• En su escrito “Los sacramentos de la vida”, el teólogo brasileño
Leonardo Boff intenta presentar cada aspecto de la vida sacramental de la Iglesia utilizando analogías con aspectos de la vida cotidiana, por lo que en su octavo apartado compara la sacramentalidad de la Iglesia con la casa en la que el hombre ha crecido y ha “echado raíces”, pues esta figura genera la sensación y la convicción de la familiaridad y refugio seguro. El llegar de retorno
• Llama la atención que compara el estar en la Iglesia con un viajero
que después de mucho tiempo fuera del hogar regresa a este; explica que solo en la lejanía es que se logra valorar completamente la riqueza de tener una casa, por lo que, a los primeros indicios del mismo a su retorno, experimenta una emoción indescriptible al saberse de nuevo en ese ambiente que le brinda seguridad y alegría. Pero ¿qué relación tiene esto con los sacramentos?
• Para Boff la Iglesia toda es un sacramento y por lo tanto ofrece a
sus hijos estos aspectos de la seguridad, calor de hogar y, sobre todo, instrumentos seguros de salvación. Manifiesta que todos los aspectos de la Iglesia poseen ese carácter sacramental que sostiene la fe de sus miembros: el credo, la liturgia, las tradiciones, la institución, el código de derecho canónico, etc. Una aclaración
• No obstante, vuelve a hacer una comparación con la casa para
esclarecer un aspecto muy importante:
• a) La casa no se vuelve un sacramento por las cuatro paredes en sí
mismas, ni por el piso, el techo y los demás elementos, sino por quienes la habitan puesto que ellos se sostienen y cobijan con los elementos estructurales. • b) De la misma forma, la Iglesia se convierte en sacramento por la presencia de Cristo en ella, pues se manifiesta a los hombres a través de los signos sensibles llamados sacramentos. • El autor sabe perfectamente que el Hijo de Dios pudo haberse manifestado individualmente a cada hombre sin necesidad de la mediación de una Iglesia, pero Él así lo quiso para encarnar estos instrumentos de salvación en la humanidad y realidad material de sus miembros para que pudiese ser comprendido de una mejor forma. Pero hace la aclaración de que esto no puede equipararse de ninguna manera a la unión hipostática de las dos naturalezas de Cristo. • Cristo es sacramento del Padre y la Iglesia es sacramento de Cristo. Muchas gracias Por su atención