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UNIVERSIDAD DE BARCELONA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES

DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA

UNIDAD DE TEORÍA SOCIAL- SECCIÓN B

PROGRAMA DE DOCTORADO ESTRUCTURA Y CAMBIO SOCIAL

CURSO: Elementos Claves de Teoría Sociológica.

TEMA: LA ACCIÓN SOCIAL.

I- INTRODUCCIÓN:

El objetivo principal del presente trabajo ha sido realizar una breve descripción al modo en
que ha sido considerada la acción humana desde la perspectiva sociológica. Para ello hemos
seleccionado algunos aspectos de los trabajos de K. Marx, E. Durkheim, M. Weber y T.
Parsons partiendo del supuesto que cada uno de ellos aborda esta problemática no solo
desde diferentes marcos referenciales sino a diversos niveles de análisis.

Asimismo nos hemos guiado por el tratamiento que de segundas fuentes se han realizado
sobre los autores escogidos y aún ha riesgo de haber sido demasiado esquemáticos en la
exposición consideramos haber sido bastantes justos en lo esencial de nuestro análisis. Por
una parte, la concepción que a veces se presenta sobre la acción, mantiene una estrecha
relación con la idea , más general, que cada uno posee sobre el hombre y la sociedad e
incluso sobre la naturaleza de esta relación.

Así, mientras el caso de Weber constituye un ejemplo de considerar a la acción desde la


perspectiva del sentido individual que el sujeto le atribuye (visión micro), el caso de Marx
constituye un enfoque de la cuestión desde una idea de clase (visión macro) y el de
Durkheim desde una idea funcional dentro de un todo más amplio como la sociedad.
Parsons, por su parte elabora los factores que confluyen en la acción social pero su interés
más general lo constituye la elaboración de una teoría general sobre el comportamiento
desviado.

En este sentido, no consideramos haber hecho `excesiva violencia' con los trabajos de los
autores en la medida que hemos intentado abordar sus distintas ideas desde las visiones más
generales que nos brindan sus marcos referenciales dentro de los cuáles la `acción social'
-en mayor o menor medida- constituye uno de los elementos.

II- Max Weber: Los cuatros tipo ideales de orientación de la acción social.

Partiendo de la pretensión de fundar una sociología comprensiva, es decir una “...ciencia


que pretende interpretándola, la acción social para de esa manera explicarla en sus
desarrollos y efectos...” (Weber, 1944: 5), Weber define a la acción social como cualquier
tipo de proceder humano que significativamente “...se orienta por las acciones de otros,
las cuáles pueden ser presentes o esperadas como futuras...” (Weber, 1944: 16).

El énfasis puesto por Weber en su construcción de una sociología interpretativa y en el


sentido subjetivo de la acción hace que la acción humana sea entendida como aquella cuyo
sentido subjetivo hace referencia a otro individuo o grupo.

Pero ya sea que la acción sea realizada en referencia al significado subjetivo de quién la
ejecuta o por su relación con un tipo ideal de significado subjetivo esto, en principio, no
alcanzaría para establecer una distinción clara entre los modos de obrar basados en causas
racionales y los comportamientos meramente irreflexivos.

Debido a que muchas de las acciones humanas se hallan influidas por emociones o valores
Weber establece el principio de construcción racional de los `tipos ideales'.
Metodológicamente el tipo ideal constituye lo que podría denominarse un principio de
`acción racional' por lo que, si éste es especificado, el hecho de desviársele es útil para el
estudio de la acción en su relación con el posible influjo de elementos irracionales.

De este modo, el tipo predominante de influjo -racional o emotivo- determinará la clase de


`captación interpretativa de sentido' que realizará el investigador

En términos generales Weber distingue cuatro tipos de orientación del proceder social :

-racional con arreglo a fines

-racional con arreglo a valores

-afectiva

-tradicional.

En el primero de estos cuatro tipos se pondera el elemento racional en términos de cálculo


de medios para alcanzar un fin valorando racionalmente las probables consecuencias de los
actos y comparando la efectividad relativa de los diversos medios como las consecuencias
que se puedan derivar de su obtención y de los medios utilizados para alcanzarla.

