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5 – MITOS DE LA ARGÓLIDE,
PERSEO Y MEDUSA
De las tres Gorgonas sólo Medusa era mortal, por lo que
Perseo podía esperar apoderarse de su cabeza.
Las Gorgonas tenían colmillos de jabalí, manos de bronce y
alas de oro, con las que podían volar. Además su mirada
era tan poderosa que convertía en piedra a quien las
mirase.
Perseo se elevó en el aire con las sandalias aladas de
Hermes que le permitían volar y con el escudo pulido como
un espejo se protegió de la mirada. En otras versiones es la
diosa Atenea la que sujeta el escudo. Finalmente, le cortó
la cabeza a Medusa mientras dormía, surgiendo de su
cuello cercenado Pegaso.
Perseo guardó la cabeza de Medusa en un zurrón y
emprendió el regreso. Las otras dos Gorgonas le
persiguieron, pero el yelmo de Hades le hizo invisible.
En el Renacimiento, Benvenuto Cellini asimila la figura de
Cosme de Medicis a un Perseo salvador que exhibe
triunfante su trofeo sobre un pedestal. (pág. 145)
PERSEO Y ANDRÓMEDA
En su camino de regreso, Perseo pasó por Etiopía, donde
consiguió liberar a la bella Andrómeda que estaba
encadenada a una roca.
Andrómeda era hija de Cefeo, rey de Etiopía, y de
Casiopea. Su madre pretendía ser más bella que las
Nereidas. Por lo que éstas habían pedido a Posidón que
vengase su amor propio y el dios envió un monstruo marino
que asolaba las tierras de Cefeo.
Casiopea, al vanagloriarse de poseer una belleza superior
a las Nereidas, cometió pecado de exceso y fue convertida
en constelación. El ser humano debe ser moderado.
El oráculo predijo que Etiopía se vería libre si la hija de
Casiopea era expuesta como víctima expiatoria y la
doncella fue atada a la roca.
Perseo se enamoró de Andrómeda, mató al monstruo,
liberó a la joven y se casó con ella. Se marcharon de
Etiopía y tuvieron varios hijos. (pág. 146)
LOS PELÓPIDAS
Pélope, el habilísimo domador de caballos que dio nombre
al Peloponeso, se casó con Hipodamia y tuvo varios hijos
entre los que destacan Atreo y Tiestes, que rivalizaron por
ser reyes de Micenas.
Atreo dijo que debería ser rey quien tuviese un vellocino de
oro, ya que en su rebaño tenía uno y le había guardado en
un cofre.
Tiestes aceptó porque su amante era la esposa de su
hermano, y se lo había robado a su marido para
entregárselo.
Tiestes ganó, pero Zeus sugirió que si el sol invertía su
curso fuera rey Atreo y si no lo haría Tiestes.
Así Atreo llegó a ser rey y desterró a Tiestes. Cuando se
enteró que su esposa le había robado el vellocino y se lo
había entregado a su amante, llamó a Tiestes, con el
pretexto de reconciliarse con él y le sirvió en un banquete el
LOS ÁTRIDAS
Al morir Atreo, Tiestes volvió a ser rey y los Átridas,
Agamenón y Menelao, hijos de Atreo, fueron expulsados de
Micenas y se refugiaron en Esparta.
Al morir Tindáreo, rey de Esparta, padre de los Dióscuros,
de Helena y de Clitemnestra, Menelao, esposo de Helena,
ocupó el trono de Esparta.
Todos los príncipes griegos, su número varía según las
fuentes entre 29 y 99, quisieron casarse con Helena.
Tindáreo temió que al elegir a uno los demás quedasen
descontentos y hubiese una guerra.
Ulises aconsejó que todos los presentes juraran acatar la
decisión de Helena y acudir en su auxilio si estuviese en
peligro.
Ulises como recompensa recibió la mano de Penélope.