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BIOÉTICA

UNIDAD 1
Concepto de Ética y Moral
Relativismo de los juicios morales
ARGUMENTACION MORAL
Aprendizajes esperados

 Reconocer y aplicar los conceptos del relativismo


y la argumentació n moral, saber y establecer la
importancia de los juicios morales aplicado a un
á mbito laboral.
Juicios morales y Juicios científicos

 El juicio moral es siempre, y en ú ltima instancia, un juicio


individual.
 El juicio científico no es individual, sino colectivo. Necesita
de la aprobació n de los demá s y de la aceptació n de varios
sujetos para que tal juicio tenga validez.
 El juicio moral es posible gracias al Sentido Moral, el que se
adquiere a través de un aprendizaje.
 El juicio científico es posible gracias a la aplicació n de las
leyes de la ló gica y a la experiencia.
 El juicio moral no depende de ninguna comprobació n,
mientras que el juicio científico sí necesita de ella.
 El juicio científico es, o bien verdadero o bien falso y
depende de una comprobació n.
RELATIVISMO DE LOS JUICIOS
MORALES

 Juicios Morales: Juicios en los que nos pronunciamos sobre


la bondad o maldad de unos actos presentes, pasados o
previsto
Relativismo Moral

 Opiniones morales o éticas, pueden variar de persona a


persona y son igualmente válidas y ninguna opinió n de "lo
bueno y lo malo" es realmente mejor que otra.

 No existe ningú n está ndar definitivo del bien y del mal, así que
cualquier juicio acerca del bien y del mal es puramente un
producto de las preferencias y entorno de la persona.

 Ninguna opinió n o posició n puede ser considerada "correcta o


incorrecta," "mejor o peor."
NO SON DEFINITIVOS

NO SON FIJOS E INMUTABLES


RELATIVISMO
MORAL SON PROVISORIOS Y
TRANSITORIOS

EL SENTIDO MORAL CAMBIA


Principios del relativismo moral

 Só lo pueden ser utilizados para excusar o permitir ciertas


acciones, nunca pueden ser utilizados para condenarlas.
 Toma diferentes formas, desde utilitarismo,
evolucionismo y existencialismo, hasta emotivismo y
situacionismo. Todos estos, en su mayoría, comparten un
ú nico tema unificador:
que no existe la moral absoluta, y que lo que es "correcto"
o "incorrecto" es enteramente un producto de la
preferencia humana
 Una posició n ampliamente sostenida en el mundo
moderno

Es difícil, si no imposible, condenar cualquier acció n


desde una posició n de relativismo moral.
¿Qué pasaría si todo el mundo actuara como si el bien y
el mal fueran puramente una cuestión de opinión?
Todas las leyes humanas involucran algunos principios
que se hacen cumplir por amenazas o consecuencias.

Convicció n moral de que arriesgar las vidas de otras


personas es incorrecto
Si el relativismo moral dominara el
mundo…

 Los principios morales legítimos no serían las bases de


las leyes.

Ya que todo es relativo, entonces estas leyes son só lo una


cuestió n de opinió n, y la ú nica razó n universal para
seguirlas es evadir las consecuencias.
Incitaría a las personas a buscar formas de "salirse con la
suya"; después de todo, es só lo la opinió n de uno en
contra de alguien má s.
Consecuencias del relativismo moral

 Hace a la sociedad inestable, ya que los conceptos del bien


y del mal de pronto se convierten en una cuestió n de
cambiar la opinió n popular.
 El peor resultado posible de tal condició n es el dictador:
un gobernante que abusa de un cambio temporal en la
opinió n popular para obtener el control, pero no reconoce
ninguna autoridad superior a la suya, y ninguna ley má s
vinculante que la suya.

