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CURSO /

DERECHO
ECONÓMICO
(REGULACIÓN)
PARTE II / TEORÍAS DE LA REGULACIÓN ECONÓMICA

Teorías de la Regulación
Económica
La Regulación - Adentrándonos en las teorías

Según lo visto, la regulación se genera, implementa, interactúa y modela


con el fin principal de corregir fallas de mercado, o bien para optimizar la
simetría de información para la toma de decisiones, o corregir la
desigualdad en el poder negociador en ciertos casos, o bien, corregir
externalidades o mitigar sus efectos o costos. (Marmolejo).

Para un mejor conocimiento del fenómeno regulatorio, es necesario


conocer el estado de las teorías o modelos sobre la materia que según
Morgan y Yeung [citados por Marmolejo], se trata de “un conjunto de
proposiciones o hipótesis acerca de cómo surge la regulación, cuales son
los actores que contribuyen a su origen y los comportamientos típicos de
interacción entre actores regulatorios.” (Marmolejo)

Postula entonces el citado autor que, “cualquier teoría que pretenda


abocarse a la fundamentación de la decisión regulatoria debiera
comprender:

a) Una discusión sobre el origen de una regulación específica;


b) La identificación de los actores del proceso regulatorio;
c) La determinación de patrones de interacción entre los actores de
ese mismo proceso”.
Actualmente se identifican principalmente 3 tipos de categorías acerca de las teorías referidas a
la regulación:

1) Teorías fundadas en el interés público;

2) Teorías fundadas en el interés privado, y;

3) Teorías institucionalistas.
1.- TEORÍAS BASADAS EN EL INTERÉS PÚBLICO

La regulación en este grupo de teorías persigue corregir o reparar fallas de


mercado, tales como el monopolio, asimetrías de información, externalidades
negativas o bienes públicos. Y como se trata de mercados que podemos
considerar como “ineficientes”, lo que la regulación normativa en realidad hace
es simular o emular la competencia. Se funda principalmente en el “teorema de
Coase”.

Mercado ineficiente: es lo contrario a un mercado eficiente, entendiendo este


como aquel en el que, hay ausencia de desperdicio, en términos que la utilización
de recursos económicos produce el nivel máximo de satisfacción posible con los
insumos y tecnología existentes.

Ello, nos puede llevar también a hablar de una eficiencia en la asignación, que se
entiende como la situación en la que ninguna reorganización o intercambio
podría elevar la utilidad o satisfacción de una persona sin reducir la utilidad o la
satisfacción de otra. En otros términos, se dice que la asignación ha sido óptima,
es decir, inmejorable. Por ello, se busca como objetivo a proteger la búsqueda de
la competencia perfecta, que conduce a la eficiencia en la asignación.

También se le denomina eficiencia de Pareto. Mercado ineficiente, es todo lo


contrario a ello.
INEFICIENCIA - COMPETENCIA IMPERFECTA

Consiste en una desviación grave del mercado. Mientras que en


competencia perfecta ninguna empresa y ningún consumidor puede
influir en los precios, la competencia imperfecta se presenta a un
comprador o un vendedor que puede afectar el precio de un bien.

Por ejemplo, si una empresa telefónica o un sindicato es lo


suficientemente grande como para influir en las tarifas de telefonía o
en el salario, respectivamente, se genera cierto grado de competencia
imperfecta. Cuando esto sucede, la sociedad puede encontrarse por
debajo de su Frontera de Posibilidad de producción (FPP). Ello, lleva a
la subexplotación de los recursos.

¿Cuál es el efecto de la competencia imperfecta?

La competencia imperfecta genera que los precios sean superiores a


los costes y que las compras de los consumidores se reduzcan por
debajo de los niveles eficientes 'presencia de un precio demasiado
alto y una producción demasiado baja es característica distintiva de la
ineficiencia que acompaña a la competencia imperfecta. En realidad,
casi todas las industrias son, en alguna medida, imperfectamente
competitivas.
Quienes afirman esta postura sostienen argumentan que por una
parte la poco probable interacción adecuada de las firmas o
agentes económicos en un mercado, y por otra, la casi imposible
ausencia de costos de transacción, requiere necesariamente la
corrección de las anomalías de esos modelos a través del actuar
regulatorio del Estado. (Marmolejo).

Críticas: algunos sostienen que estas teorías serian “ingenuas”,


pues la propuesta de centrar la corrección de las fallas de
mercado en forma de acentuar la generación de regulaciones
implica asumir que la inspiración y objetivo final del regulador
serán siempre el bienestar de la sociedad , lo que se reafirma con
la idea de fijar precios, tarifas y estándares adecuados de calidad
era una labor sencilla.

Con respecto a esto según Stygler, los reguladores tienen serias


dificultades para conocer en realidad los costos de producción, así
como la tecnología adecuada y las preferencias de los usuarios, y
en muchas ocasiones persiguen objetivos que tienen poco que
ver con emular condiciones competitivas.
2.- Teorías sustentadas en el interés privado
Estas surgieron como una crítica a aquellas que argumentan su existencia sobre el interés público. El profesor
Pablo Márquez afirma que “los trabajos más prominentes sobre el tema son los de Peltzman y Stigler, quienes
encontraron que la regulación se constituye en un mercado más, donde hay oferta y demanda de regulación, y
por ello, la regulación ha podido ser “adquirida” por la industria y ser designada y operada principalmente en su
propio beneficio. (Marmolejo).

