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Estudios para Grupos Familiares/ Una herramienta para activar el crecimiento de la iglesia//Estudio #4.

Del grupo,
“Vida devocional”.

LA ADORACIÓN < Salmos 51.10 >


INTRODUCCIÓN. -El estudio de hoy, amerita de nuestra especial atención, porque se trata de lo más sublime, de aquella relación
que una persona ha establecido con Dios, y que lo expresa mediante actitudes que salen de un corazón puro y verdadero; que
realmente ha sido transformado por Dios, para ser participante de una herencia incorruptible.

¿QUÉ ES LA ADORACIÓN?
El significado de la palabra griega en el Nuevo Testamento traducida más a menudo como "adoración"
(proskuneo) es "postrarse delante" o "arrodillarse delante." La adoración es una actitud del espíritu
humano. Debido a que es una acción interna e individual, los cristianos adoran constantemente, los
siete días de la semana. Cuando los cristianos se reúnen formalmente en el culto, el énfasis aún debe
estar en adorar individualmente al Señor. Aún como parte de una congregación, cada participante debe
estar consciente de que está adorando a Dios en un plano individual.

LA ADORACIÓN ES UNA EXPRESIÓN DEL CORAZÓN


La naturaleza de la adoración cristiana es de adentro hacia afuera, y tiene dos cualidades
igualmente importantes. En primer lugar, debemos adorar "en espíritu y en verdad" (Juan
4:23-24). Adorar en espíritu no tiene nada que ver con nuestra postura física. Tiene que ver
con lo más hondo de nuestro ser y requiere varias cosas. Primero, debemos nacer de nuevo.
Sin el Espíritu Santo habitando dentro de nosotros, no podemos responder a Dios en
adoración, porque no lo conocemos. ""Nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios" (1 Corintios 2:11). El Espíritu Santo dentro de nosotros es quien vigoriza la adoración,
porque en esencia está glorificándose a Sí mismo, y toda verdadera adoración glorifica a Dios.

LA ADORACIÓN REQUIERE DE UNA MENTE CENTRADA EN DIOS.


En segundo lugar, adorar en el espíritu requiere de una mente centrada en Dios y renovada por
la verdad. Pablo nos exhorta a "presentar vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable
a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio
de la renovación de vuestro entendimiento" (Romanos 12:1, 2). Sólo cuando nuestras mentes
dejan de estar centradas en las cosas materiales para centrarse en Dios, podemos adorar en el
espíritu. Distracciones de todo tipo pueden inundar nuestras mentes cuando tratamos de
alabar y glorificar a Dios, dificultando nuestra verdadera adoración, pero es allí, donde el
verdadero adorador, vence en el nombre de Jesucristo, todo dardo del maligno.

SOLO PODEMOS ADORAR SI TENEMOS UN CORAZÓN LIMPIO.


En tercer lugar, sólo podemos adorar en el espíritu si tenemos un corazón puro, abierto
y arrepentido. Cuando el corazón del Rey David estaba lleno de culpa por su pecado con
Betsabé (2 Samuel 11), se dio cuenta de que no podía adorar. Sentía que Dios estaba
lejos de él, y "gemía todo el día," sintiendo que la mano de Dios se agravaba sobre él
(Salmo 32:3, 4). Pero cuando confesó su pecado, la comunión con Dios fue restaurada y
le brotaban la adoración y la alabanza. Comprendió que "los sacrificios de Dios son el
espíritu quebrantado; el corazón contrito y humillado" (Salmo 51:17). La alabanza y la
adoración a Dios no pueden provenir de corazones llenos de pecados inconfesos.

PARA QUE NUESTRA ADORACIÓN SEA VERDADERA, DEBEMOS COMPRENDER QUIÉN ES


DIOS. La segunda cualidad de la adoración verdadera es que es hecha "en verdad." Toda
adoración es una respuesta a la verdad, ¿y qué mejor medidor de la verdad que la Palabra
de Dios? Jesús le dijo a Su Padre: "Tu palabra es verdad" (Juan 17:17). El Salmo 119 dice: "Tu
ley es verdad" (v. 142) y "Tu palabra es verdad" (v. 160). Para adorar verdaderamente a Dios,
debemos comprender quién es y lo que ha hecho, y el único sitio donde esto se ha revelado
enteramente es en la Biblia. La adoración es una expresión de alabanza desde lo más hondo
de nuestros corazones a un Dios que es comprendido a través de Su Palabra. Si no tenemos
la verdad de la Biblia, no conocemos a Dios y no podemos adorar verdaderamente.

APLICACIÓN. De modo que, la adoración, es la actitud reverente con la que nos acercamos a Él, teniendo en cuenta que, lo hacemos
desde lo más hondo de nuestro corazón y que ese acto, está basado en la verdad.
Estudios para Grupos Familiares/ Una herramienta para activar el crecimiento de la iglesia//Estudio #4. Del grupo,
“Vida devocional”.

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