Durante los juicios de Nuremberg, después de la Segunda


Guerra Mundial, el problema ló gico del relativismo se hizo
aparente. Los defensores de los nazis continuamente pedían
su exoneració n, alegando que só lo estaban cumpliendo las
leyes de su país (juicio imparcial que se considerara justo ante
el mundo). Finalmente, un juez preguntó frustrado: "pero, ¿no
hay una ley superior a nuestra ley?" Un relativista moral
estaría obligado a contestar "no."
 El relativismo en sí es autodestructivo.
 Ló gicamente, debe existir algú n está ndar con el cual
comparar dos afirmaciones morales diferentes para
determinar cuá l es la "correcta."
Los relativistas morales niegan la existencia de tal estándar,
y por ello alegan que tales comparaciones son imposibles.

Problema prá ctico del relativismo: es difícil, si no imposible,


condenar cualquier acció n desde una posició n de relativismo
moral.
LA ARGUMENTACION MORAL

La Argumentació n Moral es el proceso por el cual intentamos


demostrar que unas reglas son satisfactorias, adecuadas o
convenientes y que otras no lo son.

Es justificar nuestro comportamiento ante nosotros mismos y


ante los demás

“A mayor aceptación y convencimiento, mejor


argumentación”
Argumentar convencido,
argumentar para convencer

 El problema ético de la argumentació n reside en los


razonamientos que realicemos
 Razonamos antes de actuar: mediante una actitud
analítica y critica, o una actitud irreflexiva
 Razonamos después de actuar: para
convencernos a nosotros mismos o a los demá s

 Argumentar convencido: Explicar las razones en las que


creíamos en un principio adecuadas y convenientes para
realizar un acto.
 Argumentar para convencer: Explicar unas razones para
convencer a los demá s y a mi mismo de que mis actos han
sido correctos.
Criterios bá sicos sobre la argumentació n

 Debe ser clara, coherente, para determinar lo que está


implícito o denunciar lo que falta y debería explicitarse.
 La argumentació n necesita capacidad crítica para evaluar la
claridad y la coherencia, la pertinencia, la fuerza o la debilidad
de las conclusiones y de los argumentos.
 Tiene que tener en cuenta la no repetició n, porque el hecho de
repetir las mismas ideas tiende a producir confusiones
innecesarias.
 Y tanto el argumento como la conclusió n tienen que ser
pertinentes, o sea, que vengan a propó sito de lo que se está
razonando y afirmando.
Estructura bá sica de un argumento

Se compone de una conclusió n y de varios elementos de


prueba que llamamos argumentos, o sea, una razó n o serie de
razones ló gicamente relacionadas que justifican la conclusió n*.

*una postura racionalmente justificada, clara y precisa


Las llamadas emocionales

Es el intento de provocar comportamientos concretos en los


demá s a través de apelaciones al sentimiento, la sensibilidad y
las emociones ajenas.
El peligro de las llamadas emocionales

 Actuar por una llamada emocional es actuar


irreflexivamente.
 Las llamadas emocionales no apelan a nuestro sentido ni
razó n, sino a nuestros sentimientos, por lo tanto los actos
que realicemos será n irreflexivos e irracionales.
El riesgo de toda argumentacion

 Todo argumento moral es un razonamiento subjetivo.


 Se dice que es arriesgada porque son nuestras razones las
que defienden un comportamiento concreto y puede que
otros argumentos sean mas só lidos y convincentes.
Necesidad de toda argumentacion

 Se puede hablar de la triple necesidad de la argumentació n


moral:

1. Necesitamos que los otros argumenten su comportamiento.


2. El argumento de nuestros actos ante los que me lo exijan.
3. Es necesario que argumentemos ante nosotros mismos
aquellas razones que nos llevan ante un acto concreto.
 La vida cotidiana está llena de argumentos y de argumentaciones.
1º) porque necesitamos entendernos para convivir, aunque no
poseamos las mismas ideas…por eso razonamos y discutimos;
2º) porque estamos convencidos de que nadie tiene la panacea de la
intelectualidad, ni de la inteligibilidad, es decir, necesitamos vivir y
convivir sobre la base de razones solventes;
3º) porque es una evidencia la pluralidad de culturas,
cosmovisiones, ideologías y creencias, que necesitan convivir y
justificarse en pú blico con razones rigurosas y só lidas;
4º) porque a la hora de afrontar problemas cotidianos buscamos su
clarificació n y resolució n, lo que conlleva utilizar siempre conceptos
operativos, es decir, razones prá cticas…argumentos.
DIEZ CONSEJOS PARA ARGUMENTAR BIEN…
EN GENERAL

