El tiempo pasa y todavía no podemos salir del asombro y del miedo que nos ha
provocado la crisis humanitaria actual de consecuencias que se han exacerbado bastante
con el advenimiento de la pandemia por coronavirus. No se por qué, pero la historia nos ha
enseñado que los tiempos de crisis han marcado un antes y un después en distintas áreas del
saber humano; veamos, por ejemplo, el cambio de transición acaecido tras la peste
bubónica en el siglo XV en toda la Europa medieval, etc. Digamos que no estamos exentos
de esa realidad por lo que será imperante elaborar una especie de recuento histórico-
filosófico desde Nietzsche hasta por lo menos María Zambrano para averiguar el asunto
medular del secularismo en popa.
Con la problemática de la subjetividad que impera las primeras décadas de este
nuevo milenio, comenzamos a cerrar un circulo y abrir otro. En la base de los
planteamientos de gran parte de las ciencias sociales y de las filosofías de inspiración social
y política que se practican en la actualidad aparece una concepción del conocimiento que en
líneas generales hemos de llamar constructivismo.
El constructivismo es una teoría del conocimiento según la cual las personas no
tienen acceso directo a la realidad, sino que la construyen activamente según sus modelos o
esquemas mentales. En consecuencia, según la posición constructivista, el conocimiento no
es una copia de la realidad, sino una construcción del ser humano, esta construcción se
realiza con los esquemas que la persona ya posee (conocimientos previos), con lo que ya
construyó en su relación con el medio que lo rodea.
Es conveniente saber que el pensamiento de Nietzsche esta fuertemente relacionado
con las corrientes postestructuralistas que surgieron principalmente en Francia hacia la
década de los 70’s, y en Italia donde se fortaleció la llamada ideología del «pensamiento
débil». En resumidas cuentas, diremos que esta concepción constructivista del
conocimiento es la que ha dado el tono a la epistemología hermenéutica dominante en el
universo académico de las ciencias sociales y, por ende, a un sinnúmero de acepciones
filosóficas cuyos contenidos ahogan a la humanidad en un sinsentido abismal. La hipótesis
es que el constructivismo exacerbado es la guía metodológica de muchos pensadores en su
aproximación a lo real, de ahí que en vez de observar con cierto distanciamiento lo que
produce el virus en la sociedad, las huellas de su recorrido, le atribuyan el sentido que les
dicta su voluntad.
Por ello ¿será aventurado afirmar que Nietzsche es el padrino de la posverdad? En
La gaya ciencia, nos dejo pensamientos de una extraordinaria profundidad. En uno de ellos
podría estar la clave epistemológica del presente:
«¿Qué significa conocer? -¡Non ridere, non lugere, nequedetestari, sed
intelligere!, dice Spinoza, con esa sencillez y sublimidad muy suyas. Sin
embargo: ¿Qué es, en definitiva, este intelligere, sino la forma por la que estas
tres cosas se nos hacen perceptibles a un tiempo? ¿Qué es sino el resultado de
los impulsos distintos y antagónicos de querer burlarse, lamentarse, y
renegar?»1
1
Nietzsche, La gaya ciencia, Akal, Madrid, 2009, p.239.
2
Cfr. José Ferrater Mora, Diccionario de filosofía, Vol. 3, Montecasino, Madrid, 2009, p. 606.
La voluntad de poder del filólogo alemán, tal como se ha enunciado, será la obra
clave para llevar a cabo una hermenéutica analógica de sentido a los hechos sociales
contemporáneos a esta época que, para fines prácticos, denominaré post-pandémica.
Asimismo, algunos discursos del Así habló Zaratustra coadyuvarán, con algunas de sus
máximas, al análisis interpretativo de la comúnmente llamada «transmutación de valores»
que, dicho sea de paso, se refiere al cambio de paradigma entre aquellas valoraciones
heredadas por la tradición, que causan resentimiento, y las nuevas perspectivas que cada ser
humano construya para si mismo.
