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CARRERA: MEDICINA
MATERIA: ANESTESIOLOGIA
DOCENTE: DR. RONALD GUTIERREZ MONTAÑO
UNIVERSITARIAS:
COLQUE MIYASAKI MILENA
MAMANI HUANACO WENDY
MORENO SILVA KRISTEL
ORTEGA GUZMAN TAMARY
ZEGARRA RIVERO KIARA XIMENA
ANATOMIA Y ORIGEN
NERVIO DORSAL DE LA ESCAPULA
Se origina de C5
atraviesa el musculo
escaleno medio y
luego corre por
detrás del musculo
de la escapula y
romboide a los que
inerva.
A veces existen dos
nervios dispuestos
originados en C5
NERVIO TORACICO LARGO
También llamados infusiones perineurales de anestésico local, los bloqueos continuos de nervios
periféricos implican la colocación de una cánula percutánea adyacente a un nervio periférico, seguida de
la administración de anestésico local para prolongar un bloqueo nervioso. Al parecer, las ventajas
potenciales dependen del establecimiento exitoso de la analgesia y entra ellas figuran reducciones del
dolor en reposo y dinámico, y de analgésicos complementarios, efectos secundarios de opioides y
trastornos del sueño. En algunos casos mejoran satisfacción del paciente, ambulación y funcionamiento;
se observa la recuperación acelerada del arco de movimiento articular pasivo; y disminución tiempo hasta
que el paciente está listo para el egreso hospital o centro de rehabilitación.
BLOQUEOS DE NERVIOS PERIFÉRICOS DE LA EXTREMIDAD SUPERIOR
BLOQUEO INTERESCALENO
Es especialmente eficaz para la cirugía del hombro o del brazo, ya que las raíces del
plexo braquial se bloquean más fácilmente con esta técnica
SELECCIÓN DEL PACIENTE. El bloqueo interescalénico puede aplicarse a la práctica totalidad de pacientes ya
que, incluso en los pacientes obesos, es posible identificar la anatomía escalénica y de los cuerpos
vertebrales. Sin embargo, debería evitarse en aquellos con un deterioro importante de la función pulmonar.
ELECCIÓN FARMACOLÓGICA. Los fármacos de mayor utilidad para realizar este bloqueo son las
aminoamidas. La lidocaína y la mepivacaína proporcionan anestesia quirúrgica durante 2 a 3 horas sin
adrenalina y hasta 3 a 5 horas cuando se añade este vasoconstrictor. Estos fármacos pueden ser útiles en
procedimientos quirúrgicos ambulatorios y de escasa complejidad
POSICIÓN. El paciente se
tumba en decúbito supino con
el cuello en posición neutra y la
cabeza ligeramente girada hacia
el lado contrario del lugar del
bloqueo.
PUNCIÓN DE LA AGUJA. la
aguja se inserta una vez
identificado el surco
interescalénico, presionando
firmemente con los dedos de la
mano y siguiendo una dirección
ligeramente caudal y posterior.
ECOGRAFÍA PARA EL BLOQUEO
INTERESCALÉNICO
PUNTOS CLAVE
• Para este bloqueo es preferible un
transductor de impresión lineal pequeña (20 a
25 mm).
• La mejor forma de realizarlo es visualizar el
plexo braquial en la región supraclavicular y
desplazar a continuación la sonda en dirección
cefálica para identificar las raíces que están
emparedadas entre los músculos escaleno
anterior y escaleno medio.
• La inserción de la aguja y del catéter entre C5
y C6 o entre C6 y C7 facilitará el anclaje del
catéter y garantizará una analgesia de calidad
tras la cirugía del hombro
SONOANATOMÍA El bloqueo interescalénico se realiza en el
triángulo posterior situado entre el borde posterior del
músculo esternocleidomastoideo y el músculo trapecio, pegado
a las vértebras cervicales sexta y séptima.
INDICACIONES:
La indicación principal para el bloqueo interescalénico es la
cirugía de hombro. La propagación del anestésico local
después del bloqueo abarca al nervio supraclavicular (plexo
no braquial) (C3 a C4), que proporciona inervación sensitiva
para el extremo superior del hombro.
BLOQUEO SUPRACLAVICULAR
Selección del paciente.
