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APRENDIENDO EN PARÁBOLAS

por

Alys Cristina Carmona Dallar

0159795-MLT

Proyecto

Presentado a Global University

en cumplimiento parcial de los requisitos para

BIB 1032/3

La vida de Cristo en los Evangelios Sinópticos

3ra Edición

PN 03.16.01

Global University

Diciembre 2020
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Alys Carmona, 0159795-MLT La vida de Cristo en los Evangelios Sinópticos, BIB
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Aprendiendo en parábolas

Parte 1

Definición de la palabra parábola

La palabra parábola nace del griego parabolé, y es un método con el que se logra

emplear el uso de la oratoria para obtener un mejor entendimiento mediante una ilustración

que hace referencia a la vida cotidiana. ​La parábola plantea en sí misma comparación, ya que

su interés no está en la narración textual sino en el mensaje que transmite.

La parábola es un método llamativo de enseñanza indirecta que provoca el

pensamiento; es de fácil asimilación y las aplicaciones que el oyente hace resultan

inolvidables. La discusión entre Jesús y los discípulos en Mt 13.10ss revela el propósito del

método. El fin de Jesús no es esconder sino revelar (Mc. 4:33), pero los misterios sólo pueden

percibirse cuando la mente está abierta hacia Dios (Mt. 11:25). (Dr. Wilton M. Nelson 1222)

Parte 2

Jesús usó parábolas intencionalmente

Definitivamente Jesús utilizó las parábolas de manera intencional, aunque no fue él el

primero en emplear este tipo de enseñanza, ya que los judios la conocían, para la época y para

el registro bíblico las parábolas de Jesús destacaron entre cualquier otra forma de enseñar.

“La manera en que Cristo usó este método fue sencillo y único. Él tomó ejemplos

familiares de la vida cotidiana humana y de la naturaleza y los usó para enseñar la verdad

espiritual” (Mike McClafin 2016, 246). Era entonces más fácil captar la atención de

multitudes en un lenguaje cotidiano para que así abrieran sus oídos a la palabra, tal como dice
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la Biblia en el evangelio de Marcos: “Y con muchas parábolas como éstas les hablaba la

Palabra, conforme a lo que podían oír.” (Mc. 4:33)

Parte 3

Pautas para interpretar las parábolas:

1. No recalcar los detalles dentro de una parábola.

Es sumamente importante dar una interpretación correcta a cada parábola, es por ello

que los detalles que encontramos alrededor de las mismas deben ser tomados como lo que

son, detalles. Cada parábola tiene un mensaje que dar de manera particular y este es el

elemento trascendental que se debe resaltar en la enseñanza.

Un buen ejemplo de esto es la parábola del buen samaritano ubicada en el evangelio

de Lucas 10: 25-37, es posible encontrar detalles importantes a la vista como que un hombre

fue robado, golpeado y dejado tirado casi muerto, pero la verdad de esta parábola se

encuentra en descubrir quién era el verdadero prójimo.

2. Determinar si Cristo mismo proveyó el significado de una parábola.

Después de enseñar, Jesús dió el significado de alguna de sus parábolas, en ocasiones

eran sus mismos discípulos que la pedían y en otras era él mismo el que quería dejar su

mensaje aún más claro. Tal es el caso de la parábola del trigo y la cizaña, los discípulos luego

de despedir a las personas y quedar a solas con el maestro se acercaron a él para pedirle que
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se las explicara (Mt. 13:36-43), aunque esto no es el común denominador, si se puede

encontrar evidencia bíblica de Jesús dado explicación de sus parábolas.

3. Evitar el uso de las parábolas como funcionamiento y fuente de doctrina.

Sería un error tomar como base doctrinal una parábola, ya que partiendo del hecho de

que las parábolas hablan en sentido figurado y que su intención es ilustrar el mensaje, no

sería correcto otorgarles un atributo que no poseen.

Aunque es válido apoyar la doctrina en las enseñanzas de Jesús, es de mayor

importancia la correcta interpretación porque las parábolas no son en sí mismas doctrina.

4. Usar la verdad de una parábola en su propio contexto.

Hoy en día es más común de lo que se quisiera sacar textos de contexto, hay un dicho

común en algunas iglesias que dice: “El contexto no es pretexto”, y no hay nada más alejado

de la verdad bíblica y de una interpretación hermenéutica sana que esta frase ligera.

Tomar un pequeño texto de la Biblia aun siendo una pequeña porción de un parábola

de Jesús, puede crear confusión para cualquier creyente si no es interpretado de manera

correcta, por ejemplo, en la parábola del hijo pródigo (Lc. 15:11-32) sería tan fácil como

decir que aunque una persona salga al mundo a hacer lo que desee y entre deleites y placeres

termine arruinado, para luego volver a casa y será recibido con fiesta y banquete por su padre

sin consecuencia alguna. Claramente esto no fue lo que quiso enseñar Jesús, por eso, para

usar la verdad de una parábola en su propio contexto hay que leerla detenidamente, seguir los
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pasos adecuados para su interpretación y no sacar la enseñanza a un escenario externo que no

tenga relación directa a dicha parábola.

