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Terapia

Gestalt
Recopilación de artículos y
demás
Por Bruno Bassán

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Contiene:
1. Liberación. Declaración Universal. Alejandro Spangenberg. 3
2. La terapia Gestalt. 6
3. ¿Qué es la Terapia Gestalt? Carmela Ruíz de la Rosa. 12
4. Gestalt y Clínica 19
5. Terapia Gestalt: Salud, Enfermedad y... ¿Santidad? Albert Rams.
6. Apuntes sobre Terapia Gestalt. Carmen Vázquez Badín. 25
7. La Deflexión como una Retroflexión “metafórica”. Carmen Vázquez
Badín. 33
8. La depresión: Comparación entre la Gestalt y otros puntos de vista.
Gary Michael Tyson y Lillian Miller Range. 41
9. Ideas para el vivir. Contribución para una actitud “gestáltica”.
Myriam Sas de Guiter. 51
10. Las raíces filosóficas de la terapia Gestalt. 62
11. Friedrich Salomon Perls (1893-1970) Fundador de la Terapia Gestalt.
Sandra Isella, Mª Eugenia Grau y Carlos Rodríguez. 65
12. Joyitas de Perls. Aporte hecho por Jaime Marchant. 72
13. Un homenaje a Laura Perls. (El apoyo terapéutico en Terapia Gestalt)
Carmen Vázquez Badín . 75
14. Bibliografía. 88

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Liberación - Declaración
Universal
En acto unilateral e inconsulto
declaro hoy la independencia total de mi ser

De aquí en adelante
habitaré en el territorio libre de mi espíritu
y sentaré las bases para la construcción
de la República Separatista de la Existencia Digna

Libre al fin de toda opresión


no importa donde esté ni que nombre lleve
mi lucha y el sentido de mi vida
estarán en la liberación de los niños
la defensa implacable e inflexible de la naturaleza
y todo lo que existe en este mundo maravilloso

Anarquista y amante me declaro


por tanto no obedeceré a nadie
y no pediré ser obedecido

Mi cabeza inclino sólo ante la muerte


y el misterio infinito de la vida

Mi humildad será la del guerrero


nacida del respeto y el asombro ante la creación
ni más ni menos que todo lo que existe

No habrá poder humano que doblegue mis convicciones


y en mi vida no habrá espacio para las concesiones
salvo para aquellas dictadas por el corazón
y escritas con la mano de la ternura

A mis hijos acunaré con mis propios brazos


y cuando estén listos los dejaré partir
libres como pájaros
volando hacia su destino

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Sólo ante Dios decreto y reivindico
mi derecho a ocupar un lugar entre los misterios del Universo
y mientras las fuerzas incomprensibles que rigen mi destino
no determinen lo contrario
declaro que viviré mi vida con total intensidad
sin sujetarme al pensamiento ajeno
ni a las condicionantes de la sociedad
y el tiempo en que me haya tocado vivir

Asumiré mi destino cualquiera que éste sea


sin quejas ni renunciamientos
y aunque nunca lo logre
lucharé con todas mis fuerzas
por merecer y no desperdiciar
esta única e irrepetible oportunidad de estar vivo

Como sé que he de morir


cualquiera sea la forma de vida que elija
hoy con plena conciencia
decido vivir una vida con significado
sólo por placer
no porque espere recompensa alguna

Desde hoy en adelante


sólo creeré en los actos de los hombres
y no en sus palabras

Mis enemigos son y serán


los que luchan por la muerte
aprisionan la imaginación
persiguen la belleza
acumulan riqueza
castigan a los niños
humillan a los desposeídos
y pisotean la verdad

Sepan todos ellos que hoy

Ha comenzado la Revolución

Declaro que desde ahora


no me importará estar solo
y que únicamente aceptaré la compañía
de quienes amen la canción y el vino
vivan sin pedir permiso
y estén dispuestos a vivir por sus convicciones.

Por último decreto y asumo


mi derecho irrenunciable a existir
y elegir ser quien soy

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libre al fin de las identidades heredadas
digo que mi hogar es el mundo
mi hermana la libertad
y que todas las noches
sin el más mínimo pudor hago el Amor

Así termino esta multitudinaria asamblea unipersonal


porque cada hombre que se libera redime a toda la humanidad
donde con absoluta irrespetuosidad
he decidido desobedecer a todos los poderes y autoridades
para convertirme en el único conductor de mi vida

Con toda la autoridad que emana de este acto


ante mí sello y firmo este compromiso

Alejandro Spangenberg
14 Agosto 1989 Año de la Serpiente

La Terapia Gestalt
Es de orientación humanista y está dirigida, sobre todo, al desarrollo
personal.

Aquí se muestra una breve descripción de esta forma de trabajo.

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La Terapia Gestalt, más que una teoría de la psiquis, es un eficaz
abordaje terapéutico y una filosofía de vida que prima la conciencia
(awareness, darse cuenta), la propia responsabilidad de los
procesos en curso y la fe en la sabiduría intrínseca del
organismo (la persona total que somos) para auto-regularse de
forma adecuada con un medio cambiante.
Antepone la espontaneidad al control; la vivencia, a la evitación
de lo molesto y doloroso; el sentir, a la racionalización; la
comprensión global de los procesos, a la dicotomía de los
aparentes opuestos...y requiere del terapeuta un uso de sí como
instrumento (emocional, corporal, intelectual) que transmita una
determinada actitud vital en vez de practicar únicamente una técnica
útil contra la neurosis.

Hay tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia con
sus aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.
1ª. El darse cuenta: sólo cuando el individuo se da cuenta de lo que
hace y de cómo lo hace podrá cambiar su conducta.
2ª. La homeostasis: proceso mediante el cual el organismo
interactúa con el ambiente para mantener el equilibrio.
3ª. El contacto: es imprescindible para el crecimiento y el desarrollo
del ser humano.

1. Darse cuenta
El darse cuenta es la capacidad que tiene cada ser humano para
percibir lo que está sucediendo, aquí y ahora, dentro de sí mismo y
del mundo que le rodea.
Dentro de esta experiencia en el aquí y el ahora, se pueden distinguir
tres tipos de darse cuenta, que se denominan como "áreas del
darse cuenta" o "zonas de contacto".

a) El darse cuenta del mundo o zona externa

Se relaciona con el contacto sensorial. Nos permite ponernos en


contacto con los objetos y acontecimientos del mundo que nos rodea,
de todo aquello que está fuera y de lo que ocurre más allá de nuestra
piel.
Fórmulas: "Yo veo, toco, oigo, huelo,..."; "yo percibo, aquí y
ahora,...";...

b) El darse cuenta de sí mismo o zona interna

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Comprende todas aquellas sensaciones y sentimientos que ocurren
dentro de nosotros. Nos permite ponernos en contacto con nosotros
mismos.
Fórmulas: "Yo siento, me siento..."; "yo siento, aquí y ahora,...";...
Para ponerse en contacto con uno mismo es conveniente hacerse las
siguientes preguntas: ¿qué estoy sintiendo?, ¿dónde lo estoy
sintiendo?, ¿cómo lo estoy sintiendo?.

c) El darse cuenta de la fantasía o zona intermedia

Incluye toda la actividad mental (pensar, imaginar, recordar,


planificar,...). Nos permite ponernos en contacto con nuestras
fantasías.
Fórmulas: "Yo pienso, imagino, recuerdo, deseo,..."; "yo pienso, aquí y
ahora,...";...

2. Homeostasis
Ningún organismo es autosuficiente, sino que en todo momento
forma parte de un campo que lo incluye tanto a él como a su
ambiente.
Este equilibrio homeostático (o proceso de autorregulación) es
sinónimo de salud, puesto que si el organismo permanece en estado
de desequilibrio con su entorno durante mucho tiempo enferma, al no
poder satisfacer sus necesidades.

3. Contacto
Cada persona tiene su espacio vital dentro del cual, y
dependiendo del momento, puede recibir o abrirse a
determinadas personas, pero nadie puede invadir su espacio.
Si esto ocurre, nos sentimos amenazados en nuestra
integridad e individualidad.
Cuando hacemos demasiado hincapié en sostener rígidamente
ese espacio vital, corremos el riesgo de reducir el contacto
con los demás. Esta reducción del contacto conduce al
hombre a la soledad que, sin embargo, elige como opción más
segura y menos generadora de angustia. La mayoría de las
veces esta reducción del contacto se realiza por temor o
miedo y, aunque el deseo de contactar con los demás sea
grande, ese temor que sentimos cuando alguien se acerca nos
impide retirar nuestros límites y abrirnos.
Cuando sucede lo contrario, es decir, cuando nuestro yo está
en continuo contacto con el mundo, mostrando una

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extraversión compulsiva, se pierde esa intimidad creativa y
de concentración, diluyéndose los límites del yo, haciéndose a
veces difícil distinguir entre el ambiente y el yo.

El trabajo guestáltico

El objetivo de un encuentro guestáltico es descubrir e


incrementar el darse cuenta; no está diseñado para lograr una
catarsis, aunque si la expresión es honesta no se interfiere con ella.
El terapeuta se centra en el "qué" y "cómo". Qué y cómo
proceden de la observación exacta, por qué conduce a la
especulación.

Pasos por los que atraviesa un


experimento o trabajo guestáltico:
1º) Preparación del campo de trabajo.

a) Tener la voluntad de explorar la perspectiva de la otra persona.

b) No interrumpir a la persona, sino permitirle que desarrolle los


sentimientos e ideas que espontáneamente surjan en él, en ese
momento, con el propósito de entender más plenamente que está
sucediendo con el paciente.

2º) Negociación o consenso entre el terapeuta y el paciente.

a) Hacer saber al paciente que la terapia guestáltica implica


experimentación.
b) Que el paciente acceda a llevar a cabo la experimentación.
c) Hacer notar al paciente que no está solo en este proceso, sino que
el terapeuta lo acompaña en su aventura.

3º) Generación de autoapoyo tanto para el paciente como


para el terapeuta.

El terapeuta debe establecer las condiciones tanto en su cuerpo como


en el ambiente, que den un apoyo óptimo para él y para el paciente

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(cuidar su posición, su respiración, así como los distractores
potenciales; de tal manera que todo lo que de él emane esté bien
fundamentado y plenamente basado en su organismo total).

4º) Exploración del nivel del darse cuenta.

Sólo cuando el terapeuta puede atender a la conducta no verbal del


paciente y, casi en forma simultánea, a sus propias sensaciones, será
capaz de tener una figura clara de lo que está sucediendo con él y
con el paciente.

5º) Graduación y selección del experimento.

a) Focalización (da el proceso y la dirección de la sesión terapéutica)


y Tema (da el contenido de la misma). Un tema traerá a colación otro
y otro, de entre los que el terapeuta escogerá el que considere más
importante.

b) Graduar el nivel de dificultad del experimento, para alcanzar el


nivel óptimo de ejecución para el paciente en ese momento.

6º) Localizar y movilizar la energía congelada en el paciente.

Encontrar dónde está activada la energía del paciente o dónde está


estancada (por lo general, una persona va a tener la necesidad de
sacar a flote áreas de su vida en las que ha invertido grandes
cantidades de energía o donde, por el contrario, siente una carencia
de esta).

7º) Focalización.

Para poder desarrollar un experimento o trabajo terapéutico se


necesita encontrar un suceso que necesite seguimiento o ser
trabajado. La focalización será la que defina el proceso a llevar a cabo
y la dirección que este tendrá durante la sesión terapéutica.

8º) Actuación.

Actuar la situación inconclusa que está emergiendo en la conciencia


generalmente conlleva un alto grado de ansiedad, que tiene la
posibilidad de expresarse libremente dentro de la actuación, lo que
favorece que la energía antes bloqueada pueda al fin expresarse.

9º) Relajación.

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a) En posición cómoda, respirar profunda y lentamente hasta lograr
un estado de serenidad interior.

b) Enfocar la atención en cada una de las partes del cuerpo.

10º) Asimilación de lo sucedido.

a) Preguntarle al paciente cuál fue su experiencia.

b) Facilitar que integre esa vivencia en su vida diaria.

Trabajo con las polaridades


Todo evento se relaciona con un punto cero a partir del cual se realiza
una diferenciación de opuestos. Estos opuestos manifiestan, en su
concepto específico, una gran afinidad entre sí. Al permanecer
atentos al centro, podemos adquirir una capacidad creativa para ver
ambas partes de un suceso y completar una mitad incompleta. Al
evitar una visión unilateral logramos una comprensión mucho
más profunda de la estructura y función del organismo.
En términos de polaridades, los sentimientos negativos
suelen coincidir con el opuesto que no logra emerger como
figura y desequilibra la percepción de su otra polaridad (la
aceptada y aceptable). Las emociones negativas son ciertamente
esenciales para la dicotomía de la personalidad. No sólo tenemos el
deber de exponerlas, sino también el de transformarlas en
energías cooperadoras. Durante este proceso encontramos
una fase transitoria: el disgusto, vía la codicia, se transforma en
discriminación; la ansiedad, vía la excitación, en un interés
específico como la hostilidad, excitación sexual, entusiasmo,
iniciativa, etc.; el miedo, vía la sospecha, se transforma en
experimentación, esto es, en una ampliación de las órbitas de la
propia vida; y la vergüenza, vía el exhibicionismo, en
autoexpresión.

La filosofía básica de la terapia gestalt es la diferenciación e


integración de la naturaleza. La diferenciación conduce por sí
misma a polaridades. Como dualidades, estas polaridades se
pelearán fácilmente y se paralizarán mutuamente. Al integrar
rasgos opuestos, completamos nuevamente a la persona. Por
ejemplo: debilidad y bravuconería se integran como una silenciosa
firmeza. Tal persona tendrá la posibilidad de ver la situación total
(una gestalt) sin perder los detalles. De este modo, obtiene una mejor
perspectiva que le permite enfrentar la situación mediante la
movilización de sus propios recursos.

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Trabajo con los sueños.
Los sueños ocupan un lugar especial en la terapia gestalt por la
inmediatez con que pueden ser vividos y experimentados por el
soñante.

La técnica que se utiliza para trabajar los sueños y llegar a darse


cuenta de su significado para la persona que sueña, consiste en (1º)
pedirle primeramente al soñante que relate el sueño en primera
persona y en presente; es decir, que lo relate como si estuviera
pasando en este mismo momento. Mediante este sencillo mecanismo,
la persona se compenetra más íntimamente con su sueño que si
habla simplemente de él. (2º)A continuación, se trata de localizar el
sueño en el espacio, distribuyendo las distintas partes de que se
compone como si se estuviera representando en un escenario. Así, el
sueño se convierte en una experiencia nueva y viva que hace que la
persona adquiera un mayor compromiso con lo que está sucediendo
en su sueño.

Se trata de que la persona se dé cuenta de aquellas partes


suyas que están proyectadas, ya sea en personas, en objetos
o conceptos. La alienación se produce cuando la persona niega la
existencia en ella de partes que le pertenecen. "Ese no soy yo"
decimos cuando algunos aspectos de nosotros no nos gustan. Esto
empobrece al individuo y sus intercambios con el mundo se hacen
más reducidos y deformes. Pero los sueños no son simples
proyecciones, sino que también podrá verse a través de él, el tipo de
contacto que está estableciendo el paciente con los demás, la
activación de sus angustias, temores y todas las características que
puede asumir el contacto en cada persona y en cada momento.

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¿Qué es la terapia Gestalt?
Carmela Ruiz de la Rosa

INTRODUCCIÓN

La Palabra Gestalt se traduce como “forma” o “configuración”.


La gestalt se refiere a los fenómenos de percepción, estudiados
por investigadores alemanes que demostraron el carácter global
de la percepción, como una totalidad que integra figura y fondo.

La figura es aquello que se percibe como sobresaliente en el


campo perceptual, y que tiene una forma definida; mientras que el
fondo es algo indefinido, cuya función es servir de base
envolvente a la figura. (Por ejemplo una charla de un bar y
logotipo I.P.G.).

Esta relación figura-fondo es dinámica. Si la figura capta la


atención del observador, la gestalt será definida, y el fondo
tendrá escasa presencia. Por ejemplo, cuando quiero echar una
carta, y busco un buzón en la calle. El buzón es una figura
emergente del fondo indiferenciado del paisaje urbano.

Luego, cuando el objeto pierda interés para el observador, se


confundirá de nuevo con el fondo, del cual podrá emerger otra
figura distinta, y así crearse una nueva gestalt, una nueva entidad
perceptiva.

Esta noción de organización de lo perceptivo se extendió


posteriormente a lo mental. Se descubrió que los pensamientos,
sentimientos y recuerdos se organizan también en gestalts, con
una figura dominante sobre el fondo. Esta organización
dependerá de las motivaciones o necesidades de la persona.

Así, por ejemplo, cuando me enfado, mi ira es la figura


relevante que destaca del fondo constituido por mis
sentimientos, pensamientos,.. Igualmente el color de la
cara, las mandíbulas apretadas, los puños cerrados...son la
figura que ocupa totalmente el campo de percepción
corporal.

Cuando se me pasa el enfado, cuando ha encontrado su


forma de expresión o de reconocimiento, entonces emerge
de mi campo de conciencia otra gestalt, que podría ser un

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sentimiento de cariño por la persona con quien antes me
enfadé o una mayor serenidad y comprensión de la
situación.

Pero si mi enfado, por la razón que sea no pudo


expresarse, o ni tan siquiera reconocerse, se quedará
enquistado, como un resentimiento pendiente, tanto en lo
físico como en lo emocional. A menudo experimentamos
reacciones ante personas o situaciones cuyo origen desconocemos
y probablemente tengan que ver con situaciones pendientes o
sentimientos no expresados.

Cuando ocurre que una experiencia no se completa, queda una


gestalt inconclusa, y la persona no puede estar disponible para
otra experiencia, o sólo tendrá una disponibilidad parcial hasta
que complete dicha experiencia. En tanto que la gestalt no
esté concluida, la persona tenderá a repetirla en un intento
de resolución.

Por ejemplo, en todos los trabajos realizados termino siempre


peleándome con el jefe. Es probable que esté repitiendo un
esquema antiguo de comportamiento infantil.

Otra manera de explicar las pautas repetitivas de


comportamiento es que en su momento las aprendimos para
sobrevivir y adaptarnos a una situación. Y aunque en el presente
no sean adecuadas seguimos repitiéndolas por lo que la necesidad
seguirá insatisfecha. Por ejemplo, “el refrán del pobre: reventar
antes que sobre”.

Frente a esta manera de repetirse, la terapia Gestalt enseña a la


persona que puede cambiar y ampliar sus recursos, eligiendo el
más conveniente para ella.

PRINCIPIOS DE LA PSICOTERAPIA GESTALT

La psicoterapia Gestalt es una corriente dentro de la psicología


humanista y se caracteriza porque considera que la persona
cuenta con los recursos necesarios y suficientes para vivir
feliz. Y desde esta perspectiva, el terapeuta no es sino el que
acompaña a la persona en el proceso de descubrimiento
personal. No da consejos ni consignas, sino herramientas para
explorar nuestra vida y encontrar las propias soluciones.

Se valora el aquí y ahora, es decir, la actualidad, el presente, lo


que a la persona le está ocurriendo en este momento de su vida.

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Es obvio que muchas veces hablamos de acontecimientos del
pasado o expectativas hacia el futuro, sin embargo en Gestalt
estos recuerdos o expectativas se traen al presente, para
darnos cuenta de cómo está repercutiendo en el momento
actual.

Por ejemplo, un duelo no resuelto por una muerte o una


separación amorosa, observamos cómo está influyendo y cómo
continua vivo en el presente aunque pertenezca al pasado. A
veces una película nos trae a la memoria asuntos del pasado.

De igual modo el miedo al futuro nos puede incapacitar y es


conveniente darse cuenta de qué tiene que ver con los miedos u
otras emociones del presente. Por ejemplo, los hijos que nunca
terminan la carrera o que no encuentran trabajo por miedo a
enfrentarse a las responsabilidades de la vida adulta.

En la terapia Gestalt se valora, también, el darse cuenta, es


decir, la capacidad que tiene cada ser humano para percatarse de
lo que está sucediendo dentro de sí mismo y en el mundo que lo
rodea.

El ponerse en contacto con uno mismo y darse cuenta de lo que


realmente uno siente y desea, es el primer paso para conseguir lo
que queremos.

Podemos distinguir 3 aspectos en el darse cuenta:

· Darse cuenta de sí mismo, es decir de la zona interna, que


comprende todos aquellos acontecimientos que ocurren dentro
de uno mismo: sensaciones, sentimientos, emociones...

· Darse cuenta del mundo exterior o zona externa que incluye


todo lo que está fuera, más allá de mi piel. Se relaciona con los
sentidos : lo que oigo, veo, toco, huelo....

· Darse cuenta de la zona intermedia o zona de la fantasía, que


abarca todas las actividades mentales: pensar, adivinar,
imaginar, planificar, recordar, anticipar.

Por último, se fomenta la integridad y responsabilidad de las


personas. La gestalt invita a tomar conciencia de lo que nos
está sucediendo en cada momento, sin pretender
cambiarlo, detenerlo o evitar algo que hay en mí y que no
me gusta.