Puede afirmarse, con toda seguridad, que la temática y sus respectivos enfoques son
cuestiones que no se han abordado detalladamente desde el inicio de este fenómeno social
que llamamos pandemia. Existe la gran bondad de contar con una gran variedad de
bibliografía secundaria capaz de delimitar bien las sugeridas vertientes que resultan en el
proceso, tal es el caso de Giorgio Colli con su obra titulada Después de Nietzsche¸ con la
cual, pretendo dilucidar el campo especifico del desarrollo de la filosofía estructuralista de
la actualidad; Martin Hopenhayn que escribió Después del Nihilismo, obra en la que, no
sólo se relee enérgica y perspicazmente la obra de Nietzsche, sino que es una expedición a
partir de él que atraviesa toda la modernidad filosófica; sin embargo, he de conceder mayor
prevalencia a Espolones: Los estilos de Nietzsche del ilustre filosofo Jacques Derrida a
quien se debe el término «deconstrucción» (crítica a la metafísica ya que pone énfasis en la
no substancialización y/o sugiere al menos que la esencia se encuentra en apariencia).
Metodología
Como se ha repetido en un par de ocasiones, el método adecuado para los fines ya
establecidos será el de una hermenéutica analógica de sentido, esto es: la realidad social
tiene un componente material susceptible de medición, y otro inmaterial, el sentido de las
«cosas sociales» —digámoslo de alguna forma— que ha de ser interpretado y
comprendido. Ambas dimensiones son imprescindibles en la descripción de la realidad,
mas durante mucho tiempo se ha privilegiado a la primera, ocasionando la cientifización de
los hechos. La hermenéutica analógica de sentido, por su parte, busca mantener abierta la
pregunta por el sentido de la existencia en todas sus dimensiones, pero al preguntar por el
sentido de la existencia, se alude ya al sinsentido: no habría pregunta por el sentido sin la
sospecha o imprecisión de un cierto absurdo.
Asimismo, pretende ser un proyecto de carácter deductivo que trastocará los
recovecos de ciertas expresiones confirmatorias del nihilismo actual (háblese ya de carácter
epistemológico, religioso, existencial, etc.) a fin de esclarecer un camino de posibles
soluciones mediáticas con los aportes de los filósofos más representativos de esta rama:
Heidegger, Foucault, Sartre, entre otros.
CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
2022 2023
MAY-
ACTIVIDAD JUN JUL AGO SEP OCT NOV DIC ENE FEB MAR ABR MAY JUN
Finalización del protocolo de investigación, corregido y
aumentado.
Delimitación del tema y elaboración de organigrama por
contenido conceptual.
Explicar los principales acontecimientos de estos últimos 22
años en general para concretizar el punto de inflexión con la
llamada filosofía posmoderna.
Lectura de bibliografía base: Así habló Zaratustra, La
Voluntad de Poder, El origen de la tragedia…
Lectura de bibliografía secundaria: Después de Nietzsche,
Después del Nihilismo, Espolones: Los estilos de Nietzsche
Redacción del primer capítulo. *La perspectiva filosófica de
Nietzsche y el nihilismo.
Comparar las tesis deconstructivistas de Nietzsche y de J.
Derrida para sintetizar en una sola interpretación el devenir
antropológico del siglo XXI.
Redacción del segundo capítulo. *El pensamiento derridiano y
las filosofías estructuralistas del siglo XX
Vislumbrar algunas cuantas alternativas al problema
antropológico de la modernidad y su eventual postura frente al
cristianismo.
Redacción del tercer capítulo. *El desarrollo de la antropología
filosófica y sus repercusiones a la concepción cristiana del
hombre
Elaboración de la introducción a la tesina.
Composición de las conclusiones.
Defensa de la tesis ante los sinodales en curso.
Bibliografía
Nietzsche, F., La gaya ciencia, Akal, Madrid, 2009.
Ferrater Mora, J., Diccionario de filosofía, Vol. 3, Montecasino, Madrid, 2009.