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ESPECIALES
JORGE MARDONES
EL JUICIO
EJECUTIVO
DE MAYOR
CUANTÍA
GENERALIDADES
• El juicio ejecutivo de mayor cuantía, es un juicio especial, pero de aplicación general, salvo las
excepciones legales, por ejemplo, el juicio ejecutivo de mínima cuantía y los juicios
hipotecarios de la ley de bancos. En este sentido, hay que señalar que no existe un juicio
ejecutivo de menor cuantía, de manera que a los asuntos cuya cuantía varía entre diez y
quinientas UTM se les aplican las normas del juicio ejecutivo de mayor cuantía.
• La razón de ser del juicio ejecutivo es que obtener el cumplimiento forzado de una obligación
que prima facie, tiene el carácter de indubitada.
• En consecuencia, la génesis misma del juicio ejecutivo indudablemente se vincula con los
principios de la prueba, porque en el fondo el título ejecutivo produce en el tribunal aquel grado
de convicción necesaria, en torno a la existencia de la obligación, su monto y su exigibilidad.
CARACTERÍSTICAS DEL JUICIO
EJECUTIVO
a) El procedimiento ejecutivo es rápido y concentrado. Si se compara la estructura del juicio ordinario de mayor cuantía
con el procedimiento ejecutivo, se nota que en éste se han simplificado trámites y se han acortado plazos, lo que se
traduce en una mayor rapidez.
b) Iniciado que sea el juicio ejecutivo se decreta, necesariamente y desde luego, respecto del deudor una medida
especifica, que es una medida de carácter cautelar y que se denomina el embargo. Esta medida cautelar es plenamente
aplicable en el juicio ejecutivo por obligación de dar, pero no respecto de los juicios ejecutivos por obligación de hacer o
de no hacer.
El embargo como medida cautelar que es, tiene por objeto asegurar el resultado de la acción ejecutiva, para que cuando
se ordene el pago de la obligación haya bienes suficientes para responder.
A diferencia de las demás medidas cautelares, que son de concesión eventual, el embargo es necesario y obligatorio,
pues el mandamiento de ejecución y embargo tiene como mención esencial la orden de embargar bienes suficientes si el
deudor no paga al momento del requerimiento.
El embargo no importa gravamen ni pérdida del dominio respecto del bien, tampoco es causal de preferencia, como
ocurre con el derecho legal de retención, pero el deudor sí pierde su administración, la que es entregada a un depositario.
CARACTERÍSTICAS DEL JUICIO
EJECUTIVO
c) Como tercera característica es menester señalar que el ejecutado tiene posibilidades de defensa particularmente
restringidas. El motivo que tuvo en vista el legislador para establecer estas restricciones radica en que el título
ejecutivo representa una obligación que el deudor no ha cumplido.
Son manifestaciones de esta particularidad las siguientes:
i) El contradictorio paritario se quiebra en beneficio del acreedor, así en el período de discusión los escritos que
puede presentar son la demanda ejecutiva y el escrito donde evacúa el traslado de las excepciones del ejecutado, éste
por su parte, sólo puede presentar uno, el escrito de excepciones.
ii) En el escrito de excepciones, el deudor debe oponerlas todas conjuntamente y señalar los medios de prueba de que
piensa valerse.
iii) Si el deudor no opone excepciones, se omite la sentencia definitiva y el mandamiento de ejecución y embargo
hace las veces de sentencia definitiva, para el efecto de la realización de los bienes embargados.
iv) Las resoluciones dictadas contra el ejecutado son apelables en el solo efecto devolutivo.
ESTRUCTURA DEL JUICIO EJECUTIVO
La estructura del juicio ejecutivo es muy distinta a la del juicio ordinario de mayor cuantía, y en general es muy
distinta a la tramitación de los procedimientos declarativos.
El juicio ejecutivo, necesariamente, debe tramitarse en dos cuadernos, llamados principal o ejecutivo y de apremio;
eventualmente pueden surgir otros cuadernos, como los de tercerías.
En el cuaderno principal, se produce –eventualmente- la discusión sobre la existencia, monto y exigibilidad de la
obligación si es que el ejecutado opone excepciones.
Normalmente se inicia con la demanda ejecutiva, salvo que se inicie con una gestión preparatoria de la vía ejecutiva,
y terminará su tramitación con la sentencia definitiva.
ESTRUCTURA DEL JUICIO EJECUTIVO
La foja uno del cuaderno de apremio es el mandamiento de ejecución y embargo, tratándose de una obligación de
dar; tratándose de una obligación de hacer o no hacer, el mandamiento tiene características propias. Requerido de
pago el ejecutado, si no paga en el acto, continúa con el embargo de bienes, embargo que puede dar lugar a diversos
incidentes: ampliación, sustitución, exclusión, etc., como asimismo, en este cuaderno se tramitará todo aquello que
tenga que ver con la administración de los bienes embargados, su posterior realización y pago al acreedor.
También pueden surgir otros cuadernos, como los de tercerías. En el juicio ejecutivo se reglamentan cuatro: dominio,
posesión, pago y prelación. Las tercerías tienen reglas procedimentales especiales, se tramitan todas ellas en cuaderno
separado.
Además, de los cuadernos anteriores pueden surgir otros, pues en el juicio ejecutivo de mayor cuantía tienen cabida
los incidentes ya analizados, y si éstos no son de previo y especial pronunciamiento se tramitarán en cuaderno
separado.
NORMAS APLICABLES AL JUICIO
EJECUTIVO
El juicio ejecutivo de mayor cuantía se encuentra reglamentado en el Libro III del Código de Procedimiento Civil,
específicamente, en el Título I se regula el juicio ejecutivo en las obligaciones de dar; y en el Título II el
procedimiento ejecutivo en las obligaciones de hacer y no hacer.
Además, al juicio ejecutivo le son aplicables las normas contenidas en el Libro I del Código de Procedimiento Civil,
es decir, las disposiciones comunes a todo procedimiento. Dentro del Libro I el artículo 3° se remite al juicio
ordinario de mayor cuantía, en el sentido que éste es supletorio en cuanto procedimiento y en cuanto a los trámites
regulados en él, por ejemplo, los medios de prueba.
b) Que la obligación que se persiga sea líquida. El legislador ha señalado expresamente cuando se entiende que una
obligación es líquida, y es tal aquella que se encuentra determinada su naturaleza y monto, por ejemplo, la cantidad de
dinero debida.
También se entiende que una obligación es líquida cuando es liquidable, en virtud de simples operaciones aritméticas
con el solo mérito de los datos que proporciona el título.
c) Que la acción ejecutiva no se encuentre prescrita. En cuanto a los plazos de prescripción el legislador en el
artículo 2515 del Código Civil distingue claramente entre acción ordinaria y acción ejecutiva, fijando plazos distintos
para cada una.
Si la acción ejecutiva se encuentra prescrita, debe ser declarada de oficio por el tribunal, negándose a despachar el
mandamiento de ejecución de embargo.
PRESUPUESTOS
d) Que la obligación sea actualmente exigible. Significa que no esté diferido su cumplimiento en virtud de una
modalidad (condición o plazo). Así, si hay una condición que difiere el cumplimiento de una obligación o hay un
plazo pendiente, la obligación no será actualmente exigible, salvo naturalmente que se alegue el cumplimiento de la
condición o haber esta fallado o, en ciertas y determinadas ocasiones, la caducidad del plazo.
1. EXISTENCIA DE UN TÍTULO
EJECUTIVO
El título ejecutivo es un instrumento o una actuación a la cual la ley le otorga prima facie el mérito de acreditar
indubitablemente la existencia de una obligación.
Como ya se señaló en los párrafos procedentes la única fuente del título ejecutivo es la ley, además, que puede ser un
instrumento o una actuación.
Puede surgir la interrogante si frente a un título ejecutivo el acreedor puede renunciar a la vía ejecutiva, y en
consecuencia, discutir la cuestión en un procedimiento de lato conocimiento.
Este es un tema altamente discutible y opinable. Se puede pensar que es lícita esta renuncia, en primer lugar porque
no está expresamente prohibido; pero además, en el juicio ejecutivo existe una institución que se denomina reserva de
acciones, y que precisamente consiste, bajo ciertos supuestos, en el abandono de la vía ejecutiva para reservarse
recurrir a la vía ordinaria, entonces si esto es posible ya iniciado el procedimiento, con mayor razón lo es
anteladamente.
CLASIFICACIÓN DE LOS TÍTULOS
EJECUTIVOS
La principal clasificación distingue entre títulos perfectos o completos versus títulos imperfectos o incompletos.
Título ejecutivo perfecto o completo, es aquel que se basta a sí mismo para iniciar la ejecución, no requiriendo
ninguna tramitación o actuación adicional, por ejemplo, la copia autorizada de una escritura pública o una sentencia
firme o ejecutoriada.
Título ejecutivo imperfecto o incompleto, es aquel que requiere de una tramitación o actuación previa para adquirir
precisamente el carácter de título ejecutivo perfecto, por ejemplo, un documento privado en el cual consta una
obligación.
Esta tramitación o actuación no necesariamente es de carácter jurisdiccional, sí lo es en el caso de la citación a
confesar deuda o a reconocer firma, pero no en el caso del protesto personal que realiza el notario.
Cuando se trata de un título ejecutivo imperfecto y se requiere de una tramitación jurisdiccional, se recurre a las
llamadas gestiones preparatorias de la vía ejecutiva, que es una gestión jurisdiccional, contenciosa, destinada a
completar o crear un título ejecutivo. El tribunal que conoce de la gestión, si ésta prospera, es también el tribunal
competente para conocer de la demanda ejecutiva, así el cuaderno principal nace con la gestión preparatoria y se
continúa, después de la gestión preparatoria, con la acción ejecutiva propiamente tal.
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
Los títulos ejecutivos de que trata el Código de Procedimiento Civil se encuentran enumerados taxativamente, salvo
una referencia de carácter genérico en el numeral siete.
El juicio ejecutivo tiene lugar en las obligaciones de dar cuando para reclamar su cumplimiento se hace valer alguno
de los siguientes títulos:
Este inciso 1°, de alguna manera subraya el carácter de taxativo de los títulos ejecutivos: alguno de los siguientes
títulos.
3º Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de fe o por dos testigos
de actuación;
En este caso estamos frente a obligaciones que emanan de un acto autocompositivo de las partes, sea espontáneo o
provocado –conciliación-.
El acta de conciliación no presenta problemas porque, precisamente al final de la diligencia, se levanta acta de lo
obrado la que es firmada por el juez, las partes y autorizada por el secretario del tribunal.
El avenimiento propiamente tal o espontáneo, es el acuerdo a que llegan las partes dentro del juicio, pero sin
intervención del tribunal. Este acuerdo debe ser otorgado ante tribunal competente.
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
3º Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de fe o por dos testigos
de actuación;
Se ha discutido qué se entiende por tribunal competente, al efecto hay dos interpretaciones:
a) Interpretación restringida, señala que tribunal competente es aquel que conoce
del juicio en que se aviene y, además, sólo respecto de las materias avenidas;
b) Interpretación amplia, para esta corriente es competente el tribunal que está conociendo de un asunto y cualquiera
que sea la materia del avenimiento, en la medida que esa materia esté dentro de su ámbito de conocimiento.
Además, el acta de avenimiento debe estar autorizada por un ministro de fe, que será lo normal de acuerdo al artículo
61 del Código de Procedimiento Civil; o bien, por dos testigos de actuación, esta situación se da ante los tribunales
arbitrales, y específicamente, ante el árbitro arbitrador que no tiene un ministro de fe adjunto.
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
4º Instrumento privado, reconocido judicialmente o mandado tener por reconocido. Sin embargo, no será
necesario este reconocimiento respecto del aceptante de una letra de cambio o suscriptor de un pagaré que no hayan
puesto tacha de falsedad a su firma al tiempo de protestarse el documento por falta de pago, siempre que el protesto
haya sido personal, ni respecto de cualquiera de los obligados al pago de una letra de cambio, pagaré o cheque,
cuando, puesto el protesto en su conocimiento por notificación judicial, no alegue tampoco en ese mismo acto o
dentro de tercero día tacha de falsedad.
Tendrá mérito ejecutivo, sin necesidad de reconocimiento previo, la letra de cambio, pagaré o cheque, respecto del
obligado cuya firma aparezca autorizada por un notario o por el oficial del Registro Civil en las comunas donde no
tenga su asiento un notario;
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
5° Confesión judicial.
Debiera agregarse al enunciado “de una obligación”, confesión judicial de una obligación, pues el deudor confiesa deber
una prestación al acreedor, es decir, la confesión es específica, a diferencia de la confesión espontánea o provocada en
juicio, que es un medio de prueba, donde la parte reconoce un hecho que produce consecuencias en su contra.
Este numeral se refiere a la gestión preparatoria de la vía ejecutiva llamada “citación a confesar deuda”.
En esta gestión el deudor carece de título, por lo tanto, su finalidad es crear uno, por lo que se pide al tribunal que el
pretendido deudor sea llamado a la presencia judicial, y ante el juez reconozca la existencia de la obligación; al efecto se
fija día y hora, y se le notifica en la forma personal o sustitutiva de la personal.
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
5° Confesión judicial.
Las posibles conductas del citado son:
a) No concurrir: en este caso se da por confesada la deuda y preparada la vía ejecutiva, dictando el tribunal la respectiva
resolución.
b) Comparece y confiesa la deuda: se tiene por preparada la vía ejecutiva, no requiriéndose resolución judicial.
c) Comparece y da respuestas evasivas: también en este caso se tiene por confesada la deuda y preparada la vía
ejecutiva, dictando el tribunal la respectiva resolución.
d) Comparecer y niega la deuda: la gestión preparatoria fracasa, quedando al pretendido acreedor la vía del juicio
declarativo que corresponda.
e) Comparece, reconoce la deuda, pero alega circunstancias que la modifican: la fuente del título ejecutivo es el
reconocimiento puro y simple, si éste es complejo o calificado, no es divisible y, por tanto, fracasa la gestión
preparatoria.
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
5° Confesión judicial.
Se ha planteado si es posible la comparecencia escrita por el citado; la cuestión es dudosa, pero si se aceptase habría que
exigir que se hiciese bajo juramento, y en este caso no podría haber mendacidad.
A diferencia del reconocimiento de firma puesta en instrumento privado, no hay inconveniente en citar a confesar deuda
al representante legal, al mandatario, al curador, ya que ésta no es una actuación personalísima.
También es perfectamente posible citar a una persona a reconocer firma y confesar deuda conjuntamente, en este caso
reconocida la firma, quedará preparada la ejecución, aunque se niegue la deuda (artículo 436).
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
6° Cualesquiera títulos al portador, o nominativos, legítimamente emitidos, que representen obligaciones
vencidas, y los cupones también vencidos de dichos títulos, siempre que los cupones confronten con los títulos, y
éstos, en todo caso, con los libros talonarios.
Resultando conforme la confrontación, no será obstáculo a que se despache la ejecución la protesta de falsedad
del título que en el acto haga el director o la persona que tenga la representación del deudor, quien podrá alegar
en forma la falsedad como una de las excepciones del juicio;
Debe haber una ley especial que autorice a las instituciones para emitir estos títulos. La institución emite el título y los
cupones, que son separados de un libro llamado “libro talonario”; así en el documento hay tres documentos: el talón, el
título y pueden surgir los cupones, en la medida que la obligación puede dividirse en cuotas de igual valor.
El acreedor que tiene el título y quiera cobrar ejecutivamente la obligación, debe realizar una gestión preparatoria de la
vía ejecutiva llamada “confrontación”, que tiene por objeto constatar la coincidencia entre el título y los cupones, y entre
el título y el talón; si se constata esta identidad, queda preparada la vía ejecutiva, aún cuando el representante legal de la
institución deudora tache de falso el título, falsedad que deberá alegarla durante el juicio.
ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 434
El legislador no da un concepto de obligación líquida, sino que hace una enumeración, en el artículo 438, sobre lo que
puede recaer le ejecución, desprendiéndose de este artículo, que el objeto de la ejecución debe ser una obligación
líquida.
