Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PROCEDIMIENTO EJECUTIVOS
GENERALIDADES
Dijimos que los momentos jurisdiccionales eran: conocer, fallar y hacer ejecutar lo juzgado.
En esta tercera etapa de la jurisdicción –etapa de hacer ejecutar lo juzgado- es donde se
materializa el derecho. Normalmente para que ese derecho pueda cumplirse se hace
necesario recurrir al procedimiento ejecutivo.
Sin embargo, no toda sentencia requiere del procedimiento ejecutivo para su cumplimiento.
Existen sentencias que por el sólo hecho de dictarse, cumplen con su finalidad, por ejemplo,
la que reconoce la calidad de hijo legítimo, son las sentencias declarativas de derechos.
Por otra parte, las sentencias condenatorias, que son las que imponen una determinada
prestación, precisan de ordinario cumplirse a través del procedimiento ejecutivo.
Recordemos que esta facultad de hacer ejecuta o cumplir lo juzgado recibe el nombre de
imperio y está consagrado en el art. 76 de la Carta Fundamental.
CARACTERISTICAS
1. Es un juicio especial, que se encuentra regulado en el Libro III del CPC., pero en todo caso,
es un procedimiento de aplicación general, arts. 2 y 3 del CPC., ya que es de aplicación
supletoria en todos los demás procedimientos ejecutivos, cuando no se encuentran
regulados especialmente.
2. Es un procedimiento compulsivo o de apremio, pues a través de él se persigue el
cumplimiento forzado de una obligación.
3. Es necesario que el acreedor tenga un título ejecutivo. Sólo la ley puede crearlos.
4.En el juicio ejecutivo el ejecutado tiene limitados los medios de defensa. El legislador no
ve con buenos ojos al ejecutado. Esta característica se manifiesta:
a. El deudor sólo puede oponer las excepciones del art. 464 del CPC.
b. El plazo para defenderse es brevísimo, generalmente 8 días.
c. La defensa del ejecutado es eminentemente formalista, ya que le ley le dispone
que debe expresar clara y precisamente los hechos en que fundamente sus
excepciones y los medios de prueba de que piensa valerse.
d. Las apelaciones que interponga el ejecutado se conceden en el solo efecto
devolutivo.
Aún más, la jurisprudencia ha determinado que en el juicio ejecutivo no opera el
abandono del procedimiento, porque se considera al mandamiento de ejecución y
embargo, como una sentencia de término.
¡¡¡IMPORTANTE…!!!
LA ACCION EJECUTIVA
Para intentar una acción ejecutiva, o sea, que pueda exigirse compulsivamente el
cumplimiento de una obligación, es indispensable la concurrencia de los siguientes
requisitos copulativos:
a. Que la obligación de cuyo cumplimiento se trate conste de un título ejecutivo.
b. Que la obligación sea actualmente exigible.
c. Que la obligación sea líquida.
d. Que la acción ejecutiva no esté prescrita.
También podemos decir que título ejecutivo es aquel documento que da cuenta de un
derecho indubitable, al cual la ley le atribuye la suficiencia necesaria para exigir el
cumplimiento forzado de la obligación que en él se contiene.
Si analizamos estos conceptos llegamos a la conclusión que el título ejecutivo es una prueba
perfecta de la existencia de una obligación, motivo por el cual la ley le atribuye en forma
expresa el poder de exigir, con su mérito, el cumplimiento forzado de la obligación.
Nuestra jurisprudencia ha señalado que el título ejecutivo presenta una naturaleza análoga
a la de la prueba privilegiada, de modo tal que el acreedor que lo detenta goza de la garantía
jurisdiccional de solicitar el embargo de bienes del deudor y el peso de la prueba recae sobre
el ejecutado.
TITULOS EJECUTIVOS
Están señalados en el art. 434 del CPC. y en algunas leyes especiales, sin embargo, la
enumeración que hace el CPC. no es taxativa, puesto que el Nº 7 de esa disposición habla
de otros títulos al que las leyes le den fuerza ejecutiva.
En consecuencia, según ello dispone el art. 434 del CPC., son títulos ejecutivos:
1. Sentencia firme, bien sea definitiva o interlocutoria;
2. Copia autorizada de escritura pública;
3. Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por un ministro de
fe o por dos testigos de actuación;
Ej.: art.442 CPC. Puede declarar de oficio la prescripción de la acción ejecutiva, pero no lo
faculta para declarar de oficio la falta de exigibilidad o liquidez de la obligación;
art. 256 CPC. faculta para, de oficio, no dar curso a la demanda, por no cumplirse los tres
primeros requisitos del art. 254, pero ninguno de ellos se refiere a la falta de exigibilidad
art. 84 CPC. Faculta, de oficio, al tribunal para corregir los errores que observe en el juicio,
pero la falta de exigibilidad no es un error de procedimiento, es una cuestión de fondo que
conduce al rechazo de la demanda.
Debemos recordar que en los contratos bilaterales ninguno de los contratantes está en mora
dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumple por su parte, o se allana a
cumplirlo en la forma y tiempo debidos, art 1552 CC., por lo tanto, si la ejecución versa sobre
una obligación que emana de un contrato bilateral, el ejecutante debe tener el buen cuidado
de acreditar que ha cumplido con su parte, es decir cumplir la obligación, o por lo menos
estar llano a cumplirla en tiempo y forma debida, pues de lo contrario, la obligación no será
actualmente exigible, y el deudo ejecutado podrá oponer la excepción del Nº 7 del art. 464.
Requisito establecido por el art. 438 CPC. La jurisprudencia ha definido lo que se entiende
por obligación líquida: aquella en que la declaración contenida en el título es completa en
el sentido de que se baste a sí misma, es decir, debe tratarse de obligaciones en las cuales
no sea dudoso lo que se debe y cuya determinación sea cualitativa.
En otros fallos se ha dicho que es líquida la obligación que en el título aparece precisada
con exactitud y precisión o contiene elementos para obtener su determinación aritmética,
o que establezca el procedimiento para determinarlo.
El legislador establece distinciones respecto de las obligaciones en el art. 438 CPC.: cuando
una obligación es líquida per se o si es necesario efectuar una gestión de avaluación:
1. La obligación es líquida cuando recae sobre la especie o cuerpo cierto que se deba y que
exista en poder del deudor, art. 438 Nº 1.
2. La obligación es líquida cuando recae sobre el valor de la especie debida y que no existe
en poder del deudor, haciéndose su avaluación por un perito que nombrará el tribunal,
438 Nº 2. En este caso, la ejecución va a recaer sobre el valor de la especie, por lo tanto, no
es líquida per se pues se requiere una avaluación de la especie debida hecha por un perito
designado por el tribunal. En este caso, el juicio ejecutivo comenzará con una gestión
preparatoria de la vía ejecutiva (Avaluación).
Se dice que no es necesario que se acredite que el bien no se encuentra en poder del deudor,
porque es un hecho negativo.
Puede ocurrir que tanto el ejecutante como el ejecutado no estén conformes con la
avaluación hecha por el perito. De conformidad al art. 440, las partes tienen derecho a
reclamar, que se aumente o se disminuya. Además, el ejecutado tiene una segunda
oportunidad para reclamar de la avaluación, esta es la que le franquea el art. 464 N8, es
decir, la excepción de exceso de avalúo.
3. La obligación es líquida cuando recae sobre la cantidad líquida de dinero, art. 438 N.º 3,
primera parte. La cantidad de dinero es líquida, no sólo cuando actualmente tenga esa
calidad, sino también la que pueda liquidarse por medio de simples operaciones aritméticas
con sólo los datos que el mismo título ejecutivo suministre, art. 438 inc. 2º.
5. El código se ha referido en el inciso final del art. 438 a las obligaciones en moneda
extranjera, disponiendo que no será necesario proceder a su avaluación, sin perjuicio de las
reglas que para su liquidación y pago se expresen en otras disposiciones de este Código.
No existe en el CPC. ninguna otra norma que se refiera a estas obligaciones pagaderas en
moneda extranjera y las que deben pagarse en equivalente de la moneda extranjera. A ellas
se refieren los arts. 20 a 24 de la ley Nº 18.010.
