El modelo WRAP y sus cuatro pasos pretenden facilitar el proceso de toma de

decisiones. Personalmente considero que este método logra sistematizar este proceso
reconociendo todos los sesgos de nuestro pensamiento que se introducen en nuestros juicios y
nublan el camino hacia la mejor decisión. Los pasos del modelo exhortan a dejar de lado el
“modo automático” de nuestro cerebro para tomar las riendas y entrar en “modo manual”. Si se
logra su correcta aplicación permite entender de mejor manera el por qué y cómo se ha llegado
a la decisión final, abordando las consecuencias de la misma con mayor tranquilidad al saber
que fue tomada de modo coherente.

Visto de esta manera pareciera no tener más limites que la correcta aplicación de los
cuatro pasos. Es decir que el individuo que aplique el modelo pueda reconocer los sesgos del
pensamiento a mas que es más vulnerables y combatirlos según las recomendaciones
descritas en el modelo para cada una. Desde mi punto de vista este modelo puede ser
graduado dependiendo de la magnitud de la decisión a tomar. con este, nuestras decisiones
nunca serán perfectas, pueden ser mejores, más valientes, firmes, sensatas y con menos
arrepentimientos, si aplicamos el modelo con decisiones rutinarias ofrecemos a la mente la
herramienta para enfrentar decisiones más importantes de una manera más consciente.

Mapa de argumentos, utilidad

Los mapas de argumentos son una herramienta para organizar las ideas que apoyan o refutan
a un argumento inicial de una manera más simplificada y gráfica. Los mismos permiten
estructurar el argumento con razonamientos, inferencias, y hechos centrados en las relaciones
lógicas entre cada nivel de las proposiciones.
La información e ideas complejas necesitan ser representadas de alguna manera para que se
comience un trabajo intelectual, al realizarlas de la manera más común como lo es una
redacción secuencial línea por línea, podría perderse el objetivo dentro la estructura del
contenido o no tener relación entre las diversas partes del mismo, lo cual dificulta tener una
visión global de la idea principal.
La utilidad del mapa de argumento recae en que gracias a su forma de representación de las
ideas permite la categorización de argumentos por niveles, de complejos debates que facilitan
la visión global de la situación para llegar al soporte evidencial de las proposiciones allí
enmarcada.
Barreras y habitos
los fundamentos del pensamiento crítico vistos en clase me han permitido internalizar estos
conceptos y a analizarlos con base a mi propio modo de pensar. En lo personal dentro de las
barreras primarias de la que soy presa son los problemas de atención, esto debido a que en
repetidas ocasiones trato de realizar diversas actividades al mismo tiempo, con la confianza de
que lograré terminarlas todas con éxito, sin embargo, me he dado cuenta que este sistema falla
cuando las actividades requieren mayor concentración, lo que llega a frustrarme cuando el
resultado no es el esperado. El habito que desarrollado para combatir esta barrera es respirar y
tomar un tiempo para analizar y organizar mi pensamiento, me hago las preguntas: ¿es en
realidad necesario hacer todo a la vez?, ¿Cuál es la actividad mas inmediata que necesita mi
atención?, estas preguntas me obligan a priorizar mi atención en función de los objetivos que
tenga, y enfocarme de manera diciplinada en realizar la actividad que busque cumplirlos
Otra de las barreras de las he estado consiente y que los nuevos conocimientos del
pensamiento crítico me permitió darle nombre es la asociación rápida, esta barrera la relaciono
con el uso del sentido común, constantemente y como muchos permito que la intuición y la
experiencia influyan sobre mi razonamiento, estoy a merced del sistema 1, como explica Daniel
Kahneman en su libro, el cual parece bastante útil para hechos cotidianos, pero en
precedencia de una situación que requiere de mayor análisis su uso equivocado quebranta el
pensamiento crítico.
Para combatir esta barrera, el mejor habito que aplico es de buscar la información relevante a
la situación y comprobar la validez de mi conclusión, es decir, dejar que la intuición y las
conclusiones de experiencias observadas en el pasado entren en juego solo cuando he
recolectado la información suficiente para emitir un juicio o análisis.