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Valoración y Diagnóstico Diferencial en

Fisioterapia

Ana Virginia Villarroel, 28.229.885


Diana Ruiz, 29.974.366
Maria Patricia Sabiam, 30.218.209
Abril 2021.
Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos
Núcleo Monagas. Programa de Fisioterapia.
Alteraciones de los Sistemas
Facilitador: Dr. Jose Ángel Acuña
Entender el proceso que lleva a la discapacidad y conocer la importancia de
toma de decisiones clínicas informadas con base en evidencias procedentes de la
bibliografía científica son los requerimientos básicos de la atención integral de los
pacientes que buscan y reciben los servicios de fisioterapia. Para prestar una atención
de calidad es preciso formular juicios clínicos sensatos, resolver los problemas que le
importan al paciente y aplicar lo que se sabe sobre las correlaciones entre la patología,
las deficiencias existentes, las limitaciones funcionales y la discapacidad a cada una de
las fases del proceso de atención del paciente.

La toma de decisiones clínicas es un proceso complejo y dinámico de


razonamiento y pensamiento analíticos, que implican la formulación de juicios y la
adopción de determinaciones en el contexto de la atención del paciente. Una de las
numerosas áreas de toma de decisiones clínicas en las que intervienen los
fisioterapeutas es el área de selección, implementación y modificación de las distintas
modalidades de la fisioterapia.

Cuando un paciente acude a un fisioterapeuta para ser atendido y para que éste
le ayude a mejorar su dolor y/o rehabilitar la zona afectada debe comprender que,
antes de empezar el tratamiento, es muy importante que el profesional realice
una buena valoración y diagnóstico en fisioterapia, para que luego el tratamiento sea
mucho mejor.

A través de la valoración y del diagnóstico el fisioterapeuta podrá marcarse


unos objetivos de tratamiento concreto y alcanzable y lo más beneficiosos para el
paciente. Durante el proceso de valoración, se pueden llevar a cabo diversas pruebas,
todas con la finalidad que el fisioterapeuta recopile datos sobre el paciente y su dolor.
Tras la exploración física del paciente y la evaluación de sus movimientos se podrán
hallar posibles soluciones a seguir para que pueda volver a su día a día.

Dentro de las competencias del fisioterapeuta se incluye la valoración


fisioterápica. El objetivo de ésta es, independientemente de la valoración del médico,
objetivar y valorar como afecta el problema/lesión de los tejidos al movimiento, tanto
a la cantidad como a la calidad. Siempre en relación a los síntomas del paciente,
respetando la inflamación y el dolor para ayudar y facilitar la reparación de los tejidos
y restaurar la movilidad normal.

Cuando hablo de movilidad normal, no solo me refiero a la movilidad articular,


sino también al movimiento del sistema nervioso o del sistema muscular. De ahí que
nuestra especialidad dentro de la fisioterapia se denomine neuromusculoesquelética.

Dentro de nuestra valoración hay una parte destinada a conocer los síntomas
del paciente y como estos afectan a sus actividades diarias normales; otra destinada a
conocer cuál es la historia pasada del paciente (problemas similares que ha padecido
en el pasado, otras enfermedades que pueda padecer o haya padecido, accidentes
importantes que hayan podido ocurrir), y por último y más importante, una vez
conocemos todo lo anterior descrito, hacemos una exploración física, en la que a
través de test de movilidad activa y pasiva, test de fuerza muscular, test
neurodinámicos y otros test específicos, con los que intentamos clarificar el origen del
problema, para después elaborar un plan de tratamiento lo más preciso e
indicidualizado posible.

Evaluación o valoración

Una vez obtenidos los datos del examen , nos dispondremos a realizar una
valoración final o juicio diagnóstico.

Tipos de evaluación

• Evaluación subjetiva: Deberemos de reconocer el momento de inicio del dolor


y la causa que pudo originarlo, de esta forma será más fácil educar al paciente sobre el
tratamiento y medidas de prevención. Una de los principales síntomas que
valoraremos de forma subjetiva será el dolor.

