y la fundación de la lingüística moderna; y con la abs-
una tendencia a cambiar, a «desarrollarse»,cabría decir. tracción de la psique del sustrato biológico y fisiológico del
Combinada con el principio del ensayo y el error, la otredad ser humano en el psicoanálisis. Esta transformación gene-
acarrea progreso o evolución: seguir adelante, aprender ralizada de la identidad europea no puede considerarse me-
más, llegar a ser mejor, más eficiente, más sabio o lo que r a coincidencia. Se corresponde con otros grandes cambios:
fuere. Aquí tenemos la clave de lo que podría llamarse emo- el debate acerca de la Gemeinschaf?y la Gesellschaft,la nos-
dernismo~. La segunda parte del Fausto de Goethe contiene talgia proustiana, el relato de Mann sobre la declinación de
la esencia de la estrategia del modernismo: el principio del los valores occidentales en Los Buddenbrook y las terribles
movimiento en sí y para sí. Fausto combina la angustia de imágenes kafkianas del futuro del poder. Toda esa tumul-
la soledad con el deseo que lo impulsa a alcanzar mayores tuosa explosión de modernismo es una vigorosa expresión
alturas. La cosmología del modernismo es el evolucionismo. de la separación del sujeto del significado socialmente de-
La cosmología del holismo que le precedió encuentra su me- terminado que comenzó más de un siglo antes. El resultado
jor expresión en la idea de la .gran cadena del ser»,una je- es el sujeto vacío, capaz de todo pero que no se satisface con
rarquía universal que se extiende desde Dios, pasando por nada, el «corredorde fondo. de la modernidad.
los.ángeles, hasta el hombre, los animales y, en algunas verL El modernismo es la forma dominante de lo moderno,
siones, el Diablo; una jerarquía en la que cada forma inde- pero depende de un contexto externo. Tiene que haber una
pendiente de existencia tiene su lugar establecido. Ahora fe en el futuro. Tiene que haber un lugar adonde ir, tal como
hay un pasado del cual venimos. Todo ese desarrollo fue en ras más lucrativas. Mientras tanto, en el centro el capital se
gran parte una consecuencia de la expansión de Occidente encauza cada vez más hacia diversas formas de acumula-
desde f k e s del siglo XV. La expansión consistió en: ción ficticia: la especulación con la tierra, con las deudas de
otras personas y otros países, con acciones y títulos. En ella
1. La exploración y dominio de grandes regiones del mundo
se incluyen las llamadas <industriasculturales*, la enorme
y su integración al centro europeo emergente, es decir, la
especulación en obras de arte y no-arte. Todo ello sigue has-
formación de periferias; las más de las veces esa trans-
t a el crujido y la contracción financiera, las bancarrotas y
formación conllevó la desintegración de las estructuras
el derrumbe de todos esos mercados ficticios, el «crash de
políticas y sociales anteriores de las nuevas periferias y/
1990»,que pueden adoptar una diversidad de formas, más o
o su adaptación a la condición periférica. menos violentas.
2. La comercializacióny transformación industrial del pro-
Es con ocasión de dichas crisis cuando abundan los ata-
pio centro, el surgimiento del complejo de la «fábrica del
ques al modernismo. El modelo al que tantas veces nos he-
mundo*, cuando el centro se convierte en el principal
mos referido aquí, el espacio tetrapolar de la modernidad
proveedor de bienes de consumo para el resto del globo. (véase la figura 11.2), puede servir como base para com-
3. La desintegración de las anteriores formas de vida &a-
prender la crisis. Como ya lo sugerimos en repetidas oca-
dicionales~en el centro, una creciente individualización
siones, en esos períodos hay una tendencia estadística al
y urbanización, experimentadas a menudo como libera-
neotradicionalismo. Ello se debe a la seguridad y hasta la
ción y alienación.
salvación que la identidad tradicionalista aporta en épocas
Esa es la formación de las estructuras hegemónicas de de crisis. Esa identidad es fija y adscripta, y proporciona un
centro y periferia que caracterizan el mundo social y econó- medio para comprometerse en una colectividad más amplia
mico de la era moderna. Este dinámico sistema global no es y un conjunto de pautas, valores y reglas para la vida. En
nuevo. Es la prolongación de un sistema anterior y de Medio esos períodos, el tradicionalismo se expresa en el deseo de
Oriente, a través de un cambio de hegemonía, y no algo que raíces, la etnificación del mundo, el surgimiento del «cuarto
haya crecido en el suelo de Europa. El modernismo depende mundo», el regreso a la religión y los valores estables. Pero
de una expansión real para mantenerse como estrategia. en tiempos como esos, todas las polaridades se polarizan.
