Está en la página 1de 11

•TÉCNICAS DE

IMPROVISACIÓN
Reflexionar antes de contestar

• Parece obvio, pero no lo es tanto cuando estamos bajo la mirilla.


Cuando se nos pide comentar sobre algo, vale más darse unos
segundos para reflexionar brevemente sobre lo que vamos a decir y
luego decirlo. No hacer esto y contestar de forma precipitada hará
que, en gran parte de los casos, no contestemos tan bien como
quisiéramos (en otros meteremos la pata hasta lo más hondo).
Ciertamente, cuando somos los que hablamos, una pausa de tres
segundos puede parecer una eternidad. No obstante, ésta nos
permite, no sólo organizar nuestras ideas, sino también calmarnos y
proyectar una imagen ecuánime. Y además, para quien nos escucha,
tres segundos de silencio no son nada.
Parafrasear la pregunta

• Repetir la pregunta o cuestión sobre la que tenemos que hablar con


nuestras propias palabras tiene varias ventajas. Nos gana tiempo para
reflexionar sin la necesidad de prolongar el silencio más de la cuenta.
Nos ayuda a entender mejor el tema que debemos elaborar. Aclara
cualquier tipo de malentendido; si no hemos entendido bien, se
notará en la paráfrasis y quien haya planteado el asunto se verá
obligado a explicarse (lo que concede aún más tiempo para pensar).
Asociar una anécdota al tema en cuestión

• Ser capaces de encajar una historia de nuestra propia vida a aquello


sobre lo que nos vemos obligados a hablar de forma improvisada
cumple tres propósitos. Primero, nos ayuda a comenzar a hablar con
seguridad y soltura. Nadie puede hablar mejor que nosotros mismos
sobre nuestras propias historias y anécdotas. Segundo, la historia es el
medio más efectivo para transmitir un mensaje. Permite captar y
mantener la atención de quien escucha, y facilita la comprensión del
mensaje. Tercero, a medida que narramos la historia, el mero hecho
de hacerlo nos ayuda a que surjan otras ideas susceptibles de encajar
con el tema central, permitiéndonos elaborar mejor nuestra respuesta
improvisada.
Pensar en una estructura de discurso

• Por ello, ser capaces de plantear una estructura a la intervención


improvisada (con introducción, cuerpo y conclusión) hará que nuestra
intervención sea altamente efectiva (e incluso memorable). Mientras
reflexionamos sobre lo que vamos a contestar, sacarnos tres palabras
clave de debajo de la manga que estén relacionadas con lo que nos
preguntan hará que podamos dar estructura a nuestra respuesta sin
irnos por las ramas. Iniciamos con una breve anécdota, desarrollamos
las tres palabras como cuerpo de nuestra repuesta, finalizamos con
un resumen de estas tres, y voilà, un mini discurso.
Segmentación

• La segmentación es una técnica de expresión oral que consiste en


dividir cualquier tema en dos partes, generalmente opuestas.
• Las opciones de segmentación son extensas y a medida que las
practiques cada vez se te ocurrirán más.
Positivo vs negativo

• Una variante de la segmentación es la valoración de los puntos


positivos o negativos del tema a tratar. Es útil para ayudar a tomar
decisiones pues lo que haces es un viaje rápido sobre las
consecuencias, las ventajas o sus opuestos. Eso te permite ir
formándote una idea mientras preparas la conclusión en la que darás
tu opinión.
•EJERCICIOS
•Paco guarda las pocas copas que poco a poco Pepe sacó.

•¡Qué triste estás, Tristán, tras tan tétrica trama teatral!

•Cómo quieres que te quiera, si el que quiero que no me quiera, no me quiere como
quiero que me quiera.

•Un podador podaba la parra y otro podador que por allí pasaba le preguntó: Podador
que podas la parra. ¿Qué parra podas? ¿Podas mi parra o tu parra podas? Ni podo tu
parra, ni mi parra podo, que podo la parra de mi tío Bartolo
• Jabón y jarrón
• Alegría y armonía
• Cara y caja
• Murió y vivió
• Ratón y jamón

También podría gustarte