• Evaluación analítica: Consiste en el estudio de las diferentes estructuras del


aparato locomotor de forma aislada o agrupada teniendo en cuenta las interrelaciones
existentes entre tejido cutáneo, subcutáneo, articulaciones, sistema musculo-
tendinoso y huesos. Para el estudio se podrán utilizan medios visuales, manuales e
instrumentales. Incluye:

» Examen postural

» Examen muscular

» Examen articular

» Medición del perímetro afectado y miembro sano.

• Evaluación funcional: Valoración de la realización de las actividades de la vida


diaria, tales como las personales o profesionales. Evaluar el comportamiento propio
de cada paciente frente a la situación dada. La patología puede repercutir sobre las
funciones del aparato locomotor del paciente, por lo que deben ser observadas por el
fisioterapeuta.

Valoración de la piel y el tejido celular subcutáneo

La piel es un órgano que lo constituyen diversas capas según su profundidad


en : epidermis, dermis, hipodermis y tejido subcutáneo. La exploración de este tejido
puede ser muy subjetiva por lo que debemos de prestar atención al realizarla, sin
olvidarnos de su carácter subjetivo. Para una buena valoración la zona afectada, así
como zonas adyacentes, debe de estar descubierta y el lugar debe de estar bien
iluminado para observar con claridad. Debemos de valorar del mismo modo el lado
contralateral de la zona afectado.

Valoración articular

Pasos a seguir para la realización de la valoración de la articulación:

• Observar. Detectaremos si existe alguna anomalía o diferencia notoria como


un aumento del volumen de la articulación, eritema (aumento de la coloración de la
piel) o una deformación de la articulación. Será importante comparar con el lado
contralateral.
• Palpación. Evaluaremos mediante la palpación la articulación para testar si
hay derrame articular, aumento del volumen, temperatura de la articulación,
sensibilidad, si existe dolor o si realizar movimiento podemos sentir o escuchar
crepitaciones (sonidos producidos al mover una articulación).

• Medición del ángulo articular. Es la medición del ángulo que forman dos
huesos que se articulan entre si. Utilizaremos para la medición un goniómetro o
artrómetro universal. También podremos utilizar otros métodos como la cinta métrica
o el péndulo. las medidas tomarán como referencia la posición anatómica. Estas
medidas nos darán como resultado el grado de movilidad de dicho paciente en una
determinada articulación.

Existen varios tipos de goniómetros:

• Goniómetro universal o artrómetro. Dos brazos que se unen en un eje. Dicha


unión forma un círculo graduado de 0º-360º o un semicírculo graduado de 0º-180º.
Una de las dos ramas permanecerá fija mientras la otra se mueve.

• Goniómetro basado en el principio de la irradiación permanente de la vertical.

• Goniómetro que utiliza una desviación magnética. Se trata de un brazo al cual


le ponen una brújula.

Valoración muscular

• Observar el aspecto y forma de la musculatura.

• Valorar mediante palpación el estado del musculo:

» Realizar presiones-depresiones con la yema de uno o varios dedos o incluso


con toda la superficie palmar.

» Hacer presión con las yemas de los dedos y deslizarlos de manera transversal
respecto del eje longitudinal del músculo en cuestión.
Otra forma de valorar la musculatura es hacerlo midiendo la fuerza muscular,
de esta forma valoraremos la capacidad que posee el músculo para contraerse.
Podemos valorar el grado de movimiento de nuestro paciente mediante la escala de
Robert Lovett, M.D./Kendall.

Valoración ósea

Según la zona o región a valorar el tejido óseo puede resultar inaccesible. La


valoración ósea se realizará a través de los tejidos que la cubren y será tanto visual
como a través de la palpación.

• Podremos observar las protrusiones óseas y la forma del segmento óseo.


Debemos tener en cuenta que siempre hemos de comparar con el miembro
contralateral sano.

• Para realizar una palpación no debe de haber lesiones en la piel y la


musculatura debe de estar relajada. Se pueden realizar percusiones sobre el segmento
óseo para valorar o testear. Si necesitamos hacer mediciones entre prominencias
óseas podemos ayudarnos de una cinta métrica.

Durante el proceso de tratamiento vamos confirmando o desechando las


hipótesis formuladas mediante la revaloración de las pruebas realizadas,
comprobando al momento si los signos valorados inicialmente se normalizan o no. A
este proceso se conoce como Razonamiento clínico.

