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El plexo braquial está formado por los ramos anteriores de los nervios espinales
de C5, C6, C7, C8 y parte de T1. En su trayecto se distinguen dos porciones:
supraclavicular e infraclavicular (Patten; 1995).
2. ORIGEN
El plexo braquial se forma por las comunicaciones que se establecen entre los ramos anteriores de
los nervios espinales de C5 a T1. Las variaciones anatómicas son extremadamente comunes y
pueden ser consideradas la regla y no la excepción. No es infrecuente que también reciban
comunicaciones de C4 (2/3 de los pacientes) y T2 (1/3 de los pacientes). Los ramos anteriores
de los nervios espinales pasan por detrás de la arteria vertebral y se dirigen horizontal y
lateralmente por la superficie superior de las apófisis transversas. Luego, convergen formando
tres troncos situados entre los músculos escalenos anterior y medio (Fig. 1).
Fig. 1
Las fibras que constituyen el plexo se denominan de forma sucesiva como troncos
primarios (inferior, medio y superior), divisiones (anteriores y posteriores), fascículos o troncos
secundarios (lateral, medial y posterior), ramos colaterales y nervios terminales.
- Los ramos anteriores de C5-C6 se unen cerca del borde lateral del músculo escaleno medio para
formar el tronco primario superior.
Ts Tronco superior
Tm Tronco medio
Ti Tronco inferior
aS Arteria subclavia
Los tres troncos reunidos pasan por encima de la primera costilla, por detrás de la arteria subclavia y
entre ambos músculos escalenos (espacio interescalénico) y se dirigen en forma descendente y
lateral hacia el hueco axilar. Al cruzar la primera costilla, los troncos se apilan unos sobre otros en
sentido antero-posterior y están más cercanos al escaleno medio que al escaleno anterior. La arteria
subclavia se apoya en la parte superior de la primera costilla (surco), donde casi siempre se apoya el
tronco inferior que queda parcialmente oculto por la arteria.
Estos dos hechos tienen una relevancia clínica importante en los abordajes realizados a nivel del
surco interescalénico: a) la aguja debe estar más próxima al borde anterior del escaleno medio
que al borde posterior del escaleno anterior y b) la arteria subclavia es una barrera que impide la
difusión del anestésico local al tronco inferior.
En el borde externo de la primera costilla, por detrás del tercio medio clavicular se produce una
división. Cada tronco forma una división anterior y otra posterior (fundamental desde el punto de
vista funcional, las divisiones anteriores son responsables de la inervación de los músculos
flexores y las posteriores de los músculos extensores) que por debajo de la clavícula se
reorganizan nuevamente para formar los fascículos o troncos secundarios (en algunos libros
hablan de cordones, pero los autores consideramos que es una mala traducción del inglés.
Nosotros vamos a referirnos a ellos siempre como fascículos).
-Las divisiones anteriores de los troncos superior y medio forman el fascículo lateral (tronco
secundario antero-externo), que da origen al nervio musculocutáneo y a la raíz radial del nervio
mediano.
-La división anterior del tronco inferior forma el fascículo medial (tronco secundario antero-
interno) que da lugar a los nervios cutáneo medial del brazo, cutáneo medial del antebrazo,
cubital y a la raíz cubital del nervio mediano.
-Las tres divisiones posteriores se unen para formar el fascículo posterior (tronco secundario
posterior). Da origen a los nervios axilar y radial.
Fig. 3
3. DISTRIBUCIÓN
Según su origen, los nervios del plexo braquial, se clasifican en ramos supraclaviculares e
infraclaviculares.
El plexo braquial da origen a nivel supraclavicular a ramos colaterales (Tabla 1). Todos son
nervios motores, excepto el supraescapular (recibe fibras de C5, C6 y en el 50% de los casos de
C4) que también tiene fibras sensitivas, inervando al supraespinoso, infraespinoso y articulación
del hombro.
