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LA AUTONOMÍA DEL DERECHO DE LIBRE COMPETENCIA

Por J. Lara

Libre competencia como rama jurídica autónoma

La libre competencia es un derecho individual, que gozan tanto

personas naturales como jurídicas para desarrollarse y participar en

el mercado, son todas las acciones que un agente económico puede

realizar con el objetivo de llegar al consumidor, generándole

satisfacción. El ejercicio de la libre competencia debe estar regido por

la ética, ya que las empresas deben medirse en sus acciones, no

porque se hable de libertad pueden realizar actividades que solo les

genere beneficio a sí mismos y perjudiquen a otros operadores

económicos.

Así lo explica Soto, uno de los grandes especialistas en libre

competencia:

“La libre competencia es la encargada, además de entender los

mecanismos de la oferta y la demanda, en un espacio de

cuidado y desarrollo empresarial, donde se “debe indagar

acerca de su razón de ser, su naturaleza, sus efectos y todo

aquello que le permita tener ineficiencias, modificaciones

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improcedentes de la estructura de mercado, mutación

injustificada del entorno competitivo, etc”. (Soto, 2017),

Si bien es cierto el objetivo que tiene la libre competencia, se

puede ver confundido con el objetivo del derecho económico, es por

esto que en contraposición al argumento planteado que la libre

competencia debe ser estudiada desde el derecho económico, López y

Querol (2014) plantean que el enfoque de la libre competencia es

autónomo al derecho económico, su principal preocupación es la

regulación del comercio a través de la prohibición de acciones

ilegales. El objetivo de la libre competencia es promover la

competencia de los agentes económicos en el mercado, de manera

que estos a través de sus productos generan bienestar social en los

consumidores.

Como ha mencionado Soto (2017), la libre competencia está

encargada de los mecanismos de la oferta y la demanda, elementos

de los cuales el derecho económico también toma participación, ya

que en base a la oferta y la demanda se mueve la economía en el

mercado. No se puede decir que la libre competencia debe ser una

rama autónoma al derecho económico, porque para la existencia de

esta debe existir una en el mercado concurrencia de diferentes

operadores, cuyas operaciones estén reguladas por normas para

lograr una eficiencia en el mercado.

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La libre competencia debe ser estudiada como una rama del derecho

económico, ya que contribuye con este en la medida que busca la

eficiencia en el mercado, a través una mejor asignación y

aprovechamiento de recursos y desarrolla una mejor estructura en el

mercado, de manera que resulta ser un apoyo pare el derecho

económico que se enfoca en corregir los fallos de mercado y sobre

todo asignar al Estado una tarea reguladora y supervisora de las

diferentes actividades que puedan ejercer los agentes económicos.

Análisis económico y derecho regulatorio

Como se ha venido desarrollando en párrafos anteriores, el

derecho de la competencia dentro de su campo de estudio debe ser

analizado conjuntamente con el derecho económico, la conexión

existente entre estas dos ramas se basa principalmente en la

competencia que generan los agentes económicos en el mercado y en

la seguridad jurídica que se le brinda al operador económico en el

desarrollo de sus operaciones.

Derecho y economía son dos ramas que se han fusionado con

el objetivo de regular, supervisar el rol de las agencias de

competencia y sobretodo que exista eficiencia en el mercado, ya que

la economía al ser una ciencia que se encarga de evaluar la

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asignación de recursos escasos entre usos alternativos, lo que busca

es brindar opciones en el mercado con el fin de sustituir un bien o

servicio por otro el momento en que uno de ellos deje de existir,

necesita regulación jurídica.

Para el análisis económico del derecho, la competencia es un

fenómeno que se da de manera espontánea, nace de las decisiones

deliberadas de diferentes personas naturales o jurídicas, por lo tanto,

no es posible hablar de una competencia planificada por parte del

Estado (Bullard, 1996). Las medidas de intervención por las que

puede optar el Estado, son las políticas de la competencia de las

cuales de desprenderán las normas en las que se encuentre de

manera clara cuales son las reglas de juego.

Bullard (2018) explica que el análisis económico del derecho

primero es aplicado como un ejercicio de costo – beneficio, modelo

que es apropiado para aplicar en el derecho, ya que una conducta

puede ser considerada como costo y su consecuencia como un

beneficio que podemos o no recibir de ella. Un ejemplo de esto, se

puede dar cuando en el derecho de la competencia, los agentes

económicos conocen que está prohibido realizar prácticas restrictivas

o abusivas frente a otros productores que oferten productos

homogéneos, pero a pesar de eso incurren en dichas conductas

afectando la producción y causando afectaciones económicas; es

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evidente que el incumplimiento de esa norma va a traer una

consecuencia negativa, ya que se aplicará por parte del Estado una

sanción.

El análisis económico del derecho centra su estudio en las

consecuencias de las normas más que en la lógica, ya que se puede

tener la norma más eficiente, pero si esta no es aplicada o cumplida

de manera adecuada, no tiene ningún sentido que se aplique este

análisis. Por este motivo Fernando Bécker Zuazua (1998) determina

que se deben aplicar tres supuestos para este análisis, el primero

denominado comportamiento maximizador, donde los agentes

económicos consideran que el uso racional de sus recursos los llevará

a obtener un máximo beneficio; el segundo supuesto es el equilibrio

del mercado, en el que la oferta y la demanda no son lo

suficientemente fuertes como para generar incentivos económicos y

por ultimo las preferencias estables, que es un método por el cual los

consumidores realizan sus elecciones.

Las políticas de competencia cumplen un rol fundamental en el

análisis del derecho económico, para ser eficaz debe cumplir con

cuatro factores, primero, un personal especializado en temas de

competencia; segundo que los procedimientos administrativos sean

fáciles de realizar; tercero, mejora de los derechos de propiedad;

cuarto socialización con las personas naturales o jurídicas sobre la

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importancia de las políticas de la competencia (Amador, 2015). Estos

aspectos a pesar de ser costosos para el Estado, debido a la inversión

fuerte que debería realizar, generaría un efecto positivo y seguridad

en las operaciones económicas de las diferentes empresas.

La libre competencia al igual que el mercado se autorregula,

sin embargo, por parte del Estado existe una intervención regulatoria,

de la que hay que tener cuidado, debido a que puede existir una

captura institucional, en donde el órgano regulador, empiece a tomar

decisiones que beneficien a las empresas, esto en muchas de las

ocasiones se puede dar por cuestiones políticas o sobornos hacia los

funcionarios.

La intervención estatal dentro del ámbito económico, es

realizada desde un punto de vista jurídico, ya que la economía y

todas las operaciones que se realizan deben estar legisladas para

evitar el cometimiento de actividades restrictivas, abusivas. En caso

de existir, el Estado es el llamado primero a sancionar a los agentes

económicos, para luego corregir fallas de mercado, restablecer las

normas y propender a una mejor eficiencia económica.

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