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Elaborado por:

Guadalupe Jiménez Bautista


TEMA 3: CRECIMIENTO Y DESARROLLO NORMAL EN
LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA

LICENCIATURA EN ENFERMERÍA
3.1 Conceptos generales de crecimiento y desarrollo
El crecimiento y desarrollo es un fenómeno
continuo que inicia en el momento de la
concepción y culmina al final de la adolescencia,
periodo durante el cual se alcanza la madurez en
sus aspectos físico, psicosocial y reproductivo.
Esta transformación involucra cambios en el
tamaño, la organización espacial y diferenciación
funcional de tejidos y órganos. El aumento en el
tamaño y la masa corporales es el resultado de la
hipertrofia e hiperplasia celulares, proceso
conocido como crecimiento. Los cambios en la
organización y diferenciación funcional de
tejidos, órganos y sistemas son el resultado del
proceso de desarrollo o maduración y
adaptación.
3.2 Crecimiento y desarrollo del recién nacido
Mejor conocido como etapa neonatal, comprende los
primeros 28 días de vida extrauterina. Existe un ritmo
acelerado de crecimiento y desarrollo. Destaca el
perfeccionamiento de la actividad neurovegetativa que
da lugar a la presencia de reflejos. Crecimiento regulado
por la Hormona de Crecimiento e IGF’s (Factor de
Crecimiento similar a Insulina). Desarrollo neuromotor,
cognoscitivo y afectivo.
Se observa un ritmo acelerado de crecimiento y
desarrollo en todos los órdenes encaminadas a
regularizar funciones fisiológicas en su nuevo ambiente5.
El 90% de los RN pesan entre 2.600-3.800 g y miden
entre 46 y 53 cm. Al final del periodo neonatal, la
ganancia ponderal es de 750 g y la talla aumenta en
promedio 3 a 4 cm
Al nacer, el cerebro humano pesa una cuarta parte (350 g) de su peso final (1350 g). Continúa la
multiplicación celular así como la formación de nuevas conexiones y la mielinización. Como resultado
del perfeccionamiento en la actividad neurovegetativa, aparecen los reflejos.
Reflejo de Succión. Al tocar la piel peribucal, la boca se abre y el niño gira la cabeza hacia el lado
estimulado y chupa.
Prensión Palmar. Al colocar los dedos en las manos del bebé y presionar contra las caras palmares, el
bebé flexionará todos sus dedos para agarrar los suyos.
Reflejo de Moro. O de sobresalto. Se sujeta al niño en decúbito supino, apoyándole la cabeza, la
espalda y los miembros inferiores. Súbitamente, descenderlo bruscamente unos 60 cm. Los
miembros superiores se separan y abre las piernas. Puede llorar.
Marcha automática. Se mantiene al recién nacido en posición vertical tomándolo del tronco e
inclinándolo ligeramente hacia adelante. Intentará caminar conforme cada pie tiene contacto con la
superficie.
Bóveda Palatina. Al frotar gentilmente la mejilla cerca de la boca, el recién nacido mueve la cara
hacia el mismo lado, abre la boca e intenta succionar.
El 90% de los recién nacidos a término muestran los testículos en las bolsas escrotales. El útero
involuciona durante las primeras semanas de vida y permanece en estado de latencia hasta el inicio
de la pubertad.
El timo pesa al nacimiento de 12 a 15 g, con amplias variaciones; el bazo sigue el crecimiento de tipo
general.
Fontanelas. Bregmática. De forma romboidal mide de 2.5 a 4 cm y se cierra en el 90% de los niños
entre los 7-19 meses. Lambdoidea. Puede estar cerrada al nacimiento o durante el curso del periodo
neonatal. Moldeamiento. La variación en la forma de la cabeza, por la adecuación a la morfología del
canal del parto.
Incapaces de enfocar. Puede aparecer estrabismo transitorio. Existen lágrimas para mantener
húmeda la superficie corneal, pero su aparición con el llanto aparece entre la tercera y cuarta
semana.