Tabla 1
A la altura del borde lateral del músculo pectoral menor, cada uno de los fascículos o troncos
secundarios origina los nervios terminales y ramos colaterales infraclaviculares (Tabla 2 )
Tabla 2
A nivel supraclavicular existe una distribución metamérica de las respuestas, mientras que a nivel
infraclavicular (divisiones y separación entre musculatura flexora y extensora) la respuesta
motora y la inervación sensitiva son dependientes de cada uno de los nervios terminales. Son
numerosos los ramos responsables de la inervación sensitiva de la extremidad superior (Tabla 4)
Teóricamente cada segmento vertebral se asocia a un dermatoma (excepto C1), sin embargo, las
interconexiones entre ramos pueden explicar la variabilidad interindividual.
Fig. 4
Fig. 5
Tabla 3
Inervación motora
Tabla 4
Distribución sensitiva de los nervios terminales del plexo braquial
Fig. 6
Fig. 7
Fig. 8
Fig. 9
LESIÓN GLOBAL DE PLEXO BRAQUIAL
La lesión total de plexo braquial es infrecuente, y casi siempre debido a
traumatismos severos. Se afectan todas las raíces desde C5 a D1. (Chad; 2006)
(Brazis; 2007) (Mumenthaler; 2004).
Clínicamente se traduce por parálisis completa de toda la musculatura del
miembro superior, e incluso de cintura escapular si la lesión es preganglionar, con
afectación de músculos serrato y romboides, con un miembro superior pendular, con
pérdida de sensibilidad desde hombro y reflejos abolidos (Moghekar et al; 2007)
(Patten; 1995) (Wynn; 1998).
Dermatoma
Un dermatoma es una zona de la piel que se inerva por un único nervio espinal.
En concreto, se controlan por neuronas sensoriales que surgen de un ganglio del nervio
espinal.
Existen ocho nervios cervicales, doce torácicos, cinco lumbares y cinco sacros.
Cada uno de estos nervios permite que podamos sentir la temperatura, el tacto, la
presión, e incluso el dolor.
La información viaja desde una región específica de la piel hasta el cerebro. Los
dermatomas se organizan como una pila de discos en la parte del tórax y el abdomen,
siendo suministrado cada disco por un nervio espinal distinto.
En las extremidades el patrón es diferente. De esta forma, los dermatomas
atraviesan longitudinalmente los brazos y las piernas. Así, cada mitad de cada
extremidad posee un dermatoma distinto.
Aunque todos los individuos suelen tener el mismo patrón general en la
organización de los dermatomas, las áreas de inervación específicas pueden variar en
cada persona, como si se tratara de las huellas dactilares.
La columna vertebral posee más de 30 vértebras distintas que se dividen según
su ubicación, empezando por el cuello hasta cóccix. Se clasifican en cervicales,
torácicas, lumbar y sacra. Cada vértebra contiene un nervio espinal concreto que va a
inervar áreas específicas de la piel.
Todos los nervios, excepto el primer nervio cervical (C1), están conectados con
un dermatoma. Los dermatomas permiten construir un mapa de la médula espinal muy
útil para profesionales de la salud e investigadores. Así como para el diagnóstico y
tratamiento de patologías.
Existen dos principales mapas aceptados actualmente en la profesión médica. El
primero es el mapa de Keegan y Garret de 1948. Mientras que el segundo es el mapa
Foerster de 1933. Este último es el más utilizado.
¿Qué es un dermatoma?
¿Alguna vez te has preguntado por qué el dolor de espalda da lugar a
sensaciones de hormigueo en las piernas? ¿O por qué los calambres en el cuello hacen
que sientas los dedos entumecidos?
Esto parece ser porque hay un vínculo entre las sensaciones y las
irregularidades en la superficie de la piel con las raíces nerviosas concretas que parten
de la columna vertebral. Por lo tanto, cada región que es inervada por cada una de
estas raíces nerviosas se denomina dermatoma.