Este requisito se encuentra establecido en el art. 442 CPC., que dispone que la ejecución se
denegará si el título presentado tiene más de tres años, contados desde que la obligación
se hizo exigible.
Esta disposición concuerda con la del art. 2515 del CC, que establece la prescripción
extintiva: “Este tiempo es en general de tres años para las acciones ejecutivas y de cinco
para las ordinarias”.
La acción ejecutiva se convierte en ordinaria por el lapso de tres años, y convertida en
ordinaria durará solamente otros dos”.
De este modo la acción ejecutiva se convierte en ordinaria transcurrido el lapso de tres años,
y convertida en ordinaria durará sólo otros dos. Cuando hubiere transcurrido el plazo de
tres años, para exigir judicialmente el cumplimiento de la obligación, debe utilizarse el
procedimiento sumario, por mandato del art. 680 Nº 7 CPC.
Con todo, existen plazos especiales para la prescripción de algunas acciones ejecutivas:
Contra los obligados al pago de una letra de cambio o pagaré, el plazo es de un año,
contado desde el día de vencimiento del documento; la acción ejecutiva que emana del
cheque protestado prescribe en un año contado desde la fecha del protesto.
Estas acciones se refieren a documentos de crédito, las que no producen la novación de la
obligación, por eso, aunque la acción ejecutiva que emane de esos instrumentos prescriba,
queda subsistente la acción ordinaria que emana de la obligación a la cual acceden.
Conforme lo prescribe el art. 2493 del CC., el que quiere aprovecharse de la prescripción
debe alegarla, el juez no puede declararla de oficio.
Interrupción de la prescripción:
Conforme a los arts. 2503 y 2518 del CC., La prescripción que extingue las acciones ajenas
puede interrumpirse, ya sea natural o civilmente.
Se interrumpe naturalmente por el hecho de reconocer el deudor la obligación. Se
interrumpe civilmente por la demanda judicial, a menos:
• Que la notificación de la demanda no se haya efectuado en forma legal;
• Si el demandante se desistió de la demanda, o se declare abandonado el
procedimiento, y
• Si el demandado obtuvo una sentencia absolutoria.
Normalmente, la prescripción se interrumpe por la notificación válida de la demanda y ello
ocurre aun cuando, como lo ha señalado la jurisprudencia, se haya presentado la demanda
ante tribunal incompetente, a pesar de que exista nulidad de todo lo obrado.
Lo importante es que, de acuerdo con el Código Civil se requiere demanda, y por lo tanto
no basta la gestión preparatoria.
Mantención de la acción ejecutiva.
A esta materia se refiere la segunda parte del art. 442, “salvo que se compruebe la
subsistencia de la acción ejecutiva por alguno de los medios que sirven para deducir esta
acción en conformidad al art. 434”, en otras palabras, un título ejecutivo que tenga más de
tres años, y que, además, se haya generado por la gestión preparatoria de la vía ejecutiva
otro título ejecutivo, por ejemplo: se vende una casa y, para facilitar el pago del saldo de
precio se aceptan letras de cambio. La acción ejecutiva que emana de esas letras se
encuentra prescrita, pero se puede citar al deudor a reconocer firma y a confesar deuda, en
este caso el título ejecutivo es distinto de la letra de cambio, ya que lo constituye la confesión
de la deuda obtenida a través de la gestión preparatoria de la vía ejecutiva, en este caso la
prescripción se cuenta desde el momento de la confesión de la deuda.
De esta forma, el acreedor tiene dos caminos para el evento de que el título ejecutivo con
el que cuenta se encuentre prescrito:
1. Demandar en juicio sumario conforme al art. 680 Nº 7; o
2. Obtener a través de una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, una confesión de la
deuda se puede efectuar a través de la confesión de la deuda y del reconocimiento
de la firma.
3. Art. 434 Nº 3. Acta de avenimiento pasada ante tribunal competente y autorizada por
un ministro de fe o por dos testigos de actuación.
Hemos dicho que avenimiento es el acuerdo a que llegan las partes de un proceso en forma
directa, presentado al tribunal para que éste le preste su aprobación.
Para que el acta de avenimiento constituya título ejecutivo, se requiere:
a. Que encuentre pasada ante tribunal competente. Don Mario Mosquera señala que
“pasada ante tribunal competente”, significa que debe existir constancia de la agregación
del avenimiento en el expediente. Tribunal competente, es el que está conociendo de la
causa.
b. Que esté autorizada por un ministro de fe o por dos testigos de actuación. En la práctica
es que sea autorizada por el secretario del tribunal, aunque no hay problema que la autorice
un notario. Puede ocurrir que el tribunal no tenga secretario, los jueces árbitros
arbitradores, por ejemplo, en ese caso se da la figura de los testigos de actuación.
No confundir avenimiento con conciliación y transacción. En la conciliación el título
ejecutivo es el acta que se levanta al tenor del art.267, con la firma del juez, del secretario
y las partes que lo deseen. En la transacción, el título ejecutivo es la escritura pública en la
que consta el contrato, si se ha hecho por instrumento privado, es necesario la gestión
preparatoria de reconocimiento de firma.
4. Los títulos de crédito.
Para determinar cuándo constituyen títulos ejecutivos perfectos, es preciso distinguir:
a. Es título ejecutivo perfecto la letra de cambio y el pagaré que hubiere sido protestado
personalmente por falta de pago, no habiendo el aceptante de la letra de cambio o el
suscriptor del pagaré opuesto tacha de falsedad al momento de protestar el documento,
art. 434 N.º 4.
Al respecto, cabe señalar que las letras de cambio y los pagarés se pueden protestar por:
• Falta de pago
• Falta de fecha de aceptación, y
• Falta de aceptación.
Sólo constituye título ejecutivo el protesto por falta de pago, en lo otros tipos de protesto
no, art. 434 N.º 4.
b. También es título ejecutivo perfecto, conforme al art. 434 N.º 4 inc. 2º, la letra de cambio,
el pagaré o el cheque, cuya firma aparezca autorizada por un notario u oficial del Registro
Civil, en las comunas donde no tenga asiento un notario.
5. Art. 434 Nº 7. Cualquiera otro título a que las leyes den fuerza ejecutiva.
Al respecto podemos nombrar los siguientes:
- -Las sentencias que causan ejecutoria.
- El contrato de prenda agraria otorgado en instrumento privado, cuya firma
esté autorizada ante notario u oficial del Registro Civil.
- El Contrato de prenda industrial otorgado en la forma antedicha.
- El listado o nómina de deudores que se encuentren en mora del
cumplimiento de obligaciones tributarias.
- Copia del acta de la asamblea celebrada conforme al reglamento de
copropiedad, en que se acuerdan expensas comunes.
- Facturas, que cumplan con los requisitos de la ley Nº 19.983.
Los títulos ejecutivos imperfectos o incompletos, son aquellos en que es necesario realizar
una gestión preparatoria de la vía ejecutiva, con el fin de generar un título ejecutivo o de
complementar un antecedente para que se genere tal título ejecutivo.
La forma en que se genera o se complementa el antecedente son las denominadas
GESTIONES PREPARATORIAS DE LA VIA EJECUTIVA, que son ciertos procedimientos
judiciales previos, que puede iniciar el acreedor en contra del deudor, destinados a
perfeccionar o complementar el título con el que se pretende iniciar una ejecución posterior.
Al respecto podemos citar:
1. Reconocimiento de firma puesto en instrumento privado.
2.Confesión de deuda.
3.Confrontación de título y cupones.
4.Notificación de protesto de letras de cambio, pagarés y cheques a cualquiera de los
obligados.
5. Avaluación.
6. Notificación del título ejecutivo a los herederos del deudor.
7. Validación de sentencia extranjera. Se realiza a través del trámite del exequátor o pase
regio, arts. 242 y siguientes CPC.
Si el juicio ejecutivo hubiere comenzado por una gestión preparatoria, la demanda ejecutiva
se interpone directamente ante el mismo tribunal que la conoció, no es necesario recurrir a
las normas sobre distribución de causas.
El ejecutado, durante las gestiones preparatorias, sólo puede intervenir cuando la ley se lo
permite, ejemplo: si se le cita a reconocer firma o a confesar deuda.