Las fosas nasales son de calibre reducido. La audición se establece con el nacimiento. La boca está
especialmente adecuada a la succión, pero menos capacitada para la impulsión del bolo alimenticio
Las glándulas salivales no se desarrollan hasta el tercer mes, sin embargo, se produce saliva
suficiente.  La capacidad gástrica aumenta de 25-40 mL a 90-150 mL.  El esfínter inferior del
esófago permite la regurgitación debido a su inmadurez fisiológica.
18. A causa de la incompleta mielinización, los movimientos peristálticos en el intestino son
inadecuados, por lo que generan cólicos.
El neonato intentará estabilizarse en base a constantes fisiológicas en un medio ambiente donde de
momento es incapaz de mantener una relación debido a las limitaciones de su mente.
Se basa principalmente en los reflejos, cuya razón de ser puede ser tanto como medio de
supervivencia como vestigio de la evolución.
El mundo y él forman una sola unidad. No existe representación alguna en su mente. El niño no
ofrece ninguna respuesta emocional a la madre ni a ningún objeto. Poco a poco irá depositando en
su mente lo que se conoce como Huellas Mnémicas, es decir, la Memoria.
Al momento del nacimiento la homeostasis se rompe debido a los cambios tan bruscos. La
corticalización del encéfalo en esta etapa de la vida aun no está plenamente establecida como para
impresionar en la memoria
Al bebé no le es posible intervenir activamente en el proceso de interacción social debido a la falta
de estructura cognitiva, pero sí precisa de lo que el entorno le ofrece para proceder su propio
desarrollo psicosocial.
3.3 Crecimiento y desarrollo del lactante normal
El crecimiento y desarrollo durante el primer año es muy
acelerado, el niño triplica su peso de nacimiento, aumenta el Proporciones Corporales
doble su estatura y alcanzar el 70% del crecimiento cerebral.
El lactante, presenta extremidades cortas, la cabeza
y el tronco, ocupan la mayor proporción del cuerpo.
"Peso/Talla" - Niño Se aprecia la existencia de abundante tejido
"Peso/Talla" - Niña adiposo principalmente en las extremidades.
A fines de los dos años, la cabeza y el tronco,
presentan un mayor crecimiento y ha empezando a
Durante el segundo año se desacelera el crecimiento; la talla
y el peso aumentan 1cm/mes y 225 grs/mes desarrollarse el tejido muscular y a disminuir el
respectivamente. adiposo. Ligado a la de la marcha, se observa un
aumento gradual de la lordosis fisiológica con su
característico abdomen sobresaliente.
El perímetro craneano aumenta 0,25 cm/mes. Si bien existe
un crecimiento más lento, la maduración del sistema
nervioso se va incrementando, lo que permite al lactante,
mayor dominio motor.
Cabeza
Crecimiento es rápido, aumenta 1.5 cm/mes en los primeros 6 meses y los siguientes seis meses sólo
0.5 cm/mes. El cierre de las suturas craneales y la fontanela posterior o Landa sucede a los 3 meses; y
la anterior o Bregma a los 18 meses. El aumento de tamaño de la cabeza está en relación con el
crecimiento y diferenciación del sistema nervioso central.
Cara
Se inician lentamente cambios determinados por la aparición de la dentadura temporal o de "leche"
que comienza a erupcionar desde el maxilar inferior al superior y desde el centro al lateral,
comenzando con los incisivos, luego el primer molar; los caninos y el segundo molar, completando 20
piezas. Y se completa entre los dos y dos y medio años aproximadamente.
A los 2 años, las glándulas salivales, alcanzan la producción de enzimas en la saliva necesarias para el
proceso de digestión. La agudeza visual mejora a las seis semanas y logra la binocularidad, que se
establece definitivamente a los cuatro meses. La percepción de profundidad o estereopia inicia su
desarrollo entre los 7 y 9 meses.