Cuando nos ponemos en contacto auténtico con lo que


sentimos, el proceso de cambio se produce por sí solo. El
frustrarse con exigencias de ser distinto de lo que se es, sólo nos
lleva a sensaciones de malestar. Por ejemplo, a veces estamos

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enfadadas con el marido por algo que hizo que nos molestó. Si me
exijo estar amable sin sentirlo mi resentimiento va a ir creciendo y
cada vez me sentiré más alejada. Si por el contrario me doy
cuenta de lo que me está pasando y lo expreso es posible que el
resentimiento desaparezca y el cariño vuelva sin forzarlo.

Una manera de asumir la responsabilidad es dejar de culpar


sistemáticamente a los demás por lo que nos impiden hacer y
asumir que, más a menudo de lo que creemos, “Si quiero, puedo”.

EL CICLO DE LAS NECESIDADES

Para satisfacer sus necesidades la persona sigue un ciclo llamado


de autorregulación, que se recorre en siete etapas:

1. Sensación: La persona experimenta un déficit del organismo,


por ejemplo, sequedad de boca.

2. Toma de conciencia: La persona pone nombre a la


necesidad. En el caso del ejemplo, tengo sed.

3. Energetización: La persona se prepara para la acción, en


nuestro caso, decidir qué es lo que quiero y dónde voy a
conseguirlo.

4. Acción: Dirigirse al objeto que satisface la necesidad.

5. Contacto: Es el encuentro, la unión, es decir, beber el vaso de


agua.

6. Consumación: Supone conducir el proceso hasta su plena


realización. No quedarse a medias.

7. Retirada: La plena satisfacción de la necesidad emergente


lleva a un periodo de repliegue hacia uno mismo hasta que
surge otra nueva necesidad.

Sólo se está disponible para las necesidades emergentes


cuando se completaron las anteriores. Por ejemplo, si me
voy a la cama con sed hasta que no bebo no puedo dormir.

Este ciclo se repite, no sólo en lo fisiológico sino también en lo


psicológico, una y otra vez de manera espontánea y podemos
interrumpirlo inconscientemente por muchos factores. Por
ejemplo, a menudo nos encontramos con normas sociales o
familiares que interfieren en la satisfacción de nuestras
necesidades. ¡Cuántas veces hemos ido de visita, o a un

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cumpleaños, incluso a un velatorio, sin que nos apetezca y hemos
dejado de hacer lo que realmente queríamos!.

Nuestra necesidad se ve, a menudo, interferida por mensajes


familiares. Por ejemplo, si nuestra madre nos dijo que una mujer
debe ser siempre sumisa, complaciente y servicial con su marido,
aunque estemos cansadas o en desacuerdo o enfadadas,
seguiremos actuando tal como ella nos dijo, aunque sea perjudicial
para nosotras.

LAS POLARIDADES

Otro modo de interferir en la satisfacción de nuestros


deseos y necesidades es pensar que no somos capaces de
realizar determinadas tareas o actividades, porque nos
sentimos inútiles o inadecuados por nuestra cultura o
nuestra edad, o cualquier otra característica personal.

Nos identificamos con una forma de ser concreta y rechazamos


todo lo que no cuadre con esa imagen. Por ejemplo, si me
considero una persona torpe no me meto a aprender nuevas cosas
aunque me apetezca. Si me considero una persona “fuerte” no
puedo apoyarme en otras personas y compartir mis penas.

En Gestalt entendemos que la persona es un todo indivisible y que


en la medida en que somos capaces de asumir esos aspectos
negados, nuestro funcionamiento será más sano. Todos somos al
mismo tiempo listos y torpes, fuertes y débiles, buenos y
malos, cariñosos y agresivos y la salud consiste en poder
emplear una u otra característica en función de la situación
ante la que se está. Por ejemplo, si alguien me está
amenazando responder cariñosamente no es lo más adecuado a la
situación.

Todas las emociones son valiosas para el ser humano


porque nos dan información acerca de lo que nos está
ocurriendo a nosotros y a nuestro alrededor , de ahí que sea
tan importante recuperar las emociones que consideramos
negativas: alegría, tristeza, agresividad, deseo sexual,...

Estos aspectos rechazados nos cuesta sacarlos porque nos


disgustan, o nos dan vergüenza o miedo o ansiedad. La terapia
invita a vivir plenamente cada aspecto de lo que llamamos una
polaridad: ser flexible-ser firme, ser alegre-ser triste, interesarse
por lo de dentro del hogar y por lo de fuera.

La polaridad no aceptada se sepulta o bloquea por temor a lo que


podría desencadenar, como ocurre por ejemplo en el temor

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bastante generalizado a hacerse cargo de la propia agresividad y a
manifestarla.

Una de las polaridades básicas a descubrir es la llamada: perro de


arriba y perro de abajo. El perro de arriba representa las
normas dadas por padres, maestros, y personas importantes de
nuestra vida, mientras que el perro de abajo se rebela ante
dichas exigencias. Por ejemplo, las exigencias sobre las tareas de
la casa y las constantes excusas para no hacerlo que ponen los
hijos. Este mecanismo aprendido en la relación con las figuras de
autoridad se produce constantemente en nuestro interior.
(Ejemplo: debería llamar a la cuñada-no quiero porque es una
pesada).

SALUD Y PATOLOG ÍA

Como se desprende de todo lo dicho hasta ahora, la salud tiene


que ver con la capacidad de contactar, con lo interno y con lo
externo para así conocer la realidad.

La salud también es aceptación e integración de lo que


somos, de nuestros sentimientos, pensamientos y conductas,
aunque a veces nos resulten contradictorios.

Y, por último, la salud supone la posibilidad de ampliar nuestros


recursos en lugar de repetir siempre lo mismo que aprendimos y
que en su momento nos sirvió, pero que ahora es excesivamente
rígido.

La enfermedad , por contra, aparece cuando no hay un bueno


contacto ya sea con el mundo interno o externo, cuando negamos
características o aspectos personales que nos pertenecen y
cuando nuestro comportamiento es excesivamente rígido o
repetitivo frente al comportamiento saludable que tiene mayor
flexibilidad y creatividad.

LOS RECURSOS TÉCNICOS

La gestalt emplea diversas técnicas para ayudar a la persona. La


más conocida es la llamada “silla caliente”. Se trata de situar
frente a la persona una silla vacía donde se coloca
imaginariamente a la persona con la que tenga el conflicto o bien
un aspecto de si misma rechazado, estableciendo un diálogo que
le lleve a la resolución del conflicto o a la integración del aspecto
rechazado.

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Otro de los recursos con los que cuenta el terapeuta gestáltico son
las fantasías dirigidas que nos sirven para explorar temores,
darnos cuenta de lo que nos pasa y, a menudo, a encontrar
soluciones a situaciones aparentemente sin salida.

Trabajamos los sueños no interpretándolos según un significado


fijo sino facilitando que la persona descubra el mensaje que tiene
para ella lo que ha soñado.

Utilizamos también herramientas artísticas, como el dibujo, la


poesía, o el baile y para nosotros la atención al cuerpo supone
una referencia básica para comprender que le está pasando
a la persona.

En el trabajo terapéutico, ya sea individual o en grupos de


crecimiento personal, no atendemos sólo a lo verbal, a las
palabras que se dicen, sino también a lo corporal, a todo lo que se
expresa mediante gestos, actitudes, movimientos, etc. que
completan el sentido de lo que las personas comunican.

PARA QUE SIRVE LA TERAPIA GESTALT

No es preciso sentirse enfermo para solicitar ayuda psicológica;


simplemente hay periodos de crisis en la vida en los que la
persona hace balance de lo vivido y se replantea nuevos valores o
formas de vida. Puede ocurrir que este sea un proceso gradual de
maduración o que se deba a un suceso más externo o repentino
como puede ser la muerte de un ser querido, un divorcio o la
pérdida de un trabajo.

En estos momentos, la ayuda que te prestan las personas


cercanas puede no ser suficient0e y no por la falta de interés o de
cariño, sino porque la propia cercanía impide una visión más
objetiva o imparcial de las situaciones.

Las personas acuden a terapia por malestar o insatisfacción en sus


vidas. A menudo refieren que tienen ansiedad sin saber porqué o
que no duermen, que lloran por cualquier cosa, que no tienen
ilusión por nada como ocurre en las depresiones. Muchas personas
asisten a terapia coincidiendo con una crisis con su pareja o en su
familia. Los jóvenes se presentan por problemas en los estudios o
en las relaciones con los demás, porque no saben qué hacer con
sus vidas, falta de alicientes, etc.

A la terapia gestalt acuden no solamente personas en crisis sino


también personas que desean mejorar su calidad de vida que, a
través del trabajo en grupos de crecimiento personal incrementan
la satisfacción que experimentan en su vida cotidiana. En este

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tipo de trabajo se exploran las relaciones interpersonales,
descubriendo qué limites nos impiden disfrutar del
contacto con los demás o con nosotros mismos, abriéndonos
a experiencias e intereses hasta ahora desconocidos.

En definitiva, la terapia gestalt persigue la felicidad de los


seres humanos, pretende aceptar a la persona sin excusas,
sin juicios, sin valoraciones, respetando el ritmo y el
proceso de cada uno. No se trata de empujar a la persona
sino de acompañarla.

Gestalt y clínica

La psicología de la gestalt se transforma en Psicoterapia


cuando F. Perls introduce el concepto de motivación.

Hay tres premisas que fundamentan la Gestalt como una terapia


con sus aplicaciones en el campo de la Psicología Clínica.

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1) La primera premisa es el darse cuenta, que tiene que ver con el
"qué" y el "cómo" de la conducta y no con el "porqué". Sólo cuando el
individuo se da cuenta de lo que hace y de cómo lo hace podrá
cambiar su conducta. Esto introduce un cambio sustancial en el
modo de concebir al paciente, el cual pasa de echar la culpa de lo
que le sucede a algo o alguien externo a hacerse responsable
de sus conductas y de sus consecuencias.

2) La segunda es la homeostasis, que Perls identificó con


autorregulación organísmica y lo definió como el proceso mediante el
cual el organismo interactúa con el ambiente para mantener el
equilibrio.

3) La tercera es el contacto, que ya va implícito en la anterior


premisa de homeostasis. El contacto es imprescindible para el
crecimiento y el desarrollo del ser humano.

Salud y enfermedad
La salud y la enfermedad vendrán determinadas, pues, por
una alteración en cualquiera de estas tres expresiones del ser
humano. A partir de esa concepción, la persona que asiste a terapia
ya no es un enfermo irrecuperable y la enfermedad no es una
fijación en una etapa infantil –como lo era para el Psicoanálisis– o
una mera conducta observable –como lo era para las terapias
conductuales–, sino un desajuste en el intercambio con el
ambiente.

Los objetivos de la Terapia Gestalt son:


- Pasar del apoyo externo al autoapoyo.

- Aprender a darse cuenta de lo que hace y cómo lo hace (auto-


responsabilidad).

- Lograr la mayor integración posible, ya que esto facilita el


crecimiento y desarrollo del individuo.

- Fomentar en el paciente una actitud activa y responsable que


le permita aprender a observar sus conductas y a
experimentar otras nuevas.

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Lo novedoso de la terapia Gestalt
Hay mucho de novedoso en la Terapia Gestalt y en su abordaje
desde la práctica clínica. A saber:

1. Concepto de "paciente" como persona que viene a terapia en


contraposición con el "enfermo incurable".

2. La cualidad del terapeuta como el que "enseña a aprender".

3. El proceso terapéutico como experiencia de contacto


esencialmente fenomenológico.

En cuanto al primer punto, la persona es tratada como una totalidad y


es co- responsable del proceso terapéutico; es por eso que ha de ser
particularmente activo y capaz de descubrir y lograr sus objetivos a
través de sus propios esfuerzos.

un terapeuta gestáltico:
No interpreta, no condiciona ni descondiciona: acompaña.
Atiende a la conducta, no a los mentalismos. Atiende al darse
cuenta y no a preguntas especulativas; al aquí y ahora en
lugar del allá y entonces.

Tiene un estilo directo y activo en el trabajo terapéutico y una


preocupación por crear una relación horizontal. Paciente y
terapeuta son dos personas embarcadas en una tarea en la que el
foco de atención es el paciente; no se fomenta la dualidad de que el
sano es el terapeuta y el enfermo el paciente.

El uso del terapeuta como herramienta de cambio, el que apoya lo


genuino y confronta lo neurótico del paciente. Sus devoluciones
oscilan entre el apoyo y la frustración.

Por último, un terapeuta gestáltico no le dice al paciente lo que ha


descubierto acerca de él, sino que le enseña a aprender
acerca de sí mismo.

En lo que se refiere al proceso terapéutico, éste no es un producto


terminado sino que ha generado una persona que ha aprendido
a desarrollar el "darse cuenta" que necesita para solucionar
sus propios problemas. El criterio de éxito no es la aceptación
social, sino el incremento de la capacidad de darse cuenta del

21
paciente, que se ve reflejado en un aumento y recuperación
de su vitalidad y en una conducta más integrada de acuerdo a
sus necesidades esenciales y a sus posibilidades.

La última aportación a la que quiero referirme está contenida en una


frase de Perls: "La Terapia Gestalt es algo demasiado bueno como
para acotarlo exclusivamente a los neuróticos”.

Terapia Gestalt:
Salud, Enfermedad y ...
¿Santidad?

22
Por Albert Rams

En toda filosofía terapéutica subyace una idea de salud, y es


hacia ese lugar adonde el terapeuta orienta o hace encaminar,
de uno u otro modo, a su paciente. Asimismo, subyace una idea
de enfermedad que, además de utilidades diagnósticas y
pronosticas, implica a toda la estructura o pautamiento del
proceso terapéutico. Entonces: ¿ qué es estar sano y qué es
estar enfermo...?.

El punto de vista del enfoque gestáltico se caracteriza en


mi opinión por incidir en tres aspectos fundamentales : la
capacidad de “ser sustantivamente” en lugar de “ser
adjetivamente”; un ritmo de contacto-retirada pleno,
fluido y adecuado a la necesidad dominante del
individuo; y el tránsito del heteroapoyo al autoapoyo, del
apoyo ambiental al autosoporte.

Fritz Perls (1893-1970), el fundador de la Terapia Gestalt,


entiende la neurosis –y por extensión la enfermedad
psicosomática– como una estrategia de evitación del dolor
psíquico que lo transforma, paradójicamente, en
sufrimiento crónico. Y el dolor más grande fue seguramente
el dolor de no ser, la temprana experiencia de separación de
Aquello que fue nuestro origen y será nuestro destino.

1) Es decir que la salud pasa en primer lugar por la


consciencia de ser, más allá de cómo uno sea a cada
momento. La enfermedad empieza cuando uno decide “...Esto
no lo pensaré, esto no lo sentiré y esto no lo haré… porque
produce dolor, desagrado o disforia… y esto, o así, no soy yo...”.
Y “…Esto sí lo pensaré, esto sí lo sentiré, o esto sí lo haré…
porque produce placer, agrado o euforia… y esto, o así, soy yo”.
Aunque también puede ser justo al revés. De tal suerte que se
produce, en todo caso, una escisión fundamental entre el
ser en sí y el ser de una u otra manera específica (poco
importa cuál), con toda la carga y el esfuerzo al que uno se
condena para mantener la barrera que garantiza la
escisión.

Así pues, el estado saludable requiere de la no


identificación del ser o del no-ser con ningún aspecto de
uno mismo en particular. Fritz utiliza un hermoso concepto
para explicar esto, el de “nothingness”, palabra compuesta
por “nothing”, nada o ninguna cosa, y el sufijo “ness”, que lo

23
sustantiva. Su traducción literal sería “nadidad”, “cualidad de la
nada”, o “capacidad de ser nada”.

El camino hacia la salud pasará entonces por volver a


poseer las partes desposeídas o alienadas de la
personalidad, sobre todo aquéllas que uno colocó en el
cajón de “esto no soy yo”. Ese proceso conduce a una
autoactualización, lo cual faculta , tal como señala Fritz, para
vivir cada nueva situación del presente como nueva que
es, yendo más allá de los automatismos y
condicionamientos con los que uno vivió hasta ese
momento, y que hacen reaccionar frente a una nueva
situación con un patrón viejo y crónico, como si fuera
“aquella otra”.

2) El segundo criterio de salud para Perls es la adquisición de


un ritmo de contacto-retirada con el entorno pleno,
fluido y adecuado a la necesidad dominante del
individuo. Pleno, puesto que el neurótico se caracteriza por no
hacer ni un verdadero contacto ni una verdadera retirada. Fluido
y adecuado porque la interacción individuo/entorno es
siempre cambiante, y no valen programas prefijados ni
actitudes rígidas . El precio de querer ahorrarse la atención
constante, de querer economizar pilas de la linterna del estar
presente en el aquí y ahora de lo que uno experimenta –de ser
consciente de lo uno vive, piensa o hace; y de
responsabilizarse de todo ello–, suele ser la interrupción del
contacto, el ausentarse; la consiguiente victoria del
automatismo egoico sobre el verdadero estar, y su consecuente
carga de malestar o enfermedad.

3) El tercer criterio, ligado íntimamente con lo que acabo de


comentar, es el tránsito del heteroapoyo al autoapoyo, del
apoyo ambiental al autosoporte. Dirigirse hacia la salud es pues,
desde este tercer aspecto, el proceso por el cual el
individuo aprende a caminar sobre sus propios pies,
solicitando del entorno lo verdaderamente necesario en
una perspectiva de interdependencia, pero no lo
innecesario y manipulativo. Así que podemos entender el
carácter –la estructura fija, repetitiva y crónica con la que
nos identificamos cuando éramos niños– como el conjunto
organizado de los medios de manipulación aprendidos
para obtener apoyo actualmente innecesario. Y el
autosoporte o maduración, como compuesto de
“...disminución del apoyo ambiental, aumento de la

24
tolerancia a la frustración, y desmoronamiento de roles
infantiles y adultos…”.

Me parece que los tres criterios citados se reúnen, en realidad, entorno a algo que los
engloba y que podríamos entender como una disolución del ego, o personalidad
adquirida. Claro, si constato que sigo viviendo sin aquello que se suponía que era
imprescindible y que, en parte, constituía mi identidad (el apoyo ambiental realmente
innecesario, conseguido fundamentalmente a base de manipulaciones); si sobrevivo a
aquello tan terrible (que me digan que no, que no haya aquello... y en general a la
disforia); si experimento que yo soy algo más que mis máscaras… entonces no tengo
más remedio que concluir que yo soy algo más o algo menos, en todo caso algo
diferente, de lo que creía ser. Transitar estos momentos con consciencia nos permite
cambiar el punto de vista subjetivo, preñado de automatismos distorsionadores de
nuestra realidad interna y externa, por un punto de vista más próximo a lo que
Friedlander definía como el punto cero o punto de “indiferencia creativa”, en el
que, a través de la atención al vacío interpolar, muchas más opciones de una
determinada situación o de una determinada respuesta son posibles y aceptables
como propias.

Recordando por último que “sano” y “santo” comparten el mismo campo semántico –y
que ambos vienen a significar “íntegro”– ¿no será ésta de Perls una hermosa manera de
entender la santidad…?.

25
Apuntes sobre Terapia Gestalt
Carmen Vázquez Bandín

La Terapia Gestalt estudia las relaciones que se dan en la


frontera entre el organismo y su entorno, esta relación es el
contacto. La relación es sociocultural, animal y física.
Si estudiamos solo el organismo y sus aspectos, estaremos
haciendo psicología, fisiología, anatomía, etc. o cualquier otra
disciplina que se refiera solo al organismo.
Si estudiamos solamente al entorno, estaremos haciendo
sociología, antropología, historia, etnología, etc. o cualquier otra
disciplina si se refiere a los seres humanos en su conjunto, o
zoología, botánica, meteorología, etc. si se refiere a cualquier
otro aspecto del entorno en sí mismo.
El proceso de hacer y retirarse del contacto en la frontera-
contacto es la experiencia. Y "todo contacto es el ajuste
creativo entre el organismo y el entorno". La creatividad y el
ajuste, son dos polos. Si solamente hubiera creatividad no
tendríamos en cuenta el entorno. Solamente con el ajuste
estaríamos excluyendo al organismo. Por lo tanto, se necesitan
el uno al otro. La espontaneidad es la capacidad de captar, de
entusiasmarse y de crecer con lo que es interesante y nutritivo
en el entorno. Solo la novedad es nutritiva. Pero sin asimilación
no se sobrevive. El resultado de sobrevivir, su consecuencia, es
el crecimiento.
"El contacto es la realidad más simple e inmediata". Es la
consciencia inmediata y el comportamiento motor hacia la
novedad asimilable y también el rechazo de la novedad no
asimilable. Ya que solamente la novedad es nutritiva. Y cuando
estamos hablando de consciencia inmediata y respuesta
motora, estamos incluyendo "el deseo y el rechazo, el acercarse
y el evitar, la sensación, el sentimiento, la manipulación, la
comunicación, … y todo tipo de relación viva que tiene lugar en
la frontera, en la interacción del organismo con el entorno".
El proceso de un ajuste creativo a un nuevo material o a
nuevas circunstancias incluye siempre una fase de agresión y de
destrucción, ya que es mediante el acercamiento, la apropiación
de y la alteración de las estructuras antiguas como lo desigual
se convierte en igual.

