Está en la página 1de 22

Análisis de la pintura 154

“ATAGVALPA INGA ESTÁ EN LA CIVDAD DE


CAXAMARCA EN SV TRONO”

Nueva corónica y buen gobierno


(ca.1615)
Guamán Poma de Ayala
ATAGVALPA INGA ESTÁ EN LA CIVDAD DE CAXAMARCA EN SV TRONO, VSNO
/ Almagro / Pizarro / Fray Uisente / Felipe, yndio lengua / usno, aciento del Ynga / ciudad de
Caxamarca / Se acienta Ataguálpa Ynga en su trono. /CONQVISTA/ usnu /
La obra de Guamán Poma se encuentra en www.kb.dk.elib/mss/poma (aquí se encuentran
las imágenes y los textos citados)

• El sitio de Guaman Poma. Un Centro digital de


investigación de la Biblioteca Real de Dinamarca,
Copenhague

• Felipe Guaman Poma de Ayala:El primer nueva corónica


y buen gobierno (1615/1616) (København, Det
Kongelige Bibliotek, GKS 2232 4°)

• Facsímil del manuscrito autógrafo, transcripción


anotada, documentos y otros recursos digitales
• La Nueva Corónica y Buen Gobierno de Guamán
Poma de Ayala es un manuscrito que se
acompaña de 399 imágenes en blanco y negro,
dentro de las cuales se encuentra la que vamos
a considerar. Para poder interpretar esta
pintura –al menos mínimamente, pues como
lectores/ observadores occidentales muchos
detalles se nos escapan- necesitamos conocer
los lineamientos generales de las concepciones
andinas del espacio.
El espacio andino
No es mucho, en realidad, lo que hemos llegado a saber sobre el
sistema espacial andino, pero los estudiosos acuerdan en que se
trata de un sistema cuatripartito que se organiza alrededor de un
centro. De esta manera, el cosmos, denominado Tawantinsuyu,
se divide en cuatro sectores o suyu: el Chinchay Suyu, el Anti
Suyu, el Cunti Suyu y el Colla Suyu. Los principios hanan y urin,
dos divisiones diagonales del espacio, estructuran estas cuatro
partes. Además, la posición central, determinada por el cruce de
las dos diagonales, es la que lleva el valor simbólico más elevado,
mientras que, de la misma manera, el sector ubicado a la
derecha del centro tiene un valor preferencial con respecto al
ubicado a la izquierda.
Esquema del espacio andino
Bibliografía sobre espacio andino
para quienes quieran ampliar sobre el tema:

Adorno, Rolena, Cronista y príncipe. La obra de don Felipe


Guamán Poma de Ayala, Lima, Pontificia Universidad
Católica del Perú, 2° ed., /1989/ 1992, p. 153.
Pease G. Y., Franklin, “La organización política incaica” en
Marcello Carmagnani et al. coord., Para una historia de
América Latina II. Los nudos I, México, El Colegio de México-
FCE, 1999, p. 155.
Wachtel, Nathan, Pensamiento salvaje y aculturación” en
Sociedad e ideología: ensayos de historia y antropología
andinas, Lima, Instituto de Estudios Andinos,1973, p. 180-
181.
Si Uds. marcan las diagonales andinas:
• Podemos observar que la pintura muestra, en
el centro de la representación, la figura del
Inca, la cruz y la Biblia. Recordemos que el
punto donde las diagonales se cruzan es un
lugar sagrado, que además, es móvil: el Cusco,
el inca, la huacas son “lugares” donde las
diagonales intersectan. Por otra parte, el inca
se encuentra sentado, esto indica que el
imperio se encuentra pacificado.
• Se encontraría, así, integrada en la representa-ción,
la figura sagrada del inca para la cultura andina con
los símbolos sagrados occidentales: la cruz y la
Biblia. Por otra parte, las figuras de Francisco
Pizarro y Vicente Valverde no muestran actitudes
beligerantes y la mirada de ambos se dirige al Inca.
Esta representación podría entenderse, desde la
mirada occidental, como una representación
armónica. Sin embargo, si observamos una pintura
anterior:
CONÇEJO REAL DESTOS REINOS, CAPAC INGA TAVANTIN SVIO CAMACHICOC APOCONA [Los Inkas
señores que gobiernan el Tawantin Suyu]/ conzejo rreal deste rreyno / Qhapaq Inka Tawantin
Suyu kamachikuq apukuna /(364 [366])
• Vemos acá al Inca con los representantes de cada parcialidad o
suyu. Las diagonales intersectan en el centro de la figura del inca
y la mirada de los representantes del consejo real se dirigen a
ese centro. La escena representa el momento previo a la llegada
de los españoles. En la pintura sobre el encuentro de Cajamarca
veíamos también al inca con sus jefes, pero allí, los jefes miran
hacia diferentes lugares y se encuentran en posiciones
diferentes a las de esta pintura (comparen las pinturas y fíjense,
especialmente, en los lugares que ocupan los jefes identificados
por los tocados): con la llegada de los españoles, la pintura del
encuentro de Cajamarca, lejos de mostrar armonía, muestra una
desorganización en la sociedad andina.
Bibliografía para quienes quieran ampliar el análisis de esta
imagen