La razón de lo anterior es que la regulación determina el mayor impacto sobre los beneficios de una compañía en
el corto plazo, sobre todo si esta es monopólica o presenta beneficios adicionales por asimetrías de información.

Según Márquez, entonces, teorías del interés privado postulan la existencia de un “mercado regulatorio”
donde los agentes (reguladores y regulados) compiten por la maximización de su interés. Este fundamento,
permite también explicar “la teoría de la captura” como una teoría de la regulación.

El pensamiento de autores como Stygler, en esta área afirma que los grupos de interés pueden convencer al
Estado para usar su poder de coerción para el beneficio propio, modificando la decisión o una regulación. Según
él, la regulación es generada en respuesta a las demandas de los grupos de interés actuando para maximizar sus
rentas. De esa forma, la regulación es, según este autor, una avenida expedita por la cual un grupo de interés
puede incrementar sus rentas, tendiendo el Estado a redistribuir el bienestar desde otras partes de la sociedad o
grupo humano.

El pensamiento de Stigler fue complementado por Sam Peltzman, dando lugar al modelo Stigler – Peltzman,
según el cual, este enfoque, la regulación integra tres ideas fundamentales:
Ideas fundamentales del modelo Stigler – Peltzman de la regulación
fundada en el interés privado (tería de la captura):

a) Las regulaciones tienen por objeto entregar bienestar. Pueden hacer


otras cosas, pero Stigler y Peltzman
argumentan que la determinación dominante de la regulación está en ese
afán de transferir bienestar a la comunidad;

b) El comportamiento de los legisladores es dirigido por su deseo de


mantenerse en sus cargos legislativos, implicando que en algún momento
la regulación está destinada a maximizar el apoyo político; y,

c) Los grupos de interés compiten por ofrecer apoyo político como


intercambio de regulación favorable a sus intereses.

En definitiva, el modelo Stigler/Peltzman se basa en un legislador o


regulador que escoge una determinada política regulatoria para maximizar su
apoyo político.

Crítica: la regulación ya no sería el mecanismo apto para solucionar las fallas de


mercado, sino que constituiría en sí misma el origen de otras fallas (falla
regulatoria).
El profesor Juan José Romero explica, refiriéndose a la teoría de la captura, que ésta mezcla una visión
funcionalista o de interés público (particularmente al principio del ciclo de vida de las entidades
reguladoras), para luego dar lugar a una preeminencia del interés privado una vez capturadas o
pervertidas.

También, encontramos la posición de Gary Becker (1983) respecto del modelo Stigler/Peltzman
sosteniendo que en realidad, los políticos y agentes generadores de políticas públicas transmiten la
presión de grupos activos (grupos de presión). De esa forma, la regulación se usa para incrementar el
bienestar de los grupos de poder más influyentes.

Por tal razón, hay quienes postulan una perspectiva favorable a la desregulación (instan a la
desregulación) centrando sus argumentos en las siguientes ideas:

a) La regulación puede imponer a las firmas costos financieros y administrativos; crear


incertidumbre; reducir la flexibilidad de las firmas y retardar el proceso de toma de decisiones,
b) La regulación puede ser una barrera de entrada al mercado para nuevas compañías, evitando la
competencia y generando pérdida de bienestar;
c) La regulación puede proteger los intereses de un grupo en detrimento de la sociedad en su
conjunto;
d) La regulación al proteger a una firma y evitar la competencia, desincentiva la innovación (incluso en
la exploración de nuevos procesos de producción) y por tanto, el desarrollo de nuevos bienes y
servicios, inclusive puede no impedir elevar la calidad en los ya existentes.
3.- Teorías institucionalistas
Según el profesor Marmolejo, estas teorías se dividen en dos modelos. El primero de ellos es propuesto por las
autoras Bronwen Morgan y Karen Yeung; y un segundo, es sostenido por el profesor Fabrizio Gilardi, que se
denomina neo institucionalismo.

