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En 1734 inicia estudiando derecho, por el deseo de su padre que quería educarlo en
las leyes. Este mismo año viaja a Francia a las regiones de Reimgs, Neeche y en Aju.
Hume, en sus días en Francia conoce a Jean Jacques Rousseau (fue un hombre polímata
considerado como el emancipador de las primeras ideas prerrevolucionarias y unos de
los ilustrados suizos y de Francia) pues por lo que tiene un buen trato, a consecuencia de
esta confianza David Hume recibe las ideas de la Ilustración. pero por algunos
problemas que tiene rompe esta relación. La idea principal de la ilustración, era de
poner la razón al centro de todo, eliminar toda ignorancia, superstición y la tiranía, para
construir de nuevo el mundo. A causa de la influencia de los ilustrados, Hume se inclina
a escribir su obra del “Tratado”; propiamente que trata del entendimiento humano y de
las pasiones. Por lo que contribuirá en la ilustración que estaba en desarrollo en Escocia,
caracterizado por ser unos de los impulsores de este movimiento en su tierra. Fue
cuando escribió su primera obra “Tratado de la naturaleza humana. En 1737 pasa a
Londres, donde publica el Tratado que no tuvo una gran acogida, que ni siquiera pudo
levantar honores que se merecía. En 1742 hace imprimir sus ensayos sobre moral,
política y algunos escritos de literatura. Estos ensayos si tuvieron un mejor recibimiento,
lo que lo hace olvidar el primer fracaso que tuvo en su primera publicación. Adán
Smith, su amigo, que era un economista escoces “no se desdeñó en juntarlas y
aumentarlas en su libro “Tratado de la riqueza de las naciones”. (libro publicado en el
año 1776), obra donde le ayudo la mayor reputación en Europa a Hume. La segunda
obra que escribió David Hume en el año 1748 es la “Investigación sobre el
entendimiento humano”. Con el fin de propagar nuevamente sus ideas, que ya estaban
en sus primeros escritos. Pero ahora escribe un libro más corto, entendible y, sobre todo
más polémico es decir despertar interés en la gente de la época.
Por otra parte, recibe una influencia indirecta de Newton, pues este tiene un deseo de
ser el “Newton de las ciencias morales” 2. (Félix Duque, estudios preliminares, “tratado
de la naturaleza humana”, XXI.). en ese sentido, en su asociacionismo de Hume es muy
claro este influjo; es evidente que se parece a la teoría de la atracción de Newton. Pero
1
Fraile, historia de la filosofía, 839
2
Hume, tratado de la naturaleza humana, XXI
no se sabe con exactitud si es que ha recibido clases Colin Maclaurin el mejor discípulo
de Newton.3
Locke nos informa de que hay una distinción principal entre dos tipos de
pensamientos claros que nos facilita nuestras sensaciones. El primero son las cualidades
primarias; esto consiste que las ideas se asemejan a sus causas que son inseparables del
cuerpo y que todos son cuantificables y medibles con la matemática como pueden ser:
textura, movimiento, escala, forma, etc. En segundo son las cualidades secundarias son
poderes para producir nuestras ideas, es decir que no tienen semejanza con algo presente
en el cuerpo, es esto encontramos los colores, sonidos y gustos. “Locke sigue en este
punto la tesis cartesiana que niega la objetividad de las cualidades secundarias” 4. Pero
para no contradecirse que él es filósofo anti-innatismo, afirma que esas potencias están
en la cosa misma, también que estas cualidades secundarias son modos de las
primarias.5
Dentro del empirismo, los filósofos de esta corriente tampoco coincidían con la
misma forma de pensamiento. Y la más clara esta, en la forma de ver la realidad: John
3
Cfr. Duque, estudios preliminares, tratado de la naturaleza humana, XXI
4
Santacruz, historia de la filosofía moderna, 248
5
Cfr. Ibid.248
Locke por su parte afirma que no existe las ideas innatas y el determinismo, rechazando
así la idea absoluta. George Berkeley su postura es el idealismo subjetivo, negando la
realidad de abstracciones como materia extensa. Con toda esta corriente de su época
David Hume radicalizará todas estas posturas; aseverando que todo conocimiento es de
la experiencia sensible. Lo valido en la ciencia es la física de Newton.
