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El Arte de Narrar TP N°2
El Arte de Narrar TP N°2
El arte de narrar
Integrantes:
Gonzalez, María Florencia
Valdivieso, Rocío Carolina
Tomamos el aporte del semiólogo Umberto
Eco para construir interpretaciones sobre dos
producciones artísticas.
Pilares de tierra
Enciclopedia
Pilares construidos a base de tierra húmeda, dentro de moldes de cartón,
respetando un orden lineal.
Pieza compuesta por siete pilares de tierra húmeda ubicados en hilera en
frente de una pared, y diez plomadas clavadas en esa pared a una altura
mayor que la de los pilares, y sus respectivos hilos colgando.
A medida que transcurría el tiempo los pilares fueron cayéndose.
La artista, en otros momentos de su producción, trabajó remitiéndose a
los orígenes de las disciplinas dibujo y pintura, pero, a la vez que
expandiendo su concepto, quedándose con elementos esenciales de esos
lenguajes (el carbón, en el caso de la pintura).
También trabajó y trabaja con la idea de paisaje.
Frame
• Castillos de arena
• Estelas funerarias
• Jardín
• Paisaje
• Dialogo natural-artificial
• Escultura
• Territorio
Isotopías
• Tierra húmeda
• Tierra seca
• Plomada
• Prisma
• Estructura
• Barro
• Terrón
• Construcción
• Riesgo
Topic
• Instalación efímera.
• Lo inestable.
• El riesgo de la ruptura y consecuente caída. Lo
trágico de esa ruptura.
• La escultura expandida.
• La construcción de una estructura que
recuerda al hogar.
Fabula
Pensamos en dos lecturas posibles sobre esta pieza, orientadas en
sentidos un poco diferentes. Una de ellas tiene que ver con el diálogo que
se establece entre esta instalación y la noción que tenemos de escultura
entendida tradicionalmente. Las dos condiciones que hacen posible la
existencia de una pieza escultórica son el equilibrio y el volumen, ambos
presentes en la pieza hasta que la tierra que constituye los pilares
comienza a secarse y éstos se desmoronan, porque su estructura
inestable (quizás inexistente o muy débil) no es capaz de mantener a ese
volumen de tierra aglutinado y en situación de equilibrio. Además,
dialoga con el origen de la escultura, pero quedándose con el estado más
primitivo de desarrollo de la misma. No intenta ser la copia fiel de una
persona u objeto de la realidad; y no utiliza materiales nobles, como
podrían ser el mármol o el bronce, por lo que la pieza está quizás
condenada a dejar de existir de un momento a otro.
La otra lectura está vinculada a la poética de la obra. La artista construye
una pieza que se sostiene en la relación entre el material y el tiempo; es
decir que sabe que la duración de la misma es acotada: construye y deja
que las características atmosféricas del lugar actúen sobre la pieza. Por
esta razón, es una instalación en constante cambio, y por lo tanto, en
constante riesgo de que ese cambio sea fatal. Están presentes la
inestabilidad y lo efímero propios de una construcción de tierra húmeda
sin una estructura portante. Estas dos condiciones nos indican que la
pieza como tal o como fue concebida originalmente va a dejar de existir,
va a desaparecer. Y su extinción va a ser lenta y progresiva. O quizás
rápida. Pero ciertamente imposible de controlar. Hay por ello también,
algo de azar. Y un clima de tragedia.
También pensamos que la obra propone un diálogo entre la lo natural de
la tierra y la artificialidad a la que remiten las plomadas, que se usan en la
construcción de edificaciones. A su vez esta última lectura nos permite
hablar de un vínculo entre la arquitectura (por la presencia de la plomada
y por la situación de estructura, de construcción) y la tierra, que bien
puede ser la tierra que uno habita, y por extensión, la idea de casa, de
hogar.