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C.

NOCIONES GENERALES
CAPÍTULO V: NOCIONES JURÍDICAS
1. Noción de Ordenamiento Canónico.

Tradicionalmente es el conjunto de normas


jurídicas vigentes en la Iglesia Católica.
Se destaca el valor de la norma como elemento
esencial del Derecho, pero no consigue dar una
visión completa del fenómeno jurídico, ni de todo
lo que contribuye a forjar el justo orden eclesial.
Para Hervada y Lombardía, es el conjunto de factores que integran la
estructura jurídica en la Iglesia Católica. Con ello, buscan completar
la anterior definición.
Según esta concepción, el ordenamiento canónico es:
“un conjunto de normas, pero no sólo eso; es sobre todo un sistema de
relaciones jurídicas, un complejo de vínculos que unen a los fieles y
los sitúan en una determinada posición (situación jurídica) dentro del
cuerpo social de la Iglesia y en orden a sus fines, al tiempo que
comprende aquel conjunto de factores que crean las indicadas
relaciones, organizan la jerarquía o simplemente valoran o regulan las
conductas de los fieles” (Hervada)
La noción de ordenamiento canónico pretende
presentar la estructura jurídica de la Iglesia de un
modo unitario, de un modo estricto y de un modo
completo
La totalidad del Derecho canónico podría considerarse
como una tupida red de relaciones jurídicas, con los
factores que las constituyen, modifican, y en virtud de
la cual unos miembros de la comunidad eclesial tienen
precisos deberes y derechos respecto de otros.
2. La estructura del ordenamiento jurídico

Los componentes del ordenamiento jurídico son:


a) Elementos del Derecho: Es la perspectiva estática desde donde
aparecen relaciones jurídicas compuestas por sujetos, objetos y
vínculo jurídico
b) Momentos del derecho: Es la perspectiva dinámica que se compone
de una serie de factores que crean modifican y extinguen esas relaciones
jurídicas; estos factores son el momento normativo, momento judicial,
momento ejecutivo y momento negocial.
c) Fundamentos del derecho: Es aquella organización básica que funda los elementos y momentos
para dar razón de ellos.
a) Elementos del Derecho

Sujeto de derecho: Es cualquier entidad capaz de realizar actividad o de


ser centro de imputación de situaciones jurídicas.
Objeto de derecho: Es lo que viene constituido por la conducta humana
debida, no tanto por las cosas. Ver. c. 213.
Vínculo: es el elemento más estrictamente jurídico de la relación: aquel
título o razón de justicia que conexiona los ámbitos personales y
convierte la conducta en prestación debida (ej. comprar y vender;
compromiso matrimonial; fieles-presbítero).
b) Momentos del derecho
Las relaciones jurídicas nacen, se modifican y se extinguen por la eficacia de los momentos
del derecho, que son los factores que impulsan el ordenamiento jurídico.
Momento normativo: cuando nace, vive y muere la norma.
Momento judicial: los procesos y su dinámica.
Momento administrativo: con su actividad propia.
Momento negocial: la relación jurídica vincula a los entes.
Por ejemplo: la relación jurídica matrimonial:
El vínculo jurídico nace por el consentimiento de los cónyuges (mto. negocial); sobre la base
de unas normas jurídicas, divinas y humanas, que disponen acerca de la institución
matrimonial (mto. normativo); como trámite previo a la creación del vínculo puede ser
necesaria la intervención de una dispensa canónica (mto. administrativo); el vínculo puede
ser declarado inexistente por intervención del juez canónico (mto. procesal).
c. Fundamentos del derecho

Los elementos y los momentos del derecho dan razón completa de la


fenomenología de lo jurídico, pero uno y otro reclama la existencia de
los fundamentos del derecho. Es decir, hace falta una cierta organización
básica que explique la actividad de los momentos y la raíz de las
relaciones.
Esos fundamentos pueden ser de orden institucional (como por ejemplo
la existencia misma de la potestad de dar normas o de juzgar), o bien de
orden subjetivo (como las posiciones básicas de los sujetos que son
miembros de la Iglesia), o de orden natural (como la institución
matrimonial o los derechos de las personas).
3. La norma canónica

La palabra norma (del latín norma: regla o escuadra;


