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UNIVERSIDAD DE CUAUTITLÁN IZCALLI

PLANTEL BALCONES DEL VALLE


FILOSOFÍA EDUCATIVA I
ASESOR: LIC. MARÍA TERESA LECHUGA TREJO
PROFRA: PATRICIA NORA MACIP DE ZÚÑIGA
GRUPO 539 11 MARZO 2008

¿Qué Nueva Filosofía Educativa considero que necesita el mundo?

En mi opinión ya no hace falta una "nueva filosofía", pues creo que con las que
tenemos es más que suficiente (considerando que a veces nos cuesta mucho
trabajo comprenderlas y aplicarlas plenamente en el aula).
No obstante, en lo personal me centraría en rescatar las propuestas de
naturaleza dialéctica, pues se hace cada vez más necesario conducir a las
nuevas generaciones a un proceso reflexivo, tratarlos como individuos
racionales, dignos de respeto y de un trato equitativo entre docente-alumno,
evitando el verlos como "consumidores", "clientes" o "competidores"
(recordemos que esa fue una de las causas de que la filosofía entrara en
decadencia, hasta llegar al sofismo), perspectiva que, lamentablemente, en
muchas instituciones educativas está de moda.

En el entendido de que educar es una tarea consistente en ayudar al otro a


manejar ciertos conceptos, habilidades o procedimientos pero también
orientada a la asimilación de diversos patrones de conducta considerados
deseables y necesarios para la convivencia social (lo que nos hace remitirnos a
los cuatro pilares de la educación promovidos por la UNESCO y a la obra de
Edgar Morín: Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro 1), es
necesario reconocer que bajo el contexto social y educativo actual,
caracterizado por los problemas derivados de los avances científicos y
tecnológicos que a su vez han conducido a la necesidad de contar con

1
MORIN Edgar. Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, México,
Correo de la UNESCO, 1999, p 71, y DELORS, Jacques et al. La Educación encierra un
Tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo
XXI (compendio), UNESCO, Paris, 1996, en
http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001095so.pdf (sitio web visitado el 14/03/08)

1
conocimientos y habilidades que superan las fronteras de una disciplina para
hablar ahora de un ejercicio interdisciplinar2, el docente requiere de una mayor
especialización – aunque debemos admitir que esto a veces no es sencillo –
así como el dominio de los elementos curriculares que rodean la materia o nivel
de enseñanza en que se desempeña, puesto que ello le permitirá adaptar los
materiales, contenidos, estrategias y fines de la enseñanza a las condiciones
reales de aprendizaje en el aula. El docente requeriría además de una actitud
curiosa, de afectividad y emocionalmente asertivo, ya que el diálogo desde la
perspectiva de Paulo Freire requiere antes que nada, una actitud de humildad
intelectual así como la capacidad de reaprender, desaprender o aprender con
los alumnos3. Cabe señalar que Paulo Freire nos sugiere que no basta con la
preparación científica del profesor para el ejercicio de la labor de enseñar:
también hace falta que esta coincida con su rectitud ética, a lo cual es
necesario dedicarse con humildad y perseverancia4.

Por su parte el alumno contemporáneo se distingue por ser altamente


demandante. Se interesa por aquello que le afecta, lo provoca, lo pone en
situación conflictiva o cuestiona sus propias convicciones o creencias. El
estudiante también es curioso, tiene intereses y necesidades, pero son
distintas que las del profesor o de los adultos que lo rodean5. Además necesita
sentirse motivado, reconocido, comprendido y aceptado; el alumno no puede
ser concebido como una hoja en blanco, pues en mayor o en menor grado
cuenta con habilidades comunicativas, cognitivas, y sociales. En consecuencia
el docente debe reconocer al alumno como un igual en el sentido de que
ambos habrán de estudiar, investigar o reflexionar acerca de un tema
determinado y, en ese sentido, ambos están aprendiendo6.

