Está en la página 1de 20

Dones y

ministerios
Clase 4
CLASIFICACIÓN DE DONES SEGÚN SU CARÁCTER

DONES DE DECIR:

DONES DE HACER:

DONES DE SABER:
EL EJERCICIO DE LOS DONES

Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y


16 

aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones
espirituales a Dios, con gratitud de corazón. 17 Y todo lo que hagan, de palabra o de
obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio
de él.
Col. 3:16-17

Estos dones espirituales forman parte del conjunto de bendiciones inmerecidas que
el creyente recibe con la gracia de la redención. A partir del momento en que un
hombre o una mujer recibe a Cristo como su Salvador y le reconoce como el Señor
de su vida, el Espíritu Santo entra a morar plenamente en él o ella. Su cuerpo se
constituye así en templo del Espíritu, quien desde el centro mismo de la
personalidad va desarrollando el proceso de santificación, por el cual el nuevo
creyente se va transformando en una nueva criatura para Dios.
Este proceso involucra, por un lado, el afianzamiento,
perfeccionamiento y reorientación de cualidades que ya estaban
presentes o latentes dentro del hijo de Dios. Dones tales como los de
administración, enseñanza, hospitalidad o celibato pueden ser el
resultado de la operación del Espíritu sobre aptitudes, habilidades o
talentos naturales del creyente. Sólo que a partir de la conversión,
estas cualidades naturales pueden transformarse en carísmata, es
decir, dones del Espíritu Santo. No obstante, estos talentos serán
dones espirituales si y en tanto estén dedicados al servicio del Señor
y a la edificación espiritual de su pueblo mediante el fortalecimiento
que él concede. Si son utilizados de manera egoísta pueden resultar
desastrosos, o por lo menos, inútiles para la edificación del cuerpo.
¿PUEDEN TORNARSE LOS DONES EN MALDICIÓN?

A veces los dones se tornan en una maldición por creer que son el
resultado del merecimiento personal o que se los puede comprar de
algún modo. Este fue el error de Simón el mago (Hch. 8:8–24, ver v.
20). También hay quienes encuentran maldición en el uso de los
dones por ejercerlos con actitudes carnales. Estas personas sienten
orgullo y jactancia por los dones que han recibido, envidia por los
dones que tienen otros, desdén hacia los que no tienen sus dones, o
vanagloria por los dones que ellas tienen (Fil. 2:3, 4).
EJERCICIO CORRECTO DE LOS DONES:

a)Son para la gloria de Dios (1 Pe. 4:11)

b)Son para la edificación y crecimiento de la Iglesia (Ef.


4:12b-15)

c)Son para capacitar a los creyentes (Ef. 4:12ª)

d)Son para bendición espiritual de los creyentes (1 Co. 12:7)


»El reino de los cielos será también como un hombre que, al
14 

emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus


bienes. 15 A uno le dio cinco mil monedas de oro,[a] a otro dos
mil y a otro solo mil, a cada uno según su capacidad. Luego se
fue de viaje. 16 El que había recibido las cinco mil fue en
seguida y negoció con ellas y ganó otras cinco mil. 17 Así
mismo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. 18 Pero el que
había recibido mil fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el
dinero de su señor.
»Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos siervos y
19 

arregló cuentas con ellos. 20 El que había recibido las cinco mil
monedas llegó con las otras cinco mil. “Señor —dijo—, usted me
encargó cinco mil monedas. Mire, he ganado otras cinco mil”. 21 Su
señor le respondió: “¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has
sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la
felicidad de tu señor!” 22 Llegó también el que recibió dos mil
monedas. “Señor —informó—, usted me encargó dos mil monedas.
Mire, he ganado otras dos mil”. 23 Su señor le respondió: “¡Hiciste
bien, siervo bueno y fiel! Has sido fiel en lo poco; te pondré a cargo de
mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!”
»Después llegó el que había recibido solo mil monedas.
24 

“Señor —explicó—, yo sabía que usted es un hombre duro,


que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha
esparcido. 25 Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en
la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo”. 26 Pero su señor le
contestó: “¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que
cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he
esparcido? 27 Pues debías haber depositado mi dinero en el
banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses.
»”Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez
28 

mil. 29 Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá en


abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que
tiene. 30 Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad,
donde habrá llanto y rechinar de dientes”.
Mt. 25:14-30
¿CÓMO RECONOCER LOS DONES?

