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Fecha:

Mié rcoles 07/ julio /2021


Introducción.

Desde hace mucho tiempo atrá s, antes de que la escritura se inventara o


antes de que haya una organizació n social establecida, las necesidades de
la vida han llevado a los hombres a valerse por sí mismos incluso realizar
sus contratos entre ellos y las personas siempre han estado interesadas en
establecerlos frente a testigos o poseer algú n escrito para dejar constancia
o prueba de su negocio jurídico.

En los tiempos bíblicos la prueba que se utilizaba era la testimonial, esta


era la ú nica que podía establecer las obligaciones recíprocas, las
convenciones se hacían ante numerosas personas presentes para que
sirvieran de testigos de las mismas. Esta prá ctica afianzaba las
negociaciones y a partir de ahí siguieron evolucionando los medios hasta
llegar a la prueba escrita y perfeccionarla hasta lo que hoy en día conocemos
como los actos notariales.
Contenido

Historia y evolución del derecho notarial de la República Dominicana..................... 4


Civilizaciones antiguas.............................................................................................................. 4
Orígenes del notario........................................................................................................................ 5
El derecho notarial en la época colonial............................................................................ 6
Hernán Cortés, notario en azua......................................................................................... 7
El primer documento notarial de América............................................................................. 7
Época Republicana...................................................................................................................... 8
Primera Ley Dominicana sobre notariado.............................................................................. 9
Las etapas que dan lugar al derecho notarial dominicano son.............................10
El derecho notarial durante la ocupación haitiana........................................................... 10
Anexión España............................................................................................................................... 11
Después de la restauración........................................................................................................ 11
El Derecho Notarial Durante la Ocupación Norteamericana......................................... 12
Durante la presidencia de Horacio Vásquez........................................................................ 13
Ley actual del notario 140-15................................................................................................... 13
Bibliografía.............................................................................................................................................. 16
Historia y evolución del derecho notarial de la República
Dominicana.

Civilizaciones antiguas.

Desde los tiempos Bíblicos, en el antiguo testamento de la Biblia, se


presentan algunos episodios que constituyen auté nticos patrones de en
donde se describe una forma de convenció n testimonial, como por ejemplo:

Abraham tomó unas ovejas y unas vacas y se las dio a Abimalec e hicieron
los dos un pacto. Abraham apartó siete ovejitas de su rebañ o y Abimalec le
pregunto: ¿qué significan estas siete ovejitas que has apartado?, y é l le
respondió ; estas siete ovejitas las recibirá s de mi mano como prueba de que
yo he abierto este pozo. Por eso fue llamado aquel lugar Beerseba, o sea pozo
del juramento, porque allí juraron ambos, hicieron, pues, un pacto en
Beerseba.
Esto es un ejemplo de una prueba testimonial. Como esta existen muchas
otras pruebas en la Biblia, en los que los contratantes requerían testigos o
documentos para asegurarse de la validez de lo pactado.

Se les atribuye a los Fenicios haber organizado los signos grá ficos y señ ales
existentes en esos tiempos hasta transformarlos en lo que es hoy el alfabeto.
Con la invenció n de la escritura las convenciones son constatadas de
manera má s cierta y permanente, siendo reemplazada la presencia del
pueblo por la de un escriba, que era una persona que podía leer y escribir,
y que estaba autorizada por el Estado para realizar dichas convenciones.
Por razones de esa autorizació n estatal se les llamó “pú blico”, té rmino que
con el devenir del tiempo se ha aplicado a los oficiales o funcionarios que
ejercen al servicio del Estado.

Algunos destacados tratadistas del derecho notarial, consideran que en las


é pocas primitivas el oficio, o má s propiamente la funció n o cargo de
escribano, existía propiamente en todos los ordenamientos, pero no se había
creado la clasificació n definitiva de lo que ejercería con autonomía y
eficacia el escribano que hoy en día corresponde a la funció n notarial.

En este punto es posible mencionar una frase que es perteneciente al caso:


“En el principio fue el documento”. No hay que olvidar que el documento
creo al notario, aunque hoy en la actualidad el notario haga el documento.

Orígenes del notario.

La institució n del notario como tal tiene su origen en la edad media y se


desarrolla en los países del derecho escrito, bajo la influencia del Derecho
Romano en los inicios de la prá ctica notarial como funció n regida por el
Estado.
Los nombramientos se hacían por influencias de tipo político, social o
religioso. La multiplicidad de notarios llego a ser tanta fue que hubo de ser
minuciosamente reglamentada por la autoridad real.

