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Ciencia de la Lógica

• Esta obra presupone los resultados de la Fenomenología del Espíritu, a saber: la unidad mediata-
inmediata entre lo absoluto y la conciencia filosófica.
• En oposición al resultado de la Crítica de la Razón Pura, relativo a la imposibilidad de la metafísica
como ciencia, la Ciencia de la Lógica pretende construir la Filosofía Primera en su calidad de ciencia.
• Como punto de partida podemos establecer un vinculo entre Hegel y Aristóteles. No sólo por la
multiplicidad de significados sobre el ser, sino porque el resultado de Aristóteles es el punto de
partida para Hegel. ¿Cuál era el resultado de la metafísica en Aristóteles? Respuesta: el Motor
Inmóvil. ¿Y qué significa el Motor Inmóvil? Dios en cuanto pensamiento que se piensa a sí mismo.
• Si le adicionamos a lo anterior, la idea de la substancia spinoziana, entonces, obtendremos el
esquema de la metafísica hegeliana. Ya que si Dios es inmanente al mundo y, en tanto movimiento
que se piensa a sí mismo, entonces, se va generando la realidad.
• Este movimiento del pensar es considerado por Hegel como “pensamiento especulativo”, Y la
función de la Razón será pensar el movimiento de la Realidad. O dicho de otra manera: la Razón
reproduce conceptualmente (por medio de categorías) el movimiento progresivo de la realidad.
Ciencia de la Lógica→ Comienzo
• Hegel plantea la unidad de opuestos: el devenir es la unidad del ser puro y
la nada pura.
• Conviene entender lo que se designa con la noción de “puro”, a saber:
ausencia de determinación y de contenido.
• Tanto el ser puro como la nada pura coinciden en carecer de
determinación y de contenido. De allí que Hegel indique que: “El ser y la
nada son lo mismo”.
• Pero al mismo tiempo, son momentos que se oponen en la unidad del
devenir. De allí que, “El ser y la nada son distintos”.
• En suma, Hegel considera que la verdad no es el ser ni la nada aislados y
separados, sino su unidad en el devenir.
Nota 1: La oposición de ser y nada en la
representación
• Las notas escritas por Hegel tienen como propósito elucidar el sentido de la
inseparabilidad y distinción del ser y de la nada.
• Si se considera que representar implica un contenido, entonces, el acto de
representar tiene como objeto representado un algo en general.
• Pero el “algo” pertenece a una esfera posterior en la Ciencia de la Lógica. El
algo presupone la existencia, así como la cualidad.
• Simplemente, la dialéctica del algo y del otro pertenecen al capítulo del ser-
determinado.
• De allí que es inadecuado representar al ser puro y a la nada pura, pues, se
cambia el sentido de dichas abstracciones. Simplemente, para Hegel el
devenir es lo concreto.
Diferencia entre “ser puro” y “ser determinado” y
entre “nada pura” y “nada determinada”
• El ser puro es ausencia de determinación y de contenido. Si se piensa un ser
determinado, entonces, se piensa un ente con un contenido. Por ejemplo, si se
piensa un árbol o un hombre, se estará en el seno del ser determinado. El ser
determinado posee cualidades que le configuran como un algo y le distinguen de
cualquier otro. Al respecto, Spinoza decía que: “Toda determinación es negación”.
Identidad y diferencia del ser determinado y oposición con respecto a otro.
• La nada pura también es distinta de la nada determinada. Una nada determinada es
la negación de un algo. Por ejemplo, si se piensa la muerte de una persona,
entonces, se piensa en su no-ser. Pero este no-ser es no-ser en relación a un
contenido.
• Hegel expresa con claridad que no se aprehende el sentido del ser puro y de la nada
pura, si se los representa como un algo. El algo se encuentra en otra esfera, a saber:
la existencia. La existencia presupone el devenir y es resultado de éste.
El argumento ontológico
• Hegel inicia la defensa del argumento ontológico, el cual había sido refutado por
Kant en la Crítica de la Razón Pura. Consideremos el asunto bajo la perspectiva de
Kant.
• Primero es necesario recordar que Descartes formula el argumento ontológico para
probar la verdad del juicio: “Dios existe”. Para Kant, la formulación cartesiana
equivale a un juicio analítico. Empero, para Kant el juicio “Dios existe” es sintético,
es decir: la existencia no se agrega a la mera Idea de Dios.
• Kant dice: “El ser no es un predicado real”. Esto es: de la esencia (Idea) no se sigue
la existencia.
