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¿Una maldición generacional?

Por el Hno. Fernando Pitra.

Esta es una enseñanza muy recurrente en estos últimos tiempos, queremos


ponerla bajo la lupa de la gracia de Dios y de las escrituras, siempre teniendo en
cuenta como habitualmente enseñamos, que la palabra es una armonía, no se
pueden hacer doctrinas de versículos aislados, teniendo en cuenta el contexto,
tiempo, y a quien fue escrito.
Bajo la guía del Espíritu, creemos que lograremos entender bien toda la escritura
la cual es inspirada por Dios.
Les invito a leer todo este artículo para poder entender con una mayor precisión.
Se conoce a esta doctrina como maldición generacional esta se refiere a los
pecados, o consecuencias de pecados, que heredamos de los padres. Es decir,
que los hijos podemos estar practicando un pecado que nos ha llegado como una
atadura espiritual, o que estamos sufriendo los efectos de un pecado como una
herencia de nuestros padres. Estas consecuencias también pueden llegar en
formas de adicciones, pobreza y diversas enfermedades.
En simples palabras, una maldición generacional apunta a las consecuencias que
podemos estar pagando por los pecados de un antepasado.

¿En dónde comienza esta enseñanza y a quien se dio?


No te harás imagen, ni semejanza alguna de lo que está arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas,
ni las honrarás, porque yo soy el Señor tu Dios, fuerte y celoso. Yo visito en los
hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta la tercera y cuarta
generación, Éxodo 20 4-5.
Vemos que el origen de esta enseñanza está en la ley, específicamente cuando
Dios dio los diez mandamientos al pueblo de Israel en Sinaí, esta declaración de
Dios nació como una consecuencia del deseo de los israelitas de ponerse bajo la
ley. Un resultado de la inclinación idolatra del hombre viejo.
El israelita creció muy apegado a esta verdad, porque vivió bajo la ley, luego
Moisés vuelve a repetirla en el libro de Deuteronomio.
No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte,
celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen, Deuteronomio 5:9
Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres,
para que naciera ciego? Juan 9:2
Esta enseñanza entro profundamente en el corazón de los israelitas.
Ya que esta maldición apunta a la vieja creación que todos heredamos de adán,
la vieja naturaleza y toda su descendencia está bajo maldición, ella aborrece a
Dios, en cambio en Cristo, en la nueva creación, hay un cambio, en El fuimos
bendecidos y contados para siempre como una nueva creación en los lugares
celestiales.
Note la diferencia con la antigua naturaleza cuya perpetuación y vigencia duro
pocas generaciones, la raíz del pecado mismo, llego hasta la cruz, en el
entendimiento de Dios donde fue puesta en maldición y muerte.
Dios no la tiene más en cuenta, de ahora en más Dios trata con la nueva vida,
con el cristo en nosotros.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 corintios 5:17.
El pueblo de Israel confiaba en su carne, cosa que pronto les traicionaría, al ser
llevados en sus concupiscencias a fabricar un becerro de oro y a adorarle,
sustituyendo a Dios.
Ahora notemos como el hombre está predispuesto a creer más firmemente la
maldición de la ley que viene en juicio de parte de Dios, pero cuan lento es en
creer la bendición de la gracia, razonamos cuando escuchamos acerca de las
grandes y favorables bendiciones en Cristo, de su tierna misericordia y favor no
merecido, que fueron heredadas por pura gracia, Note que Moisés también había
dicho:
Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los
que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones; y que da el
pago en persona al que le aborrece, destruyéndolo. Deuteronomio 7:9
Aquí hace referencia al pacto de gracia y por otro lado también a la vida
resucitada de Cristo que está en nosotros ¿porque lo podemos asegurar?
sencillamente porque el pacto de la ley con su maldición no duro mil
generaciones, solo llego hasta la cruz, vemos que el pacto de gracia lo sustituyó
y tiene una duración mayor, vemos que su alcance es eterno y no envejece en
comparación de la ley, que es vieja, la gracia está en vigencia por medio de la
sangre preciosa y eficaz de Cristo.
Sería tan sencillo para mi citar simplemente Gálatas 3:13, para dar fin a esta
falsa doctrina de la “Maldición generacional” que como todo error ata
destruyendo bendiciones espirituales para los creyentes, que vienen en forma
de toda clase de problemas, necesidades, luchas, enfermedades, y situaciones
adversas , que Dios utiliza para bendecirnos y transformarnos . La lucha llega a
ser un medio de Bendición y no de maldición a la vista de la gracia de Dios y
del creyente bien formado en la gracia.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, Gálatas 3:13.
Que preciosas palabras liberadoras que apóstol de la iglesia nos escribió, dan
gozo al alma y edifican la vida de Cristo en usted y en mí, fortalecen la fe dentro
de nosotros, pero parecieran que no son suficientes a la razonadora mente caída,
cuando leo que mi Señor amoroso fue maldición, para que yo sea libre de la
maldición y no solo eso sino también bendecido, solo puedo alabar de gozo y
agradecimiento, que precioso es mi Jesús, hermanos amados, el quitó de mi toda
maldición. Cuando le abrí la puerta de mi corazón, en ese momento sus
bendiciones sin límites entraron y se quedaron en mí, en su vida misma, quitando
todo temor, su perfecto amor lo hecho fuera ¡Aleluya!
Es obvio mis hermanos que esta enseñanza fue sacada de aquí, de estas citas
mencionadas, la ley provoca temor, aun hasta el día de hoy, cuando esta no se
usa legítimamente sigue causando turbación en aquellos que ya estamos bajo la
gracia, la legalidad cautiva los sentidos del alma, nos hechiza, tiene ponzoña de
satanás, genera confusión, solo la maravillosa gracia abre los ojos de nuestro
entendimiento para ver la totalidad de lo que somos en Cristo Jesús.
No seáis sacados del camino por doctrinas diversas y extrañas, porque buena
cosa es afirmar el corazón en la gracia, no en viandas, que nunca aprovecharon
a los que anduvieron en ellas. Hebreos 13:9.
Escuchamos la dulce voz de la gracia, dejemos que ella nos guie, nos establezca
y nos corrija, la ley fue una guía, una maestra, hasta que vino la gracia la cual
decimos que es la única enseñanza para esta dispensación, Pablo les dice a los
hebreos ¡¡no saquen enseñanzas, ni doctrinas de la ley!! No las apliquen a la
iglesia, sean establecidos sus corazones en la verdad de la gracia.
Bueno prosigamos nuestro tema, los que predican semejante doctrina afirman
que:
 Satanás tiene derecho a mantener un reclamo legal contra los creyentes que no
han tratado su problema de maldiciones generacionales.