Necesita u n futuro. Necesita movilidad, tanto individual Los modernistas pueden ponerse histéricos, y disciplinas
como social. Cuando las condiciones económicas y políticas deliberadamente racionalistas, como la economía, pueden
del modernismo se debilitan, este entra en crisis. Junto con cobrar preponderancia en los cuerpos gobernantes del esta-
la movilidad desaparece el futuro. El desarrollo se presenta do nación. Los primitivistas se dedican a la destrucción to-
más bien como desastre y se inicia una búsqueda de iden- tal de la civilización tal como la conocen. Hemos aludido a
tidades alternativas. La crisis actual del sistema mundial los «indios urbanos* de las zonas céntricas deprimidas [in-
moderno es una crisis de acumulación en el centro como ner cities] de algunas ciudades europeas. Podríamos añadir
producto de la descentralización de la riqueza en el siste- aquí la proliferación de cultos new age y primitivistas, inclu-
ma en su conjunto. La multinacionalización, la exportación yendo el rápido crecimiento de la adoración diabólica, los
de capitales y la consiguiente generación de nuevas zonas cultos de brujería y la magia negra. Los posmodernistas ali-
industriales son la consecuencia del aumento de la riqueza mentan sus carreras con la fragmentación del universo mo-
en el centro, que lo convirtió en un productor demasiado dernista del discurso y la inestabilidad general de la iden-
caro en comparación con su periferia subdesarrollada. La tidad intelectual. Pueden regocijarse con la disolución de lo
descentralización es el recurso mediante el cual el capital que caracterizan como discursos del amo en un equivalente
resuelve el problema de la competencia, al trasladar la pro- intelectual y negador de la angustia del ajuste estructural.
ducción, de la manera más eficaz posible, a áreas de mano Por extraiio que parezca, no es infrecuente verlos adoptar
de obra barata, menores impuestos y condiciones fhancie- una suerte de evolucionismo intelectual en virtud del cual
consideran la posmodernidad como un desarrollo de la mo- se quedó en el lugar donde creció tiene una cultura más
dernidad. grande (. . .) Bueno, ni siquiera la tengo en casa, donde vive
Pero si bien las tres reacciones al moderni mi madre. Sencillamente tenido nunca* (Waters,
cen tener, vistas superficialmente,nada en común con él, to- 1990, pág. 152).
das forman parte, como he sostenido, del mismo espacio de
identificación potencial. En realidad, están contenidas en la La declinación del modernismo en el centro se acompaña
identidad moderna como lo específicamente reprimido. Es de la fragmentación de las identidades sociales más am-
esta lógica la que produce la equiparación del salvaje inter- plias. Como ya he señalado, la población de indios norte-
no y el primitivo en la periferia. Los márgenes de la perso- americanos pasó de setecientos mil en 1970 a un millón cua-
na, l o que se supera mediante la socialización,son idénticos trocientos mil en 1980. No se trata de un dato de la biología
a los márgenes del mundo civilizado «allí afuera», que han sino de la identidad. Hay, además, cinco nuevas tribus. De
sido reemplazados por el desarrollo social. La crisis de la he- modo que el anhelo de raíces se satisface rápidamente con
gemonía occidental es la crisis del modernismo, la implosión su proliferación como secuela de la decadencia del moder-
del espacio identitario moderno. Lo primitivo ha comenzado nismo. En la década pasada hubo un renacimiento verda-
a cercarnos, desde adentro y desde afuera. Puede expresar- deramente notable de las identidades culturales. La deshe-
se en la cultura del horror y el miedo, que adoptó diversas gemonización del mundo ha Llevado, al menos temporaria-
formas en el arte popular, pero también en el temor real al mente, a su deshomogeneización. En cierto sentido, esto
Otro. La inmigración masiva a los declinantes centros de puede apreciarse como una estimulante liberación de la
Europa fusiona la implosión real y simbólica que se seña- diferencia cultural, una verdadera sinfonía de la variación
la en la decadencia de la hegemonía modernista. Pero esto humana. Esa fue la reacción de algunos antropólogos y de
puede expresarse, al mismo tiempo, en un anhelo inverso las clases medias y altas con inclinaciones museológicas.
