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DE AMPARO
DR. ALEJANDRO TADEO VILLANUEVA ARMENTA.
El Control de la Constitucionalidad en
el mundo actual.
Para poder referirnos al juicio de amparo y estar en aptitud de analizar sus características tanto
teóricas como prácticas, siempre es necesario vislumbrar y delimitar su naturaleza.
En tal sentido, es necesario retomar el tema de control de la constitucionalidad para poder
ubicar al juicio de amparo dentro del mismo y poder referirnos a él de la mejor forma, evitando
que en la práctica se le continúe enunciando de forma indebida como un medio “de control
constitucional” o peor aún, como un recurso constitucional.
Así, para lograr tal cometido, es necesario referir que a nivel mundial, se ha concebido una
rama del conocimiento en materia jurídica dentro del Derecho Constitucional que se encarga del
análisis del control de la constitucionalidad de los actos de autoridad.
Es importante mencionar en tal sentido, que tal materia denominada Control de la
Constitucionalidad, debe ser concebida como una materia que si bien, se sitúa dentro del
Derecho Constitucional, por su propio ámbito resulta autónoma, debido a que a través de su
estudio podrá establecerse la posibilidad de concebir los diferentes sistemas y medios de
control que existen y se han concebido en diversas latitudes del mundo para controlar y
sujetar los actos de las autoridades a los mandatos y postulados de la propia Constitución.
Por tal motivo, se ha insistido por quien diserta sobre este tema, que la materia de control
de la constitucionalidad sea una materia autónoma, que se brinde a los estudiantes mediante
cátedras independientes y autónomas de lo que implica por sí mismo el derechos
Constitucional y del Derecho de Amparo, ya que si bien tiene estrecha relación con ellas, se
insiste, sus instituciones, sistemas, procesos, son y deben analizarse de forma especializada
y autónoma.
El concepto de control de la constitucionalidad.
Estudio anti dogmático.
Así, surge la idea del Control de la Constitucionalidad que principalmente se refleja en dos
vertientes, una de ellas concebida por Hans Kelsen, denominada Sistema de Control
Concentrado o Austriaco y otra más que surge del caso Madbury Vs Madison, denominado
Sistema de Control Difuso o Norteamericano.
Sistema de Control de la
Constitucionalidad Concentrado.
Este sistema de Control de la Constitucionalidad de los actos de autoridad, se atribuye generalmente
al jurista Austriaco Hans Kelsen, para quien existe la necesidad de existencia de un órgano
jurisdiccional especial y especializado que se encargue de controlar los actos de las autoridades. Así
de forma privativa y especial, ese órgano jurisdiccional es denominado por el propio autor como
Tribunal Constitucional.
En ese sentido, para poder concebir de una forma mucho más explícita y correcta ese concepto al que
aludió Kelsen, es susceptible acudir actualmente a la página electrónica por ejemplo del Tribunal
Constitucional Español, frente a la página de nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
donde podrá advertirse que en el caso de aquél Tribunal su conocimiento es privativo de ciertos casos
eminentemente constitucionales, pero en el caso de la Suprema Corte de nuestro país, del listado de
asuntos que conoce podremos percatarnos que incluso conoce de cuestiones de legalidad.
El propio Kelsen ha denominado a la jurisdicción constitucional como su “obra más personal”.
Es sabido que el Tribunal Constitucional austriaco es el Tribunal Constitucional especializado
más antiguo del mundo y ha influido considerablemente, como tal, en el desarrollo
constitucional en Europa, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX.
Por ello, a este modelo austriaco de examen judicial de las leyes se le designa también, sobre
todo en los países romanistas, como modelo kelseniano.
De acuerdo a la Constitución austriaca las sentencias tienen efectos ex nunc o hacia el futuro.
La Carta dispone expresamente que el fallo del Tribunal Constitucional por el que se anule una
ley como anticonstitucional, obliga al canciller federal o al gobernador regional competente a
publicar sin demora la derogación, y que la anulación entrará en vigor el día de la
promulgación, si el Tribunal Constitucional no hubiese fijado un plazo para la expiración de la
vigencia, plazo que no podrá exceder de un año.
Así, las características esenciales de este Sistema, son las siguientes:
En ese sentido, me he encontrado en diversas ocasiones que cuando comenzamos un taller, curso,
o la propia materia de Control de la Constitucionalidad en alguna Universidad que la tiene como
materia autónoma y pregunto el concepto de juicio de amparo, algunos compañeros me definen a
esa institución jurídica como un medio de control constitucional e incluso, como lo señalé al inicio
de esta disertación como un recurso.
