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TEOLOGÍA

S I S T E M ÁT I C A I

DOCTRINA DE
LA BIBLIA
LUNES MAGISTERIALES
PR. JAIME BURGOS
LA DOCTRINA DE LA PALABRA DE DIOS

• Las principales enseñanzas de la Biblia en cuanto a sí misma se


pueden clasificar en cuatro características (a veces llamadas
atributos):
1.- la autoridad de las Escrituras
2.- la claridad de las Escrituras
3.- la necesidad de las Escrituras y
4.- la suficiencia de las Escrituras.
LA AUTORIDAD DE LAS ESCRITURAS
• La autoridad de las Escrituras quiere decir que todas las palabras de la
Biblia son palabras de Dios de tal manera que no creer o desobedecer
alguna palabra de las Escrituras es no creer o desobedecer a Dios.

• En el Antiguo Testamento esto se ve frecuentemente en la frase


introductoria: «Así dice el Señor», que aparece cientos de veces. En el
mundo del Antiguo Testamento esta frase se habría reconocido como
idéntica en forma a la frase «Así dice el rey ... », que se usaba como
prefacio en los edictos de un rey a sus súbditos, edicto que no se podía
cuestionar o poner en tela de duda sino que simplemente había que
obedecer.
• Así que cuando los profetas dicen: «Así dice el Señor», están afirmando ser
mensajeros del Rey soberano de Israel, es decir, Dios mismo, y están afirmando que
sus palabras son absolutamente palabras autoritativas de Dios.

• Cuando el profeta hablaba en el nombre de Dios de esta manera, toda palabra que
decía tenía que ser de Dios, o sería un falso profeta (cf. Nm 22:38; Dt 18:18-20; Jer
1:9; 14:14; 23:16-22; 29:31-32; Ez 2:7; 13:1-16).

• Es más, se dice que Dios a menudo hablaba «a través» del profeta (1 R


14:18;16:12,34; 2 R 9:36; 14:25;Jer 37:2; Zac 7:7, 12). Por tanto, lo que el profeta
decía en el nombre de Dios, Dios lo decía (1 R 13:26 con v. 21; 1 R 21:19 con 2 R
9:25-26; Hag 1:12; cf. 1 S 15:3, 18).

• En estas y otras instancias en el Antiguo Testamento, a las palabras que los profetas
dijeron uno puede igualmente referirse como palabras que Dios mismo dijo. Así que no
creer o desobedecer algo que el profeta decía era no creer o desobedecer a Dios
mismo (Dt 18:19; 1 S 10:8; 13:13-14; 15:3, 19, 23; 1 R 20:35, 36).
• En el Nuevo Testamento varios pasajes indican que se pensaba que
todos los escritos del Antiguo Testamento eran palabras de Dios.

• 2 Timoteo 3:16 dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil


para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la
justicia.

• Aquí «Escritura» (grafé) se debe referir a las palabras escritas del


Antiguo Testamento, porque eso es a lo que la palabra grafé se refiere
en cada una de sus cincuenta y una ocasiones en que aparece en el
Nuevo Testamento. Es más, las «Sagradas Escrituras» del Antiguo
Testamento es a lo que Pablo acaba de referirse en el versículo 15.
• Pablo afirma aquí que todos los escritos del Antiguo Testamento
son teopneustós, «inspirados por Dios». Puesto que son escritos
de los que se dice que son «inspirados», esta inspiración se debe
entender como una metáfora de pronunciar las palabras de las
Escrituras. Este versículo, pues, indica en forma breve que es
evidente en muchos pasajes del Antiguo Testamento: se
consideran los escritos del Antiguo Testamento como palabras de
Dios en forma escrita. Para toda palabra del Antiguo Testamento,
Dios es el que la habló (y todavía habla), aunque Dios usó agentes
humanos para escribir estas palabras.
• Una indicación similar del carácter de todos los escritos del Antiguo Testamento como
palabras de Dios se halla en 2 Pedro 1:21. Hablando de las profecías de las Escrituras (v.
20), lo que quiere decir que las Escrituras del Antiguo Testamento a las cuales Pedro anima
a sus lectores a prestar atención cuidadosa (v.19), Pedro dice que ninguna de estas
profecías jamás «ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas
hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo».

• Muchos otros pasajes del Nuevo Testamento hablan de manera similar en cuanto a
secciones del Antiguo Testamento. En Mateo 1:22 se citan las palabras de Isaías 7:14
como: (<lo que el Señor había dicho por medio del profeta». En Mateo 4:4 Jesús le dice al
diablo: «"No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de
Dios"».

• En el contexto de las repetidas citas de Deuteronomio que Jesús utiliza para responder a
toda tentación, las palabras que proceden «de la boca de Dios» son las Escrituras del
Antiguo Testamento.
• En Hechos 1:16 se dice que las palabras de los salmos 69 y 109 son palabras que «por boca
de David, había predicho el Espíritu Santo». Así que se dice que las palabras de las
Escrituras son palabras del Espíritu Santo. En Hechos 2:16-17, al citar «lo que anunció el
profeta Joel> de Joel 2:28-32, Pedro inserta «dice Dios», atribuyendo de este modo a Dios las
palabras escritas porJoel, y afirmando que Dios está diciéndolas al presente.