En 1 Corintios 12:31, Pablo cierra ese extraordinario capítulo sobre los


dones espirituales, con las siguientes palabras: “Ustedes, por su parte,
ambicionen los mejores dones.” El apóstol no los desafía de este modo
porque los corintios no desearan los “mejores” dones, sino porque su
idea sobre el significado de “mejor” no era la más adecuada. Para ellos
“mejores” era sinónimo de “más espectaculares,” “más llamativos,” “más
deslumbrantes.” Para Pablo, “mejores dones” eran aquellos que de
manera más efectiva ayudaban al propósito de edificar a la iglesia y
asistirla en el cumplimiento de su misión en el mundo. Los “mejores
dones” eran también aquellos que de forma directa expresaban el amor
del que el apóstol habla elocuentemente en el capítulo que sigue en su
carta (1 Co. 13)
DESCUBRAMOS LOS DONES

Los dones espirituales no son como un billete que encontramos en


la calle o una foto que rescatamos de un viejo álbum familiar. No
damos con ellos por casualidad ni nos caen como regalos del cielo.
En general, nuestro encuentro con estas gracias que vienen de Dios
se produce cuando nos movemos en su dirección y desarrollamos
una actitud adecuada para su recepción:

1)La necesidad de conocer acerca de los dones


2)La necesidad de reconocer que podemos tener más de un don
3)La necesidad de reconocer la importancia de muchos dones
4)La necesidad de conocer los dones en la práctica
DOS LLAMADOS

DOS
LLAMADOS
EN CADA
CREYENTE
DESARROLLO DE LOS DONES

¿Se pueden desarrollar los dones? 1 Ti. 4:14; 2 Ti. 1:6

EL DESCUIDO DE LOS DONES: CESACIONISMO

LA EXAGERACIÓN DE LOS DONES: EL ABUSO


¿CÓMO PROCURAR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO?
• ESTUDIA LA BIBLIA. Un creyente seriamente interesado en aprender de manera personal acerca de los
dones cuenta con un gran recurso divino para guiarlo e instruirlo en su pesquisa. Este recurso divinamente
inspirado por el mismo Espíritu es la Biblia. Ella es la base de datos principal en cuanto a los dones.

• RECONOCE LA POSICIÓN DE TU IGLESIA EN CUANTO A LOS DONES. Las pautas que cada congregación haya
establecido sobre este particular son muy importantes, porque en definitiva es en ella donde deberás
ejercer los carismas, y no todas las congregaciones piensan lo mismo en cuanto a esta cuestión.

• PONTE EN CONTACTO CON PERSONAS QUE EJERZAN DONES ESPIRITUALES. Junto con lo que aprendas de la
Biblia, la experiencia de otros también puede ser de mucho valor. Colocarnos junto a líderes maduros y llenos
del Espíritu, para aprender de ellos como ministrar en el poder del Señor, es una metodología bíblica y
efectiva para crecer como líderes fructíferos.

• HABLA ACERCA DE LOS DONES CON OTRAS PERSONAS. El diálogo abierto, bajo la inspiración y guía del
Espíritu Santo, es una importante fuente de orientación. Este tipo de diálogo, que se desarrolla en un clima
de respeto mutuo, es edificante y aleccionador. Dios ha dispuesto que en el cuerpo de Cristo nos edifiquemos
a través de compartir nuestras experiencias de fe.
OTROS PASOS A SEGUIR
• EXPERIMENTAR CON LOS DONES. . La teoría es necesaria y buena, pero la experiencia es lo que en definitiva
nos permite operar con efectividad utilizando los dones. Para ello, mira a tu alrededor, identifica las
necesidades (en la iglesia, en otras personas, etc.), y haz algo para llenarlas. Está listo para servir en la iglesia,
y cuando se te asigne una tarea, asúmela en oración. Pídele al Señor que te muestre qué don o dones te
hacen falta para llevarla a cabo. En este proceso puede ser de ayuda que actúes por descarte. Es decir, antes
de preguntarte qué dones tienes, conviene que definas qué dones no tienes.