Habían diferentes especialidades debido a la abundancia de


denominaciones con que eran conocidos los escribanos o notarios, eran
llamados: cancellieri, chartularii, scriba, tabellions, etc. De entre estos
escribanos especializados solo algunos tenían ascendencia en lo que es el
Notario moderno, estos son scriba, notariis, y los tabellions. Los notariis,
originalmente, eran los secretarios de los príncipes, de los altos funcionarios
y de los ricos ciudadanos romanos. Ellos los acompañ aban en sus viajes,
tomaban notas para ellos y redactaban los escritos necesarios para la
administració n de sus negocios.

El derecho notarial en la época colonial.

Relacionados al descubrimiento de Amé rica, se conocen algunos escribanos


o notarios que en alguna u otra forma intervinieron en el magno
acontecimiento del descubrimiento y en las primeras manifestaciones de la
conquista Españ ola.

En el artículo “Los Notarios en el Descubrimiento de Amé rica”, publicado en


la Revista Internacional del Notario, el autor reconoce como el primer
hombre en ofrecerle su ayuda a Cristó bal Colon a Don Luís de Santangel
nacido en 1435, que desempeñ o en 1481 (once añ os antes del
Descubrimiento), el cargo de escribano de ració n o jefe de la tesorería del
rey Fernando. Era amigo personal de Coló n y fue quien intercedió por é l ante
los Reyes para la firma de las Capitulaciones de Santa Fe y que le
financiaran el viaje a Amé rica. A Don Diego Mé ndez se le reconoce como
escribano y secretario de Coló n y se le atribuyen los relatos conocidos del
Descubrimiento.
El Primer Notario de Amé rica fue Don Rodrigo de Escobedo, Escribano de
Cuadra y del Consulado del Mar, que era en esos tiempos la institució n
encargada de regular las relaciones y las actividades marítimas-comerciales
en Españ a, quien en ejercicio de sus funciones acompañ o a Colon en su
primer viaje y levantó un acto que da cuenta de la toma de posesió n de la
isla de Guanahaní, en nombre de los Reyes, isla que el Almirante llamó San
Salvador. Con la llegada de Coló n en el añ o 1942 fueron trasladadas a
Amé rica muchas instituciones jurídicas vigentes en la Españ a de aquella
é poca y, como en la legislació n españ ola el oficio de escribano tenía gran
importancia, así tambié n fue reconocida en la legislació n indiana.

Hernán Cortés, notario en azua.

El legendario conquistador de Mé xico, Don Herná n Cortes, ejerció la


escribanía en nuestra isla, había sido empleado de notarios en Valladolid y
Sevilla, antes de venir como expedicionario a las Ameritas recié n
descubierta. Nicolá s de Ovando vino a la isla en 1502 y en 1504 solicita ser
nombrado escribano del Rey para la ciudad de Santo Domingo, pero no
obtiene é xito, posteriormente obtiene la escribanía del Ayuntamiento de
Azua, Cargo que ejerció hasta 1511. En 1512 salió conjuntamente con Diego
Velá squez y se establece en la vecindad de Santiago de Baracoa, en Cuba, y
allí es nombrado escribano en recompensa a su valor en el campo de batalla
y la ejerce hasta 1519, cuando sale de Cuba y conquisto el imperio de los
aztecas.

El primer documento notarial de América.

El viernes 3 de agosto de 1492, cuando el futuro almirante de la mar


Océ ana, parte desde el Puerto de Palos de la frontera, en la Carabela “Santa
María”, capitaneada por el propio Cristó bal Coló n, viene con Don Rodrigo
de Escobedo, “Escribano de toda la Armada”, por ser el primero en pisar
tierras americanas y haber tenido el alto honor de levantar el acta en la que
requería a los indígenas que le manifestaran si tenían alguna objeció n
contra la ocupació n que hacían de esas tierras en nombre de los reyes de
Españ a.

Al pisar por primera vez las tierras que Coló n creyó eran las Indias dijo a
Rodrigo de Escobedo, Escribano de toda La Armada, y a Rodrigo Sá nchez de
Segovia, así como a todos los cristianos que se encontraban allí “que le
diesen fe y testimonio có mo é l por ante todos tomaba, como de hecho tomó ,
posesió n de la isla, a la cual ponía nombre de San Salvador, por el Rey y por
la Reina sus señ ores, haciendo las protestaciones que se requerían”.