Entendemos por obligación líquida aquella que está indubitablemente determinada en cuanto a su naturaleza y monto.
Artículo 438. “La ejecución puede recaer:
1° Sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que exista en poder del deudor;
Este numeral no requiere mayores comentarios, si se debe una especie o cuerpo cierto que está en poder del deudor, la
ejecución tendrá por finalidad que el deudor la entregue al acreedor.
2. OBLIGACIÓN LÍQUIDA
2° Sobre el valor de la especie debida y que no exista en poder del deudor, haciéndose su avaluación por un perito
que nombrará el tribunal;
Si la especie o cuerpo cierto ha perecido, no hay obligación líquida, lo mismo ocurre si fue enajenada, entonces en
ambos casos se deberá una indemnización, de ahí que se requiera una gestión preparatoria de la vía ejecutiva llamada
“avaluación” practicada por peritos, la avaluación es una gestión no contradictoria y el perito es nombrado directamente
por el juez.
Las partes pueden controvertir esta avaluación, pero en momentos distintos:
a) El acreedor, cuando sea puesta en su conocimiento y dentro de tercero día
(artículo 440).
b) El deudor, en la misma oportunidad que el acreedor (artículo 440), o bien, oponiendo la excepción de exceso de
avalúo (artículo 464 N° 8).
2. OBLIGACIÓN LÍQUIDA
3° Sobre cantidad líquida de dinero o de un género determinado cuya avaluación pueda hacerse en la forma que
establece el número anterior.
Se entenderá cantidad líquida, no sólo la que actualmente tenga esta calidad sino también la que pueda liquidarse
mediante simples operaciones aritméticas con sólo los datos que el mismo título ejecutivo suministre.
El acreedor expresará en la demanda ejecutiva la especie o la cantidad líquida por la cual pide el mandamiento de
ejecución.
Sin embargo, tratándose de moneda extranjera, no será necesario proceder a su avaluación, sin perjuicio de las reglas que
para su liquidación y pago se expresan en otras disposiciones de este Código.
2. OBLIGACIÓN LÍQUIDA
3° Sobre cantidad líquida de dinero o de un género determinado cuya avaluación pueda hacerse en la forma que
establece el número anterior.
Este numeral contiene dos situaciones.
a) La primera es la regla general, es decir, que la ejecución recaiga sobre una cantidad líquida de dinero, por ejemplo. $
1.000.000.
Puede tratarse también de una cantidad liquidable, mediante simples operaciones aritméticas y con sólo datos que
contenga el título, por ejemplo, 1000 UF.
Esta disposición suscitó dudas y jurisprudencia en contrario, sobre qué ocurría si el título no tenía los elementos
necesarios para liquidar la obligación; al efecto se dictó una ley interpretativa3, la que señala que se considerarán
líquidas las obligaciones en dinero, si se han pactado intereses y reajustabilidad y se ha determinado en el título la forma
de su cálculo (referencia a fuentes indubitables).
Las obligaciones en moneda extranjera, no son técnicamente obligaciones en dinero, porque el dinero es la moneda de
uso corriente y con poder liberatorio en Chile. En este caso, el ejecutante debe acompañar el certificado de paridad
bancaria correspondiente, el que no puede ser anterior en más de 15 días a la fecha de la presentación de la demanda
(artículo 116 del Código Orgánico de Tribunales).
2. OBLIGACIÓN LÍQUIDA
3° Sobre cantidad líquida de dinero o de un género determinado cuya avaluación pueda hacerse en la forma que
establece el número anterior.
b) La segunda, que la ejecución recaiga sobre una cantidad de un género determinado, por ejemplo, 100 vacas lecheras.
Tratándose de obligaciones de género se requiere la gestión preparatoria de la vía ejecutiva de avaluación, y se procede
de acuerdo a lo previsto en el número anterior.
En resumen, la obligación es líquida:
a) Cuando recae sobre una especie o cuerpo cierto que se encuentra en poder del deudor;
b) Cuando recae sobre una cantidad líquida o liquidable de dinero;
c) Previa avaluación, cuando recae sobre una especie o cuerpo cierto que no está en poder del deudor o cuando se trata
de una obligación de género.
Finalmente, el artículo 439 se refiere a la situación en que se persigue una obligación que es parte líquida y parte
ilíquida, en este caso, prescribe la ley, el acreedor podrá iniciar juicio ejecutivo por la parte líquida, reservándose al
acreedor su derecho para reclamar el resto en vía ordinaria.
3. OBLIGACIÓN ACTUALMENTE
EXIGIBLE
El tercer presupuesto para iniciar un juicio ejecutivo es que la obligación sea actualmente exigible, y es tal aquella cuyo
cumplimiento no está supeditado a una condición, plazo o modo; lo que no significa que la obligación deba
necesariamente ser pura y simple, sino que pudo estar sujeta a modalidad, pero ésta ya debe estar cumplida.
Mención especial merece la cláusula de aceleración, propia de obligaciones a plazo con vencimientos sucesivos, ésta es
una estipulación en virtud de la cual el acreedor puede exigir el total de la obligación, si el deudor no paga una o más de
las cuotas pactadas; cuando opera esta cláusula, se entiende que el plazo ha caducado y la obligación íntegra es
actualmente exigible.
4. ACCIÓN EJECUTIVA NO PRESCRITA
El artículo 442 del Código de Procedimiento Civil y el artículo 2515 del Código Civil, distinguen entre la prescripción
de la acción ejecutiva y la prescripción de la acción ordinaria. Estos artículos señalan que la acción ejecutiva prescribe
en tres años contados desde que la obligación se hizo exigible.
El artículo 2515 señala que la acción ordinaria, como regla general, prescribe en cinco años, de suerte que hay un lapso
de dos años en que se encuentra prescrita la acción ejecutiva, pero vigente la acción ordinaria. Durante este tiempo se
puede cobrar la obligación por la vía ordinaria, pero el legislador ha señalado un procedimiento más concentrado para el
acreedor, el juicio sumario (artículo 680 N° 7).
Cumplido el plazo de prescripción de la acción ordinaria, la obligación subsiste como natural (artículo 1470 N° 2 del
Código Civil), de ahí que la prescripción extintiva no sea un modo de extinguir las obligaciones, sino que sólo extingue
la acción.
Por expreso mandato de la ley, la prescripción de la acción ejecutiva debe ser declarada de oficio por el tribunal,
negándose implícitamente a despachar mandamiento de ejecución y embargo: “El tribunal denegará la ejecución si el
título presentado tiene más de tres años, contados desde que la obligación se haya hecho exigible”.
4. ACCIÓN EJECUTIVA NO PRESCRITA
La regla anterior tiene una calificada excepción en la segunda parte del artículo 442 que señala “... salvo que se
compruebe la subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de los medios que sirven para deducir esta acción en
conformidad al artículo 434”. Esta norma regula la situación de una acción ejecutiva aparentemente prescrita, por
ejemplo, en una escritura de compraventa se establece que el comprador, por concepto de saldo de precio, adeuda al
vendedor la suma de $ 2.000.000 pagaderos el 15 de marzo de 2010; si el acreedor demanda el 20 de marzo de 2013 la
acción ejecutiva estaría prescrita y el tribunal de oficio debe declararla, sin embargo, si el deudor por escritura pública el
10 de enero de 2013 reconoce adeudarle aún esa suma de dinero, el acreedor con ambos instrumentos puede iniciar la
ejecución ya que el deudor mediante la última escritura pública interrumpió naturalmente la prescripción y por ende
subiste la acción ejecutiva.
Es menester recalcar que la interrupción de la prescripción debe operan antes del vencimiento de la acción ejecutiva por
cualquiera de los títulos ejecutivos que señala el artículo 434.
4. ACCIÓN EJECUTIVA NO PRESCRITA
Hay acciones ejecutivas que prescriben en un plazo menor, en efecto, tratándose de letras de cambio, pagaré y cheque la
acción ejecutiva prescribe en un año contado desde que la obligación se hizo exigible, en los dos primeros casos, y desde
el protesto en el caso del cheque. Frente a esta disposición se ha planteado la interrogante de si la prescripción de la
acción ejecutiva puede ser también declarada de oficio por parte del tribunal, pues el artículo 442 se refiere a la
prescripción de tres años. Sobre el particular, hay dos interpretaciones:
a) Interpretación literal. Sostiene que el artículo 442 es una norma de carácter excepcional, por ende, debe ser
interpretada restrictivamente, en consecuencia, el tribunal no puede declarar de oficio la prescripción de la acción
ejecutiva.
b) Interpretación teleológica. Atiende al fin de la norma, y es que no se ejecute al deudor estando la acción ejecutiva
prescrita, por consiguiente, el tribunal sí puede declarar la prescripción.
4. ACCIÓN EJECUTIVA NO PRESCRITA
Otra discusión dice relación con la cláusula de aceleración. Exigido el cumplimiento íntegro de la obligación por parte
del acreedor ¿los plazos de prescripción se cuentan desde los plazos originales en que vencían las cuotas o desde que
caducó convencionalmente el plazo?
La jurisprudencia, reiteradamente, ha estimado que en este caso, la exigibilidad para los efectos de la prescripción, se
cuenta desde los plazos primitivamente convenidos.
CUADERDO PRINCIPAL O EJECUTIVO
La existencia del cuaderno principal o ejecutivo y la del cuaderno de apremio, aparece recogida en el artículo 458
que se refiere a ambos, destacando su tramitación separada y señalando, además, que la marcha del uno no se
retarda por los recursos que en el otro se deduzcan.
El cuaderno de apremio se forma con las diligencias relativas al embargo, a su ampliación y al procedimiento de
apremio, que tiene por objeto realizar los bienes embargados y hacer pago al acreedor. En todo caso, en el cuaderno
principal se pondrá testimonio de la fecha en que se practique el embargo y la ampliación.
CUADERDO PRINCIPAL O EJECUTIVO
Es la primera actuación procesal dentro del cuaderno ejecutivo, salvo que se haya iniciado por una gestión
preparatoria de la vía ejecutiva.
La demanda ejecutiva debe cumplir con los requisitos comunes a todo escrito, también con los requisitos del
artículo 254, es decir, los requisitos de la demanda del juicio ordinario de mayor cuantía, pues las normas de éste
son supletorias a las normas del juicio ejecutivo; y finalmente, debe cumplir con requisitos propios, así debe
necesariamente acompañarse el título que se invoca como ejecutivo, siendo ésta una diferencia sustancial con la
demanda del juicio ordinario, donde es facultativo para el demandante acompañar o no instrumentos (artículo 441).
DEMANDA EJECUTIVA
Además, en la demanda el ejecutante debe solicitar:
a) Que se tenga por deducida demanda ejecutiva en contra del deudor;
b) Que se despache mandamiento de ejecución y embargo, por la cantidad que se consigna en la demanda, más intereses y
costas.
c) Que, si fuese necesario, se dicte sentencia definitiva, ordenando que continúe la ejecución hasta el entero pago de la
obligación, con sus intereses y costas.
Adicionalmente, la demanda ejecutiva puede contener otras menciones:
a) Indicar los bienes que propone para ser embargados (artículo 443 inciso penúltimo).
b) Designar depositario provisional (artículo 443 N° 3).
c) Solicitar que, para los efectos de la traba de embargo, se requiera desde luego el auxilio de la fuerza pública cuando haya
fundado temor que el mandamiento sea desobedecido. Normalmente los tribunales no acceden a esta petición en la demanda
ejecutiva, sino que sólo cuando ha mediado oposición del ejecutado (artículo 443 inciso final).
DEMANDA EJECUTIVA
Presentada la demanda ejecutiva, el tribunal examinará el título y despachará o denegará la ejecución, sin audiencia
ni notificación del demandado, aun cuando se haya éste apersonado en el juicio. Cuando ordena el inicio del juicio
ejecutivo, sólo dice “despáchese”, con lo que de inmediato nace el cuaderno de apremio, específicamente con el
mandamiento de ejecución y embargo (artículo 441 inciso 1°).
El ejecutado puede haber estado presente en la gestión preparatoria previa o frente a la noticia que se va a iniciar un
juicio ejecutivo en su contra, puede realizar observaciones ante el tribunal; en este caso, todas las gestiones que
realice no embarazarán en manera alguna el procedimiento ejecutivo, y sólo podrán ser estimadas como datos
ilustrativos para apreciar la procedencia de la acción (artículo 441 inciso 2°).
NATURALEZA JURÍDICA DE LA RESOLUCIÓN
QUE PROVEE LA DEMANDA EJECUTIVA
Esta materia tiene mucha importancia, porque dependiendo de la naturaleza jurídica de la resolución que provee la demanda
ejecutiva dependerán los recursos procesales que se puedan intentar en su contra.
La resolución es una sentencia interlocutoria de segunda clase, porque resuelve acerca de una cuestión, que va a servir de base
para la dictación de la sentencia definitiva; e incluso, puede ser, junto con el mandamiento de ejecución y embargo sustitutiva
de la sentencia definitiva.
En relación a los recursos que se pueden intentar en su contra, es necesario distinguir si el mandamiento es denegado o si es
ordenado:
NATURALEZA JURÍDICA DE LA RESOLUCIÓN
QUE PROVEE LA DEMANDA EJECUTIVA
1. Si el mandamiento es denegado, el agraviado es el demandante. No puede deducir reposición, porque como regla muy
general, este recurso no procede en contra de sentencias interlocutorias .
Sí procede el recurso de apelación (artículo 441 inciso final) y en este caso la apelación tiene algunas características particulares, se concede en
el solo efecto devolutivo, y no es necesario emplazar en la apelación al ejecutado (es una apelación con apelante, pero sin apelado). Si el
recurso de apelación es desechado, esta sentencia no es susceptible de recurso de casación en el fondo, porque no pone término al juicio, sino
que impide su iniciación.
2. Si el mandamiento es acogido, el agraviado es el ejecutado. El legislador, como ya se señaló, ha dispuesto que las
gestiones que haga el demandado no embarazarán en manera alguna el procedimiento ejecutivo. En cuanto a los recursos
procesales, no procede recurso de reposición por los motivos ya expresados.
Aunque la jurisprudencia ha sido vacilante, en general, se ha estimado que no procede recuso de apelación, porque sería una forma de
entorpecer el procedimiento aunque sea concedida en el solo efecto devolutivo, y precisamente la ley eso es lo que quiere evitar. Nunca procede
recurso de casación en el fondo, porque éste jamás procede en contra de resoluciones dictadas por jueces de letras.
MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO
Junto y paralelamente con la resolución del cuaderno principal, despáchese, el tribunal el mismo día dicta el mandamiento de
ejecución y embargo, que se ha entendido que es consecuencia de la orden que se da el tribunal a sí mismo para despachar el
mandamiento.
El mandamiento de ejecución y embargo es la foja número uno del cuaderno de apremio.
El artículo 443 del Código de Procedimiento Civil señala las menciones del mandamiento, distinguiendo entre menciones
necesarias y menciones eventuales.
MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO
ii) Notificación sustitutiva de la personal (artículo 44). Si la demanda ejecutiva y el mandamiento de ejecución
y embargo se notifican en virtud de lo previsto en el artículo 44 del Código de Procedimiento Civil, el
requerimiento de pago debe tener lugar mediante un mecanismo que se ha denominado cédula de espera, ésta
consiste en que el receptor practica las notificaciones respectivas en la forma que señala la ley, pero además, deja
una citación al ejecutado para que concurra a su oficio en un día y hora determinado, con la finalidad de
requerirlo de pago.
Si el deudor concurre a la citación, el receptor lo requerirá de pago personalmente, y si no paga procederá al
embargo de bienes.
Si el ejecutado no concurre, igualmente es requerido de pago, pero en su rebeldía, y luego el receptor procederá al
embargo.
MANDAMIENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO
iii) Notificación por cédula. Si el juicio comenzó por una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, ésta se notifica
personalmente al demandado, por tratarse de la primera resolución que se dicta en el juicio. Entonces, la demanda
ejecutiva y el mandamiento de ejecución y embargo se notificarán por cédula, operando para efectos del
requerimiento de pago la cédula de espera.
iv) Notificación por el estado diario. Si el procedimiento se inició por gestión preparatoria de la vía ejecutiva y
el deudor luego de ser apercibido, incumplió la carga procesal de fijar domicilio dentro del radio urbano del lugar
donde funciona el tribunal, la demanda ejecutiva, el mandamiento de ejecución y embargo y el requerimiento de
pago se practican por el estado diario.
ARTÍCULO 443. EL MANDAMIENTO DE
EJECUCIÓN CONTENDRÁ:
1° La orden de requerir de pago al deudor. Este requerimiento debe hacérsele personalmente; pero si no es habido, se
procederá en conformidad al artículo 44, expresándose en la copia a que dicho artículo se refiere, a más del mandamiento,
la designación del día, hora y lugar que fije el ministro de fe para practicar el requerimiento. No concurriendo a esta
citación el deudor, se hará inmediatamente y sin más trámite el embargo.
Cuando el deudor haya sido notificado personalmente o con arreglo al artículo 44 para otra gestión anterior al
requerimiento, se procederá a éste y a los demás trámites del juicio, en conformidad a lo establecido en los artículos 48 a
53. La designación del domicilio, exigida por el artículo 49, deberá hacerse en tal caso por el deudor dentro de los dos días
subsiguientes a la notificación, o en su primera gestión si alguna hace antes de vencido este plazo.
Finalmente en relación al requerimiento de pago, es menester destacar que tal como lo dice el artículo 443 inciso 1° debe
practicarse personalmente al deudor, por ende, el mandatario judicial que el demandado/deudor hubiese constituido, por
ejemplo, en la gestión preparatoria o en una actuación posterior, no es persona hábil para ser requerido. Si el deudor es una
persona jurídica o un incapaz, hay que requerir, naturalmente, a quien corresponda en su representación.
ARTÍCULO 443. EL MANDAMIENTO DE
EJECUCIÓN CONTENDRÁ:
2° La orden de embargar bienes del deudor en cantidad suficiente para cubrir la deuda con sus intereses y las
costas, si no paga en el acto.
Requerido de pago el ejecutado, si no paga en el acto, el ministro de fe debe embargar bienes en una cantidad suficiente
para cubrir el capital, intereses y costas. Al momento de la traba del embargo, el receptor debe avaluar los bienes
embargados, para que efectivamente dichos bienes sean suficientes para el pago íntegro al acreedor.
Si el requerimiento se efectúa en un lugar distinto de donde están los bienes del deudor, inmediatamente después, el
ministro de fe se desplazará a dicho lugar para trabar el embargo. En consecuencia, éste no es necesariamente simultáneo
con el requerimiento, sino que subsecuente.
ARTÍCULO 443. EL MANDAMIENTO DE
EJECUCIÓN CONTENDRÁ:
3° La designación de un depositario provisional.
Esta mención debe ser concordada con los artículos 450 inciso 1° y 444 inciso final.
El depositario es figura esencial para el embargo, porque éste es la entrega real o simbólica de los bienes embargados al
depositario (artículo 450 inciso 1°). No hay embargo sin depositario, y además por regla muy general, el depositario
adquiere la administración de los bienes embargados.
El depositario, puede ser provisional o definitivo. Como regla general, el depositario provisional lo propone el propio
demandante en su demanda, el tribunal lo acepta y lo designa como tal. Si el ejecutante nada dice en su libelo, el tribunal
puede designarlo de oficio con la restricción que no puede ser un funcionario del juzgado, ni tampoco puede tratarse de una
persona que desempeñe el cargo de depositario en tres o más juicios seguidos ante el mismo tribunal.
ARTÍCULO 443. EL MANDAMIENTO DE
EJECUCIÓN CONTENDRÁ:
3° La designación de un depositario provisional.
La ley concede la facultad al demandante de solicitar que no se designe depositario, en cuyo evento juega una ficción en el
sentido que el depositario es el propio deudor.
Cuando el embargo recae sobre el menaje de una casa (artículo 444 inciso 3°), el depositario necesariamente es el deudor y
al efecto debe levantarse un inventario valorizado de los bienes, tarea encomendada por la ley al receptor que practica la
diligencia.
El artículo 444 inciso final contiene una remisión al artículo 471 N° 1 del Código Penal. Esta remisión debe entenderse de
la siguiente manera, si el depositario sustrae los bienes embargados (depositario alzado) será sancionado con presidio o
relegación menores en sus grados mínimos o multas de once a veinte unidades tributarias mensuales.
MANDAMENTO DE EJECUCIÓN Y EMBARGO
El estudio de las excepciones a la demanda ejecutiva se basa fundamentalmente en el artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil.
Como se desprende del inciso 1° de esta norma, “La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en
alguna de las excepciones siguientes”, las excepciones están taxativamente enumeradas, sin embargo, el numeral
séptimo contiene una excepción de carácter genérico.
Es importante destacar que las excepciones no necesariamente deben referirse a la totalidad de la obligación, sino que
pueden referirse a una parte de ella (artículo 464 inciso final).
Las excepciones contenidas en los números 1 a 5 son las mismas excepciones dilatorias que prevé el artículo 303, pero
no hay una excepción de carácter genérico como la del Nº 6 de dicho artículo., en ningún caso, el requerimiento.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
Artículo 464. “La oposición del ejecutado sólo será admisible cuando se funde en alguna de las excepciones siguientes:
1° La incompetencia del tribunal ante quien se haya presentado la demanda.
Esta excepción se refiere, tanto a la incompetencia absoluta como a la incompetencia relativa. En el caso de falta de
jurisdicción, también es aplicable esta excepción, porque la falta de jurisdicción acarrea consecuencialmente
incompetencia.
2° La falta de capacidad del demandante o de personería o representación legal del que comparezca en su
nombre.
Nos remitimos a lo señalado a propósito de la excepción dilatoria del artículo 303 N° 2.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
3° La litis pendencia ante tribunal competente, siempre que el juicio que le da origen haya sido promovido por el
acreedor, sea por vía de demanda o de reconvención;”
La litis pendencia requiere que el juicio en que se invoque, haya sido promovido por el acreedor, ya sea por la vía
principal, ya sea por la vía reconvencional; dicho de otra manera, si la litis pendencia se basa en un juicio anterior, pero
éste fue desencadenado por el ejecutado, no será oído si opone esta excepción, en homenaje a la buena fe.
4° La ineptitud del libelo por falta de algún requisito legal en el modo de formular la demanda, en conformidad a
lo dispuesto en el artículo 254;”
Sólo se puede oponer esta excepción, por la falta de los requisitos genéricos de la demanda contenidos en el artículo 254
del Código de Procedimiento Civil, y no por la omisión de los requisitos específicos de la demanda ejecutiva.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
5° El beneficio de excusión o la caducidad de la fianza.
En relación al beneficio de excusión nos remitimos a lo señalado a propósito de la excepción dilatoria del artículo 303
N° 5.
6° La falsedad del título.
Aquí se alega que el título es falso, es decir, no ha sido otorgado en la forma que aparenta, sea falsedad de la firma, sea
falsedad del documento. En ciertas gestiones preparatorias de la vía ejecutiva el pretendido deudor puede oponer tacha
de falsedad a su firma, pero nada obsta a que dicha falsedad sea alegada durante el juicio como excepción a la demanda
ejecutiva.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
7° La falta de alguno de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza
ejecutiva, sea absolutamente, sea con relación al demandado.
Esta es la excepción genérica a que se hizo referencia anteriormente. Esta excepción es aplicable a todos los títulos ejecutivos
enumerados en el artículo 434 y en leyes especiales, y tendrá lugar cuando falten al título los requisitos para ser tal, por
ejemplo, que un pagaré no tenga fecha de extensión, que la letra de cambio no haya sido aceptada.
Se ha discutido si la falta de liquidez o de exigibilidad de la obligación estarían comprendidas dentro de este numeral,
concluyéndose que ambas situaciones se encuentran contempladas, argumentándose a su favor una razón de texto, pues
ninguna de dichas circunstancias se encuentra prevista como una excepción específica, de manera tal que sería una grave
inconsecuencia del legislador que no se pudieran alegar estas excepciones.
Misma discusión se ha presentado respecto de la excepción de contrato no cumplido prevista en el artículo 1552 del Código
Civil. Nuevamente la jurisprudencia la ha aceptado, porque en definitiva importa falta de exigibilidad de la obligación.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
8° El exceso de avalúo en los casos de los incisos 2° y 3° del artículo 438.
Esta excepción dice relación con la gestión preparatoria de la vía ejecutiva de avaluación que tiene lugar cuando la
ejecución recae sobre una especie o cuerpo cierto que no está en poder del deudor (N° 2), o bien, cuando recae sobre una
obligación de género (N° 3). En estos casos, previamente la obligación debe ser avaluada por peritos, es decir,
convertida en una obligación de dinero.
El ejecutado, tiene dos momentos para oponerse a esta avaluación, en primer lugar, dentro de tercero día contado desde
que se pone en su conocimiento la avaluación del perito y, en segundo lugar, como una excepción a la demanda
ejecutiva; el fundamento es simple, si efectivamente se ha avaluado en exceso la obligación el deudor estaría siendo
demandado por una cantidad superior a la efectivamente adeudada.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
9° El pago de la deuda.
El pago es la prestación de lo debido. Cuando se habla de pago de la obligación, es importante tener presente que, desde
el punto de vista jurídico, el pago es una convención que surge del acuerdo de voluntades entre acreedor y deudor;
aunque es una convención, es posible pagar aun en contra de la voluntad del deudor mediante el pago por consignación.
Cuando el Código de Procedimiento Civil se refiere a pago de la obligación, sea total o parcial, se refiere a cualquier
forma de pago, sea pago efectivo o solución, dación en pago, pago con subrogación, pago por consignación, etc.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
10° La remisión de la misma.
La remisión de la deuda significa la formal manifestación de voluntad del acreedor en el sentido de hacer dejación de la
obligación, condonándola. Quien condona una obligación, en definitiva, está donando una determinada cantidad de
dinero y, en consecuencia, la remisión está sometida a los mismos requisitos que la donación de acuerdo a lo dispuesto
en el artículo 1653 del Código Civil.
Artículo 1653. La remisión que procede de mera liberalidad, está en todo sujeta a las reglas de la donación entre vivos; y
necesita de insinuación en los casos en que la donación entre vivos la necesita.
11° La concesión de esperas o la prórroga del plazo;
Son dos instituciones distintas la concesión de esperas y la prórroga del plazo, aunque tienen bastante parecido. Para
diferenciarlas hay que distinguir si el plazo está o no cumplido. Si el plazo está cumplido y el acreedor concede un plazo
adicional al deudor estamos ante una concesión de esperas; si el plazo no está cumplido, y el acreedor extiende el plazo,
se está ante una prórroga del plazo.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
12° La novación.
De acuerdo al artículo 1628 del Código Civil la novación es la sustitución de una nueva obligación a otra anterior, la
cual queda por tanto extinguida. Cualquiera que sea la forma que revista la novación (objetiva o subjetiva), si cumple
con todos los requisitos que señala la ley puede oponerse como excepción a la ejecución.
13° La compensación.
Requisito para oponer esta excepción es que ejecutante y ejecutado sean recíprocamente acreedores y deudores, además,
que ambas obligaciones sean líquidas y actualmente exigibles, de manera tal que si se cumplen los requisitos para que
opere la compensación se extinguirá la obligación de menos valor.
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
14° La nulidad de la obligación.
La nulidad de la obligación puede derivar de dos fuentes, en primer lugar, la nulidad del acto o contrato, lo que acarrea
la nulidad de la obligación; o sólo la nulidad de la obligación siendo el contrato válido, por ejemplo, una caución
otorgada personalmente por un incapaz absoluto.
Cabe señalar que puede tratarse tanto de la nulidad absoluta como la nulidad relativa.
15° La pérdida de la cosa debida, en conformidad a lo dispuesto en el Título XIX, Libro IV del Código Civil.
La remisión al Código Civil debe entenderse a las obligaciones de especie o cuerpo cierto, que si perecen por las
circunstancias que la ley señala, extinguen la obligación del deudor y, por lo tanto, no hay deuda que cobrar
ejecutivamente.
Artículo 1670 del Código Civil. “Cuando el cuerpo cierto que se debe perece, o porque se destruye, o porque deja de
estar en el comercio, o porque desaparece y se ignora si existe, se extingue la obligación; salvas empero las excepciones
de los artículos subsiguientes.”
POSIBLES CONDUCTAS DEL DEUDOR
REQUERIDO
EXCEPCIONES A LA DEMANDA EJECUTIVA
16° La transacción.
De acuerdo al artículo 2446 del Código Civil, la transacción es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente
un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual, mediante concesiones recíprocas.
17° La prescripción de la deuda o sólo de la acción ejecutiva.
Este número contempla tanto la prescripción de la acción ejecutiva, como la prescripción de la acción ordinaria, ya que
se entiende que la deuda está prescrita si a su respecto se ha extinguido la acción ordinaria, sin perjuicio de que la
obligación subsista como obligación natural.
18° La cosa juzgada.
La cosa juzgada es el efecto de las sentencias definitivas e interlocutorias firmes en virtud del cual se vuelven
inmutables, inimpugnables y eventualmente coercibles.
Esta excepción precisamente se refiere a la excepción de cosa juzgada, tratando de evitar que el ejecutado sea
demandado dos veces por la misma obligación,
TRAMITACIÓN POSTERIOR DE LAS
EXCEPCIONES
Del escrito de excepciones se concede traslado al ejecutante por cuatro días fatales para que exprese lo que estime
pertinente respecto de sus derechos, en especial para que señale cuáles son las razones para que en definitiva, las
excepciones no sean acogidas (artículo 466 inciso 1°).
El artículo 465 inciso 2° señala si se deduce la excepción de incompetencia, ésta puede resolverse por el tribunal desde
luego, o bien, reservársela para la sentencia definitiva. La norma no es absolutamente clara, pues una primera lectura
podría dar a entender que opuesta la excepción de incompetencia podría ser fallada de inmediato por el tribunal, sin
embargo, una acertada lectura e interpretación indican que igualmente debe darse traslado al ejecutante, y una vez
evacuado éste, el tribunal puede resolverla. Señala además la disposición en comento, que no obsta a la posibilidad de
oponer la excepción de incompetencia, el hecho que el ejecutado haya intervenido en las gestiones preparatorias previas,
es decir, su intervención en dichas gestiones no hace precluir la posibilidad de oponerla.
TRAMITACIÓN POSTERIOR DE LAS
EXCEPCIONES
Vencido el plazo de cuatro días, haya o no evacuado el traslado el ejecutante, el tribunal se pronunciará sobre la
admisibilidad de las excepciones alegadas, este juicio es netamente formal y no de fondo, verificando el tribunal que se
trate de aquellas excepciones señaladas en el artículo 464, que hayan sido opuestas en tiempo y, finalmente, que estén
claramente expuestos los hechos en que se funda la respectiva excepción.
Si falta cualquiera de estos extremos el tribunal declarará inadmisible las excepciones, dictando sentencia desde luego,
sin citación para oír sentencia. Igual situación se produce, cuando el tribunal declara admisibles las excepciones, pero
estima que no hay hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos, es decir, estima que no es necesario recibirlas a
prueba.
Si el tribunal declara admisibles las excepciones, y además, que hay hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos,
recibirá la causa a prueba, dictando la respectiva interlocutoria de prueba, pero a diferencia del juicio ordinario de mayor
cuantía que fija hechos, el auto de prueba del juicio ejecutivo fija puntos de prueba, no siendo necesario al presentar la
lista de testigos acompañar minuta de puntos de prueba.
TRAMITACIÓN POSTERIOR DE LAS
EXCEPCIONES
La prueba en el juicio ejecutivo se encuentra regulada en los artículos 466, 468 y 469.
