Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
de los nutrientes
La comparación del valor nutritivo de los alimentos con las necesidades de los animales se hace
individualmente para las distintas variables que los caracterizan. El valor nutritivo de los alimentos se estudia
a través del análisis bromatológico, y las necesidades nutritivas de los animales a través de fórmulas o tablas
elaboradas empíricamente para los distintos tipos de ganado y sus diferentes producciones.
Hidratos de Carbono.- Su digestibilidad es generalmente muy alta. La de los HC más simples suele ser
próxima al 100%, pero la de los más complejos, como la celulosa, es casi nula para carnívoros y omnívoros y
relativamente baja para los rumiantes, oscilando normalmente entre el 38% en forrajes maduros, ya florecidos
y ricos en celulosa y hemicelulosa, y el 69% para los más tiernos y menos lignificados.
Grasas.- Su digestibilidad es aceptable si se presentan en cantidades pequeñas y en forma muy dividida. La
digestibilidad de las grasas varía lógicamente con el tipo de ganado que las consuma y, en general, es
relativamente aceptable en el vacuno y porcino y menor en otras especies ganaderas. Se admite que la
cantidad de grasa de un alimento debe guardar una cierta relación con la de proteínas, y se recomienda que
dicha relación oscile entre 0,5 y 0,33.
Materia Seca
Los animales, para el correcto funcionamiento de su aparato digestivo, necesitan ingerir, como mínimo, una
cierta cantidad de alimento. En los rumiantes, por su especialización y diversificación, esa cantidad es
particularmente alta. Sin embargo, debido al volumen limitado del aparato digestivo y a la también limitada
velocidad de tránsito de los alimentos a través del mismo, tienen, por otra parte, una capacidad máxima de
ingestión diaria. Para comparar ambas con las características de los alimentos se utiliza como variable el
peso, que, para evitar imprecisiones, se expresa en forma de materia seca (M.S.).
La capacidad de ingestión de un animal depende, como es lógico, tanto de las características del alimento
(sobre todo, contenido en energía) como de la situación fisiológica del animal; por ejemplo, necesidades
energéticas, gestación (tamaño del feto) o lactación. La capacidad de ingestión se determinan, para cada
alimento, ofreciéndoselo al animal para que lo consuma “ad libitum”.
Metabolismo
La fuente de energía contenida en los componentes de alimentos para los animales son carbohidratos,
proteínas y grasas. Estas sustancias se utilizan para el crecimiento y la producción pecuaria a través de
complejos cambios químicos en el cuerpo. Esta serie de síntesis y reacciones químicas se llama metabolismo.
En el caso de rumiantes, el metabolismo se lleva a cabo en un 90% en el rumen, produciendo ácidos grasos
volátiles como acético, propiónico y butírico. El 10% restante se metaboliza en el intestino delgado por
acción directa de la lipasa y bilis.
Energía
La energía química contenida en los alimentos es la principal fuente de energía de que disponen los animales para
mantener su temperatura corporal, realizar sus funciones vitales y producir. La energía que proporciona un alimento
depende de su contenido en principios nutritivos totales: las proteínas y los hidratos de carbono contribuyen de forma
parecida con respecto a su peso, pero las grasas producen 2,25 veces más energía que los hidratos de carbono a igualdad
de peso; ocupan menos y por eso constituyen la forma más económica de almacenamiento de la energía en el cuerpo y
la más utilizada por los seres vivos para tal fin. La energía almacenada en forma de grasa se empieza a utilizar cuando
escasea la procedente de otras fuentes (por ejemplo la del glucógeno de los músculos); por eso, la grasa almacenada
alrededor de los riñones (grasa perirrenal) es uno de los mejores estimadores de la condición corporal de los animales.
El valor energético de un alimento depende también del animal que lo consume. Así, por ejemplo, los
rumiantes pueden extraer energía de la celulosa mientras que los monogástricos no pueden hacerlo.
Metabolismo de las energías
¿Cuál es la energía para mover el músculo animal?
La sustancia se llama ATP (Trifosfato de Adenosina) y es la encargada de crear la energía, la cual además de
ser muy eficiente, después de crear la energía, se convierte en ADP (Difosfato de Adenosina) y produce
agua.
El ATP producido se utiliza para el crecimiento del ganado, la proliferación celular, la absorción y la
concentración intracelular y la contracción muscular, pero la mayor parte de la energía se pierde como
energía térmica. Una serie de procesos para consumir la energía por la producción del ATP convirtiendo
nutrientes, se llama metabolismo energético.
Varias energías (NDT: nutrientes digestibles totales, energía neta y energía metabolizable)
La energía de alimentación que digiere y absorbe el ganado, produce diversas pérdidas antes de ser utilizada
como fuente para el crecimiento y la producción de leche y carne; por lo tanto, la energía neta es menor que la
energía ingerida.
El porcentaje del uso de la energía neta en comparación con la energía ingerida varía por la cantidad y el
balance nutricional del consumo de alimento y también los cambios del ambiente de crianza del ganado.
Energía bruta: Es la energía que se incluye en los alimentos digeridos.