relacionado con el griego nomos) sirve en derecho para
designar cualquier regla objetiva y vinculante del
ordenamiento que no se agota en una sola aplicación, con
independencia de la modalidad que revista: Ley, costumbre,
instrucción, etc.
 En la tradición canónica, la palabra equivalente más utilizada
era lex, que abarcaba cualquier ordenación imperativa racional
(desde la ley eterna hasta la indicación de un superior), y se
contemplaba siempre en referencia al orden divino: con una
finalidad moral, además de la jurídica, de la que carece en
cambio la noción técnica, de norma propia del ámbito civil.
 Pero la norma jurídica o canónica, tal como se entiende hoy en
la iglesia continúa teniendo una importante carga moral; y el
recurso terminológico a este vocablo permite un uso mas preciso
del concepto de ley.
Rasgos comunes de la norma:
- Reglas objetivas del ordenamiento; es decir criterios objetivos (no
meramente subjetivos) propuestos al sujeto que sirven para orientar su
conducta en relación con los demás y para valorar sus actos, determinando
así lo que es justo.
- El carácter vinculante, obligatorio o imperado por el que tienden no solo a
ilustrar la conciencia, sino también a mover la voluntad y a valorar la
actuación según lo establecido en ellas.
- En cuanto reglas es típico de las normas que no se agotan en una sola
aplicación sino que tengan una índole más u menos común o general.
- Se dirigen siempre a un sujeto abstracto descrito
mediante un supuesto de hecho hipotético, la diferencia
de los actos jurídicos, (una sentencia judicial por ej. )
que se limitan a un caso concreto.
- Deben tener un carácter de racionalidad y congruencia
con el orden divino natural y positivo y estar en armonía
con el resto del ordenamiento.
- Deben estar ordenadas al bien común.
- Han de proceder de aquel que está al cuidado de la
comunidad; es decir, de las personas o instituciones
encargadas de asegurar el bien común de la sociedad y que
cuentan con la autoridad y potestad necesarias para
obligar y exigir (en justicia) a sus miembros la
correspondiente obediencia
- Tienen que estar promulgadas: ser propuestas o dadas a
conocer imperativamente, y del modo que sea oportuno (no
necesariamente por escrito) a su destinatario, de lo
contrario carecerían de fuerza directiva y no serían
autenticas normas jurídicas.
Noción de norma canónica.

Es una regla general de derecho


objetivo
Regla de derecho en cuanto que regula el ámbito jurídico
Objetivo; porque no es una facultad de sujeto sino exterior a él
General porque tiene un destinatario abstracto y no se agota en
una sola aplicación.
Los componentes estructurales de la
norma jurídica.
La norma jurídica se compone de un presupuesto de hecho y de
una consecuencia jurídica.
Ejm. “Quien no ha recibido el bautismo, no puede ser admitido
válidamente a los demás sacramentos” (c. 842).
“Los sacerdotes (…) tienen obligación de celebrar todos los días
la liturgia de las horas, según los libros litúrgicos aprobados” (c.
276. 3).
Las funciones de la norma jurídica.
Las funciones generales son: la dirección de conductas, la valoración de los actos
humanos y la estructuración social y del sistema jurídico. Frecuentemente son
funciones simultáneas.
*Dirección de conducta (c. 798: “los padres han de confiar sus hijos a aquellas
escuelas…”).
* Función valorativa: cuando éstas atribuyen efectos a los actos humanos (c.685.2:
“por la profesión en el nuevo instituto, el miembro se incorpora…”; c. 686.2: “es
competencia exclusiva de la Sede Apostólica conceder el indulto de exclaustración a
las monjas”).
* Función de estructuración: diseñan los instrumentos y los conceptos que el
derecho emplea, establece los cauces institucionales a través de los cuales se
desenvuelve la vida social (c. 59.1 el rescripto; 450.1 Conf. Episcopal).
Clasificación de la norma canónica.

