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Unidad II

EVALUACIÓN ANALÍTICA Y FUNCIONAL.

Evaluación analítica y funcional del


tejido cutáneo y subcutáneo.
Evaluación analítica articular,
evaluación analítica ósea, evaluación
analítica musculotendinosa, análisis
del dolor.
Evaluación funcional.
Evaluación
Estudio pormenorizado de la situación clínica de un paciente para poder determinar con
precisión el diagnóstico o para aconsejar el tratamiento más adecuado. (Diccionario Medico)

La evaluación funcional global también se denomina examen clínico del fisioterapeuta. Para ello
recurriremos a medios:

• Visuales: observar las estructuras desde un punto de vista morfológico y funcional


• Manuales: palpación, movilización
• Instrumentales: medición de magnitudes físicas y sus variaciones

Dentro de este estudio o evaluación global del paciente realizaremos:


‐ Evaluaciones analíticas: Estudian por separado las distintas estructuras (piel, músculo, articulación,
valoraciones morfostáticas, sensibilidad, circulación) pero sin interrelacionarlas.

‐Evaluaciones funcionales: Estudian las interrelaciones existentes entre las distintas estructuras, lo que
permite estudiar las posibilidades de independencia del paciente tanto en la vida privada como en la
profesional
Estas evaluaciones suponen la recogida de datos que formarán parte de
la historia del paciente, distinta de la historia clínica, por su
especificidad, y son lo que nos permitirá realizar una atención kinésica
adecuada del paciente
Mediante las evaluaciones logramos:

Controlar y comparar los

01 Localizar las lesiones y conocer el


grado de deterioro sufrido por el
paciente.
03 progresos del paciente de forma
regular

Y a partir de éstos, determinar los Transmitir estos datos al plantel

02
objetivos de tratamiento y la
terapia física necesaria para cada
paciente
04 interdisciplinario (si así lo
requiere), y modificar, de acuerdo
con el plantel, algunas
modalidades y enfoques de
tratamiento.
VALORACIÓN DE LA PIEL Y TEJIDO CELULAR SUBCUTÁNEO

Observación visual:
‐ Color de la piel: roja (hipervascularización, eritema: congestión capilar, o equimosis: zona rojiza
punteada por ruptura de capilares), violeta (hematoma, problemas circulatorios venosos), negra
(necrosis), rosa (cicatriz relativamente reciente), amarilla (fase inicial hematoma. Si es generalizada,
puede ser signo de hepatopatía), verde (hematoma), azul (hematoma o cianosis: falta de riego
sanguíneo), marrón (isquemia)
‐ Volumen (si hay edema)
‐ Aspecto general (fina o gruesa)
‐ Existencia de escarificaciones, heridas, manchas, llagas, cicatrices, pliegues de flexión, verrugas, quistes
sebáceos…será importante a la hora de instaurar un tratamiento de electroterapia o instrumental
Palpación de la piel y tejido subcutáneo:
‐ Propiedades mecánicas de la piel: se coge un pliegue cutáneo pulpo-pulpar (pliegue de Klieber) y se
observa la extensibilidad (ver si se pega a los planos inferiores), espesor de la piel, elasticidad (ver como
vuelve a su posición al soltar el pliegue), y movilización de la piel (con los dedos sobre la piel, moverla
aun lado y a otro). Las cicatrices deben tener las mismas propiedades que la piel
‐ Trofismo y estado circulatorio: palpación del pulso, temperatura de la piel, edema (Fóvea o signo de
Godet)
‐ Sensibilidad cutánea: Ver si hay hipoestesia (sensación anormalmente disminuida ante un estímulo), hiperestesia (sensación
anormalmente aumentada ante un estímulo), anestesia (ausencia de sensaciones), disestesia (sensación anormal ante un
estímulo exterior, donde la percepción está alterada. Frecuente en lesión medular. Adormecimiento, hormigueo, quemazón
o dolor por debajo de la lesión) parestesia (sensación subjetiva, evocada o no, que se experimenta como entumecimiento,
hormigueo o pinchazos. Frecuente en compresiones nerviosas), alodinia (dolor al roce ante estímulos no dolorosos)
causalgia (conjunto de alodinia, dolor quemante, inflamación, disfunción vasomotora…de origen nervioso), hiperpatía
aumento de la reacción ante un estímulo repetido)
Instrumental:
1. ‐ Espesor: compás de espesor, podoscopio…
2. ‐ Trofismo: prueba de Möberg (mide la sudoración), sondas térmica (termómetro que recoge
las
3. variaciones de temperatura), placas térmicas o de termografía (mide el aumento de
temperatura en
4. zonas localizadas)…
5. ‐ Cicatrices: cinta métrica, compás de espesor…
6. ‐ Edemas: cinta métrica…
7. ‐ Sensibilidad: punzones, pincel, compás de Weber…
Evaluación analítica articular y ósea