La resolución que recibe la causa a prueba se notifica por cédula, de acuerdo a lo previsto en el artículo 48 del Código
de Procedimiento Civil. El artículo 469 señala que la prueba se rendirá del mismo modo que en el juicio ordinario, en
consecuencia:
a) El inicio del término probatorio se rige a aquellas reglas, distinguiendo si se
dedujo o no recurso de reposición en su contra;
b) Las partes pueden deducir recurso de reposición, con apelación subsidiaria en contra de la interlocutoria de prueba
solicitando la modificación, supresión o agregación de los puntos de prueba.
c) La lista de testigos se presenta en la misma oportunidad que señala el artículo 320
del Código de Procedimiento Civil.
TRAMITACIÓN POSTERIOR DE LAS
EXCEPCIONES
Respecto del término probatorio hay algunas situaciones especiales previstas en el artículo 468:
a) El término probatorio ordinario tiene una duración de diez días, este plazo puede ampliarse hasta diez días más, a
petición del acreedor, siempre que lo solicite antes del vencimiento del término legal y corre sin interrupción después de
éste.
b) La regla general, es que no se conceda término probatorio extraordinario para rendir prueba fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal, salvo que se pida de común acuerdo entre el ejecutante y el ejecutado;
c) No hay norma especial respecto de los términos probatorios especiales, en
consecuencia, en esta materia son íntegramente aplicables las normas del juicio ordinario.
Vencido el término probatorio, se concede un plazo de seis días para que las partes presenten observaciones a la prueba
rendida. Transcurrido este plazo, háyanse o no presentado escritos, el tribunal citará a las partes para oír sentencia
(artículo 469). La sentencia definitiva deberá pronunciarse dentro del término de diez días, contados desde la citación
para oír sentencia (artículo 470).
SENTENCIA DEFINITIVA
El artículo 458 señala que se formará ramo separado con las diligencias relativas al embargo, a su ampliación y al
procedimiento de apremio, que tiene por objeto realizar los bienes embargados y hacer pago al acreedor. La foja uno del
cuaderno de apremio es el mandamiento de ejecución y embargo, que se dicta en virtud de la resolución despáchese del
cuaderno principal.
El mandamiento es una resolución esencial en el juicio ejecutivo, y en caso de no oponerse excepciones se omite la
sentencia definitiva, y el mandamiento es instrumento suficiente para seguir adelante la ejecución hasta el entero pago
de la obligación al acreedor.
EMBARGO Y DEPOSITARIO
Es de la esencia del embargo la existencia de un depositario, sea provisional, sea definitivo, sea el propio deudor, sea un
tercero. Esta necesidad del depositario se explica por lo dispuesto en el artículo 450 inciso 1°, que señala “El embargo se
entenderá hecho por la entrega real o simbólica de los bienes al depositario…”, es decir, hay un desplazamiento, real o
simbólico, de los bienes embargados desde la esfera de custodia y administración del propietario a la esfera de
protección y administración del depositario.
Si el depositario es el propio deudor no hay un desplazamiento físico, pero sí jurídico pues cambia el título de la
tenencia (no se tiene la cosa como dueño, sino que como depositario) y el título de la administración (no se tiene la
administración como dueño, sino que como depositario y, en consecuencia, con la obligación y necesidad de rendir
cuenta).
EMBARGO Y DEPOSITARIO
El artículo 450 en sus incisos 2° a 5° señala rigurosamente el procedimiento que debe seguir el ministro de fe que
practique el embargo:
- Levantar acta de la diligencia, suscrita por el ministro de fe, el depositario, el acreedor y deudo, si concurren al acto y
que desean firmar.
- Individualizar los bienes embargados; si se trata de bienes muebles, debe indicar su especie, calidad y estado de
conservación; si se trata de inmuebles, se individualizan por su ubicación y los datos de la respectiva inscripción de
dominio.
- Indicación de si fue necesario el auxilio de la fuerza pública.
- Dejar constancia de toda alegación que haga un tercero invocando la calidad de dueño o poseedor del bien embargado.
- Enviar carta certificada al ejecutado comunicándole el hecho del embargo, dentro de segundo día.
EMBARGO Y DEPOSITARIO
La designación del depositario provisional ya fue analizada a propósito de las menciones de la esencia del mandamiento
de ejecución y embargo (artículo 443 N° 3). Cabe señalar que el depositario provisional desempeña su labor “entre
tanto”, hasta que se designe un depositario definitivo. Con todo, no es un trámite indispensable ni necesario, ya que es
perfectamente posible que los bienes queden en manos del depositario provisional hasta el momento de su realización.
El depositario definitivo, se nombrará de común acuerdo por las partes en audiencia verbal que se fije al efecto, y a falta
de acuerdo, será designado por el tribunal (artículo 451 inciso 1°).
La ley permite, a título excepcional, que se designe más de un depositario, y esto sucederá cuando haya bienes en
distintos territorios jurisdiccionales o se trata de bienes de diversa naturaleza. La pluralidad de depositarios puede
referirse tanto a los depositarios definitivos como a los provisionales (artículo 451 inciso 2°).
EMBARGO Y DEPOSITARIO
El depositario es un cargo que puede ser revocado por incompetente desempeño o bien, por la renuncia de éste. La ley
señala que las partes serán oídas si quieren probar que el depositario no es responsable (artículo 451 inciso 3°).
El inciso final del artículo 451 señala que en caso de dinero, alhajas, especies preciosas o efectos de comercio, el
depósito se hará en un banco o Caja Nacional de Ahorro a la orden del juez de la causa, debiendo agregarse al
expediente el certificado. El artículo 452 señala que lo normal y natural, es que el deudor sea quien entregue la especie
al depositario, pero si se niega o no está presente, la efectuará el ministro de fe.
El artículo 453 se refiere al embargo de bienes raíces, que posee una regulación especial: “Si el embargo recae sobre
bienes raíces o derechos reales constituidos en ellos, no producirá efecto alguno legal respecto de terceros sino desde la
fecha en que se inscriba en el respectivo registro conservatorio en donde estén situados los inmuebles.
El ministro de fe que practique el embargo, requerirá inmediatamente su inscripción y firmará con el conservador
respectivo y retirará la diligencia en el plazo de veinticuatro horas.”
EMBARGO Y DEPOSITARIO
Cuando el Código habla de “bienes raíces o derechos reales constituidos en ellos”, se refiere al embargo de la propiedad plena,
o bien, el embargo de un derecho real, en especial, el derecho real de usufructo, que es perfectamente embargable y
enajenable. Para que el embargo sea oponible a terceros, éste debe ser inscrito en el registro respectivo (prohibiciones e
interdicciones) del Conservador de Bienes Raíces del lugar donde se encuentra ubicado el inmueble; la inscripción se entiende
practicada desde su anotación en el libro repertorio, es decir, desde el instante que se requiere al conservador respectivo para
que practique la inscripción.
El embargo, entre las partes produce efectos desde el momento en que se practica aunque no haya inscripción, lo que tiene
importancia para efectos de la responsabilidad del deudor, puesto que si éste dispone del bien embargado a sabiendas puede
ser sancionado penalmente, sin perjuicio de que aquella enajenación adolece de objeto ilícito (artículo 1464 N° 3 del Código
Civil).
El sistema registral se ha extendido a otros bienes distintos de los bienes raíces, cada uno de ellos regulados en leyes
especiales, y en tal caso, se ha entendido que si el bien embargado está sujeto a registro, el embargo es sólo oponible a terceros
a partir del momento en que se ha anotado en el registro respectivo.
EMBARGO Y DEPOSITARIO
Si el embargo recae sobre un bien que está en poder de un tercero, quien se opone a la entrega al depositario, alegando que
tiene derecho de usarla y gozarla no como dueño sino, por ejemplo, como arrendatario o usufructuario, los derechos del
tercero no se ven alterados por el embargo, correspondiéndole al depositario sólo ejercer los derechos que el dueño tenía sobre
la cosa, y los derechos del tercero se mantendrán incluso después de la enajenación de la cosa, si fuere procedente, porque si
se trata de un arriendo, el subastador y nuevo dueño, podrá poner término al contrato por la causal extinción del derecho del
arrendador, salvo claro las excepciones legales previstas en el artículo 1962 del Código Civil.
El artículo 455 contiene disposiciones de orden reglamentario, refiriéndose a la comunicación que debe hacer el ministro de fe
al tribunal del hecho de haber practicado el embargo, correspondiéndole al secretario dejar testimonio de le fecha en que la
recibe. En 1995 se agregó un inciso 3° al artículo en análisis básicamente destinado a dar protección al deudor, en el sentido
que el retiro de las especies embargadas para su realización, no se puede practicar sino después de transcurridos diez días
desde la fecha del embargo, salvo que el juez por resolución fundada ordene otra cosa.
EMBARGO Y DEPOSITARIO
Finalmente, hay que distinguir tres situaciones en torno a quién puede señalar bienes para la traba del embargo:
a) El acreedor en la demanda ejecutiva, en tal caso el mandamiento de ejecución y embargo contendrá el señalamiento de los
bienes a embargar. Si así no lo hiciere, el acreedor puede concurrir a la diligencia del embargo y señalar en ese mismo
momento y oportunidad los bienes a embargar, con tal que no excedan de los necesarios para responder de la deuda, intereses
y costas (artículo 447).
b) Si el acreedor no ha designado bienes, se practicará el embargo en los bienes que
presente el deudor siempre que sean suficientes para efectos de la acreencia (artículo 448).
c) Si no los designa ni el acreedor ni el deudor, la ley le señala al ministro de fe un orden de bienes a embargar: dinero; otros
bienes muebles; bienes raíces, comprendiéndose a los bienes raíces propiamente tales, a los derechos reales constituidos sobre
ellos y a las cuotas en una comunidad; y, salarios y pensiones, en la medida que ellos sean embargables.
INEMBARGABILIDAD
El artículo 2465 del Código Civil consagra lo que en doctrina se denomina derecho de prenda general, en virtud del cual
toda obligación da al acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles del deudor,
sean presentes o futuros, con excepción de los bienes inembargables designados en el artículo 1618 del Código Civil y
445 del Código de Procedimiento Civil.
En consecuencia, la regla general es la embargabilidad, siendo la inembargabilidad excepcional, teniendo como única
fuente la ley, además, es un instituto de orden público, ergo irrenunciable por parte del deudor.
Además de los artículos 1618 y 445, hay una serie de leyes que han establecido, en razón de intereses de carácter
general, la inembargabilidad de los bienes de ciertas instituciones, por ejemplo, las municipalidades.
El artículo 445 del Código de Procedimiento Civil debe preferirse por sobre el artículo 1618, ya que es una ley posterior
y, asimismo, porque hay una especie de derogación orgánica entre ambas disposiciones.
Art. 445 CPC: No son embargables
1°. Los sueldos, las gratificaciones y las pensiones de gracia, jubilación, retiro y montepío que pagan el 2°. Las remuneraciones de los empleados y obreros en la forma que determinan los artículos 40 y 153
Estado y las Municipalidades. Sin embargo, tratándose de deudas que provengan de pensiones del Código del Trabajo
alimenticias decretadas judicialmente, podrá embargarse hasta el 50% de las prestaciones que reciba el
alimentante en conformidad al inciso anterior;
3°. Las pensiones alimenticias forzosas; 4°. Las rentas periódicas que el deudor cobre de una fundación o que deba a la liberalidad de un tercero,
en la parte que estas rentas sean absolutamente necesarias para sustentar la vida del deudor, de su
cónyuge o conviviente civil y de los hijos que viven con él y a sus expensas;
5°. Los fondos que gocen de este beneficio, en conformidad a la Ley Orgánica del Banco del Estado de 6°. Las pólizas de seguro sobre la vida y las sumas que, en cumplimiento de lo convenido en ellas, pague
Chile y en las condiciones que ella determine; el asegurador. Pero, en este último caso, será embargable el valor de las primas pagadas por el que tomó
la póliza;
7°. Las sumas que se paguen a los empresarios de obras públicas durante la ejecución de los trabajos. 8°. El bien raíz que el deudor ocupa con su familia, siempre que no tenga un avalúo fiscal superior a
Esta disposición no tendrá efecto respecto de lo que se adeude a los artífices u obreros por sus salarios cincuenta unidades tributarias mensuales o se trate de una vivienda de emergencia, y sus ampliaciones, a
insolutos y de los créditos de los proveedores en razón de los materiales u otros artículos suministrados que se refiere el artículo 5° del decreto ley N°2552, de 1979; los muebles de dormitorio, de comedor y
para la construcción de dichas obras; de cocina de uso familiar y la ropa necesaria para el abrigo del deudor, su cónyuge o conviviente civil y
los hijos que viven a sus expensas.
9°. Los libros relativos a la profesión del deudor hasta el valor de cincuenta unidades tributarias 10°. Las máquinas e instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de alguna ciencia o arte,
mensuales y a elección del mismo deudor; hasta dicho valor y sujetos a la misma elección;
10°. Las máquinas e instrumentos de que se sirve el deudor para la enseñanza de alguna ciencia o arte, 12°. Los objetos indispensables al ejercicio personal del arte u oficio de los artistas, artesanos y obreros
hasta dicho valor y sujetos a la misma elección; de fábrica; y los aperos, animales de labor y material de cultivo necesarios al labrador o trabajador de
campo para la explotación agrícola, hasta la suma de cincuenta unidades tributarias mensuales y a
elección del mismo deudor;
13°. Los utensilios caseros y de cocina, y los artículos de alimento y combustible que existan en poder 14°. La propiedad de los objetos que el deudor posee fiduciariamente;
del deudor, hasta concurrencia de lo necesario para el consumo de la familia durante un mes;
15°. Los derechos cuyo ejercicio es enteramente personal, como los de uso y habitación; 16°. Los bienes raíces donados o legados con la expresión de no embargables, siempre que se haya
hecho constar su valor al tiempo de la entrega por tasación aprobada judicialmente; pero podrán
embargarse por el valor adicional que después adquieran;
17°. Los bienes destinados a un servicio que no pueda paralizarse sin perjuicio del tránsito o de la 18°. Los demás bienes que leyes especiales prohíban embargar.
higiene pública, como los ferrocarriles, empresas de agua potable o desagüe de las ciudades, etc.; pero
podrá embargarse la renta líquida que produzcan, observándose en este caso lo dispuesto en el artículo
anterior; y
DERECHOS SOCIALES Y SU EMBARGABILIDAD
Antes de analizar lo referente a los derechos sociales nos referiremos brevemente a la situación de la comunidad.
Si un comunero, individualmente considerado, es deudor de una obligación no son embargables los bienes comunes,
pero sí la cuota que él tenga en la comunidad, realizada ésta, el adquirente pasa a ser comunero con los demás, teniendo
el derecho de provocar disolución y liquidación de la comunidad.
Respecto de los derechos en sociedades hay que distinguir entre sociedades de capitales y sociedades de personas.
Las sociedades de capitales son principalmente las sociedades anónimas y las sociedades por acciones. Tratándose de las
acciones en estas sociedades son plenamente embargables, regulando el Código de Procedimiento Civil su forma de
realización a través de un corredor de bolsa.
DERECHOS SOCIALES Y SU EMBARGABILIDAD
En las sociedades de personas, el contrato de sociedad importa una voluntad de vínculo serio entre las personas que lo
celebran, vínculo denominado “affectio societatis”; de lo anterior deriva una consecuencia, los derechos sociales no son
libremente cedibles, requiriéndose el consentimiento de los demás socios para la transferencia de los derechos sociales.
En virtud de esto, se ha estimado que los derechos sociales no serían realizables, salvo consentimiento unánime de los
demás socios, y extrapolando esta situación, algunos autores han sostenido la inembargabilidad de los derechos en una
sociedad de personas, ya que el embargo tiene como finalidad realizar los bienes embargados para hacer pago al
acreedor.
Ante las argumentaciones anteriores creemos que el asunto no es tan claro, debiendo hacer distinciones. En este tipo de
sociedades si es posible embargar las utilidades del socio deudor, también el producto de la eventual liquidación de la
sociedad, en consecuencia, para hacer efectivos estos derechos previamente es menester embargar los derechos sociales.