Como sabemos, el empirismo moderno fue iniciado Francis Bacon, luego por John
Locke y a lo largo de este camino fue avanzando y desarrollándose con Berkeley, llega
en un punto donde este empirismo llega a la cumbre con nuestro filosofo David Hume,
que desarrolla una filosofía empírica muy radical afirmando que el conocimiento solo
viene de nuestras percepciones de hechos que experimentamos. Locke en su filosofía ya
afirmó que las percepciones propiamente van a depender de la experiencia. David Hume
estará de acuerdo Locke que todas nuestras percepciones se fundamentan y se originan
en la experiencia. Por parte de Berkeley, como menciona Félix Duque en sus estudios
preliminares del tratado en primer momento no se podría afirmar que tuvo Hume una
influencia directa que recibió6. Pero es cierto “las ideas generales (I, I,7) y del espacio y
6
Cfr. Duque, estudios preliminares, tratado de la naturaleza humana, XIX.
tiempo como conjuntos de puntos sólidos y coloreados (I, II, 2) tiene un sabor
Berkeliano”7. Esto, por una parte, nos podría decir que, si hubo una influencia, pero no
hay ninguna fuente que diga tal cosa con seguridad. En 1740 antes de que escribiera su
Apéndice, es donde comienza a leer a Berkeley.
Hume estando en Francia casi tres años, redactando su obra. Indudablemente recibió
la influencia de algunos escépticos como Montaigne, sobre todo Pierre Bayle; esto lo
podemos apreciar en “los argumentos sobre la naturaleza y limitaciones de la
matemática”8. También vale mencionar a Nicolas Malebranche, que ejerce una
importante influencia en Hume, pues toda la crítica de la causalidad será aprovechada
por este filosofo escoces.
Quizás lo que reamente Hume quería presentar es la idea de introducir toda la ciencia
y la filosofía sobre un novedoso fundamento. “que todas las ciencias se relacionen con
la naturaleza humana”10. Con todo esto poniendo siempre el intento de explicar los
principios de su Tratado, Y sería una ciencia segura sin ningún tipo de inseguridades.
Ateniendo que esta investigación será el fundamento de toda la demás ciencia, con una
base bien sólida, la observación y la experiencia. Su preocupación como tal el hombre,
dirigiendo la conducta para hacerle feliz. David Hume afirma que todo nuestro
conocimiento viene de los sentidos, dividiendo en dos partes: las ideas y las
impresiones. Con certeza podemos apreciar este método científico experimental de
Newton que aplica este filosofo. Todo esto es contra los filósofos racionales, afirmando
que nuestras pasiones, más que la razón, también son las que gobiernan nuestro
comportamiento humano y otro de los argumentos que pone Hume es con respecto de la
“idea y causas”, puesto que aquí no puede justificarse con la razón, sino es la costumbre
7
Ibid. XIX
8
ibid. XIX
9
ibid. XXI
10
Santacruz, historia de la filosofía moderna, 296.
es la que prima. Un rechazo total de la metafísica clásica y también la racional,
afirmando que debemos construir otra metafísica con único fin de desaparecer la
primera metafísica que ha sido adulterada y falsa por mucho tiempo. Es decir, esta es
“la verdadera metafísica que no destruye la razón” 11. Edificar un conocimiento a base de
lo empírico experimental.
11
Ibid. 297
y sin contradicciones”12 hasta siendo reconocidos por Hume mismo, solo viendo una
parte dentro del apéndice que el mismo acepta algunas errores o faltas que hay dentro de
sus escritos, como por ejemplo del problema del “yo”.
1. AUTOBIOGRAFÍA.
2. LIBRO PRIMERO: Del entendimiento. Esta divido en cuatro partes
- Parte primera: de las ideas, su origen, composición, conexión, etc.
- Parte segunda: de las ideas del espacio y tiempo.
- Parte tercera: del conocimiento y la probabilidad.
- Cuarta parte: del escepticismo y otros sistemas de filosofía.
12
Ibid. 297
Capitulo II PROBLEMA CENTRAL DEL CONOCIMIENTO DEL “YO”
Mientras, que el empirismo moderno, con uno de los más importantes representantes
David Hume niega toda posibilidad de un conocimiento racional del “yo”. En este
capítulo desarrollaremos a profundidad que es lo que nos dice este filosofo escoces
sobre el “yo” desde sus principios filosóficos.