El diálogo permite hacer una lectura crítica del texto expuesto, plantea lecturas
desafiantes que comprometen a los estudiantes en discusiones profundas y en

2
GONZÁLEZ C. Pablo. Las Nuevas Ciencias y las Humanidades, De la Academia a la
Política, México, UNAM, 2ª. Edición, 2005, p 57.
3
MORÍN, Edgar. Op. Cit., p 96.
4
FREIRE, Paulo. Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios para la práctica
educativa, México, Siglo XXI editores, 2002, p 18.
5
FREIRE, Paulo. Op. Cit., p 27.
6
Idem, p 25.

2
la necesidad de solucionar problemas para poder clarificar las ideas, contribuye
a fomentar una cultura de trabajo en equipo a través de su estructura de
participantes y líder, aumenta la base de conocimientos del estudiante, enseña
a manejar la lectura, ayudando a mejorar la comprensión lectora en todas las
asignaturas, enseña a respetar la diversidad de ideas y crea un vehículo de
instrucción para implementar e integrar las capacidades de leer, escribir,
escuchar y hablar7.

En ese sentido, el recurso por excelencia sería el diálogo socrático, en tanto


promotor de actitudes y procesos del pensamiento mucho más dinámicos,
equitativos, críticos, por decir lo menos. Los alumnos participan activamente,
discuten los conceptos, aprenden a presentar argumentos y a apoyarse en un
texto para formar sus opiniones. También desarrollan habilidades sociales
como el respeto a otros. Se fomenta el silencio y la importancia de pensar
antes de hablar. Por su parte, el profesor prepara la clase en detalle lo que
ayuda a hacer buenas clases. Las actividades prácticas son sucedidas por
períodos de reflexión y discusión sobre lo que se ha experimentado. El Método
Socrático le sirve especialmente a los profesores que buscan que sus alumnos
desarrollen hábitos de pensamiento y de diálogo en torno a determinadas
ideas. Hoy en día, el hombre no tiene mucho tiempo para profundizar en ideas
y generar un punto de vista propio y la verdad maneja mucha información sin
interiorizarla, en cambio con el Método Socrático que también sirve para
concluir que a través de la colaboración de todos y del trabajo en grupo en
torno a un texto pueden llegar a conocer de manera más completa y profunda
el sentido de cualquier documento. De modo que es un buen instrumento para
tomar conciencia de que la verdad no la tiene una sola persona sino que es
algo que se descubre en conjunto8, como señala también González Casanova:
“ En la nueva producción de punta el diálogo entre los trabajadores simbólicos
y el trabajo en equipo son fundamentales9”.

7
“El Método Socrático” en página web de los Colegios San Rafael y Escuela Técnica Francisco
Antonio Encina, http://educandojuntos.cl/dms/cat_804.html ( sitio web visitado el 14/03/08 ).
8
Idem.
9
GONZÁLEZ, C. Op.Cit., p 34.

3
Sin embargo dentro de las desventajas que hay que reconocer esta el hecho
de que intelectualmente el estudiante sabe lo que piensa sobre las cosas; pero
a lo largo del proceso el estudiante se encuentra con el hecho de que en
realidad no sabe. Y eso lo enfrenta a un sentimiento de pérdida y algunas
veces le produce ansiedad, además le ayuda a formar una actitud de humildad
intelectual, al darse cuenta de que no lo sabe todo, y tiene que desarrollar la
capacidad para evaluar lo que no sabe, así como tomar decisiones al respecto
10
, a lo cual hay que agregar que los procesos cognitivos son a la vez
acumulativos y creadores, por lo que es articulación de disciplinas, de culturas,
de conocimientos y de seres humanos: “ …es articulación de textos y contextos
sociales y culturales, y de autores – lectores para la construcción de
mediaciones entre realidades y utopías11 “.