3.1. Institucionalismo según Morgan y Yeung: Postulan las denominadas “esferas regladas” y que
corresponden a:

a) Esfera de organizaciones formales: En esta quedan comprendidas las agencias reguladoras, compañías y
estados;
b) Esfera de normas y procedimientos: En esta se integran procedimientos y metodologías, tales como el análisis
de riesgo, el análisis costo - beneficio, los precedentes y las normas de “advocacy” o difusión;
c) Esfera de sistemas. En ella debe comprenderse el sistema legal, el sistema económico y el sistema político; e
d) Interacción: A partir de la interacción entre estas tres esferas, plantean que existen, a su vez, tres teorías que
explican el fundamento de las regulaciones basado en un creciente rol de las organizaciones, las normas y los
sistemas ya descritos.
Estas son:
i) el tripartismo;
ii) la teoría del espacio regulatorio; y,
iii) la teoría de sistemas.
3.1. Institucionalismo según Morgan y Yeung (continuación):
i.- El tripartismo: Señala que entender la regulación desde una perspectiva bilateral (autoridad e
industria/regulador y regulado) es insuficiente. Ello, por cuanto, precisamente a partir de dicha relación se sitúan
los riesgos de captura - advertidos por Stigler - y de corrupción. Por ello, señalan estos autores, debe
incorporarse un tercer jugador a esta relación bilateral que proponen los enfoques tradicionales. Este tercer
jugador deben ser los grupos de interés público. De esa forma, se suman los grupos de interés como un tercer
actor en la regulación.
El tripartismo se definiría como una decisión regulatoria que busca la participación de los grupos de interés
público, como un nuevo actor a la lógica bilateral tradicional de análisis regulatorio, cuya participación puede
darse de tres modos:
a) Entregar a los grupos de interés y sus miembros acceso a toda la información que está disponible para el
regulador;
b) Entregar a los grupos de interés un lugar en las mesas de negociación con las empresas y el regulador cuando
los acuerdos están resueltos;
c) Dotar al grupo de interés legitimación activa para demandar o enjuiciar como si fuesen un regulador.
Crítica: Este enfoque (tripartito) genera el problema, en términos de preguntarse quién controla a los
controladores; una de las respuestas probables tiene que ver con el diseño institucional o la configuración de la
agencia reguladora.

ii.- El espacio regulatorio: Exponentes de esta posición son Leigh Hancher y Michael Moran. Aspira a superar la
tradicional división casi dialéctica entre autoridad pública e interés privado. Propone la existencia de un ámbito
físico dónde se desenvuelve el fenómeno regulatorio, espacio en el cual la regulación se origina, se diseña,
implementa y aplica y en que actúan los actores de mercado. Debe entenderse en el contexto de sistemas más
amplios y dinámicas institucionales, condicionadas por características propias de sus propios ordenamientos
iii.- Teoría de Sistemas: Es abstracta y aspira a contextualizar los
regímenes regulatorios como parte de una teoría social más amplia.

Según esta teoría, la regulación económica es una realidad que se puede


analizar desde sistemas que, en sí, tienden a ser cerrados, y que por dicha
razón perpetúan su existencia por una serie de operaciones y lenguajes
que solo son comprensibles para quienes hablan y operan con esos
lenguajes. Bajo esa premisa, para analizar la regulación económica, el
sistema legal usa las categorías de “legal” o “ilegal” y el sistema económico
evalúa en razón de “eficiencia” o “ineficiencia.”

No obstante, la noción de legalidad y eficiencia son sistemáticamente


inconmensurables. Tanto el sistema legal como el económico operan al
menos en forma parcialmente autónoma, y solo pueden influirse
recíprocamente de forma indirecta. [Mundos paralelos con una puerta de
conexión].

3.2. Neo Institucionalismo según Fabrizio Gilardi

Surge como una reacción a las teorías de Behavioral Economics (economía


conductual). Este sector de la doctrina — argumentando acerca de los
conceptos de preferencias y gustos que analiza el enfoque conductual de la
Economía. Afirma que, se debe distinguir entre dos tipos de ellas: las
preferencias expresadas y las verdaderas preferencias.
a) Las preferencias expresadas no son necesariamente idénticas a las verdaderas preferencias;
b) La agregación de preferencias individuales puede ser ineficiente e imperfectamente traducida en
efectos o decisiones; y
c) Desde el punto de vista normativo, el estándar utilitario para la identificación del interés público
como la suma de intereses individuales es inapropiado.

Estos tres puntos, sostiene Gilardi así como la preocupación acerca del origen y formación de preferencias
individuales, constituyen el corazón central del neo institucionalismo.

Según Gilardi, el neo institucionalismo no puede ser considerado una teoría única y coherente, pues
comprende tres enfoques:

i) Neo institucionalismo (de elección racional);


ii) Neo institucionalismo (sociológico); y,
iii) Neo institucionalismo (histórico).

Neo institucionalismo de elección racional: en ella los actores del proceso regulatorio pueden ser
considerados maximizadores de utilidad y cuyo comportamiento esta modelado y condicionado por las
instituciones, definidas como “reglas del juego”.

Por otra parte, considera que las instituciones son vistas como el resultado de un diseño deliberado. Su
forma o diseño institucional está determinado por los beneficios que pueden proveer a los actores
relevantes y que así puede ser conceptualizada como “preferencias congeladas”.
Neo institucionalismo (sociológico): Comprende
una definición más amplia de instituciones, incluidas
no solo las reglas formales y procedimientos sino
también las normas de otro tipo, enfatizando el
impacto cognitivo de las instituciones, las cuales
proveerían guías y atajos para el comportamiento de
actores.

Neo institucionalismo (histórico): se basa en una


visión de las dos teorías anteriores, tratando, según
Gilardi con moderado éxito, de construir una visión
distintiva de las interacciones entre actores y las
instituciones.
Fuente:

MARMOLEJO G., Crispulo (2015). Elementos de Derecho y Regulación Económica. Valparaíso. Edeval.

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