Elección farmacológica. Para bloquear el plexo braquial puede
optarse por mepivacaína (1% a 1,5%), lidocaína (1% a 1,5%),
bupivacaína (0,5%), y ropivacaína (0,5% a 0,75%). La lidocaína y la
mepivacaína producirán 2-3 horas de anestesia quirúrgica sin
adrenalina, y de 3 a 5 horas cuando se añade este vasoconstrictor.
Estos fármacos pueden ser útiles para procedimientos quirúrgicos
ambulatorios o menos complejos.
Posición: bloqueo supraclavicular clásico. El paciente se tumba en
decúbito supino sin almohada, con la cabeza girada hacia el lado
contrario que se va a bloquear. Los brazos quedan pegados a los
costados y el anestesiólogo puede situarse a la cabecera de la
camilla o a un lado del paciente, cerca del brazo que se va a
bloquear.
Abordaje: bloqueo supraclavicular clásico. En el abordaje clásico,
el punto de inserción de la aguja se sitúa aproximadamente 1 cm
por encima de la clavícula, en el punto medio de esta . Este punto
de entrada está más próximo al tercio medio de la clavícula que la
unión de los tercios medio y medial (como se describe a menudo
en otros libros de anestesia regional).
Posición: bloqueo supraclavicular vertical («en
plomada»). La vía de abordaje vertical para el bloqueo
supraclavicular se diseñó para simplificar la proyección
anatómica necesaria para este bloqueo. El paciente
debe colocarse de forma parecida a la usada para la vía
de abordaje clásica, tumbado en decúbito supino, sin
almohada, con la cabeza girada ligeramente hacia el
lado contrario que va a ser bloqueado. El anestesiólogo
debe situarse a un lado del paciente a la altura de su
brazo. Este bloqueo supone la introducción de la aguja
con la jeringa acoplada siguiendo un ángulo
aproximado de 90 grados con respecto al usado para la
vía de abordaje clásica.
Abordaje: bloqueo supraclavicular vertical («en
plomada»). A los pacientes se les pide que levanten
ligeramente la cabeza de la camilla, de modo que pueda
marcarse el borde lateral del músculo
esternocleidomastoideo en su inserción en la clavícula.
Desde dicho punto se visualiza un plano que discurre
para sagitalmente a su través
TÉCNICA ECOGUIADA
SONOANATOMÍA. Con la ecografía pueden apreciarse las seis divisiones
dispuestas compactamente y situadas por encima y por detrás de la arteria
subclavia a medida que esta última pasa por encima de la primera costilla
INDICACIONES
• El bloqueo supraclavicular es sumamente eficaz para cirugías de la mano y la
extremidad superior.
• Puede usarse para cirugía de hombro; sin embargo, puede que no se
bloquee el nervio supraescapular, que proporciona inervación sensitiva a la
articulación glenohumeral. Por tanto, es posible que este bloqueo no
proporcione la analgesia apropiada tras una cirugía del hombro.
Nervio tibial
Es posible realizar un abordaje del nervio posterior o lateral con 5-7 mL de anestésico local.
•Abordaje posterior. El enfermo debe colocarse en decúbito prono con el pie en posición
neutral. Como referencia, se emplea una línea
trazada entre el maléolo interno y el tendón de Aquiles, y la punción se realiza de forma
tangencial a éste y a unos 2-3 cm craneales a la línea descrita hasta contactar con la tibia; se
retira 2 mm la aguja y se realiza la infiltración de anestésico local.
•Abordaje lateral. El pie debe permanecer en rotación externa, con el paciente en posición
supina. El abordaje se realiza 2-3 cm por encima de la línea descrita con anterioridad; la
punción será en dirección perpendicular al plano cutáneo, 0,5 cm posterior al pulso de la
arteria tibial posterior, infiltrando a una profundidad de 1-3 cm.
Asimismo, el empleo de catéteres para analgesia postoperatoria ofrece resultados
satisfactorios, sin resultar de elevada complejidad.
Nervio peroneo común
El abordaje del nervio peroneo común se puede realizar en el hueco poplíteo, una vez separado
del nervio tibial o más distalmente, a la altura del cuello peroneo.
Para ello, con ligera rotación interna de la pierna, se identifican la cabeza y el cuello del peroné,
y con aguja de punción se realiza la infiltración en la región del cuello peroneo.
No debe administrarse más de 5 ml con el fin de no producir un síndrome compartimental
nervioso, dada la disposición del nervio en este estrecho canal osteofibros09.