A diferencia del primer caso, la acción racional con arreglo a valores implica la
orientación del accionar hacia la consecución de un ideal que constituye objetivos
coherentes hacia los que el individuo dirige su actividad. De este modo la principal
diferencia entre este tipo de acción y la afectiva es que la última no supone que el
individuo posea un ideal definido a través del cuál orienta su accionar, por lo que podemos
comprender que la acción afectiva se desarrolla bajo el influjo de un estado emotivo y,
siguiendo el esquema weberiano, ésta se hallaría en los límites de lo significativo y no
significativo, debido a que su sentido no se establece en la instrumentación de medios hacia
fines sino en realizar un acto `por que sí'.
El cuarto de los casos lo constituye la acción tradicional en la que el impulso del acto se
desarrolla bajo el influjo de la costumbre y el hábito y procede de un conjunto de ideales o
símbolos que no poseen una forma coherente y precisa.

Esta suerte de taxonomía conceptual desarrollada por Weber no tiene por objeto establecer
una clasificación general de la acción social sino que podría ser comprendida como un
esquema típico ideal cuyo fin es establecer mediciones racionales sobre las cuáles analizar
las desviaciones irracionales de la acción .

De este modo, la condición de predecibilidad de la acción humana se apoya en su carácter


relacional (toda acción implica necesariamente una relación social) lo que supone
uniformidades de conducta que se establecen por medio del `uso' y la `costumbre'.

III- Parsons: La Teoría general de la acción social

La concepción de la acción en Parsons es mucho más general que en Weber, en la medida


que su proyecto es la elaboración de una `teoría general de la acción' que sería -en un
proyecto más amplio- el marco referencial para poder explicar cualquier tipo de
comportamiento social desviado .

Uno de los conceptos centrales de la concepción de la acción social en Parsons es, en este
sentido, el de actor que se define como un individuo motivado en busca de metas que
establece relaciones con objetos de su medio ambiente y, aquí interviene el segundo
elemento de la acción: que es el `fin hacia el cual el actor tiende' (Parsons y Shils: 1951,
53).

Algunos de los factores que Parsons considera que intervienen en la acción son: la
situación, que ejerce su influencia en dos sentidos, primeramente para alcanzar sus fines el
actor debe poseer medios y posteriormente superar condiciones que constituyen obstáculos
para el logro de sus fines.

Por otra parte, toda acción esta regida por principios normativos -lo que subraya el carácter
social de ésta- y por ello se halla constantemente condicionada e influida por normas que
surgen de la interacción entre los individuos. En síntesis, la acción incluye diferentes
elementos y puede definirse como “...comportamiento orientado hacia el logro de fines o
metas u otros estados de cosas anticipados...” (Parsons, 1951: 53).

Parsons identifica tres tipos diferentes de objetos que intervienen en la acción:

- `objetos físicos' que no interactuan pero que son imprescindibles como medios.

- `objetos sociales' que comprenden a otros actores con quienes el individuo interactúa.

- `objetos culturales' que son los que regulan y otorgan significado a la acción.
En el modelo Parsoniano la acción se desarrolla siempre dentro de lo que denomina
`sistemas de acción' que se organizan a partir de diferentes grados de generalidad siendo los
más importantes:

- el sistema de la personalidad donde el elemento fundamental es el concepto de actor y


las unidades más importantes son los impulsos, actitudes, destrezas, etc.

- el sistema social aquí el concepto principal es el de rol -entendido como una parte del
sistema de interacción de la persona- y el elemento central del rol nace de las expectativas
-estas son ciertas actitudes que se espera que adopte un actor-.

De este modo los roles implican relaciones normativas que permiten considerar como es
posible que los diferentes actores interactúen entre sí, ya que existen mecanismos sociales
que garantizan el modo en que deben desarrollarse éstas interactuaciones. En este sentido
Parsons utiliza el concepto de `sanción' comprendida como los `medios utilizados para
asegurar el cumplimiento de las expectativas nacidas del rol' (Parsons y Shils: 1951, 195).

- Finalmente el sistema cultural, a partir del cual se configura el comportamiento a


desarrollarse dentro de los otros sistemas ya que el primero sería el encargado de
interiorizar los comportamientos y el segundo de institucionalizarlos.

IV- Durkheim: La acción social y los límites de la sociología positiva.

A diferencia de Weber la concepción de la acción humana en Durkheim se halla vinculada


con su intento de fundar una `sociología positiva' que parta del principio de mostrar a la
sociedad como una realidad externa al individuo y regida por diferentes modos de cohesión
social, los que a su vez condicionan los diferentes modos de `conciencia colectiva' por
medio de la que se moldean los caracteres individuales.

De este modo, mientras que en las sociedades tribales cuyo modo de cohesión social era la
solidaridad mecánica la `totalidad de creencias y sentimientos comunes a la media de los
miembros' es más fuerte debido a que la individualidad no se halla aún plenamente
desarrollada; en la sociedad moderna, cuya forma de cohesión es la solidaridad orgánica
los hombres se especializan y desarrollan su singularidad individual y la sociedad se
constituye por medio de su interdependencia.