26
Un organismo vive fundamentalmente en su entorno
manteniendo su diferencia y asimilando el entorno para nutrir su
diferencia y es en la frontera donde realiza sus intercambios.
"El contacto, la actividad que tiene como resultado la
asimilación y el crecimiento, consiste en la formación de una
figura de interés que se destaca contra un fondo o contexto del
campo organismo/entorno".
La terapia consiste, por lo tanto, en analizar la estructura
de la experiencia real, en el aquí y ahora de la situación
presente, "sea cuál sea el grado de contacto que se tenga"; no
tanto lo que se está experimentando, recordando, haciendo,
diciendo, etc. sino cómo es recordado lo que se recuerda, ó
cómo se ha dicho lo que se ha dicho, con qué expresión facial,
con qué tono de voz, qué sintaxis, qué postura, qué sentimiento,
qué omisiones, qué atención o falta de atención se tiene hacia la
otra persona. Esto acrecienta el contacto, amplía la consciencia
inmediata o awareness de la vivencia de la relación
organismo/entorno en el aquí y ahora de la situación real y
energetiza el comportamiento, dando lugar a una gestalt fuerte,
que es, por sí misma, curativa ya que es "la integración creativa
del problema".

Ninguna realidad es indiferente o neutra.

El Self

Hablamos de ajuste creativo como la función esencial


del self, o mejor dicho, "el self es el sistema de ajustes
creativos". Ya que el self solo se descubre y se realiza a sí
mismo en el entorno. "Y vamos a considerar al self como la
función de contactar el presente real efímero", teniendo en
cuenta que el self es el contacto.
"Al complejo sistema de contactos necesarios en el campo,
lo llamamos ‘self’. […] Se sitúa en la frontera del organismo y
del entorno; […] y pertenece a ambos, al entorno y al
organismo. […] no es una institución fija, sino que existe en
donde y cuando existe una interacción en la frontera". El self
como proceso de hacer y retirarse del contacto es siempre
temporal, dinámico y cambiante.
La inhibición del self, en la neurosis, es la incapacidad de
concebir una situación como cambiante o, al revés, la neurosis
es la fijación sobre un pasado incambiable e inmutable. "Ya que
la función del self es algo más que aceptar las posibilidades, es
también identificarlas y rechazarlas, llegar creativamente a una

27
nueva figura, es distinguir entre las ‘respuestas obsoletas’ y el
comportamiento único y nuevo, que requiere cada situación".
Como ya hemos dicho antes, la terapia supone
concentrarse en la estructura de la figura/fondo
proporcionándole al self múltiples oportunidades de integrarse
progresivamente. Ya que "la finalidad del tratamiento no es
resolver la mayoría de los complejos [del paciente] sino llegar a
un punto tal en la técnica de la consciencia inmediata de sí
mismo que el paciente pueda continuar sin ayuda". La curación
solamente puede venir de uno mismo (mediante la flexibilidad
de la regulación organísmica), en el entorno.
En Terapia Gestalt no atacamos las "defensas" o
"resistencias", "en lugar de tratar de eliminarlas, se acepta su
lado positivo, son tenidas en cuenta" y se las apoya,
abordándolas en la sesión terapéutica, de persona a persona.
Tampoco le pedimos al paciente que no se censure, sino
que se concentre en la manera en cómo se censura, se retira, se
encierra en el silencio, qué músculos, imágenes o bloqueos
emplea para esto. "De esta manera, construimos un puente
para que empiece a sentir que se reprime de manera activa y
pueda, entonces, empezar a relajar por sí mismo su represión".
Apoyar las resistencias o interrupciones, sacar el conflicto
de la represión y aumentar la consciencia inmediata produce
ansiedad. La ansiedad es la excitación frenada en la frontera-
contacto. Pero el sufrimiento y el conflicto no son ni
innecesarios, ni carentes de sentido: son el índice de la
destrucción (des-estructuración) que se produce en toda
formación figura/fondo, para que una nueva figura pueda
emerger. Tratar de proteger al paciente de esto supone "que el
terapeuta, desde lo alto de su superioridad, juzga tal o cual
material humano como no merecedor de recuperar una
existencia plena". Si el terapeuta deja su actitud de
superioridad, el paciente se convierte, entonces, en un aprendiz
de terapia y por lo tanto en un elemento activo de su proceso.
Y puesto que es un elemento activo de su propio proceso y
puesto que es él quien ha acudido a terapia y ha continuado en
terapia, debe ser él quien decida cuándo dejarla.

Si ampliamos la idea de apoyar las "resistencias" o


"defensas", necesariamente debemos hacer un esbozo de tres
conceptos fundamentales, a los que ya hemos aludido: el
proceso de hacer y retirarse del contacto y sus fases, el self y
sus funciones, y las interrupciones del proceso de hacer y
retirarse del contacto.
El proceso de hacer y retirarse del contacto es, en
general, una secuencia continua de figuras y fondos. Todo el

28
proceso es una excitación creciente consciente y proviene de los
dos polos del campo: el organismo y el entorno.
El proceso de hacer y retirarse del contacto es una
totalidad única, pero se puede distinguir, por comodidad, la
siguiente secuencia de figuras y fondos:
Precontacto: el cuerpo es el fondo; el apetito, las sensaciones o
el estímulo ambiental es la figura. Es lo dado o "ello" de la
situación. Es de lo que se es consciente.
Toma de contacto: la excitación del apetito se convierte en
fondo, y algún "objeto" o conjunto de posibilidades es la figura.
El cuerpo disminuye.
Hay elección y rechazo de las posibilidades, agresión para
acercarse y superar los obstáculos; orientación y manipulación
deliberadas. Estas son las identificaciones (aceptaciones) y
alienaciones (rechazos) del "yo".
Contacto final (ó Contacto pleno): sobre un fondo que
comprende el entorno y el cuerpo indiferentes, un objetivo vivo
se destaca como figura y se contacta con él. Se relaja cualquier
actitud deliberada.
Postcontacto: hay una interacción flotante entre el organismo y
el entorno que no es una relación figura/fondo; el self disminuye.
Se da la asimilación y por lo tanto el crecimiento, modificando la
"personalidad".

De las fases o etapas del proceso de hacer y retirarse del


contacto podemos deducir las tres principales funciones del
self, según la Terapia Gestalt, y cómo pasa el self,
temporalmente, de una función a otra.
La función "ello", correspondería a la fase de Precontacto. "Es el
segundo plano dado, que se disuelve en posibilidades"
incluyendo las excitaciones orgánicas, las sensaciones, las
situaciones inacabadas del pasado que se vuelven conscientes,
el entorno vagamente percibido y los incipientes sentimientos
que conectan al organismo con el entorno.
La función "yo", en la fase de Toma de Contacto, "es la
identificación con y la alienación de las posibilidades, la
limitación o el acrecentamiento del contacto en curso". Es la
aceptación o el rechazo de las posibilidades de la situación
presente y real. Incluye el comportamiento motor, la agresión, la
orientación y la manipulación.
La función personalidad, activa en las fases de Contacto Final y
Postcontacto, "es el sistema de actitudes asumido en las
relaciones interpersonales, es la asunción de lo que uno
es". Cuando el comportamiento interpersonal es neurótico, la
personalidad consiste en un cierto número de conceptos
equivocados sobre uno mismo, introyecciones, ideales del yo,

29
máscaras, etc. Pero cuando se ha terminado la terapia, la
personalidad es una especie de entramado de actitudes con el
que se comprende uno a sí mismo y que se puede utilizar para
cualquier tipo de comportamiento interpersonal ya que, la
personalidad es "una réplica verbal del self". La
personalidad se forma con la lealtad, la moralidad y las
actitudes retóricas, siendo estas últimas "la propia manera que
tiene uno de manipular las relaciones interpersonales".

Cuando las "situaciones inacabadas del pasado" hacen su


aparición, interrumpen la secuencia del proceso de hacer y
retirarse del contacto. Esto tiene lugar mediante procesos que,
en principio, son sanos cuando se emplean en su momento
oportuno. Dicho de otra manera, "los comportamientos
neuróticos son los ajustes creativos de un campo en el que hay
represiones".
Esta creatividad va a actuar y a aparecer
espontáneamente en cualquier situación presente, por eso, el
terapeuta no tiene que ir a buscar nada por debajo del
comportamiento "ordinario", ni hurgar en él para poner de
manifiesto el mecanismo. Su trabajo consiste sencillamente en
plantear una relación basada en el contacto, dando por sentado
que el paciente no va a poder mantenerla de manera adecuada
y por cuyo fracaso, se siente insatisfecho. Debido a esta
insatisfacción, le va a surgir el interés y la excitación,
que generalmente va a vivirlos como ansiedad. Entonces,
esta necesidad, real y presente, del paciente, con ayuda del
terapeuta, va a destruir y asimilar los obstáculos y va a crear
formas más viables, "como ocurre en cualquier otro
aprendizaje".
No olvidemos que la ansiedad es la interrupción de la
excitación creativa en curso. Y que la neurosis es, a la vez, una
situación de miedo crónico y de frustración crónica. Puesto que
la frustración es crónica, el deseo no aprende a activar las
funciones prácticas importantes; y puesto que el miedo es
crónico, el individuo se controla, se inhibe y se frustra.
El terapeuta necesita su propio criterio para mantener sus
referencias, para saber en qué dirección mirar. Y no debe olvidar
que la situación real y presente, representa siempre un ejemplo
de toda la realidad que ha sido o será.
Por eso, el terapeuta necesita, además de sus propias
referencias, estar atento a la estructura del comportamiento del
cliente: ¿cómo atiende a su propio organismo? ¿Cómo satisface
una necesidad?
Si basamos nuestro modo de hacer terapia a partir de los
momentos de un proceso presente y en curso, y en concreto, en

30
sus interrupciones, "podemos esperar que, con la consciencia
inmediata, estas interrupciones, se van a convertir en otras
interrupciones, y la continuidad del proceso no se habrá
perdido". Así, el paciente, en un entorno seguro, como es su
relación con el terapeuta, podrá resolver satisfactoriamente el
"experimento" de hacer contacto.
Como terapeutas, solo necesitamos ayudar al paciente a
desarrollar su identidad creativa a través de ese "pasaje
ordenado" de una interrupción a otra. Ya que el comportamiento
del paciente en terapia, o en cualquier otra cosa, es un ajuste
creativo que continúa resolviendo un problema de frustración y
de miedo crónicos, la terapia consiste en "proporcionarle unas
circunstancias concretas en donde estas soluciones habituales
(inacabadas) ya no sean las posibilidades de solución más
adecuadas".
Para localizar las interrupciones en la secuencia del
proceso de hacer y retirarse del contacto, lo que llamamos
pérdidas de la función yo, la pregunta es la siguiente: ¿cuál es el
momento en el que el paciente empieza a no mantener el
contacto en la sesión terapéutica? ¿Cómo, concretamente, se lo
impide?
Y una vez identificada la interrupción, apoyarla hasta la
siguiente y así sucesivamente hasta el final de la secuencia del
proceso de hacer y retirarse del contacto.
"La diferencia entre los diversos tipos [de
personalidad] está relacionada con el momento en el que
se produce la interrupción:
Antes de la nueva excitación primaria: confluencia.
Durante la excitación: introyección.
Al enfrentarse al entorno: proyección.
Durante el conflicto y la destrucción: retroflexión.
En el contacto final: egotismo."

No debemos olvidar que una interrupción de la secuencia de


hacer y retirarse del contacto es debida a un estado del self,
empleado de manera inadecuada. Esto es, la confluencia, la
introyección, la proyección, la retroflexión y el egotismo son
estados temporales adecuados y necesarios en determinas
fases de la secuencia de hacer y retirarse del contacto. Solo
cuando han perdido su función espontánea y se convierten en
estructuras rígidas que interrumpen el proceso de hacer y
retirarse del contacto es cuando se convierten en disfuncionales.

La confluencia es el estado de no contacto, no hay frontera del


self. Todos los hábitos y los conocimientos son confluyentes. La
distinción entre las confluencias sanas y las confluencias

31
neuróticas consiste en que las primeras están potencialmente
sujetas a contacto, mientras que las segundas no se pueden
contactar, debido a la represión.
"En el plano neurótico, la actitud presente –no reconocer
del todo la nueva tarea- consiste en agarrarse a la no
consciencia, como si se aferrara a un comportamiento acabado
para encontrar en él alguna satisfacción, y como si la nueva
excitación fuera a arrebatársela. […] El objetivo es conseguir
que el otro haga todos los esfuerzos".

La interrupción se puede producir durante la excitación, el


self, entonces, introyecta: desplaza su propio deseo potencial
por el de algún otro. Esto sirve para evitar la sensación de "no
pertenencia". La actitud hacia el entorno es resignada y, por lo
tanto, infantil y sumisa (o la contraria, rebelde y agresiva pero
sin sentido). La satisfacción conseguida es la frustración.
La introyección sana es el paso previo a la asimilación,
necesaria en cualquier situación de aprendizaje. Está
caracterizada por el interés, la motivación y la consciencia
inmediata.
En la (¿intro?)proyección patológica, el individuo siente
la emoción pero flotando a la deriva, "en el aire" y ya que no
siente que surge de él, la atribuye a la otra realidad posible: el
entorno; dirigida contra él por el otro. Produce rigidez muscular
e inhibe los poderes motores para dejarse llevar libremente por
las emociones libres.
En el ajuste creativo, es un factor alucinatorio necesario en
los primeros acercamientos. Esto es la intuición o el
presentimiento, y es así "como nos ponemos en guardia o nos
sentimos invitados por medio de un significado que todavía no
es manifiesto".
Cuando las energías de la orientación y la manipulación
están plenamente comprometidas en el entorno pero el
individuo no puede hacerles frente porque tiene miedo a herir o
a ser herido, "necesariamente, se va a sentir frustrado" y,
entonces, las energías comprometidas se van a volver contra los
únicos objetos disponibles y seguros en el campo: su
personalidad y su propio cuerpo. Esto son las retroflexiones.
Podemos incluir aquí los remordimientos, los arrepentimientos,
las reconsideraciones, las enfermedades psicosomáticas, los
dolores musculares sin "causa", el pensamiento obsesivo, la
rumia, etc. El retroflectador trata de evitar quedar
comprometido con el entorno.
Cualquier acto de autocontrol deliberado durante un
compromiso difícil es una retroflexión, generalmente sana.

32
El entorno tangible del retroflectador está formado
únicamente por sí mismo. Y su satisfacción directa es la
sensación de control activo.

Cuando, en las fases de contacto final y de postcontacto debería


haber una relajación del control o de la vigilancia, cuando se
trataría de abandonarse al comportamiento que llevaría a la
asimilación y al crecimiento, "hay un esfuerzo por controlar lo
incontrolable y lo sorprendente", esto es el egotismo
disfuncional. La preocupación del egotista no es
contactar con el entorno, asimilar y crecer
holísticamente sino "multiplicar sus conocimientos
científicos y técnicos para poner cada vez más cosas del
entorno a su alcance y en su poder para ser irrefutable".
La satisfacción del egotista disfuncional es el aburrimiento y la
soledad; es vanidoso y creído, sabe de todo y lo va diciendo.
Desconfía de la humanidad y siempre tiene "enfrentamientos".
No obstante, normalmente, el egotismo es sano e
indispensable en la elaboración de cualquier proceso de
maduración largo, difícil y complejo; dicho de otra manera, se
sienten las ganas de comprometerse y se aplaza esto,
desanimándolo, ya que, en ese proceso concreto, no es
adecuada ni la espontaneidad ni la capacidad de correr riesgos.

Los tipos de interrupciones pueden multiplicarse hasta el infinito


combinando cada clase con otra, como "confluencia de
introyectos", "proyección de retroflexiones", etc. Por ejemplo,
"la confluencia con los introyectos es la culpabilidad; […]
la retroflexión de los introyectos es la rebeldía…".
Hay que tener en cuenta que, en Terapia Gestalt, no
trabajamos con el contenido, sino con el proceso, con la
secuencia de hacer y retirarse del contacto y sus interrupciones
en el aquí y ahora de la situación real en curso, en la sesión de
terapia, entre el paciente y el terapeuta. El significado creativo
de la situación, no es lo que se piensa por anticipado, "lo que se
trae a terapia", sino lo que surge al traer al primer plano las
situaciones inacabadas, cualesquiera que sean y al descubrir-e-
inventar su pertinencia en la situación presente, que se muestra
interrumpida y por lo tanto desprovista de excitación, energía e
interés. El neurótico, en la sesión y en su vida, empieza a perder
el contacto con la realidad, se da cuenta, pero no tiene las
técnicas que le permitirían continuar el contacto y persiste en
un proceso que le lleva, cada vez, más lejos de la realidad, y
entonces, se pierde. Es necesario que, en la sesión de terapia,
ayudado por el terapeuta, aprenda a reconocer con precisión, en

33
qué momento y cómo deja de estar en contacto y dónde y cuál
es la realidad, de tal manera que pueda seguir contactándola.
La teoría de la Terapia Gestalt es la teoría del self y por lo
tanto, la práctica de la Terapia Gestalt es la teoría del self
aplicada.

Bibliografía

BLOOM, Daniel: Estructura y funcionamiento del self,


Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid,
España.
BLOOM, Daniel: La canción del self, Documento del CTP, Centro
de Terapia y Psicología, Madrid, España.
HODGES, Carl: Teoría del campo, Documento del CTP, Centro de
Terapia y Psicología, Madrid, España.
KLEPNER, Perry: Interrupciones del contacto, Documento del
CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.
MEYER, Kenneth: Self & Egotismo, Documento del CTP, Centro
de Terapia y Psicología, Madrid, España.
PERLS, F., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia Gestalt:
Excitación y crecimiento de la personalidad humana; Ed.
Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Ferrol, 2002.
SPAGNUOLO LOBB, Margherita: La teoría del self en Terapia
Gestalt, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología de
Madrid, España.
ZEVY, Lee: Resumen del Proceso de Contacto, Documento del
CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

Este artículo ha sido publicado en la revista "Figura-fondo",


número 13, primavera del año 2003, pág. 69-76, del Instituto de
Psicoterapia Gestalt A.C. de México.

La Deflexión como una


Retroflexión "metafórica"
Carmen VÁZQUEZ BANDÍN

Abstract: This paper redefines the Polster term "Deflection" as a


Retroflection in the process of contact according to Perls, Hefferline and
Goodman, in an individual therapy session. The author considers that
when the patient undergoing therapy changes the topics of conversation

34
during the session; speaks about the weather and so on, ... he/she
abandons the course of the contact of here and now in the therapeutic
relationship; thereby avoiding saying anything important to the therapist.
The author proposes that this be considered a Retroflection and can be
undone using the content of this Retroflection as a "metaphoric" message
aimed at the therapist.

Erving y Myriam Polster (1973) en su libro Terapia guestáltica (Gestalt


Therapy Integrated) (1) definen la Deflexión como "una maniobra tendente
a soslayar el contacto directo con otra persona, un medio de enfriar el
contacto real. Se quita calor al diálogo mediante el circunloquio y la
verborrea; tomando a risa lo que se dice; evitando mirar al interlocutor;
hablando abstractamente en lugar de especificar; yéndose por las ramas;
saliendo con ejemplos que no vienen al caso, o prescindiendo de ejemplos;
prefiriendo la cortesía a la franqueza; las emociones débiles a las intensas;
hablando de cosas pasadas cuando el presente es más importante… Todas
las deflexiones destiñen la vida".
No dicen los Polster si este "desvío" del contacto se hace de una manera
consciente o no pero, sea como fuere, el sujeto no es consciente, no está
aware de que el contacto le resulta imposible, por no decir intolerable.
Más adelante, en el mismo párrafo, los Polster añaden: "Si se puede
conseguir que la energía deflexionada dé de nuevo en el blanco, el sentido
de contacto aumenta considerablemente". Tampoco dicen cómo podemos
hacer para que "de nuevo dé en el blanco".