Por tal motivo, con la finalidad de describir de forma concreta a esa Institución jurídica, es
necesario considerar que se trata de un medio de control de la constitucionalidad concreto.
Si lo analizamos al juicio de amparo desde esa perspectiva que fue anunciada en la diapositiva
que antecede, podremos percatarnos que estamos empleando conceptos de los cuales ya nos
hemos venido refiriendo, al enunciar que se trata de un medio de control (se controlan los
actos de las autoridades) de la constitucionalidad (los actos de las autoridades se tendrán que
ajustar a los mandatos, principios y valores de la Constitución, porque en un Estado
Constitucional de Derecho, nada ni nadie puede estar por encima de la Constitución).
Sin embargo, agregamos un ingrediente adicional, que fue denominar al juicio de amparo
como medio de control de la constitucionalidad CONCRETO.
Este concepto tiene una razón de ser que parte de los llamados “Principios” o estructuras que
rigen al juicio de amparo.
PRINCIPIOS RECTORES DEL JUICIO
DE AMPARO.
Efectivamente, existen algunas estructuras, o lo que en la doctrina jurídica se ha denominado
“Principios” que rigen la existencia y funcionalidad del juicio de amparo, los cuales se traducen
en los siguientes:
A) Principio de instancia de parte agraviada.
B) Principio de agravio personal y directo.
B)Principio de definitividad.
C) Principio de prosecución judicial
D) Principio de estricto derecho
E) Principio de relatividad de las sentencias.
El último de los principios mencionados es el que la da la nota distintiva al juicio de amparo
frente a los restantes medios de control de la constitucionalidad en vía jurisdiccional debido que
a diferencia con aquellos, en el caso de las sentencias que se dictan en los juicios de referencia
los efectos se limitan única y exclusivamente a la persona (física o ente jurídico) que promueve
la demanda y obtiene la protección constitucional.
Efectivamente en las controversias constitucionales y acciones directas de inconstitucionalidad,
los efectos de las ejecutorias que llegan a dictarse en ellas tienen alcances generales sin
necesidad de efectuar una declaratoria general de inconstitucionalidad adicional, por eso esos
diversos medios de control de la constitucionalidad se denominan medios de control de la
constitucionalidad abstractos.
Particularidades del juicio de amparo.
Cobran singular importancia para efectos del juicio de amparo, diversas disposiciones de la Ley Reglamentaria de los artículos
103 y 107 constitucionales, dentro de las cuales ubicamos las siguientes:
“Artículo 1o. El juicio de amparo tiene por objeto resolver toda controversia que se suscite:
I. Por normas generales, actos u omisiones de autoridad que violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas
para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como por los tratados internacionales de
los que el Estado Mexicano sea parte;
II. Por normas generales, actos u omisiones de la autoridad federal que vulneren o restrinjan la soberanía de los Estados o la
esfera de competencias del Distrito Federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías
otorgadas para su protección por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; y
III. Por normas generales, actos u omisiones de las autoridades de los Estados o del Distrito Federal, que invadan la esfera de
competencia de la autoridad federal, siempre y cuando se violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas
por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u omisiones por parte de los poderes públicos o de
particulares en los casos señalados en la presente Ley.”.
El referente a las partes en el juicio de amparo, que es el numeral 5°, donde se dispone quiénes son partes en él, señalando
específicamente lo siguiente:
Artículo 5o. Son partes en el juicio de amparo:
I. El quejoso.
II. La autoridad responsable
III. El tercero interesado, pudiendo tener tal carácter:
a) La persona que haya gestionado el acto reclamado o tenga interés jurídico en que subsista;
b) La contraparte del quejoso cuando el acto reclamado emane de un juicio o controversia del orden judicial, administrativo, agrario o
del trabajo; o tratándose de persona extraña al procedimiento, la que tenga interés contrario al del quejoso;
c) La víctima del delito u ofendido, o quien tenga derecho a la reparación del daño o a reclamar la responsabilidad civil, cuando el
acto reclamado emane de un juicio del orden penal y afecte de manera directa esa reparación o responsabilidad;
d) El indiciado o procesado cuando el acto reclamado sea el no ejercicio o el desistimiento de la acción penal por el Ministerio
Público;
e) El Ministerio Público que haya intervenido en el procedimiento penal del cual derive el acto reclamado, siempre y cuando no tenga
el carácter de autoridad responsable.
IV. El Ministerio Público Federal en todos los juicios, donde podrá interponer los recursos que señala esta Ley, y los existentes en
amparos penales cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales, independientemente de las obligaciones que la misma ley le
precisa para procurar la pronta y expedita administración de justicia.
Plazo para la promoción del juicio de
amparo.