Las articulaciones, junto con los huesos, músculos, tendones y ligamentos, forman el aparato locomotor, conjunto de
partes orgánicas que actúan en armonía para realizar la función de la locomoción, es decir, la facultad que tienen los
seres vivos de trasladarse, y la de poder interactuar con el medio que le rodea. Además de éste, hay que agregar al
sistema nervioso, responsable de la coordinación y la estimulación de los músculos para producir el movimiento.
Una articulación es la unión de dos o más huesos entre sí en su lugar de contacto. Las articulaciones permiten el
desplazamiento de una pieza respecto a la otra, pero todas ellas no aportan la misma amplitud de movimiento.
La exploración articular analítica consta de diferentes
partes:
1. - Una observación e inspección visual, que permita detectar la existencia de malformaciones y deformidades
articulares (flexos, valgos, varos….), asimetrías, engrosamientos y aumentos de volumen de origen diverso
(edemas, derrames sinoviales), actitudes antiálgicas, así como problemas o patologías influyentes asentadas en un
nivel distinto al estudiado y que obligan a examinar las articulaciones y segmentos suprayacentes y subyacentes a la
articulación que exploramos. La observación de la región en estudio debe realizarse en los distintos planos del
espacio y en distintas situaciones articulares (sedestación, bipedestación) para poder advertir y detallar mejor su
comportamiento. Además siempre debe ser comparativa con el lado sano.
2. - La palpación manual proporciona, a través del tacto, información de carácter subjetivo desde las zonas más
superficiales como la piel hasta regiones más profundas como las cápsulas y los ligamentos. Debe llevarse a cabo
sobre toda la región articular, palpando las interlíneas articulares, las cápsulas articulares, los rebordes óseos,
tuberosidades, depresiones, ligamentos, etc. Nos ofrece información acerca de la presencia de anomalías en los
distintos relieves analizados, localizaciones dolorosas al tacto o a la presión, y nos da idea del estado de integridad
de la articulación.
3. - Una valoración de la movilidad articular para tratar de cuantificar y calificar de forma aproximativa el rango de
movilidad articular disponible y el origen de sus posibles limitaciones. Para mayor objetividad usaremos medidas
instrumentales (goniómetro, cinta métrica…)
1. La exploración articular ha de realizarse en unas condiciones determinadas para la correcta valoración de
cualquier tejido (articulaciones, músculos, piel…): el lugar tiene que aportar comodidad, tranquilidad e intimidad
al paciente.
2. No se le debe provocar dolor en ningún caso: un movimiento violento o doloroso que haga sufrir a la cápsula
articular puede desencadenar la contracción automática y refleja del grupo muscular protector de dicha
articulación. Esta inervación protectora se denomina “reflejo de Charcot”
3. Durante el examen de movilidad articular observaremos también el estado de los diversos tejidos periarticulares
(piel, tejido subcutáneo, músculos, tendones) de la zona de estudio, para averiguar su influencia sobre la posible
limitación y/o pérdida de amplitud en el movimiento angular

4. Este examen, debe efectuarse obligatoriamente de forma pasiva (eliminamos la acción de los elementos
contráctiles, para valorar sólo los no contráctiles). Además de valorar pasivamente los movimientos articulares
activos (flexión, ABD…), valoraremos también los movimientos articulares pasivos (deslizamiento, rotaciones
axiales, decoaptación articular), buscando descubrir retracciones articulares, bloqueos, rigideces, ruidos
articulares, así como maniobras dolorosas y movimientos donde no se respeten los ejes ni los planos de un
desplazamiento articular normal ni las amplitudes fisiológicas.
5. Haremos también el examen de forma activa: es normal perder grados de movilidad al realizar el movimiento de
forma activa.
1. Para medir el balance articular nos servimos de una serie de utensilios, que habrán de ser seleccionados según las
características de cada articulación:
2. - El goniómetro: La goniometría tradicional constituye la forma más frecuente y extendida para medir y explorar el
balance articular. La goniometría articular consiste en medir la situación de un segmento corporal con relación a
otro separado del primero por la articulación estudiada o con relación a un elemento de referencia constante.
3. - El metro cinta. La función básica de la medición centimétrica es permitir la medición de la movilidad raquídea,
aunque también de otras estructuras como la escápula y sus movimientos sobre la pared torácica. También se usa en
la medición de atrofias musculares y longitud de los miembros.
4. - El trazado de contorno. Se emplea un fino hilo de plomo maleable que se adapta fácilmente al contorno de los
segmentos que delimitan la articulación. Posteriormente el hilo con el contorno marcado se lleva sobre un
transportador de ángulos donde quedan reflejados los grados del desplazamiento articular.
Evaluación musculo tendinosa

