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Podología Teórica

INTRODUCCIÓN

Relatora Angelica Carvaja Fuenzalida


EXPLORACIÓN DEL
APARATO UNGUEAL
PARTE 4 CLASE 9
Cambios de color en las uñas
Las alteraciones discrómicas de las uñas pueden ser endógenas o
exógenas. Las primeras se manifiestan porque los cambios de color
suelen seguir la línea de la lúnula; las segundas, las de la cutícula. Pueden
deberse a traumatismos y agentes físicos, sustancias químicas, fármacos,
hongos y bacterias, dermatosis, enfermedades sistémicas, ade- más de
nevos y tumores.
Algunas discromías ungueales son leuconiquia, melanoniquia,
xantoniquia, cloroniquia, eritroniquia, uñas azules y hemorragias en
astilla.
Entre ellas destaca la melanoniquia longitudinal, que se caracteriza por la
presencia de bandas oscuras estrechas que afectan la lámina ungueal y
que se deben al depósito de mela- nina; sin embargo, la presencia de
sangre u otros cromógenos llega a simular este trastorno. Estas bandas
pueden ser únicas y tener origen neoplásico o no neoplásico
 
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Entre las causas de bandas melanoniquínicas únicas neoplásicas se
encuentran el síndrome del túnel carpiano, cuerpos extraños
subungueales, hematoma longitudinal, irradiación local,
hiperpigmentación posinflamatoria y traumatismos agudos o
crónicos.
Entre las causas de bandas melanoniquínicas no neoplásicas se
encuentran nevos, proliferación de melanocitos y melanoma,
además de otras de origen no melanocítico, como quiste mucoso,
histiocitoma, verruga vulgar, enfermedad de Bowen y carcinoma
basocelular.

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Melanoniquia friccional.

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Melanoniquia por melanoma maligno Melanoniquia longitudinal

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Melanoniquia por citostáticos.

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Las bandas múltiples pueden deberse a enfermedades
dermatológicas, como el síndrome de Laugier-Hunzinker o el liquen
plano o estriado; o a fármacos, como antimaláricos, arséni- co,
bleomicina, busulfán, ciclofosfamida, doxorrubicina, 5-fluorouracilo,
oro, hidroxiurea, cetoconazol, melfalán, metotrexato, minociclina,
fenotiazina, fenitoína, soralenos, sulfona- midas, tetraciclinas y
cidovudina, entre otros (figuras 2-29 y 4-1). También pueden tener
origen infeccioso, como en el sida, bacteriano o por Candida u
hongos dematiáceos, como Alternaria sp y Scytalidium sp.

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Ante quimioterapia, la pigmentación de las uñas puede deberse a
doxorrubicina, ciclo- fosfamida e hidroxiurea. Los cambios
observados son bandas longitudinales y transversales, además de
oscurecimiento difuso. Estas manchas se han relacionado con
efectos tóxicos de los medicamentos, fotosensibilización y
estimulación focal de melanocitos en la matriz.

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SIGNOS FÍSICOS DE
LA UÑA
Dedos hipocráticos o en palillo de tambor
Se caracterizan por aumento en la curvatura longitudinal y
transversal de la uña, junto con crecimiento de los tejidos blandos.
Existen dos formas clínicas: hereditaria y adquirida:
Forma hereditaria o idiopática. Se transmite por herencia
autosómica dominante o ligada al sexo. Por lo general se hace
evidente después de la pubertad. Afecta a las uñas de las manos y
los pies. Se ha descrito una forma congénita, que es rara (5 a 10%).
En este rubro se incluye al hipocratismo que acompaña a la
paquidermoperiostosis.
Forma adquirida simple. Es la más común (90 a 95%). Por lo general
inicia en el dedo pulgar, en la porción proximal de la uña. Puede
apreciarse una estría transversal. Es asintomática, pero en caso de
inicio rápido puede haber dolor.