Rodrigo de Escobedo, en cumplimiento de las funciones a su cargo, tuvo que


levantar documento auté ntico del acto solemne del desembarco y toma de
posesió n de la isla, ya que la costumbre de la é poca exigía este tipo de
documento; y Coló n debía llevar ante los reyes documentos de su hazañ a.

Época Republicana.

La primera disposició n que se refiere a los escribanos está contenida en el


derecho No. 16 de la Junta Central Gubernativa, sin fecha pero que se cree
debió de ser de agosto del 1844, en el cual se obliga a que los actos antes
escribanos se hagan en papel sellado del gobierno y que dispone para cada
acto que papel y que costo tendrá .

El 4 de julio de 1845 se dicta el decreto No. 59 que disponía en su artículo


1º que la Suprema Corte de Justicia designe a los escribanos pú blicos
mediante exá menes y establecía las incompatibilidades de las funciones con
cualquier otro empleo, excepto el de secretario del ayuntamiento,
posteriormente, el decreto No. 108 del 23 de junio del 1847 obliga a que los
archivos de las antiguas escribanías publicadas hasta el 1821 se entregaran
a la Suprema Corte de Justicia y los de 1822 en adelante se le entreguen a
los escribanos que les sucedieron.

Varias leyes se promulgaron y se dieron resolució n tendentes a regular el


ejercicio notarial en la Republica Dominicana, pero no fue sino hasta el 11
de mayo del 1857, cuando el presidente de entonces Buenaventura Bá ez,
promulgo la ley No. 472 de escribanos pú blicos, que constituye la primera
ley sobre notariado en el país, ya que a má s de regularlo, denomina por
primera vez en nuestra legislació n a los escribanos con el nombre de
notarios.

Primera Ley Dominicana sobre notariado.

Varias leyes se promulgaron y se dictaron diversos decretos tendentes a


regular el ejercicio notarial en la naciente Repú blica Dominicana, pero fue
el 11 de mayo del añ o 1857. El presidente de entonces Buenaventura Bá ez,
promulgó la Ley 472 de Escribanías Pú blicas, que constituye la primera ley
sobre notariado en el país.

Ya que, ademá s, de regularlo, denomina por primera vez a los escribanos


con el nombre de "notarios"; en los inicios del siglo XX, el día 28 de julio
del añ o 1900, se promulgó la Ley nú mero 4037 del Notariado,
evidenciá ndose que se trataba de una simple copia de la Ley Francesa
conocida como Ley del 25 Ventoso, que contenía un estatuto completo
sobre el notariado, con todas las características que actualmente posee el
notariado latino, cuyas disposiciones y principios bá sicos aparecen
recogidos en la legislació n Dominicana.

Con esta ley se compendiaron varias disposiciones dispersas sobre el


ejercicio notarial, reglamentá ndose la designació n de notarios que debería
hacer la Suprema Corte de Justicia, dictando normas sobre los autos
notariales y los protocolos, y estableciendo una tarifa por las actuaciones de
los notarios, mantenié ndose vigente con algunas modificaciones hasta el
añ o 1927. La Ley Nú mero 472 de Escribanías Pú blicas constaba de 21
artículos divididos en tres títulos que establecían las disposiciones generales
en sus artículos del 1 al 6, las obligaciones de los escribanos en sus artículos
del 7 al 17 y las disposiciones finales contempladas en los artículos del 18
al 21.

Esta ley fue refrendad por Fé lix María del Monte en su calidad de Ministro
de Justicia e Instrucció n Pú blica. El primer dominicano egresado de la
carrera de Derecho, despué s de obtenida la independencia de la Repú blica,
fue Fé lix María del Monte, quien se recibió como Licenciado en Derecho el
11 de agosto de 1845, pero es José Furcy Castellanos el primer profesional
graduado conforme al plan de estudios notariales de la Escuela de Notarios
adscrita a la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas del Instituto
Profesional, quien recibió su título de Notario en conformidad con las leyes
de entonces.

Las etapas que dan lugar al derecho notarial


dominicano son:

El derecho notarial durante la ocupación haitiana.

Refiere el reconocido notario dominicano, Dr. Manuel Víctor Gó mez


Rodríguez que durante el resto del tiempo de colonia la situació n de nuestro
notario no registró ningú n cambio, hasta 1821 con la Independencia
Efímera y la consecuente ocupació n del país en 1822 por los haitianos.