En resumen, el embargo de aquéllos no hace posible su realización, pero sí tiene efecto respecto de las rentas que
produzcan los derechos sociales (reparto de utilidades) o el producto de la liquidación de la sociedad.
SALDOS EN CUENTAS CORREINTES, DEPOSITOS A
PLAZO, UNIVERSALIDADES
Si bien es cierto que el saldo de una cuenta corriente bancaria no es propiamente dinero, sino un crédito que tiene el
cuenta correntista en contra del respectivo banco, que éste debe pagar en dinero, se entiende que estos saldos son
embargables, en consecuencia, producido el embargo el banco respectivo debe poner los fondos correspondientes a
disposición del tribunal depositándolos en la cuenta corriente de éste, de acuerdo con el mecanismos del artículo 517 del
Código Orgánico de Tribunales.
También son embargables los depósitos a plazo que tenga un cliente en una institución financiera. El depósito tampoco
es dinero sino que un crédito en dinero, pero a su vencimiento, el banco o la institución financiera puede ser compelida a
depositar su producido en la cuenta corriente del tribunal.
Cabe señalar que no son embargables las líneas de crédito ni tampoco los cupos en las tarjetas de crédito, el motivo es
muy simple, no son dineros del deudor, sino que de la institución que otorga este crédito en favor de aquél.
SALDOS EN CUENTAS CORREINTES, DEPOSITOS A
PLAZO, UNIVERSALIDADES
Mención especial requiere el artículo 444 incisos 1° y 2° del Código de Procedimiento Civil, que se refiere a la
posibilidad de embargar no bienes determinados, sino una universalidad, específicamente una empresa o un
establecimiento mercantil o industrial. El embargo es un derecho del acreedor, pudiendo embargar bienes singulares,
pero en ciertos y determinados casos, podrá convenirle embargar en negocio como unidad económica con la finalidad de
evitar la paralización del establecimiento de que se trate, asegurándose que haya continuidad de giro.
“Si la ejecución recae sobre una empresa o establecimiento mercantil o industrial, o sobre cosa o conjunto de cosas que
sean complemento indispensable para su explotación, podrá el juez, atendidas las circunstancias y la cuantía del crédito,
ordenar que el embargo se haga efectivo, o en los bienes designados por el acreedor, o en otros bienes del deudor, o en la
totalidad de la industria misma, o en las utilidades que ésta produzca, o en parte de cualquiera de ellas.
Embargada la industria o las utilidades, el depositario que se nombre tendrá las facultades y deberes de interventor
judicial; y para ejercer las que correspondan al cargo de depositario, procederá en todo caso con autorización del juez de
la causa”.
EFECTOS DEL EMBARGO
En este punto no discutiremos si el numeral tres del artículo 1464 es prohibitivo o imperativo de requisito; lo relevante
es que dicha norma está ubicada a propósito de la compraventa (consecuencialmente también aplicable a la permuta),
por consiguiente, si el título translaticio de dominio es distinto de aquéllos, no quedaría comprendido en la limitación
analizada; en otras palabras, el artículo 1810 no es extensible a otros títulos translaticios de dominio distintos de la
compraventa y la permuta.
El segundo efecto, es que en virtud del embargo el poseedor del respectivo bien no pierde el derecho a percibir sus
frutos, salvo que ellos sean embargados, pero para esto debe existir petición expresa y resolución judicial que lo
conceda.
La tercera cuestión de carácter civil es que el embargo no otorga ninguna clase de preferencia, es decir, el acreedor
embargante conservar su calidad de acreedor en la categoría que le corresponde.
EFECTOS DEL EMBARGO
b) Efectos procesales
Desde el punto de vista procesal, el embargo tiene como consecuencia que el deudor pierde la administración del bien
embargado que pasa al depositario, salvo la situación del embargo de una industria o empresa, donde el depositario no
adquiere la administración, sino sólo el carácter de interventor judicial.
Esta situación también se produce si el depositario es el propio deudor (y dueño del bien embargado), porque en estos
casos no administra como dueño, sino que a título de depositario, con todas las obligaciones inherentes de esa calidad y
la necesidad de rendir oportunamente cuenta.
INCIDENTES EN REALICIÓN AL EMBARGO
1) Exclusión del embargo
Este incidente se encuentra regulado en el artículo 519 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil, que señala “Se
tramitará como incidente la reclamación del ejecutado para que se excluya del embargo alguno de los bienes a que se
refiere el artículo 445.”
No obstante lo anterior, si el deudor no incidenta, la situación se consolida, quedando sin aplicación el principio de la
inembargabilidad.
2) Ampliación del embargo (artículo 456)
El principio es que deben embargarse bienes suficientes para cubrir el capital, costas e intereses, pero bien puede ocurrir
que los bienes embargados sean de difícil realización, que pierdan su valor con posterioridad al embargo o que se
interponga una tercería respecto de ellos; estas circunstancias habilitan al acreedor para solicitar la ampliación del
embargo.
Este incidente se tramita de acuerdo a las reglas generales, en todo caso, si el incidente se promueve después de la
sentencia definitiva, no será necesario el pronunciamiento de nueva sentencia para proceder a la realización de los
bienes agregados al embargo.
INCIDENTES EN REALICIÓN AL EMBARGO
3) Sustitución del embargo (artículo 457)
La sustitución del embargo consiste en reemplazar el bien embargado por otro distinto, es una subrogación real; procede
siempre, salvo que lo embargado sea dinero o la especie o cuerpo cierto debida, pues el único bien que tiene la virtud de
poder reemplazar al bien embargado es el dinero, el que debe ser depositado en la corriente del tribunal en un monto
equivalente al crédito, intereses y costas.
Es muy importante señalar, que esta sustitución del embargo por dinero no es pago, es decir, el deudor puede seguir
discutiendo la existencia o exigibilidad de la obligación, continuando el juicio hasta su término.
La sustitución obviamente la puede promover el deudor, sin embargo, el artículo 521 del Código de Procedimiento Civil
también concede este derecho al tercerista.
INCIDENTES EN REALICIÓN AL EMBARGO
4) Liberación el embargo (artículo 490)
Antes de verificarse el remate y, sólo hasta ese momento, el deudor puede libertar sus bienes pagando la deuda y las
costas.
Esta liberación de los bienes embargados implica el término del juicio, porque se reconoce la obligación y se paga; es
ésta la gran diferencia que hay entre la liberación y la sustitución, pues si bien en ambos casos hay una consignación en
dinero en la cuenta corriente del tribunal, en la sustitución el deudor no reconoce la deuda y el juicio sigue, en tanto que
en la liberación, el deudor reconoce la deuda y pone fin al respectivo juicio quedando debidamente satisfecho el
acreedor.
Es necesario señalar que este derecho del deudor de libertar sus bienes, no es aplicable si lo embargado es la especie o
cuerpo cierto debido, porque ahí al acreedor sólo se le satisface mediante la entrega de dicho cuerpo cierto.
INCIDENTES EN REALICIÓN AL EMBARGO
5) Reembargo
El reembargo tiene lugar cuando sobre un mismo bien recaen diversos embargos en juicios distintos.
En su momento se discutió latamente si era posible el reembargo.
La posición a favor de este instituto señalaba que de no permitirse se desconocía el derecho de prenda general del
segundo acreedor y, en consecuencia, se desmejoraba su posición ya que implicaba que el primer acreedor embargante
adquiría una especie de preferencia, contrariando el principio de igualdad de los acreedores; igualmente argumentaban,
que si el reembargo no se permitiera, sería factible una posible colusión entre el deudor y su primer acreedor, con el
objeto de dejar bienes fuera del alcance de los demás acreedores.
La doctrina contraria sostenía que el segundo acreedor tenía derechos alternativos, por ejemplo, la tercería de pago o la
tercería de prelación en el caso de ser una acreedor preferente, no siendo necesario recurrir al reembargo.
INCIDENTES EN REALICIÓN AL EMBARGO
5) Reembargo
Sostenían también que, de acuerdo a lo establecido en el artículo 528 inciso 1°, era perfectamente posible que el
segundo acreedor iniciara una ejecución separada, solicitando que se oficiara al tribunal que conocía de la primera
ejecución para que retuviera de los bienes realizados la cuota que proporcionalmente correspondiere al segundo
acreedor; reforzaban su argumento con lo dispuesto en el inciso 2° de mismo artículo, en cuya virtud el ejecutante que a
sabiendas de existir depositario en el primer juicio, hacía retirar las especies embargadas en la segunda ejecución por el
nuevo depositario, es sancionado con las penas asignadas al delito de estafa.
Con todo, en la práctica tiene aplicación el reembargo, y cuando se trata de subastar el bien embargado, todos los jueces
embargantes deben prestar su autorización para dar cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 1464 N° 3 del Código
Civil, so pena de que la enajenación adolezca de objeto ilícito.
ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
El depositario es administrador de los bienes embargados, no teniendo por regla general, facultad para enajenar los
bienes embargados. Dada su calidad de administrador, debe rendir cuenta, detallada y documentadamente, al igual que
los tutores y curadores (artículo 514 inciso 1°).
Presentada la cuenta, las partes tienen el término de seis días para objetarla, de haber objeciones éstas se tramitan como
incidente (artículo 514 inciso 3°).
Aprobada la cuenta, el tribunal fijará la remuneración del depositario, si hubiere lugar a ella, teniendo en consideración
la responsabilidad y trabajo que el cargo le haya impuesto (artículo 516).
ADMINISTRACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Esta materia dice estricta relación con la clasificación de la sentencia definitiva condenatoria, la que puede ser de pago o de
remate. La sentencia de pago es aquella que se dicta cuando el bien embargado es dinero o la especie o cuerpo cierto debida.
También hay que tener presente que si no se han opuesto excepciones, el mandamiento de ejecución y embargo sustituye a la
sentencia en cuanto a sus efectos, según la naturaleza de los bienes embargados.
Si lo embargado es dinero, que está depositado en la cuenta corriente del tribunal, se procederá al pago mediante el giro del
respectivo cheque, desde que dicha sentencia se encuentre ejecutoriada. Excepcionalmente, se podrá pagar aun existiendo
recursos pendientes, cuando el ejecutante caucione a satisfacción del tribunal las resultas del recurso, obligándose a restituir el
dinero si la sentencia es revocada. Si el ejecutado no opuso excepciones, vencido el plazo para deducirlas, el ejecutante puede
solicitar el pago correspondiente.
Cuando lo embargado es la especie o cuerpo cierto debida, no se puede proceder al pago al acreedor mientras la sentencia no
se encuentre firme o ejecutoriada; y en este caso, no existe la excepción de ofrecer caución para un pago anticipado. Si el
ejecutado no opuso excepciones, vencido el plazo para deducirlas, el ejecutante puede solicitar la entrega de la especie o
cuerpo cierto.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
El procedimiento de realización de los bienes embargados, tiene lugar cuando se ha dictado sentencia de remate, ya que es
necesario subastar esos bienes para satisfacer el crédito del acreedor.
Para determinar el procedimiento de realización hay que atender a la naturaleza del bien embargado, así podemos distinguir:
a) Bienes muebles sujetos a corrupción, próximo deterioro o difícil conservación.
b) Efectos de comercio (acciones, bonos, opciones de acciones, etc.).
c) Demás bienes muebles.
d) Bienes que requieren previa tasación, especialmente bienes inmuebles.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Este trámite se encuentra regulado en los artículos 486 y 487 del Código de Procedimiento Civil.
De acuerdo al artículo 486 la tasación será la que figure en el rol de avalúos que esté vigente para los efectos de la
contribución de haberes, esta denominación es arcaica y actualmente corresponde al avalúo fiscal del inmueble que se practica
semestralmente por el Servicio de Impuestos Internos.
Esta tasación puede ser objetada, única y exclusivamente, por el ejecutado dentro de tercero día, en cuyo caso la nueva
tasación será practicada por peritos designados de acuerdo a las reglas generales. Señala el Código que el nombramiento del
perito tendrá lugar en la audiencia del segundo día hábil después de notificada la sentencia (de remate) sin necesidad de nueva
notificación. Sin embargo, en la práctica esto no ocurre, porque la fijación del avalúo fiscal se determina en las bases del
remate, siendo una cláusula de ellas, por lo que la disposición en comento ha pasado a ser letra muerta.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Si el nombramiento del perito debe hacerlo el tribunal, no podrá recaer en empleados o dependientes a cualquier título del
mismo tribunal.
Evacuado el informe, es puesto en conocimiento de las partes, quienes tienen un plazo de tres para impugnarlo, de la
impugnación de cada parte se dará traslado a la otra también por tres días.
Vencidos los plazos anteriores el tribunal resuelve la o las impugnaciones, teniendo tres alternativas:
i) Aprobar la tasación, no obstante las impugnaciones.
ii) Ordenar se rectifique la tasación por el mismo o por otro, indicando los puntos específicos a rectificar, y practicada ésta, se
tendrá por aprobada, sin aceptarse nuevos reclamos.
iii) Fijar el mismo tribunal el justo precio.
Sea cual fuera la decisión que tome el tribunal, la resolución que dicte al efecto es inapelable.
Aprobada que sea la tasación deberá fijarse día, hora y lugar para la subasta.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
b) Bases del remate
Las bases del remate son una actuación de carácter procesal del ejecutante, ya que en función de ellas posteriormente tendrá
lugar la subasta; pero también son las condiciones generales del contrato compraventa que será celebrado por el ejecutado,
representado por el juez, y el subastador.
Este contrato es prácticamente un contrato de adhesión, por cuanto, el subastador no tiene opción de negociar modificando las
condiciones de él, sólo decide si compra o no.
Presentadas las bases por el actor, el ejecutado tiene el plazo de tres días para oponerse a ellas, oposición que es resuelta de
plano por el tribunal (artículo 491 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil).
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
b) Bases del remate
Las principales menciones de las bases del remate dicen relación con la cosa y el precio, de esta manera deben contener:
a) La individualización de manera inequívoca del bien de que se trate. Si se trata de un bien raíz, la individualización
comprenderá la precisa indicación de las inscripciones correspondientes y los deslindes.
b) El precio, es decir, la tasación. Es menester recalcar que en la vida práctica la
tasación no tiene lugar como trámite previo a las bases, sino que son una cláusula más de ellas.
c) Señalar las condiciones de pago. En este sentido el artículo 491 inciso 1° dispone
que el precio de los bienes que se rematen deberá pagarse de contado, salvo que las partes acuerden o que el tribunal, por
motivos fundados, resuelva otra cosa. Si el precio no se paga al contado, las bases harán referencia a la época en que deberán
efectuarse los respectivos pagos; los intereses y reajustes respectivos.
d) El monto mínimo de las posturas, que de acuerdo al artículo 493 no pueden ser inferiores a los dos tercios de la tasación,
salvo acuerdo expreso de las partes.(artículo 491 inciso 2° del Código de Procedimiento Civil).
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
b) Bases del remate
e) El monto de la caución (se analizará más adelante).
f) Todas las otras menciones que necesarias e indispensables, por ejemplo, que las contribuciones atrasadas de bienes raíces
sean de cargo del subastador; si el inmueble tiene o no ocupantes; si hay deudas por servicios básicos, etc.
Es importante tener presente que también puede participar en el remate el ejecutante, con cargo a su crédito, circunstancia que
debe constar expresamente en las bases. En este caso, se indicará que puede participar en la subasta sin necesidad de rendir
caución previa. Si el ejecutante se adjudica el bien, se producirá una compensación entre el crédito y el valor del bien
subastado.
Junto con las bases del remate, aunque la ley no lo dice, se debe acompañar un certificado de dominio vigente del inmueble y
un certificado de hipotecas y gravámenes (con litigios).