La demanda ejecutiva es un acto procesal a través del cual el acreedor deduce su acción y
exhibe el título en que la funda. Debe contener los siguientes requisitos:
Lo señala en forma expresa el art. 443, se debe distinguir las menciones esenciales de
aquellas que no son:
1. El mandamiento de ejecución y embargo es una resolución judicial, por lo que debe
cumplir con todos los requisitos comunes a tales resoluciones.
2. Además, debe cumplir con los requisitos esenciales que dispone el art. 443:
a) “La orden de requerir de pago al deudor”, consiste en el requerimiento de
pago del capital, reajustes, intereses y costas. Los reajustes se deben, sólo si
el título los comprende.
b) Como consecuencia de lo anterior “la de embargar bienes del deudor en
cantidad suficiente para cubrir la deuda…”.
c) “La designación de un depositario provisional que deberá recaer en la persona
que, bajo su responsabilidad, designe el acreedor o en persona de reconocida
honorabilidad y solvencia, si el acreedor no la ha indicado. El acreedor podrá
designar como depositario al mismo deudor o pedir que no se designe
depositario”.
Estas menciones son esenciales en el mandamiento de ejecución y embargo.
Con todo, pueden existir en el mandamiento otras menciones facultativas, su existencia
dependerá de si fueron o no solicitadas por el ejecutante, en consecuencia, el mandamiento
de ejecución y embargo puede contener también:
I. La designación de los bienes sobre los que ha de recaer el embargo, esta designación
la hace el ejecutante en su demanda ejecutiva. El acreedor hipotecario debe hacerlo
siempre.
II. La solicitud de auxilio de la fuerza pública para realizar el embargo. En la práctica los
jueces exigen que haya constancia en autos que hubo oposición al embargo para
conceder el auxilio de la fuerza pública. –
El Requerimiento de Pago.
La forma de efectuar el requerimiento de pago está regulada en el art 443 CPC. y debemos
distinguir:
1. El juicio se inició por demanda ejecutiva, en consecuencia, dicha demanda es la primera
actuación en el pleito.
Dispone el art. 443 Nº 1, que la demanda ejecutiva debe notificarse en forma personal. Si
el ejecutado no es habido, puede hacerse en la forma personal subsidiaria conforme al art
44 CPC., pero con reglas especiales que señala la misma disposición. También se puede
notificar por medio de avisos en los diarios, pues este tipo de notificación es sustitutiva de
la personal.
El Receptor debe notificar la demanda ejecutiva y la resolución recaída en ella, conforme a
las normas generales y en el cuaderno de apremio deberá practicar o dejar constancia del
requerimiento de pago y del embargo que practique.
La mayoría de la doctrina y la jurisprudencia entienden que la expresión personalmente que
usa la ley dice relación con la notificación personal.
Ahora bien, si la notificación se hace al deudor al tenor del art 44 CPC., notificación
personal subsidiaria, esta presenta una modalidad, como lo dispone el art. 443 Nº 1.
Consiste en que el receptor, luego de efectuadas las búsquedas, y certificado por éste que
el deudor se encuentra en el lugar del juicio y cuál es su morada, y ordenado por el
tribunal esta notificación, concurre al domicilio del ejecutado y lo notifica, dejándole copia
de la demanda ejecutiva, su proveído, y del mandamiento de ejecución y embargo, pero
además, debe dejarle “una citación para una día, hora y lugar determinado por el
receptor” para los efectos de practicarle el requerimiento de pago, es lo que se conoce con
el nombre de CEDULA DE ESPERA.
El Embargo.
Consiste en afectar bienes del deudor para los efectos de pagar la deuda mediante la
realización de esos bienes.
De este modo, es una actuación judicial por la cual un ministro de fe procede a la entrega
real o simbólica de bienes pertenecientes a un deudor, al depositario que se designe, con el
objeto de que con dichos bienes se pague al acreedor, ya sea con las especies mismas o con
el producto que arroje la realización de éstos.
El embargo siempre se va a producir, sea que el deudor oponga o no excepciones, porque
es la consecuencia de la negativa del deudor a pagar la acreencia en el momento del
requerimiento.
Si el ejecutado no opone excepciones, el mandamiento de ejecución y embargo hace las
veces de sentencia definitiva ejecutoriada.
Si, por el contrario, el ejecutado opone excepciones, se paraliza la tramitación del cuaderno
de apremio, la que se reanudará una vez que se dicte sentencia condenatoria en el juicio
(cuaderno ejecutivo).
La Designación del Depositario Provisional.
b. El ejecutado es requerido de pago fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que
conoce del pleito.
De acuerdo con el art 460 CPC., la competencia del tribunal del tribunal exhortado se limita
a remitir la solicitud de oposición (las excepciones) al exhortante para que éste resuelva lo
que en derecho proceda.
Opuestas las excepciones por el ejecutado, el tribunal debe conferir traslado al ejecutante
para que éste, dentro del plazo de cuatro días fatales exponga lo que juzgue oportuno, art.
466 inc. 1º, es una oportunidad para el ejecutante pueda exponer las razones de hecho y de
derecho, que, a su juicio, hacen improcedente las excepciones opuestas.
Transcurrido el plazo –cuatro días- haya o no contestado las excepciones el ejecutante, el
tribunal debe resolver:
-Declarar inadmisibles las excepciones opuestas, o
-Declarar admisibles las excepciones opuestas.
El tribunal declarará inadmisibles las excepciones opuestas, cuando éstas no se opusieron
en el plazo que el ejecutado tenía para hacerlo, no son las que señala el art. 464 o no se
señaló con claridad y precisión los hechos que sirven de fundamento a tales excepciones.
La resolución que declara inadmisibles las excepciones opuestas es una sentencia
interlocutoria que pone término al juicio o hace imposible su continuación, por lo que
proceden los recursos de apelación –en el sólo efecto devolutivo-y casación en la forma.
En cambio, el tribunal declarará admisibles las excepciones opuestas, cuando éstas se hayan
opuesto en forma oportuna, son las que señala la ley y se ha señalado con precisión los
hechos que le sirven de fundamento. La resolución que declara admisibles las excepciones
es una sentencia interlocutoria, y proceden los recursos de apelación –en ambos efectos-
y casación en la forma.
El hecho que se declaren admisibles las excepciones sólo significa que el ejecutado ha
cumplido con los requisitos formales, pero quiere decir que serán acogidas, en definitiva, ya
que no es un pronunciamiento sobre el fondo del asunto, sino sólo de aspectos formales.
Si el tribunal declara admisibles las excepciones deberá adoptar una de las siguientes
actitudes:
Recibir la causa a prueba, si existieren hechos sustanciales, pertinentes y controvertidos.
Dictar sentencia definitiva si no considera necesario que se rinda la prueba, art. 466 inc.
final.
EL TERMINO PROBATORIO
La resolución que recibe la causa a prueba –auto de prueba- debe notificarse por cédula,
art. 48 CPC.
El art. 469 dispone que ella deberá rendirse en la misma forma que en el juicio ordinario,
con todo existen algunas reglas especiales:
1. La resolución que recibe la causa a prueba “expresará los puntos sobre los que
deba recaer. En otras palabras, en el juicio ejecutivo el tribunal debe expresar los
puntos sobre los que deba recaer y no los hechos sustanciales, pertinentes y
controvertidos, al tenor del art. 318.
2. En cuanto al objeto de la prueba se centra en las excepciones opuestas por el
ejecutado y no a quien compete probar (onus probandi).
3. En cuanto al plazo o término para rendirla es de diez días (término ordinario).
Este plazo podrá ampliarse hasta diez días más a petición del acreedor, art. 468.
Por acuerdo de las partes, podrán concederse los términos extraordinarios que ellas
designen.
Se trata del término extraordinario de prueba en el juicio ejecutivo. El legislador desconfía
del ejecutado, de tal modo que este término extraordinario sólo se concede a petición del
acreedor o cuando se solicita de común acuerdo.
En cuanto al término especial de prueba no está regulado respecto del juicio ejecutivo, de
modo que se aplican, las reglas del juicio ordinario sobre materia, art. 3 CPC.