Si tratamos de llevar este mecanismo de evitación al modelo propuesto por


Perls, Hefferline y Goodman en su obra fundacional Gestalt Therapy
(1951), (2) veremos que no está citado ni una sola vez. Los autores de
Gestalt Therapy hablan de cinco mecanismos que interrumpen, de un modo
u otro, el contacto, a saber, la confluencia, la introyección, la proyección, la
retroflexión y el egotismo.
Leyendo atentamente el Capítulo XV del PHG veremos que la Deflexión
de la que hablan los Polster puede entenderse como una Retroflexión.
Dicen Perls y Goodman: "Supongamos ahora que la energía de la
orientación y la manipulación está plenamente comprometida con la
situación ambiental, ya sea el amor, la rabia, la piedad, la pena, etc. El
individuo debe intervenir pero tiene miedo de herir o ser herido (destruir y
ser destruido)… Normalmente la retroflexión es un proceso de reforma, de
corrección del acercamiento impracticable o la reconsideración de las
posibilidades de la emoción, el reajuste con vistas a otra acción". (3)
De este modo podemos considerar que cuando el paciente, en el transcurso
de una sesión cambia de conversación, habla del tiempo, desvía el contacto
en el aquí y ahora de la relación terapéutica, es que en otro momento de su

35
vida, cuando aprendió a relacionarse, la excitación para la acción no
encontró el apoyo necesario en el entorno y no pudiendo ya esa excitación
dar marcha atrás, no pudiendo ya romper el compromiso con el entorno,
"reformó" la orientación y la manipulación hacia una retroflexión. O
efectivamente, completó la acción y el entorno no le dio apoyo sino
frustración.
Si podemos definir el objetivo de la Terapia Gestalt como establecer
contacto ya que "el contacto es la realidad más simple y primera"(4) y
"recordemos que no importa cómo se teorice acerca de los impulsos,
emociones, etc., ya que siempre nos estaremos refiriendo a un campo de
interacción –el campo organismo-entorno- y no a un animal aislado",(5) la
sesión terapéutica –el campo organismo-entorno en el aquí y ahora- tiene
que estar encaminada al contacto entre terapeuta y paciente. Hablar de otra
cosa ajena a la sesión, a la relación entre el paciente y el terapeuta sería, en
palabras de Isadore From, "una comunicación perturbada o
retroflectada"(6) y por "perturbada" entiende "que el contacto entre el
paciente y el terapeuta, de alguna manera, está perturbado", ya que "no
existe ninguna función ni animal ni humana que se complete a sí misma sin
objetos y entorno".(7)
En tanto que terapeutas gestálticos, lo que nos interesa es lo siguiente,: por
un lado, la información contenida en la deflexión. Y esta información
estaría dada de una manera metafórica, metafórica. Pero por otra parte –y a
mi entender resulta más importante-, el hecho es que la deflexión está
teniendo lugar en el aquí y ahora del espacio terapéutico. Mi pregunta
interna sería: ¿qué es lo que le hace en este momento decir lo que está
diciendo, contarme a mí lo que está contando o hacer lo que está haciendo
(por ejemplo, mirar hacia otro lado, no mirarme)? Me hago esta pregunta
basándome de nuevo en Perls y Goodman que dicen sobre la Retroflexión:
"la energía de la orientación y de la manipulación está plenamente
comprometida con la situación ambiental", pero "entonces se vuelve hacia
el único objeto inofensivo", uno mismo, "quedándose con la frustración del
no contacto... Entonces, sentimos remordimientos y arrepentimiento;
damos vueltas a lo pasado, lo reconsideramos, etc... Se arrepiente de no
haber invadido el entorno".(8) Y mi conclusión es que, de alguna manera,
lo que me está contando o haciendo, y que aparentemente no tiene que ver
con nuestra relación, es algo que quiere decirme acerca de su relación
conmigo en el momento presente.
Este no decir algo referente a la relación no es porque sea inconsciente;
simplemente es algo no consciente, algo de lo que no se da cuenta. ¿Qué es
lo que ocurre para que le resulte difícil a mi paciente vivirme directamente?
¿Es un ajuste conservador que repite en otros momentos de su vida? ¿Qué
ocurre cuando se deshace la retroflexión y se retoma el contacto?

36
Lo que le ocurre al paciente para que le resulte difícil vivirme directamente
es que está repitiendo un ajuste conservador. Al no encontrar suficiente
apoyo emocional en el entorno durante su infancia, resolvió creativamente
evitar la mirada, no expresar lo que sentía, pero con la repetición de este
esquema lo convirtió en un ajuste conservador. De esta forma aprendió a
cambiar la frustración por satisfacción ya que "la satisfacción directa de la
retroflexión es la sensación de autocontrol".(9)
¿Cómo hacer para que mi paciente retome el contacto con el entorno, el
contacto conmigo? Deshacer la Retroflexión. ¿Y cómo deshacer la
retroflexión? Dicen Perls y Goodman "la reforma (en la orientación) no
puede ser asimilada ni cambiada, a menos que se le incluya un nuevo
material ambiental".(10) Y este "nuevo material ambiental" solo podemos
aportarlo en forma de apoyo emocional y redirigiendo la energía de la
retroflexión del paciente hacia el entorno, hacia mí como terapeuta,
mediante la pregunta: "Si eso que estás diciendo o haciendo me lo dijeras o
me lo hicieras a mí, ¿qué me estás diciendo o me haces?". De esta manera
deshacemos la retroflexión y volvemos al contacto puesto que el paciente al
verbalizar o hacer lo que estaba evitando realiza "un ajuste creativo entre el
organismo y el entorno",(11) siendo ésta otra de las definiciones de Perls y
Goodman para el contacto.
En el título del artículo he denominado a la deflexión "retroflexión
metafórica" porque, como es obvio, el contenido de lo verbalizado nunca se
refiere directamente a la relación terapéutica sino que es un contenido
metafórico: hablan de "un tiempo estupendo", "un encuentro casual con
alguien cercano en el pasado", "una cucaracha asquerosa en la escalera"…,
y es este contenido el que debe de "adaptarse" a la relación terapéutica o a
mí como terapeuta.
¿Qué ocurre cuando se deshace la retroflexión y se retoma el contacto? Al
deshacer la retroflexión, y como respuesta a mi sugerencia, el paciente
retoma los sentimientos de la infancia que al no poder asimilarlos había
anulado por el ajuste conservador mediante la retroflexión. "Es
completamente desconcertante ver cómo se paran bruscamente por culpa de
la inseguridad y la timidez"(12) dicen Perls y Goodman. Mi experiencia es
que el paciente efectivamente se vuelve "tímido" y contacta con la
vergüenza ya que, como dice Kaufman,(13) la vergüenza "supone un
fracaso interpersonal significativo".
Esta vergüenza es " sobre todo, una ruptura en el campo de la experiencia
de sí mismo; pero esta ruptura, aunque enraizada en la historia, se vive en
el presente y está necesariamente presente, si quiere uno tomarse la
molestia de verla, en la relación terapéutica misma", "y debe de
concedérsela prioridad ya que es una fisura o una brecha en el campo de la
experiencia presente del paciente",(14) de su experiencia en la relación
terapéutica.

37
Una vez que el paciente vive sus sentimientos y me los expresa, los
comparte conmigo, es obvio que hay un abundante material en el aquí y
ahora para poder reparar esa "brecha o fisura" de la que habla Wheeler,
posibilitando así al paciente el que cada vez le resulte más fácil hacer
contactos en la sesión terapéutica y que como resultado de la asimilación
de estas experiencias, pueda generalizar este funcionamiento a otros
aspectos de su vida.

Un ejemplo práctico

Josefina es una mujer de 40 años, casada, madre de dos hijos, en formación


en Terapia Gestalt.
Lleva 60 horas de formación conmigo, ha solicitado ella empezar una
terapia individual. Esta es su primera sesión de terapia individual.
Yo vivo a Josefina como una mujer silenciosa, cordial, que trata de no
llamar mucho la atención en el grupo, que se esfuerza por participar, por
aprender, "por aprovechar el tiempo", "por ser sincera consigo misma".
Josefina es alta y larga, sus formas de mujer está diluidas, anda sin hacer
ruido, como sin querer "molestar". Me llaman la atención sus ojos; son
profundos pero cuando los miro siento una profunda sensación de tristeza.
Es la mayor de tres hermanas. Sus padres trabajaban los dos cuando ella era
pequeña.
Volviendo a aquella primera sesión, Josefina está contándome sus
dificultades para intervenir en el grupo, para relacionarse espontáneamente
con los otros participantes. La dejo hablar. Unos momentos después le
pregunto qué puede querer de la terapia, qué quiere de mí.
Josefina desvía la mirada, se queda mirando fijamente mi estantería con la
cabeza totalmente girada a la izquierda de donde yo estoy sentada y, sin
venir a cuento, me dice llena de melancolía:
"Mi abuela se ocupaba muchas veces de mí. Venía del pueblo y pasaba
temporadas con nosotros. Era fantástico. Yo la quería mucho. Me cuidaba,
me mimaba, me enseñaba cosas… De joven había sido maestra. Debía de
valer mucho porque para ser maestra en aquella época es que tenía las
cosas muy claras…".
Aprovecho el silencio de Josefina para decirle:
"Josefina, ¿querrías decirme a mí lo que estás diciendo y mirarme al
decírmelo? A ver si te resuena…".
Me mira desconcertada. Me dice: "¿A ti?". Y súbitamente enrojece.
"Pues… -empieza a decir y vuelve a desviar la mirada- … Tú te ocupas de
mí…". Le pido que trate de mirarme mientras me habla. Me dice que le
resulta muy difícil, por no decir imposible, "es como si se me fuera sola la
cabeza".

38
"Pues… Tú te ocupas de mí… Nos vemos un fin de semana al mes y me
gusta venir, me gusta mucho… Me gustan tus explicaciones… Tu forma de
trabajar… Me da apuro decirte que te quiero…". Mientras me ha ido
diciendo esto su cara ha ido enrojeciendo y sus ojos se han ido llenando de
lágrimas y al llegar aquí, rompe a llorar. Baja la cabeza y se tapa la cara
con las manos.
"Me cuesta mucho decirte estas cosas…". Y levanta la vista, con la cabeza
todavía medio bajada y me mira con unos ojos diferentes. Yo siento en
ellos una mezcla de ilusión, expectativa, alivio y le brillan, le brillan mucho
mientras me sonríe con una mezcla de miedo y alivio.
"¿Qué sientes ahora, Josefina?"
"No sé. Primero vergüenza, mucha vergüenza … y miedo a que te rieras de
mí, a que te enfadaras por mi atrevimiento… Ahora me siento mejor…".

Otro ejemplo
Carlos es un hombre de 37 años. En la actualidad está divorciado desde
hace 12 años. Su matrimonio fue forzado ya que dejó embarazada a la
chica con la que salía y el padre de esta les obligó con amenazas a casarse.
Duró dos años de peleas constantes e intimidaciones por parte de su mujer.
Tiene una hija a la que casi no ve y a la que no tiene especial cariño, según
él.
Es el hijo mayor de un matrimonio en el que los padres eran algo mayores
cuando nació él. El dice que el padre trabajaba y la madre "no tenía nada
mejor que hacer que dedicarse a malcriarme". Tiene una hermana diez años
menor que él. El padre murió hace unos años. Carlos vive solo pero va con
regularidad a ver a la madre.
Ha mantenido esporádicamente relaciones con otras mujeres, pero no acaba
de comprometerse con ninguna. "Las mujeres son tremendas –dice–
empezando por mi madre. En cuanto te descuidas quieren controlarte la
vida". (Cuando me cuenta esto, decido no darme por aludida, estamos en la
fase de establecer nuestro acuerdo terapéutico).
El motivo de consulta es una hipersensibilidad a los ruidos, al jaleo.
Últimamente todo le irrita, la música alta, las voces de los vecinos, las
bocinas de los coches, …
Carlos es un hombre con buena planta. Algunas canas por las sienes hacen
que me resulte atractivo. La boca es demasiado grande y la tiene siempre
contraída en una mueca. Los ojos me parecen saltones y hundidos al mismo
tiempo. Todos sus rasgos faciales están contraídos, crispados. Siento que
está a la defensiva de forma constante. Se lo comento y me dice que
conmigo está cómodo, que es su forma habitual de estar. Yo siento
ambivalencia: es como si quisiera y no quisiera. El se define, a su pesar,
como sensible, demasiado emotivo, "blando".

39
Después de unos seis meses de terapia, Carlos se siente más suelto. Ha
descubierto muchas cosas de su vida y de cómo reacciona, de su
desconfianza.
Llega a su sesión puntual, como siempre. Empieza hablando de sus planes
de vacaciones. Es el mes de Junio y en Agosto quiere ir a "una playa
tranquila".
"Me gustan las playas tranquilas, en donde no haya mucha gente. Tener el
mayor espacio posible. El sol y el agua solo para mí" –dice- "Me hace
sentirme en paz conmigo y soy capaz de pensar bien de mí. Porque la
naturaleza no te pide nada, no te exige nada, puedes estar a tu aire sin tener
que fingir constantemente una forma de ser que no es la tuya". Cuenta todo
esto con la mirada perdida, sin mirarme.
Me planteo interiormente: ¿qué le hace decirme esto de sus vacaciones en
este momento?; ¿por qué, entre todos los acontecimientos de esta semana,
entre todas sus vivencias, entre todos sus pensamientos…, me cuenta
precisamente esto? Voy a considerarlo como una retroflexión, a ver qué
pasa. Y le digo:
"Carlos, si lo que estás diciendo de la playa me lo dices a mí, a nuestra
relación terapéutica, ¿puede encajar? Y, si no te importa, mírame al
decírmelo".
Me mira, se pone colorado, se ríe abiertamente y me dice… "Venir aquí…
digo mejor venir aquí, porque si te digo que tú eres como una playa
tranquila… (enrojece más) es de lo más cursi… Sí, me gusta venir aquí, me
siento cómodo…".
Le interrumpo "¿qué te pasa, qué sientes si eres cursi conmigo…?"
"Te vas a reír y eso me va a enfurecer…, y se va a acabar el estar relajado y
a gusto contigo…" Tiene los ojos humedecidos y le resbalan unas lágrimas
que trata de contener. ¿Ajuste conservador?. Ajuste conservador. Ha
descubierto qué pasaba cuando de pequeño era tierno y cariñoso con su
madre…

Conclusión
Así tendría para ofrecer cientos de situaciones en las que, al tomar la
deflexión como una retroflexión con un contenido simbólico y al sugerir al
paciente la posibilidad de deshacerla, este retoma, en el aquí y ahora, el
contacto y recupera el proceso emocional que interrumpió cuando el
entorno no le dio el apoyo emocional suficiente como para aprender a
manejar sus emociones.

NOTAS
1
.- POLSTER, E. Y M.: Terapia guestáltica, Ed. Amorrortu, Buenos Aires,
1976; pág. 95.

40
2
.- PERLS, F., HEFFERLINE, R.F. y GOODMAN, P. (1951): Gestalt
Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality, The Julian
Press, 1994. En adelante PHG.
3
.- PHG, Volumen I, Capítulo XV, apartado 7, pág 235 (a partir de este
momento, todos los textos citados de PHG son traducción mía)
4
.- PHG, I, I, 1
5
.- PHG, I, I, 2
6
.- Entrevista a Isadore From por Mark Stern y Don Lathrop, publicada en
"Voices", The Art and Science of Psychotherapy, Journal of the American
Academy of Psychotherapists, 1978, Vol. 14, nº 1. (Traducción mía).
7
.- PHG, I, I, 2
8
.- PHG, I, XV, 7.
9
.- Ibid.
10
.- Ibid.
11
.- PHG, I, 1, 5
12
.- PHG, I, 15, 7
13
.- G. KAUFMAN: Psicología de la vergüenza, Ed. Herder, Barcelona,
1985.
14
.- G. WHEELER, The Voice of Shame, Jossey-Bass Publishers, San
Francisco, 1996, pág. 51

Bibliografía
KAUFMAN, G.(1978): Psicología de la vergüenza, Ed. Herder, Barcelona,
1985.
PERLS, F., HEFFERLINE, R.F. y GOODMAN, P.(1951): Gestalt
Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality, The Gestalt
Journal Press, Highland, 1994.

POLSTER, E. y M.(1973): Terapia guestáltica, Ed. Amorrortu, Buenos


Aires, 1976.

STERN, M. y LATHROP.: Interview with Isadore From, en "Voices", The


Art and Science of Psychotherapy, Journal of the American Academy of
Psychotherapists, 1978, Vol. 14, nº 1.

WHEELER, G. y LEE, R. (comp.)(1996): The Voice of Shame, Jossey-


Bass Publisher, San Francisco, 1996.

41
LA DEPRESION: COMPARACIÓN
ENTRE LA GESTALT Y OTROS
PUNTOS DE VISTA
Gary Michael Tyson & Lillian Miller Range

Artículo publicado en The Gestalt Journal, Vol. IV, No. 1

Traducción de Manuel Sorando Martínez, psicólogo psicoterapeuta.

Durante los últimos años ha habido un creciente interés por las teorías
y el tratamiento de la depresión. Este interés es el resultado de la incidencia
de la depresión clínica que, de acuerdo con un informe especial sobre la

42
depresión llevado a cabo por el NIMH1 (1973), ha empezado a rivalizar con
la esquizofrenia, en todo el país, como el problema mental más importante
y de más incidencia. El propósito de este artículo es establecer las
similitudes y diferencias entre la teoría de la Gestalt y el tratamiento que
ésta aplica y otras formas de teoría y tratamiento de la depresión.

Existen diferentes teorías acerca de la depresión. La teoría del


psicoanálisis tradicionalmente ha contemplado la depresión como la agresión
hacia un objeto interiorizado con un significado ambivalente (Freud, 1917).
Recientemente, otras teorías más avanzadas ven la depresión como el reflejo
de: (a) un problema cognitivo (Beck, 1974); (b) desamparo aprendido o de
no contingencia (Abramson, Seligman & Teasdale, 1978; Seligman, 1974);
(c) paradigmas de la extinción (Ferster, 1974; Lazarus, 1968; Lewinshon,
1974); (d) un fracaso en la autorregulación (Mathews, 1977); (e) relaciones
interpersonales ineficaces (Coyne, 1976; Salzman, 1974); o (f) una
protección contra los efectos normales del desamparo o la desesperanza
(Benton, 1972).

En la teoría de la Gestalt, la neurosis (de la que la depresión podría


constituir un aspecto) puede ser conceptualizada en términos de lo que Perls
llamó “el perro de arriba y el perro de abajo”, escisión de la personalidad
en la que el individuo fracasa en la resolución, o no es totalmente consciente,
del conflicto planteado entre dos componentes diametralmente opuestos de
su personalidad. Estos componentes representan actitudes introyectadas y
creencias que le fueron impuestas al individuo durante su primera infancia y
que fueron aceptadas sin crítica por él. En una persona deprimida
neuróticamente, uno de los componentes de la personalidad estaría
representado por una conciencia o superego muy severo (el perro de arriba),
que sería el resultado de un entorno que originalmente impuso sus preceptos
al individuo bajo las amenazas del castigo, retirada de afecto, etc. Por tanto,

el individuo interioriza estos preceptos (ambientales) en


la forma de una conciencia que asume la función de
vigilar que la persona piense y se comporte como
“debe”. La agresión desplazada es proyectada hacia la
conciencia del individuo, y la propia persona, en
esencia, es la creadora de su propio “dictador” interno.
(Ward & Rouzer, 1974, p. 25)

Sin embargo, en contraste con la naturaleza autoritaria del “perro de


arriba”, el segundo componente de la personalidad (el perro de abajo)
1
National Institute of Mental Health. Organo oficial de la Administración
norteamericana para las enfermedades mentales. (N. del T.)

43
representa actitudes y creencias que hacen referencia al supuesto
desamparo, incompetencia y falta de adecuación del individuo. Así, sin la
plena conciencia de este conflicto, el neurótico fracciona su personalidad
entre lo que debería hacer y lo que hace, entre el amo y el esclavo, entre el
agresor y la víctima. El neurótico se manipula a sí mismo y a los demás, a
través de la expresión alternada y la proyección de estas polaridades. Sin
embargo, debido a que ninguna de estas partes es expresada o
experimentada completamente, el conflicto queda sin resolver y, por tanto,
se prolonga como algo inacabado. En consecuencia, el individuo neurótico
continua siendo el objetivo de su propia agresión.

El mismo Perls (1976) reconoció la similitud del punto de vista de la


Gestalt respecto a la depresión, con el del psicoanálisis. Los autores
psicoanalíticos (como Chadoff, 1974), al observar la dependencia de la
persona depresiva respecto de otros para el mantenimiento de la
autoestima, anotaron que

[las personas depresivas] emplean varias técnicas -la


sumisión, la manipulación, la coerción, la lástima, la
súplica, la conciliación- para mantener estas relaciones,
que necesitan desesperadamente y son esencialmente
ambivalentes, con los objetos externos o interiorizados
de sus requerimientos (p. 94).

Estas observaciones son sorprendentemente parecidas al contenido y


estilo de la lucha entre las polaridades de ”el perro de arriba” y el “perro de
abajo”, y son consistentes con las aserciones de la teoría de la Gestalt en
cuanto a que la persona neurótica manipula, tanto a sí mismo como a su
entorno y a los demás, más que experimentar y reconocer sus necesidades
de una manera directa. Un autor psicoanalista (Dorpat, 1977) observó que

la aparente contradicción en el individuo enfermo por


depresión entre la omnipotencia y actitudes de
desamparo y desesperanza, queda parcialmente
explicada por el fraccionamiento del ego. La
organización del ego respecto a sentimientos y actitudes
de desamparo y desesperanza es mantenida rígidamente
por separado de aquella otra organización referida a las
ideas de omnipotencia que tiene el sujeto, de la
importancia que le da a los objetos o de ambas al mismo
tiempo (pp. 23-24).