La importancia de estos documentos es variada, en primer lugar, sirve para acreditar que el ejecutado es dueño del inmueble;
en segundo lugar, para saber si el bien raíz tiene hipotecas en favor de terceros, caso en el cual será necesario citar a los
acreedores hipotecarios con la finalidad de purgar dicho gravamen; y finalmente, si hay reembargos, para solicitar las
autorizaciones que ordena el artículo 1464 N° 3.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
c) Día, hora y lugar para la subasta
Aprobada la tasación se señalará día y hora para la subasta (artículo 488).
En relación al lugar donde se lleva a cabo el remate, la regla es que sea ante el mismo tribunal que conoce del litigio, sin
embargo, si el inmueble se encuentra en otro territorio jurisdiccional, puede tener lugar en dicho lugar por exhorto.
d) Redacción y publicación de avisos
El artículo 489 del Código de Procedimiento Civil dispone:
“El remate, con el señalamiento del día y hora en que debe tener lugar, se anunciará por medio de avisos publicados, a lo
menos por cuatro veces, en un diario de la comuna en que tenga su asiento el tribunal, o de la capital de la provincia o de la
capital de la región, si en aquélla no lo hubiere. Los avisos podrán publicarse también en días inhábiles. El primero de los
avisos deberá ser publicado con quince días de anticipación, como mínimo, sin descontar los inhábiles, a la fecha de la
subasta.
Si los bienes están en otra comuna, el remate se anunciará también en ella o en la capital de la respectiva región, si fuere el
caso, por el mismo tiempo y en la misma forma.”
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
d) Redacción y publicación de avisos
Los avisos son redactados en extracto por el secretario del tribunal y deben contener los datos necesarios para identificar los
bienes que van a rematarse (día y hora de la subasta, individualización del bien, mínimo de las posturas, monto y forma de
rendir la caución, etc).
Luego, el extracto se publica, a lo menos cuatro veces, en un diario de la comuna donde tenga su asiento el tribunal, o de la
provincia, o subsidiariamente de la capital de la región. Si el inmueble se encuentra en otro lugar distinto a aquel en que tenga
su asiento el tribunal, el remate se anunciará, además, en la misma forma y por el mismo tiempo, en dicho lugar.
El primero de los avisos debe ser publicado con una antelación mínima de quince días corridos a la fecha del remate y pueden
publicarse en días inhábiles; esta norma es importante, porque la publicación es una actuación judicial que debe tener lugar en
días y horas hábiles, en consecuencia, de no existir esta norma expresa los avisos no podrían publicarse los días domingos o
festivos.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
e) Caución y remate
El monto de la caución que deben rendir los postores interesados queda determinada en las bases del remate, y al efecto, el
artículo 494 dispone que todo postor, para tomar parte en el remate, deberá rendir caución suficiente, calificada por el tribunal,
sin ulterior recurso, para responder de que se llevará a efecto la compra de los bienes rematados. La caución será equivalente
al diez por ciento de la tasación del inmueble y subsiste hasta que se otorgue la escritura definitiva de compraventa, o se
deposite a la orden del tribunal el precio o parte de él que deba pagarse de contado.
En cuanto a la forma de rendir la caución también se fija en las bases, por ejemplo, vale vista a la orden del tribunal, depósito,
efectivo, etc., aunque lo usual es el vale vista. Llegado el día y la hora de la subasta, ésta se efectúa en el recinto del tribunal,
siendo el juez el martillero. Ese día los posibles interesados comparecen ante el secretario con la finalidad de rendir su
respectiva caución; si se suscita discusión entre los partícipes respecto de la caución, el tribunal resuelve de plano.
Inmediatamente de constituidas las cauciones, se llama a los postores por el oficial de sala del tribunal; el juez individualiza el
bien, nombra a los participantes y comienza la subasta hasta que en definitiva, quien ofrezca el mayor precio se adjudique el
bien. Adjudicado el bien, queda sólo el subastador en el recinto del tribunal, pues a los demás se les devuelve la caución y
deben retirarse.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
f) Acta de remate
El acta de remate de los inmuebles se extiende ante el secretario del tribunal, en un libro que lleva para tales fines. En ese
momento el subastador puede indicar la persona para quien adquiere; pero este tercero en cuyo favor se está obrando, debe
comparecer al tribunal aceptando lo obrado (artículo 496). El acta es suscrita por el juez, el rematante y el secretario.
El acta de remate, señalará que el día “xx”, siendo las “xx”, en el juicio “x con y” se efectúo la subasta del bien “x”, que fue
adjudicado a don “N.N” por sí o a nombre de “Z.Z.”. El acta vale como escritura pública, con todo, igualmente debe otorgarse
dentro de tercero día la escritura definitiva con inserción de los antecedentes necesarios y con los demás requisitos legales. En
consecuencia, para la tradición del inmueble (inscripción del título) no basta con exhibirle al Conservador de Bienes Raíces
copia autorizada del acta, sino que debe acompañarse copia autorizada de la escritura de remate.
Si el subastador no consigna el precio del remate en la oportunidad fijada en las bases, o no suscribe la escritura definitiva de
compraventa, el remate queda sin efecto y se hace efectiva la caución. El valor de ésta, deducido el monto de los gastos del
remate, se abonará en un cincuenta por ciento al crédito y el cincuenta por ciento restante quedará a beneficio de la Junta de
Servicios Judiciales, hoy Corporación Administrativa del Poder Judicial (artículo 494 inciso 3°). Finalmente, si el subastador
promueve incidentes y éstos son desechados, las apelaciones que deduzca serán concedidas en el solo efecto devolutivo (inciso
final del artículo 494).
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
g) Escritura pública de remate
Como ya se señaló la escritura de remate debe extenderse dentro de tercero día (artículo 495 inciso 2°). La redacción de la
norma en análisis es oscura, pues no señala desde cuándo se cuentan esos tres días. Una primera interpretación, bastante
exigente, sería que se cuenta desde que se extiende el acta de remate, sin embargo, esta interpretación ha sido dejada de lado, y
el tercer día se computa desde que queda ejecutoriada o cause ejecutoria la resolución del tribunal que ordena extender
escritura de remate; en todo caso, se ha entendido que este plazo no es fatal.
La redacción de la escritura pública le corresponde al subastador, debiendo insertarse las siguientes circunstancias:
a) Antecedentes que acrediten la válida relación procesal (emplazamiento).
b) Bases del remate y su respectiva resolución.
c) Acta de remate.
d) Certificado del secretario del tribunal de la notificación de la sentencia de remate, o de la circunstancia de no haberse
opuesto excepciones.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Purga de la hipoteca
Etimológicamente purgar significa limpiar, purificar.
La purga de la hipoteca procede cuando el bien raíz a subastar tiene hipotecas constituidas en favor de terceros –distintos del
acreedor ejecutante-.
En estricto rigor, al ser la hipoteca un derecho real, concede al acreedor hipotecario el derecho de persecución, por
consiguiente, si el subastador adquiere un inmueble hipotecado corre el riesgo de ser desposeído si aquél hace valer sus
derechos de acreedor preferente. En consecuencia, ante el evento que nadie se presente a la subasta, el legislador ideó el
mecanismo de la purga de la hipoteca, con la finalidad que el adjudicatario adquiera el bien libre de este gravamen.
Dos disposiciones regulan esta materia, los artículos 2428 del Código Civil y 492 del Código de Procedimiento Civil. Ambas
normas son de distinto tenor, prevaleciendo la norma del Código de Procedimiento Civil.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Purga de la hipoteca
Artículo 492. Si por un acreedor hipotecario de grado posterior se persigue una finca hipotecada contra el deudor personal que
la posea, el acreedor o los acreedores de grado preferente citados conforme al artículo 2428 del Código Civil, podrán, o exigir
el pago de sus créditos sobre el precio del remate según sus grados, o conservar sus hipotecas sobre la finca subastada, siempre
que sus créditos no estén devengados.
No diciendo nada, en el término del emplazamiento, se entenderá que optan por ser pagados sobre el precio de la subasta. Si se
ha abierto concurso a los bienes del poseedor de la finca perseguida, o se le ha declarado en quiebra, se estará a lo prescrito en
el artículo 2477 de dicho Código. Los procedimientos a que den lugar las disposiciones anteriores se verificarán en audiencias
verbales con el interesado o los interesados que concurran.
El artículo 492 regula la situación del ejecutante que es un acreedor hipotecario de grado posterior y existen otros acreedores
hipotecarios de grado preferente. Sin embargo, se ha estimado que esta norma es también aplicable cuando el acreedor
ejecutante no goza de ningún tipo de preferencia y hay una o más hipotecas en favor de terceros. En cuanto al ámbito de
aplicación de la norma en comento se debe señalar que puede tratarse de una ejecución individual sobre el bien hipotecado
(incisos 1°, 2° y 4°), o bien, de una ejecución colectiva (inciso 3°).
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
a) Ejecución individual sobre el bien hipotecado.
Esta situación tiene lugar cuando es un acreedor el que está persiguiendo el pago de su acreencia y el embargo ha recaído
sobre un inmueble hipotecado en favor de terceros.
Para que se purgue la hipoteca es menester:
a.1) Que se trate de la venta de un bien raíz en remate público a consecuencia de un juicio ejecutivo. El artículo 2428 se
refiere a “pública subasta” sin distinguir si se trata de un juicio ejecutivo, o bien, de alguno de los otros casos en que los bienes
son vendidos de esta manera, por ejemplo, la enajenación de los bienes raíces del pupilo. Tanto la doctrina como la
jurisprudencia han señalado que este instituto sólo tiene cabida tratándose del remate del bien dentro de un juicio ejecutivo.
a.2) Que antes del remate se haya citado personalmente a los acreedores hipotecarios para que expresen lo conveniente
a sus derechos. Esta citación se practica mediante la notificación personal (también por el artículo 44 o por avisos) de la
resolución que la ordena.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
a.3) Que entre la citación al acreedor hipotecario y el remate, por lo menos haya mediado el término de emplazamiento.
La jurisprudencia mayoritaria ha estimado que las referencias, de los diversos textos legales, al término de emplazamiento,
debe entenderse hecha al término de emplazamiento del juicio ordinario de mayor cuantía regulado en los artículos 258 a 260
del Código de Procedimiento Civil.
Si un acreedor hipotecario no es citado, o transcurre menos del término de emplazamiento entre la citación y la subasta, la
sanción no es la nulidad del remate, sino que las hipotecas no se purgan, adquiriendo el subastador el bien con el gravamen.
De acuerdo a las reglas de Código Civil concurriendo los requisitos indicados, necesariamente se produce la purga y los
acreedores hipotecarios deben concurrir al pago de su acreencia con el producto del remate, no teniendo la posibilidad de
reservarse su hipoteca.
No obstante lo anterior, este mecanismo fue modificado por el artículo 492 del Código de Procedimiento Civil, que permite a
los acreedores hipotecarios, cuyos créditos no estén devengados, conservar sus hipotecas. De esta manera, si el crédito es
exigible el acreedor hipotecario necesariamente debe concurrir al pago; por su parte, si el crédito no es exigible el acreedor
hipotecario puede reservarse su garantía, reserva que debe hacerla valer dentro del término de emplazamiento. Si nada se dice
dentro de este lapso, se entiende, sin distinguir, que el acreedor opta por pagarse. Todas las cuestiones que se susciten entre los
acreedores hipotecarios y el ejecutante deben ser resueltas en audiencias verbales a las cuales citará el tribunal.
REALIZACIÓN DE LOS BIENES EMBARGADOS
Si se analiza aisladamente el inciso 1° del artículo 543, podría concluirse que los apremios pueden repetirse indefinidamente,
sin embargo, el inciso 2° contempla una forma de liberación para el deudor: si paga las multas y cauciona suficientemente las
indemnizaciones correspondientes, cesarán los apremios. En el caso de caucionar las indemnizaciones, el acreedor deberá
iniciar un juicio declarativo, donde se discutirá la naturaleza y monto de los perjuicios derivados del incumplimiento de la
obligación de hacer.
JUICIO EJECUTIVO POR LA OBLIGACIÓN DE HACER Y
NO HACER
b) Autorización para hacer ejecutar la obra a expensas del deudor
Aquí se da una cosa muy curiosa: la obligación de hacer se convierte en obligación de dar, y hay una remisión al cuaderno de
apremio para las obligaciones de dar.
De acuerdo a lo que señala el artículo 536, el acreedor puede solicitar que se le autorice a llevar a cabo la obra por medio de
un tercero y a expensas del deudor. Este derecho lo puede ejercitar, según corresponda, desde que la sentencia se encuentre
ejecutoriada; desde que transcurra el plazo sin que el deudor haya opuesto excepciones; y, desde que venza el plazo que se le
otorgó al deudor para la iniciación de los trabajos, o bien, los ha iniciado pero los abandona sin causa justificada.
El artículo 537 señala cómo se procede. El ejecutante, junto con su solicitud, debe acompañar un presupuesto, el que puede ser
objetado por el deudor dentro de tercero día; si no formula objeciones, se tiene por aprobado. De mediar objeción, ésta se
tramita y se resuelve de la misma forma que la objeción a la tasación en el juicio ejecutivo por obligación de dar, es decir, por
peritos (remisión a los artículos 486 y 487).
JUICIO EJECUTIVO POR LA OBLIGACIÓN DE HACER Y
NO HACER
b) Autorización para hacer ejecutar la obra a expensas del deudor
Determinado el valor de la obra, el deudor debe consignar el monto respectivo dentro de tercero día, a la orden del tribunal,
los que serán entregados al acreedor a medida que avancen las obras.
Agotados los fondos consignados, podrá el acreedor solicitar aumento de ellos, justificando que ha habido error en el
presupuesto o que han sobrevenido circunstancias imprevistas que aumentan el costo de la obra (artículo 539)
El artículo 540 señala que, al convertirse el acreedor en administrador de recursos ajenos, debe rendir cuenta de su
administración.
Si el deudor no consigna los fondos correspondientes, la obligación de hacer se transforma en una obligación de dar, pues se
persigue el pago de una suma de dinero, en tal caso, se procede al embargo de los bienes del deudor y a su realización, de
acuerdo a las reglas del juicio ejecutivo por obligación de dar (artículo 541).
Si el acreedor no puede o no quiere hacerse cargo de la ejecución de la obra debida, podrá recurrir a los demás derechos del
artículo 1553, siempre que el deudor no haya consignado los fondos exigidos para la ejecución de la obra, ni se hayan
rematado bienes para hacer la consignación (artículo 542).
JUICIO EJECUTIVO
POR LA OBLIGACIÓN
DE NO HACER
JUICIO EJECUTIVO POR LA OBLIGACIÓN DE HACER Y
NO HACER
2. Juicio ejecutivo por obligación de no hacer
Respecto del juicio ejecutivo por obligación de no hacer, se aplican las mismas disposiciones del juicio ejecutivo por
obligación de hacer, relativas a la ejecución de una obra material, pues el objeto del juicio es la destrucción de lo hecho en
contravención.
A este procedimiento sólo se refiere el artículo 544, el que a su vez, se remite al artículo 1555 del Código Civil.
Artículo 544. “Las disposiciones que preceden se aplicarán también a la obligación de no hacer cuando se convierta en la de
destruir la obra hecha, con tal que el título en que se apoye consigne de un modo expreso todas las circunstancias requeridas
por el inciso 2º del artículo 1555 del Código Civil, y no pueda tener aplicación el inciso 3º del mismo artículo.
En el caso en que tenga aplicación este último inciso, se procederá en forma de incidente.”
JUICIO EJECUTIVO POR LA OBLIGACIÓN DE HACER Y
NO HACER
Artículo 1555. “Toda obligación de no hacer una cosa se resuelve en la de indemnizar los perjuicios, si el deudor contraviene y
no puede deshacerse lo hecho.
Pudiendo destruirse la cosa hecha, y siendo su destrucción necesaria para el objeto que se tuvo en mira al tiempo de celebrar el
contrato, será el deudor obligado a ella, o autorizado el acreedor para que la lleve a efecto a expensas del deudor.
Si dicho objeto puede obtenerse cumplidamente por otros medios, en este caso será oído el deudor que se allane a prestarlo.
