Está en la página 1de 7

AYUNO Y SUS

BENEFICIOS
G M. L U T H E R C O I L A H U A RA C H I
Ayunar es provocar en el organismo una serie de
reacciones mediante la supresión del aporte de
comida sólida, lo que hace que se viva a costa de las
propias reservas de calorías desencadenándose por
ello una revolución física y psíquica.
Fases del ayuno
Fase 1. Consumo de glucosa (unas 1.200 kcal). Duración: 24 h. En la maratón, el
vaciamiento completo se suele producir hacia el kilómetro 22 y en un partido de
fútbol, hacia los 90 min. En el ayuno la depleción es más lenta y se produce en los
primeros días10.
Fase 2. Consumo principal: lípidos (100.000 kcal). Duración: 40 días para un varón de
70 kg y 1,70 m. Estimulada por el hipotálamo, terminaciones nerviosas y
suprarrenales. Consumo principal: ácidos grasos. ¿Se consumen o no las proteínas? Se
consumen durante pocos días y decrece su consumo conforme avanza el ayuno.
Fase 3. Marca el límite del ayuno. Puede comenzar el consumo de proteínas
imprescindibles e instaurarse la inedia aguda si no se suprime el ayuno.
Terapia específica
Obesidad. La grasa de abdomen y cuello se pierde bien. Durante el ayuno se pierde peso: las mujeres, entre
200 y 500 g por día, y los hombres, un poco más.
Hipertensión arterial. Los efectos del ayuno incluyen sobre todos los factores de riesgo de la hipertensión
Hiperlipidemia.
Hiperglucemia.
Poliglobulia.
Alteraciones cardíacas y arteriosclerosis
Alteraciones reumáticas
Alteraciones dermatológicas
Alteraciones gastrointestinales
Terapia específica
Alteraciones psíquicas y nerviosas
Alteraciones renales
Alteraciones oftálmicas
Traumatismos
“De ahora en adelante hasta el fin del tiempo, los hijos de Dios debieran ser más fervientes y más despiertos, y
no confiar en su propia sabiduría, sino en la sabiduría de su Caudillo. Ellos debieran dedicar días especiales al
ayuno y la oración. No es necesario que se abstengan de alimento, pero debieran comer con moderación
alimentos sencillos.”—The Review and Herald, febrero 11 de 1904.

“El espíritu del ayuno y la oración verdaderos es el espíritu que entrega la mente, el corazón y la voluntad a
Dios.”—Manuscrito 28, 1900.

También podría gustarte