Las razones de clasificación de las normas son ilimitadas. Se


pueden establecer cuantas tipologías se desee. Veamos una:
 Normas preceptivas (Son aquellas normas que se agotan en
la directividad del mandato, sin otra consecuencia
jurídica), sancionadoras (Son aquellas normas que
adjudican una sanción al comportamiento) y concesivas
(Son aquellas normas que atribuyen una situación jurídica
objetiva)
 Normas compositivas (Son aquellas normas que establecen lo
que se llama el derecho sustancial o material- establece lo que
el derecho dicta) y organizativas (Son aquellas normas que
establecen lo que se llama el derecho objetivo o formal-
establece el modo como el derecho procede)
 Normas escritas (Son aquellas normas que tienen un acto de
promulgación y un texto) y consuetudinarias (son aquellas
normas que establecen el supuesto jurídico a través de la
conducta comunitaria)
 Normas legislativas (Son aquellas normas que proceden del
legislador) y administrativas (son aquellas normas que proceden de la
potestad administrativa o ejecutiva.
 Normas dispositivas (Son aquellas normas que hacen depender su
eficacia de otras normas inferiores a las que voluntariamente se
subordinan) y de obligado cumplimiento (Son aquellas normas que
obligan en todo momento)
 Normas de derecho objetivo (Son aquellas normas típicas que
componen el marco público del derecho) y de autonomía (Son
aquellas normas que proceden de los entes jurídicos, para regular su
vida interna y afecta solo a los miembros)
 Normas universales (Son aquellas normas que tienen vigencia en
todas partes) y particulares (Son aquellas normas que están dadas
para determinados territorios o para determinadas instituciones)
 Normas generales (Son aquellas normas que afectan a todos los
fieles) y especiales (Son aquellas normas que afectan a categorías
de fieles caracterizados por un estado personal o condición de
vida común)
 Normas comunes (Son aquellas normas que señalan lo que es la
solución normal del derecho) y singulares (Son aquellas normas
que establecen supuestos excepcionales y privilegiados que se
apartan de la norma común , aunque resulten razonables para
determinadas categorías de personas)
4. Noción de ley
a. Noción sustancial de ley.
“Ordinatio rationis ad bonum commune ab eo qui curam habet
communitatis promulgata” (una ordenación racional, dirigida al bien
común, promulgada por aquel que tiene a su cuidado la comunidad)
(Santo Tomás).
Esta definición no se refiere a la ley en sentido formal o técnico, sino
que es aplicable a todas las normas promulgadas por la potestad
pública, no sólo a las leyes
Pero, esta definición, manifiesta la racionalidad del mandato, la
dirección al bien común, la emanación por parte de la potestad pública
y la publicación, promulgación necesaria para que la ley sea conocida.
b. La noción técnica de ley.
Aquella norma general procedente de la potestad legislativa (no de la
“potestad en sentido genérico”), que presenta una forma precisa de
elaboración, de presentación y de promulgación, y que ocupa un puesto
prevalente entre todas las fuentes normativas.
¿Cuáles son los dos valores que promueve el concepto técnico de ley?
 Un valor de justicia, porque la potestad administrativa de gobierno queda
sometida a la ley y de este modo se puede evitar abusos.
 Un valor de orden, porque los fenómenos normativos quedan
adecuadamente jerarquizados y se sabe cuáles tienen prevalencia.
¿Es posible hablar en el ordenamiento canónico de una noción técnica o
formal de ley?
Es posible hacerlo, pero con algunas cautelas; sin embargo desde la
codificación del 83 se puede hablar de una noción técnica de ley:
* Se distinguen las tres potestades públicas (c. 135).
* Se ha designado una categoría específica de ley en sentido técnico los
decretos generales dados por el legislador (c. 29).
* Se ha establecido una jerarquía de normas en la que la ley tiene la
prevalencia (c. 29-34).
 Se han dado normas explícitas que declaran quiénes tienen potestad
legislativa (cc. 333, 336,391.2. 445) y quiénes no la tienen (cc. 30-31,
455.4, 446, Pastor Bonus 18.2).
c. La jerarquía da normas escritas canónicas, según el CIC.
En los cc. 29-34 el legislador da una secuencia de normas escritas de distinto rango:
* Decretos generales dados por el legislador. Estos son leyes (c. 29).
* Los decretos generales dados por el que tiene potestad administrativa pero con
delegación expresa por el legislador (c. 30). Estos tiene fuerza de ley.
* Los decretos generales ejecutorios. No son leyes y se dan para desarrollar o ilustrar
la ley (c. 31-33).
* Las instrucciones. Se dan con fines muy semejantes a los decretos generales
ejecutorios, pero están destinados a quienes tienen que urgir o aplicar la ley (c. 34).
Los documentos se pueden llamar de maneras muy diversas. Lo sustancial es de quién
proceden, a quién se dirige, qué función cumplen y si tiene mandato o delegación
especial
5. El ámbito de la ley canónica
 La ley canónica no es sólo lay ley del Código. Hay
abundante legislación extracodicial. A esta misión destina los
primeros 6 cánones preliminares.
 A. El Derecho de las Iglesias Orientales.
El c. 1 limita el ámbito de aplicación del CIC a la Iglesia
Latina.
Sin embargo, no impide que exista en el propio CIC referencias
al derecho interritual (por ejm. Cc. 111-112, 183.2, 476, 518,
923, 864.2, 350.1 y 3, 450.1)
Por tanto, el CIC excluye de sus cánones todo lo relativo
al régimen jurídico de las Iglesias Orientales. Ambos
códigos no se interfieren mutuamente, son autónomos.
Por lo que son dos sistemas normativos superiores, cada
uno de ellos tendencialmente íntegro.
