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TERNURA
PARA TODOS
APRENDER A ESCUCHAR
OBJETIVO
¿Cual es la diferencia
entre OIR y ESCUCHAR?
• En este módulo se adquieren capacidades que nos ayudan a
acoger, capacidades para aprender a recibir, cuidar, atender y
oír. Recordemos que acoger es mantener toda nuestra
atención para saber cómo cuidar y proteger a otros cuando lo
requieran.
• Para desarrollar estas capacidades ponemos el énfasis en
escuchar y decir, porque al aprender a escuchar y a conversar
construimos una base sólida y firme para que los demás se
sientan cuidados, atendidos, respetados y aceptados. Y como
también lo indicamos ya, esto les ayuda a que cultiven mucha
confianza en sí mismos, practiquen la aceptación mutua con
los demás y se fortalezcan para lograr sus buenos propósitos
en la vida.
¿Sabemos Escuchar?
• En general aunque la respuesta pueda ser sí, la realidad es que saber escuchar
implica que la persona a la que escuchamos es legítima ante nosotros,( No la
podemos comparar con nadie) una persona legítima es alguien a quien no le
falta nada y quien tiene todo lo necesario para ser respetada como tal.
• Cuando nos referimos a otros/as, la legitimidad de ellos/as, es siempre un
problema ya que nuestra experiencia ha sido más bien observar sus carencias.
Es difícil verlo/la como alguien pleno y competente. Por esta razón, tendemos
a escuchar a medias lo que dicen o quieren decir. Pero es necesario verles
como personas íntegras y que merecen todo nuestro respeto y aceptación. Es
así como se afirma su legitimidad ante nosotros.
• Si a los papás y mamás o a cualquier persona cuidadora se les debe
aceptar respetuosamente, siempre lo opuesto es también cierto: a los
hijos e hijas se les debe aceptar con respeto y ternura. ? Tanto papás
y mamás como hijos e hijas están en constante aprendizaje. Si uno
no aprende de sus errores o sus aciertos no tiene posibilidad de
mejorar la forma de hacer las cosas, de modo que las personas
adultas estamos más en la obligación ética de aprender.
La obediencia implica realizar acciones que vienen de una autoridad
superior y por lo tanto son incuestionables. Pero no siempre sabe uno
qué hacer o cómo y por lo tanto se trata de aprender como obedecer,
sobre todo en este mundo actual de constantes cambios.
• El tema del castigo físico y el trato humillante es represivo, implica, como en el
sistema judicial, el pago de una deuda o de un delito. Más bien, en el cauce que
hemos seguido aquí, se trata de aprender y por lo tanto de procesos formativos y
educativos en donde participamos ambos: hijas, hijos, mamás, papás o cualquier otra
persona cuidadora.
• El concepto de castigo violento o represivo debe quedar fuera de estas acciones
formativas. Podríamos pensar en cómo expresar interacciones en la aceptación
amorosa y respetuosa cuando las niñas, niños y adolescentes actúan de un modo que
no corresponde con ese respeto y aceptación y ponen en peligro su propio desarrollo.
Ante este hecho, es necesario establecer también que la aceptación mutua en ternura
y respeto, implica, tanto para ellos como para nosotros, que podemos actuar de un
modo unilateral en situaciones que pueden resultar en peligro para sus vidas o
desarrollo. Por esta razón se requiere de procesos más intensos de aprendizaje.
• Solo pensemos, si papá o mamá no están cumpliendo el algún aspecto
básico en la crianza de sus hijos o hijas, ¿cómo se soluciona el problema?
Sería la solución que la mamá le dé una buena castigada con la faja al
papá o el papá a la mamá o los hijos e hijas a ambos. Una mejor solución
sería conversar y escuchar para comprender qué es lo que pasa, qué
factores provocan que papá o mamá no estén cumpliendo con lo que se
espera y luego, juntos buscar una solución.
• Podría decirse que esto es un sueño que no se puede aplicar a la realidad,
pero si así fuera, estaríamos irremisiblemente dependientes de la
violencia para solucionar los problemas entre las personas y las
sociedades.
• Si aprendemos, sí es posible escuchar y conversar con nuestros niños,
niñas y adolescentes para que ellos y ellas se sientan acogidos, aceptados,
comprendidos.
Desarrollo Metodológico
• Para escuchar necesitamos, escuchar con todo el 6 Pasos importantes para
cuerpo, con todos nuestros sentidos. La escucha una escucha activa.
activa compromete a estar presentes, en el aquí y
en el ahora, en conexión y sintonía con sus vidas • Chequearse
y necesidades. Cuando escuchamos desde la • Prepararse
sintonía con el otro nos permitimos el encuentro,
el abrazo, la acogida y la protección. • Ambientarse
• Sin embargo, en muchas ocasiones la rutina y la • Usar el cuerpo
prisa nos desconectan de nuestra escucha y con
ello de nuestra capacidad de acoger a otros. Pero • Respetar
entonces ¿cómo sintonizarnos con la escucha • Comprender
activa de nuestros niños, niñas y adolescentes?
CHEQUEARSE