por «lo que hemos perdido)): Pero aquí están en juego cuestiones más profundas, la prin-
cipal de las cuales es el hecho de que la identidad cultural
«Me gustaría ser miembro de un grupo que vive una cul- no es sólo un juego para quienes se encuentran implicados
tura, como en una reservación india norteamericana o un en ella, sino una estrategia sumamente seria de supervi-
campamento gitano (. . .) o un barrio italiano. Donde hay vencia psíquica y social. En su forma étnica, la identidad
algo de carne en la cultura. La mía era muy insípida. No te- cultural no es una mera cuestión de estilo de vida indefini-
nía mucho que la hiciera fuerte y atractiva. Se suponía que damente intercambiable. Esta última postura expresa al
era ese delgado bastoncillo en la parte de atrás de mi espina modernista, que puede y debe mantenerse a distancia de to-
dorsal. Irlandés escocés. Era tenue. Diluida. Habría querido das las identidades potenciales, que a la larga jamás pue-
pertenecer a una sociedad cultural rica. No sé cuál podría den ser satisfactorias. Por el contrario, la identidad étnica
ser. La que sea más rica (. . .) Donde tengan una apretada es una cuestión de sacrificio del yo en favor de un proyecto
estructura familiar de tíos, tías y primos. Y donde todos co- social más grande.
nozcan íntimamente a sus primos segundos y se involucren La recreación de la identidad es una exploración de los
en la vida de los demás. Cosa que no me ocurría. Aunque fundamentos mismos de la experiencia humana, y es fácil
mis primos vivían cerca, no teníamos mucha relación. Ni si- que se enrede en las poderosas emociones del mundo narci-
quiera sabíamos si estaban en la ciudad. No sabíamos de sista primario, en el que el yo lleva una existencia verda-
ellos como creo que saben otros grupos étnicos, los que son deramente precaria. La noción de renacimiento no está en
ricos y los que son compactos. Podría ser un esquimal de modo alguno fuera de lugar en la descripción de tales proce-
Alaska. Quiero decir, aquí no cuento con nadie. No tengo sos. No se trata, entonces, de una mera cuestión de cultura,
tantos amigos. Hago mi trabajo. Toco mi instrumento. Viajo sino del compromiso del yo en proyectos de individualidad
mucho. Pero no tengo una gran cultura (. . .) La gente que social que no pueden ser fácilmente gobernados.
En todo ello la posición del intelectual es la del cosmo- xis científica y evolución de la teoría. En última instancia,
polita que observa la creación activa de identificaciones se apoya en la separación del hacedor individual de teorías
culturales: al moverse entre continentes y modos de vida, a respecto del producto de su actividad, aun cuando esa se-
menudo en el exilio, con frecuencia entre otros, en un mun- paración raramente se alcance salvo en el caso de algunas
do de diásporas, puede surgir una identidad que se esfuerce ciencias naturales. Lo que resulta claro en la crisis de la mo-
por abarcar toda esta variación y aparente mezcla. Esta es dernidad es hasta qué punto la actividad científica es un
una identidad fundada en formas cambiantes de acceso al proyecto social y no una facultad natural o un procedimien-
mundo, un inseguro modernismo sin raíces. Las diasporas, to autoevidente para la producción de verdad. La disolución
la mezcla cultural, los movimientos de pueblos, etc., no son del paradigma científico racional es el derrumbe de la esfera
nuevos, pero no siempre fueron conocidos de igual manera. pública de la actividad científica, el ámbito de la teoría y la
En la actualidad, los medios de comunicación coinciden en falsabilización, y de la evolución del conocimiento. En su
acentuar la conciencia del estado fragmentario del mundo y lugar se coloca la sabiduría, la conversación edificante y un
la intensidad de las conexiones que hay entre sus partes. La pluralismo de mundos culturales, una completa relativiza-
música, la televisión y la literatura con el calificativo de ción de los discursos que proponen mundos posibles. Si hay
«mundial»se convierten en cosa de todos los días para los aquí un desorden, reside en la falta de todo principio de or-
consumidores globales. Se produjo una acentuación de las den que enlace proposiciones y discursos, esto es, en la au-
representaciones globales, que las más de las veces son obra sencia de criterios de discriminación. Los criterios de discri-
de las nuevas elites cosmopolitas y los intermediarios y, no minación inherentes a la esfera pública del modernismo cla-
hace falta decirlo, un elemento central de su identidad, así siñcan las proposiciones en términos de su valor de verdad.