La agudeza auditiva es igual a la del adulto. El cuello es corto, con pliegues por la acumulación de
tejido adiposo (grasa).
Tórax Es cilíndrico. Alrededor del año su circunferencia se iguala a la de la cabeza. Las costillas están
horizontales, la respiración es abdominal, más lenta y relativamente estable, con un promedio de 40-
50 respiraciones por minuto al inicio del período y de 20-30 resp/min hacia fines de los dos años. El
sistema respiratorio no está completamente maduro, sus características anatómicas son especiales:
conductos nasales cortos, poca vascularización y escaso desarrollo del epitelio ciliar, trompa de
Eustaquio corta y recta comunicada directamente con la nasofaringe, la tráquea cercana a los
bronquios que son cortos y de diámetro pequeño.
Los músculos intercostales poseen escaso desarrollo, la capacidad torácica es pequeña. El corazón a
esta edad representa el 0.9% del peso corporal. Su frecuencia se hace más lenta que en la etapa de
recién nacido alcanzando en el primer semestre un promedio 130 pulsaciones por minuto y en el
segundo semestre 115 pulsaciones por minuto.
Los valores de la presión arterial fluctúan entre los 106-94 / 59-50 y en el segundo año entre 110-
98 / 63-55.
Abdomen. Existe un aumento fisiológico del colon, ocupando un gran volumen y desplazando el diafragma hacia arriba, lo que
reduce la capacidad torácica. La posición del estómago es más horizontal, su tamaño aumenta durante el primer año, logrando
tolerar un mayor volumen de alimentos. Se debe destacar que el funcionamiento digestivo, el hígado y el páncreas tienen
características especiales debido a su inmadurez.
Las variaciones en la capacidad del estómago son las siguientes:
1 mes 90-150 cc
1 año 200 a 300 cc
2 años 500 cc
Las deposiciones tienen características relacionadas con la alimentación: pastosas cuando sólo se alimenta con leche, y más sólidas
cuando se le agregan papillas . Su frecuencia se relacionada con la frecuencia de la alimentación.
El sistema renal cumple de manera adecuada la función de filtración pese a la inmadurez relativa que presenta. La madurez
completa del riñón ocurre en la segunda mitad del segundo año.

Los volúmenes promedio de orina en 24 horas son:

2 a 11 meses: 400- 500 cc


12 a 24 meses: 500-600 cc
La frecuencia de la diuresis es variable, esperando que entre una toma (pecho o mamadera) y otra, esté mojado el pañal.
Sistema Inmunológico. Durante los primeros meses se defiende con los antígenos que su madre
traspasó a través de la placenta. Luego ante la exposición a los antígenos administrados mediante las
vacunas o a la exposición directa a las enfermedades, el niño adquiere su propia inmunidad.
Desarrollo Óseo. Existe un crecimiento de los huesos planos. El tejido pasa de fibro-cartilaginoso a
óseo propiamente tal mediante el desarrollo que se despliega en los núcleos de osificación.
Desarrollo Muscular. El tejido muscular desplaza el tejido adiposo en forma paulatina estimulado
por el desarrollo progresivo de la psicomotricidad.
Piel. Presenta características particulares: sigue siendo delgada, de estrato córneo (superficial ) muy
fino; las glándulas sudoríparas y sebáceas no han terminado su desarrollo. Asimismo existe un déficit
en los mecanismos de regulación de la temperatura e hidratación ya que el tejido subcutáneo y la
hipodermis son más delgados.
Desarrollo Cognitivo. De acuerdo con los estudios sobre desarrollo cognitivo de J. Piaget, el lactante
se ubica en el período sensorio-motriz, que va desde los 0 a 24 meses. Este se inicia con el desarrollo
o ejercicio de los reflejos innatos, progresando a las conductas imitativas, pasando por conductas
repetitivas, la manipulación de objetos le permite desarrollar el sentido de causa-efecto. Soluciona
los problemas casi siempre por ensayo y error. Al final del período el niño ya posee sus primeras
representaciones mentales, dándose cuenta de la permanencia de los objetos.
