Modelo de Desarrollo Vasco

SOBRE EL SUPUESTO
DUMPING CHINO
Working Paper 5 de marzo de 2016
 Modelo de Desarrollo Vasco
SOBRE EL SUPUESTO DUMPING CHINO

1. El cierre indefinido de la planta de ACB en Sestao ha

desatado lo que ha empezado ya a denominarse como
una verdadera crisis del sector del acero vasco.

2. Hacer frente con eficacia a los problemas requiere una

correcta identificación de las causas de los mismos y
mucho nos tememos que ni nuestros medios de
comunicación ni nuestros agentes públicos y privados
están facilitando esta labor.

3. Durante los primeros días tras el anuncio del cierre de

ACB la explicación transmitida de forma unánime era
sencilla y clara: los productores chinos están
destruyendo nuestras empresas ofreciendo precios
inferiores a los nuestros en un 20% / 30%. Y esto está
sucediendo como consecuencia de estrategias de
dumping desarrolladas por las empresas chinas. China
está vendiendo acero en Europa sustancialmente por
debajo de sus precios en China.

4. Aparentemente sencillo y claro. Pero falso. Nuestros

agentes políticos se movieron rápidamente en Madrid
y Bruselas con el fin de impulsar una rápida actuación
de las instituciones europeas contra este aparente
atropello. El que nuestros responsables defiendan con
todas las fuerzas a un sector industrial en peligro es
claramente positivo. Pero es más que dudoso que sea
suficiente y que el contexto en el que esta activa
reacción se ubica haya sido correctamente explicado.

5. En efecto, a partir de la segunda semana después del

estallido de la noticia, los medios de comunicación
apuntan de forma creciente a una segunda causa: los
elevados precios de la energía eléctrica en España.
Una realidad evidente, bien conocida por las empresas
del sector. Pero alguien debería haber apuntado que,
al dejar en evidencia que no toda la diferencia de

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precios apuntada obedece al dumping, esta realidad

de la diferencia de coste de la energía eléctrica
debilitaba sensiblemente la argumentación sobre la
trascendencia del supuesto dumping. Nuestros medios
de comunicación no parecían muy coherentes con sus
propios argumentos.

6. Continuemos. Porque unos días después se empezaba

a argumentar que, además, nuestras empresas están
castigadas por la tasa del carbono, establecida para
hacer frente al cambio climático y que penaliza
fuertemente a este sector.

7. Hay más. Progresivamente, han empezado a surgir

otro tipo de argumentos. Como el que las empresas
chinas producen con carbón, lo que les permite
reducir costes. O que -algo evidente- los costes
laborales en China son sustancialmente inferiores.

8. Correcto. Pero seamos conscientes de dónde nos sitúa

todo ello. Supongamos que es cierto que los aceros
chinos se están vendiendo en Europa a precios
inferiores en un 20% / 30% a los de nuestras
empresas. Si una parte de este diferencial obedece a
los altos costes de la energía en España, otra parte a la
tasa del carbono, otra al menor coste de la producción
con carbón y además cuentan con costes laborales
claramente inferiores ... ¿qué parte de este diferencial
obedece al supuesto "dumping"?

9. La realidad es que no existe dumping en cuanto a que

las empresas chinas estén vendiendo en Europa con
precios inferiores a los que utilizan en China. Todo
parece indicar que esto es, sencillamente, falso.

10. Otra cuestión es que discutamos sobre el origen de los

menores precios del acero chino y, sobre todo, en qué
medida las ayudas públicas están incidiendo sobre los

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mismos. Pero, en cualquier caso, la incidencia de las

ayudas estatales al sector en China no es, ni mucho
menos, la razón del repetido impacto de un 20%/30%
en los precios. Es sólo un componente más del
creciente diferencial competitivo entre unos y otros.

11. El que esta realidad no se falsee y no se engañe a

nuestros agentes sociales y económicos es esencial.
Porque, de no hacerlo así, la actividad desarrollada en
Bruselas con el fin de hacer frente al "dumping" de las
empresas chinas puede ocultarnos la realidad de los
problemas de fondo y, de esta forma, impedirnos
actuar frente a los mismos. Imaginemos que, en los
procedimientos abiertos en Bruselas se comprueba
que, efectivamente, existe una actividad de dumping
pero que este dumping afecta, digamos a un 5% de los
precios de venta. La hipotética corrección de este
diferencial dejaría nuestra capacidad competitiva más
o menos donde está. Y mientras tanto nos habríamos
olvidado de atacar los problemas de fondo.

12. Otra cuestión es que Europa decidiese utilizar el

pretexto del dumping para abrir una guerra comercial
con China destinada a ocultar nuestra creciente
pérdida de competitividad. Pero esto nos sitúa en un
contexto geoestratégico sustancialmente distinto al
actual. Aunque no imposible.