El músculo es un órgano excitable-contráctil y extensible-viscoelástico, Un músculo esquelético está constituido por


fascículos musculares formados, a su vez, por un conjunto de fibras musculares. Cada músculo se inserta en el hueso por
medio de los tendones, que están constituidos básicamente por tejido fibroso, elástico y sólido. Este está compuesto por:
El endomisio rodea cada fibra muscular, El perimisio agrupa las distintas capas de fibras musculares en haces, El
epimisio recubre el conjunto del músculo. Tras haber atravesado el epimisio, los vasos sanguíneos (arteriolas y vénulas)
que garantizan la vascularización del músculo, crean una fina red de capilares que llega al perimisio y después al
endomisio para vascularizar cada fibra muscular.
1. Se utilizan técnicas de observación, palpación y movilización, estos permiten recoger datos subjetivos y
cuantitativos que deben compararse con los obtenidos a nivel del lado contralateral.
2. La evaluación muscular debe ser secundaria al examen articular. : Aprecia y compara los relieves y el volumen
muscular así como las salientes tendinosas que pueden demostrar la actividad contráctil, Cuando el tono residual
está pertubado a nivel de un grupo muscular, sólo se produce un desequilibrio agonista-antagonista, el desequilibrio
provoca modificaciones de la posición de los eslabones corporales.
3. Observación : Permite apreciar la consistencia, la movilidad y la pasividad musculotendinosa. Se efectúa de dos
maneras: La primera se debe ejercer una serie de presiones-depresiones perpendicularmente a la superficie con la
yema de uno o varios dedos, o con toda la mano según la importancia de la masa muscular. Con esto evaluamos la
aptitud del músculo para dejarse comprimir, deprimir deformar entre la mano del reeducador y el plano óseo La
segunda consiste en aplicar las yemas de los dedos sobre el cuerpo muscular y después transversalmente respecto
del eje muscular longitudinal conservando cierto valor de apoyo.
Tono Muscular:
Un estado de tensión fisiológico que presentan los músculos constantemente ,con el fin de mantener a estos tejidos
activos sin  generar un movimiento. Por lo cual, se lleva a cabo gracias al intercambio de acción que producen las fibras
musculares, lo que quiere decir que estos elementos se van turnando para evitar que aparezca la fatiga.
Cuando el tono muscular se encuentra sin ninguna alteración encontraremos que presentará ciertas características al
momento de su evaluación. Pero cuando alguna de las estructuras que lo regulan se afectan, se podrán diferenciar y
clasificar en los siguientes tipos:
Hipertonía, se refiere al aumento de fibras contraídas en el músculo, y de acuerdo a su fisiología se divide
en espasticidad y rigidez.
Hipotonía, indica una disminución en las fibras contraídas.
Distonía, se presenta cuando no hay fibras contraídas, por los cual se generan mecanismos en los cuales se contraen las
fibras de manera involuntaria y repetitiva.
Paratonía, también entra dentro de la clasificación, pero es más conocido como un indicativo de lesión en el lóbulo
frontal.
Análisis del dolor

1. Es una valoración muy subjetiva y se hace mediante preguntas


2. - ¿Dónde duele? Localización del dolor: En un punto, en una zona, irradiado (por compresión de una raíz o
nervio), referido (aparece lejos de la zona. Ej. Punto gatillo), muy localizado (problema óseo), difuso (problema
muscular), cambia según la posición (estructuras articulares)
3. - ¿Cuánto tiempo hace que le duele? Hace poco (agudo), 1 ó 2 semanas (subagudo), meses o años (crónico)
4. - ¿Cómo empezó el dolor? De repente (traumatismo), lentamente (reumatismo, proceso de malposición articular)…
5. - ¿Cuándo le duele? Por el día (significa que aumenta con el movimiento), por la noche (inflamatorio) -
¿Cuándo cesa el dolor? - ¿Cómo es el dolor? Palpitante, punzante, quemante, continuo, profundo, sensible,
fatigante, insoportable, irritante…

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