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Dedos en palillo de tambor

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Se caracteriza por aumento del tejido conectivo entre la lámina ungueal y la
falange. Al principio, va de color rosa a lila y más adelante se vuelve
cianótica. El hipocratismo digital suele tardar semanas a meses en
establecerse y puede revertirse cuando no es de larga duración. No se han
descrito cambios apreciables mediante métodos radiológicos.
El diagnóstico se puede hacer mediante la medición del ángulo de Lovibond,
que se forma entre la lámina ungueal y el pliegue proximal. El ángulo
normal suele medir 160°; en el hipocratismo digital es mayor, y llega hasta
180°. Este ángulo es el que se observa si ambos dedos se colocan de perfil,
uno contra otro. Además, se forma una ventana en forma de diamante, que
desparece ante los dedos en palillo de tambor. En el seu- dohipocratismo,
este ángulo se preserva y sólo hay sobrecurvatura de la uña en ambos ejes.
Las causas de esta alteración son multifactoriales. La hipótesis más probable
es el aumento en el aporte sanguíneo secundario a cortocircuitos
arteriovenosos en los dedos, con subsecuente congestión vascular en el
nivel del lecho ungueal, hiperplasia y edema de tejidos blandos.

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Esquema del ángulo de
Lovibond.

 
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Este signo se ha descrito en:
Osteoartropatía pulmonar hipertrófica, acompañada de cambios radiológicos,
como desmineralización de las falanges y engrosamiento cortical de diáfisis.
Carcinoma broncogénico en varones.
Enfermedades cardiovasculares: cardiopatías congénitas cianóticas, insuficiencia
cardiaca, endocarditis bacteriana, mixoma auricular, acrocianosis y perniosis.
Enfermedades endocrinas: postiroidectomía, mixedema, cretinismo, y en 44%
en síndrome de Crow-Fukase o POEMS (polineuropatía, organomegalia,
endocrinopatía, proteína M y cambios cutáneos [skin changes]).
Alteraciones gastrointestinales: diarrea crónica, enfermedad celiaca, uso
prolongado de laxantes, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, anorexia
nerviosa, síndrome de Peutz- Jeghers, poliposis, esteatorrea, hepatitis, cirrosis,
ictericia obstructiva e infecciones (ame- biasis, disentería, tuberculosis,
ascariasis) y candidosis mucocutánea crónica.
) Enfermedades hematológicas: policitemia vera y neutropenia crónica familiar.
Infecciones: empiemas, absceso pulmonar, tuberculosis, paracoccidioidomicosis,
neu- monía, pielonefritis, sífilis, lepra y fiebre reumática.

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Carcinomas: hepatocarcinoma; carcinomas esofágico, colónico y de intestino
delgado; linfo- ma de Hodgkin; neoplasias pulmonares; sarcoma de Kaposi, y
leucemia mielocítica crónica.
Padecimientos neurológicos: siringomielia.
Alteraciones metabólicas: desnutrición, kwashiorkor e hipervitaminosis A.
Trastornos respiratorios: enfisema pulmonar, fibrosis pulmonar, asma,
sarcoidosis, quistes pulmonares y bronquitis.
Enfermedades reumatológicas: esclerodermia, enfermedad de Raynaud y lupus
eritema- toso sistémico.
Intoxicaciones: arsénico, fósforo, alcohol, mercurio, berilio, cloruro de vinilo y
heroína.
Alteraciones vasculares: síndromes de Maffucci y de Osler-Weber-Rendu.
No es frecuente, pero se ha informado hipocratismo digital unilateral en casos
de linfangitis, tumor de Pancoast, gota, subluxación de hombro, daño del
nervio mediano, traumatismo local, aneurisma arterial, fístula arteriovenosa,
eritromelalgia, sarcoidosis, encondroma, in- clusiones subungueales y
osteomas.
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Uña en concha
Se caracteriza por un aumento en la curvatura longitudinal de la uña, junto con
atrofia del lecho. Se desconoce la causa. Es lo contrario de los dedos hipocráticos.
Se ha reportado en una niña con neumonía por bronquiectasias en las uñas de las
manos y del primer ortejo.
 