 Cristo derramó su sangre para perdonar los pecados pero se debe dar un paso
adicional para quitar la transgresión heredada, ese es el “rito de rompimiento” de
renuncia.

Esta doctrina está íntimamente relacionada a otras contemporáneas como la sanidad


interior, confesión positiva, etc.
Veamos lo que hace esta herejía:
 Niega la suficiencia de las Escrituras y requiere que se añadan a la
Palabra de Dios rituales, y fórmulas generadas por el hombre. La
confesión de fe es enseñada en la escritura como el único paso de fe de
apropiación de la salvación y nuevo nacimiento, esa vida desde el principio
es sin maldición,
Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia;
más con la boca se confiesa para salvación. Porque la Escritura dice: Todo aquel
que en él creyere, no será avergonzado. Romanos 10:9-11. ,
Luego somos invitados a ser llenados con el Espíritu , el cual viene a morar en
nosotros para perfeccionar la vida nueva recibida, también por la doctrina del
bautismo confirmamos públicamente la realidad ya ocurrida en nuestro interior
, declaramos que fuimos muertos y resucitados con Cristo, Dios solo eso enseña
en su palabra.
 Niega la perfecta obra de Cristo en la Cruz. Ya que no reconoce que
toda maldición fue llevada en el cuerpo mortal del Señor Jesucristo,
quedaron algunas maldiciones a las cuales el no llevo por alguna razón. Y
debemos deshacernos de ellas por algún otro método de renunciamiento.
En si Dios aun pone sobre nosotros la carga del primer adán, que triste para
aquellos que divulgan estas mentiras, podemos decir confiadamente que el
clavo el acta de decretos que había contra nosotros en la cruz.
Mas por El estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación, y redención, para que, como está escrito:
EL QUE SE GLORIA, QUE SE GLORIE EN EL SEÑOR. 1 Corintios 1:30-
31.
Todas las virtudes de esa vida vinieron a USTED Y A MI justo en el momento
que nacimos de nuevo, usted es nacido del Espíritu, justo, redimido, santo, nada
menos que eso, sobre la base de la obra efectuada en el calvario, somos perfectos
en El, el no dejo nada para ser hecho por nosotros, él es nuestro perfecto
sustituto, para que nos gloriemos solo en El, sus palabras de victoria fueron
CONSUMADO ES.
 Pone la idea de una relación con Dios basada en las obras.
Nos hace ver, que tenemos que salir del poder de la maldición, investigar
quien en nuestra línea de descendencia es el culpable de tal o cual situación
en nuestras vidas, saca nuestra vista de Cristo, de las cosas de arriba, para
mirarnos otra vez en la carne. Continuamente debemos perfeccionarnos en
la carne para rechazar tal maldición, en nada podemos ayudarnos ya, ni
añadir algo a lo que somos en El.
Porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos. Gálatas 3:27.
Dios no puede hacer mal, a aquellos que estamos revestidos de su hijo. Todo de
ahora en más es utilizado para nuestro bien, conforme a su eterno propósito
desarrollándose en nosotros.
Por ultimo:
Dios hablo a Ezequiel y Jeremías ambos contemporáneos diciendo
En aquellos días no dirán más: Los padres comieron las uvas agrias y los
dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia
maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agrias, tendrán la
dentera. Jeremías 31:29-30.
Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en
medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad. Y
si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo
hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de
cierto vivirá. El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del
padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él,
y la impiedad del impío será sobre él. Ezequiel 18:18-20.