Desde la perspectiva del análisis de la función y disfunción del movimiento


humano, con características propias de nuestra disciplina, el diagnóstico
fisioterapéutico no debe entrar en competencia con el diagnóstico médico, sino más
bien, debe ser complementaria. Esto queda demostrado en la descripción de la
profesión que hizo la Confederación Mundial de Fisioterapia (WCPT, 1999) sobre la
postura diagnóstica fisioterapéutica a partir del desarrollo de la Clasificación
Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) .

Como dice Gallego Izquierdo (5) “el diagnóstico médico es un elemento


importante, pero no constituye una información suficiente para dirigir la Fisioterapia.
El diagnóstico fisioterapéutico es una opinión fundamentada en un análisis crítico
racional de toda la información disponible”. Se hace imprencindible, por tanto, la
incorporación de una evaluación, un análisis, una interpretación, propia del
fisioterapeuta que le guíe en la planificación de acciones terapéuticas, preventivas y
de educación y/o formación del paciente o usuario de sus servicios. No se trata, como
dice la referida sentencia, de hacer “diagnóstico de enfermedades”, que sí es una
competencia exclusiva del médico. Sin embargo, el diagnóstico sirve para “identificar
la naturaleza o esencia de una situación o de un problema y de la causa posible o
probable del mismo”, como dice la sentencia, y su uso debe aceptarse fuera del ámbito
médico.

Definición de diagnóstico fisioterapéutico

Sahrmann (1988) hace la primera definición del diagnóstico fisioterapéutico como “el
término que describe las disfunciones esenciales, objeto de tratamiento del
fisioterapeuta. La disfunción es identificada sobre la base de las informaciones
obtenidas a partir de la historia de la enfermedad, los signos, síntomas, exámenes y
tests que él mismo ejecuta o solicita” 4.
Por su parte, la Confederación Mundial de Fisioterapia en 1999 define el diagnóstico
como “el resultado del proceso de razonamiento clínico que puede ser expresado en
términos de disfunción del movimiento o contener categorías de deterioro, limitación
funcional, capacidad/discapacidad o síndromes”

Objetivos

 Búsqueda de unos objetivos, a corto, medio y largo plazo.

 Facilitar un plan de tratamiento, así como los modelos


terapéuticos apropiados a aplicar.

 Establecer un programa de intervención fisioterápica.

 Ayudar a elegir los actos fisioterápicos más adecuados (modelos,


técnicas) en dicha intervención.

 Colocar las incapacidades en el centro del análisis.

 Establecer las relaciones entre deficiencia y desventaja.

Tomando en cuenta lo antes mencionado, resaltar que el diagnóstico en


Fisioterapia y Kinesiología, es complementaria al diagnóstico del médico y otros
profesionales que forman parte del equipo de salud. El diagnóstico fisioterapéutico
tiene su base en el análisis de las funciones y disfunciones del movimiento humano
desde la perspectiva biopsicosocial y es uno de los importantes productos que se
obtienen del proceso de evaluación inicial. No obstante, Según Daza Lesmes (2007), se
ha visto que, durante la práctica profesional, el diagnóstico fisioterapéutico se asocia
de forma automática con la enfermedad o patología y se desconoce su infinito alcance
y valor genérico que puede tener cuando se asume desde la perspectiva de la
disciplina1.
Para la estructuración del diagnóstico fisioterapéutico, según recomendaciones
hechas por la Confederación Mundial de Fisioterapia, se propone el uso de la CIF,
tomando como base su revisión y análisis a fondo para tener elementos de juicio
necesarios que permitan organizar la información requerida desde la dimensión
corporal, individual y social.
Referencias Bibliográficas

1. Daza Lesmes J. Evaluación clínico-funcional del movimiento corporal humano.


Primera ed. Daza L, Javier , editors. Bogotá: Médica Panamericana; 2007.

2. Gallego Izquierdo T. El método de intervención en Fisioterapia. En Gallego T. Bases


teóricas y fundamentos de la Fisioterapia. Ed. Médica Panamericana, 2007. Pag. 179.

3.Vargas Castillo M. Historia clínica y valoración en fisioterapia. Vol. III Número 31.
Octubre 2020: 4-33

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