Coiloniquia
También se le denomina uñas en cuchara. Al principio, las uñas se aplanan y, más
adelante, la lámina ungueal se evierte y da lugar a una concavidad (figura 3-4).
Puede afectar a todas las uñasde las manos, aunque es menos frecuente en las de
los pies. Se considera un fenómeno fisiológico cuando afecta al primer ortejo en
niños menores de dos años de edad. Existe una forma congénita relacionada con
defectos ectodérmicos que se transmite con herencia au- tosómica dominante. En
las formas adquiridas, la patogénesis es multifactorial. Las uñas se aprecian
débiles y suaves. Estas alteraciones se han relacionado con bajos niveles de
cisteína.

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Coiloniquia

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Este signo (llamado “de la gota de agua”) se ha descrito en:
Padecimientos congénitos: síndrome uña-rótula, displasia condroectodérmica, síndrome de LEOPARD
(siglas de lentiginosis, electrocardiograma con trastornos de la conducción, hipertelorismo ocular,
estenosis pulmonar, anormalidades genitales, retardo del creci- miento y sordera neurosensorial
[deafness]), síndrome de Nezelof, incotinentia pigmenti (incontinencia pigmentaria), acrogeria,
queratodermia palmoplantar, hipoplasia dérmica focal, monilethrix y esteatocistoma múltiple.
Isquemia cardiaca.
Psoriasis, liquen plano, liquen estriado, alopecia areata, enfermedad de Darier y esclerosis sistémica
con fenómeno de Raynaud.
Intoxicación por tioglicolatos.
Trastornos endocrinos: tirotoxicosis, hipotiroidismo, acromegalia y diabetes mellitus.
Alteraciones gastrointestinales: posgastrectomía, malabsorción, síndrome de Plummer- Vinson,
sideropenia y glositis.
Enfermedades hematológicas: policitemia vera, tumor de eritropoyetina, deficiencia de hierro,
hemoglobinopatías y enfermedad de Banti.
Infecciones: sífilis y onicomicosis.
Trastornos metabólicos y nutricionales: porfiria cutánea tardía, hemocromatosis, caquexia,
deficiencia de cisterna y avitaminosis.
Postrasplante renal.

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Enfermedades de tejido conectivo: enfermedad de Raynaud y
esclerodermia.
Factores externos: trauma ocupacional (contacto con cemento,
álcalis, ácidos, petróleo, solventes), onicofagia, congelamiento,
quemaduras y síndrome del túnel carpiano.
Forma fisiológica en niños y recién nacidos.
Formas idiopática y racial.
 

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Síndrome de las uñas amarillas
Lo describieron Samman y White y se caracteriza por la tríada de uñas amarillas, linfedema y
enfermedad respiratoria.
La clave es el crecimiento lento (0.1 a 0.25 mm por semana); sólo hay que cortarlas una o dos veces por
año. Las uñas son de color amarillo verdoso, se ven engrosadas, con aumento en las curvaturas
longitudinal y transversal. La lúnula es pequeña o está ausente. No hay cutícula. Puede existir onicólisis
y, en ocasiones, las uñas se caen por completo. Los tejidos periungueales presentan edema, lo que
simula paroniquia (figura 3-5).
Es un padecimiento multifactorial. Se han descrito alteraciones en el drenaje linfático, además de
metabólicas, isquémicas, nutricionales o tóxicas. También se ha relacionado con:
Enfermedades cardiovasculares: insuficiencia cardiaca e infarto del miocardio.
Tratamiento con D-PENICILAMINA.
Trastornos endocrinos: hipo e hipertiroidismo y diabetes mellitus.
Ascitis, linfangiectasia.
Defectos inmunológicos: hipogammaglobulinemia, disminución de IgA e IgM, sida. f ) Infecciones:
tuberculosis y sífilis.
Malignidad: sarcoma, enfermedad de Hodgkin, macroglobulinemia, carcinoma de laringe y endometrio.
Síndrome nefrótico, hipoplasia renal.
Trastornos respiratorios: derrame pleural, bronquiectasias, bronquitis crónica, enferme- dad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC), asma y sinusitis crónica Artritis reumatoide.
Linfedema congénito, retraso mental y apnea del sueño.

