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LOS DOS CIMIENTOS

PERICOPA
(Mat. 7,24-27; Luc. 6,47-49)
A. El contexto sinóptico
Los dos evangelistas terminan sus respectivas versiones del gran sermón de Jesús con esta
parábola. Las diferencias entre las dos presentaciones obviamente se pueden atribuir al contexto
y propósito de cada uno de los escritores. El Sermón del monte de Mateo (Mat. 5-7) contiene
mucho del mismo material que el Sermón de la llanura de Lucas (Luc. 6:20-49). Lo interesante es
que ambos escritores terminan sus versiones del sermón con esencialmente las mismas palabras:
Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, será semejante a un hombre prudente
que edificó su casa sobre la peña (Mat. 7:24).
Mateo, refleja la forma original de la parábola
Lucas, escribe para un auditorio helénico
(judío y gentil)
Mateo, menciona la palabra (prudente-
“Sabio”) y es mas descriptivo con la
tempestad ( lluvia y viento), lucas habla de
inundación.
Tanto Lucas como Mateo ponen como prefacio inmediato las palabras de Jesús de forma
interrogativa categórica :¿Por qué me llamáis: "Señor, Señor" y no hacéis lo que digo? (Luc. 6,46;
Mat. 7:21 -22).

Obviar el señorío de Jesús al desobedecer sus palabras era exponerse a un riesgo grande.

Mateo, es el único que da aun más realce a la idea de la autoridad de Jesús al hablar del asombro
de la gente y la originalidad de sus enseñanzas (Mat. 7:28, 29).
B. Contexto en el ministerio de Jesús
Llama la atención el papel que juegan las tempestades naturales dentro del
ministerio de Jesús. En más de una ocasión una tempestad fijó el escenario para
unas enseñanzas especiales de Jesús. Sólo hay que recordar la experiencia
aterradora de sus discípulos, algunos de ellos pescadores experimentados, durante
una tempestad sobre el mar de Galilea (Mar. 4:35-41 y paralelos). Jesús en esa
ocasión demostró su autoridad sobre las fuerzas naturales.
B. Contexto en el ministerio de Jesús

Llama la atención el papel que juegan las tempestades naturales dentro del ministerio de Jesús. En
más de una ocasión una tempestad fijó el escenario para unas enseñanzas especiales de Jesús. Sólo
hay que recordar la experiencia aterradora de sus discípulos, algunos de ellos pescadores
experimentados, durante una tempestad sobre el mar de Galilea (Mar. 4:35-41 y paralelos). Jesús en
esa ocasión demostró su autoridad sobre las fuerzas naturales.
Aun en la actualidad suele haber tempestades repentinas en las zonas desérticas de la Palestina. Jesús
estaría totalmente familiarizado con la escena de la cuenca seca de un arroyo que se inunda por causa de
una tempestad repentina de viento y lluvia. Se sabe que durante el tiempo de Jesús, las casas rurales se
construían de adobe, o sea, Iodo endurecido.
La gente “sabia” era la que se cuidaba de construir sus casas a una distancia prudencial de vados
o hundimientos en la tierra. Éstos podían convertirse rápidamente en ríos caudalosos por causa
de aguaceros fuertes, aunque durante la mayor parte del año estaban totalmente secos.

1.Los beduinos, (Que pertenece a un pueblo árabe nómada que habita en las zonas
desérticas de África septentrional y de Siria), habitantes principalmente de tiendas, solían a
veces construir casas provisionales. Algunos, por el deseo de estar cerca de un manantial de
agua, construían estas casas sobre la cuenca de un arroyo. Este era el tipo de persona descrita
en la parábola como “insensato” (Mat. 7:26).
El constructor prudente tiene unas características especiales en las
palabras de Jesús:

I. Es el que no depende de la constancia del buen tiempo


II. No construye su casa sobre la arena sin un cimiento sólido
III. Perfora hasta encontrar roca solida

Aunque los detalles descriptivos de ambos evangelistas no son iguales respecto al lugar y medios
de construcción o la naturaleza de la tempestad, ambos sí recalcan que el constructor prudente
tiene la previsión de edificar sobre cimientos permanentes.
La enseñanza clara de la parábola, es que el constructor sabio es el que oye las palabras de Jesús y las pone por
obra.

“Es imprudente y carente de sabiduría sólo escuchar las palabras sin acatarlas. Jesús quería de plano que sus
oyentes no fueran sólo oidores sino también hacedores de su enseñanza”

LA ROCA ES CRISTO
LA ROCA ES CRISTO
I. La casa es nuestra nueva vida basada en un nuevo nacimiento espiritual
II. La casa construida sobre la Roca- simboliza el oír y hacer las palabras de Cristo
III. La casa construida sobre la arena simboliza a los que oyen solamente las palabra de Cristo
IV. La tempestad todo aquello que quiere destruir la vida espiritual del discípulo (tentaciones)
V. Los vientos hace alusión a aquellas pruebas , que cuando el discípulo esta firme en cristo
sabe diferenciar las (tempestades de los vientos) y de ambas sale bien librado. Unas
destruyen las otras sacuden y bendicen.

Como quiera, para tales ocasiones el secreto de la seguridad lo constituye la vida edificada sobre
la obediencia activa a la enseñanza de Cristo.

" obedéceme," dice el Señor, " y podrás resistir la tempestad; desatiende mis
palabras, y te buscarás el desastre"
El que esta parábola ocupe la parte final del Sermón del monte (Mat. 5-7) y el Sermón de
la llanura (Luc. 6), es obvio que los evangelistas querían que los lectores no sólo pensaran
en las enseñanzas de Jesús, apreciándolas así como hermosas ideas al contario, querían
que los lectores no sólo pensaran en las enseñanzas de Jesús, apreciándolas así como
hermosas ideas, sino que se convirtieran en seguidores de él, obedeciéndolas.

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