Desarrollo Psicomotor. El desarrollo Psicomotor se manifiesta de céfalo (cabeza) a caudal ( los pies) y
de proximal ( centro del cuerpo) a distal (hacia las manos y pies), logrando por ejemplo el control de
la cabeza, girar sobre sí mismo, controlar el tronco y sentarse, gatear, pararse y caminar. La
motricidad fina se traduce en el uso de las manos, pasando de la prehensión refleja hasta abrir las
manos, liberar el pulgar y por último lograr tomar las cosas voluntariamente. Al final del año se
consolida la marcha, dependiendo de características propias de cada uno. Algunos niños comienzan
por el "gateo " y otros simplemente se deciden a caminar sin problemas. Sus destrezas al caminar y
de prehensión, le permiten explorar incansablemente su entorno.
Desarrollo Afectivo. El lactante es un ser completamente afectivo, reacciona con todo su cuerpo frente al dolor, la alegría o la
frustración. Se mantiene la importancia del vínculo madre-hijo, que le permite mostrar preferencias y confianza en sus padres.
A los 6 meses reconoce a sus padres y conocidos y a los 8 meses llora y se molesta ante la presencia de extraños o situaciones
desagradables.
Desarrollo Psicosocial. El desarrollo psicosocial desde la perspectiva de E. Erikson, se va desarrollando en la resolución de
conflicto. Durante el primer año, el autor plantea que el elemento primero y más importante para desarrollar una persona
sana es la "confianza básica" y se logra por las experiencias satisfactorias del niño a esta edad. La desconfianza aparece cuando
las experiencias positivas son deficientes o cuando las necesidades básicas se satisfacen de forma inadecuada. Esta tarea
puede lograrse mediante un cuidado cariñoso y constante. Durante el segundo año, la tarea del niño es iniciar el logro de la
"Autonomía", debido a la marcha y a la capacidad para controlar su cuerpo. Los sentimientos negativos de duda y vergüenza,
surgen cuando los adultos los hacen sentir culpables. El llanto y la sonrisa son las formas en que en un primer momento el
lactante comunica y expresa sus emociones, que después se verán respaldadas por el lenguaje social. Aparecen las
vocalizaciones al mes (a-a), y a los 3 meses agrega consonantes (agú) llegando a los 6 meses a decir disílabos (da-do, pe-pa),
Luego , al año es capaz de decir 2-3 palabras, puede emitar acciones y acompañar con actitudes sus frases, aumentando el
vocabulario de 10 a 100 palabras al final de la etapa. El juego es otra forma de relacionarse con el entorno y reforzar lo
aprendido, pasando de un juego global e indiferenciando, hasta aquel en donde incluye las nuevas habilidades adquiridas.
Desarrollo Moral. En la etapa de Lactante es fundamental el ejemplo entregado por los padres o tutores del niño, ya que de
ello y de los límites puestos dependerá su comportamiento futuro .
Alrededor de los 8 meses son capaces de responder al no, pero es fundamental siempre explicarles por qué una acción no se
debe realizar, ya que el niño presenta un comportamiento narcisista y al estar muy desarrollada su curiosidad y sus deseos de
explorar, realizará la acción cuando no lo se le esté supervisando.
3.4 Crecimiento y desarrollo del preescolar normal
El desarrollo y crecimiento del niño cursa con varias etapas, una
de estas es la etapa preescolar; la cual comprende de 2 a 5 años
de edad, esta etapa es muy importante y crucial para el niño, se
presentará cambios en las medidas antropométricas, en el ámbito
social y su puericultura.