A partir de esa fecha entraron a regir los có digos francé s en el país y


debemos de suponer que con la ley francesa del 25 de ventoso, añ o XI del
calendario de la revolució n francesa, o sea, el 16 de marzo de 1803.

Con la ocupació n haitiana de 22 añ os de afianzo el desarrollo de la


legislació n francesa en la parte oriental de la isla y cuando se proclama la
independencia de la repú blica en 1844, ya la adopció n de los có digos
franceses iba hacer una realidad.

Anexión España.

En 1861 el país fue anexado nuevamente a Españ a recuperando su


independencia en 1865 con el movimiento de la restauració n. El periodo de
la adhesió n de la Republica Dominicana a Españ a duro cuatro añ os y cuatro
meses, iniciá ndose el 16 de marzo de 1861 cuando el presidente de la
Repú blica, Pedro Santana, proclamo la anexió n del país hasta el día 11 de
julio de 1865, fecha en que salieron del puerto de santo domingo las ultimas
autoridades y tropas españ olas, recuperando toda la repú blica su soberanía
perdida.

Desde ese momento, legal y judicialmente retornamos al derecho y al


procedimiento obsoleto de las leyes de indias, pero Españ a ni siquiera
tenía su legislació n civil codificada por lo que en esa materia hizo una
excepció n de mantener en vigor para Santo Domingo el có digo
Napoleó nico que venía utilizá ndose desde hacía ya unos quince añ os y,
consecuencialmente, quedaban rigiendo las fó rmulas francesas del
notariado.

Después de la restauración.

Cuando el gobierno del presidente José María Cabral y Bá ez se derogo la ley


no.472 y se promulgo la ley no. 966 sobre organizació n judicial, de fecha 31
de octubre de 1866. Esta ley hacia obligatorio para los notarios remitir el
índice de sus actuaciones a la suprema Corte de Justicia hasta el 31 de
diciembre de 1866.

A partir de ese momento y hasta finales del siglo XIX, algunas de las leyes
se refirieren tangencialmente al tema del ré gimen notarial para tocar
algunos puntos específicos, generalmente referentes a la regulació n de
aspectos judiciales. En los albores del siglo XX, el día 28 de julio de 1900,
se promulgo la ley nú mero 4037, del notariado, la que, al leerla desde su
artículo primero se comienza a evidenciar que se trata de una simple copia
de la ley francesa conocida como “Ley del 25 Ventoso” la que contenía un
estatuto completo sobre el notariado, con todas las características actuales
del notario latino, y cuyas disposiciones fundamentales y principios
bá sicos aparecen recogidos en la legislació n dominicana. Con la
promulgació n de la ley de julio de 1900, se compendiaron varias
disposiciones dispersas sobre ejercicio notarial, se reglamentó la
designació n de Notarios que debería hacer la suprema corte de justicia,
dictando normas sobre los actos notariales y los protocolos y
estableciendo una tarifa por las actuaciones de los notarios. Se mantuvo
vigente, con algunas modificaciones, hasta el añ o1927.

El Derecho Notarial Durante la Ocupación Norteamericana.

Durante la ocupació n norteamericana de 1916 a 1924, se emitieron varias


ó rdenes ejecutivas relativas al ejercicio del ministerio notarial, entre estas
destacamos: La nú mero 145 del 5 de abril de 1918, publicada en la gaceta
oficial nú mero 2899-B, que regulaba en su artículo 41 la posibilidad de que
en los estudios universitarios se conceda el título de notario, supeditando
ese otorgamiento al cumplimiento del artículo 42 que establecía cuales eran
las asignaturas necesarias para obtener dicho título universitario. Otras
leyes de interé s relativo a los notarios, fue la orden ejecutiva nú mero 192,
del 30 de julio de 1918, gaceta oficial nú mero 2931, que mencionaba en su
artículo 5 que la suprema Corte de Justicia podría revocar el nombramiento
de los notarios usando el procedimiento para la sustitució n de los jueces. Y
la numero 650, del 12 de julio de 1921, que establecía que solo habrá un
notario por cada 5 mil habitantes y exigía tener título de universitario de
notario para ser designado como tal, aunque liberaba a los licenciados y
doctores en Derecho dela obligació n del examen, ademá s, determinaba que
la funció n notarial era incompatible con el ejercicio del juez, de fiscal, o
secretario de cualquier tribunal.