• En el texto de Hegel, el asunto se reconstruye con el famoso ejemplo de los cien
taleros: ¿quién no sabe que cien taleros reales son distintos a cien taleros posibles?
¿Y que su posesión constituye una diferencia con respecto de mi patrimonio?
El argumento ontológico en Hegel
• Hegel polemiza con Kant el sentido del argumento ontológico. ¿Quién no sabe que cien táleros reales son diferentes
a cien táleros posibles? ¿Y que constituyen una diferencia con respecto de mi patrimonio? El ejemplo de los cien
táleros es de Kant y tiene el sentido de indicar que, de la mera posibilidad de los cien táleros, no se sigue su
realidad. De manera análoga: de la mera Idea de Dios no se puede derivar su existencia.
• Hegel considera que hay un error en la consideración kantiana de Dios. Y es que Hegel piensa a Dios en sentido
spinoziano, es decir: como inmanente al mundo. Hegel considera que el error de Kant radica en pensar a Dios al
modo como se piensan los seres finitos. De hecho, Hegel señala que la definición de los seres finitos consiste en
separar la esencia y la existencia, su posibilidad de su ser. Y que el auténtico sentido de la prueba ontológica
consiste en alejar las determinaciones de lo finito para pensar a Dios que es la substancia infinita.
• Así, la Ciencia de la Lógica reformula el sentido del argumento ontológico. Ya que si Dios es inmanente al mundo y,
además, Dios es pensamiento que se piensa a sí mismo, entonces, en el acto mismo de pensarse, Dios deviene real.
• Así, Hegel concluye que: “Por lo contrario, la definición abstracta de Dios es justamente esta: que su concepto y su
ser son inseparados e inseparables. La verdadera crítica de las categorías y de la razón consiste precisamente en
esto: instruir al conocimiento acerca de esta diferencia y alejarlo de la aplicación de las determinaciones y
relaciones de lo finito a Dios”.
Nota 2: Imperfección de la expresión: unidad
e identidad del ser y la nada
• Hegel formula el sentido de la “proposición especulativa”.
• Simplemente, la forma tradicional del juicio: “no es apta para expresar
verdades especulativas”. Ya que la forma tradicional puede ser: S es P, S no es P.
• La unidad del devenir implica el momento de la afirmación de la
inseparabilidad del ser y de la nada. Pero también implica el momento de la
diferencia, es decir, de la oposición. La proposición especulativa piensa los
momentos opuestos en su unidad.
• Debido a que, tanto el ser y la nada son puros, su diferencia es inefable. Ya
que, si se tratará de indicar la diferencia se mostraría un contenido. Así: “El
devenir es el subsistir del ser tanto como del no-ser; o sea, su subsistir es sólo
su ser (existir) en uno; precisamente este su subsistir es lo que elimina a la vez
su diferencia.
Nota 3: La acción aisladora de estas
abstracciones
• Hegel plantea el problema del comienzo de la filosofía y establece un
dialogo con Jacobi. Este filósofo había planteado su filosofía en polémica
con Kant. ¿Cómo del espacio puro o del tiempo puro o del yo puro puede
derivarse la multiplicidad constitutiva de la realidad?
• Hegel cita a Jacobi: “¿Qué hay que lleve en aquellos tres infinitos la finitud?
¿Qué hay que fecunde el espacio y el tiempo a priori con el número y la
medida y los transforme en un puro múltiple? [O dicho de otro modo] ¿Qué
es aquello que lleva la determinación a lo indeterminado?”.
• Y la respuesta de Hegel consiste en unir lo indeterminado con lo
determinado por medio del Devenir. Ya que: “Del devenir nace el ser
determinado”.
Nota 4 La incomprensibilidad del comienzo
• La incomprensibilidad se da, si se piensa al ser y a la nada desde el ámbito de la
existencia, esto es: de las determinaciones cualitativas que distinguen un algo de otro.
• Hegel afirma que en su Lógica: “en cambio llamamos dialéctica al superior
movimiento racional, en el cual tales términos, que parecen absolutamente
separados, traspasan el uno al otro por sí mismos, por medio de lo que ellos son […]
La inmanente naturaleza dialéctica del ser y la nada mismos consiste en que ellos
muestran su unidad, esto es, el devenir como su verdad”.
• Y cierra Hegel con la negación determinada o aufheben: “Algo es eliminado sólo en
cuanto ha llegado a ponerse en unidad con su opuesto; en esta determinación […]
puede con razón ser llamado un momento”.
• Por consiguiente, el devenir es la unidad superior que incluye dentro de sí los
momentos opuestos del ser y de la nada.

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