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Dios
Gracia y pecado
El Catecismo que hemos citado vemos nos da la entrada a esta
sección:
Si escuchas los mandamientos del Señor, tu Dios, que hoy te prescribo, si amas al
Señor, tu Dios, y cumples sus mandamientos, sus leyes y sus preceptos, entonces
vivirás, te multiplicarás, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde ahora vas
a entrar para tomar posesión de ella.
Presenta diversas
dificultades que en la época
actual se hacen
especialmente complejas:
Daremos una mirada a esta realidad para indagar en el misterio del mal y la
inclinación al pecado que vemos en el hombre y es palpable en nuestra historia.
El Catecismo nos da un buen punto de partida al exponer la dificultad que
experimenta el hombre ante el misterio del mal.
Hatta’: expresa una deficiencia. Por ejemplo fallar un objetivo (Jc 20,16); no
encontrar lo que se busca (Job 5,24), dar paso en falso (Pr 19,2). En sentido
moral, el término indica la transgresión de un uso, o regla establecida. (ej: Gn
20,9). En sentido religioso, denota la transgresión de una ley divina (Ex
9,27).
El pecado es ruptura con Dios y será ruptura con la comunidad pues es destrucción de
la armonía que en ella reina. El concepto de pecado en el AT implica necesariamente
una relación con la comunidad.
Vemos además que en la ejecución del pecado se aprecia una responsabilidad colectiva,
comunitaria.
Las consecuencias del
Pecado
Las consecuencias: dán y Eva se dan cuenta de que están desnudos, signo de la ruptura
interior. Temen ser vistos por Dios y se esconden de Él. No reconocen su culpa (relación
Dios hombre).
Castigo por el pecado = expulsión del paraíso y la condición penosa que marcan:
maternidad, trabajo, sexualidad. Las consecuencias del pecado no son entonces externas
o arbitrarias.
El pecado trae consigo una nueva situación objetiva (expulsión del paraíso), irreparable
desde el punto de vista del hombre. Esta situación no es solo de Adán y Eva, sino de su
Las observaciones del yavhista sobre la acción de Dios con el pueblo de Israel y el
pecado del mundo lo llevan proyectar esta escena en el exordio de la historia al futuro:
es el comienzo de una historia que está marcada y en cierto modo determinada por él.
Para E (cf. Ex 32) y D (cf. Dt 9), la idolatría habría sido el comienzo de los
males que aquejan al pueblo, que marca la tendencia siempre renovada del pueblo
aparatarse de su Dios. Otra caída es la petición de un rey de modo de equipararse
a las demás naciones (cf. 1S 8). Con ello se menosprecia la especial providencia
El
de testimonio
Dios sobre de
su la universalidad del pecado se constata en la literatura sapiencial.
pueblo.
Proverbios pregunta “¿Qué hombre puede decir: purifiqué mi corazón, estoy
limpio de mi pecado?” (20,9); o en otro libro: “no hay ningún justo en la tierra que
haga el bien sin pecar nunca” (Ecl 7,20; cf. Jb 4,17, 14,4; Sal 143,2). Un lugar
frecuente del estudio sobre el pecado original en el AT es Sal 51,7: “en la culpa
nací, pecador me concibió mi madre”. Vemos la confesión de un estado pre-
personal, anterior a la posibilidad de decidir libremente. Solo Dios puede salvar de
esa situación.
La relación entre la universalidad del pecado y Adán no es constante en el AT.
Aun así, vemos en la redacción del Pentateuco (s. V a.C.), que destaca la
complementariedad de las diversas corrientes al juntar los relatos de creación de P y J
la relación entre paraíso y caída.