Cada una de las 21 Iglesias Orientales es una Iglesia
ritual, sui iuris (autocéfala, con autonomía de régimen y
disciplina). Se adscriben a cinco grandes tradiciones
rituales: Alejandrina, Antioquena, Bizantina, Caldea y
Armenia
B. El Derecho Litúrgico
El c. 2 afirma que la ley codicial no toca, en principio el ordenamiento
litúrgico-ritual.
Las leyes litúrgicas se encuentran en los libros litúrgicos, que determinan
el modo de las celebraciones. Es el Derecho estrictamente litúrgico.
En caso de colisión, prevalece la ley que se dictó más tarde.
C. El Derecho acordado con las sociedades políticas.
El c. 3 establece que se mantienen fuera de la disciplina codicial todos
los acuerdos con las sociedades políticas.
“pacta sunt servanda”. No se pueden modificar unilateralmente. Esos
acuerdo quedan bajo la protección del Derecho Internacional.
D. Los derechos adquiridos antecodiciales.
El c. 4 establece el principio de la no retroactividad de la ley
codicial respecto a los derechos adquiridos con anterioridad a
su entrada en vigor.
Los derechos adquiridos permanecen intactos, a no ser que sean
revocados expresamente por los cánones de este Código
E. La costumbre antecodicial.
El c. 5 establece el régimen de la constumbre antecodidial, es
decir, la que se ha consolidado antes de la entrada en vigor del
CIC.
F. La norma escrita antecodicial.
El c. 6 establece el régimen de las normas escritas
antecodiciales. Este canon es paralelo al tratamiento
del c. 20.
El Código antiguo derogaba todas las leyes
disciplinares que no se contenían explícitamente en él.
En el CIC actual, en cambio, se mantienen todas las
leyes disciplinares universales que no hayan sido
íntegramente reordenadas.
6. Génesis, establecimiento y cesación de
la ley canónica
a. Promulgación de la ley canónica
Es el momento del nacimiento de la ley como norma jurídica. Queda establecida cuando se
promulga. Ver el c. 7.
En el ordenamiento canónico, la promulgación se identifica con su publicación.
La promulgación de la ley canónica atiende a cuatro valores jurídicos:
 Dar a conocer el contenido de la ley
 Intimarla, es decir, imponerla a través de un mandato del legislador a los destinatarios
 Fijar auténticamente el tenor de su texto para que no haya dudas sobre los efectos que la
ley atribuye a la conducta
 Establecer rigorosamente el momento en que tienen origen las consecuencias jurídicas de
la ley
Además, la ley debe tener vacación, permitiendo así que se adopten las
medidas necesarias para que la recepción de la ley sea eficaz. La
vacación de la ley es una suspensión de efectos de la ley aunque la ley
como tal está ya introducida en el ordenamiento jurídico y no se puede
desconocer.
El c. 8 establece unas condiciones de promulgación de la ley universal
y la ley particular
Las leyes universales se publican en “Acta Apostólica Sedis” y entra en
vigor transcurridos tres meses a partir de la fecha que indica el número
correspondiente de los Acta.
Las leyes particulares se promulgan según el modo determinado por el
legislador, y comienzan a obligar pasado un mes desde el día en que
fueron promulgadas.
b. Recepción de la ley canónica
No es un requisito indispensable del mandato legislativo, ni
una fase necesaria para la constitución de la ley, ni una
atribución de potestad al pueblo, como si fuese codecisor de la
norma.
El c. 7 dice: “Lex instituitur cum promulgatur”.
c. Sujeto activo de la ley canónica
El sujeto activo o autor de la ley es el legislador. A él hay que
remitir la eficacia radical de la ley porque posee la potestad
legislativa.
En el ordenamiento canónico existen legisladores universales y
particulares.
Los legisladores universales son quienes ostentan la suprema potestad:
el Romano Pontífice (c. 331-supliuni) y el Colegio episcopal (c. 336-
337) cuando dan leyes universales, comunes o generales.
Son legisladores particulares:
 El Romano Pontífice y el Colegio Episcopal, cuando dan una ley para
una determinada circunscripción o comunidad de fieles.
 Oficios capitales: El Obispo Diocesano (c. 391); es decir, no cualquier
obispo, sino aquel que está al frente de una diócesis (c. 376 ).
 Los titulares de otros oficios capitales, equiparados al Obispo
Diocesano ipso iure (c. 381.2), o cuya potestad es análoga a la
del obispo diocesano (Ordinarios Castrense, Prelados
Personales y Territoriales, Vicario Apostólico, prefecto
apostólico (c. 368).
 Organismos colegiales: Los concilios particulares, plenarios y
providenciales (c. 445).
 Las conferencias episcopales, cuando cubren las condiciones
del c. 455.1
 Los moderadores supremos y los capítulos generales (c. 596.2)
 Legislación delegada y concesión específica (c. 30)
d. Sujeto pasivo de la ley canónica
El sujeto pasivo de la ley canónica es la comunidad. Las leyes están dirigidas a la
comunidad. Esto significa dos cosas a la vez:
1. Que la ley tiene como fin el bien común, no el bien privado.
2. Que la ley no está dirigida a un destinatario singularmente descrito (éste o aquél)
sino a cualquiera que se encuentre en las condiciones que describe la ley.
El c. 11 diseña lo que se ha llamado el súbdito de la ley positiva canónica: a. haber
sido bautizado, b. tener uso de razón suficiente, c. haber cumplido 7 años de edad.
El c. 29 habla de una comunidad capaz de recibirla.
El súbdito de la ley es diferente al sujeto de derechos, pues éste segundo es un
concepto mucho más amplio.
Las leyes universales obligan en todo el mundo; las leyes particulares se presumen
territoriales (c. 12).
e. Cesación de la ley
La ley canónica cesa por revocación del legislador (que es lo