“...En el primero (el caso de la solidaridad mecánica) lo que denominamos así es un


conjunto más o menos organizado de creencias y sentimientos comunes a todos los
miembros del grupo: es el tipo colectivo. Por el contrario, la sociedad, de la que en el
segundo caso somos solidarios, es un sistema de funciones diferentes y especiales unido
por relaciones definidas...” (Durkheim, 1964: 156).

La acción humana así percibida aparece como algo condicionado permanentemente por el
entorno social y que desde la perspectiva de Durkheim no puede ser estudiada ni explicada
por referencias a motivos individuales. En términos generales aún las categorías más
internas de nuestro pensamiento se derivan y proceden de la experiencia social y solo en
sociedad podemos llegar a concebirlas.

La diferencia entre los hombres y los animales sería pues que a los primeros la capacidad
de imaginación le es estimulada por su entorno inmediato, el cuál se halla regulado
normativamente. Es importante destacar que esta regulación es necesaria y que adquiere el
significado de fuerza moral ya que el individuo por sí solo no podría limitar todas sus
pasiones por lo que es necesario que este se realice bajo la coerción de una fuerza moral
exterior.

Aquí Durkheim introduce uno de sus conceptos principales para su análisis de la sociedad
moderna: la anomia. En lo que él denomina `circunstancias normales' la sociedad
proporciona a los individuos normas morales que son consideradas como legítimas para
disciplinarlos restringiendo su modo de obrar. Sin embargo, en circunstancias anómicas no
es capaz de ejercer esta influencia.

La división del trabajo dentro de la sociedad moderna y el paso de la solidaridad mecánica


a la orgánica implica el aumento de intensidad de la conciencia colectiva así “...en forma
general, el precepto que nos ordena especializarnos es impugnado por todos lados por
la máxima contraria, que nos ordena realizar todos un mismo ideal...” (Durkheim,
1967: 33).

En este sentido Durkheim interpreta la existencia del derecho penal que significa la
aplicación de un castigo ante una conducta socialmente establecida como transgresora y
cuya función social sería fortalecer en cada individuo los sentimientos de unión con su
colectividad .

La división del trabajo en la sociedad moderna necesita de la incorporación de nuevas


formas complementarias de comportamiento ya que es indispensable que los individuos se
comprometan en múltiples relaciones de intercambio entre sí. De aquí que para Durkheim
no sea tan importante que un individuo siga un curso de acción preestablecido como que sí
existan mecanismos que regulen normativamente su interacción.

“...A cada instante y a menudo de improviso nos encontramos contrayendo éstos lazos,
ya sea que compremos, vendamos, ya que viajemos (...), etc. La mayoría de nuestras
relaciones con nuestros semejantes son de naturaleza contractual. Por lo tanto
quedaríamos inmovilizados si fuera necesario, cada vez emprender nuevamente las
luchas, las negociaciones necesarias para establecer mejor las condiciones del acuerdo
en el presente y en el futuro...” (Durkheim, 1968: 213-214)

Vistas así las cosas, Durkheim insiste en el principio según el cuál los fenómenos sociales
deben ser estudiados según sus funciones que son específicamente sociológicas y que
podrían ser distintas de los propósitos que guiaban a los individuos que las realizasen,
merced a lo cuál “...la función de un hecho social debería siempre buscarse en relación
con algún fin social...” (Durkheim, 1965: 111) cuya orientación es la de armonizar a la
sociedad y la relación de ésta con su medio ambiente .
V- Marx: La acción humana y la creación.

En el caso de Marx, la acción humana se reconoce como un proceso de `creación,


satisfacción y nueva creación de necesidades', esto sería en principio una de las diferencias
entre el hombre y los demás animales y uno de los fundamentos para comprender al trabajo
como `intercambio creativo entre el hombre y su medio ambiente natural y fundamento de
la sociedad al cuál solo se puede arribar por medio del estudio empírico de los procesos
concretos de la vida social que son, a su vez, los fundamentos de la existencia humana'.

Entendida así la acción humana se halla determinada en principio por “la naturaleza misma
de los medios de vida con que se encuentran -los hombres- y que se trata de reproducir” y
en la medida que esto ocurre se reproducen los medios de existencia necesarios para la
actividad humana o dicho de otro modo “...las condiciones materiales de su
producción...” (Marx, 1992: 148).

