Está en la página 1de 30

Dr.

Francisco Ramos
Es un tratado
muy meditado,
escrito lentamente,
antes de ir Pablo
a Roma,
en camino hacia
el otro extremo del
Imperio, España,
para presentarles
cómo entendía él
la fe en Jesucristo
y evitar así
malos entendidos.
El tema central de la carta es la acción de Dios
por medio de Jesús para salvar a la humanidad,
destrozada por el pecado…

La única condición es la fe en Jesucristo,


manifestación suprema del amor de Dios…
La fe en Cristo produce un cambio en lo íntimo del
hombre, efectuado por el Espíritu, que acaba con el
dominio del pecado y permite una vida nueva…

Así se abre el horizonte de la vida definitiva,


que pondrá fin a la historia
y satisfará toda aspiración humana…
Juan Mateos sj, Nuevo Testamento
Corrupción del mundo: Destierran la verdad
con la injusticia 1,18
Han cambiado
al Dios de verdad
por mentiras 1,25
Son esclavos de
pasiones vergonzosas 1,26

Andan llenos de injusticias,


codicia, maldad…;
Que el rebosan envidia, crímenes,
engaños, chismes…
mundo entero Calumnian…, son altaneros,
se reconozca orgullosos, farsantes…
culpable ante Dios Insensatos, desleales,
3,19 sin amor… 1,29-31
Maldad humana:

Todos, tanto judíos como no judíos,


estamos sometidos al pecado.

No hay nadie bueno. 3,9s

Que todos se callen


y se reconozcan
culpables ante Dios.

Ningún mortal tendrá méritos a los ojos de Dios


si lo importante es cumplir la Ley. 3,19s
Maldad personal: Soy hombre de carne,
vendido al pecado.
No entiendo mis
propios actos:
no hago
lo que quiero
Puedo y hago
querer las cosas
el bien, que
pero no detesto.
realizarlo. 7,14-15
7,18
¡Infeliz de mí! ¿Quién me librará de este
cuerpo de muerte? 7,24
Pero Dios
nos hace
justos
mediante
la fe
en
Jesucristo
3,22

En forma gratuita nos regala su


perdón, mediante el rescate
presente en el Mesías Jesús
3,24
Dios es
justo y santo,
y hace
justo y santo
a todo el
que cree en
Cristo Jesús
3,26

Nosotros afirmamos que


el hombre tiene méritos
por la fe,
y no por el cumplimiento
de la Ley 3,28
Las promesas de Dios a Abrahán
no fueron porque cumplía la Ley,
sino por su fe,
que lo hizo amigo de Dios. 4,13

La fe es el camino,
porque da lugar a
la gracia de Dios. 4,16

Abrahán creyó y esperó


cuando no había esperanza…,
plenamente convencido de que si Dios
promete, tiene poder para cumplir. 4,18.21
Por la fe conseguimos esta santidad
y estamos en paz con Dios…
Gracias a Jesús…
y nos sentimos seguros,
hasta en las pruebas 5,1-3
Pues el amor de Dios
ya fue derramado
en nuestros corazones
por el Espíritu Santo
que se nos dio 5,5
Cristo murió por
nosotros cuando todavía
éramos pecadores…
y por ello nos sentimos seguros. 5,8.11
Donde abundó el pecado,
sobreabundó la gracia
5,20

Después de restablecernos
en la amistad de Dios,
nos llevará a la vida eterna 5,21
En Cristo Jesús
la ley
del Espíritu
de vida
te ha liberado
de la ley
del pecado
y de la muerte.
8,2

¡Gracias sean dadas a Dios,


por Jesucristo, nuestro Señor! 7,25
Todos a los que
guía el Espíritu
de Dios,

son hijos
de Dios 8,14
El Espíritu asegura a nuestro espíritu
que somos hijos de Dios

Siendo
hijos, somos
también La herencia
herederos. de Dios
será nuestra
y la
compartiremos
con Cristo.
8,16s
Ustedes recibieron
el espíritu propio
de los hijos
legítimos,
que nos permite
exclamar a Dios:

8,15

¡Abbá!,
La humanidad espera impaciente
aguardando a que se revele lo que es
ser hijos de Dios 8,19
Pues abriga la esperanza
de ser liberada
de la esclavitud
a la decadencia,
para alcanzar
la libertad y la gloria
de los hijos de Dios 8,19.21
Sabemos bien que hasta el presente
la humanidad entera sigue lanzando
un gemido universal
con los dolores de su parto 8,22
Aun nosotros gemimos en lo íntimo
a la espera de la plena condición de hijos
8,23
Cierto,
Él
somos
intercede
débiles,
por
pero el
nosotros
Espíritu con
viene en gemidos
nuestra que no se
ayuda. pueden
expresar
8,26
Sabemos que
Dios dispone
todas
las cosas
para bien
de los que lo
aman
8,28
Dios nos
destinó
a ser
como su Hijo,
semejantes a él,
de modo que
él sea
el mayor
de una
multitud de
hermanos.
8,29
Si Dios está con nosotros,
¿quién estará contra nosotros? 8,30
¿Quién podrá separarnos
de ese amor de Cristo?
¿Dificultades,
angustias,
persecuciones,
hambre,
la falta de todo,
peligros
espada? 8,35
NO. En todo eso saldremos triunfadores
gracias al que nos amó. 8,37
Estoy convencido que ni muerte ni vida,
ni ángeles
ni las fuerzas del universo,
ni lo presente ni lo futuro,
ni poderes,
ni alturas, ni abismos,
ni ninguna otra criatura
podrán privarnos
de ese amor de Dios,
presente en Cristo Jesús,
Señor nuestro. 8,38s
Por consiguiente,
no sigan la corriente del mundo…
Vayan transformándose con la
nueva mentalidad,
para hacerse capaces de
distinguir lo que
es voluntad de Dios,
lo bueno,
lo que le agrada,
lo que es perfecto. 12,2
Cada cual sea consciente
del lugar que Dios
le ha
señalado 12,4

Formamos un
solo cuerpo en Cristo…
Sirvamos cada cual
con nuestros
diferentes dones…,
con la mano abierta…,
12,5s.8 con dedicación y alegría.
Que el amor sea sincero…
Busquen todo lo bueno.
Demuéstrense cariño unos a otros,
adelántense al otro en el respeto mutuo.
Sean diligentes, y no flojos.
Sean fervorosos en el Espíritu
y sirvan al Señor.
Tengan esperanza y sean alegres.
Sean pacientes en las pruebas
y oren sin cesar.
Compartan con los hermanos necesitados,
y sepan acoger a los que estén de paso. 12,9-13
Alégrense con los que están alegres,
lloren con los que lloran.
Vivan en armonía ...
No busquen grandezas…
No se tengan por sabios.
No devuelvan a nadie mal por mal.
Procuren ganarse el aprecio de todos.
Esfuércense en vivir en paz con todos…
Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber:
así le sacarás los colores a la cara.
No te dejes vencer por el mal;
vence al mal a fuerza de bien. 12,15-21
¿Por qué criticas a tu hermano?
O ¿por qué lo desprecias?
Todos hemos de comparecer
ante el tribunal de Dios

Dejemos, pues, de juzgarnos


los unos a los otros.
No pongamos delante
de nuestro hermano algo
que lo haga tropezar

No den motivo de escándalo,


aun cuando tengan la razón. 14,10.13.16
Mantengamos
firme
la esperanza,

mediante
la constancia
y el consuelo
que infunden las Escrituras
15,4
Que Dios,
de quien procede
toda perseverancia
y consuelo,
les conceda también a todos
vivir en buen acuerdo,
según los sentimientos
del propio Cristo Jesús. 15,5
¡Gloria a Dios!
Él tiene poder
para fortalecernos,
de acuerdo con
la Buena Nueva
de Cristo.
Amén
16,25

También podría gustarte