Energía digestible: Es la energía que el ganado puede digerir en los alimentos; y las porciones que no
pueden ser digeridas, se excretan por medio de las heces.
Energía metabolizable: Es aquella energía total contenida en los gases y la orina que se produce en su
cuerpo dentro de la energía digestible.
Energía neta: Es la energía metabolizable, se puede dividir en energía térmica generada en ese momento y
la energía neta utilizada directamente al ganado. La energía neta se utiliza para la producción y el
mantenimiento del cuerpo. Con el fin de calcular el alimento del ganado, son más utilizados los NDT
(nutrientes digestibles totales), la energía digestible y la energía metabolizable de las cuales existe una
amplia investigación.
SUBPRODUCTOS DE LA AGROINDUSTRIA EN LA ALIMENTACIÓN DE RUMIANTES
En los últimos años se han aumentado los esfuerzos destinados al estudio de las características nutricionales
de los subproductos de la agroindustria, ya sea para la producción de carne o leche. El propósito es tratar de
disminuir la utilización de granos que podrían ser destinados a consumo humano, teniendo en cuenta que
aproximadamente la tercera parte de los cereales producidos en el mundo son consumidos por animales
domésticos.
Los subproductos de la agroindustria presentan una amplia gama de calidad. A modo de ejemplo, se puede citar
como de muy baja calidad a las cáscaras de semilla de girasol y la cáscara de arroz. En estos subproductos se
conjuga una baja disponibilidad energética y un muy bajo contenido de proteínas, por lo que han sido
habitualmente utilizados como sustrato para la cama de pollos barrilleros. Como subproductos de mejor calidad
se tienen los afrechillos en general, ya sea de trigo, maíz o arroz, que tienen aceptable concentración energética
y contenido de proteínas. Otros, como las pulpas de citrus o las harinas de plumas, tienen alta disponibilidad
energía o proteínas, respectivamente.
La utilización de un subproducto determinado va a depender de:
a) La disponibilidad y composición del alimento base.
b) La categoría (edad, nivel de producción, etc.) de los animales a racionar.
c) El precio y disponibilidad del subproducto.
d) Características del alimento, en cuanto a facilidad de almacenamiento y formas de suministro.
e) La composición del subproducto a utilizar (concentración energética, proteínas, fibra, etc.).
f) La calidad de los componentes (sitio de digestión de la energía, aportes de proteínas by-pass, cantidad de
fibra efectiva, etc.).
La posibilidad de que el subproducto cambie alguna de las características de otro alimento poco apetecible.
Subproducto Proteína Materia Seca Digestibilidad FDN
Urea = 46 de Nitrógeno.
La urea se mezcla con melaza y se le va dando 20g cada día hasta llegar a los 100g esto para acostumbrarlo
y ya acostumbrado de le da diario, dar a animales mayores de 6 meses, para mezclar con encilajes le
proporción es de 2 kg de urea por tonelada de forraje verde es de cuidado el manejo de urea en la
alimentación del bovino.
Peso:680 kg
740 kg
60 KILOS
Situaciones en las que puede ocurrir una intoxicación
El ganado afectado muestra los primeros síntomas de intoxicación entre 20 y 60 minutos después de ingerir una dosis
tóxica, mostrando:
Salivación espumosa excesiva,
Rechinamiento de los dientes
Movimientos masticatorios.
Poliuria (orinan frecuentemente).
Dificultad para respirar.
Altera la coordinación motora.
Temblores musculares,
Timpanismo (acumulación de gases en el rumen)
Convulsiones,
Mugidos (hacen sonidos con sus bocas).
Tratamiento
El tratamiento consta en dar 3-5 litros de vinagre o ácido acético 5% (2-8 L en bovinos, 0.5-2 L en
rumiantes menores) por boca. En ocasiones será preciso un tratamiento más profundo de lavaje ruminal y
sostén de la hidratación, el cual deberá ser realizado por un profesional en medicina veterinaria.
Uso de la Melaza de caña
La melaza se emplea desde hace mucho tiempo en la alimentación del vacuno a través de su incorporación
en los piensos compuestos y más recientemente como ingrediente en fábricas que comercializan
mezclas unifeed con y sin forraje.
Más que por motivos nutricionales, la melaza se ha empleado para mejorar la apetencia de las mezclas,
reducir el polvo y evitar la selección por parte de las vacas, ya que evita que separen el forraje del
concentrado en mezclas completas.
Y es que la melaza es un alimento muy rico en azúcar, una fuente de energía encuadrada en el mismo grupo
que el almidón (carbohidratos no fibrosos = CNF) pero de distinta fermentación. C. Sniffen (2013) afirma
que el azúcar (la melaza) ha cambiado su posición como producto usado básicamente por su palatabilidad
para convertirse en un nutriente esencial para el mantenimiento y la eficiencia del rumen, lo cual ayudará a
los ganaderos a mejorar su rentabilidad.
Los azúcares que se encuentran contenidos en la Melaza son de gran
importancia desde el punto de vista de aporte para el ganado bovino, por
su alto nivel energético capaz de cubrir sus necesidades y a un costo
económicamente muy atractivo.