Durante la presidencia de Horacio Vásquez.

El 8 de noviembre de 1927, se promulgó la Ley nú mero 770 del Notariado,


la cual sufrió varias modificaciones durante sus añ os de vigencia, hasta ser
derogada, y sustituida por la presente Ley nú mero 301 del Notariado
Dominicano, del 18 de junio de1964, publicada en la Gaceta Oficial nú mero
8870, de fecha 30 de junio de 1964, la cual regula la funció n notarial en
nuestro país. La Ley nú mero 301 del 30 de junio de 1964, surge como una
necesidad de regularizarlas actuaciones del notario frente a la sociedad,
estableciendo los pará metros y funciones del notario dominicano. La Ley
nú mero 301 está estructurada de la siguiente manera: seis (6) capítulos y
sesenta y siete (67) artículos, donde trata todo lo concerniente al notariado.

Ley actual del notario 140-15.

La ley 140-15 fue resultado de la derogació n de la ley 770 que duro má s de


45 añ os en el ordenamiento jurídico. Esta ley regula los notarios e instituye
el colegio Dominicano de notarios. La funció n notarial es un servicio pú blico,
a beneficio de todos los ciudadanos, que consiste en dar fe pú blica a los
negocios jurídicos de las personas. Esta funció n es una atribució n exclusiva
del Estado y es inherente a su soberanía. El estado la delega a
profesionales del derecho independientes, en el ejercicio de la potestad
que le reconoce el artículo 147 de la Constitució n, para asegurar servicios
pú blicos de calidad. Es por ello que el artículo 16 de la ley 140-15 define al
notario como un oficial pú blico.
Opinión personal.

En lo que me concierne como estudiante puedo decir que este tema como el
de los notarios ha sido muy interesante de leer, ya que en su historia el
derecho notarial ha jugado un papel trascendental y el notario siempre ha
tenido una posició n vital y necesaria para la sociedad. En el desarrollo del
trabajo pude notar que el cliente puede optar por el notario de su elecció n,
es decir aquel que le parezca correcto desde su punto de vista personal,
ademá s de que elegir a cual será su notario libremente, el notario es el
profesional perfecto para impedir que los documentos de las personas sean
un fraude, eso es cierto que todos y cada uno debe ejercer su profesió n
siguiendo las reglas y normas que establecen las leyes y bajo su integridad
y valores.
Conclusión.

Como se ha aprendido a lo largo de la realización de este trabajo de investigación es


indudable e indiscutible que los primeros escribanos de América están vinculados con el
descubrimiento del continente, ellos se trasladaron al nuevo mundo en los primeros viajes
del Almirante Colón, como parte de la expedición, teniendo como oficio dar fe y
testimonio de las hazañas realizadas.

Ellos tenían que estar dispuestos a ejercer su profesión en el lugar donde fuera necesario y
para esto trasladaban su escribanía bajo mucho cuidado en un cofre de cuero o caja de madera
con cerradura en la que guardaban el papel, las plumas, la tinta y el tintero con los que
escribía. Además, la caja de arenilla, usada como secante y las agujas e hilos para coser los
papeles.

Nuestro Derecho Notarial desde sus primeros pasos que dan lugar con el descubrimiento de
América sufre una serie de etapas, las cuales comprenden desde el descubrimiento de
nuestra isla en el año 1492, pasando por la ocupación haitiana de 1822, la época
republicana a partir de 1844, hasta llegar a la ocupación norteamericana de 1916, y cuyas
etapas contribuyeron de una forma u otra con la formación y organización del derecho
notarial dominicano. Hoy en día el derecho notarial que utilizamos esta regularizado por
una ley que abarca todo lo necesario para el ejercicio de los notarios, utilizando algunas de
las estipulaciones de leyes anteriores, y regularizando las figuras jurídicas que engloba el
derecho notarial para buscar obtener claridad y eficacia en los actos notariales.
Bibliografía.

 Porles, D. (16 de Enero de 2018). Issuu. Obtenido de


https://issuu.com/danielporles/docs/breve_historia_del_derecho_n
otarial

 Rodriguez, K. (2021). Academia Edu. Obtenido de


https://www.academia.edu/37280892/HISTORIA_DEL_DERECHO_
NOTARIAL_DOMINICANO#:~:text=El%20Derecho%20Notarial%20du
rante%20la,el%20presidente%20General%20Pedro%20Santana%2C

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