44
Mientras que las teorías de la Gestalt y el psicoanálisis referidas a los
orígenes de la depresión son bastante parecidas, sin embargo las estrategias
para su tratamiento son muy diferentes. El psicoanálisis es un enfoque
esencialmente del “allí y entonces” acentuando la exploración en la
memoria precoz como inductora de la ansiedad. En el otro lado, la Terapia
Gestalt es un enfoque del “aquí y ahora”, que hace hincapié en la toma de
conciencia de la forma en que el individuo evita su propia y plena
experiencia del momento (Naranjo, 1970). Este enfoque subraya la
confianza en la sabiduría inherente del propio organismo y en su capacidad
de autorregulación. (Polster & Polster, 1973). Por el contrario, el enfoque
psicoanalítico enfatiza la naturaleza inconstante, tanto del id como del
superego, y la habitual debilidad del superego para controlarlos. Ambos
enfoques poseen en común la tendencia a indagar en busca de los
sentimientos de agresión que subyacen en la exteriorización de la
depresión.

También existen paralelismos entre la visión de la


depresión por parte de la Gestalt y las observaciones de
autores de otras convicciones filosóficas. Por ejemplo, la
teoría cognitiva de Beck (1974) establece que la depresión
es la evidencia de los problemas cognitivos que tiene el
sujeto en la evaluación de si mismo, de su mundo y de su
futuro (tríada cognitiva). La naturaleza de los problemas de
la persona depresiva en esta tríada, según Beck, está
relacionada con un pensamiento extremo y de términos
absolutos, con el establecimiento de objetivos rígidos y
perfeccionistas. Además, cuando fracasa en alcanzar esos
objetivos, “la tendencia depresiva del individuo tiende a
culpar de la causa del hecho adverso a alguna deficiencia
presente en sí mismo” (p. 9), tendiendo a contemplar este
presunta deficiencia en términos exagerados, y
empleándose en una excesiva autocrítica acerca de las
causas de estas deficiencias asumidas. La teoría de Beck
establece que la depresión no es un desorden afectivo,
como podría parecer a primera vista, sino un problema
cognitivo. El tratamiento, por tanto ha de llevarse a cabo a
ese nivel, a través de una reestructuración del pensamiento
erróneo del individuo.

La teoría de la depresión de Beck, al igual que lo expresado por la


Gestalt, propone el auto apoyo en lugar del apoyo ambiental. En términos
de la Gestalt, la persona neurótica deprimida necesita apoyo de su entorno,
y con tal de obtener este indispensable soporte, utiliza toda suerte de

45
manipulaciones neuróticas incluyendo (a) negación de aspectos del sí
mismo (Carmer & Rouzer, 1974), (b) dependencia de otros (Thorne, 1974),
(c) rigidez (Ward & Rouzer, 1974), y (d) la creencia de que le ocurrirán las
cosas más terribles si no consigue apoyo del exterior (Hartman & Narboe,
1974). La estrategia de tratamiento que se desarrolla a partir de este punto
de vista, pasa por la “frustración creativa” de estos esfuerzos neuróticos,
con el fin de llegar al auto apoyo (Levin & Sephard, 1974; Smith, 1978).
Los diferentes puntos de vista tienen en común su aspiración hacia una
actitud más realista y de aceptación del self, junto con el enfoque de Beck,
de estilo más autoritario.

Posteriormente, Beck establece que una razón por la que el individuo


tendente a la depresión desarrolla estas cogniciones erróneas, en primer
lugar, está causada por la experiencia de una gran pérdida, en el momento
en que ésta resulta abrumadora para la persona. Esta formulación es muy
parecida al concepto de asunto inacabado que preconiza la Gestalt. Los
modelos, no obstante, discrepan en este punto en lo referente al
tratamiento. El trabajo desde la Gestalt implica “trabajar con” la plena
expresión de las emociones de la situación inacabada, con el fin de facilitar
una resolución más integradora del asunto (Dublin, 1978). El acercamiento
cognitivo de Beck, deja de lado la expresión de los aspectos emocionales
del tratamiento y se centra en el intelecto o sistema de creencias del
individuo, tratando de reestructurar el pensamiento del sujeto de forma más
adecuada.

Otro popular modelo de depresión mantiene que la esencia de la


depresión reside en que

el paciente depresivo ha aprendido o cree que no puede


controlar aquellos elementos de su vida que le
previenen del sufrimiento o que son gratificantes para
él. Resumidamente, cree que es ineficaz (Seligman,
1974, p. 98)

Así pues, en su forma original, el modelo de Seligman se centra casi


exclusivamente en el componente de la personalidad llamado “perro de
abajo”. Una revisión posterior (Abramson, Seligman & Teasdale, 1978)
añade un aspecto importante de la teoría de la atribución, diciendo que la
persona depresiva debe atribuir su ineficacia a algún aspecto de sí mismo.
Debe creer que la culpa de su incompetencia la tiene él mismo. El
tratamiento, en la teoría de Seligman, se centra esencialmente en el

46
comportamiento,(a) enseñando al individuo a discriminar entre aquella
situación en la que fue incompetente y aquellas otras en las que no lo fue, y
(b) haciendo que la persona experimente su propia eficacia.

El concepto de la Gestalt sobre la aptitud personal está directamente


relacionado con el modelo de Seligman. En la teoría de la Gestalt, el
individuo neurótico no puede entrar en contacto o es incapaz de utilizar su
propia energía. Por tanto el tratamiento consistirá en ayudar al paciente a
volver a entrar en contacto, o controlar, sus capacidades personales

La persona puede experimentar, bien tener el control de su


potencialidad (ser apto), o no poseer ese control (depresivo). El tratamiento
en ambos acercamientos está basado en la experiencia personal de la
situación y no en la realidad externa de la misma.

Las teorías del comportamiento sobre la depresión señalan que ésta es


el resultado de (a) una reducción en el refuerzo de determinadas conductas
(Ferster, 1974), (b) la escasa disponibilidad de refuerzos apropiados
(Lewinsohn, 1974), o (c) la perdida de efectividad de los refuerzos
disponibles (Lazarus, 1968). El concepto de la Gestalt de asuntos
inconclusos se hace aquí imprescindible. Estos asuntos inconclusos hacen
uso de las reservas de energía del organismo, por lo que el individuo (a)
dispone de menos energía para conseguir refuerzos apropiados por su
conducta, (b) no tiene la capacidad suficiente para seleccionar de forma
efectiva y eficiente un entorno favorable a su conducta, o (c) no puede
experimentar apropiadamente los refuerzos del entorno que si se
encuentran presentes (por lo que estos refuerzos parecerán poco eficientes o
inadecuados).

El tratamiento del comportamiento depresivo, consiste típicamente en


restablecer en la persona la elaboración de conductas que proporcionen
refuerzo adecuado. El tratamiento desde la Gestalt consiste en intensificar la
toma de conciencia del presente de la persona depresiva (Polster, 1966), y su
flexibilidad para manejar este presente (Knopp, 1974). Por tanto, el enfoque
de la Gestalt adjudica más responsabilidad al individuo y más confianza en
su inherente capacidad para ayudarse.

La teoría de la Gestalt comparte con el modelo de autorregulación de


la depresión la hipótesis de que los humanos funcionamos de acuerdo al
principio de homeoestaticidad. El modelo de la autorregulación mantiene
que cuando una cadena comportamental no se completa convenientemente,
todos los organismos pasan por las fases de autorevisión, autoevaluación, y
autorrefuerzo. Para el individuo depresivo, sin embargo, las

47
autoevaluaciones tienden a ser excesivamente inflexibles y los
autorrefuerzos claramente inadecuados. Por tanto, la natural
autorregulación del organismo queda obstruida. El punto de vista de la
Gestalt es que el neurótico no permite que pueda tener lugar el proceso
natural de contacto y retirada, por lo que mantiene el contacto cuando
necesita retirarse, o se retira cuando necesita el contacto (Perls, 1978). El
tratamiento desde la Gestalt anima al paciente a escuchar su propio proceso
natural.

Salzman (1974) y Coyne (1976) hacen hincapié en los aspectos


interpersonales de la depresión. Salzman (1974) afirmó que la depresión
tiene lugar cuando el individuo siente que “ha perdido la estima y la buena
disposición de los demás porque ha fracasado en vivir de acuerdo con sus
ideales y objetivos perfeccionistas” (p.50). El contenido de la depresión,
sugiere, “consiste en una variedad de dispositivos de coacción, exigencia,
suplica, y extorsión, que procuran obligar a retornar al objeto o valor
perdido” (P. 50). Ya se ha comentado antes que los individuos neuróticos
depresivos, de acuerdo con la teoría de la Gestalt, manipulan a los demás
como a sí mismos, y tratan de comprometer a amigos, familiares, o al
terapeuta para que interpreten unos u otros aspectos de si mismos (más a
menudo con las peculiaridades del “perro de arriba”), a través de la
manipulación y/o proyectando características de esos componentes (Perls,
1973). Como indicaba Coyne (1976), la persona depresiva “es capaz de
comprometer a los demás en su entorno de tal manera que se pierde
cualquier apoyo y se elicitan los mensajes depresivos” (p. 29). En términos
de la Gestalt, la persona depresiva ha aprendido con eficacia cómo emplear
los aspectos del “perro de arriba” del entorno, para poder adoptar la
polaridad del “perro de abajo”. Esta práctica justifica el apoyo en el entorno
mientras que obstaculiza el desarrollo de la propia autoayuda y, como
consecuencia, impide que pueda ocurrir un cambio.

Salzman y Coyne no argumentan sobre el proceso. La Terapia Gestalt


se basa en el procedimiento, subrayando la importancia, paradójicamente,
de alentar a la persona a ser lo que realmente es (Beisser, 1970). Por tanto,
mientras que el cambio no es el objetivo inmediato, esta orientación
permite al individuo atenderse y hacerse cargo de si mismo, una actitud
que, a menudo, es la causa de notables cambios.

Finalmente, también existen paralelismos entre la formulación de la


Gestalt y la postura adoptada por Benton (1962), quien sugirió que la
depresión podría representar un intento por parte del individuo de

48
defenderse de la experiencia o de reexperimentar la perdida y la aflicción.
El “juego de la depresión” , decía Perls (1970), tiene lugar en la capa del
“como si” de la neurosis, donde nuestro miedo al dolor y a la desesperanza
nos disuade de tener la experiencia y de expresar emociones más sinceras y
genuinas. Estas posturas parecen bastante afines. El tratamiento en ambos
casos conlleva facilitar en el paciente la plena experiencia de estos
sentimientos.

La revisión en la búsqueda de tratamientos nos hace concluir que,


mientras varias de las aproximaciones han tenido éxito reduciendo la
depresión, aquellas que han obtenido un mayor triunfo, incluyen (a) la
corrección de las distorsiones cognitivas, (b) la modificación de patrones de
interacción social, o (c) la experiencia y/o expresión de la emoción. Los
terapeutas Gestalt pueden afirmar que la plena integración de la
personalidad, que es el objetivo de la Terapia Gestalt, incluye todos
estos componentes.

Referencias bibliográficas:

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51
IDEAS PARA EL VIVIR*
Contribución para una actitud
"Gestáltica"
Por Myriam Sas de Guiter

*
Presentación a la Conferencia Internacional "Una visión global: Llevando la Terapia 
Gestalt hacia el siglo XXI". Realizada del 6 al 10 de Noviembre de 1996 en Cambridge, 
Massachusetts  (USA).  Organizada  por  la  International  Gestalt  Therapy  Association,   El 
Boston Gestalt Institute y The Gestalt Journal. Fue editado por la revista "The Gestalt 
Journal" Tomo XX, nº 2., que realizó modificaciones mínimas para poder así conservar el 
estilo con que fue expuesto en la reunión.

52
Quisiera comenzar citando un pensamiento de George
Groddeck que es muy significativo para el tema que voy a presentar.
Se encuentra en un artículo escrito por Paul Weiz publicado por The
Gestalt Journal, en el número de Otoño de 1990. Dice:
"Conocer y amar es lo mismo. Del amor surge el
nacimiento. Y quien se conozca a sí mismo renacerá."

¿Cuánto se tarda en alcanzar ese renacimiento? ¿Hay modos de


vivir que ayuden a disminuir la brecha entre amar y conocer?

Vivo en Argentina, país que ha desarrollado en los últimos 25


años situaciones políticas, sociales y económicas que han producido
un fuerte deterioro en la población. En la actualidad la orientación
neoliberalista en nuestra economía hace difícil alcanzar una mejor
calidad de vida. En Argentina y en otros países sudamericanos este
modelo económico deja a muchas personas sin trabajo, sin amparo
social y sin asistencia sanitaria y psicológica suficiente. En estas
circunstancias, la Terapia Gestalt nos provee de recursos teóricos y
prácticos de gran eficacia para trabajar en pos de la integración de la
personalidad y de la creatividad.

Perls (1971) expresó: "Aprender es descubrir: des-cubrir lo


que tenemos delante." Esta idea esperanzada llamó
particularmente mi atención cuando me puse en contacto con la obra
de Perls, ya que para desafiar las vicisitudes de nuestro tiempo, la
persona necesita descubrir sus potencialidades y construir su
integridad cada día. Necesitamos poner el acento en la
importancia de aprender a crecer, como un aspecto esencial
de la autopreservación.

Las condiciones políticas y económicas que he mencionado


producen cambios significativos en la conducta y una disminución de
la capacidad creativa; factores tales como la falta de
reconocimiento y la desigualdad de oportunidades para el desarrollo
personal, inciden negativamente en los individuos y en las
comunidades. La creciente mercantilización altera los valores
personales. Estamos permanentemente bombardeados por mensajes
que incitan al consumo, al mismo tiempo que la capacidad adquisitiva
disminuye en forma alarmante. Este panorama, que produce una
acumulación considerable de situaciones traumáticas, constituye el
contexto en el que trabajan psicólogos y educadores argentinos en la
actualidad.

Puedo observar en mi práctica clínica que para alcanzar la


adaptación creativa que proponen Perls y Goodman, la

53
persona necesita resignificar algunas pautas, a fin de no
aceptar situaciones inadmisibles.

Esta necesidad de re-significar puede carecer de


palabras y, en ocasiones, estar constituida sólo por
sentimientos expresados coroporalmente. ¿Qué haremos con
nuestras fronteras de contacto?, ¿Les daremos más espesor?, ¿Las
haremos más flexibles? La idea de optimizar en vez de maximizar
-como expresa Bateson (1972)- podría constituir un cambio hacia una
solución más saludable.

Necesitamos, entonces, estar atentos a nuestras ideas


para el vivir. Los psicoterapeutas seremos eficaces trabajando
en la prevención, asistiendo a las personas para que mantengan
claras las lentes con las que miran, antes de que se empañen.

En Julio de 1996 asistí a una Conferencia que reunió a


psicólogos de mi país así como de Uruguay, Brasil y Chile. Me
impresionó en esa ocasión que, más allá de las diferencias
teóricas, acordáramos con total claridad mantener la
capacidad de utopía y no desistir en proveer asistencia para
mejorar la manera de vivir. Si bien el contenido de mi presentación de
hoy ya estaba esbozado casi en su totalidad en aquel momento, ha
sido fuertemente influenciado por mis impresiones de aquella
reunión. Hoy puedo decir que yo misma necesité resignificar mis
ideas después de aquel encuentro, en forma muy similar a la
que espero que realicen mis consultantes con sus propios
puntos de vista.

Sentí necesidad de ofrecerles esta introducción para


ubicarlos en el contexto en el cual elaboré esta presentación.
En la actualidad mi interés se centra en comprender cómo
abordar el estilo de conocer y de relacionarse que tiene cada
uno, así como en tratar de captar el significado particular que
determinadas acciones tienen en el contexto de la vida de una
persona.

Tratando de entender desde el modelo de la Terapia


Gestalt las dificultades que algunas veces persisten, a pesar de
haber trabajado profundamente para recuperar emociones y
completar situaciones inconclusas, encontré que las ideas de
Gregory Bateson son complementarias a la apreciación de Perls
sobre la conducta humana.

Ambos, Gregory Bateson como biólogo, antropólogo y


filósofo y Fritz Perls como clínico, nos invitan a descubrir
nuestra propia epistemología: nuestro propio modo

54
de generar conocimiento sobre nosotros mismos y
sobre la relación que mantenemos con otros y con
las circunstancias de la vida.

El modo en que organizamos nuestras observaciones nos


permite recibir y procesar información que incide en nuestro
crecimiento, ya sea para facilitarlo o para entorpecerlo. Para que la
comunicación y el aprendizaje pueda ocurrir de acuerdo a un
punto de vista "gestáltico" (Gestaltist outlook) la interacción y el
contacto requieren ser privilegiados respecto de la influencia
y la sumisión.

En 1948, el Amercan Journal of Psychotherapy publicó


"Teoría y técnica de la integración de la personalidad" un
artículo en el cual Perls expone lo esencial de su
pensamiento. Refiriéndose a un posible cliente dice el
autor:"integrará sus relaciones interpersonales ya no mediante
una adaptación servil o con el sacrificio de su autorrealización,
sino seleccionando vínculos que le permitan organizar una
existencia rica y productiva."

Retomando el tema de la situación social que describí antes:


dado que los terapeutas no somos meros espectadores, sino también
participantes en contextos de vida más abarcativos, necesitamos
estar atentos para poder discriminar los modos que tienden a
precipitar a la gente en una adaptación servil en vez de
acompañarla hacia una adaptación creativa (?) La idea que
sostengo es que incluyamos en nuestra práctica asistencial la
investigación de pautas, creencias y modos por medio de los
cuales las personas generamos conocimiento, y que
investiguemos también sobre los errores sobre la apreciación
de la realidad que ya existen en las modalidades de nuestras
culturas.

Creo que es necesario "leer" las dificultades psicológicas no sólo


desde el ángulo de los procesos de las fronteras del yo, sino que
también hay que tomar en cuenta opiniones previas, que se han
transformado en creencias y que pueden requerir para su
modificación una profunda redefinición del sí mismo.

La idea de contexto (una acomodación espacio-temporal de


relaciones) incluye la conducta de la persona así como los hechos
externos; pero la persona está relacionada también con su propio
"fondo", el reservorio de su aprendizaje anterior que puede haberse
transformado en esas "verdades" o creencias como hemos
expresado. En tal caso, lo ya aprendido será de tal naturaleza que
podrá modelar el contexto para que se acomode a la expectativa

55
creada por esos contenidos previos. Bateson señala, que la
autovalidación hace difícil el cambio.

Es difícil des-aprender. En mi práctica clínica observo


reiteradamente que hay ciertas lealtades que una persona no
siempre está preparada para abandonar. Podemos someternos o
condicionarnos a la información que nos rodea pero muy a menudo
también, podemos someternos a nuestra díada interna sometedor-
sometido, cuando nos adherimos a significados o nos identificamos
con significados que restringen nuestro desarrollo.

En la introducción al "Gestalt Therapy" (1951), Perls y Goodman


se refieren a la necesidad de adquirir o reapropiarse de una
mentalidad "gestáltica" (gestaltist mentality). Dicen "pensamos que el
punto de vista gestáltico es un modo natural, no distorsionado, de la
vida del pensamiento, de la acción y del sentimiento del hombre." No
necesito desarrollar ante esta audiencia las ideas de Perls y
Goodman. En cambio deseo presentar los puntos de vista de Bateson
sobre nuestros modos de producir conocimiento, para luego
relacionarlos con nuestros puntos de vista desde la Terapia Gestalt,
ya que pienso que hay entre ellos una importante
complementariedad.

De acuerdo con Bateson la información ocurre en todas partes y


a cada momento en el proceso bio-psico-social y ecológico. Pautas y
significados inciden en cómo nos relacionamos con el ambiente y en
como se produce el contacto. Al recibir la información entrante ocurre
una selección activa, ya que cada persona estructura su percepción
reuniendo la estimulación que proviene del exterior con el significado
que le es asignado. Es entonces cuando tienen lugar, por un lado lo
que Bateson denomina "redundancia", la predicibilidad de unos
sucesos dentro del marco más amplio de otros sucesos, y, además un
consenso de validez (Sullivan) respecto a los valores. Los
valores tiene una importante presencia en el contacto.

En su libro "Pasos hacia una ecología de la mente" (1972),


Bateson escribe "si decimos que un mensaje tiene 'significado' o
'versa' sobre algún referente, lo que queremos decir es que existe un
universo mayor, de mensaje-mas-referente y que la redundancia, o
patrón o predicibilidad es introducida en ese universo por el
mensaje."
Tres páginas más adelante dice:"Todo lo que no es información,
ni forma, ni control es ruido, la única fuente posible de nuevas
configuraciones. "

Esta ocasión de estar juntos en Boston puede ser una


oportunidad de producir algún "ruido" -como dice Bateson- y también
una ocasión de comunicar nuestras ideas en común, nuestras
redundancias.

56
Dado que las teorías modernas sobre el conocimiento
consideran que creamos nuestro mundo con nuestros propios
significados y premisas, y que la redundancia produce mediante
algunos códigos compartidos, puentes que disminuyen el aislamiento
individual, deseo proponerles ahora una experiencia.

Es una exploración sobre los acuerdos que mantenemos con


otros significativos en nuestra vida. Podría ser una contribución a
nuestra Visión Global. Les invito a probar este ejercicio.

Por favor cierren los ojos y traten de retroceder a sus primeras


experiencias en Terapia Gestalt, fuera un taller, una conferencia, una
primera lectura, una sesión. Traten de recuperar las impresiones de
aquellas primeras experiencias.

