Solís Torres Miguel Angel & Immanuel Becerril Hernández Pablo Julián Calixto Hernández Samuel Kant Ordoñez Santiago Saul Immanuel Kant
• El primero y más importante
representante del criticismo y precursor del idealismo alemán. Immanuel Kant está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. • Filósofo alemán. Hijo de un modesto guarnicionero, fue educado en el pietismo. En 1740 ingresó en la Universidad de Königsberg como estudiante de teología y fue alumno de Martin Knutzen, quien lo introdujo en la filosofía racionalista • residió por unos meses en Arnsdorf como preceptor, actividad a la cual se dedicó para ganarse el sustento luego de la muerte de su padre, en 1746. Tras doctorarse en la Universidad de Königsberg a los treinta y un años, ejerció en ella la docencia • Crítica de la razón pura (1781), en la que examinó Crítica de la las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual. Diferenciaba los modos
razón pura de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas.
Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto. • Denominadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en sí mismo. David Hume
• Nacido en el seno de una familia
emparentada con la aristocracia, aunque de modesta fortuna, David Hume estudió durante un tiempo leyes en la Universidad de Edimburgo por voluntad de su familia, pero su falta de interés determinó que abandonara la carrera y se viese obligado a buscar la manera de ganarse la vida. • Filósofo británico. Es el último de los grandes representantes del empirismo inglés, amplia corriente filosófica en que lo precedieron Francis Bacon, John Locke y George Berkeley. • Se ha considerado a Hume como uno de los máximos representantes del llamado empirismo inglés; su análisis crítico del conocimiento, que ejerció sobre Kant una decisiva y reconocida influencia, insistió en la importancia de investigar el origen de las ideas, que él entendía como copias o imágenes de las impresiones (sensaciones, pasiones, emociones). • Imposible cualquier otra forma de razonamiento, lo que suponía rechazar como falsas las proposiciones de la metafísica o la teología, sometió a crítica toda clase de ideas, y refutó en especial las de sustancia, existencia y relación causal. • El origen de la idea de causa hay que buscarlo, por tanto, en el hábito psicológico de percibir determinadas sensaciones de forma simultánea o sucesiva, sin que dicha idea encierre ninguna necesidad lógica o racional. Hume sostiene que todo conocimiento deriva en última instancia de la experiencia sensible, siendo esta la única fuente de conocimiento. Sus Ensayos filosóficos sobre el entendimiento humano se publicaron en 1748.En cuanto a la moral, sostiene que la razón debe ser esclava de los sentimientos o pasiones. Solo las pasiones pueden movernos; la razón debe estar a su servicio. Las reglas de la moral y de la justicia tienen un carácter puramente convencional. No existe una necesidad racional que nos lleve a respetar esas reglas (la propiedad privada, la obediencia a las leyes, el respeto a las promesas, etc.). Observar estas reglas, así como otras convenciones (e.g., las de la modestia y la castidad) es algo bueno solo por la utilidad social que traen. Si las condiciones sociales fueran diferentes, esas normas no tendrían sentido.En 1752 aparecieron sus Discursos políticos, y un año después, tras volver a intentar una cátedra en la universidad, le nombraron titular de la Biblioteca de la abogacía de la ciudad. Escribió por entonces su obra de seis volúmenes Historia de Inglaterra, que apareció por entregas desde 1754 hasta 1762 y, hasta 1765, desempeño el cargo de secretario del embajador británico en París.Conoció al filósofo francés Jean-Jacques Rousseau, quien le acompañó en su regreso al Reino Unido. Pasó a ser subsecretario de Estado en Londres (1767-1768), y después se retiró a Edimburgo, donde permaneció el resto de su vida Durante más de cuarenta años, se dedicó por entero a la actividad docente, a la investigación filosófica y a la redacción de sus obras, que marcaron un hito muy importante en el desarrollo de la historia de la filosofía. Resultó un profesor apreciado por sus alumnos, a los que sabía estimular en sus deseos de saber y conocer más. Sus enseñanzas religiosas se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina y le crearon problemas con el gobierno de Prusia.En 1792 Federico Guillermo II, le prohibió impartir clases o escribir sobre asuntos religiosos. Acató la orden durante cinco años, hasta la muerte del rey, y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1798, ya retirado de la docencia universitaria, publicó un epítome donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa.El primero y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán. Immanuel Kant está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. La teoría empirista de Hume 1. No existen los conocimientos innatos Los seres humanos llegamos a la vida sin saberes previos ni esquemas de pensamiento que delimiten cómo debemos concebir la realidad. Todo lo que llegaremos a saber será gracias a la exposición a las experiencias. • 2. Existen dos tipos de contenidos mentales Hume distingue entre las impresiones, que son esos pensamientos que se fundamenta en cosas que hemos experimentado a través de los sentidos, y las ideas, que son copias de las anteriores y su naturaleza es más ambigua y abstracta al no tener los límites ni los detalles de algo que se corresponde con una sensación originada por ojos, oídos, etc. • 3. Hay dos tipos de enunciados A la hora de explicar la realidad, Hume distingue entre los enunciados demostrativos y los probables. Los demostrativos, como su nombre indica, son aquellos cuya validez puede ser demostrada evaluando su estructura lógica. Los probables, en cambio se refieren a lo que ocurre en un tiempo y en un espacio determinados, y por consiguiente no se puede saber con total seguridad si son ciertos en el momento en el que se enuncian. Por ejemplo: "mañana lloverá". • 4. Necesitamos los enunciados probables A pesar de que no nos podamos fiar totalmente de su validez, necesitamos respaldarnos con enunciados probables para vivir, es decir, confiar más en unas creencias y menos en otras. De no ser así estaríamos dudando de todo y no haríamos nada. • 5. Las limitaciones del pensamiento inductivo Para Hume, nuestras vidas se caracterizan por estar asentadas sobre la creencia de que conocemos ciertas características invariables acerca de la naturaleza y todo lo que no rodea. Estas creencias nacen a partir de la exposición a varias experiencias similares.