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Síndrome de uñas amarillas

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Fosillas ungueales (“pitting”)
También se les denomina depresiones de Rosenau. Cuando es una sola depresión de
gran ta- maño, que inicia en la lúnula y avanza con el crecimiento ungueal, se
denomina elkonyxis; también se ha descrito en secundarismo sifilítico, psoriasis,
síndrome de Reiter y trauma. Se observan como depresiones puntiformes en la uña,
por defecto de formación en la matriz (figura 3-6). La longitud de la fosilla indica la
duración del daño a la matriz, mientras que la profundidad y anchura hablan de la
extensión. En la histopatología se observa paraqueratosis focal en la matriz proximal.
Se ha relacionado con:
Psoriasis (signo del dedal), eccema, alopecia areata, paraqueratosis pustulosa,
pitiriasis rosada, onicomicosis, pénfigo vulgar y edema crónico.
Sífilis.
Histiocitosis.
Enfermedades de tejido conectivo: artritis soriásica, lupus eritematoso sistémico y
der- matomiositis.
Ocupación, manicura.
Enfermedad de Reiter, sarcoidosis.

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Fosillas ungueales (“pitting”)

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Líneas de Beau
En 1846, el cardiólogo parisino Joseph Honoré Simone Beau describió estas líneas en pacientes con
tifoidea y otras enfermedades sistémicas agudas. De Nicola y colaboradores las describieron como
depresiones de Rosenau. Se trata de depresiones transversales en la lámina ungueal, que van lado
a lado y avanzan en forma distal, junto con el crecimiento de la uña. Se deben a una interrupción
temporal en el crecimiento de la matriz Se puede hacer un cálculo aproximado del tiempo en que
se produjo, si se divide la distancia del pliegue proximal a la línea entre la tasa de crecimiento de la
uña.
Las líneas de Beau pueden afectar a las uñas de las manos y los pies. Cuando sólo apare- cen en
una uña, la causa suele estar en ésta. En la histología se aprecia que la queratinización epidérmica
está alterada.
Se han descrito en relación con:
Enfermedades dermatológicas: eccema, eritrodermia, paroniquia, síndrome de Stevens- Johnson y
acrodermatitis enteropática (deficiencia de cinc).
Diabetes mellitus.
Síndrome febril, oclusión coronaria, choque, sida, enfermedad de Kawasaki y quimioterapia.
Dismenorrea.
Enfermedad de Raynaud.
Traumatismo, manicura, síndrome de túnel carpiano, torniquete.

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Líneas de Beau

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Traquioniquia
En 1950, Alkiewicz describió este signo. Las uñas tienen superficie
áspera, estrías longitudi- nales y aspecto de lija; son frágiles y
quebradizas (figura 3-7). También se ha descrito como distrofia
idiopática de las veinte uñas. Existen una forma congénita y una
adquirida.
La forma adquirida se ha visto en contacto con químicos, psoriasis,
liquen plano, alopecia areata, ictiosis vulgar, displasia ectodérmica y
deficiencia de IgA.

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Traquioniquia

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Onicauxis
Se caracteriza por hipertrofia ungueal sin deformidad. Puede ser
resultado de trauma, enfermedad de Darier, psoriasis, pitiriasis
rubra pilaris y acromegalia. También hay casos hereditarios. El
tratamiento es con base en desbridación mecánica o química con
urea a 40 por ciento.

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Onicauxis

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Uñas mitad y mitad
La uña se aprecia con su porción proximal blanca, muy bien
demarcada de la parte distal, que es rojiza, rosada o marrón. Se
relaciona con enfermedad renal crónica con azotemia (figura 3-9).
También se observan en ancianos, en quimioterapia y sida.
 