David Hume, trata propiamente de este tema en la IV parte, sección VI del libro
primero de su tratado haciendo un trabajo de explicarnos de una imposibilidad de un
conocimiento racional y metafísico de nuestro “yo”. Este filosofo escoces, no estará de
acuerdo con toda la explicación y pensamiento que ha dado, pues esto lo deja en claro
en su “apéndice”. No quedando satisfecho, con su propósito que inicialmente se había
trazado en sus escritos de la identidad personal.
Este filosofo en su intento de explicar un verdadero conocimiento de la naturaleza
humana, hace un riguroso estudio epistémico. Al final termina diluyendo solo a un
conjunto de percepciones sin ningún fundamento.
Hume con sus principios filosóficos no admite esta postura de Jon Locke. Porque
ciertamente deduciendo Hume dirá no es posible que el “yo” sea un conjunto de
conciencia o de recuerdos. Ya que nosotros mismos no podemos captarnos a nosotros
mismos es decir nuestra propia identidad, ya que no tenemos ninguna percepción o
impresión perfecta del “yo”.
13
Hume. Tratado de la naturaleza humana, 353
14
Locke, ensayo sobre el entendimiento humano, 314.
15
Ibid. 319
La existencia de un “yo”, distinto del cuerpo y considerada como substancia, pues
evidentemente había sido pensado por Descartes la (res cogitans). Aquí según Hume se
encuentra el problema que en todo momento sentimos la existencia y continuidad de
una identidad permanente y estable del “yo”, por consecuencia no necesitaría una
demostración. De este modo el desarrollo filosófico del “empirismo” es una
consecuencia lógica del “racionalismo”. Lo mismo también en la preeminencia del
cogito: fue remplazada por una conciencia movilizada por lo externo. En su libro el
Tratado Hume hace un ataque al “yo” de Rene Descartes, a esa concepción de
substancia pensante (cogito) y también la necesidad como norma del entendimiento
humano no podía ser el fundamento de la ciencia.
Primero Hume rechazó las ideas innatas, sosteniendo que no existe las ideas previas
a la percepción, lo que se piensa se extrae de lo que se percibe, es decir que nuestro
conocimiento deriva de la experiencia sensible que tengamos de la realidad.
Segundo argumento que el razonamiento intuitivo como fuente del conocer del “yo”
según Descartes y la creencia en la idea de la causalidad estos no se podrían justificarse
racionalmente, como el mismo dirá que son una mera costumbre y un hábito mental.
Para tener más claro este problema de la inducción significa que para sacar cualquier
inferencia causal de nuestra experiencia pasada es necesario que supongamos que el
futuro se parecerá al pasado, puesto que es una presuposición de que no se puede
fundamentar en la experiencia previa.
Pero aquí Hume se enreda con este problema; es cierto que cada hombre siente que
tiene un “yo”, por eso en la vida diaria acostumbramos a decir “yo soy…” pero si
profundizamos y reflexionamos de quienes somos en verdad. Solo llegaremos a la
misma dificultad que tiene Hume, de no poder atrapar a ese “yo” permanente, tampoco
podremos definir esta realidad misteriosa que hay en nosotros. Quizás a este
conocimiento, la posibilidad que nos podría acercar seria nuestras acciones accidentales
que el hombre tiene y no hay otra opción mas que esta. A todo esto, Hume llamará una
costumbre que utilizamos para llamar que tenemos una existencia de un “yo”.
David Hume con su filosofía intenta refutar todo el conocimiento racional
especialmente del “yo”. Llegando a afirmar que si eliminaríamos todos los recuerdos,
sentimientos, toda la parte sensible, mi yo resultaría aniquilada y se puede deducir que
Hume lo relaciona al “yo” a un conjunto de recuerdos relacionados a una psicología y
acciones del cuerpo sensible. De esta manera en su tentativa de negar toda imposibilidad
de un conocimiento, solo recurre a otras explicaciones, y cae en un escepticismo.
Reconociendo algunas contradicciones y errores que tiene en el apéndice.
Para David Hume las impresiones son las percepciones tal y como aparecen por
primera vez en nuestra mente, es decir con un grado de mayor privacidad y fuerza. Que
a su vez pueden ser divididos como el mismo lo afirma “todas las percepciones de la
mente humana se reducen a dos géneros distintos que yo llamo impresiones e ideas” 16
(tratado de la N. H- P). Así mismo también para Hume, las impresiones son los
contenidos de nuestra conciencia a partir de las cuales podemos edificar todo
conocimiento sobre la realidad que está en torno a nosotros. Es decir, son el origen y
límites del conocimiento. También a veces sucede que las impresiones son tan débiles y
tan ligeras que no se pueden llegar a distinguir de las ideas. Resumiendo, que la
impresión es sentida, mientras que la idea es pensada.