Parte 4

Parábola de la semilla de mostaza, Mateo 13:31-32.

La parábola de la semilla de mostaza está presente en los tres evangelios sinópticos,

Mateo 13:31-32, Marcos 4:30-32 y Lucas 13:18-19. En cuanto a su clasificación según su

tema de enseñanza se ubica en las que hablan acerca del reino de Dios o también llamado

“reino de los cielos”, es sencillo determinar dicha ubicación ya que la parábola dice

específicamente que la semilla de mostaza es semejante al reino de los cielos (​Mt. 13:31)​. A

lo largo de los evangelios Jesús habló del reino, y encontramos en la Biblia en el mismo libro

de Mateo versos anteriores a la parábola de la semilla de mostaza como Mateo 4:17 “Desde

entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha

acercado.” o Mateo 6:33 “​Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y

todas estas cosas les serán añadidas.”, donde el maestro ya venía tratando este tema del reino,

pero es particularmente en esta parábola donde nos ilustra y nos hace una comparación poco

común de a qué es semejante el reino de Dios.

Jesús no dio explicación posterior a esta parábola, pero ahondando un poco en el texto

a la hora de interpretarla es imposible dejar pasar el hecho de que Jesús dice que la semilla de

mostaza siendo la más pequeña de las semillas cuando es sembrada en tierra se convierte en

la mayor de las hortalizas y luego en un árbol donde las aves pueden anidar y que a ésto es

semejante el reino, ​James Montgomery cita en su libro ​Las parábolas de Jesús:


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El crecimiento de una semilla de mostaza hasta convertirse en árbol es anormal. Es

decir, una semilla de mostaza no se convierte en árbol; se convierte en arbusto. Cualquiera a

quien hablara Cristo sabría eso. Así que cuando habló del crecimiento grande e inusual de

esta semilla, sus oyentes habrían sido alertados inmediatamente a que algo andaba mal. Si

Jesús hubiera deseado hacer hincapié en la interpretación de la “Iglesia victoriosa”, se habría

referido a una bellota que crecía hasta convertirse en roble, o a una semilla de cedro que

crecía hasta convertirse en uno de los árboles imponentes del Líbano. (James Montgomery

Boice 2017, 29)

Jesús hace una comparación particular para ilustrar el reino de los cielos, ya que la

mostaza es una hortaliza que cuando crece llega a medir hasta 8 pies de altura, Él quiso

comparar la semilla más pequeña con un crecimiento rápido y abundante.

El punto esencial de la parábola es el contraste entre un comienzo pequeño y un

resultado grande, entre el principio y el fin, entre el presente y el futuro del Reino. La semilla

del Reino sembrada por Jesús en el campo del mundo, a pesar de su comienzo minúsculo e

irrisorio, tendrá finalmente por su propia vitalidad interna, un crecimiento desmesurado y

sobrenatural. (Luis de Miguel. 2014)

El reino de Dios fue sembrado a través de Jesús en este mundo y como la semilla de

mostaza que nos habla la parábola, tendrá un desarrollo impensable y casi imposible de

racionalizar para la mente humana, como de algo tan pequeño puede creer algo tan grande, de

esa manera Dios se muestra y nos muestra su reino, pues semejante a esto es su reino. La

palabra es clara y con esta parábola Jesús quiso mostrar con un ejemplo físico el crecimiento

de algo espiritual para que así sus oyentes pudieran comparar y entender de mejor manera.

Por último, cabe agregar que si esta parábola es llevaba a la actualidad y es traída a

nuestra cultura seguiría teniendo el mismo sentido que Jesús le dio en el momento en que la
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expuso, las enseñanzas del reino de Dios siguen estando vigentes y hoy en día es posible ver

cómo el cuerpo de Cristo se extiende cada vez más y somos asimismo preparados para

encontrar el reino de los cielos.

REFERENCIAS:

Luis de Miguel. 2014. ​Parábola de la semilla de mostaza - Marcos 4:30-34. ​Accesado:


Noviembre 20 de 2020, desde
https://www.escuelabiblica.com/estudios-biblicos-1.php?id=31

M. Nelson, Wilton. 1998. ​Nuevo Diccionario ilustrado de la Biblia. ​Estados Unidos.

McClaflin, Mike. 2016. La vida de Cristo en los Evangelios Sinópticos, 3a ed. Springfield,
MO: Global University.

Montgomery Boice, James. 2017. ​Las parábolas de Jesús. ​Grand Rapids, Michigan.

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