Esta etapa es fundamental las dimensiones básicas del
crecimiento, como la talla, el peso y perímetro cefálico, por lo cual
la auxología juega un papel importante, está es definida como la
ciencia que estudia el crecimiento y el desarrollo. También hay
que tener en cuenta que durante esta etapa la influencia de
factores que ejercen funciones reguladoras sobre el crecimiento,
entre los cuales se pueden encontrar factores genéticos,
neurohomonales y ambientales.
Estos factores interactúan entre sí, lo cual podría explicar la
variabilidad, estableciendo un patrón de crecimiento por
características heredadas, medio ambientales, y en algunos casos
afectar la velocidad de crecimiento impactando en el desarrollo
de enfermedades y daños psicológicos en el niño.
El desarrollo cognoscitivo y las adquisiciones afectivas también cobran gran importancia durante esta
etapa, por lo que se hace necesario brindar pautas a los cuidadores sobre la atención, el afecto, la
confianza del niño y explicarles cómo realizar la estimulación al neurodesarrollo.
La edad preescolar abarca muchas dimensiones en el desarrollo del ser humano, tanto físicas,
psicológica y sociales, estableciendo bases en el desarrollo de la personalidad y formación de
hábitos.
Variaciones del crecimiento
En el periodo preescolar el crecimiento del niño es de forma desacelerada, ya que al final del segundo
año hay un freno en el crecimiento somático, los cuales están relacionado con la disminución de las
necesidades nutricionales y cambios en el apetito del niño. En este periodo de latencia de
crecimiento, la talla promedio alcanzada en esta edad es de 5 a 6 cm, con un aumento en el peso
promedio de 2 a 3 kg.
Peso
El peso continúa siendo el principal parámetro utilizado para evaluar el estado nutritivo del niño, ya
en la edad preescolar el niño debe pesarse en una balanza de pie, ubicándose en el medio de la
balanza, se le debe explicar al niño pararse en la balanza y permanecer de pie sin moverse, para
mejor medición es recomendable desnudarlo o quitarle la ropa tanto como sea posible.
Talla
La talla o estatura del niño es el aumento longitudinal del cuerpo, corresponde a la medida del vertex al talón, el cual
es la suma de tres componentes, cabeza, tronco, y extremidades. En esta etapa el crecimiento longitudinal es
desacelerado se alcanza a obtener de cinco a seis centímetros por año.
Perímetro cefálico
Esta medición es muy importante nos permite evaluar el tamaño indirecto del cerebro con la medición del cráneo.
Nutrición
La nutrición en el niño es fundamental, para esta etapa de la vida ocurre periodo preoperativo en el desarrollo
emocional por lo cual comer es menos importante para el niño, disminuye el apetito, se comporta caprichoso hacia
ellas y aumenta otros ámbitos como la motilidad, autonomía, lenguaje y la curiosidad, por lo cual se explica que la
alimentación no es llamativa, por lo que tiene un mayor interés por las cosas que lo rodea.
Neurodesarrollo y desarrollo psicomotor
El desarrollo integral de los niños en edad preescolar involucra una serie de cambios físicos y sociales, en aspectos del
neurodesarrollo y desarrollo de habilidades motoras; este desarrollo psicomotor involucra áreas del desarrollo del
niño fundamentales para su maduración y crecimiento, en la edad escolar el niño realiza figura como el circulo,
triángulos, dibuja una persona, comienza a utilizar tijeras y cortar en línea recta, vestirse solo, realizar actividades
como saltar, correr, atrapar una pelota que rebota, realizar lanzamientos, pedalear en bicicleta, en el momento de la
alimentación utilizar cuchara, cuchillo; en relación con el lenguaje utilizan pronombres y preposiciones
apropiadamente, construcción de frases, nombra colores y puede aparecer el tartamudeo, al final de la edad escolar
aparece las preguntas del “por qué”, dada la curiosidad por todo lo que le rodea
3.5 Crecimiento y desarrollo del escolar normal
El crecimiento y desarrollo normal de los niños en edad escolar es la forma en que crece su niño tanto física, mental, emocional y
socialmente. Un niño en edad escolar tiene de 5 a 12 años.