Afirma Hume “La facultad por la que reproducimos nuestras impresiones del primer
modo es llamada memoria, y aquella que las reproduce del segundo, imaginación.” 19( T.
N, HUMANA. 25). Puesto que hallamos por experiencia cuando una impresión ha
estado presente, este aparece como idea. Este puede ser de dos maneras: cuando retiene
en su aparición un grado notable de la primera vivacidad, entonces es de algún modo
intermediara entre una impresión y una idea, o también puede ser que cuando pierda esa
vivacidad y es enteramente idea.
Púes ya la primera vista las ideas de la memoria son mas vividas y sólidos que las de
la imaginación, y que la primera facultad nos muestra objetos con mayor precisión que
la imaginación. Cuando recordamos un hecho pasado, asevera Hume “su idea surge en
el espíritu con energía, mientras que en la imaginación la percepción es débil y lánguida
18
Cfr. Santa cruz, historia de la filosofía moderna, 300
19
Hume, tratado de la naturaleza humana, 25
y no puede ser mantenida por el espíritu, sin dificultad invariable y uniforme, durante
algún tiempo considerable”20(ibid.).
También hay otra diferencia, no menos evidente entre estas dos clases de ideas: a
pesar que ni las ideas de la memoria ni de la imaginación, ni las ideas fuertes o vivaces
ni las tenues, pueden aparecer en la mente en la mente al menos que hayan antepuesto
sus correspondientes impresiones. Puesto que la imaginación no está obligada a seguir
este mismo orden y forma de las impresiones auténticas, y lo mismo la memoria se halla
limitada en esta razón, no tiene a facultad de variarlas.
Y la función principal de la memoria no es conservar las ideas simples, sino mas bien
es preservar su orden y su posición. En resumen, este filosofo escoses asevera “este
principio se halla basado en un número tal de fenómenos corrientes y vulgares, que
podemos economizarnos la molestia de insistir más sobre él”21(ibid.)
“Como todas las ideas simples pueden ser separadas por la imaginación y
pueden ser unidas de nuevo en la forma que a ésta agrade, nada sería más
inexplicable que las operaciones de esta facultad si no estuviese guiada por
algunos principios universales que la hacen en alguna medida uniforme en todos
los tiempos y lugares.”22(T. N, HUMANA. 26).
Hume nos refiere de una imaginación que puede transponer y cambiar como quiere,
afirma Hume que “nada es más libre que dicha facultad” 23
(ibid. 26). Pero este se
moverá con menos grado de libertad cuando este regido por ciertos principios y que este
tiene movimiento de un objeto a otro por lo que se da en el espacio y tiempo, utilizando
los mecanismos de asociación, pues este tiene un rol muy importante en nuestra mente.
20
Ibid. 25
21
Ibid. 25
22
Ibid. 26
23
Ibid. 26
Lo que parece determinante es la mayor fuerza y vivacidad por parte de las ideas de la
memoria, hasta el punto de que emplea en ocasiones el termino impresión a las
percepciones de la memoria.
Para tener en claro. La asociación de ideas es una postura de nuestra imaginación por
la que nuestra mente se inclina a relacionar varias ideas. Las ideas o también contenidos
mentales se suceden unas y se combinan y recuerdas siempre: una idea trae la aparición
de otra. Es decir que las ideas o contenidos mentales pues suceden unas a otras y así
mismo se combinan unas con otras, obviamente como mencionamos en la primera parte
de este subcapítulo; que sigue un orden y esta regulado por principios.
Hume hace una sugerencia, que en el mundo de la física de Newton un cuerpo atrae a
otro cuerpo, esto demostrado por la teoría de la gravedad. Las leyes de la asociación son
parecidas a estas mismas fuerzas, por lo cual una idea tiende a evocar a otra idea, es
decir una masa psíquica que dentro de ella hay atracción. A esta unión lo llamará
“fuerzas suaves”. Pues gracias a estas conexiones naturales formamos llanamente las
ideas complejas, esto a partir de las ideas simples. Estas leyes de la asociación
comprenden las conexiones que en cierta manera son de la imaginación y no de la
razón.