Bueno, en la época de Ezequiel y Jeremías estaba circulando entre los judíos


tanto en los que estaban en Jerusalén como en Babilonia, el refrán que consta en
el texto leído:
Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera.
Con este refrán, los judíos querían dar a entender que Dios estaba castigando a
los hijos por los pecados que habían cometido sus padres. Los astutos judíos se
estaban dando de inocentes y diciendo: Pobres de nosotros, somos tan santos y
sin embargo estamos sufriendo tanto. Todo es por culpa de nuestros antepasados
que ofendieron tanto a Dios.
No estaban dispuestos a reconocer su propio pecado. Dios por medio del profeta
Ezequiel está corrigiendo esta forma equivocada de pensar. Creer que el
sufrimiento de los hijos es pura consecuencia del pecado de sus padres, sería
como pensar que es posible que una persona coma una uva agria y otra persona
que está al lado sienta esa fea sensación en los dientes y en las encías, la dentera.
Algo inadmisible.
Dios por medio de Ezequiel está poniendo muy en claro que cada persona es
responsable por sus actos y recibe castigo o recompensa por esos actos, sin
perjuicio de que las consecuencias del pecado de unos pueden afectar a otros.
Esto lo sabemos por lo que sigue diciendo el pasaje bíblico y la última parte del
versículo 9, donde dice:
Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán
en Israel. He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el
alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá. Y el hombre que fuere
justo, e hiciere según el derecho y la justicia, éste es justo; éste vivirá, dice
Jehová el Señor. Ezequiel 18:3-5

Dios dice entonces que su juicio vendrá sobre el que peca y la vida vendrá sobre
el que es justo;
En cuanto a la salvación podemos entender de la misma manera, los HIJOS de
padres Cristianos no HEREDAN la SALVACIÓN.
Si nosotros nacimos en un hogar Cristiano, igual sin embargo, un día todo
tuvimos que hacer una DECISIÓN personal de fe por JESUCRISTO y recibirle.
Ahora bien, en un hogar Cristiano, las puertas de la SALVACIÓN se han abierto
para los hijos, ya que en ese hogar se sigue al Señor.
En un hogar NO Cristiano, las puertas de la salvación están cerradas, pero
cuando uno de los que están allí llega a conocer al SEÑOR JESUCRISTO,
entonces las puertas de oportunidad se abren para todos, porque ahora el
EVANGELIO ha llegado a esa casa.
Las Condiciones para la SALVACIÓN son igual para todos. Dios no salvara, ni
condenara a nadie, por causa de otro. La salvación es un acto personal, la vida
rendida de fe también lo es, padres inconversos, tuvieron hijos rendidos al Señor,
muy usados por él, pastores rendidos tuvieron hijos que no se rindieron, Dios da
la oportunidad a todos, pero en cada caso la decisión es individual.
Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser
levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el
que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo
al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. El que
cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber
creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios. Juan 3:14-18.
Muchas personas por esta doctrina culpan a sus padres y abuelos de todas sus
desgracias y defectos. Ellos no asumen la responsabilidad de sus errores y
pecados. Dios puede cambiar cualquier situación, pero debemos reconocer que
Dios permite para que podamos conocerle y amarle, el propósito divino incluso
va más allá de nuestros fracasos o defectos, no debemos temerle.
Pero esta falsa enseñanza hace del creyente un ser sin libertad. Si estoy
determinado por mis antepasados no soy responsable. Si no soy responsable, no
veo la necesidad de que Dios transforme mi vida. Pero Dios nos creó con la
libertad de elegir nuestro comportamiento, la cruz de Cristo es el lugar de nuestra
victoria sobre la carne.
Somos responsables de nuestros propios actos ya sean de fe o de incredulidad
ya que conocemos y estamos conociendo más y más todo el concejo de Dios.
Cuando la vida nueva se fortalece, Dios produce el querer como el hacer en
nosotros. Busquemos al Señor, conozcámosle, rindámonos a toda su voluntad
por más dura que parezca, tomemos las circunstancias o disciplinas de su
amorosa mano, las manos de un padre que nos ama, no nos desanimemos, él
tiene pensamiento de paz hacia nosotros, el Señor está formándose en nosotros
por medio de esos tratos, de los cuales todos sus hijos somos participantes, su
venida está cerca, pronto le veremos cara a cara, que podamos estar más cerca
de él, a su lado en ese día glorioso, dejemos la ley y sus maldiciones ,
afirmémonos en este mensaje de gracia, solo ella es poderosa para
sobreedificarnos y darnos herencia en el reino de Jesucristo con los santos en
luz.
Amen.

Gracia y Gloria Buenos Aires

Fournier 1312, Lomas de Zamora, Bs As.


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