• Ossio, Juan, “Guaman Poma: Nueva corónica o carta al rey. Un intento de


aproximación a las categorías del pensamiento andino” en Ideología
mesiánica del mundo andino. Lima, Biblioteca de Antropología, 1973: pp.
179-181; Wachtel, Nathan, “Pensamiento salvaje y aculturación. El
espacio y el tiempo de Felipe Guamán Poma de Ayala y el Inca Garcilaso
de la Vega”, en Sociedad e ideología: ensayos de historia y antropología
andinas, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1973: p. 178. [2004:]
• Para la relación de este dibujo con las otras representaciones del inca en
la crónica de Guamán Poma: Adorno, Rolena, “Paradigms lost: a Peruvian
Indian surveys Spanish colonial society”, Studies in the Anthropology of
Visual Communication, V, 2, 1979: pp. 78-96 y “Icon and idea: a symbolic
reading of pictures in a Peruvian Indian chronicle”, The Indian Historian,
XII, 3, 1979: pp. 27-50.
• Por otra parte, la figura de Felipillo, el
intérprete, -el único que “habla”- se encuentra
ubicado a la izquierda del centro, en el lugar
más desvalorizado de la representación, según
la concepción andina de espacio.
• Ahora bien, si atendemos al texto que
acompaña la imagen:
“Don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro y fray Uisente de la horden del señor San
Francisco, cómo Ataguálpa Ynga desde los baños se fue a la ciudad y corte de Caxamarca.”

• “Y llegado con su magestad y sercado de sus capitanes con mucho más


gente doblado de cien mil yndios en la ciudad de Caxamarca, en la plasa
pública en el medio en su trono y aciento, gradas que tiene, se llama usno,
se asentó Ataguálpa Ynga.

• Y luego comensó don Francisco Pizarro y don Diego de Almagro a dezille, con
la lengua Felipe yndio Guanca Bilca*, le dixo que era mensage y enbajador
de un gran señor y que fuese su amigo que sólo a eso benía. Respondió muy
atentamente lo que dezía don Francisco Pizarro y lo dize la lengua Felipe
yndio. Responde el Ynga con una magestad y dixo que será la uerdad que tan
lexo tierra uenían por mensage que lo creyýa que será gran señor, pero no
tenía que hazer amistad, que tanbién que era él gran señor en su rreyno.
• Después desta rrespuesta entra con la suya fray Uiciente, lleuando en la mano
derecha una crus y en la esquierda el bribario. Y le dize al dicho Atagualpa Ynga
que tanbién es enbajador y mensage de otro señor, muy grande, amigo de
Dios, y que fuese su amigo y que adorase la crus y creýse el euangelio de Dios y
que no adorase en nada, que todo lo demás era cosa de burla. Responde
Atagualpa Ynga y dize que no tiene que adorar a nadie cino al sol, que nunca
muere ni sus guacas y dioses, tanbién tienen en su ley, aquello guardaua.