El acreedor quedará de todos modos indemne.”
Finalmente, cabe señalar que la acción derivada de la contravención de una obligación de no hacer, no siempre tiene por
objeto que el deudor deshaga lo hecho. Existen hipótesis diversas reguladas en la disposición antes citada; de donde resulta
pertinente distinguir:
a) Que no pueda deshacerse lo realizado.
b) Que pudiendo el deudor deshacer lo obrado, esto no resulte estrictamente necesario para cumplir el objeto que las partes
tuvieron en mira al tiempo de contratar.
JUICIO EJECUTIVO POR LA OBLIGACIÓN DE HACER Y
NO HACER
c) Que, aun cuando en la especie, sea posible la destrucción de la cosa hecha, el deudor se encuentra facultado para proponer
una forma alternativa de dar satisfacción al acreedor, siempre y cuando dicha alternativa se enmarque dentro del objeto que se
tuvo en mira al tiempo de celebrar el contrato.
El procedimiento ejecutivo por obligaciones de no hacer, sólo se aplica en caso de verificarse la hipótesis de destrucción de la
cosa realizada, en cuanto sea posible y necesaria, en los términos antes expuestos.
Ejecución de las
resoluciones
judiciales
Ejecución de las resoluciones judiciales
1. Regulación
La ejecución de las resoluciones judiciales es, técnicamente hablando, un incidente especial. Esta materia está tratada en el
Título XIX del Libro I, artículos 231 a 251 del Código de Procedimiento Civil, y en él se distingue dos partes: cumplimiento
de resoluciones judiciales pronunciadas por tribunales chilenos; y, cumplimiento de resoluciones judiciales pronunciadas por
tribunales extranjeros.
2. Cumplimiento de resoluciones judiciales pronunciadas por tribunales chilenos:
Los artículos 231 del Código de Procedimiento Civil y el artículo 113 del Código Orgánico de Tribunales, determinan el
tribunal competente para conocer del cumplimiento de las resoluciones judiciales pronunciadas por un tribunal nacional.
En este orden de ideas, la ejecución de las resoluciones judiciales queda entregada a los tribunales que las hayan pronunciado
en primera o en única instancia. Sobre el particular, cabe señalar que las resoluciones judiciales sólo pueden cumplirse una vez
que se encuentren firmes y ejecutoriadas, en los términos establecidos por el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil o
cuando esta resolución cause ejecutoria.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Sin perjuicio del principio general antes mencionado –esto es, la competencia de los tribunales de primera o única instancia-,
el inciso 2° del artículo 231 del Código de Procedimiento Civil, al igual que el artículo 113 del Código Orgánico de
Tribunales, establece una aparente excepción, en el sentido de que ciertas y determinadas resoluciones pueden ser también
ordenadas cumplir por un tribunal distinto al referido, es decir, no por el tribunal que conoció del asunto en primera o en única
instancia, sino por los tribunales que están conociendo de determinados recursos, en lo que diga relación con la tramitación o
substanciación de ellos.
Estos tribunales, no sólo pueden ordenar las medidas de substanciación en lo que diga relación con dichos recursos, sino que
están facultados para ordenar el pago de las costas que se hubiesen causado su tramitación. La determinación del tribunal
competente para conocer de un nuevo juicio, que busca el cumplimiento de lo resuelto en un juicio anterior, se encuentra
establecido en el artículo 232 del Código de Procedimiento Civil, en relación con el artículo 114 del Código Orgánico de
Tribunales. En tal evento, queda al arbitrio del ganancioso, elegir recurrir al tribunal que conoció del asunto en primera o en
única instancia; o bien, el que sea competente de acuerdo a las reglas generales.
Cuando se solicita el cumplimiento de la sentencia ante el tribunal que conoció de él en primera o en única instancia, sin
iniciar un nuevo juicio, se debe estar a lo dispuesto en los artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, lo que
se denomina “procedimiento de cumplimiento incidental del fallo”.
Ejecución de las resoluciones judiciales
2.1 Procedimiento de cumplimiento incidental del fallo
Tramitación
El cumplimiento incidental del fallo debe solicitar dentro del plazo de un año, contado desde que la ejecución se hizo exigible
Si la ley no ha dispuesto una forma distinta de cumplirla, el tribunal ordenará su cumplimiento con citación, es decir, la parte
respecto de la cual se está accediendo a la actuación, tiene un plazo fatal de tres días para deducir oposición (artículo 69 del
Código de Procedimiento Civil).
La notificación de esta resolución se hará por cédula al apoderado de la respectiva parte. Entiéndase por apoderado, quien
tiene poder en el juicio que se terminó y cuya sentencia se pretende cumplir. Además, el receptor debe enviar carta certificada
a la propia parte contra la cual se pretende cumplir la resolución, la que debe ser enviada al lugar en donde se notificó la
demanda.
En caso de que el fallo deba ser cumplido respecto de un tercero, la notificación debe hacerse a su respecto, personalmente.
Ejecución de las resoluciones judiciales
En relación a las sentencias que contengan la orden de pagar prestaciones periódicas, el cumplimiento debe ser solicitado en el
plazo de un año, desde que cada una de dichas prestaciones se haya hecho exigible, materia regulada en el inciso final del
artículo 233.
Como se señaló, la regla general es que el tribunal ordenará su cumplimiento con citación, plazo que se concede para que el
pernicioso (la parte contra la cual se pretende el cumplimiento de la sentencia) alegue sus respectivos derechos, y oponga
excepciones a este cumplimiento incidental.
Frente a la pretensión de cumplimiento incidental del fallo, están taxativamente enumeradas las excepciones que la parte
respectiva puede oponer, las que por regla general debe fundarse en un antecedente escrito, junto con invocarse hechos
acaecidos con posterioridad a la sentencia de cuyo cumplimiento se trata.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Estas posibles excepciones, que el deudor debe oponer necesariamente dentro del término de citación son:
a) Pago de la deuda;
b) Remisión de la deuda;
c) Concesión de esperas o prórroga del plazo;
d) Novación;
e) Compensación;
f) Transacción;
g) Haber perdido su carácter de ejecutoria (sea absolutamente o en relación con el artículo 233 del Código de Procedimiento
Civil);
h) Pérdida de la cosa debida, cuando se trata de la obligación de entregar una especie o cuerpo cierto (remisión al art. 464 Nº
15);
Ejecución de las resoluciones judiciales
i) Imposibilidad de cumplimiento, cuando se trata de una obligación de hacer (remisión al artículo 534).
5 El legislador parte del supuesto que fue el demandado quien perdió el juicio, de ahí que señale que la carta certificada se
enviará al lugar donde se notificó la demanda, sin embargo, es perfectamente posible que el actor sea quien perdiera el juicio,
y en este caso, la carta certificada debiera ser enviada al domicilio consignado en el libelo.
Estas excepciones, salvo la de la pérdida de la cosa debida y la de la imposibilidad absoluta de cumplir, deben fundarse en
antecedentes escritos. Por otra parte, las excepciones de pérdida de la cosa debida y la de imposibilidad de cumplimiento,
deben estar revestidas de fundamento plausible, bajo apercibimiento de ser rechazadas de plano.
Respecto del cumplimiento de la sentencia respecto de un tercero, el legislador también le faculta para deducir oposición,
dentro del plazo de diez días. Lo anterior implica que, en este caso excepcional, el término de citación para el tercero es de
diez días y no de tres. Este tercero puede hacer valer las mismas excepciones que la parte, pero además hay una excepción
particular contemplada sólo en su favor, consistente en que la sentencia no le empece, es decir, que la sentencia no le es
oponible (artículo 234 inciso 2°).
Ejecución de las resoluciones judiciales
Opuestas las excepciones, el tribunal hace un estudio de admisibilidad, en torno a establecer si éstas se fundan en hechos
posteriores a la sentencia, constan en antecedentes por escrito y si están revestidas de fundamento plausible. Si el tribunal
estima que las excepciones no cumplen con los requisitos de admisibilidad, las debe rechazar de plano. Si por el contrario,
estima que las excepciones son admisibles, dará a esta oposición tramitación incidental, y en consecuencia, dictará una nueva
sentencia interlocutoria que acoja o deseche la oposición del deudor; esta sentencia interlocutoria es apelable en el solo efecto
devolutivo (artículo 194 Nº 3).
No obstante el cumplimiento incidental del fallo, el pernicioso igualmente pedir la nulidad de todo lo obrado por falta de
emplazamiento, por cierto si se cumplen con sus presupuestos, pues así debe entenderse la remisión hecha al artículo 80 por el
inciso final del artículo 234.
Respecto de las actitudes que puede adoptar el pernicioso, encontramos dos posibles situaciones: que el pernicioso o el tercero
no se hayan opuesto al cumplimiento dentro del plazo de tercero o diez días según corresponda, y en tal evento se puede
proceder derechamente al cumplimiento; o que el perniciosos o el tercero se hayan opuesto al cumplimiento, y esta oposición
haya sido desechada por la sentencia interlocutoria respectiva.
Ejecución de las resoluciones judiciales
En estos dos casos se puede proceder propiamente al cumplimiento del fallo, que está reglamentado en el artículo 235;
disposición que señala varias formar de cumplimiento, según sea la naturaleza de la resolución que se trata de cumplir. Más
aún, hay una regla supletoria final o de clausura, en el sentido de que se autoriza al juez, en caso de que ninguna de las reglas
anteriores sea enteramente aplicable, para adoptar las medidas convenientes o adecuadas tendientes al respectivo
cumplimiento.
Artículo 235. “Si no ha habido oposición al cumplimiento de la sentencia solicitado conforme el artículo 233 o ella ha sido
desestimada por sentencia de primera o segunda instancia, se procederá a cumplirla, siempre que la ley no haya dispuesto otra
forma especial, de acuerdo con las reglas siguientes:
1° Si la sentencia ordena entregar una especie o cuerpo cierto, sea mueble o inmueble, se llevará a efecto la entrega,
haciéndose uso de la fuerza pública si es necesario;
Ejecución de las resoluciones judiciales
2° Si al especie o cuerpo cierto mueble no es habido, se procederá a tasarlo con arreglo al Título XII del Libro IV y se
observarán en seguida las reglas del número siguiente;”
Si el bien mueble no se encuentra en poder del deudor, la obligación se transforma en la obligación de pagar una cantidad
determinada de dinero. Se procede a la tasación de la especie. Sobre el particular, el legislador no se remite las normas del
juicio ejecutivo sino que a las reglas de la tasación en asuntos no contenciosos, contenidas en los artículos 895 y siguientes del
Código de Procedimiento Civil.
Se trata de un procedimiento simple de tasación: se procede al nombramiento de peritos conforme al artículo 414; practicada
la tasación, se depositará en la oficina a disposición de los interesados, los cuales serán notificados por el secretario o por otro
ministro de fe, sin necesidad de previo decreto del tribunal6.. Los interesados tendrán tres días para impugnar la tasación,
confiriéndose traslado a la parte contraria de la impugnación.
Ejecución de las resoluciones judiciales
3° Si la sentencia manda pagar una suma de dinero se ordenará, sin más tramite, hacer pago al acreedor con los fondos
rendidos, hecha la liquidación del crédito y de las costas causadas o se dispondrá previamente la realización de los bienes que
estén garantizando el resultado de la acción de conformidad al Título V del Libro II.
Si no hay bienes que aseguren el resultado de la acción se procederá a embargar y a enajenar bienes suficientes de la parte
vencida de acuerdo a las reglas del procedimiento de apremio, sin necesidad de requerimiento y deberá notificarse por cédula
el embargo mismo y la resolución que lo ordena;”
La anterior es una regla de frecuente aplicación. Se hace una remisión al Título V del Libro II, que se refiere a las medidas
precautorias.
4° Si la sentencia obliga a pagar una cantidad de un género determinado, se procederá de conformidad a las reglas del número
anterior; pero si es necesario, se practicará previamente su avaluación por un perito con arreglo al Título XII del Libro IV;”
Si se ordena pagar una cantidad determinada de un género determinado, en primer lugar ha de observarse si se ha retenido
dicho género o si se ha adoptado una medida precautoria. Si se ha retenido dicho género, se procederá, simplemente, a la
entrega de la cantidad debida; en cambio, si se han aplicado medidas precautorias, se debe realizar el objeto sobre el cual recae
la medida la precautoria.
Ejecución de las resoluciones judiciales
5° Si la sentencia ordena la ejecución o destrucción de una obra material, la suscripción de un documento o la constitución de
un derecho real o de una obligación, se procederá de acuerdo con el procedimiento de apremio en las obligaciones de hacer;
pero se aplicará lo prescrito en el numero 3° de este artículo cuando sea necesario embargar y realizar bienes; y”
6° Si la sentencia ha condenado a la devolución de frutos o a la indemnización de perjuicios y, de conformidad a lo establecido
en el inciso 2° del artículo 173, se ha reservado al demandante el derecho de discutir esta cuestión en la ejecución del fallo, el
actor deberá formular la demanda respectiva en el mismo escrito en que pida el cumplimiento del fallo. Esta demanda se
tramitará como incidente y, de existir oposición al cumplimiento del fallo, ambos incidentes se substanciarán conjuntamente y
se resolverán en una misma y única sentencia.”
El artículo 173 se refiere a la demanda con reserva, instituto que ya fue analizado a propósito del juicio ordinario de mayor
cuantía.
El artículo 235 inciso final hace una remisión general a las reglas del juicio ejecutivo, y señala al artículo 773, pero en realidad
debe decir, 774.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Reglas generales de ejecución
1° Pago de Prestaciones Periódicas (artículo 236). Esta regla tiene mucha importancia, dado a que estamos frente a una
sentencia que condena al deudor al pago de prestaciones periódicas. En el evento en que el deudor se retrase en el pago de
estas prestaciones, el acreedor puede solicitar al tribunal, que el deudor sea condenado a consignar en un banco o institución
financiera una determinada cantidad, de tal manera que con los intereses se pague la prestación periódica. Esta solicitud se
tramita incidentalmente.
Si el deudor no cumple con esta obligación de realizar el mencionado depósito, una vez que se ha accedido a la solicitud, se
procede al embargo conforme al artículo 235 inciso 3°.
2° Artículo 237. Esta norma parte del supuesto de que teniendo sentencia de condena, el acreedor no pida el cumplimiento
incidental del fallo dentro del plazo o porque recurrió a otro juez ante el cual se inició el correspondiente juicio ejecutivo. En
este juicio ejecutivo, son sólo admisibles las excepciones que no se hayan hecho valer en el juicio anterior.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Reglas generales de ejecución
3° Artículo 238. El legislador se pone ante la situación de que, dada la naturaleza de la sentencia, no le sean aplicables ni las
reglas generales ni las especiales. En tal evento, se le da la posibilidad al juez de adecuar el cumplimiento del fallo a las
circunstancias, pudiendo aplicar las medidas conducentes al cumplimiento, es decir, se le faculta para imponer multas o
arrestos.
4° Artículo 239. Esta disposición tiene poca aplicación práctica, y su redacción puede conducir a equívocos. Esta disposición
está relacionada con el derecho legal de retención.
Cuando se condena a restituir una cosa raíz o mueble, el deudor puede pedir que se declare el derecho legal de retención en su
favor hasta que el acreedor le satisfaga determinadas prestaciones a que está obligado, o sea hasta que le pague lo que le debe.
Si este derecho no se plantea en el juicio principal, que es la regla general, se puede plantear en el cumplimiento incidental.
Generalmente este incidente no suspenderá la restitución, salvo en los casos en que la ley así lo establezca.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Reglas generales de ejecución
5° Artículo 240. Esta norma establece una regla muy importante. El inciso 1° señala el ámbito del imperio del tribunal; en
términos de señalar que los tribunales no sólo están facultados para ordenar el cumplimiento del fallo, sino también para
mantener lo cumplido, es decir, esta facultado para tomar las medidas necesarias para la mantención de la respectiva
resolución.
El inciso 2°, por su parte, señala el único caso de una situación penal descrita y sancionada en el Código de Procedimiento
Civil; se tipifica una forma de desacato, que puede ser definido como el quebrantamiento deliberado de un mandato judicial.