Al igual que en el caso del nervio tibial, el empleo de catéteres ofrece buenos resultados; éstos
deberán colocarse preferiblemente en sentido cefálico con el fin de asegurar que el nervio
peroneo común aún no se haya dividido en peroneo superficial y profundo.
Nervio peroneo profundo
Con el pie del enfermo en posición neutra, se palpa el pulso de la arteria pedía a la altura de la
línea intermaleolar. Unos 2 cm por encima de dicha línea se infiltran 2-3 mL de anestésico local
en dirección perpendicular al plano cutáneo y 0,5 cm lateral al pulso arterial, buscando contacto
óseo y retirando 2 mm la aguja de punción con el fin de evitar infiltración subperióstica.
También se puede emplear como referencia la unión entre los tendones extensor largo del
primer dedo y extensor común.
Nervio peroneo superficial
Desde el maléolo externo, se realiza una infiltración subcutánea en dirección medial
con 4-5 ml de anestésico local hasta el borde anterior de la tibia.
No proporciona inervación motora, de modo que el empleo de neuroestimulación
carece de sentido.
Nervio sural
Con ligera rotación interna del pie, se realiza una infiltración subcutánea en la zona
intermaleolar desde el tendón de Aquiles hasta el maléolo externo con unos 2-3 ml,
de anestésico local.
Se trata de un nervio puramente sensitivo, por lo que no se obtiene respuesta
motora a la neuroestimulación.
Nervio safeno
Se han descrito numerosos abordajes para bloquear este nervio a distintos niveles: transartorial, en
la rodilla y en el tobillo.
•Técnica transartorial. La posición del paciente es en decúbito supino y con la pierna semiflexionada
y en rotación externa. Como referencias anatómicas, se identifica el trayecto distal del músculo
sartorio hasta su inserción a nivel tibial, marcando asimismo la línea de flexión de la rodilla.
Sc realiza la punción 3-5 cm por encima de la línea de flexión, perpendicular al plano cutáneo. Con
una aguja de bisel corto con la que se identifica el clic aponeurótico de la fascia posterior resulta de
sencilla realización. En el mismo lugar de punción con aguja de Tuohy y jeringa de baja presión, se
puede identificar una clara pérdida de resistencia. En esta región, el nervio safeno va acompañado
de una rama motora distal del nervio femoral para el vasto externo, fácilmente identificable al
realizar punción con neuroestimulación. El volumen de anestésico local recomendado es de 10-12 A
este nivel, resulta una técnica sencilla, aunque de efectividad algo irregular.
•Rodilla. Con el enfermo en decúbito supino, se realiza una infiltración subcutánea con 5-7 mL de
anestésico local desde la espina tibial y con dirección medial. Es una técnica dolorosa y poco eficaz.
•Tobillo. Se emplea como referencia una línea trazada desde el borde anterior de la tibia, maléolo
interno, hasta el tendón de Aquiles. Con el pie del paciente en ligera rotación externa, se realiza una
infiltración subcutánea desde la tibia hasta el maléolo tibial, unos 2-3 cm por encima de la línea de
referencia. Con 3-4 ml. de anestésico local será suficiente.
ASPECTOS PRÁCTICOS QUE SE DEBEN
TENER EN CUENTA
Es importante considerar los siguientes aspectos:
•Premedicación: dado que, en ocasiones, es necesario practicar hasta cinco
punciones en el pie, es muy recomendable realizarlas bajo
sedación y analgesia para permitir una mayor colaboración del enfermo y evitar, en
la medida de lo posible, percepciones desagradables.
•Considerar los nervios implicados en la cirugía: no siempre es necesario bloquear
todos los nervios distales. Es fundamental conocer los territorios de inervación.
•Nervio safeno: no es necesario anestesiarlo siempre. Una de las cirugías más
habituales sobre el pie, el hallux valgus, sólo cuenta con la implicación del nervio
safeno en un 3% de los casos. Aun así, es recomendable explorar siempre los
territorios afectados antes de iniciar la intervención.
•Ausencia de bloqueo motor. esto permite al paciente salir caminando del
quirófano; gran ventaja en pacientes ambulatorios.
Técnicas distales: resultan de gran utilidad como refuerzo anestésico o analgésico de
técnicas más proximales que han resultado parcialmente ineficaces.
GRACIAS