más frecuente y que se llama abrogación o derogación); o por
lo que se ha llamado cesación “ab integro”, es decir, porque la
ley se convierte en irracional en virtud de un cambio
generalizado y completo de las circunstancias del cuerpo
social al que va dirigida, de modo que resulte contradictoria o
imposible de cumplir.
Ver el c. 20 y 21
Las leyes pueden ser abrogadas por:
 Revocación expresa, cuando la ley nueva advierte, con una
cláusula revocatoria, que abroga la ley vieja.
 Por contrariedad directa, cuando la ley vieja resulta
incompatible con la nueva, aunque la nueva no advierta su
carácter abrogatorio.
 Por reordenación total de la materia de la ley la ley vieja en la
nueva ley.
La reordenación total de la materia es el medio revocatorio más
perfecto pero también el más difícil de verificar.
7. Efectos de la ley canónica
a. Efectos preceptivos, prohibitivos, permisivos, penales, invalidantes e inhabilitantes
de la ley canónica.
Las leyes producen consecuencias o efectos jurídicos, además de que se ha dicho que
toda ley tiene el efecto de obligatoriedad.
Algunas leyes son preceptivas o prohibitivas por lo que su incumplimiento provocaría
un ilícito moral (un pecado) pero no un fenómeno (ejm. c. 276 §1-2, 3º)
Por eso el CIC sólo se ocupa de los efectos de la ley penal (libro VI) y de la ley
invalidante e inhabilitante (c. 10).
En el derecho canónico, para que se pueda declarar la nulidad o invalidez de un acto
por contravenir una ley es preciso que dicha ley advierta expresamente que, si no se
cumple lo dispuesto, el acto resultará nulo (o la persona inhábil y como consecuencia
el acto inválido). El resto de las ilicitudes no provocan la nulidad
Es preciso tener en cuenta sin embargo los cc. 39 (sobre expresiones de
nulidad propias de los actos administrativos) y el 127 (sobre el
consentimiento o el consejo que requieren para la validez determinados
actos aunque expresamente no conste en el texto del canon).
b. Efectos temporales de la ley canónica.
El c. 9 establece la irretroactividad de la ley (las leyes son para los
hechos futuros, no para los pasados).
Este principio es paralelo al del c. 4 sobre la regla excepcional de
retroactividad (a no ser que se disponga algo que afecte a los hechos
pasados).
Ambas reglas tienen sentido. Una regla no puede preceptuar o prohibir
una acción que ya pasó.
Los actos jurídicos tienen una proyección temporal. La estructura de
éstos en su despliegue temporal es:
* Situación jurídica básica: es la situación jurídica que resulta de un acto
constitutivo (el contrato realizado, la recepción del oficio, el matrimonio
celebrado, la incorporación a una institución).
 Efectos consumados de la situación básica: son los actos jurídicos ya
realizados en dependencia de la situación básica (operaciones
patrimoniales por contrato, acto de posesión de un oficio.)
* Efectos presentes o no concluidos: son las consecuencias o efectos que
están en proceso de realización o tramitación (operaciones en curso,
causas procesales).
Efectos futuros: son actos que pueden realizarse o que previsiblemente se
realizan en dependencia de la situación básica, pero que todavía no se han
realizado.
Para que una ley sea retroactiva, de acuerdo a las categorías que hemos
presentado, es preciso que lo advierta expresamente.
c. Efectos territoriales y personales de la ley canónica
Para establecer el súbdito de la ley hay que contar con los criterios de
territorialidad y personalidad.
Las leyes territoriales afectan al sujeto por razón del territorio, en las
leyes personales la obligación de la ley acompaña al sujeto sin atender a
razones territoriales, esté donde esté.
Conviene matizar la territorialidad de la ley:
Una ley puede llamarse territorial porque se da por un legislador
particular para un territorio determinado. Y puede llamarse territorial
porque se aplica con criterios territoriales, es decir, porque afecta al
súbdito en la medida en que se encuentre en un territorio (por vivir o
por estar en el territorio).
 Es absolutamente territorial cuando afecta a todos los que se
encuentran actualmente en el territorio, sean diocesanos, peregrinos
o vagos.
 Es relativamente territorial cuando afecta a los presentes sólo si son
diocesanos, n o a los peregrinos ni a los diocesanos ausentes.
 Además existen tres categorías de leyes particulares que
vinculan también a peregrinos, quebrando el principio
de territorialidad relativa y adoptando excepcionalmente
el de territorialidad absoluta
 Las leyes que miran a la tutela del orden público
 Lasleyes que determinan las formalidades que han de
observarse en los actos
 Lasleyes que se refieren a los bienes inmuebles situados
en el territorio.
También hay que matizar la territorialidad del súbdito:
Una cosa es pertenecer a un territorio (tener en él su domicilio c. 102) y
otra cosa es estar en un territorio (encontrarse de hecho en él). Se puede
no ser del territorio pero estar en él (transeúnte), o ser del territorio y no
estar en él (domiciliado ausente).
Una ley aplicada con criterios absolutamente territoriales afecta a todos
los que están (aunque no sea del territorio) y a ninguno que no esté
(aunque sea del territorio).
Las leyes universales se dan con un criterio de personalidad, es decir,
afecta a los sujetos estén donde estén (c. 12.1); en cambio las leyes
particulares no se presumen personales sino territoriales, a no ser que
conste otra cosa (c. 13.1).
8. Vicisitudes de la ley canónica
a. La duda de derecho y de hecho.
La duda supone un estado de la mente, no es el estado psicológico, en el que se
manifiesta fluctuación o incertidumbre entre algunas alternativas de elección.