Finalmente, una vez vencido el término probatorio, los autos quedan en la secretaría para
las observaciones que las partes deseen hacer a la prueba rendida, y vencido el plazo, se
hayan o no presentado escritos, y sin más trámite el tribunal cita para oír sentencia, art. 469
CPC. De acuerdo con el art. 470 CPC., la sentencia deberá pronunciarse dentro de diez días,
contados desde que el pleito quede concluso. En la práctica ello nunca sucede.
LA SENTENCIA EJECUTIVA
La sentencia que se dicta en el juicio ejecutivo puede ser de dos clases:
1. ABSOLUTORIA: cuando acoge totalmente alguna de las excepciones opuestas por el
ejecutado, rechaza la demanda ejecutiva, ordena alzar el embargo y condena en costas al
ejecutante.
2. CONDENATORIA: cuando acoge la demanda ejecutiva, rechazada las excepciones
opuestas por el ejecutado, ordena seguir adelante con la ejecución y condena en costas al
ejecutado. A su vez, la sentencia de condena de subclasifica atendiendo a los bienes sobre
los que ha recaído el embargo, en:
a. SENTENCIA CONDENATORIA DE PAGO: es la que se pronuncia cuando el embargo
ha recaído en dinero o n una especie o cuerpo cierto debido.
b. SENTENCIA CONDENATORIA DE REMATE: es la que se dicta cuando es necesario
realizar los bienes embargados para hacer el pago al acreedor.
En la sentencia de pago no es necesario realizar remate alguno, el pago se hace entregando
al acreedor el dinero o el cuerpo cierto debido.
En cambio, en la sentencia de remate es necesario realizar los bienes embargados, para que
con ese producto hacer pago al acreedor.
LA SENTENCIA EJECUTIVA
Si la sentencia es de pago, por regla general no se puede cumplir si está apelada,
excepcionalmente podrá cumplirse estando pendiente el recurso, si el ejecutante cauciona
la resultas del recurso, art. 475 CPC.
En cambio, si la sentencia es de remate puede cumplirse procediéndose a la venta de las
cosas embargadas, no obstante se haya interpuesto por el ejecutado apelación en contra de
ella, art. 481 CPC., disposición que hay que relacionar con el art. 194 Nº 1, que dispone que
el recurso de apelación interpuesto por el ejecutado, se concederá en el solo efecto
devolutivo, por lo que se procederá a realizar los bienes Sin embargo, el producto de la
venta de los bienes quedará en poder del tribunal, hasta que la sentencia esté ejecutoriada
y se practique la liquidación del crédito y se determinen las costas, art. 510 CPC..
De acuerdo con el art. 471 CPC., si la sentencia definitiva ordena seguir adelante con la
ejecución, se condenará en costas al ejecutado, en cambio, si se absuelve al ejecutado, las
costas se impondrán al ejecutante.
Por otra parte, el art. 472 CPC., establece que se omitirá la sentencia definitiva, si el
ejecutado no opone excepciones y bastará el mandamiento de ejecución para que el
acreedor pueda perseguir la realización de los bienes.
Respecto de esta causal es útil tener presente que el art.464 CPC. no contiene como
excepción la “falta de oportunidad en la ejecución”, entonces ¿Cuál es el alcance de esta
causal?, hay dos posiciones al respecto:
Don Fernando Alessandri sostenía que se debe dar un carácter restrictivo a la falta de
oportunidad en la ejecución, es decir, se debe aplicar sólo en cuanto la obligación no sea
actualmente exigible, ya sea porque no se ha cumplido el plazo para poder exigir el
cumplimiento o porque ya se venció el plazo para poder exigirlo.
La otra posición es más amplia y es la aceptada por la jurisprudencia, la falta de oportunidad
en la ejecución no sólo se refiere al plazo, sino que también se refiere a los requisitos
externos que debe tener el título ejecutivo y que pueden ser subsanados por los medios
que la ley establece.
Oportunidad significa conveniencia de razón, tiempo y lugar, de esta forma será oportuno
lo que se hace en tiempo, propósito y cuando conviene.
La jurisprudencia sostiene que procede la renovación de la acción ejecutiva, cuando se
oponen las excepciones del art. 464 Nº 5 y 7, tratándose de este último número para que
exista renovación de la acción ejecutiva debe tratarse de faltas susceptibles de ser
subsanadas por el actor.
De acuerdo con el art. 478 CPC. la sentencia pronunciada en un juicio ejecutivo produce
cosa juzgada en el juicio ordinario, si concurre la triple identidad.
Este principio reconoce excepciones en los casos de reserva de acciones y excepciones, que
puede ser solicitada tanto por el ejecutante como por el ejecutado, o por ambos dentro de
un término común que establece la ley.
a. La Reserva de Acciones.
El ejecutante tiene dos oportunidades para reservar acciones:
i. La primera es en el escrito en que da respuesta a las excepciones opuestas por el
ejecutado, art. 467, es decir desistirse de la demanda ejecutiva, con reserva de su derecho
para entablar acción ordinaria, sobre los mismos puntos que ha sido materia de aquélla.
Por el desistimiento perderá el derecho para deducir nueva acción ejecutiva, y quedará ipso
facto sin valor el embargo y demás resoluciones dictadas, respondiendo el ejecutante de los
perjuicios que se hayan causado, sin perjuicio de lo que se resuelva en el juicio ordinario.
Este desistimiento es distinto al que estudiamos respecto del juicio ordinario, ya que:
- El desistimiento en enjuicio ejecutivo tiene un plazo único, cuatro días a contar que
se le notifique la oposición de excepciones. En cambio, en el juicio ordinario, el
desistimiento se puede efectuar durante todo el juicio.
- En el juicio ejecutivo el desistimiento no produce la extinción de todas las acciones,
le deja a salvo la pretensión de las que se haga reserva. En el juicio ordinario se
extinguen todas las acciones que pudieran ejercerse.
- En el juicio ejecutivo el desistimiento se resuelve de plano. En el juicio ordinario es
materia de un incidente especial.
Características
La ley no fija plazo para que el ejecutante entable la acción ordinaria.
I. El desistimiento pone fin al juicio ejecutivo, de este modo, acogido que sea el
desistimiento, queda sin efecto el embargo sobre los bienes del ejecutado.
II. La segunda oportunidad que tiene el ejecutante para hacer reserva de sus acciones,
la establece el art. 478, lo analizaremos juntamente con la reserva de las
excepciones.
b. La Reserva de Excepciones.
La ley también da al ejecutado dos oportunidades para hacer reserva de sus excepciones:
i. La primera está contemplada en los arts.473 y 474. Si el ejecutado deduce oposición legal
y al mismo tiempo expone que no tiene medios para justificarla en el término probatorio,
puede pedir que se reserve su derecho para el juicio ordinario y que no se pague al acreedor
sin que caucione las resultas de este juicio.
El tribunal deberá dictar sentencia de pago o de remate y acceder a la reserva y caución
solicitadas.
Al acceder el tribunal a la reserva de excepciones, se producen tres efectos:
• El ejecutado puede iniciar un juicio ordinario, ejerciendo como acciones las mismas
excepciones que opuso en el juicio ejecutivo, cuya reserva había solicitado.
• No se puede efectuar el pago al acreedor, en tanto éste no rinda fianza de resultas,
respecto del juicio ordinario.
• El ejecutado debe iniciar el juicio ordinario en el término de 15 días, contados desde
la notificación de la sentencia definitiva de pago o de remate del juicio ejecutivo, si el
ejecutado no lo hace así se podrá pagar al acreedor sin necesidad de caución, o si se ha
rendido caución quedará sin efecto ipso facto.
La jurisprudencia ha entendido que el plazo de 15 días para deducir el juicio ordinario,
entablando las respectivas acciones, se cuenta desde el momento de la notificación del
“cúmplase” de la sentencia definitiva, si ha sido objeto de una apelación o, desde que
terminan los plazos para interponer recursos en contra de la sentencia definitiva.
ii. La segunda oportunidad es común para el ejecutante –reserva sus acciones- y ejecutado
–reserva sus excepciones-, según lo dispone el art 478 inc. 2º. Antes de dictarse sentencia
en el juicio ejecutivo, si el ejecutante o el ejecutado piden que se les reserve para el juicio
ordinario sus acciones o excepciones, el tribunal puede acceder a ello si existen motivos
calificados. Siempre el tribunal debe acceder a la reserva solicitada, en el evento que no se
refiere a la existencia de la obligación misma que ha sido objeto de la ejecución.