Con respecto a los profesores...es muy difícil para los profesores que están
muy acostumbrados al sistema tradicional en el que el objetivo de la enseñanza
es la transferencia de información y de contenido. El diálogo socrático es un
proceso de desarrollar una cultura de aprendizaje en los estudiantes, en la que
ellos tienen un papel importante. Para que el profesor tenga éxito en este
cambio cultural, el profesor debe hacerse a un lado y abandonar el paradigma
controlador en la clase. Y sentirse más cómodo en un ambiente de libertad en
el que los estudiantes puedan descubrir su capacidad de aprender por sí
mismos, incluso si cometen errores. Porque se puede aprender en el proceso
de prueba y error12.

Sin embargo es indispensable estar consciente en que no es posible reducir


las relaciones sociales a relaciones mediadas por técnicas de enseñanza
aprendizaje, o peor aún por relaciones tecnológicas, desconociendo la
capacidad de redefinición del sistema general no sólo por el sistema dominante
(el docente autoritario o ingenuamente asumido como coordinador de la

10
“Albert Loan habló sobre diálogo Socrático, en la UFM”, en Lo Nuevo en la UFM.
Universidad Francisco Marroquín, Guatemala, 10 de agosto de 2006,
http://www.ufm.edu.gt/lonuevo/getFicha.asp?glx=2006%5CO6-08-10.xml&skin (sitio web
visitado 14/03/08).
11
GONZÁLEZ, C. Op.Cit., p 84.
12
“Albert Loan habló sobre diálogo Socrático, en la UFM”, Op. Cit.

4
actividad), sino por el dominado (el estudiante)13, que no es de ninguna manera
un consumidor pasivo o un receptor inerte de los conocimientos que se le
pretenden inculcar sino un intérprete dinámico y en muchas ocasiones
subjetivo de los contenidos de aprendizaje así como de la realidad que le
rodea.

De lo anterior es posible concluir que en realidad aún conocemos muy poco, y


aplicamos menos, de las diferentes perspectivas filosóficas que influyen o que
se han desarrollado en materia educativa, por lo cual docentes y pedagogos
tenemos el reto de comprender las implicaciones de las diversas posturas
existentes (vigentes o no) alrededor de nuestra práctica docente, tarea que no
es fácil.

En consecuencia, me parece que las propuestas pedagógicas más pertinentes


serían las de Paulo Freire y John Dewey, mismas que pueden ser
complementarias, aunque sin menoscabo de otras propuestas, que merecen
también ser consideradas de acuerdo con sus propias características y
concepciones epistemológicas.

No obstante, me gustaría agregar que, de optar por una nueva Filosofía


Educativa, esta debería observar aspectos tales como el respeto por la
naturaleza, el desarrollo de la participación, la formación en valores, la
integración familiar, la educación humanística y debe tener en cuenta el uso
racional de los actuales recursos tecnológicos así como fomentar la
participación activa de los individuos, considerando las necesidades de la
sociedad contemporánea.

13
GONZÁLEZ C. Op.Cit., p 131

5
REFERENCIAS:

“Albert Loan habló sobre diálogo Socrático, en la UFM”, en Lo Nuevo en la


UFM. Universidad Francisco Marroquín, Guatemala, 10 de agosto de
2006, http://www.ufm.edu.gt/lonuevo/getFicha.asp?glx=2006%5CO6-08-
10.xml&skin (sitio web visitado 14/03/08).
“El Método Socrático” en página web de los Colegios San Rafael y Escuela
Técnica Francisco Antonio Encina,
http://educandojuntos.cl/dms/cat_804.html ( sitio web visitado el 14/03/08
).
DELORS, Jacques et al. La Educación encierra un Tesoro. Informe a la
UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo
XXI (compendio), UNESCO, Paris, 1996, en
http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001095so.pdf (sitio web visitado
el 14/03/08).
FREIRE, Paulo. Pedagogía de la Autonomía. Saberes necesarios para la
práctica educativa, México, Siglo XXI editores, 2002, p 18, 25 y 27.
GONZÁLEZ C. Pablo. Las Nuevas Ciencias y las Humanidades, De la
Academia a la Política, México, UNAM, 2ª. Edición, 2005, pp 34, 57, 84
y 131.
MORIN Edgar. Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro,
México, Correo de la UNESCO, 1999, pp 71 y 96.

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