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La evaluación funcional global también se denomina examen clínico del fisioterapeuta. Para ello
recurriremos a medios:
‐Evaluaciones funcionales: Estudian las interrelaciones existentes entre las distintas estructuras, lo que
permite estudiar las posibilidades de independencia del paciente tanto en la vida privada como en la
profesional
Estas evaluaciones suponen la recogida de datos que formarán parte de
la historia del paciente, distinta de la historia clínica, por su
especificidad, y son lo que nos permitirá realizar una atención kinésica
adecuada del paciente
Mediante las evaluaciones logramos:
02
objetivos de tratamiento y la
terapia física necesaria para cada
paciente
04 interdisciplinario (si así lo
requiere), y modificar, de acuerdo
con el plantel, algunas
modalidades y enfoques de
tratamiento.
VALORACIÓN DE LA PIEL Y TEJIDO CELULAR SUBCUTÁNEO
Observación visual:
‐ Color de la piel: roja (hipervascularización, eritema: congestión capilar, o equimosis: zona rojiza
punteada por ruptura de capilares), violeta (hematoma, problemas circulatorios venosos), negra
(necrosis), rosa (cicatriz relativamente reciente), amarilla (fase inicial hematoma. Si es generalizada,
puede ser signo de hepatopatía), verde (hematoma), azul (hematoma o cianosis: falta de riego
sanguíneo), marrón (isquemia)
‐ Volumen (si hay edema)
‐ Aspecto general (fina o gruesa)
‐ Existencia de escarificaciones, heridas, manchas, llagas, cicatrices, pliegues de flexión, verrugas, quistes
sebáceos…será importante a la hora de instaurar un tratamiento de electroterapia o instrumental
Palpación de la piel y tejido subcutáneo:
‐ Propiedades mecánicas de la piel: se coge un pliegue cutáneo pulpo-pulpar (pliegue de Klieber) y se
observa la extensibilidad (ver si se pega a los planos inferiores), espesor de la piel, elasticidad (ver como
vuelve a su posición al soltar el pliegue), y movilización de la piel (con los dedos sobre la piel, moverla
aun lado y a otro). Las cicatrices deben tener las mismas propiedades que la piel
‐ Trofismo y estado circulatorio: palpación del pulso, temperatura de la piel, edema (Fóvea o signo de
Godet)
‐ Sensibilidad cutánea: Ver si hay hipoestesia (sensación anormalmente disminuida ante un estímulo), hiperestesia (sensación
anormalmente aumentada ante un estímulo), anestesia (ausencia de sensaciones), disestesia (sensación anormal ante un
estímulo exterior, donde la percepción está alterada. Frecuente en lesión medular. Adormecimiento, hormigueo, quemazón
o dolor por debajo de la lesión) parestesia (sensación subjetiva, evocada o no, que se experimenta como entumecimiento,
hormigueo o pinchazos. Frecuente en compresiones nerviosas), alodinia (dolor al roce ante estímulos no dolorosos)
causalgia (conjunto de alodinia, dolor quemante, inflamación, disfunción vasomotora…de origen nervioso), hiperpatía
aumento de la reacción ante un estímulo repetido)
Instrumental:
1. ‐ Espesor: compás de espesor, podoscopio…
2. ‐ Trofismo: prueba de Möberg (mide la sudoración), sondas térmica (termómetro que recoge
las
3. variaciones de temperatura), placas térmicas o de termografía (mide el aumento de
temperatura en
4. zonas localizadas)…
5. ‐ Cicatrices: cinta métrica, compás de espesor…
6. ‐ Edemas: cinta métrica…
7. ‐ Sensibilidad: punzones, pincel, compás de Weber…
Evaluación analítica articular y ósea
Las articulaciones, junto con los huesos, músculos, tendones y ligamentos, forman el aparato locomotor, conjunto de
partes orgánicas que actúan en armonía para realizar la función de la locomoción, es decir, la facultad que tienen los
seres vivos de trasladarse, y la de poder interactuar con el medio que le rodea. Además de éste, hay que agregar al
sistema nervioso, responsable de la coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento.