Características
• Sólo se pueden hacer valer en el juicio ordinario como acciones las excepciones que se
opusieron en su oportunidad procesal (escrito de oposición de excepciones).
• Tanto la reserva de acciones como de excepciones se resolverá en la sentencia definitiva.
• En ambos casos, la demanda en juicio ordinario debe interponerse en el plazo del art.
474 (15 días), bajo pena de no ser admitida después.
EL EMBARGO
En general, el embargo, es un acto jurídico procesal que tiene por objeto asegurar el
resultado de la pretensión deducida, afectando bienes, al cumplimiento de una sentencia
definitiva.
De modo que es una diligencia procesal por la que un ministro de fe procede a la entrega,
real o simbólica, de bienes pertenecientes al deudor, a un depositario que se designe, con
el objeto de que con esos bienes se pague al acreedor, ya sea con las especies mismas o con
el producto que arroje el remate de ellos.
Nuestra jurisprudencia, lo ha definido conforme a la regulación que hace de él el art. 450
CPC., diciendo que “Consiste en la aprehensión material o simbólica que por mandato de
la justicia se hace de determinados bienes de un deudor, que se entregan a un depositario
para que tome la tenencia de ellos, cesando desde ese momento la que tenía el dueño o
ejecutado, con el objeto preciso e inmediato de enajenarlos para aplicar su valor al pago
de la deuda con sus intereses y costas”.
En otras palabras, el embargo es una institución de carácter cautelar. Es una especie de
medida precautoria, no obstante que está restringida sólo al juicio ejecutivo –en nuestro
país.
La mejor demostración de lo señalado es lo dispuesto en el inciso final del art.235 CPC., se
aplican las reglas del juicio ejecutivo, en el cumplimiento incidental de un fallo.
De los conceptos emitidos, entendemos que el embargo se perfecciona por la entrega real
o ficta de los bienes embargados al depositario. Al respecto, cabe hacer presente que el
propio ejecutado puede ser designado depositario.
Nadie discute que sólo los que son de propiedad del deudor o ejecutado, ya que en caso
contrario cabe la posibilidad de excluirlos a través de las correspondientes tercerías.
La regla general, conforme lo dispone el art 2465 del CC., es que todos los bienes presentes
y futuros del deudor podrán ser objeto de embargo. Lo anterior se conoce como derecho
de prenda general del acreedor sobre todos los bienes del deudor.
Con todo, se exceptúan de este derecho de prenda general los bienes inembargables, los
que fundamentalmente se encuentran señalados en el art 445 del CPC. y 1618 del CC, en
ellos se dispone una enumeración de los mismos. Podemos apreciar que la enumeración del
código procesal es más amplia que el civil, ello pues con el tiempo se ha ido ampliando la
inembargabilidad, fundamentalmente por razones de índole social.
a. Debe realizarse en días y horas hábiles. Se puede solicitar habilitación de día y hora,
conforme al art. 60.
b. sólo puede practicarse una vez requerido de pago el deudor y siempre que no haya
pagado en ese momento. Antes del requerimiento sólo se puede solicitar una medida
prejudicial precautoria.
Además, de acuerdo con el art. 450 inc. 5º el receptor está obligado a enviar carta certificada
al ejecutado.
De acuerdo con el art. 450, el embargo se entiende hecho por la entrega real o simbólica de
los bienes al depositario que se designe, aunque la especie quede en poder del deudor,
quien hará las veces de depositario hasta que se designe a otra persona.
En este caso, si se embarga la industria o las utilidades, el depositario tendrá las facultades
y deberes del interventor judicial y, para ejercer las funciones propias del depositario,
deberá proceder con autorización del juez de la causa.
Si la ejecución recae sobre simple menaje de la casa habitación del deudor, el embargo se
tendrá por efectuado permaneciendo las especies en poder mismo deudor, con el carácter
de depositario, previa confección de inventario y tasación aproximada de las especies, la
que practicará el mismo receptor. Esta diligencia deberá extenderse por escrito y será
firmada por el ministro de fe, el acreedor si concurre y el deudor, quien en caso de
sustracción incurrirá en la pena del art. 471 del CP.
El Reembargo
Consiste en trabar dos o más embargos sucesivos sobre un mismo bien de propiedad del
deudor, por concepto de varios juicios seguidos en contra del ejecutado.
Sabemos que, una vez producido el embargo, todos los actos que importen la enajenación
de ellos adolecen de objeto ilícito, es posible entonces embargar una cosa que ya estaba
embargada en otro juicio.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia discuten la posibilidad del reembargo.
Normalmente éste se plantea cuando el deudor tiene varios acreedores y los primeros
embargan todos los bienes sin dejar nada al resto, al respecto se plantean dos tesis:
1. No se acepta el Reembargo:
Esta teoría sostiene que el reembargo es improcedente, porque para que operara se debería
pedir la autorización a cada uno de los diferentes tribunales que hubieran dispuesto un
embargo, para poder subastar los bienes, para que no exista en dicha enajenación objeto
ilícito al tenor del art. 1463 Nº 3.
Señalan los sostenedores de esta teoría, que si se reembarga un bien, no hay en la práctica
ninguna ventaja, ya que en todo caso los acreedores que hayan iniciado sus juicios con
posterioridad podrán hacer uso de los derechos consagrados en los arts. 527 y 528 CPC.,
relativo a las tercerías de pago y de prelación.
2. – Se acepta el Reembargo:
En primer término, la ley no prohíbe el reembargo de modo que es perfectamente posible
llevarlo a cabo, incluso, se sostiene, que no es necesario solicitar autorización de los otros
jueces para los efectos de proceder a la realización, ya que la autorización judicial que exige
el art. 1464 Nº 3 del CC, estaría cumplida al dar la orden de remate el juez a quien se le
solicitó.
Además, la ley no prohíbe el reembargo, aceptar lo contrario sería establecer un privilegio
a favor de los acreedores que demanda y embargan primero, privilegio que la ley no
establece. Por lo demás, el art. 528 reconoce expresamente la posibilidad de que existan
dos embargos sucesivos en procesos diferentes.
Nuestra jurisprudencia ha aceptado la premisa de que no existe objeto ilícito en las ventas
que efectúa el juez de los bienes embargados por otro tribunal, se entiende que el art. 1464
Nº 3, sólo se aplica en las ventas voluntarias y no en las forzadas.
No obstante, lo anterior en la práctica se acostumbra a que, antes de la subasta de bienes
raíces, se dirijan oficios a los otros tribunales, que han ordenado el embargo de inmuebles,
para efecto que estos tribunales autoricen el remate de los bienes raíces embargados.
Estimamos, que antes de comprar un bien raíz en subasta pública es del todo aconsejable
un estudio de títulos y del juicio ejecutivo mismo, ya que pudiera alegarse una nulidad.
•El embargo no puede sustituirse cuando recae en la especie o cuerpo cierto debido, y
•La sustitución del embargo debe ser siempre por dinero.
Se tramita como incidente en el cuaderno de apremio.
La sustitución no implica el pago de la deuda, sino que sólo alzar el embargo de determinado
bien y reemplazarlo por dinero. El deudor puede hacerlo en cualquier estado del juicio hasta
antes de verificarse el remate.
Como el embargo no ha recaído en una especie o cuerpo cierto o en dinero, para hacer el
pago es necesario realizar los bienes embargados, de acuerdo con un procedimiento de
realización que es distinto, según la naturaleza de esas especies.
La realización de los bienes embargados se efectúa una vez notificada la sentencia
definitiva, al tenor del art. 481, toda vez que la apelación que pudiera deducir el ejecutado,
se concederá en el solo efecto devolutivo.
Art. 481. (503). Notificada que sea la sentencia de remate, se procederá a la venta de los
bienes embargados, de conformidad a los artículos siguientes.