¿Qué cambios físicos ocurren?
Su hijo podría tener unas 43 pulgadas de alto y pesar aproximadamente 43 libras al inicio de sus años escolares. A medida que empieza la
pubertad, la altura y peso de su niño aumentarán rápidamente. Su niño podría llegar a alcanzar 59 pulgadas de altura y pesar
aproximadamente 90 libras por ahí de los 12 años de edad.
Los huesos, músculos y grasa de su niño continúan creciendo durante este tiempo. Estos cambios pueden llegar a ocurrir más rápidamente a
medida que su niño se acerca más a la pubertad. La pubertad puede empezar tan temprano como los 7 años de edad en las niñas y los 9
años de edad en los niños.
La fuerza, equilibrio y coordinación de su niño mejoran. Su niño puede incluso empezar a practicar deportes.
¿Qué cambios emocionales y sociales ocurren?
La aceptación se convierte en algo importante para su niño. Su niño puede empezar a ser influenciado más por sus amigos que por su
familia. Puede incluso empezar a sentir como si necesitara mantener las apariencias y pertenecer a un grupo. Los amigos pueden ser una
fuente de apoyo durante estos años.
Puede que su hijo tenga muchas ganas de aprender cosas nuevas por su propia cuenta en la escuela. El aprende a llevarse bien con más
personas y a entender costumbres sociales.
¿Qué cambios mentales ocurren?
 Es probable que tenga miedo de la oscuridad. Puede que empiece a
comprender más sobre el mundo y puede tener miedo de los
asaltantes, las lesiones o la muerte.
 Podrá hacer sentido de lo que está sucediendo a su alrededor. Su
habilidad de comprender ideas y su memoria también mejoran. El
puede seguir indicaciones y reglas complejas, y resolver problemas.
Empezará a leer. Su vocabulario y habilidad de pronunciar palabras
mejora de forma significativa.

¿Cómo puedo ayudarle a mi niño en edad escolar?

Su niño debe dormir de 10 a 11 horas por día. Establezca una rutina


para la hora de dormir. Asegúrese de que la habitación de su niño esté
fresca y oscura. No le dé cafeína a última hora del día.

Dele a su niño una variedad de alimentos saludables todos los días.


Estos incluyen frutas, vegetales y proteína, como pollo, pescado y
frijoles. Limite los alimentos que son altos en grasas y azúcar.
Asegúrese de que su niño desayune para obtener energía para el resto
del día. Pídale a su niño que se siente a comer a la mesa con la familia,
aunque no quiera comer.
Participe de las actividades de su niño. Manténgase en
contacto con los maestros de su niño. Conozca a sus
amigos. Pase tiempo con su niño y esté presente para él.
Anímelo a que haga por lo menos 1 hora de ejercicio al día.
El ejercicio aumenta su fuerza y ayuda a mantener un peso
saludable.
Establezca reglas claras y sea consistente. Establezca límites
para su niño. Anímelo y recompénselo cuando hace algo
positivo. No lo critique ni muestre desaprobación cuando
su niño haga algo malo. En cambio, expliquele lo que a
usted le gustaría que haga y dígale por qué.
Anime a su niño a tratar distintas actividades creativas.
Estas pueden incluir un pasatiempo, proyecto de arte,
tocar un instrumento musical. No obligue a su niño a hacer
una actividad en particular. Déjelo descubrir su interés a su
propio ritmo. Todas las actividades deben ser apropiadas
para la edad del niño.
3.6 La adolescencia Normal
Ana Freud dice que es difícil señalar el límite entre lo normal y lo patológico en la adolescencia, y
considera en realidad a toda la conmoción de este periodo de la vida como normal, señalando
además que sería anormal la presencia de un equilibrio estable durante el proceso adolescente.
