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Hernando Echávez
BÍBLICA
LA HERMENEUTICA COMO
CIENCIA: DEFINICIÓN
La hermenéutica es la ciencia de la interpretación, una de las primeras ciencias. El
término, etimológicamente, se deriva del verbo griego herméneuo o hermenedein,
que significa explicar, traducir, interpretar. Por su raíz (herme), ha sido relacionado
con Hermes, el mitológico heraldo de los dioses, a quien se atribuía la invención de
los medios más elementales de comunicación, en particular el lenguaje y la escritura.
LA HERMENEUTICA COMO
CIENCIA: DEFINICIÓN
Término sinónimo de hermenéutica es «exégesis» (del griego exegeomai = explicar,
exponer, interpretar). En el mundo grecoromano se aplicaba a experiencias
religiosas, particularmente a la interpretación de oráculos o sueños. Actualmente se
usa para expresar la práctica de la interpretación del texto, mientras que la
hermenéutica determina los principios y reglas que deben regir la exégesis.
LA HERMENEUTICA COMO
CIENCIA: DEFINICIÓN
Aplicada al campo de la teología cristiana, la hermenéutica tiene por objeto fijar los
principios y normas que han de aplicarse en la interpretación de los libros de la
Biblia.
LA HERMENEUTICA COMO
CIENCIA: IMPLICACIONES
En el fondo, la hermenéutica bíblica no trata meramente de la interpretación de los
textos sagrados. Su finalidad última debe ser guiamos a una comprensión adecuada
del Dios que se ha revelado en Cristo, la palabra encamada. Por eso su objetivo no
puede limitarse a la intelección de unos escritos. La hermenéutica ha de ser el
instrumento que allane el camino para el encuentro del hombre con Dios.
LA HERMENEUTICA COMO
CIENCIA: IMPLICACIONES
Los apóstoles y sus colaboradores, siguiendo la línea de su Maestro, realizaron una
amplia labor interpretativa del Antiguo Testamento. Aparte de numerosas citas
veterotestamentarias, hay porciones fundamentales del Nuevo Testamento que
constituyen una interpretación del Antiguo (ejemplo de ellos es la carta a los
Hebreos). Pero siempre la interpretación y la exposición se llevan a cabo con una
gran preocupación evangelística y pastoral. Su afán primordial no es tanto «hacer
exégesis» de la Escritura como llevar al lector a una asimilación personal, práctica,
con todas sus implicaciones, de los grandes hechos y verdades de la revelación de
Dios culminada en Jesucristo, si bien la exégesis y la asimilación son inseparables.
LA NECESIDAD DE LA
HERMENÉUTICA
Son muchos los obstáculos que se presentan cuando se quiere interpretar
atinadamente lo que fue escrito hace miles de años en el seno de un pueblo con
ideas, costumbres y lenguas muy diferentes de las nuestras. En algunos aspectos
importantes, el mundo y los tiempos antiguos diferían notablemente de nuestro
mundo y de nuestro tiempo.
LA NECESIDAD DE LA
HERMENÉUTICA
En el caso de la Biblia, las dificultades se multiplican a causa de su complejidad. No
es la obra de un hombre en un momento histórico determinado, sino un conjunto de
libros escritos a lo largo de más de un milenio cuajado de grandes cambios
culturales, políticos, sociales y religiosos. SI a esto se añade la diversidad de sus
autores, estilos y géneros literarios, se comprenderá lo imperioso de un trabajo
esmerado cuando se trata de interpretar las Escrituras hebreo-cristianas.
DIMENSIONES DE LA
INTERPRETACIÓN BÍBLICA
Conviene, no obstante, tener presente que no podemos llegar a la comprensión
profunda, y al mismo tiempo correcta de un texto sin un análisis cuidadoso que nos
permita llegar a descubrir lo que el escritor pensaba y quiso comunicar. Hacer caso
omiso de este objetivo primario puede convertir la hermenéutica en mera
especulación. Cuando esto sucede, el resultado suele ser una distorsión del texto,
pues, lo que de él saca el intérprete está muy lejos del pensamiento del escritor o
incluso en abierta contradicción con el mismo. En tal caso, la interpretación ha
degenerado en adulteración.
LOS REQUISITOS DEL
INTÉRPRETE
Requisitos • Objetividad
• Espíritu Científico
Generales • Humildad
Método Alegórico
Método Dogmático
Método Liberal
Principios
Autonomía y supremacía de
la razón
Adaptación de la teología a
la filosofía
Apertura constante al
cambio en los conceptos
teológicos
MÉTODO LIBERAL
El modernismo, última fase del liberalismo teológico, se extiende desde mediados
del siglo XIX hasta la tercera década del xx y se caracteriza por la idea de progreso y
por un acentuado interés histórico.
Es la época de la revolución industrial. Darwin ha conmocionado el campo de la
antropología con su teoría de la evolución, y la historia de la humanidad empieza Ser
contemplada como historia natural en un proceso evolutivo.
Este hecho tiene su proyección en el estudio de la historia de las religiones, de la
moral y de las costumbres.
Las repercusiones del liberalismo en la interpretación de la Biblia se caracterizan
por su radicalidad.
MÉTODO TEOLÓGICO -
EXISTENCIAL
Analizaremos el método teológico-existencial a través de sus figuras más
prominentes y sus escuelas respectivas.
Karl Barth: Es reconocido sin discusión como el teólogo más sólido del siglo xx.
Su famoso comentario a la carta de Pablo a los Romanos y su Dogmática
monumental son suficientes para justificar su gran prestigio. Para muchos de sus
contemporáneos fue portavoz de un mensaje renovador; los salvó de la influencia
enervante del liberalismo de los dos siglos anteriores y les permitió vivir una
experiencia de fe auténtica.
MÉTODO TEOLÓGICO -
EXISTENCIAL
Rudolf Bultmann: Perteneciente a la misma generación que Karl Barth y formado
bajo análogas influencias, Bultmann coincide con él en la necesidad de apear la
crítica histórica «objetiva» del lugar supremo a que en el campo de la exégesis se
había encumbrado, ya que no se puede explicar un texto sino cuando se tiene una
relación interna con el contenido real (Sache) del mismo.
MÉTODO GRAMÁTICO -
HISTÓRICO
Es el primero de los métodos para la práctica de una exégesis objetiva.
tiene por objeto hallar el significado de un texto sobre la base de lo que sus
palabras expresan en su sentido llano y simple a la luz del contexto histórico en que
fueron escritas.
La interpretación se efectúa de acuerdo con las reglas semánticas y gramaticales
comunes a la exégesis de cualquier texto literario, en el marco de la situación del
autor y de los lectores de su tiempo.
El método gramático-histórico, que ya tuvo sus antecedentes en la escuela de
interpretación de Antioquía en el siglo IV (Teodoro de Mopsuestia y Juan
Crisóstomo), fue revitalizado por los reformadores del siglo XVI.