En cambio, el pago se realizará una vez ejecutoriada la sentencia definitiva, art. 510 CPC.
Procedimiento de Realización de los Bienes Embargados.
a. Bienes sujetos a corrupción o susceptibles de deterioro o de difícil conservación.
El art. 483 autoriza al depositario (le entrega la facultad de disposición), sin previa tasación
para vender los bienes, pero previa autorización del juez.
b. Efectos de Comercio realizables en el acto.
Se trata de valores que se transan en las bolsas de comercio –acciones, bonos de la deuda,
letras hipotecarias- los que serán vendidos por un corredor que se designará al efecto, en la
misma forma que a los peritos, art. 484. La excepción se funda en la naturaleza de estos
instrumentos, pues su valor de transacción varía diariamente.
c. Bienes muebles que se realizan en remate o pública subasta, no comprendidos en los
casos anteriores.
El remate es un acto jurídico procesal por el cual se venden forzadamente las especies
embargadas, por resolución del tribunal que así lo ordena, en forma pública y al mejor
postor.
Estos se venden en martillo, sin necesidad de tasación, art 482. Para ello, el ejecutante
deberá solicitar al tribunal la designación de un martillero público, con el fin de que éste
proceda a la venta de las especies embargadas en pública subasta y al mejor postor, sin
previa tasación.
El martillero que se designe deberá indicar día, hora y lugar en que realizará el remate,
publicando los anuncios correspondientes. Efectuado el remate, el martillero deberá rendir
cuenta de su gestión al tribunal y entregar los dineros producto del mismo.
Si la sentencia no se encuentra ejecutoriada, los dineros producto de la venta quedarán
depositados en la cuenta corriente del tribunal, y sólo podrán ser entregados, si el
ejecutante garantiza su devolución.
d. Liquidación de Bienes Inmuebles y otros.
Se aplica, en este caso, el procedimiento señalado en los arts. 485 y siguientes, es un
procedimiento supletorio de todos los bienes muebles donde no se puede aplicar los
procedimientos señalados anteriormente, tales como: derechos en comunidad, derechos
en sociedades de personas, derechos hereditarios.
Es un procedimiento que se caracteriza por ser solemne y complejo puesto que deben
cumplirse una serie de formalidades y trámites para proceder a la venta de los bienes, debe
hacerse en subasta pública, previa tasación, fijando el tribunal día y hora para bla subasta.
(a) La Tasación.
De conformidad al art. 486 CPC., la tasación será la que figure en el rol de avalúos vigente
para el pago del impuesto territorial, salvo que el ejecutado solicite que se efectúe una
nueva tasación.
En la práctica, el acreedor acompaña, con citación, un certificado de avalúo emanado del
S.I.I.
Dentro del plazo de la citación el ejecutado podrá oponerse, solicitando se efectúe una
nueva tasación por peritos, los que se designarán al tenor del art. 414. El o los peritos
designados, deberán evacuar su informe y una vez presentado, el tribunal ordenará ponerlo
en conocimiento de las partes, las que tendrán el plazo de tres días para objetarlo.
Si alguna de las partes objeta la tasación, se conferirá traslado por tres días a la contraria,
transcurrido ese plazo, con o sin la respuesta de la contraparte, el tribunal resolverá la
incidencia. Si la acoge podrá mandar que la tasación sea rectificada en los puntos que
indicará, por el mismo perito o por otro, también el tribunal puede fijar por sí mismo el
valor de la tasación que estime pertinente, conforme al art. 487. Practicada la nueva
tasación, sea por peritos o por el propio tribunal, ella se tendrá por aprobada y no se
admitirán nuevos reclamos al respecto.
Cuando se trata de bienes que no sean raíces, como por ejemplo los incorporales,
necesariamente la tasación deberá hacerse por peritos, porque no tienen avalúo previo
Aprobada la tasación, al tenor del art. 488, se señalará día y hora para la subasta.
Sin embargo, previo a ello es necesario la aprobación de las bases, que consisten en las
condiciones en que se va a efectuar la venta en pública subasta del bien embargado, art.
491, es decir el mínimo para las posturas, la forma de pago del precio, etc.
El art. 491, dispone las normas:
i. El precio deberá pagarse de contado, salvo que las partes acuerden lo contrario o que el
tribunal por motivos fundados resuelva otra cosa;
ii. Las demás bases para el remate, tales como: la individualización del bien que se venderá;
el precio mínimo; las garantías que se deben otorgar para caucionar el saldo de precio, si lo
hubiere; forma de pago del precio; fecha en que se hará entrega del inmueble, ya que si no
se fija fecha se debe entregar de inmediato; facultad del ejecutante para participar en el
remate con cargo a su crédito, para ello el acreedor deberá solicitarlo previamente al
tribunal , esta cláusula se puede incluir siempre que no haya acreedores preferentes, etc.
Éstas serán propuestas por el ejecutante con citación, de modo si el ejecutado nada objeta
en ese plazo se tendrán por aprobadas.
En el evento que el ejecutado objete las bases, la objeción será resuelta de plano por el
tribunal, conforme al art. 491 inc. 2º, esto es, será el tribunal quien fijará las bases para la
subasta, con las limitaciones que le impone la ley:
• Sólo por motivos fundados podrá establecer en las bases que el precio no se pagará de
contado;
- No podrá fijar como mínimo de las posturas, una suma inferior a los dos tercios del monto
de la tasación, art. 493, y
-Dispondrá que toda persona que desee participar en el remate deberá rendir previamente
una caución que no podrá ser inferior al 10% del valor de la tasación, la que subsistirá hasta
que se otorgue la escritura pública definitiva de compraventa o se deposite a la orden del
tribunal el precio o la parte de él que debe pagarse de contado.
Esta caución tiene por objeto dar seriedad al remate, disponiendo el art. 494 inc. 2º, que, si
el subastador no cumple posteriormente con la obligación de pagar el precio, se hará
efectiva la caución y el remate quedará sin efecto.
c) La Fijación de Día y Hora para la Subasta.
Aprobada la tasación y las bases del remate, se procede a fijar día y hora para la subasta.
De acuerdo con el art. 489, el remate, con señalamiento de día y hora en que debe tener
lugar, se anunciará por avisos publicados a lo menos por cuatro veces en un diario de la
comuna asiento del tribunal o de la capital de la provincia o de la región, si en aquélla no lo
hubiere.
Los avisos deberán ser redactados por el secretario del tribunal y contendrán los datos
necesarios para identificar los bienes que van a rematarse.
El primero de estos avisos necesariamente debe ser publicado a lo menos con quince días
corridos de anticipación, como mínimo, a aquél fijado para el remate.
Por otra parte, si los bienes objeto del remate se encuentran ubicados en otra comuna a
aquélla en la cual tiene su asiento el tribunal, deberá anunciarse el remate de la misma
manera en un diario de la comuna o de la capital de la provincia o región, según el caso.
Excepcionalmente, estos avisos pueden ser publicados en días inhábiles, la razón es que en
los días festivos aparecen en los diarios los avisos de remates.
El secretario deberá certificar en el expediente el tenor del aviso publicado y las fechas en
que lo fue.
Si se omiten las publicaciones el remate adolece de nulidad.
La ley civil dispone: “La hipoteca da al acreedor el derecho de perseguir la finca hipotecada,
sea quien fuere el que la posee, y a cualquier título que la haya adquirido. Sin embargo, esta
disposición no tendrá lugar contra el tercero que haya adquirido la finca hipotecada en
pública subasta, ordenada por el juez.
Mas, para que esta disposición surta efecto a favor del tercero, deberá hacerse la subasta
con citación personal, en el término de emplazamiento, de los acreedores que tengan
constituidas hipotecas sobre la misma finca; los cuales serán cubiertos sobre el precio del
remate en el orden que corresponda.
El juez entretanto hará consignar el dinero”.
De acuerdo con esta disposición la subasta realizada con citación personal de los acreedores
hipotecarios produce indefectiblemente la extinción de todas las hipotecas.
Sin embargo, el art. 492 CPC., ha modificado esta situación, en el sentido de que, si el
ejecutante es un acreedor hipotecario de grado posterior, el o los acreedores de grado
preferente, citados legalmente a la subasta, tienen el derecho optativo de exigir el pago de
sus créditos con el precio de la subasta, o conservar sus hipotecas, siempre que sus créditos
no estén devengados.