2.2.1.1. La semejanza.
Este principio de la semejanza se entiende que, si dos o más ideas son semejantes,
pues nuestra mente humana puede unirlas o puede asociarlas mediante la imaginación,
es decir que todas nuestras ideas son semejantes entre sí. También para definir qué es lo
que dice Hume acerca de la Ley de la semejanza. Es la asociación por lo cual nuestra
24
Santa cruz, historia de la filosofía moderna, 302
mente se inclina reproducir ideas semejantes entre sí. Es decir, entre dos o más ideas
son semejantes, ya que nuestra mente tiene esta capacidad de unirlas utilizando la
imaginación, también en este principio es considerado como la más vaga en lo que
respecta del conocimiento, porque es la que representa más fallas y equivocaciones en
nuestras ideas como David Hume afirma que la “semejanza es la fuente más abundante
de error”25 (t.n.h61) podemos decir que este principio de la semejanza es algo inmediato
a nuestra vista, pero estos pueden variar a lo largo que el tiempo pase, es a causa de eso
que no podemos fiarnos tanto dentro del sistema del conocimiento. Por ejemplo, una
madre con su hijo es una relación que hacemos en el momento y lo conocemos como
una sola idea; pero a lo largo que el hijo va creciendo no vamos hacer la misma
inferencia que el primero. Es en este sentido el principio de la semejanza puede variar
en lo respecta a nuestro conocimiento.
David Hume afirma que este principio de la semejanza es la cualidad más común de
entre los objetos de la mente, en una parte llega a sostener que estas son las más débiles
y vagas respecto al conocimiento. La mera relación de semejanza entre dos o más ideas
no nos puede ayudar a identificar las diferencias especificas de cada una. Pues no
siempre se refiere a un objeto cuando opera con este principio. Pero por otro lado esta
asociación puede ser muy fuerte o también muy débil, por lo que este principio puede
tener un grado de variación al momento de relacionar. Por ejemplo, la imagen de una
mascota conocida, inmediatamente lo llevamos la misma representación del objeto a la
mente.
2.2.1.2. La contigüidad.
Hume sustenta que si las ideas han estado juntas en un determinado espacio y tiempo
tienden asociarse, es decir aquellas ideas que se han tenido experiencia siempre suelen
aparecer juntas. Un ejemplo claro, un color marrón, una superficie lisa de madera y
también tiene cuatro patas, si estos se encuentran en un espacio determinado y al mismo
tiempo y esto lo unimos en una idea compleja saldrá como resultado un “mesa”.
25
Hume, Tratado de la naturaleza humana, 61
2.2.1.3. La causalidad.
Ahora nuestro filosofo escoces analiza la relación causal se ha concebido como una
conexión necesaria entre la causa y efecto. Afirmando que tenemos una relación
filosófica entre dos objetos que puede haber en la realidad, ya que estos nos pueden
ayudar a elaborar inferencia a partir de nuestras de las ideas que se nos presenten de
nuestras impresiones. Este principio nos sirve simplemente como herramienta para
asociar ideas.
Hume considera a este principio como algo necesario, siempre en cuando no supere
los límites, que Hume mismo sitúa dentro de su tratado. Por si se llegará a considerar
como un principio que esta fuera de nosotros, seria algo contradictorio en la filosofía
humeana. Puesto que él considera, que la relación de causas y efecto no tiene una
relación ontológica o una relación que sea comprendida por la razón sino más bien es
experiencia experimental. Esto principio también aplicado una opuesta a toda la
filosofía racionalista que fue precedente a ella.
Dentro del problema del “yo” o de la identidad personal. Hume niega que el “yo” sea
causada por una causa ontológica o como se ha ido desarrollando dentro de la filosofía
medieval, es especifico en el pensamiento metafísico Tomasiano. Para tener en claro no
hay un conocimiento metafísico así mismo no hay certeza científica empírica de esta
identidad, que permanente acostumbramos en manifestar en los diálogos comunes que
hacemos. Esto a causa de que uno de los principios de la causalidad que fuimos
desarrollando de David Hume, es algo necesario, pero solo sirve para crear conceptos o
inferencias de las cosas que si tenemos impresiones es decir algo limitado que no supere
el empirismo. Como el “yo” es algo espiritual por lógica, es evidente que no tendremos
impresión de ella, no podemos captarnos a nosotros mismos, ya que el empirismo
afirma que el conocimiento viene de lo sensible, del fenómeno que se nos presenta y
que no tenemos facultad de conocer seres espirituales. Por consecuencia no podemos
cognocer a nuestra identidad, ya que no es un ser contingente. Hume dirá que solo es
una creencia, una costumbre que el hombre infiere a cerca de ella. Pero eso no significa
que nosotros no tengamos un “yo” porque es algo inevitable al hombre, sino más bien lo
apunta indirectamente es un escepticismo, ya que no niega en ninguna parte de sus
escritos la existencia de una identidad personal.