Sobre esta base, y teniendo en cuenta el criterio evolutivo de la psicología, es que podemos aceptar
que la adolescencia más que una etapa estabilizada es un proceso y desarrollo.
El adolescente atraviesa por desequilibrios e inestabilidad extremas. Lo que configura una identidad
semipatológica, que he denominado “síndrome normal de la adolescencia”, que es perturbado y
perturbador para el mundo adulto, pero necesario, absolutamente necesario, para el adolescente,
que en este proceso va a establecer su identidad, que es un objetivo fundamental de este momento
vital.
Para ello, el adolescente no solo debe enfrentar el mundo de los adultos para lo cual no está del todo
preparado, sino que además debe desprenderse de su mundo infantil en el cual y con el cual, en
evolución normal, vivía cómoda y placenteramente, en relación de dependencia, con las necesidades
básicas satisfechas y roles claramente establecidos.
Siguiendo las ideas de Aberastury podemos decir que el adolescente realiza tres duelos
fundamentales:
a) el duelo por el cuerpo infantil perdido, base biológica de la adolescencia, que se impone al
individuo que no pocas veces tiene que sentir sus cambios como algo externo frente a lo cual se
encuentra como espectador impotente de lo que ocurre en su propio organismo.
b) el duelo por el rol y la identidad infantiles, que lo obliga a una renuncia de la dependencia y a la
aceptación de responsabilidades que muchas veces desconoce.
c) el duelo por los padres de la infancia a los que persistentemente trata de retener en su
personalidad buscando el refugio y la protección que ellos significan, situación que se ve complicada
por la propia actitud de los padres, que también tienen que aceptar su envejecimiento y el hecho de
que sus hijos ya no son niños, y sí son adultos o están en vías de serlo.
Estos duelos verdaderas pérdidas de personalidad van acompañadas por todo el complejo
psicodinámico del duelo normal y en ocasiones, transitoria y fugazmente, adquieren la característica de
del duelo patológico. Esta situación del adolescente frente a su realización evolutiva, basada en las
relaciones interpersonales de su infancia, a la que deberá de abandonar, lo lleva a la inestabilidad que lo
define, constituyendo una especie de identidad nosológica, cuyas características esenciales –según he
señalado- del “síndrome de la adolescencia normal”.
En virtud de la crisis esencial de la adolescencia, esta edad es la más apta para sufrir los impactos de
una realidad frustrante.
El adolescente presenta una especial vulnerabilidad para asimilar los impactos proyectivos de padres,
hermanos, amigos y toda la sociedad. Es decir es un receptáculo propicio para hacerse cargo de los
conflictos de los demás y asumir los aspectos más enfermos del medio en que actúa.
Es la sociedad la que recurre a un mecanismo esquizoide haciendo que una de sus propias partes en
conflicto como lo es la juventud, adquiera las características de todo lo malo y permita así la agresión
del mundo del adulto, con singulares características sado-masoquistas. La severidad y la violencia con
que a veces se pretende reprimir a los jóvenes sólo engendran un distanciamiento mayor y una
agravación de los conflictos, con el desarrollo de personalidades y grupos más y más anormales, que en
última instancia implican una autodestrucción suicida de la sociedad.
EL ADOLESCENTE Y LA LIBERTAD

Entrar al mundo de los adultos –deseado y


temido- significa para el adolescente la pérdida
definitiva de su condición de niño. Es un
momento crucial en la vida del hombre y
constituye la etapa decisiva de un proceso de
desprendimiento que comenzó con el
nacimiento.
Los cambios psicológicos que se producen en
este periodo y que son el correlato de los
cambios corporales, llevan a una nueva relación
con los padres y el mundo. Ello sólo es posible si
se elabora lenta y dolorosamente el duelo por el
cuerpo de niño, la identidad infantil y por la
relación con los padres de la infancia.