• Aunque se usa cincuenta y una veces en el Nuevo Testamento, cada una de esas instancias
se refiere a escritos del Antiguo Testamento, no a ninguna otra palabra o escritos fuera del
canon de las Escrituras. Por tanto, todo lo que pertenecía a la categoría de «Escrituras» tenía
el carácter de ser «inspirado por Dios»; sus palabras eran palabras de Dios mismo.

• Pero en dos lugares del Nuevo Testamento vemos también que se llama «Escrituras» al
Nuevo Testamento a la par de los escritos del Antiguo Testamento.

• Como notamos en 2 Pedro 3:16 Pedro muestra no sólo tener conocimiento de la existencia de
Epístolas escritas por Pablo, sino también una clara disposición a clasificar «todas sus
epístolas [de Pablo» con «las otras Escrituras».
• Esta es una indicación de que muy temprano en la historia de la iglesia cristiana
se consideraban todas las Epístolas de Pablo como palabras de Dios escritas
en el mismo sentido que se consideraban los textos del Antiguo Testamento. En
forma similar, en 1 Timoteo 5: 18 Pablo cita las palabras de Jesús según se
halla en Lucas 10:7 y las llama «Escrituras».

• Estos dos pasajes tomados juntos indican que durante el tiempo en que se
estaban escribiendo los documentos del Nuevo Testamento se tenía conciencia
de que se estaban haciendo adiciones a esta categoría especial de escritos
llamados «Escrituras», que eran escritos que tenían el carácter de ser palabras
de Dios mismo. Así que una vez que establecemos que un escrito del Nuevo
Testamento pertenece a la categoría especial de «Escrituras», tenemos razón
para aplicar también 2 Timoteo 3: 16 a esos escritos, y decir que esos escritos
también tienen la característica que Pablo atribuye a «todas las Escrituras»: es
«inspirada por Dios», y todas sus palabras son palabras de Dios mismo.
• En algunos casos, los hay. En 1 Corintios 14:37 Pablo dice: «Si alguno se
cree profeta o espiritual, reconozca que esto que les escribo es mandato
del Señor». Pablo aquí ha instituido una serie de reglas para el culto en la
iglesia de Corinto y ha afirmado que son «mandatos del Señor», porque
la frase que se traduce «esto que les escribo» contiene un pronombre
griego plural relativo y se traduce más literalmente: «las cosas que les
escribo son mandatos del Señor».
• Una objeción en cuanto a ver las palabras de los escritores del Nuevo
Testamento como palabras de Dios se toma a veces de 1 Corintios 7:12,
en donde Pablo hace distinción entre sus palabras y las palabras del
Señor: «A los demás les digo yo (no es mandamiento del Señor) ... ». Sin
embargo, una interpretación apropiada de este pasaje se obtiene de los
versículos 25 y 40.

• En el versículo 25 Pablo dice que no tiene mandamiento del Señor


respecto a los solteros sino que está dando su propia opinión. Esto debe
querer indicar que él no tenía conocimiento de nada que Jesús hubiera
dicho sobre este tema y probablemente también que no había recibido
ninguna revelación subsecuente deJesús al respecto.
• Esto es diferente de la situación del versículo 10, en donde simplemente podría
repetir el contenido de la enseñanza terrenal de Jesús: «que la mujer no se separe
de su esposo». Por tanto, el versículo 12 debe querer decir que Pablo no tenía
ningún registro de ninguna enseñanza terrenal de Jesús sobre el tema del
creyente casado con una esposa que no era creyente.

• Por consiguiente, Pablo da sus propias instrucciones: «A los demás les digo yo (no
es mandamiento del Señor): Si algún hermano tiene una esposa que no es
creyente, y ella consiente en vivir con él, que no se divorcie de ella» (1 Ca 7:12).

• Es impresionante, por consiguiente, que Pablo puede seguir en los versículos 12-
15 a dar varias normas éticas específicas a los corintios. ¿Qué le dio el derecho de
hacer tales mandamientos morales? Él dice que habla «como quien por la
misericordia del Señor es digno de confianza» (1 Ca 7:25). Parece implicar aquí
que sus opiniones podían colocarse en el mismo nivel autoritativo de las palabras
de Jesús.
• Por tanto, 1 Corintios 7:12, «a los demás les digo yo (no es mandamiento
del Señor)>>, es una afirmación asombrosamente fuerte de la propia
autoridad de Pablo; si él no tenía ninguna palabra de Jesús que se aplicara
a alguna situación, usaba las propias, porque sus propias palabras ¡tenían
igual autoridad que las palabras de Jesús!

• Indicaciones de una noción similar respecto a los escritos del Nuevo


Testamentose hallan enJuan 14:26 y 16:13, en donde Jesús prometió que el
Espíritu Santo les haría recordar a los discípulos todo lo que él les había
dicho y les guiaría a toda la verdad. Esto indica una obra especial de
superintendencia del Espíritu Santo por la cual los discípulos podrían
recordar y anotar sin error todo lo que Jesús les había dicho.

• Indicaciones similares se hallan también en 2 Pedro 3:2; 1 Corintios 2: 13; 1


Tesalonicenses 4:15, y Apocalipsis 22:18-19.

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