Ahora quisiera que evoquen una palabra o una expresión en el


vocabulario gestátltico que tuviera en aquel momento un significado
especial.

Tómense tiempo para buscar un concepto que haya sido muy


significativo, que en aquel primer contacto con la Terapia Gestalt
aludía a algo importante para ustedes.

Traten de seguir el rastro de esa palabra para descubrir si hay


alguna persona significativa, un miembro de su familia, un personaje
de la historia o de la literatura, un actor, una amigo, un terapeuta,
que a través de sus mensajes sobre el vivir incidiera en la selección
de aquella palabra en el marco de la Gestalt.

Si la han encontrado, tomen el lugar de esa persona por un


momento, y jueguen ese rol expresando las opiniones de él o ella,
aquellas opiniones que ustedes tuvieron en cuenta para seleccionar
la palabra. Traten de prestar atención al estilo de la relación y al
mensaje.

Vuelva cada uno a ser quien es y si lo desea, mantenga, en


fantasía, un diálogo con aquella persona sobre aquel tema que fue
significativo para ustedes.

Ahora retornen al presente y comprueben si esta palabra


continúa siendo significativa o si otra puede ocupar su lugar o ser
agregada a sus puntos de vista sobre la Terapia Gestalt en la
actualidad.

Si gustan, compartan su experiencia de este breve viaje con


alguien de esta sala.

Comentario de la experiencia

57
¿Cuál fue la palabra que surgió? ¿Cuál fue su referente? ¿Cuál
es la palabra actual? ¿Si son diferentes la palabra original y la actual,
en qué consiste la diferencia?

Comentario de los conceptos de Bateson relevantes para


nuestro trabajo

La redundancia incluye normas y modelos (patterns) producidas


en una relación, es información relevante que acontece en el
espacio y en el tiempo.

En "Espíritu y naturaleza" (1979) Bateson expresa: "El


aprendizaje de los contextos de la vida es una cuestión que debe ser
examinada, no internamente, sino como relación externa entre dos
seres. Una relación es siempre un producto de doble
descripción."

La asignación de validez está ligada a un consenso sobre qué es


lo verdadero. Una red de validaciones consensuadas de determinados
puntos de vista, costumbres o ideas puede ser oprimente si no la
consideramos nuevamente para comprobar su actualidad.

Perls y Bateson vivieron la última parte de sus vidas en


contextos culturales similares. Coincidieron en su énfasis en la
autenticidad, en su respeto por el conocimiento tácito y en el acento
que han puesto en la autorregulación así como en el crecimiento. Las
ideas batesonianas son útiles para explicar la dinámica de las
relaciones y del proceso de conocer, ya que se asemejan en su
espíritu con el modelo de la Terapia Gestalt. Ambas teorías
comparten la actitud holísitica y fenomenológica para explicarlos
hechos psicológicos.

Bateson afirma que la epistemología está constituida por los


procesos mediante los que se adquiere el conocimiento en el seno de
la cultura. Este conocimiento se obtiene con una estructura universal
común a todos los seres humanos.

Al comienzo dije que en la actualidad necesitamos a más de un


desafío para sobrevivir. ¿Qué proponemos desde el punto de vista de
la Terapia Gestalt para que estemos mejor equipados para afrontar
estas circunstancias de la vida?

Creo que la respuesta está ligada al retorno a la apreciación de


lo obvio, a reparar la brecha entre el cuerpo y la mente, a captar
claramente la diferencia entre percepción e imaginación, a explorar
las polaridades para producir la integración de la personalidad, a
prestar atención a los procesos de defensa que acontecen en el yo, y
muchos otros de nuestra permanente metodología. Necesitamos
considerar los modos en que la persona que se encuentra en este

58
desafío produce conocimiento, así como examinar los complejos
procesos involucrados en sentir, pensar y decidir.

Podemos aplicar el punto de vista de Bateson e incluir no sólo el


concepto de redundancia sino también los de causación circular,
recursividad y retroalimentación.

La observación de la dinámica de la comunicación preserva la


descripción de los procesos sin transformarlos en sustantivos. Los
procesos son esencialmente relaciones con otros significativos, con
situaciones y objetos con los que nos vinculamos emocionalmente,
cognitivamente y volitivamente tanto de modo espontáneo como
deliberado. Hay un funcionamiento polinivelado que puede ser
descrito como una unidad, desde un punto de vista holístico, como ya
lo había descrito Perls en su artículo de 1948.

Consideremos ahora estas actividades mentales:

Si percibimos la conducta en un contexto dinámico no es


suficiente referirse a un estímulo y una respuesta, ya que la
respuesta actúa sobre la fuente del estímulo y afecta la próxima
producción (output). Esta es la causación circular. P. Pentony
(1982) dice sobre la causación circular "(…) Es decir que ningún
elemento de la secuencia controla la totalidad de la misma, ya que
ese elemento está supeditado al modo en que operan otros
elementos del sistema".

Los seres vivos se adaptan y aprenden, no proceden por meras


reacciones. El concepto de recursividad que desarrolla Bateson
nombra el movimiento de la mente por el cual una nueva experiencia
se incorpora agregando o modificando un significado, de modo que
aunque una experiencia se repita nunca será la misma.

La repetición nos permitirá llegar a una solución, esta solución


podrá llegar a ser relevante en situaciones nuevas porque podrá
proveernos con la autonomía que dan las destrezas. La recursividad
explica la repetición que se observa en las situaciones inconclusas
que buscan un cierre. Cuando no llegan a una resolución, hay un
punto que no se ha captado, como Perls señala. Es el atribuir al medio
la razón que determina la dificultad en vez de incluir la
circuitoriedad en ese movimiento de la mente. Este podría ser un
error epistemológico, que impida la resolución esperada.

Citaré a Perls en "Sueños y Existencia", Charla IV, (1974): "No


queremos hacernos responsables de que somos exigentes, por lo que
proyectamos nuestras exigencias hacia afuera para luego vivir en un
mundo de eternas exigencias que debemos aceptar, so pena de ser
rechazados".

59
No es sencillo des-aprender, y resulta aún más difícil si se
generan errores epistemológicos que son influidos, a la vez, por la
recursividad. Los conceptos de causación circular, recursividad y
redundancia ofrecen una guía sobre cómo una persona produce y
organiza su experiencia basada en su capacidad de sentir, pensar,
decidir y actuar. Estas ideas nos advierten sobre lo inútil de "sacudir"
las emociones de nuestros consultantes; Perls lo expresa en la misma
Charla que mencioné antes de esta manera: "Las emociones no son
molestias que deban ser descargadas".

La resistencia es apreciada desde una perspectiva más amplia


si incluimos que puedan existir pautas y metapautas que apoyen una
conducta. Un sistema viviente tiene una capacidad autocorrectiva
hacia la optimización, pero puede también cronificarse y optar por el
sometimiento si mantiene un diseño rígido en vez de incluir tanto
nuevas necesidades como los cambios del entorno.

Las personas pueden aproximarse a cosas y a situaciones


nuevas con una actitud vieja, a pesar de sus deseos de cambio. He
observado ésto con claridad en los alumnos de nuestro Programa de
Postgrado. El modelo autoritario que hemos vivido continúa presente
en ellos cuando llegan a mi curso en el segundo año de
entrenamiento, a pesar de su profunda búsqueda para el cambio.

Con frecuencia analizo con mis consultantes sus ideas sobre el


cambio proponiéndoles un encuentro entre su deseo de cambiar
algún rasgo de su personalidad y ese rasgo.

Generalmente las acciones y sentimientos relacionados con el


cambio corresponden a modelos vinculares internalizados que
requieren ser concientizados para que la persona pueda encontrar
mejores soluciones para lograr una modificación. El acento está
puesto en captar el estilo de esa relación interior. En ella
encontramos todos esos movimientos del comportamiento que he
mencionado: causación circular, recursividad y redundancia.

Perls asignó importancia al hecho de encontrar un ritmo


apropiado entre espontaneidad y deliberación. En relación a este
tema, Bateson argumenta:
"Existe evidentemente un problema, no es cuestión de evitar el
pensamiento y el uso del intelecto porque es malo para la
espontaneidad del sentimiento, sino que es necesario determinar qué
tipo de pensamientos son malos para la espontaneidad, y qué clase
de pensamientos son el verdadero material del que está hecha la
espontaneidad".

En el mismo capítulo, con espíritu similar al de Perls, Bateson


reflexiona sobre la importancia de la expresión analógica y del
descubrimiento:

60
"Por el momento, digamos simplemente que hay muchos
asuntos y muchas circunstancias en que la conciencia es indeseable y
el silencio es oro, de suerte que el secreto puede ser una señal para
recordarnos que nos estamos aproximando a un terreno santo. Luego,
si tuviéramos suficientes casos de lo no expresado podríamos
comenzar a lograr una definición de lo "sagrado". En un estadio
posterior, será posible yuxtaponer con los relatos expuestos aquí
ejemplos de una no comunicación necesaria que acaece en el terreno
biológico, que creo es formalmente comparable". (1988, Capítulo VII).

Una actitud es la parte "visible" de los valores. Añadiremos que


hechos y valores están íntimamente relacionados con los contextos
de aprendizaje.
Las actitudes - incluyendo la actitud Gestáltica - sobrepasan
toda tecnología, ya que constituyen la relación que logramos entre la
emociones, los pensamientos y los valores.

Tengo la impresión a través de mi práctica clínica y de mi


experiencia como docente en Gestalt, que es difícil mantener un
punto de vista unitario, una aproximación fenomenológica, una
lectura no lineal de los hechos y una disposición a no juzgar.

Lleva tiempo y refuerzos en el tiempo que la actitud Gestáltica


continúe. Sin embargo, ya que "conciencia es la habilidad de ir hacia
atrás (to loop back) y llevar la información necesaria para liberar a los
modelos y al diseño de modelos de un determinismo fortuito"
(Pentony, 1982), tenemos felizmente este antídoto para prevenir las
intervenciones que perturben la creatividad, la solidaridad y el
respeto a la vida.

La posibilidad de una toma de conciencia en estos temas puede


producir un salto a un nuevo nivel, una evolución psicológica a un
estadio ético donde podamos producir más respuestas para no
someternos, para no ceder ante sistemas totalitarios, estando
esclarecidos acerca de la armonía entre cantidad y cualidad y
poseyendo mayor cohesión interior, de modo que podamos evitar el
deterioro que produce la relación con los otros desde los aspectos
menos diferenciados de nosotros mismos.

De este modo, los vínculos serán la oportunidad para la salud, y


la tensión y el exceso en los propósitos darán paso a la
espontaneidad cuando sea necesario.

A esta altura, estaremos más cerca de la idea de Groddeck


sobre el renacer, ya que habremos adquirido también sabiduría.

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62
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63
Las raíces filosóficas de la
terapia Gestalt

Si la Terapia Gestalt es ante todo, en palabras de Claudio Naranjo, la


forma de hacer terapia originada por Fritz Perls, la pregunta acerca
de las bases filosóficas de este tipo de terapia necesariamente nos
remite a aquéllas en que pudo beber o inspirarse el propio Perls
(1893-1970).

Los intereses del Fritz adolescente no se orientaban precisamente a


lo teórico. Rebelde, enfrentado a la tradición religiosa judía familiar –
que consideraba hipócrita–, y fascinado por su temprana experiencia
teatral con Max Reinhardt, ve interrumpidos sus estudios de medicina
, iniciados como compromiso social frente a la presión paterna, para
pasar por la terrible experiencia de las trincheras en la Primera
Guerra Mundial. Graduado como neuropsiquiatra una vez terminada
ésta, su espíritu inconformista, desencantado, y a la vez vitalista, le
pone en contacto con la vanguardia del movimiento de la Bauhaus en
Berlín. Aquí, entre una pléyade de artistas, poetas, arquitectos y
pensadores disidentes, encuentra al filósofo neokantiano Solomon
Friedlaender, en cuya teoría sobre la "indiferencia creativa" –basada
en la afinidad de los contrarios y la existencia entre ellos de un
"punto cero" de equilibrio– iba a encontrar Fritz, en sus propias
palabras, "un antídoto contra mi confusión y extravío existenciales".
Por esta época, no obstante, iba a acudir también en busca de
solución a la que habría de ser su primera psicoanalista, y a la vez la
primera introductora crítica al mundo del psicoanálisis: Karen Horney.

Los influjos se superponen. Por un lado, el de su tratamiento y ulterior


formación psicoanalítica en Frankfurt, Berlín y Viena, de la mano de
otros famosos analistas que le llevan a establecerse él mismo como
psicoanalista ortodoxo por más de diez años, primero en Berlín y
luego, huyendo de los nazis, en Sudáfrica, donde irá fraguándose su
propia síntesis terapeútica. Particular importancia ejerció en él como
terapeuta Wilheim Reich, que habría de agudizar su consciencia de la
importancia del cuerpo como factor de anclaje y expresión de los
conflictos neuróticos.

Por otra parte, aún en Alemania, coincidiendo con sus inicios


psicoanalíticos, resultará decisivo su contacto –sobre todo a través de
Laura, su futura mujer– con la escuela de la "Psicología de la Gestalt"
de Frankfurt ( Köhler, Wertheimer, Kurt Lewin...) y sus conclusiones
en el estudio de los mecanismos de la percepción: organismo y medio
concebidos como un "todo" donde el organismo percibe el medio
como conjunto significativo (Gestalt), estructurado en términos de

64
"figura" y "fondo", en función de su interés o necesidad en cada
momento dado. Cuando el organismo satisface su necesidad, vuelve
a un punto cero de equilibrio (coincidencia con Friedlaender), hasta
que la tensión surgida de una nueva necesidad vuelve a reestructurar
la percepción del medio en orden a satisfacerla y alcanzar así un
nuevo equilibrio dentro del ciclo permanente de "autorregulación
organísmica" que caracteriza la vida.

Estos gestaltistas no tenían propósito alguno de utilizar sus


invetigaciones para fines terapéuticos, pero Perls, guiado por su
agudo instinto práctico, rescataría más adelante como eje de su
futuro sistema terapeútico una fe inquebrantable en la capacidad
humana individual y social de autorregulación organísmica, y el
concepto dinámico operativo de "gestalt inconclusa", orientando la
terapia a la detección y resolución en el presente de "situaciones
inacabadas" en la vida del individuo, origen del estancamiento de su
energía y, por tanto de su neurosis. De aquí también el adoptar
tardíamente para su específica forma de terapia el nombre de
"Terapia Gestalt" (hacia 1950).

A estos influjos hay que añadir, todavía en la etapa alemana, algún


contacto más episódico que sistemático con el movimiento existencial
( Buber, Tillich, Scheler...) y con la fenomenología de Husserl. "Al
menos me había compenetrado de una cosa: la filosofía existencial
exige que uno tome la responsabilidad de su propia existencia ", dice
en su autobiografía, donde también califica a su terapia de
"existencial", al lado de la Logoterapia de Frankl y la terapia del
Dasein de Binswanger. Rasgos existenciales de la terapia Gestalt son
también concebir la relación terapeútica como una relación "Yo-Tú"
(Buber), y el énfasis en el aquí y ahora . La raigambre fenomenológica
, presente ya en la misma escuela de la "Psicología de la Gestalt", se
hace más patente aún en Perls con su insistencia en el desarrollo de
la conciencia de lo obvio ("awareness"), sin interpretaciones, como
vía de captación de la realidad, y en su alejamiento de todo interés
por el inconsciente. Por cierto, Perls, que siempre admiró mucho a
Freud, comenta en su autobiografía: "Estoy profundamente
agradecido de lo mucho que me desarrollé oponiéndome a él".

De esta forma, Perls, poseedor de una mente poderosa, dotada de


una fuerza lógica, crítica e integradora de primer orden , pese a no
ser ante todo un teórico, iba a adscribirse –más por olfato e instinto
vital derivados de su propia personalidad y experiencia que como
fruto de una trabajosa decantación intelectual– a las nuevas
corrientes filosóficas de su tiempo (fenomenología y existencialismo,
sobre todo), separándose así de las corrientes asociacionistas ,
mecanicistas y positivistas que dominaban la filosofía y la ciencia en
el cambio de siglo y que estaban en la base de toda la concepción
psicoanalítica freudiana.

65
La síntesis personal de Perls, que empezó a tomar cuerpo
tardíamente (con casi 50 años), no dejaría de enriquecerse con
nuevos aportes hasta en sus últimos años, lo que de por sí pone de
relieve, además de su admirable vitalidad, la estrecha coherencia con
su propia vida que presidió desde siempre su particular forma de
trabajo terapeútico. Entre esos nuevos elementos, aparte el
psicodrama de Moreno o los trabajos de Ida Rolf y Eric Berne, cabe
destacar como más importantes, en el orden filosófico, la concepción
holística de Jan Smuts (con quien trabó amistad en Sudáfrica) y, sobre
todo, el contacto directo que tuvo con la filosofía oriental a lo largo de
su estancia de dos meses en un "dojo" japonés. En los principios
taoístas de integración de opuestos –Ying y Yang–, y la atención
centrada en el presente y el valor del vacío, propios del Zen,
encontraría una confirmación amplificadora de posiciones ya
anteriormente establecidas por él en la misma dirección.

De esta forma, su enfoque terapeútico, firmemente encuadrado


dentro del Movimiento de la Psicología Humanista o de Desarrollo del
Potencial Humano surgido en California en los años 60 de la mano de
Abraham Maslow, Alan Watts y Carl Rogers, entre otros, acaba
asomándose así a la dimensión espiritual transpersonal, que estaba
en germen en ese movimiento, transcendiendo con ello los estrechos
plantemientos psicologizantes en que había estado inmerso el mundo
de la psicoterapia freudiana hasta el momento.

66
Friedrich Salomon Perls
(1893-1970)
Fundador de la Terapia
Gestalt (*)
Sandra Isella, Mª Eugenia Grau, Carlos Rodríguez

Nació el 8 de julio de 1893 en un gueto judío de los


alrededores de Berlín. Fue el tercero y último hijo,
después de dos niñas, Else y Grete. Su padre,
Nathan, era fraccionador de vinos, viajante de
comercio y masón, pasaba mucho tiempo fuera de su
casa y siempre tuvo muy mala relación con su único
hijo varón. Su madre, Amalia, judía practicante,
proveniente de la pequeña burguesía, influenció
decisivamente a su hijo transmitiéndole su pasión por
la ópera y el teatro. En relación a sus padres, Fritz
anotará en su autobiografía: " Mis padres eran judíos
"asimilados", en especial mi papá. Esto significa que,
por un lado vivía avergonzado de su pasado y que
por otro, mantenía algunas de sus costumbres
tradicionales; iba al templo los días festivos, por si
acaso dios estaba en alguna parte. Yo no podía
soportar esta hipocresía y tempranamente me
declaré ateo... mi padre odiaba a mi madre y amaba
a otras mujeres jugando al maestro francmasón. En
público, ambos aparecían como amistosos."

Fue un alumno brillante pero poco trabajador en la


escuela. Lo expulsaron por su mala conducta a los 13
años. Su padre lo obligó a trabajar entonces en una
tienda como aprendiz. Sus relaciones se resintieron
cada vez más. A la muerte de su padre, no asistió a
su funeral.

67
Retomó sus estudios pero en una escuela liberal, el
Askanischer Gymnasium, con un profesorado
humanista, donde comenzó a tomar contacto con el
mundo del teatro más directamente, vocación que
más tarde iría incrementando. Uno de los encuentros
significativos de su adolescencia se produjo con el
director teatral Max Reinhardt, director del Deutsches
Theater, con el cual tomó clases.

Comenzó sus estudios de medicina y cuando se


declaró la guerra del 14, una afección cardíaca lo
eximió del servicio militar. A pesar de ello, se alistó
como voluntario en la Cruz Roja sirviendo en el frente
belga, en 1915 y con veintidós años. Al año siguiente
estuvo en el mismo frente, como médico en un
batallón de zapadores. La experiencia de la guerra
quedará registrada en él como una de las peores de
su vida: "La vida en la agonía de los fosos: horror de
vivir y horror de morir." Muere entonces su mejor
amigo, Ferdinand Knopf.

En 1920 obtuvo el doctorado en medicina de la


Universidad Frederick Wilheim de Berlín. Su vida se
desplegó entonces entre su nueva profesión, como
neuropsiquiatra y la estrecha conexión que mantuvo
con círculos de la izquierda política y la bohemia
artística, principalmente teatral. (Brücke, Bauhaus)
Se sintió también profundamente influenciado y
fascinado por el filósofo Friedlander: "La filosofía era
para mí una palabra mágica, algo que uno tenía que
comprender, para entenderse a sí mismo y al mundo,
un antídoto para la confusión existencial y el
desconcierto".

A partir de 1923 empezó la saga de sus viajes. Perls


será, entre muchas otras cosas, un trotamundos.
Viajó por primera vez a Estados Unidos con el fin de
expandir sus conocimientos y profesión, pero retornó
rápido y decepcionado con ese país.

En 1925, con treinta y dos años aún vivía en casa de


su madre. Época de inseguridad y penalidades.
Conoció a Lucy, su primer relación sentimental
importante. En 1926 comenzó su primer análisis con
Karen Horney, con quien establece un vínculo que
sostendrá a lo largo de su vida. Fascinado por el

68
psicoanálisis se planteó la posibilidad de convertirse
en analista.