26
Cfr. Santa cruz, historia de la filosofía moderna, 309.
27
Ibid. 309
A partir de la crítica del principio de causalidad. Hume no pretende dar una razón
ultima o una solución que sea verídica a cerca a este problema que él mismo se crea y
esto a causa de escepticismo sino mas bien considera que son explicaciones suficientes
y satisfactorias ante este principio.
Hume define la identidad a partir del principio de la causalidad. no niega del todo el
“yo” tampoco afirma su existencia ontológica. Sus planteamientos en primer lugar se
oponen al racionalismo que Descartes ya afirmaba que el “yo” era algo inmutable, una
substancia, era el “yo” que se piensa así mismo en si su famosa frase “ego cogito ergo
sum” con este dicho ya se ve claramente cual era su postura a cerca de la identidad
personal.
28
Cfr. Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, 314.
más adelante. Retomando el tema que estamos desarrollando no podemos asociar
ninguna de estas ideas, porque no nos llevan a un conocimiento pleno de nuestra
identidad personal y Es donde cae toda la primera idea que hicimos en el inicio del
párrafo, una supuesta existencia perfectas del “yo”.
Para este filosofo escoces la memoria va a tener un papel fundamental. Puesto que
esta conserva el orden en que las impresiones se presentan y su función es guardar y
reproducir todas las impresiones y las ideas que se ha tenido. La memoria también se
distingue por el grado de vivacidad con que ambas se muestran, vale mencionar que las
impresiones de la memoria se nos presentan con mayor vivacidad y fuerza que la
imaginación.
También la memoria para David Hume cumple estas funciones. En primer lugar, la
memoria permite evocar todas las percepciones o las impresiones pasadas que se ha
vivido. También la memoria nos permite lograr la conexión causal. En segundo lugar,
la memoria habilita a la imaginación que esta pueda vincular los principios de
semejanza y causalidad entre nuestras percepciones. 29 cfr. 83.
29
Cfr. Ibid. 83
Hume en base de sus principios empíricos, niega todo tipo de conocimiento racional
metafísico. Por lo que el “yo” no está basado en el conocimiento empírico tal como es
su principio de este filosofo. Pero es algo inevitable a nosotros que tenemos una
substancia porque intuimos que poseemos una identidad perfecta, aunque no lo
podamos conocer racionalmente, pero está ahí. Hume lo relaciona la identidad con que
nuestra mente toma a los objetos de manera sin movimiento o invariables y como
consecuencia todas las cosas extramentales carecen o están faltos de una identidad
perfecta. Y así mismo Hume dice que la substancia, es una ficción originada por nuestra
imaginación, sin ningún fundamento empírico que nos garantice su veracidad
Es por eso toda la identidad va estar considerado como un producto de la ficción que se
origina inevitablemente como consecuencia de la operación de los mecanismos de la
asociación y de la memoria. Uno de los motivos de lo que habla David Hume sobre la
identidad personal es explicar y caracterizar todo este proceso protagonizado por la
imaginación, es decir aclarar que causas nos llevan a conocer a creer en un “yo”
permanente e idéntica, si no tenemos ninguna impresión sensible sobre ella. Por eso en
algunas veces en un intento de explicar este “yo” recurrimos a todos los actos psíquicos
mentales que realizamos y creemos que estamos con ese “yo” permanente. a
consecuencia de esto David Hume introduce la costumbre para este tipo de
conocimiento, pero hay tener en cuenta de que este filosofo escoces nunca va a negar de
que nosotros tengamos una identidad estable; solo va ser la imposibilidad de las
impresiones y sensaciones por que en cierta manera el empirismo de David Hume
presenta limites dentro del conocimiento epistemológico.