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Santiago (Pichin) Policastro

“El Barman Galante”

Lo que empezó hace pocos años como un discreto rumor, es hoy una
realidad que reconocen propios y extraños: La Coctelería Argentina Resurge.
Sin embargo, esto no esta sucediendo porque la gente este “tomando mas”.
Esto se debe, en gran parte, a que una renovada generación de bartenders
argentinos ha vuelto a encontrar las llaves que mantenían cerrada la puerta
hacia el paraíso perdido de las delicias encerradas en el cristal de una copa;
los secretos de una alquimia olvidada que se derrama ahora sobre la gente,
esa misma gente que durante mucho tiempo fue cegada por fuegos fatuos
sin contenido, donde todo se reducía a promesas incumplidas de charlatán y
amargos despertares. Estos nuevos fuegos que iluminan las barras
argentinas le recuerdan ahora a todo el mundo que la verdad esta en la
copa, una copa que seduce, que encanta y que no defrauda... Los habitúes
de las barras argentinas han vuelto a darse cuenta de que el secreto de la
noche es beber mejor... Cada Vez Mejor.
Han sido muchos los comprometidos en esta empresa; muchos y distintos
los caminos de quienes buscaban la formula del cocktail encantado. Pero
tras cada paso que se daba, cada curva que se tomaba, aparecía
insistentemente un nombre: Pichin.
Y es que cuando el objetivo ha sido Hacer Mejores Cócteles, los caminos del
bartender argentino han tenido que alcanzar el inevitable hito y la
inexorable cumbre del genio y la figura de Santiago Policastro, el barman
galante. El Mejor Bartender de la historia argentina y uno de los mejores de
toda la historia de la coctelería mundial.

¿Pero cual es el material del que está hecho un grande de la barra, aquel
que la gente ha convertido en leyenda? ¿Será quizás su conocimiento
enciclopédico de formulas y procesos? ¿La intima comunión con sus
ingredientes? ¿Una consumada destreza técnica? ¿Su creatividad y
sensibilidad de artista? ¿O quizás una mezcla de psicología de la vida,
carisma y don de gentes?

Por los mas de 200 años de historia de la coctelería, han desfilado grandes
bartenders europeos y norteamericanos que se han destacado por poseer
algunas de esas cualidades. Pichin era argentino y Pichin las tenia todas
consigo. Lo mismo podía sacarlas, una a una, de la manga como un
prestidigitador o, si la ocasión lo ameritaba, realizar un explosivo despliegue
de brillo y color, mas propio de un show de fuegos artificiales, que de las
limitaciones de un simple mortal... Todo ante tus ojos.
El Barman Galante tenia la extraordinaria capacidad para interpretar cientos
de clásicos en una sola noche y una increíble sutileza para engarzar los mas
diversos licores en autenticas joyas liquidas. Este muchacho simple que
nunca ostento de erudito tuvo en su poder los secretos de los grandes
maestros de todos los tiempos y se mantuvo siempre al día con la teoría y
practica del mas moderno arte de mezclar. Su capacidad creativa no solo lo
llevo a ser reconocido por los mejores de su tiempo, a ganar nada menos
que el Campeonato del Mundo en el ´54 y a ser el único argentino en
ingresar al Bartending Hall of Fame; sino que a través de sus creaciones nos
regalo una autentica Coctelería Argentina, reconocida por el mundo entero,
para gloria y herencia de toda la nación.
Pero sobre todo, Pichin ha sido siempre dueño de una sensibilidad
extraordinaria, una elegancia intemporal y una amabilidad inusitada, que
encanto y conforto tanto a los grandes personajes de la época, como al mas
humilde de sus clientes.
Su presencia y sus cócteles obraron siempre como un mágico Ábrete
Sésamo, que franqueaba el paso a un mundo en donde las conversaciones
son siempre mas interesantes y las preocupaciones del día a día
desaparecen. A ese mágico lugar donde los grandes planes cobran forma y
el brillante futuro parece estar al alcance de la mano, donde la amistad se
hace mas profunda y el mundo entero se transforma en un mejor lugar
donde vivir.

Es al genio y la figura de ese gran hombre a la que rendimos homenaje en


vida, a través de la invitación al redescubrimiento de su obra por todos los
argentinos. Es nuestra humilde manera de decirle, que la gran lección que
nos dejo no ha sido en vano, que seguimos sus pasos... de decirle: Gracias
por todo Maestro!

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