El c. 14 presenta dos reglas completamente distintas, una para la duda de derecho,
otra para la de hecho.
Duda de derecho: la que versa sobre el alcance del supuesto de hecho de la norma.
En este caso la ley no obliga para este caso. En los casos oscuros hay que seguir la
mínima exigencia (ejm. C. 684.3).
La duda de hecho se produce cuando no se conocen bien las circunstancias del caso.
En este caso la ley sí obliga, por eso necesita dispensa, excepto las leyes que
determinan elementos constitutivos de los actos (c. 86).
 En la duda de hecho no son dispensables las leyes que: (c. 14)
 Formalizan contenidos de derecho divino o que determinan los
elementos constitutivos de los actos
 Las leyes sobre las que recae el favor iuris
 Aquellas leyes reservadas a alguna autoridad, si esa misma autoridad
no suele dispensar de ellas
b. Ignorancia y error acerca de la ley.
La ignorancia es siempre de naturaleza subjetiva. A la ignorancia se le
equipara el error (tomar por verdadero lo falso).
Así lo expresa el c. 15: “mientras no se establezca otra cosa”. En el c. 144 se dice que
la Iglesia suple la potestad ejecutiva de régimen en el caso de error común de hecho o
de derecho.
El parágrafo 1 afecta sólo a las leyes invalidantes e inhabilitantes.
El parágrafo 2 afecta a las leyes penales.
 ¿Qué significa error común?
 Significa que tiene virtualidad de afectar a muchos, porque está fundado en un acto
con cierta publicidad
 ¿Qué es el error común de derecho?
 Es aquel que puede apoyarse en un título jurídico
 ¿Qué es el error común de hecho?
 Es aquel que sin apoyarse en ningún título especial, invade de hecho la mente de
muchos.
*c. Interpretación de la ley canónica.
La interpretación de la ley es una operación intelectual que pretende el
conocimiento del significado de la ley en orden a su aplicación.
Interpretar no es saber lo que dice, sino saberlo en orden a su aplicación.
* Tipos de interpretación.
El c. 16 se ocupa de la interpretación ejercida por la potestad canónica.
La interpretación auténtica de la ley la hace el Legislador y aquél a
quien se le haya confiado la potestad de interpretar auténticamente.
Esta es de dos formas: la manifestada en forma de ley, la otra a
través de un acto administrativo o judicial.
Para la ley universal es el Consejo Pontificio para la interpretación
de los textos legislativos (Pastor B. 154-158). El Consejo interpreta
“per modum legis”, es decir, responde a dudas de la ley generales
con respuestas simples y abstractas. No resuelve casos concretos
dudosos.
Las respuestas interpretativas auténticas pueden ser declarativas,
explicativas, restrictivas y extensivas.
* Medios de interpretación
El c. 17 establece los medios de interpretación en caso de oscuridad de
la lay.
En el sentido propio de las palabras se encuentra la voluntad del
legislador; no es su significado vulgar, sino significado jurídico.
Al contesto de la ley: se refiere al organismo legal en el que el texto de
la ley está sistemáticamente escrito (libros, títulos, capítulos) y debe
pensarse también, que lo específico prevalece sobre lo genérico y que
donde la ley no aporta distinciones específicas el intérprete no debe
suponerlas
Los lugares paralelos: Se refiere a aquellos pasajes legales que tratan
sobre la misma materia desde una perspectiva disciplinar distinta.
El fin de la ley: Se refiere a la causa motiva de la ley, el motivo
extrínseco que ha llevado al legislador a darla (ratio legis) .
Las circunstancias de la ley son aquellos factores externos a la ley
misma pero que inciden en ella desde su entorno.
La mente del legislador: Se refiere a descubrir lo que el legislador (no
de manera personal, sino por su oficio) diseñó en la ley. Lo que
verdaderamente quiso. (mens legiatoris ).
* Leyes de interpretación especial.
El c. 18 acoge una serie de supuestos de leyes cuya interpretación debe
ser estricta porque entiende como “leyes odiosas”.
Hay una máxima canónica que dice que hay que ampliar lo favorable y
limitar lo odioso
Las leyes que establecen alguna pena, coartan el libre ejercicio de los
derechos, o contienen una excepción a la ley se deben interpretar
estrictamente.
La ley penal debe interpretarse estrictamente, es decir, atendiendo a la
extensión mínima que consienta el tipo legal.
d. Lagunas y derecho supletorio
Se llama laguna de ley o de derecho cuando, sobre determinada materia,
no exista una prescripción expresa de la ley universal o particular o una
costumbre.
El canon 19 nos ofrece tres indicaciones interesantes sobre la suplencia
de ley:
1. A efectos de suplencia, la costumbre se equipara a la ley.
2. Los criterios que propone el derecho, c. 19, para la suplencia de ley
no suponen la creación de normas sino la decisión de causas.
3. En caso de laguna de ley: Los recursos de suplencia que se proponen
son: leyes para casos semejantes (analogía legis) principios generales del
derecho (es decir que, de un conjunto de normas se induce un principio
jurídico análogo que lo resuelva, se suele llamar “analogía iuris”)
aplicados con equidad canóica (es decir, respondiendo a la búsqueda de
una perfecta justicia, capaz de sobreponerse o corregir en casos concretos
a la misma norma positiva) jurisprudencia, y la praxis de la curia romana
(que lo constituyen las sentencias de los tribunales y las decisiones de los
dicasterios cuando son homogéneas. Si la homogeneidad está consolidada
tienen fuerza de ley y conforman jurisprudencia y praxis formal, pero si
no, constituyen jurisprudencia y praxis meramente de hecho, sin fuerza
de ley), opinión común de doctores.
9. La costumbre canónica