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Onicorrexis
Uñas frágiles, quebradizas, que pueden ser resultado de exposición crónica al agua y el ja-
bón, removedores de barniz (quitaesmalte), anemia, hipotiroidismo o terapia con
retinoides sistémicos Se observan hendiduras longitudinales, más evidentes en el borde
distal. Son frecuentes en mujeres mayores de 40 años de edad. Hace poco se describió la
utilidad del suplemento diario de biotina (2.5 mg) que aumenta el grosor ungueal hasta
en 25 por ciento.

Onicosquisis
El borde distal de la uña se abre en capas o láminas. Se debe a la dehiscencia de las capas
de queratina y tal vez es causada por deshidratación. Es común en mujeres. Relacionada
con uso de detergentes. Como tratamiento se sugiere evitar el uso de esmaltes, manicura
y se ha encontrado beneficio con la ingesta de biotina y el uso de emolientes.
 
Hapaloniquia
Uñas muy suaves, que se doblan por defectos en el nivel de la matriz. Se ha atribuido a
malnutrición y está relacionada con lepra, mixedema, fenómeno de Raynaud, terapia con
retinoides o radioterapia.
 

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Hapaloniquia

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Distrofia ungueal media
Consiste en la formación de un canal o hendidura longitudinal en la
porción media de la uña, en especial de pulgares (figura 3-14). Se
origina en la porción proximal. Se cree que la causa principal es el
traumatismo, aunque también puede ser resultado de un papiloma
en el nivel de la matriz. Es muy parecida a la distrofia ungueal media
canaliforme de Heller, con imagen en pino invertido. Su causa es
desconocida, pero se muestra cierta tendencia familiar. También
resulta muy semejante a la onicodistrofia facticia o por tic, que
suele producirse en el dedo pulgar por el hábito repetido de frotar
la lámina ungueal con otro dedo, lo que daña la matriz ungueal.
 

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Distrofia ungueal media

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Uñas en pinza, en teja o trompeta
Es casi exclusiva de las uñas de los pies. Se debe a una
sobrecurvatura transversal que ocasiona que los bordes laterales de
la lámina ungueal se aproximen entre sí, comprimiendo el lecho y la
dermis subyacente Puede ser hereditaria o estar relacionada con
cal- zado ajustado, psoriasis y consumo de beta bloqueadores. En
caso de dolor crónico se sugiere la ablación química o quirúrgica de
la uña.

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Uñas en pinza, en teja o trompeta

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Onicólisis
Es la separación espontánea de la uña y el lecho ungueal (véase la
figura 2-6). En casi todos los casos, inicia a partir de la porción distal
y progresa hacia la proximal; se ven afectadas una o varias uñas. Es
más común en mujeres jóvenes. A menudo se infecta con bacterias,
como Pseudomonas, o levaduras, como Candida (figura 3-16).
Se ha descrito en:
Psoriasis, dermatitis atópica, eccema crónico y liquen plano.
Isquemia periférica.
Tratamiento con tetraciclinas, benoxaprofeno, indometacina,
tiazidas, anticonceptivos orales, citotóxicos, retinoides, soralenos,
alopurinol, fluoroquinolonas, cloranfenicol.

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La fotoonicólisis ocurre con la administración de un medicamento
fototóxico, como dimetil-cloro-tetraciclina, o como complicación de
PUVA (de [P]soralenos + luz ultravio- leta A.
 Alteraciones tiroideas como tirotoxicosis y diabetes mellitus.
Anemia.
Cáncer: mieloma múltiple, amiloidosis, carcinoma de pulmón,
histiocitosis X, reticulohistiocitosis multicéntrica y síndrome carcinoide.
Porfiria eritropoyética, porfiria cutánea tardía.
Neuritis, pelagra y deficiencia de hierro.
Bronquiectasias.
Enfermedades de tejido conectivo: lupus sistémico, esclerodermia y
enfermedad de Raynaud.
Sífilis.
Trauma, hiperhidrosis, contacto con químicos, inmersión prolongada en
agua.
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Onicólisis

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Fin de la Clase

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