En conclusión, los arts. 2428 CC y 492 CPC. deben interpretarse en forma armónica.
El art. 2428 CC, es la regla general, la citación personal de los acreedores hipotecarios,
produce la extinción de la hipoteca.
El art. 492 CPC. es la excepción, si la subasta es solicitada por acreedores hipotecarios de
grado posterior, los acreedores de grado preferente tienen derecho de optar entre la
subsistencia de la hipoteca o el pago de sus créditos, siempre que estos últimos no estén
devengados.
En las bases del remate, se podría, por ejemplo, señalar que el subastador, en pago de parte
del precio, se haga cargo de los créditos hipotecarios aún no devengados.
La no citación de algún acreedor hipotecario a la subasta no acarrea la nulidad del remate,
la ley no señala esa sanción, sino que deja subsistente la hipoteca a favor de los acreedores
no citados.
Es preciso tener presente que el subastador de una finca hipotecada se subrogará por el
sólo ministerio de la ley, en los derechos del acreedor hipotecario que fue pagado con el
precio de la subasta, y si la finca es sacada a un nuevo remate por otro acreedor no citado,
el subastador se pagará con la misma preferencia del acreedor hipotecario cuyos derechos
se subrogó. De este modo, el acreedor hipotecario no citado a la primera subasta conserva
en la segunda el mismo grado que tenía antes, en otras palabras, no puede mejorar su
derecho, art. 1610 Nº2 CC.
Puede suceder que el bien raíz esté embargado por otro tribunal, para la validez del remate
es preciso obtener la autorización del otro tribunal, al igual que los bienes muebles, sin
embargo, tratándose de inmuebles es necesario inscribir el embargo en el correspondiente
registro del Conservador de Bienes Raíces pertinente. Por ello es útil acompañar al proceso
un certificado de Gravámenes y Prohibiciones.
•Calificación de las Cauciones o Garantías.
Como lo dijimos anteriormente, en las bases del remate se disponen las cauciones o
garantías que deben rendir los subastadores, para garantizar la seriedad de participación en
el remate, es decir hagan ofertas, se adjudiquen el bien y en definitiva no paguen su precio,
art. 494 CPC.
Como lo dijimos anteriormente, en las bases del remate se disponen las cauciones o
garantías que deben rendir los subastadores, para garantizar la seriedad de participación en
el remate, es decir hagan ofertas, se adjudiquen el bien y en definitiva no paguen su precio,
art. 494 CPC.
El Remate Mismo.
Cumplidos todos los trámites anteriores y llegado el día y hora señalados para el remate,
éste se llevará a efecto ante el tribunal que conoce del juicio o ante aquél que corresponda
al territorio donde se encuentra ubicado el inmueble, cuando así se haya solicitado y existan
motivos fundados, al tenor del art. 485; pudiendo presentarse dos situaciones:
Una vez adjudicado el bien al mejor postor, se debe levantar un acta de remate, conforme
lo dispone el art. 495, cuando se trata de bienes raíces, servidumbres, censos y sucesión
hereditaria, acta que se extenderá en un libro especial que debe llevar al efecto el secretario
del tribunal. En el acta se asentarán los pormenores de la venta efectuada, la que será
suscrita por el juez, el secretario y el subastador, debiéndose dejar un extracto de ella en el
expediente, art. 498.
OJO…….
Esta acta valdrá como escritura pública, para los efectos del art. 1810 citado, viene a ser
el contrato mismo de compraventa, ya que en ella se indicarán los requisitos de dicho
contrato: partes, cosa vendida y precio, sin perjuicio que dentro de tercer día debe
extenderse la escritura pública propiamente tal, escritura en la que el juez comparecerá
en representación del ejecutado y el subastador como comprador.
De acuerdo con el art. 496, el subastador en el acta de remate puede indicar la persona
para quien adquiere, siempre que ésta se presente con posterioridad aceptando lo
obrado, ya que si no comparece subsistirá la responsabilidad del subastador, así como la
caución rendida.
i. Solicitar al tribunal que los bienes le sean adjudicados por los dos tercios del valor de
tasación de los mismos.
En este caso el juez accederá a la petición, con citación del ejecutado y demás interesados,
si los hubiere, en este caso existirá una verdadera venta en pública subasta y el acreedor
será el comprador, procediéndose como si efectivamente hubiera habido remate.
ii. Solicitar que se reduzca prudencialmente la tasación.
La reducción del monto de la tasación no podrá exceder de una tercera parte del avalúo.
En este caso se deberá procede a un nuevo remate, en el que el mínimo de las posturas
serán los dos tercios de la tasación, debiendo efectuarse las publicaciones en la forma que
hemos analizado.
Si llegado el día del segundo remate, nuevamente no se presentan postores, de conformidad
al art. 500, el acreedor tendrá derecho a pedir alguna de estas tres cosas, a su elección:
•Que se le adjudiquen los bienes por los dos tercios de este nuevo avalúo;
•Que se pongan los bienes en remate por tercera vez, por el precio mínimo que el tribunal
señale,
La Prenda Pretoria.
No está definida en el CPC., Casarino la define como “un contrato celebrado por intermedio
de la justicia, por el que se entrega al acreedor una cosa mueble o inmueble embargada en
una ejecución, para que se pague con sus frutos”.
Nosotros diremos que la prenda pretoria o anticresis judicial, es un contrato en cuya virtud,
por el ministerio del tribunal se entregan al acreedor los bienes embargados, sean raíces o
muebles, para que se pague con sus frutos
Este concepto se desprende de los arts. 504 CPC. y 2435 CC.
Es un contrato celebrado por intermedio de la justicia, que se rige preferentemente por los
arts. 503 a 507 CPC. y 2435 y siguientes del CC, la anticresis.
Aceptada la solicitud del acreedor por el tribunal, los bienes embargados se entregan bajo
inventario solemne, al tenor del art. 503, es ese momento que se perfecciona el contrato.
Efectos que produce la Prenda Pretoria: son los derechos y obligaciones que confiere el
contrato, tan al acreedor como al ejecutado.
Derechos del Acreedor:
•Aplicar las utilidades líquidas de los bienes dados en prenda al pago del crédito, art. 504;
•Poner fin a la prenda pretoria en cualquier tiempo, y solicitar su enajenación o el embargo
de otros bienes, de conformidad a las normas del Título I Libro III del CPC., art. 505, y
•Tener sobre los bienes constituídos en prenda pretoria, cuando sean muebles, los derechos
y privilegios de un acreedor prendario, art. 507 inc. 2º.
•Llevar cuenta exacta, en lo posible documentada, de los productos de los bienes muebles
o inmuebles, art. 504, inc. 1º, primera parte, y
•Rendir cuenta de su administración, cada año si es inmueble, y cada seis meses si son
muebles, bajo pena, si no lo hace, de perder la remuneración que le habría correspondido,
de conformidad al art. 504, por los servicios prestados, art. 506 CPC.
Derechos del Ejecutado
Salvo estipulación en contrario, puede pedir en cualquier tiempo los bienes dados en prenda
pretoria pagando la deuda y las costas, incluso todo lo que el acreedor tenga derecho a
percibir por concepto de gastos, intereses y remuneraciones, art.505 Inc. 1º.
En este caso el acreedor tendrá un derecho optativo, como lo dispone el art. 508:
- Pedir que se le dé en arrendamiento dicho derecho.
En este caso, el arrendamiento se hará en remate público, el que deberá anunciarse con 20
días de anticipación en la forma y lugares que señala el art. 489, fijando el tribunal,
previamente y con audiencia de las partes, las condiciones que haya de tenerse como
mínimum para las posturas, o
- Pedir que se le entregue en prenda pretoria este derecho.
Las regulaciones están contenidas en los arts. 530 a 544 del CPC. Estas normas son
especiales, sin embargo, se aplican íntegramente, las normas del procedimiento ejecutivo
en obligación de dar, salvo las excepciones legales art. 531.