En este caso, se establece una sanción penal, consistente en la pena de presidio mayor en su grado medio a máximo.
6° Artículo 241. Establece el régimen de apelación, y se refiere al caso especial de la apelación en los juicios de hacienda. Esta
regla repite la regla general.
En los juicios de hacienda la apelación se concede en ambos efectos, pero para que no haya un retardo excesivo se coloca de
inmediato en la tabla, y gozará de preferencia para su vista y fallo.
Todas las apelaciones, a excepción de este caso, que se deduzcan en el cumplimiento incidental del fallo se conceden en el
solo efecto devolutivo.
Ejecución de las resoluciones judiciales
3. Cumplimiento de resoluciones judiciales pronunciadas por tribunales extranjeros
El compilado legal que regula esta materia es el Código de Procedimiento Civil junto al Código de Bustamante. El Código de
Derecho Internacional Privado o Código de Bustamante es un tratado multilateral que sólo liga a los países signatarios que
manifestaron su voluntad de ratificación, de manera que tiene un restringido ámbito de aplicación.
Chile aprobó el Código de Derecho Internacional Privado con una muy importante reserva, que envuelve la preeminencia de la
legislación chilena, presente y futura, respecto de las normas contenidas en dicho instrumento internacional. En consecuencia,
en nuestro sistema jurídico se prefieren las normas del Código de Procedimiento Civil, sin perjuicio de que en lo supletorio y
respecto de los países vinculados a este tratado multilateral, se pueda aplicar el Código de Derecho Internacional Privado.
Ejecución de las resoluciones judiciales
3. Cumplimiento de resoluciones judiciales pronunciadas por tribunales extranjeros
El Código de Procedimiento Civil se remite a los tratados internacionales como fuente que informa el modo de cumplir las
resoluciones judiciales, de manera que sobre este punto ha de entenderse que existe una doble remisión. El criterio del
legislador chileno es de carácter subsidiario, en el sentido de que va fijando reglas, prefiriendo unas respecto de otras, en
cuanto al cumplimiento de las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros.
La imposibilidad de aplicar las reglas subsidiarias, no excluye la eficacia de las resoluciones dictadas por tribunales
extranjeros, dado que, aún cuando no haya tratado y aún cuando no sea aplicable la regla de la reciprocidad –entendida como
el conjunto de normas que fijan o determinan los criterios de cumplimiento de las mencionadas resoluciones-, pues en tal caso
debe aplicarse íntegramente el artículo 245 del Código de Procedimiento Civil. De lo anterior se desprende que el orden de
prelación que debe observarse, en relación al cumplimiento de las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros, es: en
principio, el Código de Bustamante, luego los tratados internacionales respectivos, en su defecto el principio de reciprocidad,
y finalmente los normas del Código de Procedimiento Civil (artículos 242 y siguientes).
Ejecución de las resoluciones judiciales
Normativa aplicable
1º Existencia de Tratados Internacionales (artículo 242)
Para el cumplimiento de las resoluciones pronunciadas en país extranjero, la ley chilena prefiere los tratados internacionales
por sobre ella, y para la ejecución de estas resoluciones se deberán seguir los procedimientos que establezca la ley chilena, en
cuanto no aparezcan modificados por dichos tratados.
2º Criterio de la Reciprocidad (artículos 243 y 244)
Este criterio se aplica en la generalidad de las relaciones internacionales; a falta de tratado se aplica la reciprocidad. El criterio
de la reciprocidad implica que nuestro país, le dará a las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros, la misma fuerza que,
en el país de origen de la respectiva resolución, se le otorga a las resoluciones dictadas por tribunales nacionales; es decir, si la
resolución ha sido dictada por tribunales de un país en que no se da cumplimiento a los fallos de los tribunales chilenos, no
tendrá fuerza alguna en Chile.
Ejecución de las resoluciones judiciales
3º Artículo 245.
Aún a falta de tratado, y en la imposibilidad de dar aplicación al criterio de reciprocidad, nuestro legislador reconoce el mérito
de las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros, siempre y cuando se dé cumplimiento a los requisitos indicados por el
artículo en análisis:
a) Que las resoluciones de tribunales extranjeros no contengan nada contrario a las leyes de la República. Pero no se tomarán
en cuenta las leyes de procedimiento a que haya debido sujetarse en Chile la substanciación del juicio.
Que las resoluciones extranjeras no sean contrarias a las leyes chilenas, significa que éstas no pueden haber sido dictadas en
contradicción de las normas de orden público de nuestro país. Lo anterior debe relacionar con el artículo 1462 del Código
Civil.
El concepto de orden público es diferente del concepto de Derecho Público. En el Derecho Público la mayoría de las normas
son de orden público, pero también existen normas de orden público en el Derecho Privado. Téngase presente que el concepto
de orden público es un concepto esencialmente dinámico, que dependerá del respectivo lugar y momento en que se invoque.
Ejecución de las resoluciones judiciales
b) Que las resoluciones dictadas por tribunales extranjeros tampoco se opongan a la jurisdicción nacional.
Es importante señalar, que existen determinadas materias sobre las cuales sólo cabe aplicar la jurisdicción nacional; así por
ejemplo, la Constitución señala que todo lo relativo a la propiedad minera, será resuelto por tribunales ordinarios nacionales.
c) Que la parte en contra de la cual se invoca la sentencia haya sido debidamente notificada de la acción. Con todo, podrá ella
probar que, por otros motivos, estuvo impedida de hacer valer sus medios de defensa.
La técnica legislativa, ha sido en este punto, poco feliz, al restringir a la notificación la suficiencia de la regla antes dicha, sin
considerar el otro elemento del emplazamiento; esto es, el periodo de tiempo que la ley concede a la parte respectiva para que
ésta haga valer sus derechos en juicio. En este orden de ideas, la fórmula correcta debió expresarse en los siguientes términos:
“La parte contra la cual se invoca una resolución emanada de tribunales extranjeros, debe estar debidamente emplazada”. Sin
perjuicio de lo anterior, no obstante, estar debidamente emplazada, la parte se puede oponer al cumplimiento de la resolución,
si prueba que no pudo defenderse adecuadamente en el respectivo procedimiento.
Ejecución de las resoluciones judiciales
d) Que las resoluciones emanadas de los tribunales extranjeros estén ejecutoriadas
en conformidad a las leyes del país en que hayan sido pronunciadas.
Es importante tener presente que, todo lo dicho hasta aquí, no sólo es aplicable a resoluciones extranjeras en materia
contenciosa, sino también a resoluciones extranjeras que se pronuncien sobre materias de jurisdicción no contenciosa (artículo
249).
Cabe subrayar que las resoluciones extranjeras que se pretenden cumplir en nuestro país, no necesariamente deben haber
emanado de tribunales ordinarios o especiales extranjeros, sino que también pueden haber emanado de tribunales arbitrales
extranjeros. Sea cual fuere la naturaleza del tribunal extranjero que dictó la respectiva resolución, estas podrán, eventualmente,
hacerse cumplir en Chile.
Cuando las resoluciones han emanado de un tribunal arbitral extranjero, se hará constar su autenticidad y eficacia por el visto
bueno u otro signo de aprobación emanado de un tribunal superior ordinario del país en donde se haya dictado el fallo (artículo
246). Sin perjuicio de lo anterior, este trámite de homologación del tribunal superior ordinario, sólo será necesario en cuanto
resulte obligatorio en el país de origen de la sentencia arbitral.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Tramitación del cumplimiento de las resoluciones judiciales dictadas en el extranjero
La tramitación del cumplimiento de las resoluciones judiciales dictadas en el extranjero, puede ser analizada en dos fases:
a) En lo relativo al procedimiento para cumplir la respectiva resolución, lo que en doctrina se denomina exequátur o pase
regio, y
b) Desde la perspectiva del cumplimiento mismo de la respectiva resolución.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Tramitación del exequátur (artículos 247 y 248)
El artículo 247 del Código de Procedimiento Civil, señala que la resolución que se pretende hacer cumplir debe acompañarse a
la Corte Suprema en copia debidamente legalizada o apostillada7, junto a la solicitud de cumplimiento. En relación a la
naturaleza del asunto en cuestión, debe distinguirse, si la resolución ha sido dictada dentro de una materia contenciosa o
respecto de una materia no contenciosa.
Dentro de una hipótesis simple, si se trata de una materia no contenciosa, el tribunal pide informe al Ministerio Público, y a
partir de lo que éste exponga, procediendo la sala respectiva a poner el asunto en tabla y a su posterior vista y fallo de acuerdo
a las reglas generales, (así se desprende de los artículos 247 y 249). Por otra parte, si el asunto es de jurisdicción contenciosa,
resulta aplicable el artículo 248. En tal sentido, de la solicitud respectiva, debe darse conocimiento a la parte contra la cual se
pretende cumplir la resolución; este conocimiento se materializa mediante formal notificación; dado a que se trata de la
primera notificación de una resolución librada en juicio, cabe aplicar como regla generalísima, la práctica de la mencionada
notificación de forma personal (artículo 40).
Ejecución de las resoluciones judiciales
Tramitación del exequátur (artículos 247 y 248)
El notificado, es decir, la persona contra la cual se pretende cumplir la resolución respectiva, cuenta con el término de
emplazamiento para hacer valer sus defensas o lo que estime pertinente o atingente a sus intereses. Una vez evacuado dicho
trámite, la Corte Suprema remite los antecedentes al Fiscal Judicial, mediante una resolución que reza: “Vista al Fiscal
Judicial”. El mencionado organismo emite un dictamen o vista, se ordena traer los autos en relación, de acuerdo a las reglas
generales.
La Corte Suprema –en caso de estimarlo necesario- abrirá un término probatorio en post de resolver y recibir probanzas
respecto de cuestiones de hecho que envuelvan un conflicto de relevancia jurídica. Tanto el término probatorio, como las
cuestiones que dicen relación con la prueba, se tramitan conforme a las reglas de los incidentes.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Tramitación del exequátur (artículos 247 y 248)
Eventualmente, pueden presentarse las siguientes alternativas: que la Corte Suprema rechace el exequátur, poniendo fin a la
tramitación; en cambio, si la Corte Suprema accede a la solicitud y concede el exequátur, dicha decisión contiene la
posibilidad de exigir el cumplimiento. El cumplimiento del fallo se pide ante el tribunal nacional que, habría sido el
competente para conocer de la cuestión en primera o en única instancia, si el asunto se hubiese suscitado en Chile; dicho de
otro modo, el cumplimiento se ventila ante el tribunal que resultare competente al aplicar las normas generales de
competencia, si la cuestión hubiese sido conocido por dichos tribunales. Cabe agregar que la parte que pretende obtener el
cumplimiento de la resolución dictada por un órgano jurisdiccional extranjero, debe acompañar todo lo actuado ante la Corte
Suprema. El ganancioso está facultado para solicitar a la propia Corte Suprema, procesa a remitir los antecedentes a dicho
tribunal (es de ocurrir que ésta acceda), y en consecuencia los trámites de cumplimiento ante el tribunal de primera o de única
instancia se realizarán a partir de lo actuado ante el tribunal supremo.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Tramitación del exequátur (artículos 247 y 248)
En relación a la determinación de la forma en que el tribunal chileno –de primera o única instancia- ordena el cumplimiento,
debemos remitirnos a las reglas generales (artículos 233 y siguientes del Código de Procedimiento Civil). Es decir, el tribunal
respectivo ordenará el cumplimiento de la resolución con citación. Dentro de este término, se podrá oponer oposición; en caso
de ser rechazada o en el evento de que medie oposición, se procederá al cumplimiento según la naturaleza de la respectiva
resolución (artículo 251 del Código de Procedimiento Civil.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Cumplimiento de las resoluciones judiciales pronunciadas por árbitros nacionales
A esta materia se refieren los artículos 635 y 643 del Código de Procedimiento Civil. La primera de estas disposiciones,
contiene normas particulares sobre los juicios seguidos ante árbitros de derecho, entendiéndose que para este efecto quedan
comprendidos, tanto árbitros de derecho, propiamente tales, como árbitros mixtos. El artículo 643 se refiere a los árbitros
arbitradores. Sobre el particular resulta interesante destacar que de la remisión que hace el artículo 643 al artículo 635, se
colige que, cualquiera sea la naturaleza del árbitro, las resoluciones se deben cumplir en la forma señalada en el artículo 635.
Artículo 635. “Para la ejecución de la sentencia definitiva se podrá ocurrir al árbitro que la dictó, si no está vencido el plazo
por que fue nombrado, o al tribunal ordinario correspondiente, a elección del que pida su cumplimiento.
Tratándose de otra clase de resoluciones, corresponde al árbitro ordenar su ejecución.
Sin embargo, cuando el cumplimiento de la resolución arbitral exija procedimientos de apremio o el empleo de otras medidas
compulsivas, o cuando haya de afectar a terceros que no sean parte en el compromiso, deberá ocurrirse a la justicia ordinaria
para la ejecución de lo resuelto.”
Ejecución de las resoluciones judiciales
Cumplimiento de las resoluciones judiciales pronunciadas por árbitros nacionales
En relación con esta materia, es necesario realizar una serie de distingos previos. La primera distinción dice relación con la
naturaleza jurídica de la resolución de que se trate; esto es, cumplimiento de una sentencia definitiva, o si se trata del
cumplimiento de otra resolución. Como regla general, si se trata del cumplimiento de la sentencia definitiva, el único tribunal
competente para ordenar su cumplimiento es el tribunal arbitral. Luego, si se trata de una resolución distinta a la sentencia
definitiva, y en la medida se requiera de algún mecanismo de compulsión, el tribunal arbitral debe recurrir al tribunal ordinario
respectivo, para que las decrete.
Si se trata de la sentencia definitiva, en principio, quien pide el cumplimiento tiene un derecho alternativo. Este derecho
alternativo consiste en la facultad de exigir el cumplimiento ante el propio árbitro o ante el juez que corresponda de acuerdo
con las reglas generales de competencia, a elección de quien lo solicite.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Cumplimiento de las resoluciones judiciales pronunciadas por árbitros nacionales
Sin perjuicio de lo anterior, para ejercer la alternativa de cumplimiento ante el propio juez árbitro, existen dos limitaciones de
gran importancia:
a) Sólo se puede pedir el cumplimiento ante el propio árbitro, si el plazo dentro del cual el mencionado árbitro debía
desempeñar el cargo, se encuentra pendiente; a contrario sensu, si ha expirado el plazo del árbitro no se puede exigir el
cumplimiento en sede arbitral.
b) Si el cumplimiento importa un procedimiento de apremio, será competente – únicamente- la justicia ordinaria. Lo mismo, si
el cumplimiento afecta a terceros que no han sido parte en el compromiso, en los casos excepcionales en que puede ser
cumplido respecto de terceros, también debe promoverse ante la justicia ordinaria.
Ejecución de las resoluciones judiciales
Cabe agregar a las disposiciones analizadas, una serie de tratados internacionales que regulan formas especiales de
cumplimiento. En tal sentido se presentándose instituciones de real importancia:
a) Arbitraje Internacional: Esta institución tiene distintas fuentes o vertientes, y las partes voluntariamente siempre pueden
someter sus puntos a diferentes sedes arbitrales internacionales. Frecuentemente las partes recurren a una sede arbitral
internacional para los países latinoamericanos e hispanos, de acuerdo con un determinado procedimiento. Adscrito a la
Cámara de Comercio de Chile existe un centro de arbitrajes que está vinculado a esta forma de arbitraje internacional.
Otra fuente importante de arbitraje internacional es el Tribunal o la Corte Arbitral de París, que goza de prestigio en materias
mercantiles
b) Existe todo un mecanismo para cumplir las resoluciones que se dicten en Chile o en el extranjero respecto de alimentos.
Existe un sistema expedito, que sea naturalmente accesible a personas de escasos recursos, permitiendo un rápido y eficaz
cumplimiento de las referidas resoluciones.