“Dermatoma” se divide en “dermat”, que significa “piel”, y “oma” que quiere decir
“masa”. Tenemos 29 dermatomas en el cuerpo humano. Estos nervios están
relacionados entre sí, ya que se originaron de los mismos grupos somitas durante el
desarrollo embrionario. Las somitas son estructuras formadas a los lados del tubo
neural durante la cuarta semana del desarrollo humano.
Por ejemplo, las fibras nerviosas de la superficie de la piel que cubre parte de las
piernas y el pie, conforman un dermatoma que proviene de una raíz nerviosa de la zona
lumbar.
Los dermatomas no deben confundirse con los miotomas. Los miotomas, por el
contrario, son los que inervan los músculos esqueléticos de un mismo grupo somita.
Tipos
Los dermatomas, al igual que la columna vertebral, se diferencian en cuatro
secciones: cervical, torácica, lumbar y sacra. Cada dermatoma se clasifica según el
nervio espinal que lo inerva. Es decir, el séptimo nervio cervical inervaría el dermatoma
C7.
Ese dermatoma daría sensibilidad a la piel del hombro, algunas partes del brazo
y los dedos índice y anular.
Dermatomas cervicales
Inervan la piel de la nuca, el cuello, la espalda, los brazos y las manos.
Dermatomas torácicos
Estos cubren la piel de la parte interior del brazo, del pecho, abdomen y la zona
media de la espalda.
Dermatomas lumbares
Inervan la piel que se encuentra en la parte baja de la espalda, la zona frontal de
las piernas, los muslos exteriores y la parte superior e inferior de los pies.
Dermatomas sacros
Estos cubren la piel de zonas genitales y anales, la parte posterior de las piernas,
la parte trasera de los muslos y las pantorrillas, además del borde externo de los pies.
Sin embargo, es importante mencionar que los dermatomas se han descubierto
en los últimos años por observaciones clínicas y son solo una guía. Cada persona
puede presentar variaciones ligeras en los límites de los dermatomas.
Significado clínico
Es importante conocer cómo funcionan los dermatomas en el ámbito clínico para
localizar lesiones en los nervios o en la médula espinal.
Si ciertos síntomas se sitúan a lo largo del área asociada a un dermatoma (dolor,
irritación cutánea, erupciones…) puede deberse a algo relacionado con raíz nerviosa.
Por ejemplo, una hernia de disco que comprima la raíz nerviosa L5 da lugar a dolor y
hormigueo en la parte inferior de la pierna y el pie.
Los dermatomas son útiles para establecer un diagnóstico y tratamiento de
diferentes condiciones. Las principales son las enfermedades virales, la radiculopatía y
lesiones de la médula espinal.
Enfermedades virales
Existen ciertas enfermedades virales que se localizan en dermatomas
específicos, como el herpes zóster. Este virus se encuentra latente en la médula espinal
y cuando se manifiesta se mueve a través del nervio espinal provocando una erupción
dolorosa en la piel que se vincula con ese nervio.
La erupción del herpes zóster suele limitarse a un dermatoma específico como
en el pecho, la pierna o el brazo. Normalmente aparece en años e incluso décadas
después de la recuperación de la varicela.
Radiculopatía
Esta condición consiste en el dolor causado por daños en la raíz de cualquier
nervio. También puede provocar una pérdida o reducción de la función sensitiva. Las
regiones afectadas más comunes son L5 y S1, y menos habitualmente la C6 y la C7.
El dolor aumenta cuando nos ponemos en posiciones en las que las raíces de los
nervios se estiran. Puede ser cervical o lumbar según donde se encuentre el dolor.
Lesiones en la médula espinal
Cuando hay lesiones en la médula espinal, el profesional sanitario buscará el
dermatoma afectado. Para ello, comenzará por la parte de la piel la que el paciente ha
notado cambios. La recorrerá con un alfiler o un tenedor a ambos lados del cuerpo
hasta llegar a la sensación normal.