• Y preguntó el dicho Ynga a fray Uisente quién se lo auía dicho. Responde fray
Uisente que le auía dicho euangelio, el libro. Y dixo Atagualpa: “Dámelo a mí el
libro para que me lo diga.” Y ancí se la dio y lo tomó en las manos, comensó a
oxear las ojas del dicho libro. Y dize el dicho Ynga: “¿Qué, cómo no me lo dize?
¡Ni me habla a mí el dicho libro!” Hablando con grande magestad, asentado en
su trono, y lo echó el dicho libro de las manos el dicho Ynga Ataguálpa.
• Cómo fray Uisente dio boses y dixo: “¡Aquí,
caualleros, con estos yndios gentiles son
contra nuestra fe!” Y don Francisco Pizarro y
don Diego de Almagro de la suya dieron boses
y dixo: “¡Salgan, caualleros, contra estos
ynfieles que son contra nuestra cristiandad y
de nuestro enperador y rrey demos en ellos!”
(385 [387]-386 [388])
• *Guamán Poma atribuye a Felipillo ser oriundo de la región de
Huancavelica, aunque en muchas crónicas dicha proveniencia se
vincula a la zona costera del Perú. Además, en la parte del "Buen
gobierno", dedica un dibujo y una mención a Huancavelica
-"Guancabilca“-, refiriendo sus riquezas naturales al igual que el
maltrato recibido por sus habitantes.

• Podemos deducir, uniendo pintura y texto, que


Felipillo es el único traductor presente en la
escena y que ese rol –por su ubicación en la
representación – no fue bien desempeñado.
Por lo cual, el responsable del resultado del
“encuentro” sería el “lengua”, lenguaraz o
intérprete.
Sin embargo, en el texto, analizando la respuesta
del Inca ante el requerimiento de Valverde es
posible proponer otra interpretación, que
coexista con la primera. Ese es trabajo de Uds.
Mi análisis del texto –que sintetiza la ponencia que presenté en un congreso y
les pido que lean después de hacer un análisis propio –, es el siguiente:

• El “encuentro de Cajamarca” se relata en los cuatro


documentos más importantes, provenientes de
cronistas indígenas, que conservamos sobre el área
andina: Instrucción del Inca Don Diego de Castro
(1570) de Titu Cusi Yupanqui, Relación de
antigüedades deste reyno del Pirú (1613) de Joan de
Santacruz Pachacuti, Nueva corónica y buen
gobierno (ca. 1615) de Guamán Poma de Ayala e
Historia General del Perú del Inca Garcilaso de la
Vega (1617).
• En primer lugar, el Inca no desconoce la sagrada escritura
porque nombra como “libro”, la Biblia que Vicente de
Valverde le entrega, y hojea con naturalidad sus páginas. Por
otra parte, la respuesta de Atahualpa no se describe como
irreverencia frente al libro sagrado sino que parece apuntar
a ironizar el hecho de que, efectivamente, los libros no
hablan. Esta ironía se refuerza con el dibujo al que
acompaña el texto, justamente porque este supuesto
diálogo se perpetúa como una escena muda. Es decir,
Guamán Poma combina en su obra los códigos lingüísticos e
icónicos, acompañando la mayoría de sus pinturas con
“diálogos”, escritos dentro de ellas; pero en el encuentro de
Cajamarca ninguno de los personajes representados habla.
• Sin embargo, lo más importante es que el episodio de
Cajamarca es uno de los pilares que sostiene la tesis
fundamental de la Nueva corónica de “no hubo
conquista”, en el sentido de que los habitantes del
Tauantinsuyu eran cristianos antes de la llegada de los
españoles, por lo cual la expansión evangelizadora fue
innecesaria. Es decir, el texto guamanpomiano, dirigido
al rey como documento probatorio de la tesis esgrimida,
es una delicada construcción de un espacio prehispánico
andino y cristiano, pero también “civilizado”, donde la
letra escrita se encuentra naturalizada, y el Inca ojeando
la Biblia en Cajamarca lo certifican.

También podría gustarte