1. El mejor consejo que puede darse es prepararse bien. La habilidad argumentativa existe pero
tiene que pillarnos preparados, conociendo el fondo del asunto. Para argumentar bien hay
que conocer el tema debatido y dominar el á mbito ético y moral desde el que se está
debatiendo y, por tanto, argumentando.
2. Hay aspectos comunes a cualquier tipo de argumentació n, pero también rasgos peculiares de
cada campo de discusió n. El colmo de quien participa en una mesa redonda es empeñ arse en
dar un curso académico abreviado o una miniconferencia. Lo importante es hacer una
exposició n clara y razonablemente informativa que estimule el debate y pueda persuadir al
auditorio.
3. Decir muchas veces lo mismo o expresarlo con muchas palabras no garantiza una buena
argumentació n. La amplitud excesiva del discurso aumenta las probabilidades de cometer
errores y suele provocar en el oyente su falta de atenció n.
4. Esforzarse por entender bien la tesis del otro es una muestra de respeto personal y, ademá s,
resulta bastante ú til como recurso dialéctico, porque aumenta las probabilidades de que los
demá s también se esfuercen por entendernos bien.
5. Es una estrategia equivocada no estar dispuestos a conceder nada al adversario. Hace difícil o
imposible que la discusió n pueda proseguir y muestra un empecinamiento que no conduce a
nada. No es un buen camino para persuadir a nadie. Recordemos lo acertado, a mi juicio, de K.
Popper: “es posible que tú estés en lo cierto y yo esté equivocado, pero también puede
suceder que estemos equivocados los dos”.
DIEZ CONSEJOS PARA ARGUMENTAR BIEN…
EN GENERAL
6. Cuando se argumenta ante otro, podemos tener la impresió n de que sus argumentos funcionan
como una muralla contra la que se estrellan nuestras razones. Por eso, una vez probada la solidez de
la posició n contraria, lo má s aconsejable es ver si es posible romperla intentando otra vía. ¿Có mo?
Cambiando la posició n para disparar desde otro lado, pero nunca disparando torcido o evitando la
cuestió n central del debate.
7. La argumentació n no está reñ ida con el sentido del humor, pero sí con la frivolidad que se ríe de
todo y con la seriedad, triste y taciturna, de quien cree que tiene sentido todo lo que dice. Hay
desastres y barbaridades sobre las que no es apropiado gastar bromas, como el genocidio de un
régimen militar, la violencia de género o el holocausto judío, por ejemplo. Entre la frivolidad de
quien se ríe de todo y la seriedad de quien no tiene ni pizca de gracia, está la posibilidad de utilizar
el ingenio, la agudeza y la sonrisa para sacar el brillo del humor a la propia argumentació n o a la
contraria.
8. No se argumenta bien por hacer muchas referencias a palabras prestigiosas, publicaciones
renombradas o autores de moda. Lo que cuenta es lo que se dice y las razones que lo avalan: la
calidad, el rigor y fortaleza de esas razones son responsabilidad exclusiva de quien argumenta.
9. Frente a la tendencia de “irse por las ramas”, introduciendo temas que no vienen a cuento, no cabe
otro remedio que insistir una y otra vez en fijar el centro de la cuestió n debatida. Eso aporta calidad
y rigor al debate y a quien debate.
10. En cada ocasió n, hay muchas maneras de argumentar mal y quizá s má s de una de hacerlo bien. Las
cuestiones de estilo son importantes. Le corresponde a cada persona que argumenta esforzarse en
encontrar su propio estilo, elaborarlo, corregirlo constantemente y ponerlo en prá ctica.

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