De conformidad al art. 530, para que el juez pueda dar curso a una demanda en juicio
ejecutivo por obligación de hacer, es necesario:
a. La existencia de un título ejecutivo, al tenor del art. 434;
b. Que la obligación sea actualmente exigible;
c. Que la obligación sea determinada, en el art. 530 el legislador no exigió que la obligación
fuese líquida, sino que determinada, y
4. Que la acción ejecutiva no esté prescrita.
Concurriendo estos requisitos, el juez deberá dar curso a la demanda ejecutiva, disponiendo
los trámites pertinentes, que varían según la obligación sea de suscribir un documento o
constituir una obligación o si se refiere a ejecutar una obra material.
a. Si el juez estima que concurren los requisitos ya señalados, dará curso a la demanda y
despachará el mandamiento de requerir el cumplimiento de la obligación de suscribir un
documento o constituir una obligación dentro de un plazo prudencial que señalará.
Una vez firme el presupuesto, el deudor deberá consignar el valor en la cuenta corriente del
tribunal, dentro de tercero día, a fin de que se vaya pagando el costo de los trabajos en
forma paulatina, a medida que los trabajos lo requieran, art.538. Si los fondos se agotan
ante de concluir la obra, el acreedor podrá solicitar un aumento de éstos, justificando que
ha habido un error en el presupuesto o que han sobrevenido circunstancias imprevistas que
han aumentado el costo de las obras, art. 539.
Si el deudor no consigna fondos dentro de tercero día se procederá al embargo y remate de
bienes de su propiedad, conforme a las normas del juicio ejecutivo en obligación de dar,
pero con la particularidad de que no procederá la oposición de excepciones, pues precluyó
su derecho –la oportunidad procesal la tuvo cuando se le notificó la demanda, art.541.
d. Concluida la obra, el ejecutante deberá rendir cuenta de la inversión de los fondos
que recibió, art. 540.
Además, la ley le entrega al acreedor el derecho para solicitar apremios contra el deudor,
consistentes en arrestos hasta por quince días y multas, que pueden ser repetidas si persiste
en el incumplimiento, en todo caso, para que estos apremios procedan, es preciso que el
ejecutado no haya consignado fondos para la obra o que no se hayan obtenido éstos a través
de la realización de los bienes, art. 543.
1. GENERALIDADES
Cabe recordar que, en nuestro derecho, la facultad de los tribunales de la República de hacer
ejecutar o cumplir lo juzgado – el imperio- está entregado a estos mismos tribunales, art.
76 CPR y para hacer cumplir sus fallos los tribunales pueden impartir órdenes directas a la
fuerza pública, la que deberá cumplir sin más trámite el mandato judicial.
En su oportunidad, vimos que el CPC. reconoce cuatro tipos de resoluciones: decretos,
autos, sentencias interlocutorias y sentencias definitivas. Para que éstas puedan cumplirse,
es preciso que estén ejecutoriadas, al tenor del art. 174 CPC. o al menos causar ejecutoria,
es decir cuando no obstante existir recursos pendientes, la ley dispone que se pueden
cumplir desde ya.
La regla general, al tenor del art. 231 inc. 1º, es que el tribunal competente para conocer
del cumplimiento de una resolución judicial es aquél que conoció del asunto en primera o
única instancia, sea que el tribunal de alzada haya mantenido su resolución o la haya
cambiado o la haya revocado.
Excepciones:
a. De acuerdo con el art. 231 inc.2º, los tribunales que conocen de los recursos de apelación,
casación o revisión, ejecutarán los fallos que ellos mismos dicten para la tramitación o
substanciación de esos recursos, y también podrán ordenar el pago de las costas adeudadas
a los funcionarios que hayan intervenido en ellos. Las demás cosas serán determinadas por
el tribunal de primera instancia, y
b. Cuando para la ejecución de una sentencia definitiva sea necesario la iniciación de un
juicio ejecutivo, caso en el cual el juicio podrá seguirse ante el mismo tribunal que dictó la
sentencia que se trata de cumplir (cumplimiento incidental del fallo) en primera o única
instancia, o ante el tribunal que sea competente de conformidad a las reglas generales, a
elección del ejecutante.
El art. 238 dispone que cuando se trate de cumplir resoluciones no comprendidas en los
arts. 233 a 237, corresponderá al juez de la causa dictar las medidas conducentes a dicho
cumplimiento, pudiendo imponer, el efecto, multas que excedan de una UTM o arresto de
hasta dos meses, determinados prudencialmente por el tribunal, sin perjuicio de repetir el
apremio.
c. Ejecuciones Especiales.
De acuerdo con los arts. 231 inc. 1º y 235 inc. 1º, si la ley ha señalado alguna forma especial
de cumplir una sentencia, habrá que estarse a las reglas especiales que se establezcan:
Procedimiento Ejecutivo.
1.La parte que obtuvo sentencia condenatoria en el juicio declarativo, deberá deducir una
demanda ejecutiva incidental, solicitando el cumplimiento forzado de dicho fallo
Esta resolución se notifica por cédula al apoderado que el ejecutado tuvo en el juicio
declarativo, sin perjuicio que deba remitir, además, carta certificada tanto al apoderado
como a la parte misma, al domicilio en que se notificó la demanda. En el evento que el
cumplimiento se pida en contra de un tercero, la notificación deberá ser personal.
4. En el evento que se opongan excepciones, el juez deberá constatar que se trata de las
excepciones taxativamente dispuestas en la ley y que cumplan con los requisitos ya
señalados. Si el escrito no cumple con ello, la oposición se rechazará de plano; ahora, si
reúne los requisitos, el juez dará traslado al ejecutante para que éste dentro de tercero día
conteste – se trata de incidente ordinario- pudiendo recibirlo a prueba, si existen hechos
sustanciales, pertinentes y controvertidos.
Procedimiento de Apremio.
Dispone el art. 235 que, si no ha habido oposición o ella ha sido desestimada, se cumplirá
la sentencia, en conformidad a las normas que esa disposición da, a menos que la ley haya
dispuesto otra forma para cumplirla:
3. Si la sentencia ordena pagar una suma de dinero o debe pagarse el valor de la especie no
habida, es necesario distinguir si se ha retenido al ejecutado con medidas precautorias
dinero u otros bienes o no.
* Si se ha retenido dinero:
Una vez efectuado la liquidación del crédito y la tasación de costas, se ordenará girar cheque
a favor del ejecutante por la suma que corresponda.
* Si se han retenido otras especies:
En este evento es necesario proceder a la realización de esas especies.
* No hay medidas precautorias:
Se debe proceder a embargar y realizar bienes suficientes del ejecutado, conforme a las
reglas del procedimiento de apremio del juicio ejecutivo, sin necesidad de requerimiento.
La resolución que ordena el embargo y el embargo mismo, serán notificados al ejecutado
por cédula.
Ello, por cuanto el art. 242 no hace distingo alguno “…Las resoluciones dictadas en país
extranjero…”. A su vez el art.246, dispone que las normas de los arts. 242 a 245,
“…son aplicables a las resoluciones expedidas por jueces árbitros…” y los arts. 248 y 249,
se refieren, respectivamente a las normas de procedimiento aplicables para el exéquator de
resoluciones dictadas en asuntos contenciosos y voluntarios.
2. Las normas para acoger un exéquator, están contenidas en los arts. 242 a 245.
a. En primer lugar es preciso atenerse a las normas que establecen los tratados
internacionales-
El art. 242 dispone que las resoluciones dictadas en país extranjero tendrán en Chile la
fuerza que les conceden los tratados respectivos.
Sobre el particular, nuestro país suscribió un tratado multilateral, conocido como el Código
de Bustamante – nuestro Código de Derecho Internacional Privado- el que en los arts. 423
y siguientes se refiere al cumplimiento de resoluciones dictadas por tribunales extranjeros.
También Chile ha suscrito otros tratados bilaterales y multilaterales sobre la materia, que
habrá que aplicar en cada caso.
3. De conformidad al art. 247, el tribunal competente para conocer del exequator es la Corte
Suprema. Como el conocimiento no se encuentra entregado al plano de la Corte, como lo
manda el art. 96 Nº7 del COT, cabe concluir que es de competencia de una sala de la misma.