Todo individuo, afirma Marx “...con sus acciones cotidianas vuelve a crear y reproduce
la sociedad de cada momento y de esta lucha proviene lo que podemos identificar
como estable de una sociedad y a la vez, fundamento de una modificación
interminable...” (Marx, 1992: 150).

A modo esquemático podemos decir que la acción humana se halla determinada por: el
desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción que determinan el
grado de división del trabajo y expresan diferentes formas de propiedad: “...cada etapa de
división del trabajo determina también las relaciones de los individuos entre sí, en lo
tocante al material, el instrumento y el producto del trabajo...” (Marx, 1992: 151).

Determinada por estos tres aspectos la acción del hombre posee un doble carácter natural y
social ya que implica por un lado la reproducción del género humano -procreación-, la
producción de bienes para satisfacer sus necesidades y la acción de satisfacerlas con la
consecuente aparición de necesidades nuevas.

En las tesis sobre Feuerbach, Marx enuncia la conexión que existe entre las ideas y la
acción poniendo su acento sobre la importancia de ésta última, por lo que la idea acerca de
`que no se trata ya de interpretar al mundo sino de cambiarlo' mantenía relación con sus
ideario político más general de dotar al proletariado de su `conciencia política' para que
emprendiese la acción revolucionaria que le estaba signada.

La acción social, entendida como `acción de clase' no significaba la aceptación del


esquematismo base-superestructura que, tarde o temprano produciría la acción
revolucionaria del proletariado como un proceso automático ya que esto quitaría
significación al rol que desempeñan las ideas y acciones políticas.

La burguesía, en este sentido, sería plenamente consciente de la importancia política que


posee el estado para el mantenimiento de su situación de dominación dentro de la sociedad
capitalista. La Revolución Francesa e incluso la denominada `Dictadura Revolucionaria del
Proletariado' son un ejemplo de que la caída de un orden social es provocada por la
intervención política activa.
En relación al lugar que ocupan las ideas en relación a la acción, existen dos puntos a los
que haremos referencia, primero `son las situaciones sociales -condiciones- en que se
desarrolla la actividad del individuo las que condicionan la percepción que éste posee del
mundo . Segundo, las ideas evolucionan en la medida que son elementos de la conciencia
humana y de hombres que desarrollan una determinada `praxis'.

La división de la sociedad en clases y la hegemonía ideológica de la `clase dominante' por


sobre las demás clases de la sociedad no implica necesariamente que no existan ideas que
puedan ser contrarias, pero éstas solo llegan a destacar en la medida que se articulan con los
intereses de la clase dominante o con los de una clase que comienza a desafiar las
condiciones en que se desarrollan las relaciones de producción existentes.

La importancia de la hegemonía ideológica de una clase incluye, dentro de esta teoría, el


ocultamiento de su dominación ya que la propia actividad productiva de los individuos -en
su doble relación entre sí y con la naturaleza- conduce a una interacción mutua entre
comportamiento social y conciencia, por lo que cualquier estructura de dominio clasista
debe condicionar la difusión y aceptación de las ideas que se originan dentro de ella.

En este sentido la ideología incluye “...en parte (...) un embellecimiento o conciencia de


la dominación, en parte (...) los medios morales para esa dominación...” (Marx, 1992:
170).

VI- CONCLUSIONES:

No sería caer en obviedad decir que los autores escogidos consideran que la sociedad es
producto de la acción humana, aunque en el caso de Durkheim la sociedad tuviera primacía
sobre el individuo o en el de Marx donde se trataría de identificar los factores del cambio
social y canalizar la actividad política de la clase obrera hacia un proceso revolucionario.

La posición que adopta cada uno de los autores, de algún modo se relaciona con los
primados epistemológicos de sus propias teorías, así mientras Marx observa que la propia
acción de la burguesía ha comenzado a preparar el terreno para su caída y el advenimiento
de la sociedad sin clases; Durkheim pone énfasis en distinguir el propósito individual de la
acción y la función social que ésta cumple. En este sentido tanto uno como otro han
observado -en distintos sentidos- que el significado de la acción individual es algo que
escapa a quién la ejecuta, en el primer caso se transforma en un elemento revolucionario; en
el segundo se suma como una fuerza integradora del orden social.

En otro aspecto, el caso de Weber se centra en la orientación subjetiva que posee la acción
individual y su aporte principal para la comprensión de la acción consiste en ubicar a las
pasiones como una variable definida del proceder social.

