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“UNA IGLESIA FORTALECIDA OFRENDA

PARA LAS MISIONES”


Cuando el Espíritu Santo escogió a Pablo y Bernabé para la tarea misionera, nos dice la Biblia que la
iglesia de Antioquía: “…habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron”.
Hechos 13:3. Esta imposición de manos no era el otorgamiento de algún don para el desarrollo de sus
ministerios, pues los dones los da el Espíritu Santo

Era más bien el reconocimiento que hacía la iglesia de aquellos que habían sido llamados por Dios y el
respaldo que la iglesia le daba a aquellos que salían a hacer la obra misionera.
El respaldo financiero que la iglesia hace para con su misionero se conoce con el nombre de:
OFRENDA MISIONERA.
ES UNA OFRENDA: porque es dinero que ofrecemos con un objetivo.
ES MISIONERA: porque ese dinero tiene como objetivo las misiones.
ES DE FE: porque se da confiando en que Dios proveerá para dar la ofrenda. La ofrenda misionera
es un acuerdo que el creyente hace con Dios para contribuir mensualmente para el proyecto de la
iglesia de evangelizar el mundo.

¿Cómo dar la ofrenda misionera?


“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama
al dador alegre”. 2 Corintios 9:7

La respuesta es: “CÓMO PROPUSO EN SU CORAZÓN”. De manera voluntaria, no como algo


impulsivo ni obligatorio. Lo que nos está diciendo Pablo es que una ofrenda debe ser dada con
meditación o con reflexión. No debe ser un acto puramente emocional. Debemos orar a Dios,
debemos confiar en Dios, debemos ser sabios y prudentes y tomar una decisión con generosidad
para dar mensualmente a la obra misionera. Debemos dar lo que nuestro corazón nos indica dar.
Dar con alegría:
Pablo dice el por qué:
“DIOS AMA AL DADOR ALEGRE”. Si hay algo que debe motivarnos dar a misiones es que Dios ama al
que da con entusiasmo, con emoción, con generosidad. ¿Por qué? Dios tiene un amor único y especial
por el que da con esa actitud. Dios ama al que da con alegría, no por la alegría en sí, sino por lo que
indica esa alegría: un profundo deseo de ser bendición y ayuda a alguien que lo necesita, en este caso el
misionero.
Se trata de una alegría que no puede ocultarse, se reflejará en el rostro y en todo el comportamiento de
aquel que realiza la acción.
AHORA CONVERSEMOS
SEGÚN SU OPINIÓN,
¿CUÁL CREE QUE SERÁ LA RAZÓN POR LA QUE
SÓLO EL 20% DE HERMANOS PARTICIPA EN LA
OFRENDA MISIONERA?
POSIBLES RESPUESTAS

Vamos a ir de frente a la yugular

1. No entienden muy bien el objetivo de la ofrenda


2. Tienen cierta desconfianza
3. No desean comprometerse y luego fallar
4. Su situación económica no es muy buena
5. Sienten cierta vergüenza ofrendar muy poco
6. Les ocasiona cierto conflicto que la iglesia pida dinero.

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