Se trasladó a Frankfurt, un año después, donde


trabajó un año como ayudante de Kurt Goldstein,
médico gestaltista, investigador de problemas
perceptivos en lesionados cerebrales. Allí conoció a
su futura esposa y estrecha colaboradora, Lore
Posner (Laura) con quien entablará una larga e
interrumpida relación profesional y sentimental.
Continuó su análisis con una segunda psicoanalista:
Clara Happel y se instaló en Viena para recibir a sus
primeros pacientes, supervisado por Helen Deutsch y
Hirschman. También tomó una ayudantía en un
hospital junto a Wagner-Jauregg y Paul Schilder.

De vuelta a Berlín, en 1928, se estableció como


psicoanalista, continuando su análisis con Eugen
Harnik, psicoanalista húngaro ortodoxo. El 23 de
agosto del año siguiente se casó con Laura (Lore),
teniendo él 36 y ella 24 años. Por consejo de K.
Horney, inició su cuarto análisis, esta vez con
Wilhelm Reich, por quien se sentirá entendido y con
el que mantendrá admiración y amistad toda su vida.
Dirá: "De Reich recibí desfachatez, de Horney,
compromiso humano sin terminología complicada."
La década del 30 marca el ascenso de Hitler al poder.
Las ideas de Fritz lo impulsaron primero a militar en
filas antifascistas, luego a huir. Al año siguiente nació
su primer hija, Renate. Continuó trabajando, bajo la
supervisión de Otto Fenichel.

En 1933 y para evitar ser detenido por los nazis,


cruza la frontera hacia Holanda, dejando a su familia
al sur de Alemania, en la casa de sus suegros durante
un tiempo. Ya reunidos en Amsterdam, vivirán
tiempos de innumerables penurias económicas. Allí
supervisa con Karl Landanner, otro refugiado, a quien
recuerda como un hombre "...de gran calidez que
hizo todo lo posible por hacer más comprensible el
sistema freudiano.". A Ernest Jones lo recordaba
como quien hizo mucho en esa época a favor de los
psicoanalistas judíos que eran perseguidos. Jones, le
aconsejó ir a Sudáfrica, en 1934 y le consiguió un
cargo como psiquiatra en Johannesburgo, adonde,
según cuenta en su autobiografía fueron muy bien

69
acogidos. Junto con Laura fundan el Instituto
Sudafricano de Psicoanálisis. Vienen tiempos de
prosperidad económica y reconocimiento profesional,
lejos del fragor de la guerra.

En 1935 nace su segundo hijo Steve.

El año 1936 es crucial en cuanto a su decepción, más


que ante el psicoanáilisis, ante los psicoanalistas de
la época, dirá después "Durante años fui un tanto
exagerado en mi oposición. Me hacía falta la
apreciación por Freud y sus descubrimientos". Acude
a Checoslovaquia al Congreso Internacional de
Psicoanálisis, en Marienbad. Lleva un trabajo sobre
«Resistencias orales» que no será bien recibido. Se
suma un encuentro breve y personal con Freud, que
después de haber suscitado muchas expectativas en
él, resultó frío y distante. Regresó decepcionado.

En 1942, publicó su primera obra: "Ego, hambre y


agresión" en Durban, en la cual Laura tuvo una
participación activa, a pesar de que no intervino
como coautora.

Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, se alistó


como médico en la Armada. Será psiquiatra del
ejército durante cuatro años. Esto le llevó a un
progresivo alejamiento de Laura y de sus hijos.

Con cincuenta y tres años, aburrido de su vida


burguesa, en 1946, decidió dejarlo todo y
establecerse en Estados Unidos. Karen Horney le
ayuda a instalarse en Nueva York; Erich Fromn y
Clara Thompson le introducen en el Instituto William
Allanson White.

No fue bien acogido por los psicoanalistas


norteamericanos. Frecuentó los ambientes
contraculturales donde conoció a Paul Goodman,
Merce Cunningham, John Cage y los fundadores de
Living Theatre: Julian Beck y Judith Malina. Al año
siguiente Laura y su hijos, llegaron a vivir con él.

En 1950 se constituyó el conocido como "Grupo de


los Siete": Fritz Perls, Laura Perls; Paul Goodman,
Paul Weisz, Elliot Shapiro, Sylvester Eastman e

70
Isadore From. Más tarde se incluirían Ralph Hefferline
y Jim Simkin.

En 1951, se publicó "Gestalt Therapy" (Terapia


Gestalt), escrito por Paul Goodman (Parte II) y
Hefferline (Parte I) sobre notas manuscritas de Fritz y
como producto de las conversaciones y encuentros
en la casa de los Perls.

Un año después los Perls fundan el Gestalt Institute


of New York y al año siguiente otro en Cleveland.
Fritz delegó la dirección de ambos en Laura y sus
colaboradores, mientras tanto viaja por todo el país
haciendo grupos y demostraciones de terapia gestalt.
Comienzan los desacuerdos con Laura y sus
discípulos acerca de la ortodoxia de la terapia
gestalt. De Cleveland saldrá la segunda generación
de gestaltistas: Joseph Zinker, Erving y Miriam
Polster...

En 1956 deja a Laura (aunque sin separarse nunca


legalmente de ella) y se retira a Miami. Tiene sesenta
y tres años, dolencias cardíacas y un profundo
desaliento. Al año siguiente conoce a Marty Fromm,
la tercera mujer más importante de su vida y esta
relación lo reanima. Durará dos años, entre medio de
viajes para difundir la gestalt.

Al separarse de Marty en 1958 se traslada a


California. Colabora con Van Dusen en San Francisco
y con Jim Simkin en Los Ángeles.

En 1962 pasa un año viajando alrededor del mundo.


Estuvo en Israel (Ein Hod, en una comuna de artistas)
y en Japón (recibiendo dos meses de enseñanza zen
en el monasterio Daitokuji de Kioto). La estancia en
Israel significó una profunda transformación a través
del trabajo sistemático sobre sí mismo bajo los
efectos del LSD.

En 1964 se instala en Esalen. Ha conocido meses


antes a Michael Murphy, heredero de la
fincabalneario, y a Dick Price, ambos discípulos de
Alan Watts, que tenían como proyecto crear un
Centro de Desarrollo del Potencial Humano. Pese a
que en su primera visita no le gustó el lugar, acepta

71
ser residente y hacer demostraciones de terapia
gestalt.

En 1965 Fritz tiene setenta y dos años y se encuentra


muy afectado en su salud. Ida Rolf le ayudará a
mejorarla mediante sus ejercicios. Le va llegando el
reconocimiento y la fama, se filman sus talleres. En
1966 se construye su propio hogar: la casa de la
media luna.

En 1968 los celos por el éxito paralelo de sus colegas


de Esalen (W Schutz, Virginia Satir...) así como la
politíca reaccionaria de Nixon le deciden a abandonar
Esalen y trasladarse a Canadá. En 1969 se publica
Gestalt Therapy Verbatim (Sueños y existencia) y
poco después su autobiografía "Dentro y fuera del
tarro de la basura". En Esalen ha dejado la terapia
gestalt en manos de cuatro de sus discípulos: Dick
Price, Claudio Naranjo, Bob Hall y Jack Downing.

En 1969 crea el Instituto Gestáltico de Lago Cowichan


(Isla de Vancouver). Lo denomina "Kibbutz gestáltico"
y a él vendrán una treintena de discípulos de Esalen
(Teddy Lyon, Barry Stevens, Janet Lederman entre
otros). En diciembre viaja a Europa estando ya muy
enfermo.

Regresa a América en febrero del año siguiente ya


con la salud muy quebrantada. Ingresa en el Weiss
Memorial Hospital de Chicago. Laura viene a visitarle.
Tras ser operado, muere de un ataque cardíaco el 14
de marzo. La autopsia revelará cáncer de páncreas.

La contracultura hippie de la época le despide como


a uno de sus gurús.

Notas

*Texto adaptado y modificado a partir de lo escrito en: "Terapia Gestalt, la vía


del vacío fértil" . Francisco Peñarrubia.Alianza Editorial.

Citas autobiográficas tomadas de "Dentro y fuera del tarro de la basura", Fritz


Perls. Ed. Cuatro Vientos.

Bibliografía en español:

72
PERLS, Fritz: Sueños y Existencia. Ed. Cuatro Vientos, S. de Chile. 1974

PERLS, Fritz: Dentro y Fuera del Tacho de Basura. Ed. Cuatro Vientos, S. de
Chile.1975

PERLS, Fritz: El Enfoque Gestáltico. Ed. Cuatro Vientos, S. de Chile.1976

PERLS, Fritz y BAUMGARDNER, Patricia.: Terapia Gestalt. Árbol Editorial


1994, Mexico, DF.

PERLS,Fritz, GOODMAN, Paul y HEFFERLINE, R.F.: Terapia Gestalt:


Excitación y Crecimiento de la Personalidad Humana, Ed. Los Libros del CTP,
Madrid, 2002

Bibliografía en inglés:

PERLS, Fritz: Ego, hunger and aggression. London: Allen an Unwin, 1947;
Nueva York: Random House, 1969

Obras sobre Fritz Perls en español:

- GAINES, Jack: Fritz Perls. Aquí y Ahora. Ed. Cuatro Vientos, S. de Chile,
1999.

73
Joyitas de Perls
Aporte hecho por Gastón Gandolfi y Jaime Marchant

"Fritz Perls, el creador de la Terapia Gestalt, escribió acerca de


una
experiencia que resulto fundamental para la labor de toda su
vida:
Era sicoanalista y estaba ejerciendo en África. Le iba muy bien
porque era
el único sicoanalista que había allí. Tenia un gran coche, una
gran casa con jardín, piscina -y todo lo que desea tener una
mente mediocre, los lujos de la clase media. Y un día fue a Viena
para asistir a una conferencia mundial de psicoanálisis. Por su
puesto era un hombre de éxito en África, así que esperaba que
Freud le fuera a recibir, que habría un gran recibimiento. Y Freud
era la figura paternal para los psicoanalistas, así que Perls
quería que le felicitase. Había estado escribiendo un articulo,
trabajando en él durante meses, porque quería que Freud
supiese quien era él. Freud leyó el articulo; no hubo respuesta.
Freud era muy frío, los demás psicoanalistas eran muy fríos. Su
documento pasó casi inadvertido, nadie lo comentaba.
Perls se sintió muy sacudido y deprimido, pero todavía confiaba
en que algo sucedería cuando fuera a visitar a Freud. Y fue a
verle. Estaba en las
escaleras, ni siquiera había entrado en la casa, y vio que Freud
estaba

74
allí, y Perls dijo, para impresionarle, "He recorrido miles de
millas para
venir". Y en vez de darle la bienvenida, Freud le dijo, "¿Y,
cuándo se va?"
Eso le hirió muchísimo: "¿Es esta una bienvenida? -¿Cuando me
voy?". Y ese fue el único diálogo -¡Se acabó! Y Perls se fue,
repitiendo continuamente en su cabeza, como un mantra: "¡Ya
verá, ya verá, ya verá!". E intentó que viese: Creó el mayor
movimiento en contra de la psicoanálisis -La Gestalt."

(El Sutra del Corazón: Bhagwan Shree Rajneesh)

-------------------------------------------------------------------------------

1) el enfoque clásico es que la persona tuvo un problema y la


resolución de ese problema es el enfoque de la psicoterapia.
para la gestalt se trata de una persona que tiene un problema
CONTINUADO, aqui y ahora, EN EL PRESENTE,
aunque tal vez se comporta así porque algunas cosas le
ocurrieron en el
pasado, sus dificultades de hoy se relacionan con el modo en
que se comporta AHORA, no se lleva bien en el presente (tiene
problemas) y a menos que los resuelva a medida que surgen no
se llevara bien en el futuro.

2) responsabilidad es la habilidad de responder, de elegir


la reacción propia,
el terapeuta debe desafiar cualquier reacción del paciente que
no sea
representativa de si mismo; ejemplo si el paciente aprieta los
puños, el
terapeuta puede decir: a quien te gustaría golpear. la respuesta
probable
seria a nadie es un tic nervioso... después a través de las
técnicas surgirá
la real figura, padre madre, etc.-

3) la gestalt pretende convertir personajes de cartón en


personas, encarar con
honestidad situaciones desagradables, si alguien nos ha hecho
algo malo y
queremos venganza, pero de momento no podemos será algo
que nos jorobará hasta
que esta gestalt (la venganza) sea concluida, deje de rumiar...
no hay que
excavar en el subconsciente como Freud... SOLO HAY QUE

75
DARSE CUENTA, de que, por ejemplo lo que nos molesta del niño
que grita mientras juega no es que
grite... sino que juegue mientras nosotros no
podemos/queremos hacerlo.

4) una paciente china llega a la consulta por problemas que


según ella la
afectaban, descubrimos que en realidad el asunto era los
cánones rígidos y
circunspectos de su cultura... le pedí que me dijera que cultura
ella
consideraba la opuesta a la suya.. dijo que la italiana... le pedí
entonces
que actuara como si fuera italiana... entonces le sugerí que en
las ocasiones
que necesitare expresarse actuara como si fuera italiana...
tiempo después me
escribió diciendo que sentía que vivían dentro de si 2 personas
la mujer china
y la italiana juntas, de ahí que se sentía distinta pues si la
situación
requería un despliegue emocional surgía la personalidad como
herramienta para
superar los limites que nosotros mismos nos imponemos.
Porque ambas
personalidades son en realidad una sola, no es que en
verdad "otra" se apodere
de ella.

la escuela de la gestalt es una herramienta extremadamente útil


y efectiva por
quienes realmente saben emplearla.

76
Un homenaje a Laura Perls
(El apoyo terapéutico en Terapia
Gestalt)

Carmen VÁZQUEZ BANDÍN

Abstract

Laura Perls says:"Contact is


possible only to the extent that
support for it is available". This
phrase and other paragraphs from

77
"Living at the Boundary" by Laura
Perls provide the opportunity to
relate the therapeutic support to
the process of contact according
to Perls/Hefferline/Goodman. This
paper proposes that the
therapeutic support be considered
as one function of the field. Then,
the author analizes the self-
support not only in the patient but
in the therapist also. This is
following by some examples of
case studies and finally the
conclusions are presented.

Mi homenaje a Laura

Fritz Perls ha sido y es la figura relevante con la que se


identifica a la Gestalt. Pero no hay duda de que la creación de
la Terapia Gestalt se debe, con la misma intensidad, a Laura
(Lore) Perls y a Paul Goodman.

La aportación de Laura Perls no suele mencionarse, aunque


desde un principio estuvo implicada en el desarrollo de la
Terapia Gestalt de un modo decisivo. Y no solo esto, Laura
Perls aporta un estilo muy concreto y totalmente distinto del
de su marido.

Laura Perls se comprometió especialmente en tres aspectos


de la Terapia Gestalt: el "apoyo" (support), el "compromiso"
(commitment) y la dimensión corporal desde la Terapia
Gestalt.

No voy a contar la vida de Laura Perls, no creo que esa sea la mejor
manera de rendirla homenaje, creo que, de estar aún entre nosotros,
le hubiera gustado que ocupara este tiempo compartido en hablar de
alguno de los temas que fueron su fuerza. Voy a tratar del apoyo, en
concreto, del apoyo terapéutico

Pero antes de centrarme en el tema quiero resaltar la


capacidad personal de Laura, la "Grande Dâme de la Gestalt",
como la llama Stella Resnick, para el "apoyo" y para el
"compromiso", su coherencia en vivir aquello que transmitía y
no lo voy a hacer con mis palabras, sino con algunos
testimonios personales de quienes la conocieron.

78
"Me sentí bastante abrumado por esta personita que irradiaba
una tremenda energía especialmente a través de sus ojos.
Sus ojos eran vivaces, atentos, indagadores, curiosos,
sonrientes, comunicadores, ..."

(Yaro Starak)

"Recuerdo su sensualidad y su chispeante y genuina manera


de mostrar su entusiasmo. Hablábamos de meditación, de su
vida y cotilleábamos sobre algunas personas de la comunidad
gestáltica..."

(Steven Hendlin)

"Su interés por la vida y por los demás, su curiosidad casi


infantil siempre me intrigaron".

(Zelda Schemaille)

"Laura Perls para mí, personifica lo que Buber describe como


el punto álgido del Yo-Tú, el que se refiere a 'la elegancia de
su aparición y la solemne tristeza que deja su partida'".

(Eileen Abigail Wright)

"Laura era una mujer tierna y de movimientos armoniosos...


con un discreto movimiento de asentimiento de la cabeza,
una mirada concreta o con un simple gesto, Laura apoyaba
nuestros más difíciles esfuerzos".

(Micki Balaban)

Gracias, Laura, por haber sido siempre un apoyo básico


imprescindible para que la Terapia Gestalt creciera y se
desarrollara. De la teoría de la Terapia Gestalt he aprendido
que no es posible una figura si no existe un fondo para
contenerla, para sostenerla, para apoyarla; pero tú me has
hecho vivir, experimentar esta verdad: tu vida ha sido el
fondo, el apoyo sostenido y continuado para que Fritz y la
misma Terapia Gestalt pudieran llamarnos la atención como
figuras. Gracias por enseñarme la fuerza y la discreción del
apoyo continuado.

79
Advertencia

Lo que viene a continuación es un borrador, un intento de


pensar en voz alta como una segunda fase de mi proceso de
pensar y escribir sobre el apoyo terapéutico en Terapia
Gestalt.

Generalidades

El concepto de apoyo, implícita o explícitamente, parece que


a todos nos resuena de una manera especial. Es una de las
palabras que, rápidamente evoca una respuesta emocional
cuando la oímos ("Me he sentido apoyado", "No me apoyas")
e incluso es un término que desencadena otras asociaciones
de contenido fuertemente emocional ("Me he sentido
abandonado", "Necesito sentirte cercano", etc.).

Pero en mi opinión, es un concepto al que no hemos dedicado


la atención que se merece, ni en Terapia Gestalt ni en otras
escuelas terapéuticas.

En una sociedad como la nuestra, en la que se fomenta y se


valora la autonomía, la fuerza, la independencia, el "hágalo
usted mismo" parece que el concepto de apoyo va cobrando
fuerza como una figura que poco a poco se va imponiendo en
la conciencia. Y como ocurre con cualquier figura nítida y
clara pone activa nuestras energías para reclamar nuestra
atención y buscar su resolución.

Quizás nuestras estructuras de personalidad,


fuertemente narcisistas, están empezando a
resquebrajarse ante tanta autoexigencia, tanta
fortaleza, tanto disimulo de las emociones. Por todas
partes se empieza a oír hablar de solidaridad, de hermandad,
de equipo, de compartir, ...y no deja de ser una forma velada
de buscar apoyo.

Pero no es del apoyo en general de lo que quiero hablar sino


de una forma concreta de apoyo: el apoyo terapéutico. Y del
apoyo terapéutico según la Terapia Gestalt.

80
Laura Perls, en 1953, decía: "El contacto solo puede ser
bueno y creativo cuando existe el apoyo necesario
para permitirlo".

Y en Pascua de 1986, seguía diciendo: "La orientación y la


manipulación en el contacto solo es posible cuando
existe un buen apoyo disponible... Los conceptos más
importantes son frontera, contacto y apoyo. Pero el
apoyo es el más urgente".

¿Qué es el apoyo terapéutico según la Terapia Gestalt?

Generalmente, cuando, en Terapia Gestalt, hablamos del


apoyo, nos estamos refiriendo al apoyo a las
interrupciones del contacto pero olvidamos que el apoyo
terapéutico es un requisito esencial en el campo.

Pero cuando trato de centrar el tema, para poder escribir con


claridad, me aparecen varios conceptos que me cuesta
diferenciar: apoyo a las interrupciones del contacto,
autoapoyo por parte del paciente, autoapoyo del terapeuta,
apoyo terapéutico, ... ¿dónde empieza uno y acaba otro? ¿son
todos lo mismo? ¿en que se diferencian?

Creo que el apoyo en general es el conjunto de todos ellos y


estos, a su vez, son matices del mismo.

Voy a poner un ejemplo desde la teoría de la Terapia


Gestalt.

Si queremos plantar árboles, remolachas o flores o cualquier


otra cosa que queramos que germine y que crezca, es
necesario que se cumplan unos requisitos básicos. Estos
requisitos formarían parte del campo y corresponderían a sus
dos componentes principales: la semilla y la tierra. La semilla
debería cumplir sus propias funciones: estar viva, preparada
para germinar, esto sería el autoapoyo del propio paciente. La
tierra, necesita estar abonada, suelta, húmeda, aireada, con
sol, etc...; esto correspondería al autoapoyo del terapeuta.
Juntas, tierra y semilla, forman el campo en donde la semilla
crecerá. Son indispensables los dos elementos para hacer
posible el crecimiento y el cambio de la semilla; cada uno,
debe de reunir determinadas condiciones y cumplir

81
determinadas funciones en el proceso. Como dice el libro
PHG: estos dos elementos se unen, a pesar de sus
diferencias (eso es el contacto) para que la semilla
sobreviva y la consecuencia de ello es el crecimiento. Y
Laura Perls expresa esta misma idea cuando dice: "El
contacto es reconocer y hacer frente al otro, a lo que es
diferente, nuevo o extraño... no es un estado... sino que es
una actividad". Pero por muy viva que esté la semilla,
requiere de la tierra para poder germinar, la tierra debe
acogerla para poder hacer todo su desarrollo, ya que puede
empezar a germinar por sí misma pero sin la tierra no puede
completar su proceso. Esta acogida de la tierra con unas
condiciones determinadas y una intencionalidad
genuina es lo que yo considero, en la terapia, el apoyo
terapéutico.