a. Noción y clase de costumbre


 Es una norma general (como ley) introducida por el comportamiento de
una comunidad, comportamiento que se ajusta a las condiciones que
exige ley. Si las cumple decimos que la costumbre tiene fuerza de ley.
 La consuetudo iuris: Es el uso social en la medida en que está
impregnado de las cualidades o de los requisitos que el derecho indica.
 Función de la costumbre: Dar realismo al ordenamiento jurídico, es
decir, adecuar el derecho a las necesidades reales de la comunidad. Pero
comporta también el riesgo de relajar la disciplina legal.
Clasificación de la costumbre
 Costumbre “secundum legem” (según la ley): es aquella que se
introduce de acuerdo a la ley. Las costumbres que no son secundum
legem necesitan, además del resto de exigencias del derecho
consuetudinario, el cumplimiento de unos plazos, conforme dice el c.
26; “solo alcanza fuerza de ley si se ha observado legítimamente
durante treinta años continuos y completos”
 Costumbre “preater legem” (extralegal): es aquella que se introduce en
el margen de libertad que deja la ley, es decir, cuando no existe
propiamente una indicación legal positiva sobre la materia en la que se
introduce costumbre.
Clasificación de la costumbre
 Costumbre contra ley (contra legem): es la que se introduce contra lo
dispuesto en una ley. Si se opone a una ley con una cláusula que
prohíbe futuras costumbres, necesita cien años o carácter inmemorial
para que obtenga vigor jurídico.
 Costumbres incoadas (pero que no han cumplido el requisito de
plazo): Estas no tienen fuerza de ley, ni vigor como costumbres
jurídicas. No pueden alegarse ante los tribunales para apoyar un
derecho pero constituyen comportamientos lícitos si tienen todas las
demás condiciones propias de la costumbre jurídica.
Indicaciones sobre la costumbre según el c.
23
 Es la comunidad de fieles la que introduce y constituye la costumbre
(causa eficiente)
 Pero la introducción comunitaria, para su constitución como norma
jurídica, necesita del consentimiento o aprobación del legislador. Es
decir, que es necesario primero que la comunidad, como causa
eficiente, introduzca un comportamiento con relevancia jurídica y
luego el consentimiento del legislador, como realidad sobrevenida,
asume la conducta comunitaria.
 Laaprobación del legislador se suele dividir en: Aprobación
especial: Esta requiere que el legislador conozca la costumbre y dé su
aprobación de modo explícito o tácito. (la aprobación tácita o de
connivencia exige que el silencio del legislador sea significativo) La
aprobación tácita es confusa y difícil de probar. Aprobación legal:
Esta no requiere el conocimiento expreso de la costumbre por parte
del legislador. (El legislador establece en la ley las condiciones que el
uso comunitario debe obtener y si el uso las cumple, la costumbre se
considera aprobada)
 Lacostumbre “especialmente aprobada” (c.26) es, según Pedro
Lombardía, una ley fundada en la sensibilidad del legislador ante el
uso social.
Racionalidad de la costumbre c. 24

 Ninguna costumbre puede alcanzar fuerza de ley si es contraria al


derecho divino: se exige el respeto del orden natural y del orden
sobrenatural (derecho divino natural y positivo). Tampoco puede alcanzar
fuerza de ley una costumbre contra ley o extralegal si no es razonable (no
está reprobada por el derecho) la costumbre expresamente reprobada por
el derecho no es razonable (cláusula contenida en la ley que declara que
ese tipo de costumbre es mala o irracional): Es decir, que la razonabilidad
incluye también determinados contenidos de derecho positivo canónico.
 Reprobar no es lo mismo que prohibir o que derogar. Se prohíben las
costumbres futuras: Pero al cabo de cien años puede prevalecer
Racionalidad de la costumbre c. 24

 Se derogan las presentes: Pero puede comenzar de nuevo a revivir.