Una articulación es la unión de dos o más huesos entre sí en su lugar de contacto. Las articulaciones permiten el
desplazamiento de una pieza respecto a la otra, pero todas ellas no aportan la misma amplitud de movimiento.
La exploración articular analítica consta de diferentes
partes:
1. - Una observación e inspección visual, que permita detectar la existencia de malformaciones y deformidades
articulares (flexos, valgos, varos….), asimetrías, engrosamientos y aumentos de volumen de origen diverso
(edemas, derrames sinoviales), actitudes antiálgicas, así como problemas o patologías influyentes asentadas en un
nivel distinto al estudiado y que obligan a examinar las articulaciones y segmentos suprayacentes y subyacentes a la
articulación que exploramos. La observación de la región en estudio debe realizarse en los distintos planos del
espacio y en distintas situaciones articulares (sedestación, bipedestación) para poder advertir y detallar mejor su
comportamiento. Además siempre debe ser comparativa con el lado sano.
2. - La palpación manual proporciona, a través del tacto, información de carácter subjetivo desde las zonas más
superficiales como la piel hasta regiones más profundas como las cápsulas y los ligamentos. Debe llevarse a cabo
sobre toda la región articular, palpando las interlíneas articulares, las cápsulas articulares, los rebordes óseos,
tuberosidades, depresiones, ligamentos, etc. Nos ofrece información acerca de la presencia de anomalías en los
distintos relieves analizados, localizaciones dolorosas al tacto o a la presión, y nos da idea del estado de integridad
de la articulación.
3. - Una valoración de la movilidad articular para tratar de cuantificar y calificar de forma aproximativa el rango de
movilidad articular disponible y el origen de sus posibles limitaciones. Para mayor objetividad usaremos medidas
instrumentales (goniómetro, cinta métrica…)
1. La exploración articular ha de realizarse en unas condiciones determinadas para la correcta valoración de
cualquier tejido (articulaciones, músculos, piel…): el lugar tiene que aportar comodidad, tranquilidad e intimidad
al paciente.
2. No se le debe provocar dolor en ningún caso: un movimiento violento o doloroso que haga sufrir a la cápsula
articular puede desencadenar la contracción automática y refleja del grupo muscular protector de dicha
articulación. Esta inervación protectora se denomina “reflejo de Charcot”
3. Durante el examen de movilidad articular observaremos también el estado de los diversos tejidos periarticulares
(piel, tejido subcutáneo, músculos, tendones) de la zona de estudio, para averiguar su influencia sobre la posible
limitación y/o pérdida de amplitud en el movimiento angular
4. Este examen, debe efectuarse obligatoriamente de forma pasiva (eliminamos la acción de los elementos
contráctiles, para valorar sólo los no contráctiles). Además de valorar pasivamente los movimientos articulares
activos (flexión, ABD…), valoraremos también los movimientos articulares pasivos (deslizamiento, rotaciones
axiales, decoaptación articular), buscando descubrir retracciones articulares, bloqueos, rigideces, ruidos
articulares, así como maniobras dolorosas y movimientos donde no se respeten los ejes ni los planos de un
desplazamiento articular normal ni las amplitudes fisiológicas.
5. Haremos también el examen de forma activa: es normal perder grados de movilidad al realizar el movimiento de
forma activa.
1. Para medir el balance articular nos servimos de una serie de utensilios, que habrán de ser seleccionados según las
características de cada articulación:
2. - El goniómetro: La goniometría tradicional constituye la forma más frecuente y extendida para medir y explorar el
balance articular. La goniometría articular consiste en medir la situación de un segmento corporal con relación a
otro separado del primero por la articulación estudiada o con relación a un elemento de referencia constante.
3. - El metro cinta. La función básica de la medición centimétrica es permitir la medición de la movilidad raquídea,
aunque también de otras estructuras como la escápula y sus movimientos sobre la pared torácica. También se usa en
la medición de atrofias musculares y longitud de los miembros.
4. - El trazado de contorno. Se emplea un fino hilo de plomo maleable que se adapta fácilmente al contorno de los
segmentos que delimitan la articulación. Posteriormente el hilo con el contorno marcado se lleva sobre un
transportador de ángulos donde quedan reflejados los grados del desplazamiento articular.
Evaluación musculo tendinosa