Yo veo así el proceso terapéutico, el acogimiento genuino a la


persona que es el paciente; ser un "entorno privilegiado"
donde el paciente pueda correr riesgos.

En el proceso terapéutico, la finalidad de la terapia es apoyar


las interrupciones al contacto, en el aquí y ahora de la sesión,
para que este se restablezca pero, como dice Laura Perls, "el
objetivo de la terapia es crear el apoyo necesario para
permitir que reorganicemos y re-encaucemos nuestra
energía". No es posible el contacto si no hay apoyo
terapéutico. Efectivamente, no se puede construir una casa, si
no se cuenta con el suelo, con el terreno para poderla
construir.

Cada sesión terapéutica tendrá sus propias peculiaridades


para permitir, potenciar y restablecer el contacto pero es
necesario, como paso primero, el apoyo, esto es, que tanto el
terapeuta como el paciente aporten al campo de interacción
una serie de condiciones. El apoyo en general son todas las
condiciones del campo, todas las funciones del campo. Por lo
tanto, el apoyo terapéutico ES un requisito del campo, ES una
función del campo. "El apoyo es el fondo sobre el que se
destaca (existe) y se forma una gestalt significativa: la
experiencia actual" Es algo compartido, es algo que el
terapeuta debe aportar y algo, diferente, que el paciente
tiene que aportar por su parte.

82
Un paseo por el autoapoyo

Haciendo una división "didáctica" para poder continuar con mi


explicación, ya que el campo gestáltico es la "totalidad" y "es
una abstracción", podemos hablar de tres matices en el
apoyo: el apoyo del paciente, el apoyo del terapeuta y
el apoyo terapéutico.

¿Qué deben aportar paciente y terapeuta? A nivel general, el


primer requisito por parte del paciente es su necesidad de
crecer, su motivación para "germinar", pero ambos, paciente
y terapeuta, deben "ser capaces de correr riesgos"; aunque
en cada sesión, si seguimos a Laura Perls, esta dice: "La
función más importante del autoapoyo es la respiración", más
adelante, en el capítulo 12 dice: "El (auto)apoyo consiste
en todo lo que fomenta un proceso continuo de
asimilación e integración por parte de una persona,
una relación o una sociedad; la fisiología primaria (la
respiración, la digestión...), la postura erguida y la
coordinación, la sensibilidad y la movilidad, el lenguaje, los
hábitos y las costumbres, los modales y las relaciones
sociales y cualquier otra cosa que hayamos aprendido y
hayamos experimentado a lo largo de la vida ".

Pero es obvio que, en esto, no hay una relación de igualdad,


por regla general, el paciente no es muy capaz de
autoapoyarse, ni física ni psicológicamente

"Me pongo en tus manos"

Partimos de la base de que el motivo por el que un paciente


acude a terapia es porque tiene un problema. En mi opinión,
ese no es el motivo principal. El paciente, efectivamente,
tiene un problema pero, lo que le hace acudir a terapia es que
no es capaz de solucionarlo por sí mismo. Busca aprender a
resolver su conflicto. Ha agotado sus posibilidades y pide
ayuda. En este pedir ayuda y en cómo aprende a resolver su
problema está la clave del proceso terapéutico. Es la
interacción de las relaciones entre paciente y
terapeuta, en el aquí y ahora de la situación, lo que le
va a posibilitar, en primer lugar, desplegar con todo su
poderío, los recursos empleados hasta ese momento
para resolver sus conflictos en sus relaciones
interpersonales cotidianas. (Recordemos que no existe
ningún problema humano ni personal que no se de en un

83
campo organismo/entorno. "Recordemos que cuando
hablamos... siempre nos referimos al campo de interacción
organismo/entorno, y no a un animal aislado" ), va a
mostrarle al terapeuta, cómo hace para relacionarse,
cómo hace para satisfacer sus necesidades, cómo
hacer para conseguir de su entorno lo que necesita y,
por lo tanto, va a enseñarle cómo fracasa al hacerlo.

Pero cuando llega a terapia, de alguna manera, es consciente


de su fracaso, es consciente de su incapacidad para darse
cuenta de qué quiere o para saber qué puede hacer para
conseguirlo, su autoestima está por los suelos. No solo sus
introyectos, sino su incapacidad diaria para satisfacer sus
necesidades (necesidad de reconocimiento, de intimidad, de
valoración, ...) le han ido disminuyendo la confianza en sí
mismo. Sus insatisfacciones cotidianas, le han hecho dudar de
sus capacidades, de sus recursos, en definitiva, le han hecho
dejar de creer en él. La función básica de la terapia es
restablecer la confianza en uno mismo, la confianza en
la propia capacidad para conseguir satisfacer las
propias necesidades, en una palabra, confiar en la
autorregulación del organismo. Luego, el paciente irá
aprendiendo cómo aprender, específicamente, a conseguir
satisfacer estas necesidades, aprenderá a mantenerse en
contacto gracias al apoyo del terapeuta a cada interrupción
del contacto.

Recuperar la confianza en uno mismo, recuperar la fe


en las propias capacidades solo es posible con un buen
apoyo terapéutico. El terapeuta necesita estar atento a
cuidar los "detalles" en el campo. No se trata de resolverle al
paciente los problemas, no se trata de aconsejarle o de
decirle lo que tiene que hacer; esto, lo único que haría sería
aumentarle más su falta de confianza en sus propios recursos.
En eso consiste la terapia, recordémoslo, en su aprendizaje.
Cuidar los "detalles" significa creer en la propia
capacidad del paciente, valorar el esfuerzo del
paciente, disfrutar con su presencia, entusiasmarse
con sus aportaciones, ver siempre lo bueno y lo
"creativo" de sus acciones, hayan sido acertadas o no.
Apoyar al paciente es hacerle sentir que, en ese aquí y ahora,
de cada sesión, "él es único en el mundo para ti y tú eres
único en el mundo para él". Después, cada uno volverá a sus
quehaceres cotidianos, a sus relaciones interpersonales,

84
sintiéndose pleno, sintiéndose que, después de todo, merece
la pena estar vivo y relacionarse, porque, en definitiva,
uno se siente querido y aceptado.

En el apoyo terapéutico apoyamos a la persona por lo


que es, no por lo que hace, para poder cumplir el
propósito de la Terapia Gestalt "... ejercer el yo, con
ayuda de las distintas experiencias, para tomar consciencia
de sus diferentes funciones hasta hacer revivir
espontáneamente la sensación de 'yo soy quien está
pensando, sintiendo, haciendo'".

Sigue diciendo Laura: "reforzar y aumentar las funciones del


apoyo, moviliza las emociones alienadas y las posibilidades de
establecer contacto, permite acceder fácilmente al material
del fondo que había sido reprimido".

El terapeuta es el apoyo terapéutico

¿Qué debe aportar, específicamente, el terapeuta al campo


de la relación terapéutica? Su propio autoapoyo, y la
capacidad de brindarle al paciente la posibilidad de establecer
un contacto adecuado.

"El apoyo para entrar en contacto procede de todo lo que se


ha asimilado e integrado". Continua diciendo Laura: "... sólo
lo que ha sido asimilado e integrado en el
funcionamiento del organismo se convierte en apoyo...
la postura, los hábitos, las costumbres, el lenguaje, los
modales, etc."

El terapeuta, como "tierra" imprescindible para la posibilidad


de establecer el contacto debe, por un lado ser capaz de
autoapoyarse, creer en él y ser capaz de dar y recibir.

"La sensación del propio valor se nos da cuando uno se siente


competente en una actividad en curso en la relajación que
sigue al terminar la situación... ya que la sensación del valor
propio no puede conseguirse ni inventándose explicaciones,
ni comparándose con un valor externo".

Cuando Perls y Goodman en el capítulo V de Gestalt Therapy


hablan de la oposición inadecuada de "Infantil/Maduro" creo

85
que están postulando de una manera contundente las
características personales que debe tener el terapeuta:
"capacidad para 'esperar el momento oportuno'", "capacidad
para alucinar", esto es, vivir que "el centro de la realidad está
en la acción", y capacidad para cambiar la "responsabilidad"
en "fascinación", teniendo en cuenta que la fascinación
goodmaniana "es la actividad en la que uno se compromete y
le cuesta abandonar, ya que el self, en su totalidad está
implicado". Cito palabras textuales de Perls, Hefferline y
Goodman, que me parecen especialmente hermosas, "... la
relación contractual no se toma tanto como un deber sino
como un desarrollo del sentido de la simetría... Y en la etapa
en la que se convierte él mismo en autoridad, en
profesor, en padre, el campo se modifica de nuevo: el
individuo independiente lo es ahora menos, ya que
otras personas se encariñan espontáneamente de él o
dependen de él simplemente por sus actitudes. Y estas
personas, a su vez, le ofrecen la ocasión de expresarse
mediante otras acciones nuevas. Son raras las
personas que se vuelven maduras hasta el punto de
aconsejar, guiar y cuidar, sin avergonzar, sin dominar,
etc., abandonando simplemente sus intereses
'independientes' como si, en ese momento, fueran
menos interesantes".

Y Laura vuelve a matizar estos conceptos y matiza esta


"relación de simetría" diciendo que, "dar y recibir ("Give and
Take") comprende toda la gama de posibilidades del proceso
social, cuyo fin es mantener el equilibrio social mientras tiene
lugar un crecimiento continuo".

El terapeuta, si es serio, en el sentido goodmaniano, va a


concentrar su atención en la realidad del objeto y en su
relación (la cursiva es mía) con él, lo que supone un
movimiento de crecimiento personal. Un irresponsable es
alguien que no toma en serio lo que le es necesario. Un
diletante juega caprichosamente con su arte, disfruta,
pero no se responsabiliza de los resultados. El
aficionado se ocupa seriamente de su arte, se siente
responsable de él pero no necesita comprometerse con
ello. El artista toma su arte en serio y se compromete
con él".

86
¿Qué puede hacer, concretamente, el
terapeuta?
1º.- Debe ser capaz de autoapoyarse, aceptarse y quererse,
sin depender de la respuesta del paciente. Que su autoestima
esté a prueba de "sobornos".

2º.- Debe "dejarse impresionar" por lo genuino de cada ser


humano.

3º.- Que sea educado: saludar cordialmente, saber agradecer,


...

4º.- Debe ser capaz de valorar al paciente y de contenerle,


esto es, ponerle límites de una manera adecuada.

5º.- Debe ser "detallista": dejar salir una sonrisa cálida, tener
una palabra amable, hacer sentir al otro cómodo y en
confianza.

6º.- Su función personalidad debe ser rica y estar al servicio


de la terapia (no la terapia al servicio de su vanidad). Laura
dice, "Una postura erguida es el principal soporte. Todo
lo adquirido, lo realmente aprendido es
soporte. Todo lo indigestado, no lo es".

Tres peligros hay en esto, por parte del terapeuta:

1º.- Fingir; debido a una falta de apoyo personal, no ser


capaz de aceptar genuinamente al otro como un ser "único e
irrepetible", fascinante y atractivo. Dice Laura: "la persona
que hace un sacrificio (al dar), le falta autoestima y
acaba exagerando lo que da... ya que proyecta su
propia necesidad insatisfecha...".

2º.- Excederse y dejar de ser uno mismo. Como dice


Laura: "El contacto supone reconocer al 'otro', supone estar
consciente de que existen diferencias... estar en contacto se
refiere a un estado continuo que conduce poco a poco hacia
la indiferencia (confluencia). Establecer contacto es una
función de la formación de la figura, supone estar consciente,
atento, etc."

87
3º.- Ser excesivamente rígido, frío y autoritario, dando
consejos y marcando constantemente la distancia y las
diferencias. Generando desigualdad y vergüenza.

Gordon Wheeler habla de que de que la falta de apoyo por


parte del entorno, tiene como consecuencia la vergüenza. En
mí opinión, y siguiendo este razonamiento, podríamos decir
que cuando hay suficiente apoyo adecuado por parte del
entorno, cualquier ser humano obtiene como resultado la
autoestima. La autoestima es el producto final de la
estima, la aceptación y la valoración, por parte del
entorno. Sería una aplicación concreta del principio
gestáltico, de que "gracias al contacto sobrevivimos y la
consecuencia de sobrevivir es el crecimiento" (PHG)

"Me siento abandonado por ti"

Pero el apoyo, por encima de todo, es una relación de


igualdad. Si no existe el suelo, la tierra difícilmente me puedo
sostener en pie, ni tampoco puedo caminar, pero si no tuviera
esqueleto, o me faltara el tono muscular... tampoco podría
sostenerme ni caminar.

¿Qué es más importante, el suelo o mis recursos? Uno y otro


son necesarios por igual.

El paciente, la mayor parte de las veces, ávido de apoyo y no


creyendo en sus recursos, reacciona aferrándose al terapeuta,
trata de agarrarse a él como la única fuente de apoyo
disponible. Reproduce una forma arcaica de apoyo, la
relación cuidador/niño.

Es el terapeuta quien debe fomentar el proceso de


awareness del paciente hacerle sentir su propia
capacidad de autoapoyo.

Pero, lamentablemente, en muchas ocasiones, el terapeuta


olvida esta función. Olvida esta relación de igualdad, olvida la
propia capacidad del paciente para autoapoyarse y movido
por sus propias necesidades insatisfechas, proyecta en él sus
abandonos y fomenta la relación de desigualdad. En ese
momento, el paciente deja de ser persona para el terapeuta y
pasa a ser "su objeto". Se ha perdido la posibilidad de

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compartir y de crecer. Como una "madre" posesiva le
atiborra no ya de comida real sino de consejos,
normas, sugerencias.

Algunos ejemplos

No resulta fácil poner ejemplos concretos de apoyo


terapéutico ya que, la mayor parte de las veces, son detalles
no verbales difíciles de describir y que pierden su calidez
fuera de contexto pero quiero contar uno especialmente
significativo ya que ha tenido lugar en una planta de un
Hospital Psiquiátrico y fuera de un marco específicamente
terapéutico.

Pilar, auxiliar de clínica es, además, terapeuta gestáltica.


Lleva dos semanas trabajando en la planta de mujeres del
Departamento de Psiquiatría de un gran hospital. Lleva las
cenas a las habitaciones de las pacientes. Entra en una de las
habitaciones y despues de dejar a la paciente la bandeja de la
cena, le pregunta que cómo está y la habla con cariño. La
paciente la mira con asombro y después la dice: "No debes
tratarme así, porque no estoy acostumbrada a eso y ahora no
sé que hacer con esto".

Otro ejemplo. En la primera cita, una paciente me cuenta que


su hijo pequeño, Javier, tiene la gripe. A la semana siguiente,
cuando vuelve a su sesión, le pregunto por su hijo Javier, me
contesta que ya está bien y me sonríe. Tiempo después, me
comenta que cuando volvió la segunda vez y le pregunté por
su hijo, recordando el nombre y preguntando con tanto
cariño, se sintió conmovida y pensó: "Si se acuerda de mi hijo
y de su nombre y me pregunta con tanto interés y cariño por
él, también debe sentir interés y cariño por mí. Quiero seguir
viniendo con ella".

Conclusiones

Mucho más podría seguir escribiendo sobre el apoyo


terapéutico y su utilidad fundamental en el proceso
terapéutico. Debo seguir estructurando y dando forma a las
ideas que me surgen cada día sobre este tema. Considero que
es un tema básico y me siento especialmente movida por el
tema.

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En esta ocasión me conformo con resaltar algunas ideas:

• que el apoyo, en general, son todas las funciones del


campo terapéutico;
• que el apoyo terapéutico es una función del campo
terapeuta-paciente;
• que sin apoyo no hay contacto;
• que la calidad del apoyo terapéutico depende de la
calidad del terapeuta para ser persona en el sentido
goodmaniano.

Y no puedo, por menos que acabar este escrito, con unas


palabras de Laura Perls como colofón. "si queremos ayudar
a nuestros pacientes a realizarse como seres
realmente humanos, nosotros también hemos de tener
valor suficiente como para exponernos a los peligros
de ser humano".

Gracias a todos.

Referencias

• SAINT-EXUPÈRY, Antoine: El Principito, Ed. Alianza,


Madrid, 1965.
• PERLS, F; HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Gestalt
Therapy: Excitement and Growth in the Human
Personality, The Gestalt Journal Press, Hhighland, 1994
(en español, Terapia Gestalt: Excitación y Crecimiento
de la Personalidad Humana, Col. Los Libros del CTP,
Madrid, 2002; en prensa).
• PERLS, Laura: Viviendo en los límites, Ed. Promolibro,
Valencia, 1994.
• Laura Posner Perls: In Memoriam: Website from The
Gestalt Journal Press.

90
Bibliografía
Terapia Gestalt
------------------------
La primera colección de nuestro proyecto editorial, con textos
que dan aliento a esta importante escuela psicoterapéutica y de
vida.

• Paul Goodman; Aquí, ahora y lo que viene, Taylor Stoehr


• El darse cuenta, John O. Stevens
• Dentro y fuera del tarro de la basura, Friedrich S. Perls
• Los Diálogos del cuerpo, Adriana Schnake
• El enfoque gestáltico & Testimonios de terapia, Fritz Perls
• Esto es gestalt, Compilación de John Stevens
• Fritz Perls, aquí y ahora, Jack Gaines

91
• Fundamentos de la Gestalt, Dr. Joel Latner
• No empujes el río porque fluye solo, Barry Steve
• Proceso y diálogo en psicoterapia gestáltica, Gary Yontef
• Sueños y existencia, Fritz Perls
• Ventanas a nuestros niños, Violet Oaklander
• La vieja y novísima Gestalt, Claudio Naranjo
• Contacto & Relación en Psicoterapia, Jean-Marie Robin
• La Voz del Síntoma, Adriana Schnake
• Sonia, te envío los cuadernos café, Adriana Schnake

Editorial Cuatro Vientos Av. Jaime Guzmán E. 3293, Ñuñoa,


Santiago, Chile
teléfonos: (56 2) 225 8381 - 269 5343 fax: (56 2) 341 3107
4vientos@netline.cl

Bibliografía recomendada comentada

Perls, F.; Hefferline, R.F. y Goodman, P. (1951): Gestalt


Therapy, excitement and growth in the Human Personality, Ed.
Julian Press, New York, 1994 (Versión española inédita del
Centro de Terapia y Psicología, Madrid, 1997)

Es el libro "fundador" de la Terapia Gestalt. Es un libro difícil de


leer y de comprender ya que sus autores no querían que las
ideas contenidas en él se "introyectaran" sin más, sino que se
"rumiaran" y se asimilaran o se descartaran de una manera
madura. Consta de dos partes, la primera es la teoría mientras
que la segunda son ejercicios (muy elementales y sin demasiada
consonancia con la primera parte) como una manera de
fomentar el awareness (darse cuenta).

Robine, J.-M.: Terapia Gestalt; Ed. Gaia, Madrid, 1998.

Un librito de tan solo noventa páginas pero, en mi opinión, una


de las mejores muestras, traducidas al español, de lo que es la
Terapia Gestalt. Tiene un fallo: la traducción es muy mala e
inexacta.

92
Moreau, A.: Ejercicios y técnicas creativas de Gestalterapia; Ed.
Sirio, Málaga, 1999.

Aborda la Terapia Gestalt en su conjunto, con muchas


explicaciones, ameno, fácil de leer y con propuestas de
ejercicios sobre cada uno de los puntos teóricos que expone.

Bibliografía

BLOOM, Daniel: Estructura y funcionamiento del self,


Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid,
España.

BLOOM, Daniel: La canción del self, Documento del CTP,


Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

HODGES, Carl: Teoría del campo, Documento del CTP, Centro


de Terapia y Psicología, Madrid, España.

KLEPNER, Perry: Interrupciones del contacto, Documento del


CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

MEYER, Kenneth: Self & Egotismo, Documento del CTP, Centro


de Terapia y Psicología, Madrid, España.

PERLS, F., HEFFERLINE, R. y GOODMAN, P.: Terapia Gestalt:


Excitación y crecimiento de la personalidad humana; Ed.
Sociedad de Cultura Valle-Inclán, Ferrol, 2002.

SPAGNUOLO LOBB, Margherita: La teoría del self en Terapia


Gestalt, Documento del CTP, Centro de Terapia y Psicología de
Madrid, España.

ZEVY, Lee: Resumen del Proceso de Contacto, Documento del


CTP, Centro de Terapia y Psicología, Madrid, España.

Este artículo ha sido publicado en la revista "Figura-fondo",


número 13, primavera del año 2003, pág. 69-76, del Instituto de
Psicoterapia Gestalt A.C. de México.

Gracias Bruno!
Más sobre Gestalt en http://bibliotecadepsicologia.ar.kz

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