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Ansiedad y Miedo A La Muerte
Ansiedad y Miedo A La Muerte
A LA MUERTE
Existen dos influyentes teorías que han dominado, hasta la última parte
del Siglo XX, en el pensamiento respecto al miedo y la ansiedad ante la
muerte.
Sigmund Freud (1856-1939) fue el primero que tuvo algo que decir.
El fundador del psicoanálisis reconocía que la gente a veces expresaba
su miedo a la muerte.
A pesar de todo, la tanatofobia, como él la llamaba, era meramente un
desazón que provenía de una fuente de preocupación más profunda.
No era a la muerte a lo que le temía la gente, porque …
“Nuestra propia muerte es bastante
inimaginable… En lo profundo, nadie
cree en su propia muerte, o diciéndolo
de otra manera, en el inconsciente
cada uno de nosotros está convencido
de su propia inmortalidad”.
Freud (1953) pp. 304-305
El inconsciente no repara en el paso del tiempo, ni con la
negación de este.
Más aún, cualquiera que sea nuestro temor, no puede ser
temor a la muerte, porque nunca hemos experimentado lo que
es la muerte.
Las personas que expresan temores relacionados con la
muerte, entonces, en realidad están tratando de enfrentarse a
sus conflictos infantiles no resueltos, mismos que no pueden
hacer conscientes y expresarlos abiertamente.
La reducción que hace Freud de
los temores ante la muerte, a una
cubierta neurótica, no recibió
ningún reto serio, hasta la aparición
del libro de Ernest Becker,
publicado en 1973 y titulado
The Denial of Death.
El punto de vista existencialista de
Becker, resaltó la teoría de la
ansiedad ante la muerte como un
tema capital.
No solo es real la ansiedad ante la
muerte, sino que es la fuente más
profunda de preocupación de la
gente.
Esta ansiedad es tan intensa que genera muchos, si no es que todos,
los miedos y fobias específicas que las personas experimentan en su
vida diaria.
Los miedos de estar solo o de estar confinado en un espacio estrecho,
por ejemplo, son miedos cuya conexión con la muerte es fácil de
rastrear y así mismo lo es la necesidad de luces brillantes y de ruido.
Resulta más confortable, más apropiado para mantener nuestra auto-
imagen, el transformar la ansiedad subyacente en una variedad de
pequeñas aversiones.
De acuerdo con Becker, buena parte de los comportamientos
cotidianos de la gente consisten en intentos de negar la muerte y
consecuentemente, mantener en control su ansiedad básica.
Becker sugiere también que aquí es donde se vuelve crucial la
sociedad, ya que muchas de las prácticas y las creencias están al
servicio de negar la muerte y reducir la ansiedad experimentada.
Los servicios funerarios con sus flores y homilías o el sistema médico
con su actitud evasiva.
Un nuevo enfoque, la teoría del
arrepentimiento, fue propuesta en 1996
por Adrian Tomer y Grafton Eliason.
La teoría del arrepentimiento se centra en
la forma en que las personas evalúan la
calidad o el sentido de sus vidas.
Es probable que la proximidad de la muerte
ponga más ansiosa a la gente, si sienten
que no han podido lograr algo bueno en su
vida. Las personas pueden atormentarse
queriendo regresar al pasado para evitar
sus errores y no dejar pasar sus
oportunidades.
Adrian Tomer
Robert Kastenbaum sugiere que la gente no necesita de una teoría
especial de la ansiedad y el temor a la muerte. En lugar de ello, pueden
hacer uso del conjunto de la investigación en el campo del desarrollo
psicológico. La ansiedad puede tener raíces en el ser físico de las
personas, pero es mediante las experiencias personales y los
encuentros sociales que aprendemos lo que nos puede dañar y,
consecuentemente, a lo que debemos temer.
Estos miedos, también, siguen los trazos de las circunstancias
sociohistóricas. Por ejemplo, el miedo a la muerte era sobresaliente en
muchas sociedades preliterarias, mientras que el temor a ser enterrado
vivo se esparció en Europa y América durante el Siglo XIX.
En la actualidad, mucha gente expresa su temor de quedarse en un
estado vegetativo entre la vida y la muerte.
Así, los miedos relacionados con la muerte, se desarrollan dentro de
contextos sociales particulares y bajo las experiencias particulares de
las personas.
Estudios sobre la Ansiedad
ante la Muerte
Ha habido muchos estudios empíricos sobre la ansiedad ante la muerte
y han permanecido muchas interrogantes, debido a limitaciones
metodológicas y las dificultades inherentes al tópico. A pesar de todo,
una revisión crítica de la literatura nos revela algunas regularidades
interesantes:
• La mayoría de la gente reporta tener una ansiedad ante la muerte en
un nivel de bajo a moderado.
• Las mujeres reportan tener niveles más altos.
• Esta ansiedad no aumenta conforme uno se hace viejo, sino que se
reduce.
• Las personas con desórdenes mentales o emocionales poseen
niveles más altos de ansiedad ante la muerte, que la población general.
• La ansiedad ante la muerte puede repuntar temporalmente a un nivel
alto para quienes se han expuesto a una situación traumática.
RELIGIÓN.
Robert Kastenbaum
Anxiety and Fear – Encyclopedia of Death
and Dying Advameg Inc. 2007
www.deathreference.com
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