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Los discípulos tuvieron temor en varias ocasiones. ¿Sabrías decir cuales fueron
estas ocasiones?
4. “Y atemorizados, se maravillaban”
(Lucas, 8: 25) Jesús calma la tempestad
5. “Espantados y atemorizados
pensaban que veían un espíritu”
(Lucas, 24: 37) La transfiguración
“El perfecto amor echa fuera el temor” (1ª de Juan, 4: 18) El amor de Dios,
manifestado en la vida, muerte y resurrección de Jesús tiene suficiente poder en
nuestras vidas para echar fuera cualquier temor [miedo]
Cuando nos
encontramos en
situaciones
angustiosas,
tendemos a
pensar que Dios
no se preocupa
por nosotros y,
por tanto,
tenemos miedo
porque nos
sentimos solos.
Pero Jesús
siempre está
con nosotros.
“Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la
gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro”
(Hebreos, 4: 16)
“Cuando las tempestades de la tentación nos rodean y fulguran los
fieros rayos y las olas nos cubren, batallamos solos con la
tempestad, olvidándonos de que hay Uno que puede ayudarnos.
Confiamos en nuestra propia fuerza hasta que perdemos nuestra
esperanza y estamos a punto de perecer. Entonces nos acordamos
de Jesús, y si clamamos a él para que nos salve, no clamaremos en
vano. Aunque él con tristeza reprende nuestra incredulidad y
confianza propia, nunca deja de darnos la ayuda que necesitamos.
En la tierra o en el mar, si tenemos al Salvador en nuestro corazón,
no necesitamos temer. La fe viva en el Redentor serenará el mar de la
vida y de la manera que él reconoce como la mejor nos librará del
peligro”
Elena G. White F. Wheeler Guillermo Miller Himes Hiram Edson Jaime White Jhon Bates
Urías Smith J. H. Waggoner Loughborough John N. Adrews Raquel Preston Jhon Byington Stephen Haskell