En el caso de Parsons, el análisis de la acción se centra en las condiciones y factores que


concurren en ella, y esto se relaciona con su idea más general de que la acción no es algo
aislado sino que se halla inserta dentro de sistemas que forman pautas duraderas y
estructuran los sistemas más generales en los que se desenvuelve el actor social.
BIBLIOGRAFÍA

Durkheim, Emilio: De la división del trabajo social, De. Schapire, Buenos 1967 Aires,
Trad. David Maldavsky.

Weber, Max: Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica,

1944 México-Buenos Aires, 2 Vols., Trad. José M. Echeverría y otros.

Marx, Karl: La Ideología Alemana, en La Cuestión Judía (y otros

1992 escritos), Planeta-Agostini, Barcelona, Trad. Wenceslao Roces, Manuel Sacristán y


José M. Ripalda.

Quiroga Lavié, Humberto: Introducción a la Teoría Social de Max Weber, 1970


Pannedillo,Buenos Aires.

Giddens, Antony: El Capitalismo y la Moderna Teoría Social, De. Labor, 1994 Barcelona,
Trad. Aurelio Boix Duch

Parsons, Talcott: La Estructura de la Acción Social, De. Guadarrama,

1968 Madrid, 2 Vols., Trad. Juan J. Caballero y José Castillo.

T. Parsons y E. Shils: Toward a General Theory of Action, Harvard University 1951 Press.

Recientemente, en esta `casa' se ha dictado un seminario sobre `sociología y cambio social'


sobre las perspectivas macro y micro o acerca del `individualismo' o el `holismo' bien se
puede remitir a la Obra de Andrés de Franscisco: Sociología y Cambio Social, Ariel,
España, 1996.

Por tipo ideal entendemos a una construcción conceptual nacida en la razón y fundada en la
experiencia.

El profesor Giddens hace hincapié en la importancia que Weber otorga en este sentido a la
`empatia' como un medio importante para llegar a comprender la acción que acontece por
un fin emotivo, aunque destaca que no debe confundírsela con la comprensión propiamente
dicha ya que “...esta última requiere no sólo un sentimiento de simpatía personal por
parte del sociólogo, sino también el captar la inteligibilidad subjetiva de la acción...”
(Giddens, 1994: 246).

Weber diferencia dos tipos principales de captación interpretativa: la `comprensión directa'


por medio de la que podemos captar directamente el sentido de una acción mediante la
observación; y la `explicativa' -que se divide en dos sub-tipos- y que básicamente implica
establecer un vínculo de motivos entre la actividad que observamos y el sentido que le
otorga quién la ejecuta. Así podemos afirmar que la captación interpretativa de una acción
es subjetivamente adecuada si la motivación que posee no contradice a los modelos
habituales o normativamente establecidos. Véase Weber, 1944: 9. Asimismo para la
diferenciación entre lo que Weber denomina la `racionalidad formal' y la `práctica' bien se
puede remitir a la citada obra.

Las consideraciones que a partir de aquí realicemos se fundan en algunos de los análisis del
Prof. Quiroga Lavié,

Esto mantiene una estrecha relación con la afirmación de que el análisis de la acción social
permite realizar su predecibilidad.

“...Por uso debe entenderse la probabilidad de una regularidad en la conducta,


cuando y en la medida que esa probabilidad de una regularidad dentro de un grupo
de personas no se basa en otra cosa que en su práctica efectiva...” (Weber, 1944: 23).

La costumbre es definida como “...un uso que descansa en un arraigo duradero...”


(Giddens, 1994: 256).

No discutiremos aquí la influencia de la obra de Robert Merton en el trabajo de T. Parsons


en la medida que existe abundante bibliografía sobre el tema: ver Smelser y Warner: Social
Learning Theory, Prentice Hall, 1976.

La función primaria del castigo sería “...proteger y reafirmar la conciencia colectiva


frente a actos que cuestionan su santidad...” (Giddens, 1992: 142).

Puede definirse como `precepto legal' a las normas de conducta socialmente sancionadas.
Las sanciones pueden ser represivas -Derecho Penal- o restitutivas -Derecho Civil- éstas
últimas implican la reparación de la transgresión por medio de un acto que restablezca las
relaciones tal como se hallaban al momento de ser transgredida la ley.

Esta afirmación no debe ser confundida con los propósitos que pueden orientar a las
acciones individuales.

Por social se comprende a la cooperación entre varios individuos. Ver Marx, 1992: 161.

De este modo Marx llega a afirmar que el lenguaje, en tanto `conciencia práctica' es la
conciencia real del individuo y a la vez producto social ya que sólo por medio de la vida
social se adquieren las categorías lingüísticas. Ver Marx, 1992.

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