como una pretensión de poder. Pero también aseguran el reemplazo de las proposiciones de
I más alto rango por proposiciones más adecuadas. Cuando
esos criterios se eliminan, el espacio antes organizadojerár-
quicamente se aplana y todas sus voces adquieren un valor
Desorden y posmodeniismo equivalente. Esa proliferación de voces potenciales es, pues,
paralela a la proliferación de identidades a que nos referi-
El modernismo, como figura dominante del poder hege- mos anteriormente. otras medicinas, otras sabidurías ho-
j
mónico en el sistema mundial, ordena el mundo en una je- lísticas, otras formas de comprender la naturaleza, otras
rarquía de etapas de desarrollo. Ordena la esfera pública de Gerneinschaften: todas invaden el campo antes autolim-
acuerdo con los dictados de la autoridad civilizacional. Si piante del pensamiento racional y la identidad desarrollista
bien no homogeneiza realmente el.mundo, sus pretensiones modernista.
en ese sentido originan una jerarquía de más/menos que es La conexión global pone aquí en relación la crisis de la
la esencia del pensamiento evolutivo. La declinación de la hegemonía con la crisis del modernismo, que es su ideología
centralidad hegemónica es al mismo tiempo el renacimien- dominante, y con el surgimiento del posmodernismo, que
to de las autonomías culturales, una liberación general de es la fragmentación de aquel y su multiculturalización. En
identidades antes contenidasy englobadas. La disgregación términos de las representaciones de la ciencia, el posmo-
de la modernidad es la disolución de sus principios organi- I dernismo es una relativización del conocimiento científico,
zativos. Su componente individualista, la separación del su- i
interna y externamente: internamente, una neutralización
jeto de cualquier identidad particular, es también la autono- ! del procedimiento de falsabilización; externamente, una re-
I
mización de la actividad de comprensión como discurso pú- lativización del conocimiento científico con respecto a otras
blico y la capacidad consiguiente de reemplazar un conjunto formas de conocimiento. Todo conocimiento se traduce así
de proposiciones acerca del mundo por otro. Ese paradigma en uno u otro cuerpo de proposiciones culturalmente especí-
se puri£íca en el modelo popperiano y otros conexos de pra- ficas sobre el mundo, cuerpos que en Última instancia son
inconmensurablesy para los que no hay, por tanto, criterios cuando fallan los mecanismos de apoyo de la existencia mo-
de comparación o de evaluación. derna.
El desordenamiento del mundo puede verse como una La lógica que acabo de esbozar conduce de la deshegemo-
fragmentación sistemática en una serie de procesos pa- nización en el nivel global a la declinación económica en el
ralelos: centro. Siguen a ello una disolución del proyecto modernista
y una crisis de la persona en general. Esto provoca la apari-
conocimiento científico cuerpos culturales ción de la depresión, puesto que el mundo ya no se ajusta a
inconmensurables la estructura de deseos del sujeto. En última instancia,la si-
identidad modernista identidad con raíces tuación se transforma en una intolerable «sobrecarga de-
multiculturales presiva,, (Alberoni, 1984, págs. 52-83) que amenaza la su-
hegemonía política y política multicéntrica pervivencia psíquica. En este estado cobra gran importan-
económica y acumulación económica cia el narcisismo clínico, una situación en que la persona de-
formación del yo moderno disoluci6n narcisista pende cada vez más de la ((miradadel otro* para asegurar
su propia existencia.Varias son las soluciones que aparecen
en esos estados:
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