Tanto las modificaciones corporales
incontrolables como los imperativos del mundo
externo que exigen del adolescente nuevas
pautas de convivencia, son vividos al principio
como una invasión. Esto lo lleva a retener, como
defensa, muchos de sus logros infantiles, aunque
también coexiste el placer y afán de alcanzar un
nuevo status. También lo conduce a un refugio
en su mundo interno para poder reencontrarse
con su pasado y desde allí enfrentar el futuro.
Estos cambios, en lo que pierde su identidad de
niño, implican la búsqueda de una nueva
identidad que se va construyendo en un plano
consciente e inconsciente. El adolescente no
quiere ser como determinados adultos, pero en
cambio, elige a otros como ideales, se va
modificando lentamente y ninguna premura
interna o externa favorece esta labor.
La pérdida que debe aceptar el adolescente al
hacer el duelo por el cuerpo es doble: la de su
cuerpo de niño cuando los caracteres sexuales
secundarios lo ponen en evidencia de su nuevo
status y la aparición de la menstruación de la
niña y el semen en el varón, que les imponen el
testimonio de la definición sexual y del rol que
tendrán que asumir, no solo en la unión con la
pareja sino en la procreación. Sólo cuando el El adolescente presenta como varios personajes, y a
adolescente es capaz de aceptar veces ante los mismos padres, pero con más
simultáneamente sus aspectos de niño y de frecuencia ente diferentes personajes del mundo
adulto, puede aceptar en forma fluctuante los externo que nos podrían dar de él versiones
cambios de su cuerpo y comienza a surgir su totalmente contradictorias sobre su madurez, su
nueva identidad. bondad, su capacidad, su afectividad, su
comportamiento e, incluso, en un mismo día, sobre
su aspecto físico.
Ocurre que también los padres viven los duelos
por los hijos, necesitan hacer el duelo por el
cuerpo del pequeño, por su identidad de niño y
por su relación de dependencia infantil. Ahora
son juzgados por sus hijos, y la rebeldía y el
enfrentamiento son más dolorosos si el adulto
no tiene conscientes sus problemas frente al
adolescente. El problema de la adolescencia
tiene una doble vertiente que los casos felices
puede resolverse en una fusión de necesidades y
soluciones. También los padres tienen que
desprenderse del hijo niño y evolucionar hacia
una relación con el hijo adulto, lo que impone
muchas renuncias de su parte.
El sufrimiento, la contradicción, la confusión, los
trastornos son de cierto modo inevitables; pueden ser
transitorios, pueden ser elaborables, pero buscando
refugio en la fantasía debemos plantearnos si gran
parte de su dolor no podría ser mitigado cambiando
estructuras familiares y sociales.
El adolescente busca la solución teórica de todos los
problemas trascendentes y de aquellos a los que se
verá enfrentando a corto plazo: el amor, la libertad, el
matrimonio, la paternidad, la educación, la filosofía, la
religión. La inserción en el mundo social del adulto –
con modificaciones internas y su plan de reformas- es Toda adolescencia lleva, además del sello
lo que va definiendo su personalidad y su ideología. individual, el sello del medio cultural, social e
histórico desde el cual se manifiesta, y el mundo en
Esta crisis intensa la soluciona transitoriamente que vivimos nos exige más que nunca la búsqueda
huyendo del mundo exterior, buscando refugio en la
fantasía, en el mundo interno, con un incremento del ejercicio de la libertad sin recurrir a la violencia
paralelo de la omnipotencia narcisista. para coartarla.
A más presión parental, a más incomprensión
frente al cambio, el adolescente reacciona con
más violencia por desesperación y
desgraciadamente es en este momento
decisivo de la crisis adolescente cuando los
padres recurren por lo general a dos medios
de coacción: el dinero y la libertad. Son tres las
exigencias básicas de la libertad que plantea el
adolescente de ambos sexos a sus padres: la
libertad en salidas y horarios, la libertad de
defender una ideología y la libertad de vivir un
amor y un trabajo.

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