También puede comprobar si capta la vibración a lo largo de las vértebras. Por lo
general, el nivel sensorial se encuentra dos o tres niveles por debajo de la lesión.
Miotomas
Un miotoma es aquella porción de músculo esquelético inervado por un
nivel medular espinal único o, en un lado, por un solo nervio espinal. Los
miotomas son generalmente más difíciles de valorar que los dermatomas, porque
cada músculo esquelético del cuerpo suele estar inervado por nervios derivados
de más de un nivel medular espinal.
Los nervios motores somáticos que se encontraban originariamente asociados
con un somita determinado salen de la región anterior de la médula espinal y,
conjuntamente con los nervios sensitivos del mismo nivel, se convierten en parte de un
nervio raquídeo. Por tanto, cada nervio espinal lleva fibras motoras somáticas a los
músculos que se desarrollaron originalmente a partir del somita relacionado.
El análisis de los movimientos en articulaciones sucesivas puede ayudar a
localizar lesiones en nervios específicos o en un nivel de la médula espinal
determinado. Por ejemplo: Los músculos que mueven la articulación del hombro están
inervados principalmente por nervios raquídeos de los niveles medulares espinales C5 y
C6. Los músculos que mueven el codo están inervados principalmente por nervios
espinales de los niveles medulares C6 y C7. Los músculos de la mano están inervados
principalmente por nervios raquídeos de los niveles medulares C8 y T1.
Etiología
La causa más común es
Una hernia de un disco vertebral
Los cambios óseos debidos a artritis reumatoidea o a osteoartritis, especialmente
en las áreas cervical y lumbar, también pueden comprimir las raíces nerviosas aisladas.
Con menos frecuencia, la meningitis carcinomatosa produce una disfunción focal
de múltiples raíces. Pocas veces, las lesiones ocupantes de espacio espinales (p. ej.,
los abscesos y tumores epidurales, los meningiomas espinales, los neurofibromas)
pueden manifestarse con síntomas radiculares en lugar de los habituales síntomas de la
disfunción de la médula espinal.
La diabetes puede provocar una radiculopatía dolorosa torácica de la extremidad
al causar isquemia de la raíz nerviosa.
Los trastornos infecciosos, como los debidos a micobacterias (p. ej., TBC),
hongos (p. ej., histoplasmosis) o espiroquetas (p. ej., enfermedad de Lyme, sífilis), a
veces afectan las raíces nerviosas. La infección por herpes zóster suele provocar una
radiculopatía dolorosa con pérdida sensitiva en los dermatomas y erupción
característica, pero puede causar una radiculopatía motora con debilidad segmentaria y
pérdida de reflejos. La polirradiculitis inducida por citomegalovirus es una complicación
del sida.
Signos y síntomas
Las radiculopatías tienden a causar síndromes radiculares característicos del
dolor y déficits neurológicos segmentarios basados en el nivel medular de la raíz
afectada (ver Síntomas frecuentes de las radiculopatías según el nivel medular). Los
músculos inervados por la raíz motora afectada se vuelven débiles o atróficos; también
pueden estar flácidos y con fasciculaciones. La afectación de las raíces sensitivas
produce deterioro sensitivo en la distribución de un dermatoma. Los reflejos
osteotendinosos segmentarios correspondientes pueden estar disminuidos o ausentes.
Los dolores similares a golpes eléctricos pueden irradiar a lo largo de la distribución de
las raíces nerviosas afectadas.