 Se reprueban las irracionales: La reprobación no tiene capacidad
alguna de revivir como costumbre jurídica, porque está privado de
racionalidad. Una costumbre reprobada no puede consolidarse nunca,
a no ser que cambien sustancialmente las condiciones que
promovieron su declaración de irracionalidad.
 Además la costumbre necesita una racionalidad positiva: debe ser útil
al bien común de la iglesia, debe tener una adecuación social y debe
ajustarse a la tradición canónica sobre la racionalidad.
Supuestos de costumbres tradicionalmente
señaladas como irracionales:
 Las que inducen al pecado
 Las que tocan al sacramento del Orden
 Las que impiden la libertad de la iglesia
 Las que rompen el nervio de la disciplina eclesiástica
Sujeto de la costumbre:
 Sujeto activo: la comunidad en la medida en que introduce un comportamiento
 Sujeto pasivo: la comunidad en la medida en que está afectada y obligada por ese comportamiento
 “El animus communitatis”: Según el c. 25 <<ninguna costumbre puede obtener fuerza de ley si la
comunidad no tiene “animus iuris inducendi”>> esto es, animo de introducir derecho, ya que la costumbre
no puede proceder de una actitud involuntaria y sin compromiso.
 Voluntadjurídica: consiste en la voluntad de introducir
conductas exigibles, con capacidad para vincular a la
comunidad en el despliegue de esa exigencia.
 Lo que se pide al acto comunitario de introducción es, por
tanto, que sea verdaderamente razonable y organizativo, es
decir, que el comportamiento de la comunidad atribuya
soluciones racionales para los problemas sociales planteados.
 Pruebas de la costumbre: En este punto primero hay que decir que las
costumbres deben ser alegadas y probadas en los tribunales, pues aun
siendo norma, tiene perfiles fácticos que exigen a veces pruebas de su
existencia.
 No tienen necesidad de ser probadas  las universales y las notorias
porque son patentes para el juez
 Deben ser probadas:  Las particulares y locales, ya que pueden ser
desconocidas por el juez
 La costumbre no tiene medios de prueba propios, y por eso hay que
remitirse a los cc. 1526 – 1586, donde se establecen los medios de
prueba de los hechos.
 Cesación de la costumbre
 Según c. 28, quedando a salvo lo prescrito por el c. 5
 La costumbre contra la ley y la extralegal, se revoca por costumbre o
ley contrarias
 A no ser que las cite expresamente, la ley no revoca las costumbres
centenarias o inmemoriales, ni la ley universal revoca las costumbres
particulares
 Ante esto se establecen cuatro hipótesis de derogación
consuetudinaria:
 El régimen de revocación de la costumbre antecodicial que ya ha sido
presentado en su lugar
 El régimen general de revocación de costumbre postcodicial: cuando una ley es
contraria e incompatible con una costumbre anterior, la costumbre queda
derogada.
 El régimen de revocación de costumbre centenaria o inmemorial: En este caso
es necesaria la cláusula explícita y específica de revocación de costumbres
centenarias.
 El régimen de revocación de costumbre particular por ley universal: régimen
paralelo al de revocación de ley particular.
Requisitos de la costumbre.
Aprobación por el legislador (c. 23.) Y para la aprobación legal se requiere:
Racionalidad (c. c. 24), comunidad capaz (c. 25), ánimo de introducir (c. c. 25)
En cuanto a lo plazos ver el c. 26
10. Normas administrativas

La autoridad ejecutiva puede dictar leyes, salvo en los casos


excepcionales que recibe delegación expresa del legislador. Sin
embargo sí pueden dar normas infra legem (de rango inferior a la
ley), siempre que se ajusten a la legalidad:
Normas ejecutorias: decretos generales ejecutorios e
instrucciones (c. 31.1 y 34).
Los decretos generales ejecutorios son normas administrativas
que se dirigen a los destinatarios de la ley (c. 32 y 34)
10. Normas administrativas

ESTATUTOS Y REGLAMENTOS:
Estatuto: son normas que se establecen a tenor del Derecho en
las corporaciones y fundaciones (c. 94).
Reglamentos u ordinis: son normas que regulan las reuniones
de personas (un sínodo, una elección) o promovidas por los
fieles (c. 95).

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