• EXAMINA SENTIMIENTOS PROPIOS. Piensa en qué te motiva a querer ejercer cierto don. Por otro lado, los
dones espirituales están en concordancia con la personalidad, el carácter y el temperamento de cada uno. De
modo que el ejercicio de los dones espirituales no debe resultar en sentimientos negativos. Por el contrario,
esa práctica tiene que ser una fuente de placer y satisfacción espiritual.

• PROBAR LA EFECTIVIDAD PERSONAL. Los dones espirituales están orientados hacia el servicio, de modo que
es lógico esperar que sirvan. Por eso, si tienes un don o dones, tiene que haber resultados. Además, es muy
importante que esperes la confirmación del cuerpo, que es la iglesia. Si piensas que tienes un don espiritual y
estás tratando de ejercerlo, pero nadie en la iglesia considera que lo tienes, es probable que efectivamente
no tengas tal don. Todos los dones espirituales necesitan de la confirmación del cuerpo, porque son dados
para ser usados dentro del cuerpo
APOSTELLO
La palabra apóstol significa "alguien que es enviado". En el nuevo testamento hay dos usos principales de
la palabra apóstol. La primera se refiere específicamente a los doce apóstoles de Jesucristo. La segunda en
términos generales, se refiere a otros individuos que son enviados para ser mensajeros y embajadores de
Jesucristo.

1. LOS DOCE: Esta clase específica de apóstol no está presente hoy en la iglesia. Las calificaciones de este
tipo de apóstol eran: (1) haber sido testigo de la resurrección de Cristo (1 Corintios 9:1), (2) haber sido
elegido explícitamente por el Espíritu Santo (Hechos 9:15), y (3) tener la capacidad de realizar señales y
maravillas (Hechos 2:43; 2 Corintios 12:12). La función de los doce apóstoles que fue la de establecer las
bases de la iglesia, también defiende su singularidad. Dos mil años después, ya no estamos trabajando en el
fundamento.

2. TÉRMINOS GENERALES EN EL N.T. Más allá de los doce apóstoles únicos de Jesucristo, también hubo
apóstoles en un sentido genérico. Bernabé es mencionado como "apóstol" en Hechos 13:2 y 14:4. Andrónico y Junias
posiblemente se identifican como apóstoles en Romanos 16:7. Generalmente la misma palabra griega que se traduce
"apóstol", se utiliza para referirse a Tito en 2 Corintios 8:23 y Epafrodito en Filipenses 2:25. Por lo tanto, sin duda
parece haber espacio para el término apóstol que se usa para referirse a alguien aparte de los doce apóstoles de
Jesucristo. Alguien que ha sido "enviado" se le podría llamar apóstol.
¿Cuál sería exactamente la función de un apóstol que no forma parte de los
doce apóstoles? Eso no está totalmente claro. A partir de la definición de la
palabra, lo más cercano a un apóstol, en sentido general, es un misionero.
Un misionero es un seguidor de Cristo que es enviado con la misión
específica de anunciar el evangelio. Un misionero es un embajador de Cristo
a las personas que no han oído hablar de las buenas nuevas. Sin embargo,
para evitar confusiones, probablemente lo mejor es no utilizar el término
apóstol para referirse a cualquier posición en la iglesia de hoy. La mayoría
de las veces que se usó la palabra apóstol o apóstoles en el nuevo testamento,
se refieren a los doce apóstoles del Señor Jesucristo, a quienes fueron
testigos oculares de Jesús o conocieron físicamente a alguno de los doce.

También podría gustarte