Síntomas frecuentes de las radiculopatías según el nivel medular
Nivel Síntomas
Diagnóstico
El médico revisará tu historia clínica, preguntará sobre accidentes o cirugías
previas y hablará contigo sobre los síntomas. El médico también te hará exámenes
físicos y neurológicos. Si el examen neurológico muestra signos de una lesión nerviosa,
el médico puede recomendarte pruebas de diagnóstico, entre ellas:
Electromiografía. En una electromiografía, un electrodo de aguja delgada se
inserta dentro del músculo para registrar la actividad eléctrica del músculo
relajado y en movimiento. La actividad reducida del músculo puede indicar
lesiones nerviosas.
Estudio de conducción nerviosa. Los electrodos ubicados en dos puntos
diferentes del cuerpo miden la manera en la que las señales eléctricas pasan a
través de los nervios.
Resonancia magnética (RM). La resonancia magnética utiliza imanes potentes
y ondas de radio para producir imágenes detalladas de los nervios que puedan
estar lesionados y de la zona afectada.
Tratamiento
Si el nervio está lesionado, pero no se ha dividido en dos, tu equipo de
tratamiento evaluará si se está curando.
Si se está curando correctamente, quizás no necesites una reparación quirúrgica.
Es posible que debas dejar descansar la zona afectada hasta que se cure. Los
nervios se recuperan de manera lenta, y la recuperación total puede tardar varios
meses o años.
Será necesario que te realices controles regulares para asegurarte de que la
recuperación continúe hasta su máximo potencial.
Si tu trastorno se debe a otra enfermedad, tu médico tratará el trastorno oculto.
Según el tipo y la gravedad de la lesión nerviosa, puedes necesitar medicación,
como aspirina o ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) para aliviar el dolor. En
algunos casos, es posible que necesites inyecciones de corticoesteroides para
aliviar el dolor.
Tu médico puede recomendarte fisioterapia para evitar la rigidez y recuperar las
funciones.
Cirugía
Injerto de nervio periférico
Transferencia de nervio
Si uno de los nervios periféricos no logra sanar correctamente, el cirujano puede
utilizar un análisis por electromiografía en el quirófano para evaluar si los nervios con
cicatrices se están recuperando. Realizar un análisis por electromiografía directamente
sobre el nervio es más preciso y confiable que realizarlo sobre la piel.
A veces, una sección del nervio se corta por completo o tiene daños irreparables.
El cirujano puede extraer la sección dañada y volver a conectar las terminaciones
nerviosas en buen estado (reparación nerviosa) o implantar un fragmento de nervio de
otra parte del cuerpo (injerto de nervio). Estos procedimientos pueden ayudar a que los
nervios vuelvan a crecer.
A veces, los cirujanos pueden tomar otro nervio en funcionamiento para hacer
que un nervio lesionado funcione (transferencia de nervio).
Si tienes una lesión nerviosa particularmente grave o alguna lesión que no has
tratado por mucho tiempo, el médico puede recomendarte la cirugía para restablecer el
funcionamiento de músculos fundamentales a través de una transferencia de los
tendones de un músculo a otro.
Restauración del funcionamiento
Varios tratamientos pueden ayudar a restaurar el funcionamiento de los
músculos afectados.
Soportes ortopédicos o férulas. Estos dispositivos ayudan a mantener en la
posición adecuada la extremidad, los dedos, la mano o el pie que se vean
afectados, para mejorar el funcionamiento de los músculos.
Estimulador eléctrico. Los estimuladores pueden activar el músculo que
funciona con un nervio lesionado mientras vuelve a crecer el nervio. Sin
embargo, es posible que este tratamiento no sea efectivo para todas las
personas. El médico hablará contigo acerca de la estimulación eléctrica si esta
es una opción.
Fisioterapia y terapia ocupacional. La terapia implica realizar movimientos
específicos o ejercicios que mantengan activos a los músculos y las
articulaciones afectados. La fisioterapia puede prevenir la rigidez y ayudar a
restaurar tanto el funcionamiento como la sensibilidad.
Ejercicio. El ejercicio ayuda a mejorar la fuerza de los músculos, conserva la
amplitud de movimiento y disminuye los calambres musculares.