Artículo 17. El plazo para presentar la demanda de amparo es de quince días, salvo:
I. Cuando se reclame una norma general autoaplicativa, o el procedimiento de extradición, en que será de treinta
días;
II. Cuando se reclame la sentencia definitiva condenatoria en un proceso penal, que imponga pena de prisión, podrá
interponerse en un plazo de hasta ocho años;
III. Cuando el amparo se promueva contra actos que tengan o puedan tener por efecto privar total o parcialmente, en
forma temporal o definitiva, de la propiedad, posesión o disfrute de sus derechos agrarios a los núcleos de población
ejidal o comunal, en que será de siete años, contados a partir de que, de manera indubitable, la autoridad responsable
notifique el acto a los grupos agrarios mencionados;
IV. Cuando el acto reclamado implique peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de
procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro, desaparición forzada de personas
o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como
la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales, en que podrá presentarse en cualquier
tiempo.
Amparo indirecto.
Artículo 107. El amparo indirecto procede:
I. Contra normas generales que por su sola entrada en vigor o con motivo del primer acto de su aplicación
causen perjuicio al quejoso.
II. Contra actos u omisiones que provengan de autoridades distintas de los tribunales judiciales,
administrativos o del trabajo;
III. Contra actos, omisiones o resoluciones provenientes de un procedimiento administrativo seguido en forma
de juicio, siempre que se trate de:
a) La resolución definitiva por violaciones cometidas en la misma resolución o durante el procedimiento si por
virtud de estas últimas hubiere quedado sin defensa el quejoso, trascendiendo al resultado de la resolución; y
b) Actos en el procedimiento que sean de imposible reparación, entendiéndose por ellos los que afecten
materialmente derechos sustantivos tutelados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte;
IV. Contra actos de tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del trabajo realizados fuera de juicio o
después de concluido.
V. Contra actos en juicio cuyos efectos sean de imposible reparación, entendiéndose por
ellos los que afecten materialmente derechos sustantivos tutelados en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte;
VI. Contra actos dentro o fuera de juicio que afecten a personas extrañas;
VII. Contra las omisiones del Ministerio Público en la investigación de los delitos, así como
las resoluciones de reserva, no ejercicio, desistimiento de la acción penal, o por suspensión
de procedimiento cuando no esté satisfecha la reparación del daño;
VIII. Contra actos de autoridad que determinen inhibir o declinar la competencia o el
conocimiento de un asunto, y
IX. Contra normas generales, actos u omisiones de la Comisión Federal de Competencia
Económica y del Instituto Federal de Telecomunicaciones.
Amparo directo.
Artículo 170. El juicio de amparo directo procede:
I. Contra sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio, dictadas por tribunales judiciales, administrativos, agrarios o del
trabajo, ya sea que la violación se cometa en ellos, o que cometida durante el procedimiento, afecte las defensas del quejoso trascendiendo al
resultado del fallo.
Se entenderá por sentencias definitivas o laudos, los que decidan el juicio en lo principal; por resoluciones que pongan fin al juicio, las que sin
decidirlo en lo principal lo den por concluido. En materia penal, las sentencias condenatorias, absolutorias y de sobreseimiento, podrán ser
impugnadas por la víctima u ofendido del delito.
Para la procedencia del juicio deberán agotarse previamente los recursos ordinarios que se establezcan en la ley de la materia, por virtud de los
cuales aquellas sentencias definitivas o laudos y resoluciones puedan ser modificados o revocados, salvo el caso en que la ley permita la renuncia de
los recursos.
Cuando dentro del juicio surjan cuestiones sobre constitucionalidad de normas generales que sean de reparación posible por no afectar derechos
sustantivos ni constituir violaciones procesales relevantes, sólo podrán hacerse valer en el amparo directo que proceda contra la resolución
definitiva.
Para efectos de esta Ley, el juicio se inicia con la presentación de la demanda. En materia penal el proceso comienza con la audiencia inicial ante el
Juez de control;
II. Contra sentencias definitivas y resoluciones que pongan fin al juicio dictadas por tribunales de lo contencioso administrativo cuando éstas sean
favorables al quejoso, para el único efecto de hacer valer conceptos de violación en contra de las normas generales aplicadas.
En estos casos, el juicio se tramitará únicamente si la autoridad interpone y se admite el recurso de revisión en materia contencioso administrativa
previsto por el artículo 104 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El tribunal colegiado de circuito resolverá primero lo
relativo al recurso de revisión contencioso administrativa, y únicamente en el caso de que éste sea considerado procedente y fundado, se avocará al
estudio de las cuestiones de constitucionalidad planteadas en el juicio de amparo.
Criterios referentes a sucesiones dignos de considerar.